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25 de diciembre de 2024

lp--No hay una muerte adecuada (Agenda 2030)--ic

 


No hay una muerte adecuada, la humanidad vive un tiempo tan largo que agota los recursos del planeta e impide que los cargos y funcionarios ganen el dinero que codician en su totalidad. Hay más generaciones que nunca compartiendo el mismo presente por la excesiva longevidad.

Es desolador, pronto se decretará la antropofagia y las muertes obligatorias a una edad establecida por el estado/dios: sesenta años para evitar gastos en pensiones. Se formará un gobierno tiránico mundial que provocará una guerra civil de extinción.

Cada día es mayor el número de condenados a muerte a la edad designada que deciden cómo y dónde morir. Y ante todo cuándo. Los rebeldes eligen morir asesinando a otros, lo que lleva a una gran mortandad de policías y funcionarios del estado/dios. La lógica: si están condenados a muerte, no les pueden sentenciar una condena mayor por sus crímenes.

Hay un lema que se ha hecho popular y el estado/dios castiga su difusión oral o escrita con muerte: Si has de morir que no sea pacíficamente, con la cabeza gacha.

Numerosas familias cuyos miembros están condenados a muerte por edad designada, se han aliado para proteger a sus sexagenarios haciéndose fuertes en edificios y barrios. Funcionarios y cargos del estado/dios se lamentan por el dinero que dejan de ganar para afrontar las insurrecciones con más gasto en munición y contratación de más policías y militares.

Los pronósticos se han cumplido: la población consume por decreto procesados cárnicos humanos cuyo precio es una décima parte de la carne animal no humana que consume exclusiva y privilegiadamente el aristofuncionariado, una nueva clase privilegiada que ocupa la mayor parte de los cargos importantes de las instituciones del estado/dios, una logia masónica cuyos miembros se identifican con la insignia de la Agenda 2030.

Ejército y policía no muerden la mano que les da de comer con el mínimo esfuerzo, la de sus amos aristofuncionarios; sus ofensivas contra la población se llevan a cabo con munición de guerra. No hay heridos y los cadáveres sirven para alimentar a los contribuyentes y “votantes” que aún respiran.

A 2032 se considera la Agenda 2030 totalmente implementada y ampliamente aceptada por la globalidad asalariada, salvo pequeños focos de disidencia. Los aristofuncionarios crean un gran evento mundial para celebrarlo.

2033. Una huelga salvaje de asalariados a nivel mundial detiene toda actividad, incluida la del suministro alimentario de procesados humanos y se paraliza la producción de las centrales eléctricas, plantas potabilizadoras de agua y refinerías de petróleo.

El ejército de la Confederación Europea de la Agenda 2030, ha asesinado en el primer mes de huelga a ciento veinte millones de asalariados con armamento nuclear y munición convencional. No queda mano de obra para poner en funcionamiento las fábricas y suministradoras de servicios públicos. En el resto del planeta, en cada país, se replican las huelgas y la exterminación de asalariados por el aristofuncionariado.

La guerra civil planetaria de extinción ha sido la más breve de la historia de la extinta humanidad.



Iconoclasta

24 de diciembre de 2024

lp--Te amo a todo color y en B/N--ic


Eres mi fascinante fotografía que evoca todo lo que deseo y me falta.

Una explosión de sonrisas, besos, piel y palabras.

Una ternura y deseo a todo color.

Y una implosión íntima de suaves grises otoñales que dan una especial trascendencia a amarte; volutas de humo gris que hipnóticamente se transforman en todas las emociones que impregnan el aire que respiro. Y llegan tan adentro…

Eres la deslumbradora luz que acelera el corazón y el reposo de una íntima y evocadora penumbra de confidencias en susurros.



Iconoclasta

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22 de diciembre de 2024

lp--Pruebas irrefutables--ic


Los gélidos y grises días de invierno deben ser registrados en la memoria mediante documentos gráficos, como fotos y dibujos y sus correspondientes reflexiones como prueba irrefutable de que has estado allí, que has deambulado sin morir por el páramo y el bosque a pesar del clima que predican. Has de acumular todos los documentos posibles que acrediten que eres un ser humano puro, íntegro. Atesorarlos como trofeos al valor y la determinación, como en los atávicos tiempos en los que el ser humano era capaz de sobrevivir sin un cochino estado/dios de mierda ladrón y asesino, que estropeó la especie humana seleccionando a los especímenes mansos y cobardes para poblar de contribuyentes y votantes sus granjas/ciudades de explotación humana ganadera.

Lo que provocó la práctica extinción de los seres humanos puros, valientes e independientes.

Debes recordar con tus memorias que jamás te has estabulado en casa por las homilías y bajo la protección del estado/dios ladrón y asesino. Y que ante todo no eres una de los miles de millones de reses humanas castradas de valor e independencia por el estado/dios ladrón y asesino.

Cuando te digan que eres como todos los demás, un gusano más entre miles de millones, admirarás con vanidad tus triunfos y absoluta independencia del estado/dios ladrón y asesino.

La actual especie humana que puebla las granjas de estabulación o ciudades de todo el planeta ha sido castrada desde tiempos inmemoriales y nacen emasculados de coraje y capacidad de esfuerzo; una selección ganadera/veterinaria que el dios/estado ladrón y asesino, que aún hoy día prosigue para crear humanos válidos para la explotación, con el objetivo de que en muy próximas generaciones nacerán con la capacidad intelectual mermada, listos para que sus seleccionados y pequeños cerebros sean llenados con las consignas fascistas homosexuales climáticas y sanitarias de la Agenda 2030 y sus mandamientos de amar y pagar al amo/presidente/dios/caudillo sin rechistar.

Pasarás de ser humano a insecto si no tienes tus triunfos y certezas imbatibles contra las doctrinas, salmos y mandamientos ganaderos que degradan la especie humana para enriquecer al estado/dios endogámico.

Ladrón y asesino.

Ladrón y asesino…

Los seres de la naturaleza viven bajo el frío aliento de la muerte. Se enfrentan al planeta sin un estado/dios ladrón y asesino que les predique normas o decretos. Nacieron con su instinto operativo para la vida. Y a los humanos, en las escuelas, destrozan y pervierten sus capacidades de supervivencia y libertad, con la esperanza de que un día, del coño de una madre surja un insecto mamífero.

El estado/dios ladrón y asesino ha destruido al ser humano.

Ladrón y asesino.

Ladrón y asesino…





Iconoclasta

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14 de diciembre de 2024

lp--Bellamente te consume--ic


Hace frío y la niebla rechaza el sol.

El frío agota más que nada el organismo; y pérfido te invita a dormir…

Rompe la piel de las manos y pies, se mete hasta el tuétano de los huesos.

Hasta el desánimo de no saber cuánto resistirás.

Congela el tiempo que se queda quieto como un último suspiro en la boca muerta.

Y a pesar de ello hace de la naturaleza una obra de arte de hermoso dramatismo.

El frío te consume bellamente, es astuto con sus trampas.

Es urgente desear tu calor que también me consume. Elegir tu piel que acapara los rayos del sol y te erige en este frío páramo en una diosa áurea.

Pero nada es perfecto ¿verdad, cielo?



Iconoclasta

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13 de diciembre de 2024

lp--El uniforme de la libertad--ic


El uniforme de la libertad no existe, es una gilipollada.

La libertad se te pudrirá en el ánimo ante un uniforme, una bandera, una frontera, una aduana, un decreto político, un mandamiento religioso, el salmo de un ideólogo de la paz, un desprecio al individualismo o una simple señal de tráfico aunque no conduzcas.

Para ser libre sólo se requiere hacer lo que uno debe y si el tiempo es hostil, protegerte del frío, la nieve o la lluvia. Si quieres, haz lo que te salga de la polla.

Y ante todo, ni caso al hijoputa que te prohíbe.

El sombrero no indica libertad, sólo es una superficial vanidad que realza mi belleza innata y da cierto carismático misterio. Aunque no te acuerdes de que lo llevas.

Y ya en el exterior, en la libertad que te has propuesto, insisto: no obedecer al primer hijoputa sea policía o civil que te diga que deberías estar en casa porque hay riesgo climático, por poner un ejemplo de tantos que hay de hijoputismo fascista prohibidor.

Es ahí donde entra en juego el paraguas, al civil o policía que te inoportune le metes en la boca el paraguas cerrado y mantienes la presión hasta que en sus ojos aparezca en las escleróticas un derrame de sangre, eso quiere decir que ha muerto asfixiado y ya eres libre de molestia alguna y de ir donde te salga del coño o la polla.

Experimentarás que la sensación de libertad será más gratificante que una corrida.

Y camina, camina, camina…

Acuérdate de arrancarle el paraguas de su boca muerta, porque es posible que te encuentres con otro durante tu paseo y debas matarlo también.

Esto es sólo un ejemplo de hipotética situación y su resolución. No tiene por qué ocurrir; pero mejor llevar el paraguas y no necesitarlo, que no llevarlo y necesitarlo

Cuida que el viento no se lleve tu sombrero porque es muy patético correr tras él, hay chusma presta reírse, tanta como ávida de prohibir porque tiene envidia de los libres que los deja en evidencia de cobardía

Y que jodan a los vivos y los muertos mártires de la esclavitud que mueren tan lindos de asco, miedo y obediencia por el decreto de un hijoputa fascista.

No me negaréis que la libertad es salvaje y energizante.

Un chute en vena de jaco libre…

Genial.



Iconoclasta

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8 de diciembre de 2024

lp--Un cerebro que no llegó a desarrollarse--ic

El cociente intelectual es definitivamente más bajo en la actual raza humana española que en los siglos VI y VII. Su credulidad y la facilidad de ser abducida su inteligencia y voluntad por un charlatán fascista con ambición dictadora y enfermiza codicia (sea de derechas o progre estalinista), es mucho más denigrante, puesto que en la actualidad se supone que gran parte de la chusma española sabe leer y escribir, al menos funcionalmente (para aprobar el examen del carné de conducir). Y aquella chusma del pasado era absolutamente analfabeta. Ni siquiera se podía concebir que alguien fuera analfabeto. Esto hace de la actual raza española, algo mucho más limitada intelectualmente porque no tiene excusa.

El cerebro de la chusma, a base de fascismos y sus dictadores, ha mermado definitivamente. Carece, a pesar del conocimiento actual, de la capacidad de discernir entre el engaño y la realidad y no ve a un criminal (un fascista orador en un mitin) aunque lleve la navaja de afeitar sucia de sangre en la mano en una de sus homilías.

En la profunda, endogámica y endémicamente fascista España, cualquier charlatán de pocas luces accede al poder gracias a la admiración que despierta en la endogámica raza española que sirve de abono para todo tipo de fascismos y sus dictadores.

Estas mermas intelectuales son la razón por la que en el resto del mundo los gobiernos caen por corrupción y en España los políticos podridos ganan más votos que se traducen en una gran riqueza para sí mismos a costa de la sangre de sus disminuidos y cariñosos votantes.

Durante generaciones y generaciones, al ser mayoría los individuos deficientes de la raza humana española han ido arrinconando y exterminando a inteligentes. En definitiva, se ha llevado a cabo en la península ibérica una selección ganadera de reses humanas aptas por su mansedumbre y estupidez para la implantación de las dictaduras, su corrupción y su esclavismo de la casta paria o asalariada. Como estamos viendo ahora en los años 20 del siglo XXI.

España es una reserva biológica de una especie humana muy característica por su rareza (por ahora) en el extremo más occidental y sur de Europa. Y por ello, por su exotismo genético, es eminentemente turística, como un viaje al pasado para los guiris.

Un auténtico reservorio de corruptos fascismos y gentes que lo aplauden.

No hay un ápice de humor o sarcasmo en este pequeño ensayo, no es un hablar por hablar. Es el fruto de decenas de libros leídos y decenas de años viviendo en esta infecta reserva de cretinos. De gente que teme a la libertad porque:

“Qué sería de nosotras, nosotros y nosotres sin que nuestro tirano estado/dios bienamado, no nos sirviera nuestra ración de pienso en el comedero cada día y no nos diera con su homilía diaria en RTVE y sus anuncios de internet, la orden de lo que debemos pensar y pronunciar por la boca según el humor de nuestro santo dictador? La libertad y la ética sólo conducen a la enfermedad, a lacovid y al apocalipsis climático, lo dice nuestro amo. ¡Pobres de nosotras, nosotros y nosotres!”.

La raza genética humana española es la historia de un cerebro que nunca llegó a desarrollarse. Una especie fallida y el sueño dorado de todo tirano que se publicita en la elecciones de cualquier pseudodemocracia del planeta, para ganar montañas de dinero en los cincuenta años que duran de media las dictaduras en España.

Es un adelanto de lo que le ocurrirá al resto de las razas humanas, que serán infectadas por el gen imbécil, como lo hizo la “gripe española” de 1918.



Iconoclasta

lp--Con la misma intensidad escribo--ic


Escribo cosas directas, certeras e hirientes con los justos e imprescindibles ornamentos necesarios para dar interés al texto.

Escribo con la misma intensidad que follo, lenta e impíamente para aplastar toda voluntad y remilgo en pro de la consecución del placer.

Ya ha habido demasiado dolor.

Ahora el dolor lo doy yo y lo tomo de quien elegí con la misma precisión y voluntad que escribo lo que nadie quiere leer.

Negando la gracia humana de la bondad, la que queda en ella y en mí si alguna vez la tuvimos

Escribo como follo, destruyéndome.

Destruyéndonos…

Y al igual que al joder soy animal en celo, me deslizo como bestia de deseo e ira con palabras sucias de mellados y oxidados filos por el papel.

Como desgarro la piel que jodo.

Sin más finalidad que la destrucción de todo aquello que nos quisieron inculcar robando nuestra infancia y juventud.

Mi rabo es mi pluma y mi pluma apuñala ojos que leen sin acabar de comprender.

Mi amor es la más bella del mundo y su coño sabe a azufre, he desgastado su piel lamiéndola y escribiendo los versos cardenalicios de la catedral del dolor y la vejación.

Soy un cerdo hociqueando en el coño de mi crucificado amor y denigrándome en el papel sin pudor, sin importar nada más que mi mortificación, para no tener ya nada que perder y arrasar con todo lo que han podrido y eternizan.

Lo malo lo hago mejor que nadie.

Quiero que mi diosa crucificada sienta el gozo de tener un macho a la medida de su hambre e irreverencia.

Entre escribir y follar, sólo varía que no firmo mi acta con mi leche rezumando de su maltratado coño que me enloquece y embrutece.

Escribo ante la cruz de mi puta diosa y el dolor brota formando las palabras necesarias para maldecir al mundo y su humanidad imbécil que surgió de un accidente genético que nunca debió ocurrir.

Y mi amor crucificado le saca la lengua a dios diciéndole que soy suyo y mis palabras en realidad, son su obra.



Iconoclasta

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4 de diciembre de 2024

lp--Fantaniebla--ic


Me gusta la fantasía que trae la niebla borradora de identidades y perfiles, difuminando la brusca y delineada realidad y su monolítica y sólida uniformidad.

Siento al respirar un jadeo sostenido que no llega a concluir porque los segundos se desdibujan y no acaban de formar el minuto. Es todo un acto de relatividad…

Soy un físico loco o lo fui.

No sé...

Toda magia está bien, aunque duela. Lo que importa es que cambie, que por unos minutos el mundo sea distinto.

Es el vapor de tantos muertos, que con el frío adquiere más cuerpo, incluso un pensamiento y su ilusión de descender arrasando las montañas para bajar a la ciudad y pasear y sentirse vivos.

Tal vez, se quieran llevar a algún conocido con ellos que añoran.

Es tan voraz la niebla que me pregunto si faltará un pedazo de la montaña cuando el sol acabe con ella.

¿Si entrara en ella me devoraría? No puede doler, se la ve suave y los árboles no tiemblan.

Sólo es un infantil arrebato de fantasía, el deseo de experimentar una magia que no existe.

Aunque no estoy seguro de ser un jirón evocando cuando una vez estuve vivo.

Lo peor que puede pasar es que me disipe con el sol.

Seguro que no duele.

No me gusta el dolor. Aunque si he de pagar con él un pasaje a un lugar mejor, tampoco estoy cerrado a un buen acuerdo.



 

Iconoclasta

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3 de diciembre de 2024

lp--El gato y tu omnipresencia--ic


Todo textura… Un ser vivo que parece modelado con merengue o nata montada.

Me gusta lamer la nata entre los labios que esconden tus muslos…

Los gatos ejemplifican la vida más pura y eficiente, rondan el mundo de los humanos y no olvidan que son depredadores eficientes sin falsos escrúpulos de piedad, para ello nacieron y evolucionaron.

Como yo penetrándote, buscando tu alma que aparecerá entre los gemidos y las contracciones de tu orgasmo. Soy eficiente también follándote, vampirizando tu voluntad por el coño.

Los gatos no posan, son con independencia del decorado. Están tranquilos, no deben considerar su ser. Es un hecho que no se puede contemplar por lo absurdo. Porque sé que piensan y sueñan me lo dice la corteza del cerebro con un arrebato de ternura y cariño.

Como presiento tu hálito de vida en mi aire, sé que te respiro porque existes, porque tengo tus gemidos profundamente intrincados en el pensamiento.

Los animales no sienten carencias, no aspiran a ser más porque son perfectos. Hacen aquello que dicta su idiosincrasia, sin mirar, sin preguntar, sin esperar nada. Porque esperar y esperanza desarrollan el mal de la indolencia y la inmovilidad. De la cobardía y su depresión.

Por eso no espero a meter la mano dentro de tus bragas y acariciarte mirándote a los ojos, esperando el momento que se hagan líquidos y se derramen también entre mis dedos.

El ser humano es una especie fallida, paranoica en esencia. Es la prueba de que la naturaleza no es sabia, sólo aleatoria.

Tú eres la excepción, eres felina y la sensualidad te envuelve haciendo de mí tu presa. Me postra ante tus columnas carnales santiguándome erecto ante tu vértice sagrado. Es la única religiosidad que me permito.

Pretendía escribir de los gatos; pero cuando hablo de cariños, ternuras y amor, siempre sales y te pones al frente, en el horizonte de mi existencia.

Maldita felina, cómo no pensarte.



Iconoclasta

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1 de diciembre de 2024

lp--Yo estuve allí asfixiándome--ic


En la década de los ochenta del siglo pasado arrancó a plena potencia el proceso de degradación, la imparable decadencia consumista que hoy infecta a todas las naciones o grupos humanos (sociedades) del planeta.

La primera patada a modo de arranque se dio a finales de los sesenta y durante los setenta. Cuando la paranoia musical mostró cómo grandes rebaños humanos se dirigían a aplaudir a sus superficiales ídolos musicales gozando de toda clase de penurias e incomodidades. De vivir entre barro, mierda y orines por cantar y bailar con sus dioses del amor libre y la paz.

Aquella muestra planetaria y multitudinaria de paz, amor y ante todo adocenamiento iluminó al estado/dios en cómo pastorear a los grandes rebaños humanos sin necesidad de grandes sumas de dinero en ejércitos e infraestructuras.

Todo era música y festivales sin pausa, discos, prensa, programas de televisión, películas…

Pero fue en los ochenta con la invasión de los videos musicales cuando el estado/dios colmó los cerebros de la masa humana asalariada o contribuyente de imágenes y música de tal modo que quedara ciega y sorda, ajena a la gran dictadura fascista-estalinista que en el 2020 se revelaría a la humanidad mediante la componenda que fueron los robos de libertades, dinero e inhibición de las necesidades biológicas por medio de la infestación del coronavirus o covid 19. Y así justificaron los líderes fascista-estalinistas de las pseudo democracias occidentales su terrorismo de estado: robos por impuestos de usura y extorsiones policiales y militares, sorprendentemente aplaudidas por esa gran masa cobarde y decadente asalariada y mayoría votante. Las propias víctimas del fascismo surgido con el coronavirus, ahora esclavas y acobardadas por el estado/dios con un simple catarro publicitado durante meses a todas horas todos los días, se arrodillaban quejumbrosas ante el estado/dios pidiendo no morir. Lloraban como críos a sus gobiernos extorsionadores como si fueran padres salvadores. La humanidad retrocedió a la oscura Edad Media.

Y el estado/dios sentenció con una sonrisa satisfecha: “La libertad es enfermedad”.

Los súbditos, aquellos que nacieron en cautividad musical, en el consumismo y el rechazo al esfuerzo, con una importantísima merma intelectual dijeron “Amén”. Y se encerraron sumisos en sus casas-establo, se calzaron un bozal en el hocico que pudría la respiración y la dignidad, en soledad, en sus viviendas y en plena naturaleza. Se apresuraron a meterse en la sangre una “vacuna” que no vacunaba; pero era una orden del estado/dios que, aunque los arruinó y arrebató sus necesidades biológicas como el simple desplazamiento para la supervivencia, obedecieron ciegamente y se vacunaron por miles de millones la falsa vacuna que aún no saben qué cura.

Al igual que los alemanes fueron programados para odiar a los judíos, en el 2021 el estado/dios globalizador adoctrinó mediante prensa, radio, televisión e internet a la masa humana asalariada y burguesa en el odio y el deseo de muerte hacia los que hacían uso de su libertad para no vacunarse.

El estado/dios les inculcó el odio aplicando las estrategias nazis fascistas del siglo pasado, un auténtico cúmulo de sabiduría genocida práctica que los “progresistas” líderes estalinistas, se apresuraron a imitar con una moderna tecnología.

Insisto, este triunfo del neonazismo actual, estalinismo buenista o poscomunismo woke; se debe a aquella gran invasión musical y visual de los ochenta a la que se sometió a la masa humana infantilizándola y deteniendo su crecimiento intelectual, ya que eso de pensar y decidir sólo le incumbe al estado/dios que él sabe lo que realmente le conviene a cada cual y de que sexo debe auto percibirse a pesar de sus genitales.

La invasión de música e imágenes idiotizó e incapacitó a una grandísima mayoría humana para observar e intuir los actos de fascismo veterinario-ganadero que llevaba a cabo el estado/dios. Lerdos y ajenos a todo en su universo músico-visual consumista con síndrome de Peter Pan y su cobardía e indolencia.

En EE. UU., en los ochenta, durante la era Reagan se creó una raza humana pintoresca que serviría de modelo y esperanza a la humanidad asalariada cada día más numerosa y más exigente, la que años más adelante, el estado/dios bautizó como globalidad. Aquella nueva especie rica y efímera fueron los yuppies, jóvenes que conseguían su primer millón de dólares apenas dejaban la teta de su madre y llevaban un tren de vida pletórico de lujo, sexo y drogas con el mínimo esfuerzo, auténticos patricios de la decadente Roma clásica. Los yuppies se crearon para dar una gran expectativa de bienestar e ilusión: todo aquel que se lo propusiera podría ser un millonario como ellos.

Pero a la entrada de los años noventa, aquellos yuppies maniquís conducirían con su torpeza e incapacidad a una gran crisis mundial que arruinó a millones y millones de asalariados.

Y el estado/asestó su dogma de gracia que asentaría el fascismo estalinista como la gran solución: “¿Veis como no es tan bueno ser ricos y vivir con lujos. Ni la libertad en exceso, sin control? Por vuestro bien, nosotros os enseñaremos en lo que debéis emplear vuestros sueldos”. El dogma, gracias a las grandes redes de comunicación construidas para la invasión musical de los ochenta y a internet, se propagó a escala planetaria e impregnó los cerebros mermados de inteligencia y conocimiento de las grandes masas humanas contribuyentes.

Hasta ahora, en el 2024, que se aproxima un “apocalipsis climático” que sólo gracias a la pobreza y esclavitud de la masa asalariada mundial o globalidad castrada de inteligencia y coraje, se podrá evitar.

Los retrasados intelectuales ya se preparan con resignación de mártires e infantiles esperanzas de no morir, para aplaudir de nuevo a aquellos nazis estalinistas que les salvaron de morir por el covid 19 y ahora los salvará del “apocalipsis climático” que aparece publicitado en la prensa y medios de comunicación de cualquier parte del planeta todos los días y todas las horas, exactamente igual que los videos musicales en los ochenta.

Todo se comenzó a pudrir vertiginosamente en los 80. Yo estaba allí, en medio de aquella mierda asfixiante de música y chusma ridículamente disfrazada.

Hoy el infantilismo y la vanidad sin razón han impregnado genéticamente a cada individuo votante y contribuyente de las sociedades o países del planeta. Y no se trata de una plaga, es una involución, una degradación inducida por el estado/dios por medio de la selección ganadera a una masa humana asalariada decadente y de pensamiento tan superficial como sus uñas.

La especie humana está desintegrándose, descomponiéndose velozmente. Ya no es compatible su vida con la del resto de animales y el planeta la rechaza porque ha perdido la gracia y el coraje que la llevó a evolucionar más allá de los monos.

No es el cambio climático lo que hace temer un apocalipsis, sino la corrupción del ADN humano.

Yo estuve en los 80, y ahora en los 20 del siglo XXI doy fe de ello por asco y asfixia.

Otra vez…



Iconoclasta


29 de noviembre de 2024

lp--La pode-rosa--ic


Lleva varias semanas luciendo muy por encima de todas las flores y altas hierbas, rozando las ramas de un árbol.

Soportando las gélidas noches.

No he podido evitar admirar a la bella guerrera.

Temo el día que desfallezca mustia ante el impío invierno. Y luego muerta.

Seca.

¡Qué valentía y fortaleza!

Yo ya estaría muerto en la intemperie invernal de la primera noche de mi “floración”.

No adorna nada, es libre y salvaje. Y ese orgullo hemoglobínico y pasional que luce...

Ha subido majestuosa, tan alto por encima de todas las flores, que era difícil capturarla y así muriera tristemente en un florero.

Tal vez haya algún ser humano honesto que admire la vida y no la ha raptado para decorar su guarida vertical. Nunca ha sido necesaria la navidad para que surgiera la nobleza. Es una cuestión de ética personal e intransferible. Naces mal o naces bien.

Si naces bien, con la capacidad de sentir ternura y admiración por las vidas menudas tan valientes que mueren luchando, sin recostarse en nada ni nadie. En el silencio más triste que existe.

Pienso en la fuerza de los menudos seres, su determinación para vivir y me siento tan mediocre… Viven sin acumular posesiones, a piel y pelaje descubierto.

No sé si al cerrar la mano en su tallo y clavarme sus espinas, le daría más fuerza para resistir la embestida del frío.

Temo envenenarla con mi sangre insanamente caliente.

Luce tan soberbia en su extraordinaria altura que me evoca al buen Juan Salvador Gaviota, ya asesinado por una humanidad, una globalidad cobarde y adocenada. Encajonada en sus pocilgas-ciudades.

Mirarla en contraluz con el cielo, ofrece el espejismo de un ángel de terciopelo sangre.

Como las bravas águilas ofrecen sus vientres dorados a nosotros deslumbrados.

Y el rocío… La han comido a besos durante la fría y oscura noche, como un amor prohibido.

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Esta noche ha caído la primera gran helada del otoño.

Y he pensado en ella.

He temido.

He encontrado a la pode-rosa un poco cansada, combada por su batalla contra la escarcha.

Gritaba en rojo su agotadora supervivencia contra el arrollador invierno. 

No miraba directa al cielo como ayer. Pobre…

Y luce sanguíneamente hermosa, como si le dijera al invierno: ¿Eso es todo lo que puedes hacer?

Aún le queda agua en sus labios-pétalos.

Mi guerrera…

Pero la suerte está echada, el invierno ya no cesará hasta borrar el último color cálido.

Qué tragedias, qué brutal la batalla por la vida de los pequeños seres.

¡Cómo no admirarlos!

Cómo no llorar su gesta indómita, su muerte heroica.

Su vida desnuda.

Sin posesiones.

Sin legados.

Porque vivir es vivir, no se vive “para...”.

Se vive y punto.

La muerte cabe en todos los cuerpos, por muy pequeños que sean. Es una puta.

Y cuando estés vencida, no se lo diré a nadie que pueda sentenciar con hipócrita “sabiduría” de borracho: “Es ley de vida”.

Esa ley de la que huye y teme el humano mezquino.

Adiós pode-rosa vuelvo a mi guarida cálida y protectora como un triste cobarde.

¡Bye, belleza!




Iconoclasta

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24 de noviembre de 2024

lp--Se aman en silencio--ic


Me fascina cómo las nubes y las montañas se aman, en silencio.

Como sueño amar.

Me conmueve la pasión serena con que se penetran y abrazan, se envuelven y se lloran.

Siento mío ese bello llanto del encuentro con un escalofrío de melancolía.

Me emociona mirar como unas se despiden desgarrándose la piel y las otras quedan abandonadas a sí mismas preguntándose cuándo volverán.

¡Pobre gente, qué tragedia!

Pobre de mí que pierdo un latido pensando en ella.

Las nubes podrían flotar alto si quisieran; pero descienden para cubrir a sus amantes. Se lanzan como las olas a la arena lamiendo la piel con hambre insaciable.

Yo no puedo flotar. Misericordia…

Soy una montaña y ella es líquida y cálida; una piel voluptuosa que me envuelve y, rozándome con los labios, me susurra sensualidades al oído arrastrándome a un plácido delirio.

Pero a veces el celoso viento la quiere para él y me la roba. Y al igual que la montaña abandonada, espero con melancolía mi otoño.

Nada dura tanto en la Tierra como este eterno romance de nubes y cielo.

Qué hermoso…

Y yo tan nada.



Iconoclasta

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23 de noviembre de 2024

lp--Si no quedara nada de esa brutalidad…--ic


Sólo la violenta y real brutalidad instintiva del ser humano puede resolver los problemas de fascismo y su esclavitud que padecen miles de millones de ilusos seres humanos ignorantes de ser mero ganado (la globalidad) a los que son sometidos por unos pocos de miles: el estado/dios.

Si no quedara nada de esa brutalidad, la especie humana debe considerarse extinta sin supersticiones de cambios climáticos, ella solita se ha extinguido por indolencia degenerativa.

La violencia es la fuerza que hizo inteligente al ser humano permitiéndole evolucionar en el hostil y competitivo planeta. Y es la única fuerza que puede salvarlo de la extinción total, antes de que los miles de millones de seres humanos se auto perciban convencidos de ser cucarachas o incluso amebas.

Y es fácil: unos miles de millones deben cazar y matar a unos pocos de miles que forman el estado/dios. Sería la batalla más corta y menos cruenta de la historia del planeta Tierra.

Porque hoy, en este instante, las pasarelas de reses de los mataderos del estado/dios no cesan de acarrear seres humanos hacia las salas de despiece, las que con sus ilusos votos “democráticos” han elegido, también ignorándolo por esa indolencia degenerativa en la que han caído.



Iconoclasta

21 de noviembre de 2024

lp--Los rotos--ic


Esperanzas impávidas, sin emociones visibles, son las que mantienen los rotos que conocen la frustración y las imposibilidades de las cosas, donde cosas = humanos.

Los humanos son cosas porque son ajenos a la esencia natural del resto de las especies animales.

El humano, mayoritaria y secularmente, es una especie animal de mente insectil y cuerpo de mamífero.

¿Qué animal se puede permitir unas vacaciones y no morir de hambre?

O peor aún ¿qué animal es capaz de vivir esclavo toda su vida? Excepto los de explotación ganadera que nacen muertos o temporalmente vivos.

Dios creó a los animales y ya harto y hastiado, al ser hombre y a la mujer como su esclava.

No me invento nada, está en las sagradas mamadas.

Datos, datos, datos….

Pero existen las cosas rotas, los humanos rotos que fuerzan la pasión más allá de lo que la lógica y mediocridad pueden entender. Se fragmentan, desgastan y agotan la vida con muy pocas esperanzas de ganar.


Hay una voluntad de trágico romanticismo en romperse una y otra y otra vez.

¡Qué valientes son los seres que se dejan rasgar el alma y la piel por la pasión de amar!

Por deseo.

Por trascender.

Por sentir.

Por existir.

Por un amanecer con su amante.

Porque se equivocaron una vez e insisten en volver a equivocarse.

Se parten en dos mentes, una es para quien desean y la otra sobrevive en la realidad en la que son presos.

No existe el amor perfecto y eterno; pero no se rinden acunando su fragilidad, protegiéndolo incluso de la propia química de sus biologías.

Y temen lo peor: que cuando el amor se haga tangible se infecte de mediocridad, de la realidad.

La realidad es un lugar hostil para algo tan etéreo como el amor. Lo saben y por eso han partido su mente en dos pedazos, en dos dimensiones, en dos universos: en un sueño de acceso restringido que los hace únicos y abandonados. Y una praxis que les permite las elementales tareas de supervivencia.

El sueño al que asisten cuando la realidad los aplasta y les roba la alegría tan poca.

No dan consejos de amor y pasión aunque son ingenieros doctorados en arquitecturas oníricas del amor y la pasión.

Seres que escriben metáforas arcanas, indescifrables para los intrusos y otros hongos.

Se abrieron el pecho con sensualidades y construyeron dentro una cámara acorazada de seguridad contra la vulgaridad para su tesoro de amor.

A veces divago… Me gustaría ser un superhéroe del amor; pero es tarde. Mis fracturas no se regeneran ya no cicatrizan.

Un día con una tos, se me escapó el amor de mis pulmones rasgados.

No puedes romperte continuamente y pretender salir ileso.

Quedan secuelas.

Al final de la fortaleza, sólo queda un eco de amor que podría derivar en locura.

El amor nos degasta porque es su función, se alimenta de ilusiones de nuestro pensamiento, del cerebro, del alimento, de nuestro tiempo…

El amor es frágil, pero exige fortaleza para resistir sus embestidas.

Os veo sangrar por dentro y llorar quedamente por fuera con una sonrisa que no engaña.

¡Cómo os admiro, mis apreciados quebrados!

El amor debe ser violento en su pasión y demoledora exclusividad; pero al igual que con una tormenta, no se puede luchar contra él. Sólo soportarlo y que su viento no te arrebate de la realidad y te precipites a un purgatorio donde nadie tiene la posibilidad de hacer tangibles los deseos mínimos.

Donde no es posible dar o recibir y colapsa la mente.

Una vez experimentado el amor, no sólo se pierde el miedo a la muerte. Hay momentos de angustia que te preguntas dónde está esa hija de puta para llevarte lejos de tu tragedia de amor.

Lo peor de un tiempo sin amor es la visión de un horizonte vacío.

Los rotos sois unos privilegiados de la tragedia.

Puedo escuchar vuestros corazones forzados y buscar el aire del amor dibujando sus labios en el aire con un dedo que gotea la esperanzas muertas.

Vuestra agonía es la más hermosa, fascinantes vuestras fracturas y la determinación de no curarlas.

Y lo más increíble es que toda esa épica, un día la volveréis a vivir.

¡Qué locos mis rotos!

Qué generosidad derrochadora de vida.

Alguien os aconsejó prudencia y dijisteis: Y una mierda.

¡Bravo, mis ensangrentados seres admirados!

Mujeres y hombres rotos derrochándose, dándose a sí mismos como materia combustible.

Regalándose a pesar de la realidad que los somete con su vulgaridad, cotidianidad y banalidad. Un cártel de mafias que como la banca, siempre nos vence.

La cuestión es cuánto tiempo aguantar.

Por ella o por él, bien vale una fractura ¿verdad?

Y otra más…

Qué delirio y privilegio ser uno de los pocos rotos que habitan en la Tierra.

Nadie contará vuestra historia porque el amor no es un libro, es un vapor, una emotividad, un padecimiento y placer que escapa a toda lógica, mesura, planificación y voluntad.

Si el amor dotara de una visión superior a los amantes se verían como hermosos zombis con rosas clavadas profundamente en el pecho y los sexos palpitantes porque no hay pasión sin una carne que la contenga.

No en esta dimensión.

Guardáis silencio porque no os fiais de mí, que sólo soy una gris realidad.

Tan solo ejerzo de notario, sin afán de lucro.

Gracias por mostraros abiertos, sólo pretendo admirar lo que ya no puedo sufrir porque ya no hay tiempo y un ataúd es el aislante perfecto del amor y su desproporcionado voltaje.

Cortocircuitos neuronales, fisuras entre el tejido muscular, roturas óseas, hernias y corazones al límite del fallo cardíaco; son las patologías de los rotos por amor y la pasión en un lugar donde un liquen mezquino lo cubre todo.

Los puedes distinguir porque sus miradas están saturadas de curiosidad y determinación, como si miraran a tus espaldas cosas invisibles.

Captan las invisibles e inaudibles frecuencias del amor.

Yo mismo soy un roto; pero ya desgastado, apenas tengo una poca carne para el amor y ningún hueso que ofrecer. La pasión es una droga degenerativa para el organismo.

Soy un yonqui con las venas podridas.



Iconoclasta

13 de noviembre de 2024

lp--Miniatura de amor--ic


En el aire había una distorsión, parecía un torbellino de agua flotante. 

Siempre la busco y ubico en todos los lugares y tiempo de mi cotidianidad y de esa deformación del aire, aunque fuera una espejismo de mis ojos gastados, me permití la ilusión de que podía ser un portal para llegar a ella en un instante. 

Y entré en el torbellino como un adulto que no cree en lo extraordinario, pero nada ni nadie le impide soñar. Una solitaria y secreta travesura más de amor, no podía hacer daño... Era sólo un espejismo, una avería de mis ojos.

Me hice pequeñito como los niños de algunos cuentos de la infancia. 

Me sentía turbado, alterado por un temor extraño que corría bajo la piel, como cuando la tierra se mueve por un terremoto y te das cuenta con un escalofrío de la enorme magnitud de la fuerza del planeta. No volví atrás, si en el mundo grande no te encontraba, la buscaría en un mundo en miniatura.

A veces hay intuiciones...

Comencé a caminar esperanzado en un bosque en el que las cosas mínimas formaban otro bosque, tal vez mágico como ella, mi hada amada.

Avanzaba penosamente entre una selva de altas hierbas y flores grandes como árboles.

El mundo era, al mirar al cielo, terroríficamente grande. Los árboles colosales parecían no tener fin y perderse sus copas más allá de lo azul.

Y no sé el tiempo si también se encogió, porque agotado me senté a descansar bajo el sombrero de una seta y en un instante de lucidez fui consciente de estar loco de amor. Y tuve miedo, temí lo peor: ¿Quién va a amar a un loco?

Deseé que estuviera loca también para no ser ajeno a ella.

No soy un ingenuo; pero cuando eres miniatura piensas como tal, sencilla y pequeñamente sin alejarte demasiado de lo que eres, sin sobrevalorarte, esperando lo peor.

Respiré hondo, me serené y tuve la certeza de que fuera adonde fuera, al mundo más grande, al profundo, al etéreo, al líquido, al de piedra… No la encontraría porque está en todo tiempo y lugar. Es sencillamente inabarcable, sólo puedo sentir una fracción de ella. De la misma forma que le preguntas a alguien en qué piensa y se bloquea porque no hay suficiente vida para traducir a palabras el pensamiento.

Bajo el sombrero del hongo lloré secamente esta verdad revelada. Purgué mi incapacidad hasta que una oruga voraz erizada de gruesas espinas me comió en dos segundos el meñique, anular y corazón de la mano izquierda que acariciaba la tierra cálida y húmeda. Con la derecha fumaba un micro cigarrillo.

Y escapé lejos de la monstruosa oruga sintiendo una inmediata añoranza de mis dedos más que dolor.

Ahora entiendo porque los cuentos infantiles no tienen final feliz o les pasan cosas malas a los pequeños. El problema es que cuando te encoges, el mundo se hace colosal e insensiblemente cruel. Sólo eres un microbio…

Y tal vez el amor se torne también monstruosamente voraz.

Me come ahora que soy pequeño.

Sentía angustia, ¿cómo iba a ser mi vida sin mis dedos, cómo explicar la mutilación? ¿cómo un día acariciarla con la mano mutilada, fea, horrorosa? Y aun así, en otro alarde de locura pensé que era un precio razonable por buscar a mi amor en otra dimensión como he soñado tantas veces.

Comenzó a oscurecer a pesar de que a miles de kilómetros arriba se podía ver entre las lejanas ramas el azul del cielo. El miedo se apoderó de mí, no quería que la oruga me comiera también la cabeza.

La oscuridad se llenó de ruidos, de amenazantes chirridos, algunos tan cercanos que me llevaron a correr a oscuras y caer y caer y caer…

Y la aguja de un pino se clavó en mi muslo como una lanza. Conseguí extraerla, pero manaba tanta sangre… En la última luz que quedaba vi una hebra de telaraña vieja y rota prendida en las púas bajas de una zarzamora y me hice un torniquete.

Se me cerraron los ojos de agotamiento, miedo y dolor. Cuando encontré fuerza para abrirlos, un disco de plata iluminaba suave y gélidamente el bosque. La luna llena era demasiado lejana y pequeña a mis ojos, me costó identificarla.

No tenía frío, la tierra me transmitía su calor vital.

No podía dar un paso más, notaba un corazón palpitando en mis heridas y me negaba a examinar la mano mutilada.

Y otra aberración óptica apareció como un pequeño sol ante mí. Un burbuja dorada que se estiraba y contraía, como el cebo de un anzuelo para atraer a los peces. Avancé lentamente hasta ella y cuando miré dentro, me succionó.

Imaginé que era una alucinación, una metáfora de mi muerte por desangramiento.

Y ahora soy donde nada duele, donde no hay sonido, ni orugas. No siento ni siquiera necesidad de amar porque soy una partícula, un pensamiento inmaterial que no precisa respirar. Una conciencia eterna, un quark indivisible donde el amor ya no es deseo, sino serenidad. Y sin cuerpo, el amor es una obra de arte de mi conciencia, un orgullo de sentir.

Fue importante amar, la ilusión no fue una pérdida de tiempo al final.

Soy una partícula subatómica indivisible sometida a las fuerzas y corrientes de la materia oscura de un cosmos tan grandioso y tan inabarcable como tú, mi lejano amor.

Soy una mínima y completa estructura de pensamiento puro que cobija infinitas ideas.

Así son los dioses que pueblan el universo: partículas indivisibles que guardan la memoria vivida y contemplan y se llenan de experiencias. Ahora sé que todo mi pensamiento, no ocupa espacio ni tiempo. Soy un pensamiento libre de materia y estoy en todo lugar y tiempo expandiéndome a mi interior.

Hace unos segundos la oruga casi me devora y me he emocionado con la formación de una estrella que se ha convertido en una agujero negro a lo largo de millones de años en la escala temporal de la carne sufriente.

Sin cuerpo, en la dimensión cuántica el tiempo pasa tan veloz que puedo ver estrellas formarse e implosionar en un instante y tan lento como para reírme de la angustia que sentí en aquel bosque en miniatura hace unos segundos.

Todo ocurre al mismo tiempo, en un caos fascinante.

Soy un fenómeno cuántico producto del amor y la imaginación, de alguna forma me convertí en lo que buscaba. Y dentro de un millón de años o de una trillonésima parte de un segundo, no habrá variado nada, de lo que siento, lo que amo, temo y admiro. De lo que experimenté y descubrí. Soy un proceso libre.

Lo que importa es que ya no hay búsqueda y no es necesaria la esperanza. Soy un todo consciente liberado de toda carga, incluso atómica.

Y mi amor será eterno e indivisible como mi naturaleza cuántica.

Bye, amor, todo irá bien, te lo juro.



Iconoclasta

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11 de noviembre de 2024

lp--El caballo y el cautivo--ic


El caballo no está en un cercado, soy yo el que nací dentro.

Me observa desde fuera.

La alambrada la instalaron para mí y unos miles de millones más que no la perciben.

El tan cacareado “pecado original” es nacer en cautividad.

Puede parecer desolador; pero a todo se acostumbra o sensibiliza uno.

La libertad sólo se puede obtener viajando a un lejano planeta decente que puede que ni siquiera exista.

Así que no hay otra que habituarse a las alambradas y los hijos de puta que las tendieron y siguen tendiendo.

Me mira con indiferencia, tal vez con cierta compasión de ver a un animal incapaz de ser libre. Y debe concluir, como yo tras años de cautiverio, que visto uno vistos todos.

La especie humana cayó en manos de un timador y la libertad se fue a tomar por culo, incluso la del puto estado de mierda.

No sé a qué viene eso de la inteligencia de la especie humana.

Y mucho menos su valor.

Hay que escapar de La Tierra como sea, porque esta tristeza vital desarrolla tumores malignos que extingue a los humanos dentro de sus cercados.




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4 de noviembre de 2024

lp--Hay ternuras…--ic



Hay repentinas ternuras que estremecen las emociones y te hacen perder un par de latidos del corazón.

Con las que ya no puedes teorizar sobre la existencia de los sentimientos en los animales no humanos.

Y eso me lleva a pensar en la angustiosa y peligrosa inocencia que los desprotege tanto de los animales humanos. La inocencia es lo que realmente los define como no humanos.

¿Cómo no contagiarse de ellos repentinamente?

¿Cómo no sentirme de pronto un cabrón?




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3 de noviembre de 2024

lp--El húmedo y gris otoño--ic


El otoño es el Sr. Melancolía que suaviza las estridencias de nuestra vida para prepararnos a la crudeza del invierno.

¿Qué sería de la cordura humana si pasáramos de la calidez a la gelidez al instante, sin tener tiempo de evocar y añorar tiempos amables; consolarse de que llegará la templada luz y su color de nuevo?

Tiempo para crear esperanzas y despedirse un poco más relajados.

Y pienso que algo falló en mi concepción porque siento la tristeza de que el otoño es tan breve…

Saludo al Sr. Melancolía con un “¡Al fin, jefe! ¿Por qué ha tardado tanto?”.

Nací gris y quiero mi mundo gris.

Soy congénitamente melancólico, es posible que naciera un poco muerto.

Un ser de sangre fría…

Son cosas que no se pueden elegir. Y está bien, no me molesta.



Iconoclasta

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