No sé cómo serán las inteligencias artificiales de pago; pero las gratuitas de los portales y buscadores son pura infantilidad para cerebros blandito; sólo aptas para los aquejados de ese infantilismo atroz y su ignorancia: los woke que ven en la abeja Maya un elemento de gran carga sensual y sexual.
Toda imagen que pidas que dibuje la inteligencia oficial de los portales colaboradores con los estalinismos penitenciarios homosexuales clima-sanitarios del Occidente Consumista y seudodemocrático, serán primero mogijaterías tierno-infantiles. Es un horror, un insulto a la inteligencia de los humanos adultos y con cerebro operativo.
Voy a mantener a esa mierda de inteligencia artificial fascista y censurada lejos de mis ojos.
Esta inteligencia artificial es una parte de la liturgia y catequesis del estalinismo surgido con el coronavirus, un fascismo eclesiástico y doctrinal. Y un gran éxito entre las sociedades decadentes y degradadas de los países volcados a tal fascismo, como toda Europa, por ejemplo. Los jerarcas fascistas estalinistas predican constantemente sus homilías de bondad, paz y obediencia al estado/dios protector del coronavirus y futuras pandemias en espera de decreto.
Es la nueva iglesia de las cobardes sociedades occidentales consumistas, seudodemocráticas sin rubor. Una iglesia regida por obispos corruptos y codiciosos; telepredicadores de maneras y retóricas mafiosas.
Las viejas y degradadas Europa y España (como muestra de degradación tipo) ostentan una población cobarde y decadente, dependiente de los decretos salvadores que dictan los jerarcas como corruptos obispos.
Ahora, a finales del 2024, la población occidental consumista de las viejas y gastadas pseudodemocracias se encuentra en el momento más peligroso y decisivo que ha conocido la humanidad jamás: la masa poblacional o casta paria asalariada va a perder vía decreto de bondad de la iglesia estalinista, todo ápice de libertad y el acceso al conocimiento y la historia real. El oscurantismo y su censura es una peste que emerge de las aguas fecales subterráneas de las ciudades para invadir todos los pulmones y cerebros de la gente que vive verticalmente en sus costosas madrigueras pequeñas e insalubres.
El plan maestro del actual estalinismo homosexual carcelario surgido con el coronavirus se ha iniciado. Sus sociedades occidentales han envejecido y apenas se reproducen. Y todo estado obtiene su riqueza (sus jerarcas) de los contribuyentes, cuantos más contribuyentes no pensionistas tienen, mayor es el poder económico de los líderes estalinistas. Es la razón por la que están importando para sus naciones esclavos africanos que trabajarán por una cuarta parte del jornal que cobran los asalariados nativos. Y por religión y tradición se reproducirán ratonilmente aportando nuevas generaciones de votantes contribuyentes a sus desgastadas pseudodemocracias.
En su mayoría son musulmanes, una sociedad religiosa que obedece y acata todo credo y decreto de sus dictadores sacerdotes. El fanatismo de los musulmanes y su ansia de islamizar el mundo no es un secreto para nadie. Y los jerarcas estalinistas de las pseudodemocracias estalinistas del Occidente Consumista, ven en los musulmanes (debidamente surtidos de mezquitas y dinero) un raza ideal para obedecer al estado y de explotación barata, puesto que ya está amaestrada en la obediencia y la fe en el estado.
Es por ello por lo que se hace por parte del maleable y vacío progresado woke (eminentemente homosexual y con buenas tragaderas para la pederastia) una continua catequesis de admiración por los musulmanes y su religión. Y como es lógico, los estados occidentales estalinistas del coronavirus trabajan con afán mediante prensa, redes sociales y televisión en crear en su población la fobia del antisemitismo, el odio hacia Israel y los judíos en general para contentar y apaciguar a sus nuevos esclavos moros que serán fuente de riqueza para el “obispado” estalinista homosexual.
Por supuesto, hay que hacer notar, que las ONGs son hoy las traficantes y comerciantes de esclavos junto con los ministros de asuntos exteriores e interior de estos estalinismos carcelarios homosexuales.
Y bueno, en lo que respecta al cacareado “cambio climático”, no deja de ser una simple maniobra propagandística (y negocio tipo bozal: mascarilla en exteriores e interiores) para ocultar la gran carnicería que se avecina en el Occidente Consumista con la islamización que se está llevando a cabo mediante la citada importación o compra de los esclavos y reproductores musulmanes (acogida o refugio en el argot diplomático estalinista homosexual carcelero). Los decadentes nativos del Occidente Consumista con un goteo constante han empezado a morir por los puñales musulmanes en su propio país y es sólo el aperitivo de la gran masacre que se avecina; que a su vez y con toda probabilidad, arrastrará a una gran guerra civil global entre el estado/dios estalinista, el islam y la población “infiel” consumista.
Pudiera parecer una conspiración surgida de la ciencia ficción o la paranoia; pero no consigo ver la ciencia ni paranoia en ningún aspecto, sólo veo hechos, la historia y la actualidad reciente.
Ojalá pudiera afirmar que esto es un relato distópico de un estalinismo woke carcelero homosexual, lo escribiría con una sonrisa.
Aunque ahora sonrío; pero por astucia y no por lo divertido.
Porque maldita la gracia, que ha tenido hasta ahora.
Iconoclasta