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14 de diciembre de 2024

lp--Bellamente te consume--ic


Hace frío y la niebla rechaza el sol.

El frío agota más que nada el organismo; y pérfido te invita a dormir…

Rompe la piel de las manos y pies, se mete hasta el tuétano de los huesos.

Hasta el desánimo de no saber cuánto resistirás.

Congela el tiempo que se queda quieto como un último suspiro en la boca muerta.

Y a pesar de ello hace de la naturaleza una obra de arte de hermoso dramatismo.

El frío te consume bellamente, es astuto con sus trampas.

Es urgente desear tu calor que también me consume. Elegir tu piel que acapara los rayos del sol y te erige en este frío páramo en una diosa áurea.

Pero nada es perfecto ¿verdad, cielo?



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

24 de febrero de 2023

lp--Lo que dejó el invierno--ic

 

La primavera tendrá mucho trabajo para cubrir lo que el invierno devastó.

El caos que creó.

Necesitará millones de hojas para cubrir la vergüenza de los árboles desnudos.

Pero esa destrucción no obsta para caminar serenamente.

Incluso el ave podría volar, y sin embargo deambula majestuosa.

No hay fronda o color que distraiga o disimule los cables de la humanidad y sus postes de progreso.

Pero tampoco somos delicados. Somos bestias de aquellas del “camina o revienta” por donde sea y como sea.

Yo reviento, el pájaro no, está en mejor forma que yo. Aunque padece un ataque de vanidad aguda. Se exhibe con demasiada prepotencia para mi gusto.

Pájaros…

A pesar de mi cultivado cinismo, sin drama alguno se me escurre un lirismo que se derrama de los ojos a mi mano que lo escribe: los cables tendidos forman un pentagrama vacío.

Una música que nadie escribió.

O murió, como los árboles están aún en coma.

Tal vez el músico simplemente tenía frío y no prestó atención al pentagrama triste y sin música.

Suele pasar que la tristeza y la piedad atacan en cualquier momento, cuando parece que no hay peligro.

Soy yo el pentagrama vacío.

Cielo…

¿Dónde estás amor, para escribir las notas que no son, o no pudieron ser?

No importa el decorado, sea infernal, invernal o primaveral; siempre encuentro un lugar para ti en mi mundo. Una urgencia para que llegues.

Aquí, donde me he dado cuenta de que soy una nota caída, abandonada por su compositor.

Una música que murió sin sonar…

Siempre encuentro una causa para fundir mi pensamiento con el tuyo. Si no existieras ¿qué sería de mí?

Soy tenaz amando, no hay nada que lo impida.

Bueno… Morir es trampa, eso no vale para este caso. Si muero me llevo el punto ganado.

Ven, cielo. Llega a mí y compón la canción olvidada, cuelga las notas precisas en este caos.

No quiero ser desolación, no más.

No quiero ser lo que pisa el ave.

Quiero ser lo que te abraza y tú susurras las notas de la canción que no fue en el pentagrama abandonado.

Por favor…



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.