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17 de enero de 2024

lp--Autodescubrirse--ic


Una vez has conseguido describir y escribir con exactitud lo que piensas, sientes, deseas y temes, no podrás dejar de hacerlo.

Codificarse en precisas palabras para conocer lo que un día fuiste, y luego descubrirte; es el sorprendente y más importante conocimiento.

No eras consciente de qué y quién eras en aquel momento o lugar, no te habías detenido para hurgarte dentro.

Cambiamos constantemente con las experiencias que vivimos, con sus accidentes, decepciones y alegrías si las hubiera. 

No importa que no te guste lo que descubres de ti escrito en un cuaderno, importa conocer al verdadero bastardo que fuiste y mutó a algo, aún pendiente de su descripción por ese extraño a ti mismo que eres.



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

14 de enero de 2024

lp--Otro día que he despertado...--ic

Estoy suscrito a una compra recurrente en Amazon de despertadores, ni siquiera separo las pilas del despertador que estampo contra la pared, van a la misma bolsa de basura. A ver si consigo que envenenando el planeta envenenarme al comer mejillones en conserva, ya que dado mi desmesurado amor por mí mismo, creo anticuerpos contra el suicidio.

O sea, soy una contradicción con patas: al despertar soy yo por lo único que vale la pena vivir.

No soy feliz y la verdad es que me suda la polla la felicidad.

Huele a lo mismo que ayer. El sonido del planeta es el mismo y mi mente cautiva no consigue encontrar una razón por la que hoy, pueda ser distinto de ayer.

Y todas por las que pueda ser peor, por ejemplo: absoluta y desoladoramente indistinguible.

Los hay que por menos se suicidan; pero yo fui maldecido con el super poder de respirar el hastío como el aire limpio. El asco no consigue deprimirme, sólo acelerarme el pulso hinchando las venas de las sienes. Supongo que también las del cerebro.

Las del nabo requieren acción manual o una gran y obscena imaginación.

Entiendo que la experiencia es como un vertedero de basura donde se amontona la mierda y no se sabe qué hacer con ella, más que formar dunas y pirámides que envenenan a gaviotas y mendigos.

La experiencia es como el aceite que cubre el mar asfixiando a los pescados.

A las buenas cosas les falta el ingrediente de la durabilidad. Como el orgasmo que tras un minuto, no recuerdas haberlo sentido y te preguntas porque la leche se enfría tan rápida.

El placer no deja ni una sola cicatriz para la posteridad. Por eso busco el placer continuamente, nunca sacia.

Además tiene la propiedad de la caducidad, caduca antes que el jamón cocido. Y si se repite con frecuencia, llegará convertirse en tóxico y puro aburrimiento también. Estoy seguro de que los actores porno sueñan con los minions durante el rodaje.

Por lo cual, para darle un asomo de sordidez al placer y sea más duradero, pagas a alguien que sin profilaxis te mal folle.

Y si se da el caso, tienes el divorcio sin demasiadas discusiones.

Y ya. Si me apetece, mañana miro la güiquipedia y cito a Nietzsche que es cantidad de intelectual.



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

 

12 de enero de 2024

lp--La Constitución, la biblia de los dictadores ibéricos--ic


La narco dictadura española avanza legal, constitucional y moralmente con el cariño de su endogámica ciudadanía a una nueva España Feudal, donde la plebe pueda seguir comiendo desperdicios y mierda como antaño; las sobras que la aristocracia o clase política lance a la calle desde los balcones de sus palacios. Donde las noches en los hogares, serán la vuelta a despiojarse unos a otros frente a un televisor que emite mierda.

Donde los favoritos del Estado Español se llevarán a la boca la carroña con más magro. Sin embargo, los favoritos son tan pocos que la guerra será la única solución posible al problema de la segregación, humillación y miseria de la casta paria o asalariada no funcionaria. Era un lucha continua en los oscurantistas feudos medievales como lo sigue siendo hoy España.

Si un dictador decreta que sobornar, corromper, asesinar y torturar es constitucional y ajustado a pleno derecho, no hay duda alguna de que es legal porque está avalado además, por una caterva de jueces que cobran multimillonarios sobornos; como así ocurría en la España Franquista y ahora en la España del rey Sánchez I el Arribista.

Actualmente en España, toda mierda, humillación y crimen llevado a cabo por el Estado es constitucional, legal y avalado por sus corruptos jueces. Esto significa, ni más ni menos, que la constitución española es un documento podrido en su redacción, pergeñado para todo dictador o esquizofrénico que se hiciera con el poder. Una putrefacción ética en bucle sin fin que se alimenta de la sangre asalariada no funcionaria, eminentemente ignorante, cobarde y servil.

La constitución española se creó como un manual para dictadores genocidas, y liturgia y catequesis de la corrupción. Porque la constitución española permite la impunidad de todo político criminal y las perversiones legales que requieran para que el dictador permanezca en el poder.

La constitución española es el cheque en blanco para un asesino elegido “democráticamente”.

Esta revista pornográfica que es la constitución, un conjunto de leyes y “derechos” redactado por endogámicos y próceres de la oscura España en pro de la corrupción y el fascismo asesino, se le hizo votar al pueblo endogámico español como un dechado de ética y equidad de mierda.

Por eso hoy, un esquizofrénico atormentado por su homosexualismo, ha podido comprar su presidencia constitucional y legalmente.

Dejando de lado la constitución de mierda, lo que está claro es que no mueren con la necesaria cantidad y frecuencia los suficientes jerarcas para eliminar la peste fascista ibérica.

Estamos abandonados en un nicho de infecto fascismo, en una península milenariamente aislada del conocimiento y la ética.



Iconoclasta

8 de enero de 2024

lp--Un elogio a la ternura--ic

 


El viento ululaba poderoso y tenebroso entre las ramas desnudas y las frondosas perennes. Entre los retorcidos arbustos y las alegrías del viajero que, como arañas de algodón se ofrecen como alimento a la esperanza en los márgenes del camino.

De repente, una ráfaga de aire hacía del ulular un bramido de algo que cae y aplasta; tan fuerte que me hacía perder el equilibrio. El aire colisionaba tan rápido contra mi rostro, que no podía respirarlo, se me escapaba...

El caos me disolvía como una escultura de arena, creía diluirme arrastrado en partículas infinitesimales.

Y miré al sol, pidiéndole el calor que el viento me robaba: ¡Vamos hombre, no puede hacer daño un rayo de calor!

De repente la epifanía... Era ella y sus labios cálidos confortando los míos quebrados en un acto de indisimulada urgencia.

Apartó el viento de mis oídos para susurrarme cosas incomprensibles, secretos que me hacían vibrar el alma. Yo inclinaba el oído hacia su boca con un placer de ojos entrecerrados al hacerme cosquillas, tiernos escalofríos con sus labios percutiendo pegados a mi piel.

Siempre habla graciosa y rápida transmitiendo poderosamente la certeza y la paz de que todo está bien. Sus ojos esplenden rayos de amor como dos estrellas.

Algunas ramas descendían hacia mí porque el viento, absurdamente, soplaba demente del cielo a la tierra. Y me quité un guante para sentir sus dedos entre los míos.

Mi pierna-árbol de resquebrajada corteza rompió las raíces que la anclaban angustiosa y vergonzosamente a la tierra cuando ella alegremente tiró de mí.

No recuerdo cómo volé y por dónde de su mano, cuánto tiempo pasó hasta que me encontré frente al portal de casa.

Todo era ella en el mundo.

Recuerdo un último beso veloz como sus palabras de amor.

Mantengo el sabor y la calidez de sus labios aún en los míos como una prueba forense de su existencia.

Me sonreía con el cabello deliciosamente revuelto, montando una ola de viento hacia su mundo. Yo sólo acerté a decir: ¡Adiós, amor!

Como un apóstol, escribí lentamente su epifanía.

Para que la demencia no la olvidara.

Un testamento a nadie.

Un evangelio apócrifo en el que me refugio cuando tanto la extraño perdido entre el viento rugiente.

Releyendo o reviviendo lo imposible que ocurrió, mis dedos se mueven inquietos entrelazándose en los suyos.

Y durante un instante inconmensurable, la realidad se fractura y un viejo niño vuelve a sonreír con la mágica tristeza de un viento cálido escapándose entre sus dedos con el rostro aún iluminado por tres soles.



Iconoclasta

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5 de enero de 2024

lp--Los amores fallidos--ic


Los hay que tienen un grave conflicto con el amor y sus imposibilidades.

Ocurre cuando existe el amor real y las posibilidades se escriben con el humo de un cigarrillo en día de viento.

Existen infinidad de formas para explicar y llorar las tragedias del amor; pero sólo son efectivas las crudas y precisas, sin eufemismos y circunloquios.

No existe forma alguna de conciliar el amor con la distancia y el tiempo cuando están desincronizados.

O arrancan juntos los dos latidos de los amantes o están condenados.

A la amistad, la fraternidad y el amor filial no sólo no les afecta la distancia y el tiempo; incluso con distancia y tiempo mejoran, se enaltecen. No son emociones carnales donde el sexo sella la unión del deseo y la ternura.

No te follas a los hijos para consagrar tu amor.

El amor de hombre y mujer es espíritu y carne. Y deben sincronizarse en el tiempo y las distancias: si estás en la vejez, debes ser consecuente, como si estuvieras a diez millones de años luz de distancia, en un planeta que explotó.

Si falla la espiritualidad, la carne sabe insípida y piensas en el precio cuando pagas.

Y si falta la carne, te quedas sólo con el cinco por ciento del total del espíritu. Que nadie piense que lo espiritual es vital, somos casi cien por cien animales, todo nuestro peso es carne; el espíritu es un pequeño porcentaje, ocupa un espacio mínimo entre los huesos, la carne y la piel.

Mientras intentas cuadrar ese amor por una vana y rebuscada esperanza imposible de materializar, las carnes se marchitan y los espíritus se desecan.

Es necesaria la madurez para reconocer la imposibilidad y acabar con el tormento que no conduce más que a la tristeza y desesperación.

Lo que ha de morir, debe morir.

Que el amor muera lenta e indoloramente, dependerá de cuánto deseo y tristeza has derrochado en cuadrar lo imposible. Aquel deseo y afán no satisfecho, al cabo del tiempo se convierte en un alivio al verlo muerto. Es una carga que te arrancas de los hombros y te lastraba en la tierra ardiente y doliente.

Es importante que a los amores que nacen muertos, a pesar de reconocerlo, darles un tiempo de expansión e ilusión para que se desengañen por sí mismos. Así evitas que espíritu y carne se desgarren con ese dolor de pesadilla que tanto tememos; el espíritu y la carne se acomodan a sus propios fracasos si les das tiempo.

Se debe hacer espacio, liberar ese cadáver de amor para otras posibilidades, el mundo no está lleno de amor; pero la soledad tampoco abunda, es una costosa gema.

Que cada cual haga lo que deba.

O lo que pueda.

Es fácil concluir que si llevas décadas viviendo en soledad, puedes morir solo sin ningún problema, puede que incluso tu muerte anónima sea grata.

Morir no requiere de explicaciones a nadie.

Tal vez caigas, ante la proximidad de la muerte, en la tentación de a quien amaste un día pedirle perdón por tu imposibilidad y torpeza; pero no sería bueno; pudiera estar viviendo un nuevo amor. Las palabras surgidas del pasado estropean y enturbian el presente. No necesitas humillarte y disgustar a nadie por un romanticismo que no existe más que para el egoísmo de darte importancia en el morir.

No importa cuán numerosos sean los amores fallidos, recuerda que consuelo de muchos es consuelo de tontos.

Ten clase, elegancia, llora lo que debas después de haber cumplido con tu deber.

Piensa en el soldadito de plomo y su bailarina: en la versión para adultos no quedó nada de ellos tras deshacerse en el fuego de la chimenea.

Cuando éramos pequeños la gente sabia nos preparaba para lo temible...

Y cambiaron a los sabios por idiotas y ahora engañan a los niños.

A lo mejor no fueron fallidos los amores.

Tal vez no es la palabra correcta o piadosa; pero qué más da el nombre del cadáver.



Iconoclasta

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1 de enero de 2024

lp--Otro puto año nuevo del Estado--ic


Cada año se me hace más difícil mantener mi sonrisa cínica durante la festividad del puto año nuevo del Estado, en el que en su primer día de mierda soltará sus cochinos decretos de las nuevas extorsiones que entran en vigor desde el uno de enero, nuevos robos,  usuras, humillaciones, prohibiciones y prevaricaciones. Tal vez te digan, que tu padre tenía los cojones trasplantados, que no nació hombre. Y que tu madre llegó a tener una barba que le cubría los pezones y su leche era rancia.

Porque, de eso va celebrar el año nuevo administrativo del Estado. Festejar y brindar borregamente y en multitud los robos y la humillación del puto gobierno. La última noche y con la última campanada, lanzarán sus programaciones de robo y extorsión. Y con la tripa llena y la resaca, el primer día del año nuevo asqueroso lo pasarás imbécilmente anestesiado.

Y el día dos te pondrás a trabajar para esa caterva de ladrones impresores de decretos o puros excrementos que servirán para cebarlos otro año más; sin dejar de sentir difusamente que algo ha ido mal en la última noche del año y su primer día. Que en un momento de lucidez no entiendes por qué cojones tanta celebración para una mierda de noche vulgar como la puta de los viernes en la zona de discotecas del extrarradio.

A menos que hayas nacido en un uno de enero, no entiendo qué coño hay que celebrar.

Cada año nuevo es más asfixiante, más hipócrita, más imbécil... Más humillante.

Más asesino y eucarísticamente fascista totalitarista.

Doce campanadas y doce uvas envenenadas.

Doce balas.

Doce cuchilladas.

Doce robos a tu nómina (de cada cerdo ministerio).

No hay suficientes uvas del asco, del odio y la ira para celebrar otro nuevo y repugnante año administrativo del mierdoso Estado.

Antes de brindar, mucho antes del porro de maría o hachís, o de la rayita de coca. Antes de meter la mano en el coño de vuestra cuñada bajo la mesa, ya estabais ciegos.



Iconoclasta

29 de diciembre de 2023

lp--Una demencia colectiva--ic


Hay una grave psicosis, una demencia colectiva. La chusma cree, hoy más que nunca, en charlatanes sectarios políticos y religiosos. Como en el inicio de las sociedades humanas, cuando se hizo el primer pacto social por el que la especie humana se degradaría miserablemente hasta convertirse en la masa amorfa, quejumbrosa y cobarde que es hoy.

La chusma se queda encantada mirando a su líder ladrón que le dice cosas estúpidas, mentiras que quiere oír, sin asomo alguno de madurez intelectual, sólo genital; cree las mentiras de un político ladrón y asesino.

Y lo hace con los ojos muy abiertos y con las orejas tiesas prestando toda su atención al telepredicador. Leyendo infantiles mensajes en las redes sociales de sus dioses, que no superan las veinte palabras, el máximo entendimiento del humano tipo en la actualidad.

Esperan expectantes, esperanzados y boquiabiertos mirando al líder que raja desde el púlpito, que les eche en sus rostros ignorantes e imbéciles su caliente lluvia dorada.

Su sermón genital.

Como desde los inicios de los tiempos...

Para una especie animal, sesenta o treinta mil años son breves etapas en su evolución e historia.

La especie humana ha fallado en su inicio, la cobardía de aquellos que sellaron el primer pacto social, su legado, es el único y real pecado original con el que nacemos. Y ese pecado original, es la castración de la verdadera especie que fuimos, su aniquilación.

Y luego, acto seguido, se inventó la palabra magnicidio, como si asesinar al líder político o religioso fuera matar a un ser superior.

El magnicidio convirtió en vulgares cerdos nacidos para el sacrificio a los que no formaran parte del Estado.

Está tan sucia la especie humana que ya sólo sirve para combustible.



Iconoclasta

27 de diciembre de 2023

lp--La humanidad adulterada--ic

Si el ser humano retornara a su naturaleza, aquella que le llevó a sobrevivir en un mundo hostil y evolucionar. Si olvidara las mentiras de dioses, paraísos, resurrecciones y reencarnaciones haría su presente, su vida mejor. Que es lo único de lo que puede disfrutar hasta que muera y desparezca del universo.

Esto llevaría también a la incredulidad hacia seres soberanos y líderes políticos, ambos encarnando actualmente, en pleno siglo XXI como en el medievo, un carácter divino, la encarnación de un dios.

El problema de que la especie humana degenerara, siempre ha sido la religión y su evolución: la política.

Ambas han arrastrado a los humanos a cohabitar adocenados en pequeños espacios, vivir miserablemente en pro de una vida post mortem paradisíaca y un futuro engañoso y venenoso que no vivirán. Ni siquiera sus nietos.

Si el ser humano retornara a su naturaleza libre, los corruptos codiciosos y ambiciosos políticos y líderes religiosos; sus cráneos vaciados y pulidos servirían para cocinar, incluso en modernas cocinas de inducción.

El ser humano perdió su libertad y gracia por aceptar por cobardía una protección mafiosa: el Estado. Primero creyó al hechicero charlatán de la tribu, éste se convirtió en sacerdote, luego en dios-emperador, siguió como rey o papa y actualmente en líder político de una formación de moda, básicamente un telepredicador dirigiéndose a una chusma de pocas luces, crédula como sus antepasados y tan cobarde como ellos.

Y ahora en pleno siglo XXI la especie humana es poco más que una variedad porcina. Apenas se distingue de un cerdo de granja en el tratamiento que le da el Estado a su mísera vida.

Ha sido tan escrupulosa y secular la selección ganadera que el Estado ha realizado en las distintas razas humanas, eliminando las reses libres y no obedientes por variedades mansas, que ya no existe posibilidad alguna de que la especie humana vuelva a ser digna.

La humanidad adulterada por dioses y Estado, hoy es una especie insectil y sin alma. Lo cual es gracioso, porque creen tenerla y por ello rezan a toscos muñecos, símbolos y libros vacíos de interés e inteligencia. Y por supuesto, se arrodillan y venden a sus hijos al primer telepredicador “demócrata” que les miente con paternalismo, con voz flojita y falsa de meapilas.

Ahora sólo espera sin saberlo, una gran extinción: las reses de superávit que al Estado le sobran por cuestiones de logística y así purificar con más precisión genética las razas humanas con reses más mansas y obedientes que coman menos, las que el Estado permitirá vivir. O dios.



Iconoclasta

22 de diciembre de 2023

lp--Un bellonstruoso ocaso--ic


Desde el antiguo puente del Raval, sobre el cauce del Freser, he sentido estar en el palco principal del Gran Teatro Planetario.

El cortejo fúnebre más bello.

Y yo solo y aplastado en el palco de honor por el peso de una belleza casi voraz. Sin ser nada, sin ser nadie.

Sin merecerlo.

Un ocaso tan hermoso como monstruoso.

Me pregunto qué veneno lleva el cielo, porque sé que las cosas más bellas del planeta son venenosas y cortantes para evitar que los mediocres las marchiten.

Las nubes parecían dirigirse a devorar los restos del sol agonizante, teñidas de sus últimos estertores lumínicos.

El sol en agonía...

La lucha del Este contra el Oeste.

Y al igual que ocurrió con la última corona lunar, nadie miraba la bellonstruosidad que pasaba sobre sus cabezas.

El espectáculo planetario, el desfile de la grandeza y del color.

Si la televisión o internet (el Estado en definitiva) no lo anuncia, nadie mira al cielo oscuro del anochecer.

Caminan con las cabezas gachas, con temor, con servilismo; como si llevaran un bozal que los humillara. Caminan con el reflejo sucio de un teléfono en sus ojos incoloros y velados, con el cerebro desconectado del planeta.

Son tan dolientes los colores...

Sin opción a filtros o corrección alguna, porque es una creación perfecta. Insuperable, inimaginable cuando te encuentras ante ella.

Y tan grandes los espacios, amor... Y nosotros tan pequeños que sólo puedo pensar que un fenómeno cósmico nos enfrentó y nos reconocimos en una fracción de segundo, con el ángulo exacto del tiempo y la luz.

Desde este viejo y pétreo púlpito, con las manos ateridas por el aire gélido que arrastra el río, observo este inefable y efímero momento de apoteosis. Apenas durará un minuto, el tiempo que el sol recorra tan solo un milímetro más hundiéndose en el camposanto del Oeste.

Todo lo bello está ahí, todo el arte y toda la grandeza.

Si estuvieras aquí... Hubiera cogido tu mano, no sé si atemorizado o epatado, buscando tu calor y la fuerza de tu cariño para que las nubes no me arrastraran a la oscuridad donde muere el sol.

Porque es tentador seguir el rumbo hacia el bellonstruoso ocaso de malva agonía.



Iconoclasta

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19 de diciembre de 2023

lp--Vivir en la gélida sombra--ic

Desde que a finales del otoño caen las primeras heladas nocturnas, el hielo en algunos lugares no se derrite y se acumula noche tras noche, allá donde el débil sol invernal no puede llegar porque las montañas crean umbrías que se extienden por la tierra.

Sombras que el frío pinta de blanco cada noche y cuyos contornos observo con la curiosidad de mi pensamiento atávico e inquebrantablemente asombrado.

Los parajes son metáforas de uno mismo; es un ejercicio, a veces cruel, encontrarlas o formarlas o deformarlas. O pervertirlas para que todo cuadre en tu cabeza.

Metáforas y coincidencias del pensamiento necesitado y voraz de vida y muerte, calor y frío, hambre y comida, dolor y follar...

Los lugares son eternos, estuvieron allí en el nacimiento del primer humano y continuarán cuando muera el último. Al morar en ellos, la tierra y su hielo nos contamina de sí misma.

Unos, los más, buscan la luz y la calidez. Yo estoy bien entre la escarcha acumulada, vieja y agreste porque no hay nadie en ella.

He visto asaz de humanos, los conozco a todos.

Duele más un golpe en la carne fría que la caliente.

Sin embargo, necesitas profundizar más el filo en la carne fría para que sangre. Si has de cortarte las venas o tirarte por un precipicio, que sea en tierra cálida; todo son ventajas para los inquietos suicidas.

Frente al definido límite de lo templado y lo helado, es parecido a asomarse a un barranco, pero sin muerte. Un paso más y metes el pie en la frialdad. En ambos casos, inevitablemente, imaginas con inquietud la consecuencia de avanzar.

Caminando por el hielo los pies pierden temperatura gradualmente en un acto parecido al de la muerte, así se deben enfriar los cadáveres.

No importa, no soy forense.

Es por no callar, sufro verborrea aguda.

Pero si fuera forense, llenaría de ceniza la fría boca del cadáver al que no le molesta ya quien fuma.

Si das el paso al bando blanco sentirás el hielo crujir, la suela de la bota enfriarse y los dedos encogerse incómodos. Y un poco más tarde, babosas que trepan por tus piernas robando el calor la sangre.

Me gusta pisar con fuerza el hielo y el crujir de mis botas que hace los pasos potentes, lo que no son en la tierra templada...

Aún me quedan rastros de una injustificada vanidad.

Es un hielo bueno, que no parte los huesos haciéndolos salir astillados por la carne, como cuando caes al resbalar velozmente en el pavimento de la sucia ciudad.

Con cierto esfuerzo, habitamos donde debemos o elegimos.

Si podemos...

Porque nacemos en cautividad y es difícil escapar de los cochinos amos y sus mierdosas calles y ciudades.

Hay lugares a los que no llega la calidez de la luz en todo el día, en todo el invierno.

Permanecen mudos en la gélida luz, esperando el ansiado próximo equinoccio, como las ramas desnudas de los árboles pidiéndole al cielo algo de calor.

Tienen algo cruel y viejo las zonas heladas a pesar de su blancura que evoca bondad.

En el hielo la piel se llena de una escarcha que te come la energía y te detienes a menudo, más que cansado, harto al final del invierno.

Y te preguntas cosas absurdas al observar la luz detenerse ante la raya que separa blanco y tierra: ¿teme la luz congelarse? Es como un perro que furioso ladra, pero no da un paso más.

Afirmo también, en base a la experiencia, que la esperanza es lo primero que se pierde y se congela durante eones en ese paraje donde hay una luz insuficiente para templar los sueños.

No hay esperanza alguna para sentir la calidez de la piel amada; sin embargo, con el primer paso del día en el hielo, pienso en ella y su calidez.

Pareciera entonces que el hielo se deshace y chapoteo en agua.

Mi amada cálida puede más que el sol...

La esperanza está congelada; pero el amor y la fantasía de amarla es un fuego imparable que hace mis pasos líquidos como su lejana mirada que me diluye todo por dentro.

El humo del cigarrillo no sube con la frialdad del aire y su rostro se dibuja en la voluta de humo flotante.

Una comadreja, con su coqueta mancha blanca en el pecho me mira de lejos con curiosidad, se pregunta si estoy vivo o muerto en el páramo de nadie.

Bueno, puede que no esté muy vivo.



Iconoclasta

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16 de diciembre de 2023

lp--Desde mi tumor--ic

Pienso que con tantos millones de humanos presionando la corteza terrestre hasta la ruptura, no hay suficientes muertes.

No tardará en faltar espacio para expandir los pulmones y respirar.

Es necesario que la muerte haga su trabajo.

Que surja una especie animal cuyo alimento sea exclusivamente la carne humana.

O eso, o que en los transportes públicos, cines y edificios-colmena; en asientos, paredes y mamparas se instalen pantallas de Rayos X camufladas con publicidad, a la altura adecuada para que radien constantemente los genitales de los usuarios y vecinos. Sería una solución incruenta.

Pienso que hay demasiado amor en el mundo, amores infundados y fabricados según las circunstancias y que se confunden con reproducción por una cuestión de ignorancia y una vanidad injustificada.

Yo sólo quiero a dos o tres personas, no es por elitismo o ser celosamente selectivo. Es fisiología, mi cerebro tiene un estrecho canal afectuoso. Y el puto Amazonas como canal de libertad y fascinación por los espacios libres.

Llegan fechas institucionales de paz y mierda, con los arrebatos angelicales de bondad en todo su esplendor hipócrita y mezquino tan propios de la eufórica y alcohólica narcosis navideña. Y yo me retraigo hacia el negro tumor de mi cerebro, donde el exceso de azúcar no puede penetrar y sólo caben los muy pocos que quiero.

Aquel mendigo mitológico, Jesucristo, murió por “nosotros”.

Bien, tanto celebrarlo con lloriqueos de ternura y empatía; pero nadie toma ejemplo y se deja destripar y crucificar.

Se celebra paranoicamente la vida y se ofrecen los mejores deseos a los millones de desconocidos e indiferentes seres que hay en el mundo. Y la pragmática y sincera muerte se asfixia entre bisturís, vacunas, pastillas, oxígeno en lata y otros tratamientos médicos. Con los edictos fascistas de los “padres bondadosos” que velan por la salud y productividad de sus millones de reses contributivas. Que salmodian como villancicos lo mala que es la libertad para la salud y que un cigarrillo mata más que los asesinos que ellos dotan de armas y misiles, recompensan y aúpan a su nazista órbita de poder.

El amo nazi adoctrina a sus borregos que aquellos que degüellan, aplastan con coches y revientan con explosiones a seres humanos en el nombre de Alá, son ahora sus amigos del alma. Que el islam, a pesar de decir que hará de todas las naciones su reino mediante el terror y la muerte, es amigo navideño. Se les debe amor a los asesinos sectarios, dice su ilustrísima nazi del coronavirus.

Mágicamente, de la noche a la mañana, aquellos que odian a los que no rezan a su dios, se han convertido en seres de luz. ¿No es precioso, después de siglos de matanzas, que de repente se obre el milagro merced a un líder nazi de una falsa “democracia”?

Y los borregos decadentes y serviles del amo nazi se apresuran a salir a la calle con todo su amor y banderas que no son suyas, a dar el aleluya a sus nuevos y amados amigos.

Cada pueblo tiene el líder nazi que se merece, y por tanto la muerte que se merece también.

La propia conciencia insectil de la humanidad, pide a gritos su propia muerte porque se reconoce venenosa y plaga. Asqueada de sí misma a nivel instintivo.

Desde mi tumor, el que siempre protegí de curas y tratamientos, soy el megáfono del oculto y oscuro pensamiento del hombre sin doctrina y sin amo.

Hay tanto amor, que irremediablemente voy a ir a vomitar al cementerio, el mejor sitio para ello. Si no los amé en vida, mucho menos sus esqueletos.

Tal vez sean ellos, los asesinos sectarios, la nueva especie animal que se alimentará exclusivamente de seres humanos.

Me parece una buena idea que la chusma sea asesinada por la mano amiguísima de quien ama. Es una ternura que dejará espacio.

No importan los medios, importa el fin, generar espacio e higiene para mis pulmones.

No pueden hacer daño unas navidades oscuras como este tumor, este refugio anti hipocresía desde el que divago. No a mí, claro.

Más vale una docena viviendo dignamente que millones lloriqueando frente a sus móviles y sus mensajes de blanca imbecilidad.

Blanca pornografía de corridas níveas....

Desde el negro tumor de mi cerebro: feliz navidad y sus millones de muertes. Y el más kilotónico y aterrador fin de año.

Y si comienza otro, que sea el año uno garabateado con un pedazo de uranio en las paredes de una caverna gélida y oscura.

Hay quien discutirá que sería el año cero. Bien, me suda la polla, al fin y al cabo el cero es el símbolo de la nada, me parece genial también.

Siempre vi problemas cerebrales en mis profesores en sus salmos cuando intentaban castrarme y adoctrinarme en la escuela. Siempre veo problemas mentales de subnormalidad en los decretos de paz y amor del jerarca y su fascismo que no cesa, como un parásito que me amenaza desde mi nacimiento.

Y exhibo con orgullo ese fracaso “escolar” cuando me apetece acariciándome el rabo.

Soy humano, tengo mis vanidades.

No podían ellos saber de mi poderoso tumor y refugio anti amor gratuito e indiscriminado.

Lerdos...



Iconoclasta

 

9 de diciembre de 2023

lp--Conciliar el alma con la carne--ic

El gran problema del cuerpo es el alma que lo humilla haciéndole creer que es un super cuerpo con superpoderes.

El alma es todo emotividad e ilusión. Espiritualidad sin descanso.

Pero la vía del dolor y el placer es la carne, siendo el dolor lo más habitual.

Calor, frío o indiferencia en el mejor de los casos.

Al no tener nervios el alma no conoce el dolor, ni el placer más que como poesía o ilusión para recrear tragedias y romances oníricos. Y como es el dolor lo que hace realmente notoria la vida y es el parásito pegado a la piel desde el nacimiento, el placer se queda en mera anécdota y una exaltación excelsa del alma de la reproducción, la cópula sexual.

Y así en toda situación, momento y lugar; con el deseo, la libertad y el planeta entero. Si le das libertad al alma convertirá tu vida en un falso paraíso aún que no eres cadáver.

He sido lo suficientemente hábil para domar el alma, hasta el punto de dudar si la tengo.

He amorrado mi alma contra mi sexo y el de mi puta para que tuviera un atisbo del acre y fuerte olor de los genitales, que no huelen a rosas o esencias divinas, sino a humores sexuales dulzones y picantes como el ácido olor de los restos de orina y su animalidad afrodisíaca. Como a mí me apasiona y excita, sin circunloquios de poetas con el alma escindida del cuerpo, ingenuos...

Mi alma es conocedora del agrio aroma a sudor de mi carne, la que como y follo. Y evoca su coño en toda su magnitud, fragancia, viscosidad, elasticidad y sabor, con el más obsceno pragmatismo y deseo animal.

Hace eones que mi espíritu aprendió de la carne y no la humilla con rebuscadas imágenes idílicas, extraterrenales aromas y gemidos de mitológicas posesiones.

Mi alma asume los jadeos animales de lucha, posesión y placer. Un cansancio acumulado de dolor y frustración que se diluyen por unos segundos con el semen mezclándose con su viscosidad en la cópula.

Y así, sin engaños, admiro con profunda emoción las cercanas y abruptas montañas y las nubes que las acarician masturbándolas.

Precioso...

Las amo por lo que son en realidad, sabiendo que caminando por ellas y sus nieblas, la muerte, el dolor y el cansancio se hacen posibilidad en mi alma como el frío y el deseo angustioso de encontrar refugio y sobrevivir.

No ser cazado, no caer y partirse las piernas o la cabeza dentro de esa bella foto que el alma en su ignorancia, juzgaba como el sumun de lo idílico.

Aprendí a amar y admirar a pesar de la verdad de la carne y su dolor, a pesar de las fantasías del alma ignorante y cándida.

Los reyes magos no existen; sólo importa su sabor aún en mi boca, la textura de sus endurecidos pezones o la agridulce baba de su coño.

Y mi rabo oliendo a ella...

Mi cuerpo es uno con el alma, sin remilgos y con la adecuada pasión y fuerza.

Ya no sé cuándo perdí la gracia de la ingenuidad. Y ahora amo lo bello a pesar del terror y el miedo que pueda prometer. Amo el sexo crudo como despertar con una ternura al lado de quien amo.

Amo a las hostiles montañas y sus nieblas que me dejan ciego.

Mi alma se hace vieja conmigo, íntimamente insertada en cada fibra muscular.

Moriremos juntos, sin fantasías.



Iconoclasta

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1 de diciembre de 2023

lp--La Luna con corona--ic


La Luna y su corona, un halo multicolor que la convierte en un sol frío, en un ojo abierto en la oscuridad del cielo.

Un búho cósmico ha abierto un párpado...

Vale la pena alzar la mirada al cielo nocturno y observar a la voluble Luna.

Es tan fascinante que obliga a observarse uno mismo presa de las aleatoriedades de la vida y las cosas malas que ofrece a los que no nacimos en el tiempo y lugar correctos. Y caes en la cuenta de la inmensa oscuridad que eres. Que no luces, no brillas, no hay nada que te corone.

No fascinas.

Sólo te matan.

Y es inevitable pensar en ti como la luz a la que me aferro en mi negritud.

Otra vez...

Eres mi Luna. Ojalá fuera yo la corona que te rodeara, ser tu halo es una de esas imposibilidades que me preocupan: no rodearte entera y hacer de ti una perla en mi núcleo de apagados colores.

Te pienso sostenidamente, perdido en ti; y en lugar de fría y lejana, la Luna se hace cálida como las caricias de los amantes desfallecidos.

Hoy la Luna luce con corona, es su majestad de las noches frías.

El centro de oro en una gélida aurora boreal que la envuelve.


Y alzamos la mirada a la majestad, preguntándonos si conoce nuestra existencia.

Es tan deseable como letal.

Una corona lunar... Podría ser que la Luna se siente alegre o tal vez furiosa, no sé... Depende de la tristeza de mis días.

No sé qué pensar, me pierdo en mí mismo.

Concluyo que a la Luna no le queda bien la corona. Está muy guapa desnuda y blanca. La corona la vulgariza.

No es habitual que luzca como un átomo, el más grande del cielo; pero cuando lo hace pierde la nitidez y la pureza de su piel de plata.

A la Luna la amo desnuda, como tú ante mí.

La Luna y tú nacisteis para ofrecerme un atisbo de la belleza más pura, una condescendencia piadosa para un ser mínimo como yo.

También es fría y me roba el calor de la mirada cuando más falta me hace, cuando hace obvio que estoy abandonado aquí.

Te quiero desnuda, os quiero desnudas y frágiles en mis brazos, sentir así que existo, que no soy inmaterial a vosotras.

Es posible que no quiera corona y se sienta agobiada. Enfadada.

Cansada de protocolos...

Aún así impacta con su corona de poder.

¿Y si la Luna está enojada y muestra su halo de oscuros colores de guerra?

Tal vez se sienta así más sola, encerrada en su propia ira.

Sola e irritada allá arriba...

Con lo bella que es desnuda y blanca, fría y lejana, vanidosa y hostil.

Tanto deseos y sueños que provoca, y tan letal...

Tan árida.

Es el cadáver más cercano a nosotros en el espacio y algunos pretenden hacerla diosa, guardiana piadosa y la personificación de los amantes bajo el influjo de su conjuro de lechoso amor y fría luz.

Quieren verla así porque rechazan la muerte que hay en el universo. Ingenua y cobardemente se obstinan en creer que al morir no mueren y vivirán en algún lugar del cosmos venenoso y congelador.

Los humanos son cobardes y la Luna indiferente a quien vive y muere.

A veces pienso que cuando esté tan muerto como la Luna, mi vapor subirá hasta ella y descenderé en su superficie, como el polvo que la cubre. Y así, tal vez, observe a las cosas vivas de la tierra sin sentir nada por ellos, como si nunca hubiera estado allá, donde he estado muriendo toda mi vida.

Estar sobre tu piel desnuda y ya no esperar, sólo estar en paz.



Iconoclasta

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25 de noviembre de 2023

lp--Lo que no puedo contar--ic

Podría contar miles de cosas que he visto y vivido; pero la tristeza reside en las que he perdido y las que se quedan en mi oscuridad.

No es algo que pregonar con orgullo y alegremente, lo vivido y lo ignoto; pero insisto en que lo escrito es la tridimensionalidad del pensamiento.

Parafraseando un título de James Bond: Sólo para mis ojos.

Para mis secos ojos ciegos.

Para mis ojos sepultados.

Muertos de una puta vez.

Llenos de tierra.



Iconoclasta

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19 de noviembre de 2023

lp--Irremediablemente mortal--ic



No creo en mi alma, soy más del cerebro.

Lo cual, me hace irremediablemente mortal porque sólo las almas se reciclan en otra dimensión, en otro cuerpo, en algún paraíso, en el infierno o cuelgan como invisibles materias oscuras en el cosmos esperando algo que no llegará nunca.

Tampoco creo en vuestras almas. El vapor que desprende un cadáver carece de identidad.

Lo sé por el humo del tabaco que no habla y porque he visto muertos; como los seres que quise y se pudrieron sin más.

Es importante la palabra adecuada para que defina el preciso pensamiento.

La exacta tristeza.

El silencio define la ausencia de todo.

Un silencio es una muerte.

Una palabra exhalada o escrita es un pedazo de vida, tal vez de una longitud de dos segundos a lo sumo.

El vapor es un silencio sin boca ni manos, mi cerebro seco exactamente.

No es algo malo, tan solo es una tragedia más de nuestra tangibilidad.

Y el amor es la necesaria ilusión para desear la opacidad de la carne.

Aunque también el odio...

Pero mientras somos sólidos podemos elegir. Cada cual usa su carne según sus posibilidades, según su peso.

Según defina con exactitud o ambigüedad la comprensión de lo que le rodea.

Tengo un millón de razones para odiar antes de ser vapor.

Y sólo una para amar: tú.

Elijo el amor contigo y, tal vez, un día hacerme vapor deshilachándome con un pequeño calor entre tus dedos y en tu cabello cuando cubre mi rostro aislándome en ti.



Iconoclasta

18 de noviembre de 2023

lp--Las democracias: el gran fracaso del siglo XXI--ic


Lo repugnante e indigno de esta sociedad consumista “democrática” (sus ciudadanos, porque la casta político-estafadora está en otra órbita que nada tiene que ver) que alardea de conocimiento y tecnología, está en que pide y suplica como en los tiempos oscuros (sin electricidad), un dictador y un dios que la castigue y pastoree indignamente: que le dicte qué pensar y qué decir si tiene permiso para ello.

Esta sociedad cobarde de afeminamiento, infantilismo y haraganes quiere ser cuidada y alimentada, depender como ganado del Estado Agrícola. Para ello, vende su dignidad, libertad y a sus hijos para que los jerarcas “democráticos” los conviertan en cosa como ellos, sus padres.

La sociedad de hoy, ciega y dependiente hasta el sectarismo del Estado, es la misma que la de hace ciento cincuenta años, y espera que el gobierno le sirva para su comodidad y descanso unas brazadas de forraje para comer a través de los barrotes de una jaula.

La misma sociedad tipo que en España entronó a Franco como norte de sus vidas, entrona al corrupto arribista Sánchez de hoy. O a cualquier otro iluminado que llene sus orejas cobardes y temblonas de ratón, de unas pocas palabras estúpidas y sin sentido surgidas de los belfos ambiciosos y babosos de los políticos curalotodo que, les enseñan también a follar como es debido en su “democracia” bastarda.

Ya no se mueren los ciudadanos de hambre en las calles, de momento; pero caminan con un coma cerebral atiborrados del pienso del Estado, buscando en el teléfono una salida a lo que son realmente sin conocer la palabra que los define: mezquinos o serviles.

Están cerebralmente muertos mirando idiotamente videos de gatitos, accidentes, coños y pollas, putas, judíos y palestinos, políticos corruptos de izquierda y derecha de su democracia idiota (ambos nazis o fascistas), etc...

Esperando el mensaje o noticia de su amo, un político del gobierno, para tener algo de que hablar cuando llegan a sus guaridas porque son incapaces, por la dificultad de su nulo vocabulario, de explicar cómo ha sido su día laboral o escolar.

Necesitan las demencias paranoicas e ignorantes de un gurú, charlatán o jerarca para que los guíe por la oscuridad de su analfabetismo y mezquindad.

La democracia es el gobierno de los tiranos con el plácet en forma de voto o aplausos de los mendigos mentales, de los cobardes del esfuerzo, de los despojados de su propia naturaleza y determinación. De aquellos que sienten fatiga por trabajar si no se trata de ser ejecutivo de un grupo empresarial, en el colmo de sus sueños palurdos de grandeza.

La democracia es el gobierno de la humillación y de los parias miserables y serviles que esperan con la boca abierta el trozo de mierda, que como un sacerdote la hostia, su líder político les deposita en la lengua.

La democracia es el gobierno de unos millones de bestias que humillan a unos pocos libres y con inquietudes éticas, operativos intelectualmente.

Una población decente, humanamente digna, no precisa ideólogos de la mierda; sólo administradores y gestores que, de tener alguna idea o pauta conductual o de la hipócrita moralidad, se la apliquen a sus hijos o se la metan por el culo.

Las ciudades están llenas de luces y colores; pero los parias son gris mate, sin brillo que refleje la luz, como el hormigón, vacíos como las palabras llenas de estafa de sus líderes políticos. Su semen y óvulos son también grises sin brillo y nacen hijos del color de la tristeza y lo anodino para convertirse en cosas obedientes que votan a la misma grisentería secularmente: la gentuza que más los humilla y los despoja del conocimiento y su naturaleza.

Ya ni siquiera saben de qué les sirven los agujeros de sus cuerpos.

Confunden los meatos y ya los hay que creen que los bebés salen por el culo.

Hordas de mendigos mentales haciendo lo mismo, al mismo tiempo, en el mismo lugar, con los mismos “me gusta” que es lo único que entienden: frases de no más de tres palabras y monosílabos.

Que sueñan que en sus países no puede haber guerra a pesar de que en el vecino se están descuartizando los cuerpos.

Que le lloran al Estado su permiso para follar, comer y cómo educar a sus hijos.

Millones de bestias carentes de la mínima capacidad instintiva e inteligencia para reconocer a un loco asesino que los devorará por ambición y codicia. El amado líder que ha hecho del asesinato y la muerte una industria automatizada, ideológica y religiosa.

Cada pocos años la historia se repite asquerosamente, idénticamente, podridamente, desesperanzadamente...

La sociedad se derrumba por el peso de la desidia, de la ignorancia y su ingenuidad, la de los grises. Adultos que sueñan con ser niños, aún con reyes magos y santas claus, de bondadosos mesías que nacen en míseros establos de una madre con el coño impoluto.

Adultos que creen en las sonrisas podridas de la ambición y la codicia de un líder en descomposición ética, como Dorian Gray, como Hyde.

Ahora los hitler escogidos democráticamente no matan judíos, sólo peroran que a ningún ciudadano se le ocurra pensar. Si alguien debe pensar, son ellos, los hitler elegidos en una democracia humillante por un absurdo fanatismo de la ignorancia e indolencia borreguil de una chusma degradada. Los hitler descendientes de sangres sucias de endogamia por la que nacen ambiciosos, codiciosos, ajenos a la inteligencia; sólo poseen un fugaz y azaroso oportunismo, que no populismo. Los que hacen de la ética y la lógica, una tosca lavativa matinal todos los días.

Sólo administradores y gestores, nada más. Los gurús e ideólogos deberían ser colgados por el cuello en las farolas de las grises ciudades.

Con las ideologías que hagan lo mismo que hacen con la ética y la lógica todos los días al despertar.

La democracia no debería haber existido jamás; pero la especie humana carece de la suficiente capacidad intelectual o instintiva para no depender de morder un pedazo de mierda a cambio de indignidad y preservar su desidia y comodidad de decadentes romanos clásicos sin clase.

Las democracias se han convertido en criaderos de dictadores, de palurdos e ignorantes psicópatas ambiciosos. La honestidad ha dado paso a la codicia desmedida en la misma medida que la sociedad ha degenerado.

Los líderes políticos de las democracias son perezosos y han descubierto con las redes sociales el engaño fácil a la población, influyendo en sus seguidores con alguna frase corta y graciosa con la que ganan grandes estercoleros de dinero sin dar un palo al agua. Tramando grandes imbecilidades como los traductores de españoles para españoles; el colmo del ridículo y el delito, de la decadencia, la vergüenza y la prostitución que una población absolutamente abducida por la imbecilidad no ve. Condenan a los niños a pasar encarcelados cinco años más en colegios e institutos para aprender todos los lenguajes y dialectos de la España corrupta, imbécil, ladrona y fascista que han “reeditado”, como gusta de decir hoy como si fuera un cultismo. Porque no se reedita nada, una dictadura instaura y crea más pobreza donde la había, y humilla nuevas dignidades todos los días.

En un país en el que se han creado feudos no sólo fascistas, sino de verdadero nazismo en el que cada Cacique Nazi Autonómico impone sus ritos, impuestos e idiomas sin piedad, extorsionando a la población que no ha tenido la menor oportunidad de nacer en un lugar decente.

Presidentes y ministros cocainómanos que por su privilegio tienen acceso fácil y gratuito a la farlopa, sus ojillos inquietos de comadreja los delata como su oratoria lenta, dificultosa, de bajo tono porque les falta la determinación que la farlopa devora.

Las democracias se han convertido en el gran fracaso y la forma más gansteril de totalitarismo. Una sistema de gobierno en el que cualquier palurdo provinciano con el suficiente dinero y firmas influyentes puede presidir una nación contratando a miles de “expertos” porque es incapaz de leer un solo documento con claridad. Y hacer de esa nación mierda ante la pasividad de una población decadente, degenerada y cobarde que se asusta de un resfriado hasta el punto de dejar su sustento vital en manos del narco dictador que ha votado y sigue sus mensajes en las redes sociales.

Las democracias están en manos de linajes viejos y endogámicos, corruptos.

Son el gran fracaso del inicio del siglo XXI y las que originan las nuevas guerras civiles e internacionales.

Aunque sean universos paralelos la casta política y la casta paria o trabajadora, ambas han ido degenerando de la mano en proporción directa: a más idiotas (la población), más ladrones (el Estado).

Y si un pueblo tiene el gobierno que se merece, el gobierno democrático, colosal en número de ministros, secretarios y funcionarios; tiene en la población el dinero que codicia y hará todo lo necesario para sangrarla con una mano y con la otra, meterse un tubo para aspirar sus rayas de farlopa en sus palacios de narco traficantes.



Iconoclasta

11 de noviembre de 2023

lp--Pedazos de ti--ic


Bajo la lluvia de hojas que la brisa arranca de los árboles, no puedo dejar de pensar que me llueves a pedazos.

Pedazos de amor que caen sobre mí como caricias cálidas y serenas, que crepitan como gotas de agua seca en mi sombrero, pedazos de ti que dan el sonido de tu voz a mi caminar.

Pedazos de amor untados en dulce mermelada de melancolía...

Y quisiera tener ese don de despedazarme y lloverte fundiéndome contigo. Que el viento nos arrastre juntos y tus cabellos sean una vela henchida sin más rumbo que nosotros mismos.

Quiero ser contigo un collage de hojas pequeñitas y revoltosas que tracen nuestros propios senderos de delicados chasquidos.

Pedazos de nosotros...

En algún momento me abandoné a amarte sin medida y se revelaron todos los pedazos de ti ante mis ojos, en todos los lugares. Pedazos de tu cabello, de tus ojos, de tu voz, de tus gemidos, de tu piel toda y de tus cuatro labios que hacen del amor y el deseo, arrebatos de voracidad carnal.

Pedazos de tus pechos oscilando sobre mi boca cuando te clavas a mí.

Pedazos de tu rostro aún somnoliento al despertar.

Pedazos de volutas de humo cambiantes que exhalo fascinado frente a ti con el primer café del primer día contigo.

Despertar contigo es nacer de nuevo, cada amanecer es el primero y es rotunda tu existencia en mis pulmones.

Cada día llueves sobre mí, y te haces eterna como el planeta, sus mares, montañas y cielos.

Miro arriba, al cielo de ramas sobre mi cabeza, e intento hacer pedazos de los besos tiernos que se forman con añoranza en mis labios, cuando arrecias tus hojas de amor sobre mí y mi soledad.

Pero mis pedazos no tienen la musicalidad y la sedosidad de los tuyos. Y suspiro, no por cansancio, sino por mi incapacidad de llover bellamente sobre ti.

No tengo tu poder, cielo.

Misericordia...

Sólo tengo tus pedazos; la certeza de tu existencia y tus palabras grabadas a fuego bajo mi piel, profundamente.




Iconoclasta

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