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19 de noviembre de 2022

lp--La última vez (Prime video, un presente distópico)--ic


Es la última vez que reproduzco una comedia producida por Amazon.

Es desolador el mundo que escenifican, como si no fuera ya malo sin forzar guiones.

Ya sé que es mandamiento religioso o mística de la igualdad (aunque no sé a qué viene lo de igualdad) que deban aparecer,  encajen o no en el guion, toda suerte de homosexuales de los dos sexos que existen, por ejemplo en la especie humana: hembra y macho.

Me sentía triste, tal vez por el otoño o por la mierda que cobro.

Y me dije: “Voy a ver una comedia para que me arranque una sonrisa de mi ancestral rostro curado por el tiempo, la desgracia y la dictadura. Y juro que nunca más volveré a pasar hambre y bla, bla, bla…” Y pulsé reproducir en el icoñito de una comedia confeccionada primorosamente por Amazon y que decía ser primicia.

En apenas quince aburridos y mediocres minutos, se desplegó la cuota de homosexualismo como es habitual. Un personaje supuestamente ingenioso según los cánones morales actuales, neuróticamente graciosillo y de verborrea aguda; el arquetipo de homo de las series de televisión y cine de las comedias amables sin riesgo alguno para ninguna edad.

Hay que recordar que las compañías de películas y series de pago como Netflix, HBO, Disney +, AMC, etc… Son muy rigurosas con su obediencia eclesiástica hacia el mandato de inclusión maricona en toda producción audiovisual, ya sea de temática de boxeo o de las apariciones marianas de Fátima.

Pero lo de Prime Video (Amazon) es pura paranoia inquisitorial. Es la Torquemada de todas las compañías.

Aún no recuerdo como ocurrió y que motivo había (hace ya casi treinta segundos que detuve la película) para que en una escena que transcurría en plena calle se juntaran en un encuadre seis machos y ¡todos maricas! ¡Seis!

Ni siquiera cabían, era demencial…

En los pocos segundos que atisbé aquella distopía del presente de mi vida, pude entrever un negro marica, un hindú marica, un árabe marica, un par de blancos maricas, un hispano marica, y no pude verlo; pero presentía que había allí un esquimal marica al que seguramente, por ser bajita su raza y dada la densidad demográfica del encuadre, lo ocultaban sus compañeros de reparto. Seguro que estaba allí y cobrando.

Los seis emitían sonidos y risitas en una cacofonía gallinácea diabólica, estorbando a los figurantes paseantes en su caminar hacia ningún lado, como almas en pena.

De verdad que no cabían en la pantalla, coño.

Se me cayó el cigarro de la boca y me quemé los huevos.

Aquella distopía… Seis de seis. Era más potente que la escalera de color del póquer.

Y yo sin saber el origen de aquel tumulto de “género”, pobre de mí.

Llenaban tanto la pantalla, que imagino lo mucho que tuvo que padecer el director de fotografía (si lo hubiera) para colocar al cámara en la distancia y ángulo adecuado para que cupiera esa muchedumbre de cuota homosexual en el fotograma.

No sé a que se debió; pero en ese mismo instante me sobrevino jaqueca, un dolor intenso. Y decidí volver a ver Bone Tomahawk película ingeniosa donde las haya, inteligente, de diálogos cultos, violenta y gore hasta tener que apartar la mirada en alguna escena.

Todo ello sin pagar cuota homosexual.

Y que conste en acta (y que tome nota el cabrón del notario que para eso cobra una pasta), que uno de mis villanos favoritos, además del de El silencio de los corderos (el modisto de las polillas); es el pistolero homosexual asesino de El tren de las 3:10, brillantemente interpretado por Ben Foster. Un personaje tan carismático como despiadado y eficaz en su trabajo.

Es la última vez que elijo una comedia cometida por Amazon, es igual que asistir a una de esas misas en las que un telepredicador suelta sus fanáticas e histéricas arengas con sus largas y despeinadas cejas polvorientas, sucias de farlopa.

Así de sectario es Amazon en el pago de cuota a la Iglesia Ortodoxa de la Divina Igualdad del Corazón Televidente.

De verdad, que no cabían en el televisor.

Una pesadilla.



Iconoclasta


3 de agosto de 2022

Hacia nuevos encarcelamientos de la población en la Dictadura Española Penitenciaria Sanitaria Homosexual


Todo indica que en pocas semanas el Gobierno Penitenciario Fascista Español Homosexual y Sanitario, decretará encarcelamientos nocturnos masivos contra la población (en jerga nazi “toques de queda”). Y prohibirá con controles policiales la circulación entre ciudades y pueblos (en jerga nazi “confinamiento perimetral”).

Tal vez, ante los lógicos y necesarios estallidos de violencia, decrete además, un estado de excepción y cartillas de racionamiento, que afectará también la vida diurna.

Todo ello con “el aval de la justicia”, lo que explica el afán del Caudillo Penitenciario Homosexual Sanitario Español por apropiarse del sistema judicial español. Se trata de una medida “cosmética y psicológica” para hacer creer a la chusma que todo es legal, que nada ha de temer del Gobierno Dictador Homosexual Sanitario. Todo es por el bien del ciudadano y que quien bien te quiere te hará llorar. Y la letra con sangre entra.

Ni que decir tiene que, los presidentes o caciques autonómicos están preparando sus propias baterías de represión, ya muy experimentados en la dictadura: encarcelamiento, acoso y segregación racial (en este caso según la región geográfica y su folclore) contra la población con sus pasados y muy recientes decretos de encarcelamiento y extorsión por coronavirus.

Y todo ello justificado y avalado por la justicia para evitar el “gasto energético” o “crisis energética”.  Como el gasto nocturno derivado del descanso laboral de la población: bares, restaurantes, salas de baile, cines, etc… O sea, controlar los hábitos de ocio de la clase paria o baja trabajadora. Y prohibir el uso de combustible de automoción en los fines de semana de la masa trabajadora, prohibiendo que puedan salir de sus granjas dormitorio.

En definitiva, los acosos y extorsiones y encarcelamientos llevados a cabo desde la instauración de la Dictadura Penitenciaria Fascista Homosexual Sanitaria Española el 14 de marzo del 2020, volverán a tener plena vigencia en pocas semanas para “luchar contra la crisis energética”, extendiéndose en el tiempo con la “crisis climática” con el aval de la justicia, de propiedad de la Dictadura Homosexual Española.

El Caudillo Homosexual Español lleva meses profetizando que decretará “días difíciles”; pero no son días difíciles; se trata de “días oscuros” de persecución a las más básicas libertades. Los próximos encarcelamientos, acosos y represiones son una estrategia necesaria, ya que la clase trabajadora va a conocer el hambre de primera mano y las necesidades de temperatura por la gran crisis instaurada por el gobierno en España, lo cual se traducirá en violencia, en revueltas sociales y podría desembocar en una guerra civil.

Por ello el Gobierno Penitenciario Fascista Homosexual Sanitario Español, acabado el periodo vacacional, comenzará el acoso y derribo contra la libertad y los básicos derechos biológicos de los ciudadanos españoles.

Es algo que se ve venir de una hora lejos. Y la lógica consecuencia de la instauración en España de la Dictadura Penitenciaria Fascista Homosexual Sanitaria. En toda dictadura, es preciso recordar cada breve tiempo a la población que no es libre, que no existen libertades ni derechos, se trata de gobernar con franquismo, por decretos ultra fascistas.

Los días oscuros en España son ya la norma de un gobierno de marcado y delictivo fascismo.

El narcisismo injustificado (no valen ni un céntimo de lo que se creen) de los dictadores y su complejo mesiánico, regirá y llenará la vida de la población española de nuevo durante décadas, en un país ya acostumbrado a vivir con los decretos de políticos asesinos, como los franquistas, tan cercanos, tan vivos y con sus descendientes ideológicos ocupando los cargos de poder españoles.

Aún así, que lo sepan los amantes de la libertad y el libre pensamiento: veremos de nuevo aplausos al Caudillo Penitenciario Homosexual Español y todos sus secuaces, como ministros, caciques autonómicos, jerarcas funcionarios, funcionarios y los aparatos represores y acosadores que usa el estado maricón.




Iconoclasta


28 de diciembre de 2021

Un día electoral en la Nueva y Normal España Penitenciaria Fascista del Coronavirus


Ciudadano -1 se despierta, consulta en el móvil la predicción del tiempo y cagando, da un repaso a las noticias.

Es día de elecciones generales. No hay avisos de una mutación nueva del coronavirus. Y decide que irá al colegio electoral pronto, una vez haya desayunado.

Y en efecto, tras elegir una mascarilla oscura estampada con copos de nieve (es invierno), sale de casa para dirigirse al colegio electoral. Durante el recorrido revisa que su brazalete nazi o certificado de vacunación veterinaria del coronavirus, luzca en verde el código QR.

Porque para acceder a la sala de votación, primero debe presentar el brazalete nazi antes de cruzar las rejas del colegio y las alambradas de espinas de seguridad.

Dos soldados con máscaras herméticas antigases y armados con subfusiles protegen la reja de entrada al colegio y tras ellos, se encuentra el presidente de la mesa electoral, que con su móvil en la mano, da el visto bueno o no a los ciudadanos que presentan su brazalete nazi y los soldados se separan o no para permitir o negar el paso al interior del colegio.

En una zona de aparcamiento adyacente al colegio, hay una tienda de campaña militar con una cruz roja, es un centro de vacunación móvil rápida para los votantes cuyo brazalete nazi esté caducado o luzca rojo.

El Ciudadano -1, tranquilo y orgulloso de que su brazalete esté en orden y su bozal sea el correcto según las especificaciones del Gobierno Penitenciario Autonómico de su Región Militar, se acerca hasta los dos soldados armados.

El presidente de la mesa electoral asoma la cabeza entre los subfusiles que mantienen en alto los militares:

–Muestre su brazalete nazi, por favor.

Ciudadano -1 eleva el móvil hasta la altura del rostro del presidente electoral que con su propio teléfono móvil escanea el código QR.

–Su brazalete nazi no está actualizado con la última pauta.

Ciudadano -1 observa el código QR ahora en rojo.

–Le aseguro que hace menos de tres minutos, estaba en verde.

–Acaba de decretarse la 9ª revacunación de invierno –responde el presidente de la mesa electoral indicándole con la cabeza que se dirija al centro militar de vacunación.

Ciudadano -1 se apresura como perro de ocho patas  hacia el centro de vacunación veterinaria militar para evitar que entre alguien antes, tiene prisa para acabar el trámite del Buen Ciudadano.

Al cabo de veintiocho segundos vuelve a la entrada del colegio con el móvil en alto.

Por un momento los soldados le han apuntado el pecho hasta cerciorarse de que solo alzaba un teléfono.

El presidente de la mesa, escanea de nuevo su brazalete nazi.

–Perfecto, yasvotao.

–Oiga, ni siquiera he entrado en el colegio –replica -1 sudando copiosamente por la reacción de la vacuna.

–Sí que ha votado. La novena vacuna tiene efectos secundarios como breves lagunas mentales, amnesia. Nada grave.

– ¿Y a quién he votado?

–No lo sé, su voto ha sido secreto.

– ¡Oh! Está bien. Adéu!

–¡Eh, Ciudadano! ¿Acaso no quiere votar? –le increpa el presidente de la mesa electoral cuando -1 comienza a alejarse.

– ¡Pero si ya he votado! Me lo acaba de decir.

–Yo no –le responde el presidente con semblante serio.

–Me acabo de pinchar la novena vacuna del invierno.

–No señor, eso fue ayer, en las pre elecciones. La vacuna, con toda probabilidad, le provocó un fuerte shock.

Ciudadano -1 respira agitadamente por ansiedad, y le muestra temblorosamente el brazalete nazi al presidente para que lea el código QR.

–Está caducado –le responde malhumorado el presidente de la mesa electoral–. Vaya al puesto de vacunación y haga lo que cualquier ciudadano ejemplar del régimen haría.

Ciudadano -1, de nuevo se encamina confuso hacia el centro de vacunación militar. Es un día soleado, aunque la periferia de su visión forma una zona oscura que parece hacerse más grande por momentos.

Una vez pinchada la décima vacuna, se acerca de nuevo al acceso de entrada al colegio electoral.

–Ya tengo la pauta completa de la vacuna –le dice al presidente de la mesa electoral mostrándole el brazalete nazi.

El presidente escanea de nuevo.

– Molt bé! ¡Yasvotao!

– ¿De verdad? ¿A quién?

–A nuestro Nuevo y Normal Caudillo Penitenciario Fascista del Coronavirus.

–Yo pensaba votar a Unidas Jodemos…

El presidente con displicencia le muestra en su móvil un video de una mujer votando al Nuevo Caudillo Fascista.

–Esta era usted hace apenas quince minutos.

– ¡Es una mujer!

–Exacto, era usted con los efectos secundarios de la décima dosis.

–¡Vale! –exclama con cansancio y desánimo Ciudadano -1– Adéu!

Ciudadano -1, aturdido camina paralelo a la valla del colegio electoral, dirección a su casa. Cuando de repente tose.

Los micrófonos unidireccionales instalados en la valla, recogen el sonido de su tos. De la tienda médica militar, emerge un soldado con un fusil de precisión con mira telescópica. Apunta cuidadosamente a la nuca del Ciudadano -1 y dispara.

Al presidente de la mesa electoral se le escapa una risotada al ver el impacto de la bala en la nuca de -1.

Cuando su rostro toca el suelo, no queda nada de conciencia en él.

La mascarilla se ha rasgado con el impacto. Junto al tejido textil y cerebral, en el suelo, en forma de estela, se puede también observar restos de huesos, parte de la nariz, medio labio y varios dientes, algunos rotos. Hora de la muerte por coronavirus: 11:14.

Las noticias de las 11:15 anuncian a través de mensajes a móviles, radio, televisión y boletines impresos con urgencia por los ayuntamientos que, en pleno día de elecciones generales en la Nueva y Normal España Penitenciaria Fascista del Coronavirus, se ha detectado la primera víctima mortal por coronavirus kappa (-1) -en honor al primer ciudadano que ha muerto infectado e intubado en un hospital militar con esta nueva variante o cepa del coronavirus-.

 Se decreta el uso indefinido de la triple mascarilla en exteriores y el encarcelamiento diurno y nocturno por estado de alarma en toda España y sus taifas autonómicas. Se prohíbe así mismo y se castigará severamente cualquier acto por procurarse el sustento vital mediante ejecución pública con un disparo en la cara.

El Nuevo y Normal Tribunal Sanitario Penitenciario Fascista Español del Coronavirus, avala la destrucción de los mínimos derechos biológicos y sociales (año 13 de la Nueva y Normal Era de la Dictadura Penitenciaria Fascista Española del Coronavirus).



Iconoclasta


21 de diciembre de 2021

Biblia del Coronavirus (2)

 


Libro de los Jueces Avaladores.

Capítulo 1, versículos 1 al 4 (Jue Av 1, 1-4).

 

1/: Dios está muerto, aunque nunca existió. Es por ello que locos, bastardos e hijos de ramera ocupan su lugar.

2/: Y decretan y prohíben.

3/: La noche es del coronavirus: que los locos, bastardos e hijos de ramera, nos asistan y protejan del mal.

4/: Nosotros los Jueces avalamos y santificamos sus podridos y salvadores mandamientos.



Iconoclasta

17 de diciembre de 2021

Biblia del Coronavirus


Notas previas, situación histórica y social de la aparición de la nueva biblia del Coronavirus.

Una nueva biblia que se escribe sola a tiempo real gracias a la red 5G, el colaboracionismo de las llamadas redes sociales (sectas del pensamiento único) y los temibles y fuertes algoritmos de control censor, la prensa prostituida al nuevo régimen pandémico neonazi y los informativos televisados como pura catequesis.

Obedecer nunca ha sido creer hasta que inventaron el coronavirus y los políticos se convirtieron en los sumos obispos de una Nueva y Normal Santa Inquisición Sanitaria. Y la multitud se arrodilló ante ellos, obedientes, con una ferviente fe. Tan ferviente era su fe en los líderes neonazis, que fascinaría a un antropólogo que no estuviera en esos momentos liando o fumando un porro de marihuana. O bien, esnifando los bastoncillos de algodón de los test de coronavirus.

Se obedece por miedo y por coacción; pero por fe como empezó a ocurrir en marzo del 2020, solo tiene el parangón de la Alemania de Hitler. Hay que tener en cuenta que esta pandemia de nazismo, es planetaria; mucho más invasiva y extendida (por número de creyentes y naciones) que el Tercer Reich del pasado siglo.

Aquellos judíos o israelitas de hace miles de años, los protagonistas del Viejo Testamento de la Biblia, obedecían por hambre y por ser esclavos en tierra ajena; no importaba creer, importaba comer y vivir. Matar en el nombre de Yahveh y ocupar.

El concepto de fe en la actualidad, es mucho más psicológico, más profundo en el pensamiento emocional de una sociedad acomodada, infantilizada y decadente; necesitada de gurús que los guíen por el hastío que gobierna sus días en las ciudades granja donde sus angustias se reflejan en lo que necesitan consumir, donde la comida es cosa secundaria. Donde olvidaron que son mujeres y hombres para convertirse en seres estabulados y medicalizados para un control óptimo por parte del poder: la Nueva y Normal Santa Inquisición Sanitaria del Coronavirus (NNSISC)



Libro del Génesis del Neo Nazismo (Nueva y Normal Santa Inquisición Sanitaria del Coronavirus) en La Tierra. Periodo: marzo del 2020 a diciembre 2021)

Capítulo 1, versículos 1 al 19 (Genzi 1, 1-19):


1/: He aquí que los sumos obispos de las sagradas y falsas urnas, insuflaron en las narices de la multitud el hálito de la peste del Coronavirus. Porque la humanidad era plaga difícil de controlar.

2/: Y les ordenaron con sacerdotes policías, sacerdotes soldados y armas: Quedaos en casa, no tendréis sustento, no tendréis libertad. Porque en verdad os decimos que la libertad es enfermedad (primer salmo de la NNSISC).

3/: Y se quedaron en casa. Y cantaron el salmo sagrado: Yo me quedo en casa, quédate en casa (segundo salmo de la NNSISC).

4/: Y les ordenaron: Aplaudid a vuestros carceleros y seréis benditos por siempre.

5/: Y encerrados en sus casas desde las ventanas y balcones aplaudían y cantaban al atardecer a los sacerdotes de patrullas de luces azules y a los de batas blancas.

6/: Y les ordenaron: Reveladnos a los que faltan a la ley.

7/: Y observaban pérfidos, sedientos de las caricias de sus amos, desde sus balcones y ventanas buscando a quien acusar ante los sumos inquisidores, a aquel que ejercía su enfermiza libertad.

8/: Y les ordenaron respirar a través de una máscara de obediencia. Y al toser  y estornudar tragaban sus miasmas con la cabeza gacha y un caminar débil.

9/: Y las máscaras se convirtieron en su nuevo rostro. No se desprendieron de ella, aunque respiraban de nuevo sus propios fluidos de deshecho durante horas y horas, incluso a cielo abierto. En su intimidad. Un sacrificio que los llevaría al cielo.

10/: Y les ordenaron: Desconfiad entre amigos y amigas, padres e hijos, madres e hijas, abuelos y abuelas; pues ellos son portadores de la enfermedad. Porque prevalece el derecho a la vida sobre vuestra dignidad y libertad, mantendréis la distancia sagrada (tercer salmo, de los Jueces Avaladores de la NNSISC).

11/: Y desconfiaron con fe beata entre abuelos, padres, hijos y amigos. Separaron las mesas y compartieron el miedo con la distancia correcta, con la máscara de la obediencia en sus rostros cuando no comían o bebían.

12/: Y les imprecaron: La vacuna es vida (cuarto salmo de la NNSISC). 

13/: Y se vacunaron en masa, en tropel, con miradas esperanzadas en los sacerdotes blancos y el bozal húmedo de baba. Ofreciendo sus brazos en sacrificio.

14/: Y odiaréis la aspirina, decretaron de nuevo los Sumos Obispos del Coronavirus.

15/: Y cantaron el salmo de la Nueva y Normal Santa Inquisición: La aspirina es mala, tiene más efectos secundarios que la vacuna de nuestros amos (quinto salmo de la NNSISC).

16/: Los sumos obispos decretaron de nuevo: Llevaréis un brazalete que diga quien sois y si sois merecedores del cielo.

17/: Y se lo ciñeron al brazo. Lo mostraban beatamente a los sacerdotes policías, a los inspectores camareros, a los sacerdotes médicos e inspectores monitores de gimnasia para acceder a los lugares de privilegio.

18/: Y los sumos obispos maldijeron: Malditos sean los de brazo incircunciso, los no vacunados. Serán desterrados de la faz de La Tierra (salmo sexto de la Nueva y Normal Santa Inquisición).

19/: Y los de brazo incircunciso fueron condenados al hambre, a la violencia y la caza.




Iconoclasta

20 de agosto de 2021

Siglo XXI, el de los insectos y el proxenetismo


¿Es que nadie lo ve?

Los líderes políticos del 2021 y sus gobiernos están formados por cosas no humanas.

Porque donde no hay un cerebro funcional y su dignidad, no hay humanidad.

¿Nadie ve los excrementos que como una papilla gris como el semen, caen de sus bocas cuando dictan leyes y decretos silabeando sus discursos obscenos contra la inteligencia y la integridad?

No tienen órganos genitales, se reproducen por mitosis, se despegan unos de otros y luego un gen los pinta y los modela con distintos rasgos, equivocándose muchas veces.

¿Nadie se da cuenta de que no respiran? Solo dilatan las aletas de la nariz y abren la boca para aspirar microscópicos excrementos que porta el aire para alimentarse.

Nadie se da cuenta de que no hablan, porque nadie tiene inteligencia para reconocer que esos sonidos que emiten, los realizan con unos pequeños élitros que tienen bajo los sobacos. Solo escuchan mensajes eléctricos o químicos que incitan sus pobres neuronas en una dirección u otra.

Los líderes políticos del siglo XXI son grandes insectos que no duermen; hibernan sin que sus cerebros imbéciles sueñen con nada. Son escarabajos peloteros surgidos de las pesadillas de Kafka, letales en su inhumanidad, deterioro intelectual y de la libertad.

Recogen laboriosamente la mierda de las colonias que gobiernan y se esconden en sus mansiones excrementicias.

Quieren un mundo oscuro y confuso, que niños y niñas no sepan que son hombres y mujeres; y les adoctrinan en que sus genitales son excrecencias tumorosas que vale la pena extirpar, amputar, incinerar o esterilizar.

Les dicen a los niños, que jamás deben pensar solos, lo han de hacer en grupo, como lo hacen los insectos agitando sus antenas estúpidamente, sin saber qué captan.

Los políticos del siglo XXI son la involución que ha propiciado la mezquindad y el deterioro humano de una endogamia ya antediluviana.

Ha llegado el momento de eclosionar de sus huevos para erigirse en los elegidos que harán de la humanidad una especie insectil sin conciencia.

Y lo han logrado, la suerte está echada.

Las ratas ocupan ahora progresivamente la superficie de las ciudades y se sitúan por encima de los insectos humanos en la cadena trófica.

El Juicio Final que tanto han pregonado las mentiras de las sagradas y falsas escrituras de todas las sectas religiosas ha llegado; pero ocurre que todos miran un televisor y sus cifras, los enfermos y sus cifras, los muertos y sus cifras y una vacuna perfectamente encuadrada y enfocada en su cerebros, la observan respirando sus propios deshechos respiratorios a través de un bozal o mascarilla; y por ello aturdidos y sin capacidad de raciocinio no se han percatado de la exacta sentencia y la condena que han decretado contra ellos los grandes escarabajos humanoides que los rigen: solo son bichos y alguna especie creará un veneno para acabar de una vez por todas con la plaga que es la humanidad insectil.

Y nadie será juzgado, nadie irá a ningún cielo o ningún infierno; simplemente morirán con los dedos crispados panza arriba por los efectos del veneno, mirando al sol, como un saludo fascista. Y quien los ha envenenado, incinerará todos esos gordos insectos que una vez pulularon por el planeta como si tuvieran el privilegio de la inteligencia.

Sin que a las especies que queden vivas, les importe.


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Vivimos tiempos indecentes para la inteligencia y campo abonado para la fe y su superstición.

Hasta tal punto que la enfermedad se confunde con castigo religioso y martirologio. Los nuevos nazismos de la Sanidad, han hecho de la libertad un pecado capital y han predicado a los lerdos, que también ser libre es enfermedad.

El genocidio, la ruina y el hambre es la ley fascista sanitaria: “Prima la salud como derecho” por encima de todo, de la vida misma.

Solo ha sido necesario en Europa el resurgimiento de los reinos de la Edad Media en el siglo XXI con una epidemia, para corroborar que la población humana no solo se había estancado hasta hoy en el oscurantismo religioso y de la aristocracia gobernante del poder político, económico, religioso o legislativo; si no que ha degenerado hacia una naturaleza ganadera estabulada.

El nazismo de Hitler, mediante retóricas de Sanidad y diversos paternalismos ilustrados continuamente, sin descanso, por los medios de comunicación y las redes sociales, se ha instalado en toda Europa. Y América ha asumido ya los reflejos que llegan del viejo y decadente continente poblado de reinos medievales, de un rancio fascismo ya imparable como una peste: la epidemia realmente.

Los nuevos judíos del fascismo enquistado en el coronavirus son los libres pensadores.

La cobardía, inmovilidad y mansedumbre del ganado humano, con su absoluta incapacidad para reaccionar contra el fascismo y el robo de las libertades básicas y biológicas es el actual estado de gracia de la humanidad. Una globalización de las reses humanas, cuyos miles de millones de cabezas, son regidos con mano que no tiembla, al igual que en los campos de exterminio, por cuatro o cinco soldados de la Gestapo y una prensa que adapta los cuentos de Hansel y Gretel al nuevo miedo e ignorancia de la actual población mansa.

Los que sabemos leer y escribir pensamientos libres estamos abandonados.

Es el peor momento en la historia de la humanidad para tener hijos, porque no se podrán desarrollar en libertad y dignamente en ningún lugar del planeta.

Dios se ha convertido en una vacuna defectuosa, una vacuna que no vacuna y exige que las reses humanas pasen por el veterinario una y otra y otra y otra y otra vez.

El nuevo y mezquino santiguamiento es un saludo ruin, el símbolo y aceptación social de la cobardía y la decadencia como forma de vida: cuando se cruzan los cabestros humanos, se colocan apresurada y cobardemente el bozal, como si les fueran a robar la mierda que avariciosamente ocultan en la boca. Es la mezquindad más repugnante que se ha visto nunca, tanto, que caricaturizarla resulta pornografía para los sentidos. No es la prudencia, es la obscenidad del ademán ruin, miserable, cagados de miedo. Todos…

Y a lo que pomposamente han llamado “estado de derecho”, es solo un mercado medieval de sobornos, privilegios y corrupción (chulos y putas). Una feria de caudillos, caciques y alcaides de prisión, que entre raya y raya de cocaína, cuentan la cantidad de ganado que mantienen encarcelado, como una competición. Un mercado de la corrupción con el suelo sucio de mierda y paja cuyos tratos se cierran en calles con gente que respira asustada sus propios miasmas, sudorosamente, cientos de veces aspirados y expulsados de los pulmones al día, con el hocico cubierto por el bozal y un miedo indigno, infantil y analfabeto. Ciegos al engaño, ciegos a su indignidad, ciegos a su mezquindad que los inmoviliza como conejos en una carretera ante un foco de luz.

El proxenetismo de los nuevos y normales jerarcas medievales es la nueva corriente política del siglo XXI: un fascismo paternalista, tolerante y globalizado, donde la Sanidad se ha erigido en una ponzoñosa santidad que todo lo controla. De donde surgen los nuevos escarabajos que un día Kafka soñó.




Iconoclasta

13 de julio de 2019

Comercio justo


Se suele ser más mierdoso de lo que uno piensa. Es el gran problema de la actual especie humana: una sobre tasación que lleva inevitablemente a la frustración de quien, con ingenuidad, compra un ejemplar de ser humano.
Por ejemplo para un regalo de boda, un trabajo, tener hijos para trasplantes de órganos…
Hemos llegado a un punto en el que se hace indispensable un análisis genético y el correspondiente certificado que garantice un ejemplar de calidad.
Se debe exigir a la Cámara de Comercio Humano que, presione al gobierno para que implante la obligatoriedad de clasificar a los neonatos por su calidad en el día mismo del parto con un marchamo, como se hace en las explotaciones ganaderas alimentarias.
No es justo invertir tanto dinero en la adquisición de un ser humano para que en unas pocas semanas, te veas obligado a sacrificarlo y venderlo a peso en el mercado de abastos porque no sirve para otra cosa.




Iconoclasta