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20 de abril de 2024

lp--La fúnebre voz--ic


Soy el triste escribiente funerario de las actas de muerte no humanas.

¿Cuánto tardó en morir el polluelo que el viento arrancó del nido, pobrecito mío, y no pudo ver sus alas crecidas?

Qué bonitas plumas para morir.

Qué puta penita.

Alguien debería preocuparse por los seres pequeños que mueren con un piar aterrado que nadie escucha, ni la angustia de los padres que no tienen manos para subir al pequeño al nido que se muere de frío y hambre. Piaba que lo llevaran a casa y los progenitores revoloteaban frenéticos cerca de él sin poder hacer nada más que escuchar y ver su muerte.

Alguien tiene que decir que su vida importaba, que su muerte me duele.

Yo lo he visto antes, es una tragedia cotidiana; pero si te acostumbras a las tragedias y dices que es normal, también dices que su vida vale una mierda. Y a eso se le llama mezquindad.

No hay pequeñas muertes que sean tiernas. No hay dulzura en los pulmones que no pueden aspirar aire o en esos minutos que el corazón, tras detenerse y con la suficiente sangre en la cabeza, revela la certeza de lo definitivo en una inocente incomprensión.

Soy la voz fúnebre de las pequeñas muertes que no se ven porque parecen montoncitos de hojas desde nuestra altura.

Soy el pensamiento de los muertos, la certeza negra de que la naturaleza no es perfecta y mucho menos sabia.

No hay armonía en ella.

La naturaleza, en tanto ente, es una soberbia desquiciada bella y cruel, estremecedora e insensible.

Tanto es así, que no entiendo la palabra naturaleza. No sé qué es lo natural ¿la mierda tal vez?

Soy la fúnebre voz que escribe en nombre de las pequeñas y anónimas muertes.

Y digo que la naturaleza es un cuento, un límite impuesto por el Dios/Estado a los humanos nacidos en esclavitud en las ciudades. La naturaleza nada tiene que ver con ellos, es sólo un parque para pasear un fin de semana con unas horas libres de su explotación ganadera.

La misma invención de dioses, cristos y líderes para hacer creer a una humanidad gris y abotargada, que hay lugares maravillosos donde todo es armonía y un perfecto plan establecido de equilibrio. Cuando mueran accederán a él como premio a su servilismo.

Dicen que hay un plan biológico divino.

Perfecto de mierda.

Pero al pequeño no le llegaron a crecer las alas.

Los grandes animales lloramos a nuestros muertos con histriónicos gritos y aspavientos, algunos fariseos se rasgan las vestiduras ante el hijo muerto después degollar a un amigo o mutilar a su hija en nombre de un cochino dios. Todos ellos dignos de un Oscar a la cobardía e hipocresía interpretando su miseria.

Lloran el miedo de que la muerte ha rondado cerca de ellos.

Los pequeños seres mueren y pierden a sus hijos con apenas audibles lamentos, con tanta dignidad...

“Nosotros sí que sufrimos y no los animales del bosque que viven en el paraíso”, dicen muy doctos los fariseos, los engañadores y los crédulos. Y si los matan, te untan su sangre en el rostro y luego dicen alguna estupidez en tono de plegaria y bendición.

Qué puta misericordia.

Tan lerdos...

Soy la voz fúnebre que silenciosamente degrada escribiendo a las grandes bestias que creen ser las únicas en sentir dolor y pena. Que su muerte será la gran tragedia de la humanidad.

Soy la voz que pone en evidencia a las bestias cobardes a salvo de que el viento los arranque de su nido.

Que nadie se engañe, la naturaleza no es perfecta y es madre de nadie.

Mirando al suelo se comprende de una forma, ahora sí, natural; que el concepto de naturaleza es un romanticismo infantil y puritano por la cruda realidad de una aleatoriedad caótica.

Ningún ser muere feliz.

Si existiera una madre naturaleza o dios, sólo se podría pensar de ambos que son entes negligentes, unos extraños retrasados mentales.

He visto serpientes pequeñitas como pulseras de irisados rombos inertes en los caminos. No tuvieron tiempo de hacerse grandes y su cabecita como la punta de un flecha se dirige aún al otro lado de la senda.

Hay que observar la bella tragedia de los “seres de la naturaleza” como lo que es: lanzar una moneda al aire y esperar la suerte.

Porque si hubiera un plan, una naturaleza sabia el ser humano no se hubiera convertido en la cosa que es hoy.

La muerte usa la misma fuerza para acabar con un animal grande o uno pequeño. Por ello es más trágico el cadáver de los pequeños que el de los grandes seres, que es feo y huele peor.

No puedo evitar ser la voz fúnebre que se pregunta cómo puede caber tanta muerte en algo tan pequeño.

La muerte es tan colosal para los desamparados...

Madre Naturaleza es un cuento para conjurar la prohibición y cobardía a vivir libremente. No es perfecta; sólo una muñeca sin ojos en un vertedero.

El ser humano se hizo ajeno a la naturaleza cobardemente, como si de un letal cosmos se tratara, se alejó tanto de las pequeñas muertes que miró al cielo para evitar la tragedia que pisaba sin darse cuenta; pero las nubes son limpias y gaseosas, no sostienen lo muerto por mucho que el cura diga lo contrario.

He visto una mariposa aletear en el suelo sin fuerza para alzarse, en agonía final.

A un ratoncito que inmóvil entre la hojarasca parecía rezar con las patitas juntas, sin respirar. Y al jabato de piel aún rosada, que no consiguió llegar al otro lado de la carretera. Pobre...

Y yo digo que a pesar de esos dramas, hay una belleza inconmensurable que cautiva.

Y sentir una pena es más honesto que decir que han ido al cielo.

A ningún ser se le debe negar su última tragedia, ni el inmenso valor que tenía su vida; no existe un cielo o dios que valga semejante precio. No quisieron morir, se equivocaron o los cazaron. No son como nosotros las bestias grandes que como retrasados mentales corren a la muerte por un Dios/Estado, por un mesías; los animales de la libertad son infinitamente más nobles y más dignos muriendo.

Soy la fúnebre voz, el notario de las muertes que no importan, que no se escuchan.



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

 

11 de abril de 2024

lp--La gran monstruosidad humana--ic

 

La gran monstruosidad que creó la humanidad y la hizo mierda hasta nuestros días y su futuro, fue la invención de Dios y el Estado.

Con la creación del primer dios/estado, la humanidad como especie animal inició su proceso de putrefacción biológica genética. Y ahora, cometiendo sus últimas imbecilidades sin poder contener la baba en la boca, se dirige a la extinción con la alegría y optimismo de un “nuevo amanecer” como una manada de idiotas profundos.

Cuando el primer mono humano dio gracias a dios o a su jerarca por los alimentos que él mismo recolectó o cazó, condenó a una muerte prematura a la humanidad.

Lo cobardes comenzaron a reproducirse en los establos humanos o asentamientos de forma ratonil. Los más fuertes e inteligentes morían luchando por su supervivencia en libertad; pero fueron tantos los cobardes, tan mezquinos y endogámicamente reproductores, que cambiaron para siempre a la especie humana a otra cosa irreconocible.

La humanidad es ya la especie más efímera del planeta.

De hecho, fue la especie menos longeva.



 

Iconoclasta

9 de abril de 2024

lp--Un final--ic


Amarte tanto, sufrir y gozar tu existencia con una esperanza inquebrantable en un destino manifiesto cósmico, tiene un fin.

Debe tenerlo, cielo.

Se me encoge el corazón al pensarlo y cuando eso ocurre, no es cuestión de fe. Es una certeza, una cicatriz que me cruza el pensamiento profundo.

Partiré a conquistar el mejor lugar del universo para un lejano día traerte conmigo.

En el momento adecuado de trascender formaremos la Galaxia Pax Amantium, rodeada de las más bellas y gigantescas nubes de gases de colores en movimiento y expansión; las volutas de la paz de los amantes como mudos suspiros interestelares.

Existir alumbrando la oscuridad es el privilegio merecido tras eones de mantener al rojo vivo un amor furioso y agotador en el proceloso Mar Eternidad, allá en la Tierra.

Sueño con lágrimas de dicha creando un cinturón de hielos, diamantes colosales girando a nuestro alrededor y un astrónomo con su telescopio sintiéndose desfallecer al observarnos a través de los milenios, como Stendhal en Florencia.

Desde el agotamiento y la desidia del amante, miro el cielo y vislumbro fugazmente mi final. Oteando el mundo, triangulándote en cada lugar y tiempo en mares y tierras. Y un coro imposible de lamentos de amor en el vacío, consolará la atroz tragedia de amar en un final hermoso y esperanzador.

Es la conclusión a todo este amor, el hermoso fin de tanto amar.

No quiero y no puede ser de otra forma.



Iconoclasta




29 de marzo de 2024

lp--La Gran y Primera Oportunidad Mundial Perdida--ic

Podrían haberse destruido los cimientos de esta sociedad degradada durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la masa trabajadora estaba armada. Debieron haber aprendido de la Primera. Nadie supo hacerlo.

La Segunda Guerra Mundial fue la gran oportunidad perdida para que los habitantes de las naciones vieran en su propio Estado a quien los empujaba a la muerte que la tenían en el frente o en sus espaldas. Y hubieran evitado además de su muerte, la de sus familias por hambre, enfermedad y genocidio.

La próxima guerra mundial, ya muy cercana, será mucho peor y  morirán cientos de miles de jubilados (por su abundancia) por hambre, ya que no se pagarán pensiones y la supervivencia será para los más rápidos y astutos. O bien armados.

Y es de esperar que la degenerada o degradada población actual, sea mucho más sumisa y obediente. Con lo cual, el eje vencedor (a todas luces musulmán y asiático oriental) con sus jerarcas moros y amarillos instaurará una extensa dictadura feroz y asesina con sus lógicas e inevitables limpiezas étnicas.

Los soldados, de nuevo, se dejarán matar píamente para agotar con su organismo las balas del enemigo. Sus armas no les habrán servido para salvar la vida, sino para preservar la riqueza de sus Estados (jerarcas) que los envían a la muerte tras un nacimiento en cautividad y una vida esclava.

A grandes y ciertos rasgos:

De los errores es incapaz de aprender nada el ser humano.

Y mucho menos de su cobardía.

Y mucho menos aún de su ignorancia.

¿Dónde está la cacareada inteligencia? ¿O es esta que hizo a la especie humana nacer para siempre en cautividad y vivir en esclavitud?



Iconoclasta

28 de marzo de 2024

lp--Una población acorralada--ic


Una vida plena de angustia, la constante amenaza del Estado; su extorsión contra el asalariado: trabajo esclavo, mísero jornal e impuestos de usura. La destrucción sistemática de toda libertad, pensamiento y la propia biología humana.

Los Estados fascistas de alegorías y palabrería progre y pía están abocando a la casta asalariada a una nueva revolución sangrienta.

El asfixiante control e incluso la invasión de la intimidad en el hogar, ha hecho del Estado el policía que se sienta a la mesa para vigilar, denunciar y castigar a cada miembro de la familia.

Hoy, en pleno siglo XXI, el Estado es el enemigo, el depredador de los esclavos asalariados.

El aumento de la violencia que se da entre la población con sórdidos y múltiples asesinatos, es tan solo un escape descontrolado a la presión del Estado que no tardará en dirigirse, como debe ser, contra las aristocracias del nazismo climático, sanitario, puritano y homosexual.

Los actuales Estados fascistas (surgidos de decadentes y raídas pseudo democracias) instaurados con la pandemia del coronavirus en el 2020, han acorralado a su presa, cuya única opción que le queda, es atacar.

Porque muerta ya lo está.

Muerta, infectada y parasitada por su enemigo el Estado.





Iconoclasta

25 de marzo de 2024

lp--Memorias lisiadas--ic


Con mucho cuidado te agachas para recoger la moneda que ha caído, y al primer crujido de la cadera te cagas en dios por tu mezquina avaricia.

Que los cojos tengan fama de malhumorados es lo que menos les importa.

(Memorias de un lisiado cojo)


Y si follas con alegría, calambre...

(Memorias del mismo lisiado en otro momento embarazoso)



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

23 de marzo de 2024

lp--El fin de la psicología--ic


Si sientes un nudo en la garganta al pensar en ella, es porque tienes una infección por comerle el coño.

Y ahora dime si sarna con gusto no pica.

Lelo.

Chocho que no has de comer, mándalo a la mierda, cabronazo.

Y eso de que es algo “cultural” y “habitual” chuparle la polla a todo macho que le mira las tetas con admiración ¡y una puta mierda!

¡So imbécil! Al menos, antes de meterle la lengua en el chocho, frótalo con estropajo y lejía, subnormal.

Llevamos con esta mierda de tu novia casi dos años, tarado.

¿Cuánto tiempo llevo explicándote la diferencia entre putismo y feminismo, retrasado?

Si pagas a una profesional, al menos encontrarás algo de higiene.

Tu novia nació con el cerebro en el coño, se le pudrió y a los doce años lo abortó cagando.

Y tú ni siquiera naciste con uno.

Más vale solo que con la polla amputada, mal parido.

Si a los cuarenta que se folló el mes pasado a cambio de un paseo en sus Harleys, están el mismo día y a la misma hora en la sala de espera del dermatólogo para curarse de gonorreas y sífilis. Y hay uno que llora como un retrasado mental porque tiene miedo a que le tengan que amputar la polla.

Que seas ciego no es razón para quedarse con la puta de lazarillo siquiera.

Además, se los folla en tu casa delante de ti porque no ves un pijo, puto ciego idiota.

Te crees como un pardillo que está viendo una peli en la tele con la marimacho tortillera de su hermana, y se están comiendo el coño; diciéndote además, que esos ruidos de succión son unos granizados de limón que están sorbiendo.

Es que tus padres follaron mal, no se puede hacer de otra forma para parir tanta miseria junta.

“¡No quiero quedarme solo! ¡No quiero quedarme solo!”

Yo era un buen psicólogo hasta que te conocí, ciego idiota.

Puto ciego maricón…

Te has gastado más en antibióticos que en la entrada de una hipoteca.

Cuando entras en la consulta dejas en el aire una estela de tufo a coño rancio que dura días.

No vuelvas o te saco a patadas y te rompo el bastón en las costillas. ¡Hijo puta!



Iconoclasta