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28 de octubre de 2024

lp--Y de repente la perfección--ic


De repente te aíslas del rugido del agua, de las voces y la lluvia seca; el crepitar de las hojas muertas que caen y pisas.

Mantienes la respiración porque algo va a ocurrir.

Y el silencio lo llena todo…

El silencio despliega el telón de un momento de inusitada belleza y paz.

El agua, la fronda y la garza parecen girar en un caleidoscopio hasta fijar el momento perfecto de la serenidad y la armonía. Y provoca un vértigo en el pensamiento.

La garza está ahí porque puede, es la pura esencia del ser, sin necesidad alguna, sin vanidad. De hecho, es ajena a todo, hasta tal punto que niega mi existencia.

Yo no existo y ella es el único ser vivo de ese mundo que ha sido revelado.

¿Sabes, cielo? Así te sueño, en el momento perfecto. Yo manteniendo la respiración, inexistiendo para que nada enturbie tu mundo al que aportas fascinación. Soy un admirador fantasma, un testigo accidental e intangible de cosas hermosas.

No está mal mi privilegio para ser un fracasado…

Hay momentos de melancólica dicha que parecen ríos de agua tibia corriendo bajo la piel.

Adiós garza.

Adiós, mi amor.



Iconoclasta

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27 de octubre de 2024

lp--Las gallinas del dios estado y su horario--ic

Tras cada dios y estado hay una caterva de hijos de puta pregonando el sacrificio, pobreza y humildad o humillación al dios/estado para que ellos, administradores de su dios/estado maricón y psicópata, recauden todo el trabajo y esfuerzo y parasiten la vida de la plebe, prometiéndoles la grandiosidad del cielo o un futuro mejor para sus tataranietos cuando mueran secos, miserables, obedientes y engañados.

Que su muerte sea el gran viaje a nueva vida y un mundo mejor para los que quedan.

El paraíso para los retrasados mentales ni más ni menos.

Esta es la base común a toda religión/estado sólo cambia la liturgia, retórica y las mutilaciones corporales de los crédulos o plebe para que follen menos y produzcan más beneficios al dios/estado.

Y entre toda la liturgia, el cambio de horario entre invierno y verano es otra de las eucaristías y mandamientos del cochino y maricón dios/estado muy común en muchos países del mundo. Una medida que ayuda a que las gallinas y gallos humanos pongan más huevos y se engorden más rápidamente; pero ante todo que aprendan de una puta vez que es el dios/estado quien ordena salir y ponerse el sol. Algo básico en la plebe insectil o cariñosa y eufemísticamente conocida por globalidad.

Sólo que las gallinas humanas carecen de la vistosidad de las reales y decentes gallinas y pollos y no sé si se sienten ofendidas por el símil de las gallinas humanas.




Iconoclasta

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24 de octubre de 2024

lp--La altas libertades y los grises urbanícolas abajo--ic



Hay gente que no puede morir porque ya está muerta aunque se mueva estúpidamente. Sólo se descomponen y se consumen sin dejar siquiera ceniza.

Nacieron cautivos y prácticamente muertos de voluntad.

Sin embargo, los patos están a salvo. Si han de volar contra el viento, vuelan. Tienen mucha vida, la suficiente para hacerlo.

No tienen que sentirse libres porque desconocen la cautividad, es connatural en ellos no divagar sobre estas cosas.

Tienen lugares a donde ir, cosas que hacer y no rendir cuentas a un estado/dios esclavista.

Son libres sin otra consideración más que su desconocimiento de la esclavitud o cautividad.

Por ello, esclavos y cautivos son muertos vivientes, sin voluntad, sin determinación. Viven con el único fin de acatar y obedecer. No han conocido la libertad y no sabrían qué hacer con ella si se la dieran.

Me provoca una gran melancolía ver marchar a esos escandalosos patos. Siento que las esperanzas de libertad se van con ellos a otros lugares, a otros mundos ajenos a los humanos.

Y a veces quiero llorar de rabia y resentimiento. Regar mi tierra de mierda con mis lágrimas cautivas y rencorosas por la libertad que me han castrado.

Entiendo las ansias de violencia que asumo con la misma vehemencia que el crédulo la sagrada hostia entre sus dientes.

Volar nada tiene que ver con la libertad que es el conocimiento de uno mismo y obrar según tu naturaleza dicta.

Los pilotos no vuelan, flotan en una cabina, encerrados. O los paracaidistas, cautivos de sus cuerdas, a merced del viento. Los barcos son cárceles flotantes que no buscan libertad, sino otra prisión donde atracar.

No, eso no es libertad por mucha poesía que le metan. Es una patética ilusión y un engaño para esconder la frustración de lo que nunca podrán ser: libres.

Los animales nacidos y criados en cautividad ya no son aptos para vivir libres. Y los urbanícolas son primates nacidos en cautividad que viven en su propio zoo acotado física y mentalmente por alambradas de corruptas leyes dictadas por el estado/dios para su propio beneficio, el maleficio para los cautivos; su pecado original presente en todas las sectas políticas y religiosas.

Yo debería vivir como los patos, caminar hacia dónde el horizonte me tiente y usar las aduanas y fronteras como cagaderos.

Estamos muertos, nacimos muertos…

Volved pronto, volved con un atisbo de esperanza.

Por favor…



 

Iconoclasta

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20 de octubre de 2024

lp--No es complicado--ic


No existe ningún problema en el acto de amar, no se debería temer nada puesto que no es un negocio; no hay pérdidas ni ganancias.

Pero hay quien dice que “es complicado”.

No hay complicación en el amor. Es, en esencia, lo más sencillo del mundo. Sólo hay ignorantes de sí mismos y el temor propio de los mezquinos y pusilánimes.

Si el amor “es complicado”, se debe a que no existe. Es decir; no vale él para ser amado, o no vale ella. Eso no es complicado, simplemente se niega que haya amor.

Retorcerlo es un acto que viola la nobleza y la honestidad. Algo de lo que no sentirse orgulloso.

Lo complicado es sobrevivir cada día en esta asfixiante sociedad adocenada, maloliente, degradada, carcelera, controladora, esclavista y envidiosa. Corrupta y hostil.

El amor es tan sencillo como su existencia o ausencia, cualquier otra consideración es mercadeo ruin de un ser provinciano con una injustificada vanidad.

La complicación está en quien pervierte con su limitado y adocenado intelecto el amor mismo, haciéndolo un negocio o inversión.



Iconoclasta

13 de octubre de 2024

lp--Globos humanos--ic


El humano globo o humano hinchable actual es la evolución y consecuencia lógica de los humanos sapiens previos al primer contrato social; en el momento que pactaron con el brujo de la tribu trabajar (cazar o recolectar) para él, en la especie humana se inició el proceso de putrefacción del cerebro. Le fermentó la inteligencia y se convirtió en una especie quejumbrosa siguiendo el rastro de excrementos que sus amos líderes cagaban delante de ellos. Y en lugar de trabajar para ellos mismos, se masacraban por hacer rico al brujo del poblado, que luego evolucionó a rey o papa en pocos siglos y luego surgieron los presidentes, ministros, secretarios generales, caudillos, etc…

Hoy la especie humana es irrecuperable, incluso su carne como alimento es desagradable para las otras especies carnívoras.

Con un cerebro meramente funcional los humanos del reciente pacto social iniciaron un vertiginoso proceso de degradación genética psicosomática de la especie humana sapiens hasta nuestros días que ya es exclusivamente “globo” o “hinchable”, salvo algunos afortunados individuos. Aunque lo de “afortunados” no es correcto, ya que están sometidos a una constante persecución y caza por el estado ladrón y asesino y los propios globos que han sido programados mediante la virtud social de la envidia durante la infancia y adolescencia.

Ninguna especie del planeta ha evolucionado tan rápidamente como ha involucionado la especie humana, salvo las vacas, caballos, ovejas, perros, gatos y pollos. Especies a las que el ser humano globo modificó matando los especímentes que no se adaptaban a su uso ganadero o agrícola.

De hecho deberían perder su nombre taxonómico “humano”, porque prácticamente son monos con fuertes tendencias al homosexualismo y a una imbecilidad congénita, lo cual los condena a la extinción, como extinto está el homo sapiens.

Hasta que alguno de los pocos eruditos que puedan quedar designe taxonómicamente a la actual evolución de la humanidad del pacto social con un nombre que no manche la dignidad de la auténtica especie humana sapiens, para mayor claridad usaré “humano globo” o “humano hinchable” según mi criterio literario para dar mayor plasticidad al texto. Aunque margaritas a los cerdos porque los humanos hinchables pierden cualquier comprensión cuando un párrafo supera la docena de palabras, a la decimotercera ya no saben qué han leído atrás.

Los humanos globo nacen ya genéticamente adaptados y esclavos del estado asesino y ladrón. Son incapaces de afirmar si son hembras o machos aunque se reflejen desnudos en un espejo. Y así ocurre con sus crías: se ven con la angustiosa incertidumbre de darles un nombre adecuado a su anatomía que los progenitores son incapaces de clasificar sexualmente. Hay hembras con unas mamas enormes y oscilantes, que se llaman Javier, hay machos con un pene oscuro y oscilante también, como el badajo de una campana, que se llaman Margarita y hay madres que deberían ser hembras, pero como tienen barba y mamas lecheras velludas han elegido nombres neutros para conciliar su propia confusión o ignorancia de su sexo como: Denis, Francis, Emo, Eider o incluso Milán como las gomas de borrar.

Bien, pues estos pseudo humanos hinchables, están absolutamente vacíos de inteligencia y el estado, durante el sacrificio de la infancia y la adolescencia de los pequeños globitos, les inyecta junto con el aire necesario para que tengan un cuerpo sólido las directrices-leyes-normas-tradiciones-folclore-teléfonoscelulares que todo buen votante demócrata de la sociedad consumista y del estado del “bienestar” o contribuyente, precisa tener y saber.

De hecho, un hombre o mujer globo decapitada, sus cabeza podría servir para decorar las fiestas de cumpleaños infantiles. Están absolutamente vacíos, incluso hay quienes sostienen, que es la primera especie del planeta que no tiene sangre en las venas.

Los hombres y mujeres hinchables están sometidos a un constante control y revisión por el estado que, los infla con aire o algún gas inerte a la presión necesaria para que sigan cumpliendo las normas y preceptos para los que han sido programados y de nacimiento, condenados capitalmente: nacen pecadores o culpables por un programado “pecado original” sea cual sea su credo y por ello, deben pagar hasta morir al estado su culpa.

Los humanos hinchables lloran y ríen, se acobardan o se lanzan a la guerra como muñequitos descoordinados siguiendo las estrictas consignas del estado ladrón y asesino.

Y cuando ocurre que el estado no les acaricia las crines con benevolente paternalismo y falsas palabras, se deprimen y lamentan de estar abandonados. Son dependientes del estado y sus leyes como las garrapatas de la sangre o el humano globo político de la cocaína. No saben qué hacer cuando se encuentran en ilusoria libertad y siguen a cualquiera que camine en una determinada dirección para sentirse adocenadamente acompañados, ya sea para bailar en masa, para correr en masa, para comer en masa, beber en masa; o morir en masa que también saben hacerlo muy bien. Porque como los humanos globos afirman: mal de muchos, consuelo de subnormales. Les tranquiliza ser explotados, morir o sufrir en multitud debido a su personalidad marcadamente dependiente y cobarde.

El estado les dicta a quien cómo cuándo y dónde deben amar u odiar. Existe una compleja red global de adoctrinamiento también global que funciona sin pausa toda la vida de los globos, en libros, películas, series, televisión basura y telediarios del régimen que reciben todo ello en sus teléfonos móviles, televisores, cines y espectáculos.

Todo está programado y catequizado para eliminar todo asomo de inteligencia en los humanos hinchables que son ya el 99, 9 % de la población pseudo humana del planeta.

Una vez la elasticidad se pierde, el estado los pincha y los quema para reciclarlos como fertilizantes o alimentar a los cerdos.

Los humanos hinchables no se alimentan, sólo se inflan. Es básico entender esto, porque la carne sólo es para los globos que forman el estado. Si a un jerarca del estado lo decapitas, su cabeza golpeará duramente el suelo, porque están rellenos de carne. No sirven para decorar las fiestas de cumpleaños, porque además, olerían a podrido.

Les encanta a los globitos grandes y pequeños, hembras o machos por su absoluta ausencia de vida interior, amontonarse en grandes bandadas que se mueven obedientes a la voz del estado, cuyo representante es otro globo con una programación de lujo o premium, según en la familia de hinchables en la que haya nacido.

El precio de un humano hinchable varía según la región del planeta; pero de media se podría afirmar con muy poco margen de error que puedes comprar uno entre los diez y quince mil euros. A unos ciento veinticinco euros el kilo suponiendo un adulto macho de ochenta kilos.

El peso es exclusivamente el de la carcasa, ya que la cantidad de nada o aire que contienen en su interior es despreciable, su presión no supera los 0, 05 bar. Son de fácil mantenimiento y alimentación. Incluso algunos eligen comer exclusivamente desperdicios vegetales como algunos animales del zoo.

Los humanos hinchables creen a veces que una vez llegó el humano a la Luna y otras no. Su creencia varía en función de lo que el estado a través de sus medios les radie a sus orejas-antenas. Se debe destacar que el reciente decreto borra el anterior de su reducida y apenas funcional memoria, son lo más parecido a una cría recién nacida porque pierden toda experiencia pasada cuando el estado de la globalización les encaja una nueva idea o decreto.

Su proverbial infantilismo se debe a esta degradación, involución o eliminación de la memoria.

Tienen la innata capacidad de olvidar a velocidades lumínicas, es por esta razón que la Historia Global es un aberración o degeneración de la realidad y por la que un líder político o religioso dura más de medio siglo al mando de las ciudades granja donde se crían y reproducen los humanos hinchables.

Los globos humanos desconocen, del mismo modo que la libertad, el concepto de verdad y su antónimo la mentira; se limitan a obedecer sin más discusión su dogma del día y contribuir a la riqueza de los jerarcas del estado a cambio de una humillación de la que no son conscientes.

Lo hinchables son bebés mamando de una teta (en realidad es un dedo del estado introducido en sus anos) y se horrorizan ante la posibilidad de que un día pierdan la teta dura y agria del estado.

Les roban su infancia, adolescencia e inicio de la adultez en los centros de adoctrinamiento: escuelas, institutos y universidades. Y así, sin infancia ni adolescencia experimentadas y con una nula madurez mental, inician su ciclo biológico productivo y reproductivo para alimentar las arcas de los jerarcas del estado.

Creen que su esperanza de vida está en torno a los ochenta años. Es mentira, porque sus primeros veinticinco años de vida no ha sido tal, los pasan prácticamente muertos. Han permanecido aletargados en su desarrollo. Apenas viven cincuenta años de promedio.

Resumiendo las cualidades de los globos humanos:

1. Creen con fe inquebrantable todas las mentiras y mitos que el estado global sermonea cada día, ya que esas mentiras son realmente el aire que los infla da forma concreta, excepto sus genitales para evitar que sepan algo de sí mismos.

2. Carecen del concepto instintivo de libertad hasta el punto de ser ignorantes de su nacimiento en cautividad.

3. Y si conocieran la libertad: ¿quién los hincharía si no existiera la Sagrada Globalización?

Quiero suponer, en un ejercicio de ingenuidad por mi parte y sin que sirva de precedente, que el próximo a la extinción: lector; ya habrá deducido el porqué de que a la masa humana (antes del pacto social llamada humanidad) se la designa con el gris, triste e infantil epíteto de “globalidad”.

Comprendiendo a la actual naturaleza de los humanos hinchables podemos comprender el concepto y la criminal y caníbal imposición de la globalidad, con su semántica tan sencilla y diáfana sin asomo alguno de retórica alegórica.



Iconoclasta

8 de octubre de 2024

lp--Dos pedazos, tal vez ni eso--ic


Tengo el alma partida en dos pedazos. Uno eres tú, que como el mar cubre la mayor parte del planeta, ocupas todo mi pensamiento dejando tan solo un islote dedicado a la gestión de mi existencia biológica, que se reduce a una sexualidad retorcida y mortificante por el fetiche de tu coño.

Tu coño… Donde late el corazón del universo, una llaga en mi alma.

Una herida abierta, húmeda y viscosa que no sana, que no me concede un instante de serenidad y me arrastra a cuidarte lamiendo la herida con filamentos de baba desprendiéndose de mi boca animal.

Tu llaga es un sagrado estigma que hace de mí tu obscena María Magdalena de dolorosa erección y un glande que gotea el rocío de ofensivo aroma almizclado del celo. Una carne impía abriéndose paso entre tus sagrados muslos.

La sacrílega unción de mi falo congestionado de sangre sanando tu llaga por frotación frenética.

Tu coño… ¡Oh, divinidad!

¡Tú eres mi cuerpo! Y yo un semen hirviendo cauterizando tu estigma pulsante.

Mis dedos maltratando tu clítoris endurecido y vibrante, arrancándote las notas del gemido impúdico, como los leprosos piden el milagro de su cura.

Y cuando me brota el semen como un vómito incontenible, me cobijo en tu estigma en silencio, enfriándome hasta que mi pensamiento que ocupas vuelva a sacarme del letargo. Del calor de mi estigma.

De ese coño que tanto nos mortifica a ti y a mí.



Iconoclasta

6 de octubre de 2024

lp--No es deconstrucción es perversión--ic

 


Oscurantismo: Oposición sistemática a la difusión de la cultura.

De hecho, la cacareada “deconstrucción” es una forma de oscurantismo, pero mucho más venenosa al inocularse mediante dogmas, religiosamente, directamente en vena a la infancia.

Se debe hablar de perversión arribista, la ideología del estalinismo homosexual es pura degradación del conocimiento y la biología humana. Que sea de clara orientación musulmana da una idea del tipo de dictadura que el progresado woke en el estado desea para sacar más riqueza y servilismo de su casta paria o trabajadora.

"La reconstrucción de la memoria colectiva, por otro lado, no se limita a la época de Franco ni al ámbito de la Ley de Memoria. Desde muchos años atrás, y dentro de la creación de «conciencias locales» en las comunidades autónomas, los programas de enseñanza han apostado por reescribir la historia desde presupuestos ideológicos inequívocos: apología de las tribus prerromanas, elogio del islam invasor frente a la España cristiana de la Reconquista, condena de la conquista de América presentada como un genocidio, etc. Y eso cuando todas estas cosas se enseñan, porque los currículos de enseñanza media tienden a suprimir toda la historia previa a la Constitución de 1812. Lo más esperanzador es que, como reacción popular a todas estas políticas, por todas partes han surgido iniciativas que tratan de dibujar el verdadero perfil de la historia de España. Un pueblo que intenta reapropiarse de su historia. Ésa es, al margen de la España oficial, la gran cuestión de nuestro tiempo. Por eso hemos de contar de nuevo cuál ha sido nuestro camino. La siguiente página le corresponde escribirla al lector."

 (Te voy a contar tu historia" de José Javier Esparza, 2023)

Se habla mucho de “deconstrucción” en cuanto a las doctrinas políticas y sociales de los actuales totalitarismos estalinistas homosexuales de las pseudo democracias occidentales (Francia, Alemania, España, Bélgica, Canadá, Reino Unido, Australia...).

Deconstrucción (del estado, de las instituciones, de la historia, de la sexualidad, etc…) es un eufemismo falso e inaceptable, es sin tapujos un acto de perversión arribista de la realidad de la biología humana, historia, sociedad y política.

Los progres woke (homosexuales en definitiva) tanto políticos, docentes, escritores, cineastas, sanitarios, leguleyos (jueces, abogados y fiscales), policías, etc… Lanzaron a finales de la década pasada una campaña de perversión o adulteración global ajustada a sus intereses y ambiciones. Partiendo de su homosexualidad y patológico (por neurótico) narcisismo despótico, han hecho de ella excelencia y aplican su doctrina con agresividad sectaria sobre quien pueden por medio del poder legislativo, la coacción policial y judicial o el adoctrinamiento en los estudiantes que se ven obligados a pasar demasiadas horas del día soportando el ladrillo homosexual y su perversión en todo ámbito académico, matemáticas incluidas.

Es una continua cháchara de ramplón populismo exclusivamente para una población envejecida, degradada, decadente, omisa, cobarde, incapaz de razonamiento alguno y que no sabría usar su libertad si la tuviera. Hay etnias como la española que son auténticos reservorios de individuos adaptados al fascismo, sea woke islámico-estalinista o capitalista católico.

Eso de “deconstrucción” es un eufemismo que le viene demasiado grande al estado. Sólo es jerga woke que pretende darse trascendencia con pomposa estética semántica a una simple perversión que tiene como único fin el enriquecimiento de los sectarios de esta corriente pseudopolítica y social de arribismo homosexual. Es un fraude, y posiblemente, el más grande de la historia dejando de lado las divinidades y mitos de las actuales religiones.

La violencia tendrá que resolver esta perversión, porque no hay alternativa a este estalinismo homosexual-islámico (por increíble que pueda parecer), cada día más asfixiante y peligroso en su toxicidad corrupta y ruina económica producto de una corrupción institucionalizada y una pornográfica impunidad de los delincuentes políticos.



Iconoclasta

4 de octubre de 2024

lp--Si piensas no comes ¡Coño!--ic


“Pienso, luego existo”.

¿Qué fumaba, que se metía por la nariz?

¿O le daba duro al ajenjo?

Porque no sería agua. El agua es clara y cristalina y lo suele aclarar todo.

Y este pensar y desarrollar la idea para el método…

¡Qué puto relajo el de los filósofos!

Mirarse el ombligo y filosofar: ¿Esta pelusa de fuerte olor soy yo?

Es que no tiene gracia ni “sustancia” más que para sus iguales.

Y yo toda mi vida tirando cables e instalando cagaderos y fregaderas, existiendo sin misticismos de bien nacido.

Mejor no sigo o me cagaré en dios.

¿Cómo es el rito sexual de semejante figura?

Porque si follas también existes, los jadeos de la puta que me ha costado una pasta, tan reales, tan sinceros, no dejan lugar a dudas.

Me cago en dios…



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

2 de octubre de 2024

lp--De tu luz y mi oscuridad--ic


Te he soñado.

Con tu piel nocturna bañada en haces de plata.

He triturado vidrio con los dientes por ansia en mi cápsula oscura que orbita invisible a tus ojos que reflejan dos planetas dulces de miel.

En algún momento del sueño me he preguntado qué sería de mí si no te hubiera localizado entre todos esos millones de seres masticantes.

Se me ha formado una perla roja en un lagrimal. Lo he visto en el reflejo de la ventanilla. No duele, sólo turba y angustia.

Dicen que no hay luz sin oscuridad. Yo digo que, aunque mi oscuridad se disuelva en lo Oscuro Supremo, tú esplenderás argenta en la penumbra, áurea en el día.

Un bronce aterciopelado bajo las oscuras nubes…

No sé qué hacer para escapar de la cápsula, de mí mismo; pero además, no sé si quiero hacerlo.

Sé que cuando me acerco al espejismo desaparece.

Y es horrible, aniquilador el vacío que queda.

Mi lejana oscuridad preserva tu presencia en la vida. En la mía.

Y cuando despierto oscuramente, ese primer trago de melancolía en la tierra me disuelve cosas por dentro.

Misericordia…



Iconoclasta

29 de septiembre de 2024

lp--Abandonado en la dimensión imbécil--ic


Sufro un problema dimensional.

Mi vida resultó fallida, me di cuenta en el momento en el que me materialicé en esta dimensión de estructuras moleculares imbéciles, chocan unas moléculas con otras, se hacen sangre y sonríen entrecortadamente con los dientes ensangrentados.

Hay un sinfín de dimensiones decentes y tuve la mala suerte de que me tocara nacer en ésta, en el que todo está mal hecho, incluso una gran multitud de seres humanos que la habitan están mal construidos y les salen bultos de todo tipo o se mueren porque algo se les pudre dentro; cuando era niño pensé que mis huevos eran tumores, me llevé un gran susto hasta que el pediatra díjole a mi madre que sólo eran unos cojones enormes y que sería un buen semental si dios quiere.

Esto es una gran mierda.

Por lo que he aprendido y experimentado a lo largo de los años de encarcelamiento en este lugar idiota, lo estropea todo el hecho de que cuatro subnormales inventaran unos dioses a su imagen y semejanza cerduna y unos cuantos mandamientos que luego los convirtieron en “leyes”; y para mayor inri, pregonaron que eran ellos la creación de dios, ergo son divinos.

Y aquellos pobladores idiotas que apenas eran capaces de caminar erguidos sin arrastrar las manos por el suelo, repitieron la palabra fetiche que comparten todos los ritos y mitos religiosos en todos los idiomas, tiempos y lugares del planeta: amén.

Los primeros hechiceros que luego evolucionaron a religiosos o sacerdotes, luego a emperadores, reyes y por fin a políticos que pomposamente en la actualidad gustan de alardear de “jefes de estado”, cuando sus monos aprendieron a decir amén con soltura, naturalidad e irritante iteración, se dijeron que como el pueblo ya estaba amaestrado a todo lo que el hechicero predicaba: “¿Por qué no inventamos unos pecados o delitos y las leyes para condenarlos y castigar a estos gilis? Cometerán sus pecados, los condenaremos y nos quedaremos con lo que tienen, incluidas sus crías, sean hembras o machos”.

Así es la dimensión imbécil que me ha tocado. No puedes moverte por el planeta sin dar con un subnormal (feligrés votante o contribuyente) que diga “amén”, “reciclo” o “me quedo en casa”.

Es como una grotesca pesadilla de la que no se puede despertar.

No hay forma de escapar de esta dimensión de la deficiencia mental molecular.

Cuando se nace en una mierda, en una mierda te mueres.

Sería imposible que un idiota de esta dimensión sobreviviera en una dimensión decente, lo usarían de combustible.

Tras miles y miles de años, no se han enterado aún del cuento: las divinidades son alegorías infantilizadas de los hechiceros, sacerdotes, reyes, ministros, jueces y tiranos; del estado en definitiva.

En el instante en el que me materialicé, noté como la vida se me pudría en este cuerpo cárnico.

Es toda una experiencia que le deseo a mis hijoputas enemigos.

Hay un paralelismo tan obvio entre el estado y los dioses de las “sagradas escrituras” (de toda secta religiosa), que requiere de una gran voluntad ser tan sumamente imbécil para no ver esta escandalosa y llamativa semejanza. Es obvio que estado y dios son igual de puercos.

Y en esta dimensión no se enteran aunque los muelas a palos, de que las “sagradas escrituras” son burdas fábulas infantiles del estado escritas con un gusto y arte del nabo.

En esta dimensión son ciegos, sordos a la frecuencia de la razón y deficientes mentales para llegar a una conclusión, a la más sencilla.

Cuando te has habituado a esta imbecilidad que te oprime el resorte del odio y la violencia, observas ya sin asombro que en esta dimensión pútrida la imbecilidad es la gran virtud humana. Y cuanto más idiotas y mezquinos son los votantes o contribuyentes, más oportunidades tienen de medrar en su sociedad.

O sea, viven en una eterna olimpiada de la estupidez; no existe ninguna otra actividad con tantos récords como esta competición idiota de la dimensión imbécil.

Estoy abandonado…

Y si el estado les envuelve un excremento con papel infantil de colorines y un lacito; y además da un sermón sobre sus propiedades terapéuticas y jocosas, se comerán el trozo de mierda con glotonería y se chuparán los dedos. Y dirán amén con una sonrisa pletórica de mierda entre los intersticios dentales.



Iconoclasta

27 de septiembre de 2024

lp--La plaga global--ic

 


Pienso en las malas cosas que nos rodean y que los ajenos, los otros no ven: la cautividad, el control penitenciario, el robo de nuestro trabajo y esfuerzo, la intervención del pensamiento, de la biología y la creatividad, la negación del individuo y la exaltación del adocenamiento.

Es el lote que el estado/dios incluye en el nacimiento cautivo de cada uno los bebés contribuyentes.

Es escalofriante escribirlo con esta serenidad, es decepcionante meditar sobre la sociedad del estado/dios y concluir que somos orondos insectos que ninguna otra especie caza y devora. No nos quieren ni como alimento, ni para ensuciarse los colmillos o las garras.

Los nacidos en cautividad, los ciudadanos o contribuyentes nada tienen que ver con las leyes de la naturaleza. La especie humana social contemporánea a este escrito es una especie invasora surgida de una aciaga mutación. En algún momento los primeros primates usaron utensilios artesanales fabricados con piedras y metales contaminados con elementos radiactivos y se llevaron a la boca aquellos instrumentos toscos envenenados, cortaron alimentos con ellos o bebieron agua. Y así se pudrió su ADN primordial.

Y al igual que Gregorio Samsa, la especie humana un día despertó como insecto en una mezquina mañana de credos, mandamientos, leyes, fe en el estado/dios y servilismo paranoico.

Por ello, el resto de las especies animales nos rechazan como alimento, detectan que somos carne emponzoñada.

No hay otra explicación para esto a lo que se ha llegado y que los idiotas (líneas genéticas degradadas respecto a los humanos originales) llaman globalidad.

En el fondo reconocen, como un instinto primigenio residual, que no somos merecedores de llamarnos humanidad. La población de homínidos parlantes en el planeta es una globalidad cuyos especímenes sin identidad se confunden unos con otros, nada tienen de humanidad.

Sólo nacen con el don de la obediencia y fe en el estado/dios, inconscientes de que han nacido para sacrificarse por esas reinas gordas como cerdos que expelen como excrementos sus leyes, mandamientos, decretos, dogmas y condenas.

Sólo cuando les queda unos días de vida se les permite descansar para evitar el gasto y molestia de retirar los cadáveres en sus puestos de trabajo y centros de explotación.

El estado/dios espera con avidez que las próximas generaciones desnaturalizadas, nazcan con antenas para controlarlas con el pensamiento y no con el teléfono móvil que se les implanta apenas pasan la infancia.

Pienso en todas las cosas malas que podría ocurrirle a la globalidad y desespero porque no le ocurre ninguna.

Por muchas catástrofes, guerras y epidemias que sufra la globalidad, apenas se resentirá porque es lo mismo que se dice de las cucarachas: será una especie superviviente que se alimentará de la descomposición de sus cadáveres si es necesario.

Nacen en cautividad, son explotados y sacrificados por el estado/dios y son incapaces de tener un instante de lucidez para reconocerse en el reflejo del espejo la monstruosa mutación que son.

Es lógico que exista cierto recelo en la colonia globalidad respecto a una hipotética visita de extraterrestres, porque cualquier especie inteligente del universo identificaría como plaga a esta mutación de la humanidad que es la globalidad de los sin rostro, sin pensamiento, sin libertad. En el momento que nazca un bebé con antenas de queratina, ya sería inconfundible la degradación de la especie y ningún ser de otro planeta dudará en limpiar el planeta de la plaga global; aquí radica mi único asomo de esperanza para que el planeta y sus especies se vean libres de una plaga de idiotas.




Iconoclasta

26 de septiembre de 2024

lp--Cara y cruz--ic


Las dos caras de la moneda, en el mismo instante, en el mismo lugar y yo entre ambas.

Es un magnífico privilegio el mío.

Estoy donde debo.

No necesito nada más.

Miro al sudeste para encontrar el sol radiante y su luz. Al noroeste, y dándole la espalda a la luz, la oscuridad plomiza y majestuosa.

El paisaje inspira en mi pensamiento una metáfora de la vida en cautividad mientras observo la aguja de la brújula estabilizarse e indicar la dirección de la oscuridad que me da paz.

De luz hay tanta… Mis ojos tienen cierta edad y una mirada atávica que he trabajado segundo a segundo.

Allá en la ciudad, en cautividad, si miras a la luz das la espalda a la mezquindad y su maldad, al oscurantismo, la represión y la esclavitud a la que te condenan al nacer con pecados, mandamientos y leyes. Con sus condenas siempre pendiendo sobre tu cabeza, afiladas y mortales para la libertad. Y como al cielo plomizo, nada detiene.

Se podría creer que la luz es la esperanza; pero sería una puerilidad, un infantilismo indigno de un ser humano adulto.

Sin embargo, es lo que hace el humano cautivo en sociedad: mirar la luz esperanzado en la milagrería de sus amos y sacerdotes que muestran sus puñales rituales para hacer de él sacrificio a nadie.

Escupo la colilla del cigarro con displicencia molesto con la metáfora y su alegoría, algo que sólo se da lejos de aquí; en este momento a millones de años luz de mi pensamiento.

En libertad las metáforas se diluyen y pierden todo significado ante la belleza y majestuosidad del cielo y la tierra, de lo palpable, visible e incorruptible por los sacerdotes legisladores de pecados, condenas y privaciones que alzan desde el púlpito sus símbolos doctrinales predicando absurdidades con codicia.

Amo la oscuridad y la luz que sin hipocresía y con la sencillez de un respiro el planeta ofrece en libertad absoluta.

No necesito nada más, ni una moneda.

Es todo y soy con ello en este instante y lugar, entre la oscuridad y la luz; donde los sacerdotes en una justicia salvaje son cadáveres cubiertos con hojas muertas alimentando la tierra.

Donde podría partirme un rayo o la luz templar mi piel, sin más consideraciones.

Y lo mejor, elegiré entre la luz y la oscuridad, no le temo a la libertad.

Sin palabras farfulladas o urnas construidas con deshechos.

Elijo la cara o la cruz, según mi ánimo. Relajado e ilusionado, ahora sí; es mi precisa y firme elección.




 


Iconoclasta

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24 de septiembre de 2024

lp--Repoblación e islamización del Occidente Consumista (seudodemocrático)--ic


No sé cómo serán las inteligencias artificiales de pago; pero las gratuitas de los portales y buscadores son pura infantilidad para cerebros blandito; sólo aptas para los aquejados de ese infantilismo atroz y su ignorancia: los woke que ven en la abeja Maya un elemento de gran carga sensual y sexual.

Toda imagen que pidas que dibuje la inteligencia oficial de los portales colaboradores con los estalinismos penitenciarios homosexuales clima-sanitarios del Occidente Consumista y seudodemocrático, serán primero mogijaterías tierno-infantiles. Es un horror, un insulto a la inteligencia de los humanos adultos y con cerebro operativo.

Voy a mantener a esa mierda de inteligencia artificial fascista y censurada lejos de mis ojos.

Esta inteligencia artificial es una parte de la liturgia y catequesis del estalinismo surgido con el coronavirus, un fascismo eclesiástico y doctrinal. Y un gran éxito entre las sociedades decadentes y degradadas de los países volcados a tal fascismo, como toda Europa, por ejemplo. Los jerarcas fascistas estalinistas predican constantemente sus homilías de bondad, paz y obediencia al estado/dios protector del coronavirus y futuras pandemias en espera de decreto.

Es la nueva iglesia de las cobardes sociedades occidentales consumistas, seudodemocráticas sin rubor. Una iglesia regida por obispos corruptos y codiciosos; telepredicadores de maneras y retóricas mafiosas.

Las viejas y degradadas Europa y España (como muestra de degradación tipo) ostentan una población cobarde y decadente, dependiente de los decretos salvadores que dictan los jerarcas como corruptos obispos.

Ahora, a finales del 2024, la población occidental consumista de las viejas y gastadas pseudodemocracias se encuentra en el momento más peligroso y decisivo que ha conocido la humanidad jamás: la masa poblacional o casta paria asalariada va a perder vía decreto de bondad de la iglesia estalinista, todo ápice de libertad y el acceso al conocimiento y la historia real. El oscurantismo y su censura es una peste que emerge de las aguas fecales subterráneas de las ciudades para invadir todos los pulmones y cerebros de la gente que vive verticalmente en sus costosas madrigueras pequeñas e insalubres.

El plan maestro del actual estalinismo homosexual carcelario surgido con el coronavirus se ha iniciado. Sus sociedades occidentales han envejecido y apenas se reproducen. Y todo estado obtiene su riqueza (sus jerarcas) de los contribuyentes, cuantos más contribuyentes no pensionistas tienen, mayor es el poder económico de los líderes estalinistas. Es la razón por la que están importando para sus naciones esclavos africanos que trabajarán por una cuarta parte del jornal que cobran los asalariados nativos. Y por religión y tradición se reproducirán ratonilmente aportando nuevas generaciones de votantes contribuyentes a sus desgastadas pseudodemocracias.

En su mayoría son musulmanes, una sociedad religiosa que obedece y acata todo credo y decreto de sus dictadores sacerdotes. El fanatismo de los musulmanes y su ansia de islamizar el mundo no es un secreto para nadie. Y los jerarcas estalinistas de las pseudodemocracias estalinistas del Occidente Consumista, ven en los musulmanes (debidamente surtidos de mezquitas y dinero) un raza ideal para obedecer al estado y de explotación barata, puesto que ya está amaestrada en la obediencia y la fe en el estado.

Es por ello por lo que se hace por parte del maleable y vacío progresado woke (eminentemente homosexual y con buenas tragaderas para la pederastia) una continua catequesis de admiración por los musulmanes y su religión. Y como es lógico, los estados occidentales estalinistas del coronavirus trabajan con afán mediante prensa, redes sociales y televisión en crear en su población la fobia del antisemitismo, el odio hacia Israel y los judíos en general para contentar y apaciguar a sus nuevos esclavos moros que serán fuente de riqueza para el “obispado” estalinista homosexual.

Por supuesto, hay que hacer notar, que las ONGs son hoy las traficantes y comerciantes de esclavos junto con los ministros de asuntos exteriores e interior de estos estalinismos carcelarios homosexuales.

Y bueno, en lo que respecta al cacareado “cambio climático”, no deja de ser una simple maniobra propagandística (y negocio tipo bozal: mascarilla en exteriores e interiores) para ocultar la gran carnicería que se avecina en el Occidente Consumista con la islamización que se está llevando a cabo mediante la citada importación o compra de los esclavos y reproductores musulmanes (acogida o refugio en el argot diplomático estalinista homosexual carcelero). Los decadentes nativos del Occidente Consumista con un goteo constante han empezado a morir por los puñales musulmanes en su propio país y es sólo el aperitivo de la gran masacre que se avecina; que a su vez y con toda probabilidad, arrastrará a una gran guerra civil global entre el estado/dios estalinista, el islam y la población “infiel” consumista.

Pudiera parecer una conspiración surgida de la ciencia ficción o la paranoia; pero no consigo ver la ciencia ni paranoia en ningún aspecto, sólo veo hechos, la historia y la actualidad reciente.

Ojalá pudiera afirmar que esto es un relato distópico de un estalinismo woke carcelero homosexual, lo escribiría con una sonrisa.

Aunque ahora sonrío; pero por astucia y no por lo divertido.

Porque maldita la gracia, que ha tenido hasta ahora.



Iconoclasta

 

22 de septiembre de 2024

lp--Tristeza en estado puro--ic



–Cuéntame una tristeza.

–Un amor clavando las uñas en la tierra para no caer al infierno.

–Otra.

–Una sangre fuera de las venas.

–Otra.

–El bebé que no ha conseguido llorar frente a la madre que lo acaba de parir.

–Otra…

–Un gato se esconde bajo la cama para morir solo; pero su compañero lo acuna en el pecho. Sólo es un gato…

–Otra.

–Los párpados lívidos de padre, la inmovilidad de su pecho.

–Otra…

–Tú tan lejos de mí y tan sola aunque te tome la mano.

–Una más.

–Tu llanto.

–Por lo que más quieras. Niégate a contar penas, cuenta esperanzas.

–No puedo…

–Es imposible, me niego a vivir con tu tristeza. Eres un monumento a la pena. ¿Qué ocurrió?

–Viví demasiado tiempo aquí en el mundo.

– ¿No queda un ápice de alegría en ti?

–No la conocí. Y lo cómico no es alegría, es una tos.

–Me condenas a la prisión de tu tristeza.

–No. Me condeno a vivir sin ti.

– ¿Soy yo el amor que clava los dedos en la tierra para que la muerte no lo arrastre?

–Sabes que soy yo.

–Y haces de mí la sangre fuera de las venas.

–No.

–Estás matando el amor como el bebé que no lloró.

–Soy yo quien no debió nacer. Soy todas las alegorías de un muerte con retraso, tardía perezosa... No hace lo que debe.

Soy una tristeza que respira, una masa de melancolía que se agita ante una luz oscura como una tumba. Una gelatina negra que solloza. Un miasma pulsante que exhala vapores en el hielo de la vida. Un puré amasado con lágrimas saladas y pestañas carbonizadas.

Soy el barro que dios se quitó de las manos tras modelar a Adán. Y yo no recibí un soplo de vida, sólo aspiré el polvo del hastío de una tierra muerta. La orina de aquel primer hombre me dio un informe volumen.

Quiero morir solo, como el gato.

–Estás loco.

–Lo sé, a cada hora me encuentro más lejos de mí mismo. El mal está hecho. Soy el animal nacido en cautividad que se muere de melancolía ante los visitantes alegres del zoo. No queda nada dentro de mí que me haga viable para la vida.

La locura ha llegado, no tardará una muerte enajenada. Ya no soy aquél, hablas con un extraño.




Iconoclasta


16 de septiembre de 2024

lp--Las nubes del frío--ic


Ya han llegado recién salidas de una fábrica de algún lugar desconocido del profundo cielo.

Son perfectas. Fabricadas con precisas láminas cortadas con láser, se puede observar los estratos que les dan espesor.

Diseñadas y cinceladas en el cielo con la precisión de un artista cirujano.

Programadas como hermosas y altas amenazas.

Carecen de la entropía voluble de las nubes cálidas. No hay sorpresas con ellas, están diseñadas para ser inconfundibles y de una mayor dureza; ya que cuando el viento las arrastra resisten el proceso típico que las banales nubes de verano no pueden combatir: el deshilachado. Y durante horas y grandes distancias mantienen su característica silueta endurecida con frío.

Y por ello no son banales, advierten del infierno invernal.

Otra vez…

No se parecen a nada más que a sí mismas. No son moldeables como las nubes del calor con las que se puede jugar a dar formas.

Con el frío no se juega, condenará quién vive y quien muere para la próxima primavera.

Anuncian la nueva campaña de la lucha de todos los seres vivos por mantener el calor corporal, especialmente cruenta en alta montaña.

Soportar tantos meses el cansancio del organismo por preservar el calor vital…

Las nubes del frío silenciosas y agresivas inauguran ineluctable y oficialmente las nuevas olimpiadas de la vida y la muerte, como naves cargadas de aciagos presagios y desesperanzas inevitables.



 

Iconoclasta

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10 de septiembre de 2024

lp--Pensamiento, lógica de la venganza--ic


No sólo es ético, sino perentorio devolver el mal que se me ha hecho sufrir.

Si hubiese inocentes que tuvieran que pagar la ira de la venganza, bueno... Yo también fui inocente.


Iconoclasta

7 de septiembre de 2024

lp--Un instinto de posesión llamado amor--ic


Amar no es un arte, no es técnica, no es cultura.

Es un instinto puro y todo consejo o injerencia lo pudrirá.

No es psicología y es inexperiencia.

Bendita aventura…

Puede haber varios amores a lo largo de la vida; pero por mucho que digan, por mucho que juren, no pueden compartir el mismo tiempo y espacio.

Un amor debe morir para dejar paso a otro.

Es la exclusividad absoluta la que hace del amor esa fuerza arrolladora. Es su esencia, su naturaleza única y primaria.

Cualquier otra versión es sofisma de frustrados.

Una cobarde e infantil degeneración vacía de pasión.

Un follar gratis y conveniente.



Iconoclasta

lp--El silencio del bosque--ic


Un xilófono de madera y agua, íntimo y sereno.

Un goteo en el corazón que palpita lento siguiendo el ritmo de la lluvia en mi sombrero, en mi rostro cuando lo enfrento a las nubes, en mis labios que la beben.

El silencio del bosque lluvioso es atronador y apaga los sonidos de las lejanas carreteras, incluso las campanadas de la iglesia parecen retroceder ante la frondosa muralla silenciosa.

Los animales mojados y fríos guardan sereno silencio esperando unos rayos de sol que les temple pelaje y plumaje. Y así, el ánimo.

Un bosque lluvioso es la misma intimidad inviolable con la que se ama. Con el melancólico temor de perder el amor como las gotas de agua se hunden en la tierra. De una forma instintiva intentas cobijarlo entre los brazos porque es tesoro y calor.

La lluvia en el bosque no es una alegría, es una reflexión de la vida que no es cuestión de belleza, fascina el coraje de los seres, sus dramas y luchas.

Y si no luchas, no te mojas, eres estatua; una talla accidental en el bosque.

Aún gotean las ramas a pesar de que ha cesado la lluvia. La penumbra lucha silente contra la luz del sol que el lento gotear de las hojas anuncia como tamborileros derrotados. Lucha contra la luz que descubre los secretos y las vidas exponiéndolas al cazador y la envidia aplastando la preciosa y deliciosa intimidad.

El silencio del bosque es refugio y la compañía cómplice de seres ocultos que no obedecen a nada más que a su naturaleza. No hay discusión y sólo la muerte zanjará alguna duda al respecto.

Caen las gotas sin orden ni concierto, con la aleatoriedad de la gravedad, con un destino ineludible como lo es amarte aquí, en mi refugio y capilla erigida a ti entre mi ropa calada.

No sé si soy una azarosa y anodina metáfora de la naturaleza y sus leyes no escritas. Un mirlo que se moja lentamente entre la fronda de un árbol esperando la luz, a ti...

Comprendo con una lucidez delicuescente que este silencio es el universo que la mayor parte de nuestra vida nos es vedado porque es peligroso experimentar la dulzura y la determinación de la libertad. Podrías querer más…

Es la quintaesencia de la libertad: puedes dejar tu refugio entre las ramas y empaparte hasta la extenuación sin que nadie tenga una ley con la que extorsionarte por ello.

El silencio del bosque no es para los seres humanos nacidos en cautividad, en las ciudades. Es para los que aman sinceramente, sin necesidades ni pactos sociales. Aman sin legislación vigente, salvajemente; como está prohibido y condenado.

El bosque silencioso y lluvioso es el reducto de la anarquía serena y valiente, sin histriónicas hipocresías, sin marcas a batir ante nadie. Vivir no es una carrera, no es competición; es mucho más trascendente, una lucha entre tú y el planeta, para ganar basta no llorar ante una lluvia y tener un valor mínimo.

Ganas por cada bocanada de aire que respiras, mueres con el último latido.

Y todos sabemos que la banca siempre gana, no es un drama cuando los animales más pequeños del bosque no se preocupan por ello.

Hay cosas básicas que aprender en el bosque lluvioso esperando los rayos confortadores del sol: forjar el coraje y la voluntad.

Y esperar el canto alegre del mirlo que anuncia la luz, el primero que sale a chapotear en las sendas.



Iconoclasta

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6 de septiembre de 2024

lp--Diario de Nadie--ic

Últimos párrafos del diario de Nadie:


Me he equivocado y llevado la pluma a los labios en lugar del cigarrillo. Me doy cuenta porque al aspirar no entra humo en la boca y pienso con distraída ingenuidad que se ha apagado.

Al ser consciente de lo que he chupado y a pesar de estar solo en la casa, miro a mi alrededor con temor a que alguien hubiera visto semejante estupidez.

Temo más al ridículo que a la enfermedad que pudre mi cerebro.

Sé que este es un hecho banal y hace bostezar desesperadamente a las ovejas de puro aburrimiento; tienen razón. Sin embargo, para mí ha sido el suceso más importante del día y no me interesa particularmente la literatura.

No me parece triste, todo lo contrario, lo encuentro cómico. Aunque me temo que la comicidad es una situación triste de quien está acabado. Los personajes cómicos siempre han sido mendigos con un ingenio tramposo para que los obreros se sientan bien en su condición de esclavitud.

Lo que me preocupa es el resultado de la biopsia que me hicieron en el cerebro. Se llevaron un trozo pequeñito de mis sesos, no dolió la extracción; pero sí el agujero que me hicieron en la calavera con una simple sedación local. No puedo conciliar el sueño evocando el chirrido del taladro y ese dolor venenoso de lo que quiere invadir lo más sagrado del ser humano.

Me dejaré morir si me dicen de hacer otra biopsia.

Y ahora espero el diagnóstico de la máquina que me leerá el médico como un notario la puta hipoteca.

Hace años que los médicos ya no saben diagnosticar, sólo son administrativos tramitando citas con las máquinas de analíticas e imagen.

¡Vaya, parece que la tontería de la pluma se ha complicado! No me apetecía escribir de ello en este diario de Nadie. Nadie soy yo, lo vuelvo a escribir porque a veces me olvido de qué o quién soy.

¿Sabes qué te digo? Para morir con angustia tras conocer el veredicto del diagnóstico, prefiero una muerte despreocupada y coloquial con la infeliz ignorancia de morir sin el estrés de saber lo inevitable.

No voy a acudir al administrativo sanitario que no sabe explicar o teorizar entre ignorancia y desidia mi mal. Además, estoy seguro de que me cantará el diagnóstico de un cerdo enfermo por algún error en el análisis de la muestra.

Se parecen más a hechiceros que a médicos.

Lo peor es que no les importa el dolor ajeno. Si les importara te dirían que mejor no pasar por ello. Es innecesario.

La premisa es que no es bueno sumar más dolor a la enfermedad. Si estás condenado a una muerte pronta ¿para qué tanta mierda?

Los cuerdos son cobardes por mucho que duela. Y de ellos se aprovechan los fabricantes de diagnósticos.

No asistiré a la cita con el neurólogo, punto.

Me voy a fumar otra pluma y esperar que dejen de sangrarme los oídos.

¡Cómo ha crecido mi hijo en estos siete años que lleva muerto! Me sonríe desde el umbral de la puerta de la habitación.

Nunca llegué a conocerlo como adulto, murió cuando apenas alcanzó la adolescencia. ¡Qué guapo es!

Si su madre no se hubiera suicidado sería histéricamente feliz de verlo.

¡Qué bonita es la soledad compartida!

Ojalá hubiera estado tan podrido cuando murieron. No habría llegado a escribir estas cosas en el diario de Nadie, no hubieran sido tan dolorosos estos últimos tres años que Sari me dejó sólo.

Mis compañeros de trabajo me envían mensajes de ánimo y pronta recuperación de mi depresión; no tienen por qué saber más. Los más amigos bromean diciéndome que disfrute de mi baja.

Al principio respondía a todos los mensajes con un adiós. Hace ya dos semanas, ni eso. De hecho, el móvil está apagado.

No es locura o un tumor cerebral lo peor.

Lo peor es el hastío.

Ocurre muy a menudo que el corazón parece cansado, se detiene un segundo y luego arranca con un doble latido tan fuerte que me quita el aire del pecho y marea.

Creo que es lógico. Hacia donde voy sólo hay quietud y el corazón lo presiente, quiere parar de una puta vez de puro cansancio y de que un cerebro enfermo le dé órdenes. Estamos nerviosos porque esto dura demasiado. No he sido tan valiente como mi esposa, quiero decir que he sido pornográficamente cobarde y me dejo morir pasivamente en lugar de trabajar en ello de forma activa.

No voy a perder más tiempo aquí, a la mierda el tratamiento.

El fantasma de mi hijo, mi elaborada alucinación se ha esfumado. Supongo que a ningún hijo le apetece ver morir a su padre; pero es mucho más obsceno y turbador que el padre sobreviva al hijo.

Soy un hijoputa.

Sólo quedo yo de todo lo que importa, soy un ganador de mierda.

Ya por poco tiempo.

No. Realmente hay días en los que no estoy seguro de estar vivo. Siento que soy un sueño, el vapor que desprenden los durmientes.

Fumar la pluma ha sido una dosis de realidad. No es cualquier cosa, me recuerda que todo está mal. Yo sólo quiero que esto se acabe, largarme.

Ahora, dos hombres de rostros deformes e indescriptibles reptan por el suelo con rapidez usando sus brazos y manos de dedos rotos y me muerden las piernas en silencio, como insectos. De cintura para abajo no tienen cuerpo y han dejado un rastro de brillante humedad en las baldosa como una estela de baba tras de sí; mi hijo asoma de nuevo sonriente en el umbral.

Tengo tanto miedo a ser devorado indolora y horriblemente que mi mente se ha fragmentado y veo el mundo a través de los añicos de un espejo. Me levanto asustado de la silla y me dirijo al salón sin más razón que el olor a podrido. Arrastro a los semi caníbales que no dejan de devorar mi carne a cada paso, el pasillo parece hacerse infinito y temo no llegar. Es un tópico surrealista, carezco de originalidad alguna.

En el salón, el cadáver de Sari se descompone relajadamente tendido en el sofá y el cuchillo que le clavé en el pecho sigue firme como un hito de altitud en el pico Esquizo a un millón de metros sobre el nivel de la humanidad y su realidad de mierda.

La dejé en el salón porque el hedor en la habitación no me dejaba dormir.

No se suicidó, no puedo mentirme en momentos de lúcido terror. Le clavé el cuchillo en el pecho mientras la follaba tristemente, como todo lo que hacíamos juntos desde que murió nuestro hijo.

Estaba tan cansado de una tristeza que no se curaba jamás…

La maté porque abonaba su tristeza con afán de martirologio, su voluntad era llorar eternamente la muerte del hijo. No cesaba nunca en sus suspiros y lamentos a cada momento. Esa tristeza se hizo tumor dentro de mi cráneo.

En caso de que existiera mi neurólogo, estaría de acuerdo conmigo. Sin mi diario se me escapa mi historia reciente y ni yo mismo sé quién soy.

Y no se corría cuando la follaba, parecía carne muerta caliente.

La llegué a odiar tanto por esa tristeza cultivada durante años minuto a minuto, pudriendo toda alegría incluso antes de que surgiera la esperanza…

Mi hijo me sonríe tan adulto y guapote dejando caer otro medio hombre que sostiene entre los brazos. La cosa, con la velocidad y afán neurótico de una cucaracha, se arrastra hacia a mí y con sus brazos y dientes se aferra a una de mis piernas pasando por encima del otro. Y roe la carne y el hueso demasiado cerca de los cojones.

– ¡Úsalo, papá! –exclama mi hijo señalando el cuchillo en el pecho de su podrida madre.

Claro que lo uso… Para que mi hijo se sienta orgulloso de su padre.

Estas mitades de hombres… ¿Son sus semi amigos? ¿De dónde saca estas cosas? Son tan irritantes que le quitan solemnidad al acto.

¿Por qué morderme si ya apenas existo?

– Estarán contigo siempre, papá –responde a mi delirio.

Está sonriendo, siempre sonríe. No es razonable que tras la muerte y sus amigos cucaracha se pueda sentir feliz.

Bueno… Ninguna sonrisa por sórdida que sea puede hacer daño tras tantos años de elaborada y forjada tristeza.

Ha envejecido rápidamente, está más viejo ¿O es descomposición?

Se abalanza con una sonrisa demente y maliciosa, no tiene piernas ni brazos, se ondula como una oruga para avanzar. Y es rápido… Siempre supe que mi hijo hubiera destacado en muchas cosas si le hubieran dado tiempo.

Al entrar el acero en el cuello, todo se hace oscuro y está bien. No hay dolor porque la certeza de morir lo solapa.

No sé cómo ni en qué momento ha ocurrido. Será que un brazo por un instinto reflejo y sin el control de la locura ha hecho lo que debía por pura piedad y no como mi médico si existiera.

No tengo piernas ni cojones, intento arrastrarme hacia la estela viscosa que ha dejado mi hijo en el suelo para ir con él, donde él; pero resbalo en mi propia sangre.

Sari sonríe por primera vez en muchos años, también se ha desprendido de las piernas como una lagartija de la cola. Cae pesadamente del sillón rompiéndose los dientes contra el suelo. Acercándose a mi rostro, me devora los labios…

¿Cuándo llegará la muerte del cerebro?


La locura es un universo exclusivo para el loco, a su medida. Tan real como el universo en el que primero fue parido.

No hay más realidad que la experimentada. Es innegable la frecuencia de la luz que cada cual codifica con su cerebro.

Los locos son viajeros que vagan entre dos dimensiones lumínicas sufriendo en ambas.

Nadie, loco o cuerdo, puede negar que lo que ve no existe.

¿Qué importa lo que eras y conocías si ahora habitas otro mundo con otra visión, con otro pensamiento? Sólo tienes la certeza de que aquel no eras tú. No eras Nadie.

Encontraste el portal a otra dimensión que los cuerdos invidentes llaman locura.

Las resurrecciones no son lo que prometieron ¿eh? Y la medicación intenta engañar al mundo, no al paciente.

Cuando estés loco no lo sabrás.

(Primeros párrafos del diario de Nadie)


Iconoclasta