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31 de marzo de 2022

El ascetismo socialista


Por tercera vez desde que estoy vivo, el socialismo ha creado una gran crisis y hundido la economía en España.

El socialismo en una secta evangelizadora de la hipocresía de una población controlada brutalmente por una burocracia millonaria en costos, con las emociones contabilizadas y legisladas. Una secta que pretende legislar incluso los momentos más íntimos de las familias y destruir al individuo para crear una conciencia insectil donde el sumo sacerdote será la reina de la colmena, el líder que gobierna.

La actual crisis no es causa de la guerra ruso-ucraniana, es lo de siempre, el socialismo es una secta destructiva de la libertad y la nobleza que empobrece a su plebe hasta el ascetismo.

El evangelismo socialista centra sus ideología en la banal difusión y adoctrinamiento de los sexos y sus perversiones o enfermedades, en los presuntos cambios climáticos (recaudación usurera), en el vegetarianismo (la ingesta de carne no es buena para mantener la mansedumbre del pueblo), los azúcares (demasiada energía para el cuerpo y la mente) y el tabaco, por ser reflexivo y no narcótico y olvidadizo como el consumo de alcohol y cocaína (tan extendido entre las clases política y alta).

Hay una película donde unos soldados encierran a todo un pueblo en una iglesia y, tras atrancar sus puertas y ventanas, le prenden fuego.

Es una idea aproximada de lo que pienso que debería ser una buena política en estos momentos: incinerar como vulgares cadáveres a los sectarios y continuar viviendo más o menos estafados; pero sin que nadie te toque los cojones diciéndote que eres una buena vaca mansa, hijoputas.



Iconoclasta

30 de marzo de 2022

¡Oh, Aniquilación!


Te necesitamos, te extrañamos.

Queremos que te reflejes en charcos de sangre estrangulando la risa idiota, el gimoteo cobarde.

Sentada con tus patas abiertas sobre el lomo de un cadáver humano. Reptando sobre los casquillos humeantes de las balas disparadas.

En la pantalla rota salpicada de carne cruda de un teléfono.

En un televisor muerto que ciego refleja pedazos humanos.

Te quiero ver en la ira que ilumina el rostro del hombre que mata, en la risa del piloto que deja caer sus bombas sobre ellos, los otros, los que no quiero. Y sobre mí.

En el llanto ensangrentado de los que ahora gimen infantilmente, mientras fumo.

En las bocas de quienes hambrientos, devoran ratas apenas muertas y trozos de carne corrupta de un cadáver sin rostro.

Indecente y translúcida, cubierta con jirones de gasas sucias de sangre y pus que dejan caer los médicos como serpentinas sin alegría.

Necesito ¡oh, Aniquilación!, que incineres la banalidad y a los adultos aniñados.

Necesito ¡oh, Aniquilación!, la paz de una palabra grave, seria como un filo quirúrgico. El placer de un pensamiento pornográfico y su palabra sucia. Gozar de una violencia liberadora al fin, de la libertad, la puta libertad de mi pensamiento desinhibido.

Necesito que me saques de encima esta masa amorfa que intenta infectar mi razón de ella misma.

¡Oh, Aniquilación! Te siento tan cerca que desespero.



Iconoclasta

28 de marzo de 2022

La isla ibérica


Los políticos pervierten el lenguaje con su ignorancia, por la escasez de vocabulario en gentuza que debería tener esos conocimientos necesarios para cumplir su correcta tarea, como son los políticos. Cuanto más populistas, más empobrecen su comunicación, cualquier político al azar, es un ignorante en potencia.

Por eso se inventan aberraciones como “isla ibérica”, en relación al asunto del elevado precio de gas, luz y combustible de automoción en España. Isla ibérica es el vergonzoso eufemismo por país en bancarrota por causa de una gestión negligente y corrupta, y por ello se le da alguna limosna, por cierta lástima que aún son capaces de sentir algunos jerarcas europeos. La caridad de los países desarrollados al subdesarrollado. España es un país con una gran depresión económica ya crónica. Es pobre por tradición fascista, por tradición dictatorial. Una península en Europa a la que no llega ni asomo de inteligencia, tal vez sea por la barrera que forman los Pirineos, que la decencia no consigue superarla.

Al gobierno español se le llena la boca diciendo que la culpa la tiene la guerra de Rusia y Ucrania; pero es mentira, porque desde hace más de seis meses llevan subiendo luz, gas y combustibles sin cesar. Aparecía casi a diario en las noticias los nuevos récords del precio de la luz; sin que aún siquiera se imaginara la guerra.

Que un país pobre como España haya hundido su propia economía destruyendo la industria que da trabajo al obrero con impuestos usureros por colocarse por un orgullo imbécil a la cabeza de las medidas contra el cambio climático, debería ser causa de delito y sanción al gobierno. Un gobierno que además, ha batido récords históricos en la creación de nuevos ministerios, un gasto público colosal, como el que Egipto gastaba en sus pirámides de mierda.

Un gobierno debe tener claro que lo primero es la economía de sus habitantes. Y luego, para el “problema” del cambio climático, donaciones de lo que sobre tras tenerlo todo cubierto.

Ocurre que la cuestión del cambio climático, se ha convertido en el chollo de los políticos, medidas facilonas, que no requieren más que crear un cúmulo de impuestos contra la población, la cual acepta, ya que es por el planeta “que le vamos a hacer” dicen los mansos. Y así hasta que se encuentran que no pueden comer. Porque atender el presente de la población, requiere una energía, inteligencia y conocimientos que los políticos españoles jamás han tenido ni tendrán, porque adolecen de una endogamia ya vieja como sus litorales.

Los países más pobres, suelen ser los más tontos; por sus habitantes y por sus gobiernos que son el reflejo de esos millones de idiotas que los votan.

España, ha sido convertida en una “país tercermundista” por un gobierno fascista de carácter pseudo comunista en Europa. 

¿Isla ibérica? Parece una marca de embutidos, de productos del cerdo. Y si se piensa bien, resulta acertada la imbecilidad que se han inventado.



Iconoclasta


23 de marzo de 2022

De mierda a dios


¿Me creerías si te confieso que no soy un dios?

No soy de tu estirpe, mi hermosa divinidad.

¿De qué parte del universo llegaste en tu nave invisible?

No sé qué hago a tu lado, cuando de repente apareces cabalgando un rayo de luz.

Amándote y soportando titánicamente el peso de tu amor.

Los huesos parecen partirse, estallar como troncos de madera podrida con un golpe cuando pienso en tu rostro y en tu boca que me come, me absorbe, me arranca el alma que ahora sé que es blanca como la leche.

No sé cómo ocurrió, por qué motivo te enamoraste de mí, es absurdo...

Tal vez el error de una diosa que erró su rumbo interestelar.

O es tu juego.

Tu capricho divino.

Un coño palpitante y hambriento que viaja milenariamente en el espacio-tiempo…

No sé, no entiendo, no comprendo.

Pero no soy como tú.

El peso de tu amor es abrumador y siento que he usurpado un lugar y un tiempo que no me corresponden.

¿Y si descubres que soy un mierda?

Lo sabes, ¿verdad?

Debe ser tu misión: observar fascinada (porque tu sonrisa es celestial y cósmica, una piedad dolorosa) la sordidez de mi vida acariciándote ese inmenso clítoris que llena mi boca hasta la asfixia, destilando un néctar denso y dulzón en mi lengua, en mis labios. En mis cojones que me duelen.

Hasta que tus dedos los consuelan.

Lanza un rayo protónico divino y mata al humano obsceno que ha hecho un altar para ti en su sucia y triste habitación, donde se masturba con gritos cuando no te manifiestas. Que al despertar se levanta pisando infecciosas jeringuillas sucias de sangre y caballo.

Tengo tanto alcohol en la sangre que temo arder cuando enciendo la pipa de crack.

Busco putas para humillarme, para ser indigno de ti y me abandones.

Y si me abandonaras, me abriría los muslos desde las ingles verticalmente para desangrarme en un instante cuántico…

No puedo evitarlo, les clavo la navaja en la nuca cuando me comen la polla. Mueren como los toros en el descabello, quedan inmóviles con este rabo que es tuyo en la boca y luego, mutilo sus cuerpos mortales; sus pezones no son como los tuyos. Y odio todo lo que no es tú.

Sus coños están tan secos que me duele cuando las jodo.

Coños de madera astillada que gotean la sangre de mi glande lacerado…

No soy un dios y el problema es que para merecerte no debo solo parecerlo, debo evolucionar a una deidad maligna que elige quien vive y quien muere.

Tú la diosa cosmonauta del amor y yo el divino de la muerte, solo así podría soportar el tormento de amarte.

Formaremos el Olimpo más sórdido y obsceno desde la creación del mundo.

¿Cuántos insignificantes mortales como yo tendré que sacrificar para ser como tú?

¿Cómo si no, se hace dios un mierda?

Amarte, siendo solo lo que ves, me está llevando a la desintegración.

Y tal vez es tarde ¿verdad? Tienes los datos, ahora ya sabes lo que dura un humano entre tus brazos.

Te irás en ese rayo de luz para siempre.

Puta diosa, te amo más que al jaco que pudre mi sangre.

Siempre fue tarde para mí ¿verdad?



Iconoclasta

18 de marzo de 2022

La divina coagulación


He abierto la vena para aliviar presión en la arteria indiferencia.

Y se ha derramado polvo rojo en mis zapatos, con terrorífico vértigo.

No podía imaginar cuán seco estoy.

Misericordia…

He rezado por la coagulación de los muertos y sus venas embozadas.

Porque soy árido como un desierto, como la mojama…

El vidrio irregular y sucio de mi polvo rojo destella una burla demente al sol.

Y pensamos, el ladino vidrio y yo, que ya que estamos, seguimos.

Lo que no duele ¿por qué no hacerlo?

El vidrio corta el pezón en vertical y aflora una baba espesa como la grasa.

¿Por qué no duele la obscena herida?

Un proyecto de coño húmedo en mi pecho.

Estigmas y llagas son vaginas… Tan bellas, tan húmedas, tan gimientes…

Mi lengua húmeda llenó su coño. Y se aferró a mi cabello, me asfixiaba contra su coño. Desesperada, con las ingles tensas como cables para que entrara cuanto pudiera en ella. Cuando la penetré, caí a la caverna más húmeda y resbaladiza del universo y sentí las pulsaciones salvajes de su corazón en mi pijo henchido de sangre a punto de derrame.

Y me corría líquido en ella. Jadeaba y de la boca se me escurría la baba animal del celo atávico en sus tetas.

Quisiera que la muerte fuera así, precipitarme en su coño hirviente y elástico. Pulsátil…

Temo a esta analgesia y que mi alma se haya coagulado como un tumor en un inhóspito rincón de mi cerebro.

Lo que ocurrió se secó también. Y no sé que pensar, porque no duele.

Me parece correcta cualquier cosa. No importa.

Al masturbarme ha asomado por el meato una piedra erizada, una sangre hecha costra envuelta en gelatina blanca.

El vidrio castiga la obscenidad y hiere la mano que aferra el pene. Y hiende también las venas de la carne dura que portan la última sangre líquida del cuerpo, la que circulaba veloz hacia el glande.

La sangre ya triste en su coagulación emerge como una perla de rubí, dura y tímida entre mis dedos y la polla.

Un jugo natural de muerte, con pajita y sombrilla. ¡Y una aceituna, por favor!

Me río porque no duele, si la muerte no duele, dos veces bien.

Si no duele, la destrucción es más fácil que la construcción.

Y no hay nada que te frene en el descenso al paraíso de la analgesia.

De lo indoloro y seco.

Porque lo sórdido si no duele, es fascinante. Hipnótico.

Rozo el aire negro que me envuelve con dedos horrorizados, latidos vanos y boca seca.

Y pido con una tos a la divina coagulación que se extienda por toda la humanidad y cese su dolor de indignidad.

Beso sin ningún cuidado el vidrio como quien besa la cruz del nazareno, con labios cuarteados como barro seco. Derraman harina escarlata… Y si mi estómago no estuviera seco, vomitaría una bilis corrosiva.

Una vez vi un loco que se cortaba los labios con un cristal de una ventana rota del manicomio; pero su sangre era líquida y brillante. Qué envidia ¿no?

Yo sé que los muertos son fríos y derraman líquidos que no tienen fuerza para retener.

Y en algún momento me he meado.

¿Cuánto tiempo llevo muerto? Me pregunto sin ningún tipo de alegría.

Ni de miedo.

Por que el miedo es temor al dolor y si no hay dolor, soy el más valiente del universo.

¿En qué momento el agua del arroyo se llenó de ojos muertos flotantes?

Rezo por la divina coagulación y los ojos de un río ciego que en el mar devoran los peces.

Los cuervos graznan hostiles a mi pensamiento, esperando que cese mi movimiento, el más mínimo.

Y así picar.

Y así mortificar.

Los doctores cuervos son burócratas de la muerte.

Peritos tornasolados con actas de defunción abiertas como tijeras.

Bendita sea la divina coagulación de la sangre y el alma.




Iconoclasta


17 de marzo de 2022

La cultura y entretenimiento del neonazismo


Incluso los grandes y prestigiosos estudios cinematográficos se han volcado en realizar malos telefilms. De los peores que se han visto nunca en televisión.

Todo lo que no sea superhéroes y animación infantil, o sea, para todos los públicos, está vetado.

Cine, difusión cultural y literatura inteligentes, o al menos para adultos formados intelectualmente, han muerto.

Son vergonzosos los diálogos y fotografía. Los actores son meros aficionados de asociaciones de padres de alumnos.

Toda la industria mundial de cine y televisión se ha volcado en fabricar series televisivas y crean títulos que llenen los menús de ofertas de entretenimiento para que los abonados tengan mucho que elegir entre ingentes cantidades de basura.

Los reportajes han quedado sepultados por una gran avalancha de mierda. El canal Viajar ha desaparecido (de Disney por increíble que parezca; se habrán dado cuenta de que tenían un exceso de cultura) de las plataformas de televisión de pago en España. Sus reportajes eran demasiado buenos (y caros) y en algunos de ellos, se hacían críticas sociales y políticas, exponiendo algunos momentos críticos de la historia del lugar o de algunos de sus personajes más abyectos. Y la pobreza no se ocultaba.

En su lugar han encajado un canal de viajes puramente comercial, de factura casera, de calidad de televisión de barrio realizado por aficionados; donde emiten grabaciones caseras de blogueros que no tienen formación, técnica y ni siquiera vocabulario para comentar lo que mal graban: esos espantosos videos caseros.

La alternativa son los docu-dramas de national geografic, discoveris, canal historia y toda esa mierda que repite la misma escena entre cortes publicitarios constantes. El reality show de la difusión cultural o cultura para mansos sin inquietud intelectual alguna.

¿De verdad no les da vergüenza cómo están prostituyéndose a la mediocridad? Lo cierto es que Disney (el Vaticano de EE.UU.) es una de las grandes corporaciones que apoyan el neonazismo al que se han convertido las democracias occidentales.

De hecho, no son necesarios los censores, los programas de cultura y difusión son tan banales e incapaces de toda crítica que, ya funcionan autocensurándose sin que nada ni nadie los controle. Ocurre lo mismo con la prensa, se ha prostituido tanto al poder del neonazismo que muchos de sus “periodistas” accederán a altos cargos políticos sin necesidad de ser elegidos en votaciones. Se ha contaminado de innumerables blogueros que llenan los espacios en blanco de las ediciones y se usan para ensalzar esta nueva cultura del analfabetismo, consumismo, cobardía, indolencia y mansedumbre de un occidente muerto en su decadencia de circo romano.

Un Occidente que caerá bajo el poder un nuevo Oriente, como indican los hechos de la actual política internacional basada en la conversión de libertad y democracia a un fascismo de control tecnológico-sanitario e ideológico del adocenamiento, gracias a la herramienta perfecta del control de masas: el coronavirus. La globalización siempre consistió en repartir la pobreza, no la riqueza ni la cultura. Consiste en clonar la intelectualidad, comportamiento y necesidades de la masa trabajadora, repitiéndolas en todo el planeta. Y se ha conseguido con bastante acierto y aproximación, crear el ciudadano perfecto que paga (un único pensamiento en millones de reses humanas trabajando) trillones de billetes en impuestos a los jerarcas neonazis en Occidente, o a los burócratas fascistas comunistas de Oriente.

Ahora hay un enfrentamiento entre el fascismo comunista y la incongruencia semántica que es el fascismo-liberal de las viejas y acabadas democracias occidentales.

Por eso ha sido necesario pudrir la información, la cultura y las artes; para que la chusma o plebe, no sepa discernir. Y si se le ocurriera algo semejante al análisis o razonamiento, que piense lo que se emite constantemente.



Iconoclasta

10 de marzo de 2022

La calefacción del neonazismo occidental en Europa

Los fascistas del coronavirus y sus consejos domésticos… Qué vergüenza y poca clase tienen con su oratoria de puritanos para niños de tres años.

Una vez demostrados los buenos resultados de obediencia, mansedumbre y fe de la población en sus líderes y gobiernos neonazis occidentales y europeos particularmente, que han gestionado la epidemia de coronavirus; prosigue el saqueo a la economía de la clase pobre o trabajadora (en España prácticamente, parias).

Tal y como está ocurriendo aún con el coronavirus, el neonazismo con una buena experiencia acumulada y con la prensa totalmente prostituida a sus decretos, ha censurado toda noticia (sobre todo real e importante) que no haya sido inventada o decretada por él, por cualquiera de los líderes de las ya muertas democracias europeas y occidentales en general. Con la censura y el oscurantismo, preservan la decadente fe y mansedumbre de sus aniñadas poblaciones vacunadas en sus designios, decretos y futuras vacunas u ortopedias de control.

Con la misma exitosa táctica invasiva de lavado cerebral de los mansos y vacunados, el neonazismo del coronavirus inunda con imágenes de los refugiados ucranianos de la guerra y mensajes de piedad, las pantallas móviles o de salón de sus ciudadanos; para que tomen nota de lo que ocurre cuando los pequeños no obedecen a sus mayores y profesores. También adoctrinan sobre la caridad a países pobres como España para que el poco trabajo que tienen sus habitantes se lo cedan a los refugiados, ya que al igual que vacunarse, arruinarse por un ucraniano/a/ito/ita es un acto de bondad (según el Papa decretó).

Y con el alto burócrata y jerarca neonazi aconsejando (ahora por las buenas) lo que cada uno tiene que hacer en su casa, el 2º Acto de la Estafa y Golpe de Estado Neonazi a los Derechos Biológicos, va viento en popa.

No sé con cual de las tres posibilidades imaginadas, seguirá el 3er Acto de la Estafa; pero es seguro que acabará con mucha más violencia y muertes en las calles de Europa de las que por ahora se pueden ver en Ucrania.

Si no es por las armas, los decadentes habitantes occidentales morirán por hambre y enfermedad en cantidades industriales. Y serán muertes y miseria impuesta por otras naciones invasoras.

El Neonazismo Occidental del Coronavirus ha demostrado a Oriente que gobierna sociedades decadentes, de gran mansedumbre y cobardía; habitantes absolutamente dependientes de los dictados de sus caudillos; y por tanto, son naciones que se pueden invadir, saquear y ocupar con mucha facilidad. Solo necesitan como está ocurriendo ahora, que corran las imágenes de la violencia y penurias que pueden provocar los fascismos orientales, para que los occidentales agachen su cabeza alimentándose con trocitos de mierda.



Iconoclasta

6 de marzo de 2022

Noche, lluvia, frío, soledad…

Y una encrucijada que conduce indefectiblemente al mismo lugar y tiempo; como un agujero negro de la vulgaridad.

He emergido de la oscuridad de las montañas para aparecer aquí.

Maldita sea mi suerte…

La lluvia está afuera, pretende engañarme dándole un brillo imposible a lo que no es tierra, creando reflejos, espejismos de un misterio que no existe.

La soledad, el frío y la noche, son dentro de mí.

Las pequeñas luces no importan, soy impermeable a ellas.

Y el puente mal disimula su humillación. Debería servir para salvar el agua del río y ahora es portador de ella. Avergonzado porque no cruza el Aqueronte, porque no hay barquero arrancando aburrido las monedas de las bocas y ojos de los cadáveres, y llevarlos a ninguna parte. Están muertos, no quieren ir a ningún sitio; la muerte tiene una lógica indiscutible.

Los cadáveres no quieren nada; es un lugar erróneo para Caronte.

Por eso llueve, para que el barro los hunda más profundamente en la tierra.

Se me escapa una risa solitaria, como las de los locos que detonan dentro de si mismos y golpean la pared con la cabeza sin que nadie sepa porque. Hasta ahora… Es simple, les pasa como a mí, quieren escapar de si mismos.

Me gusta impregnar la noche con mi frialdad, con mi oscuridad que vence a la luz. A veces hago estas cosas, alardear de lo que nunca he sido.

Soy; pero no sé qué.

He de dar media vuelta y volver atrás, la encrucijada es una trampa para la ilusión: todas las direcciones convergen en la grisentería.

Ha sido un error aparecer en el asfalto.

Ya he visto suficiente, vuelvo a la negrura.

Adiós puentecito triste.

Adiós lluvia tramposa.

Adiós asfalto infecto.

Adiós, río invisible, apenas audible.

Adiós caminos que conducís todos a la desesperante y triste Roma.



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

5 de marzo de 2022

Oriente versus Occidente

Las decadentes “democracias” occidentales y sus débiles y cobardes líderes, por medio de la epidemia del coronavirus han jugado a convertirse en dictadores, en nazis. Su control absoluto sobre quién respira, dónde se mueve y cuándo, la continua catequesis de una vacunación que han convertido en comunión obligatoria del neonazismo, y la mansedumbre de una sociedad acomodada, cobarde y decadente, han dado paso a la competencia.

Es decir Asia (China, Rusia, India, Corea…) han visto la debilidad occidental, su cobardía e inmovilismo. La estrategia del avestruz.

Y es una ley tanto biológica como histórica (el ser humano es animal territorial) que cuando un territorio es débil debe ser invadido y tomado en posesión.

Dentro de todas las teorías políticas, de sociólogos infectados de la misma decadencia, prevalece el sentido común y práctico, el conocimiento del ser humano como animal que es, sin las alas de ángel con las que él mismo se ha disfrazado: unos dirigentes occidentales con ansias mesiánicas que han esclavizado y arruinado a su población por una gripe, se enfrentan ahora a una civilización, la asiática, infinitamente más combativa; con el permiso y autoridad que le ha dado la historia de ser la cuna de las civilizaciones.

Lo pensé y escribí cuando España ( y todo Occidente) decretó hace casi dos años enterrar la cabeza bajo tierra por miedo a un resfriado: si un país quisiera invadirnos, lo haría ahora, tras vislumbrar la cobardía, abulia, infantilismo y mansedumbre absoluta de Occidente.

Y Oriente (Rusia me parece una marioneta de China) pide ser, tras años de esclavitud al consumismo occidental, quien dicte economía: tasas de mercancías e impuestos propios a la población. Y política: nuevos territorios, nuevas sedes mundiales donde ellos sean anfitriones.

Es algo que estaba llamado a ocurrir; pero la indecente Europa y el resto de sociedades occidentales y su decadente infantilismo e ingenuidad: “En estos tiempos no puede haber una guerra, una guerra no interesa a nadie”; han precipitado lo que debía ocurrir tarde o temprano.

O hay guerra, u Occidente deberá doblarse ante Oriente.

Ser cobarde y demostrarlo, nunca ha sido una buena estrategia.

Y Occidente, al pasar de una democracia a un neonazismo con el coronavirus, ha provocado un verdadero desafío hacia otros líderes nazis: China y Rusia.

Ahora hay una guerra por demostrar quién es más nazista o fascista.



Iconoclasta