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13 de julio de 2024

lp--El peso de un bolígrafo--ic

Es muy ilustrativo y esclarecedor para entender la sociedad actual, el asunto del peso de los objetos de escritura. Hay mucho afeminamiento en machos y hembras juzgando el “peso” de una pluma, bolígrafo o lápiz.

¿Cómo es posible que sientan fatiga por algo que pesa unos gramos y además se apoya en el papel? ¿Cómo es posible cansarse con una pluma “pesada”?

Las sociedades del coronavirus obedientes del encarcelamiento (“yo me quedo en casa”), el bozal nazi (mascarilla) y la vacuna que no vacuna; se ha degradado tanto y le tiene tanto horror al mínimo esfuerzo, que no se debe escribir de ella sin insultarla u ofenderla con todas las palabras posibles.

Esta sociedad es un monstruo deforme construido con millones de cuerpos humanos grapados entre sí que, enfermo y con el cerebro podrido, se arrastra mezquino a los pies de su amo, el telepredicador más publicitado. Siguiendo con ciega devoción los miedos y consignas del psicópata pervertido que ha votado.

Y todo ocurre en “democracia”, donde enfermos mentales dementes como Hitler son mayoritariamente votados secularmente.

Los cobardes exhiben con orgullo su mezquindad y así hacen de la cobardía, inmovilidad e infantilismo, virtudes cívicas como el votar.

Esta degradación es la que lleva a las mayorías a votar a alguien tan infame y degradado como ellas. Necesitan un amo igual para seguir haciendo virtud de sus indignidades.

Se quejan de que el bolígrafo pesa y ni siquiera saben sujetarlo. Algunos llevan al extremo del plumín las puntas de los dedos y no ven una mierda de lo que escriben, otros rodean con el pulgar el bolígrafo como cuando la profesora les enseñaba a escribir las primeras letras, otros doblan la muñeca tanto que parecen sufrir parálisis cerebral. Pareciera que quieren demostrar con orgullo que padecen alguna enfermedad cerebral o una tara intelectual que les impide la coordinación motriz instintiva y lógica para tomar un objeto de escritura y escribir de una forma sencilla y natural.

La incapacidad intelectual y su incultura es otra de esas indignidades transmutadas en orgullosa virtud.

Forman una reata de asnos con el rabo enhiesto de una injustificada vanidad.

Socialmente, por mucho que cacareen los politicastros contra la violencia, yo afirmo que nunca ha sido tan necesaria en las ciudades como en esta tercera década del siglo XXI.




Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

18 de junio de 2024

lp--Doce hombres sin piedad: un sórdido tratado de las mayorías--ic


Doce hombres sin piedad (obra de teatro y películas) no trata de la cruel indiferencia, injusticia, ignorancia y la fe ciega e imbécil en la autoridad del estado.

Trata de la mezquindad de las mayorías, de cómo un rebaño humano se deslumbra adoctrinado por un charlatán, un funcionario del estado; un fiscal. Y a ese rebaño le importa una mierda la vida del juzgado, sólo quiere declararlo culpable porque así los ha amaestrado el estado. Porque de la forma más aberrante, el jurado cree ciegamente en la infalibilidad del charlatán; así como en los testigos y las pruebas que ha aportado la policía.

Asesinarán al juzgado y creerán elevarse a putos jueces justicieros.

Como si el estado, su cochino dios y ellos mismos estuvieran en posesión de la sagrada verdad revelada.

Allá donde hay una mayoría sólo hay adocenamiento, cobardía, idiocia y su pensamiento insectil.

La mayoría son las reses que pacen en la sabana plácidamente cuando el león devora a escasos metros a una de las suyas.

La mayoría es el mayor insulto a la imaginación, inteligencia, dignidad, honestidad y libertad.

La mayoría elige al asesino psicópata como líder de su nación, al torturador como maestro de sus hijos y al negligente y corrupto vago como juez.

La mayoría tiene un cerebro tan enfermo que, ni a nivel instintivo, es capaz de distinguir los ademanes de un peligroso loco psicópata, ni siquiera en sus palabras tiene suficiente capacidad intelectual para captar la ambición patológica y su peligro para ella misma.

La mayoría muere indignamente como ganado de matadero y hambrienta de la mano del caudillo o líder que votó. Es por ello que en las democracias los líderes votados tienen un tiempo limitado en el poder, porque al ser elegidos por esa masa amorfa mono pensante, es previsible que los jerarcas se convertirán más temprano que tarde en corruptos y asesinos dictadores.

Las mayorías, junto a la envidia, son las características más infames e infectas que definen a la especie humana.

La mayoría es un monumento y refugio de cobardes e incapaces.

Si un líder político se eligiera por su capacidad de trabajo, conocimientos e integridad ética, los dictadores no existirían.

Son las democracias y sus infectas mayorías las que elevan a un criminal al gobierno de su nación y lo mantienen a pesar de su podredumbre.

Las mayorías, en definitiva, son lo mejor que le puede pasar a un ignorante enfermo de ambición cuando se presenta a unas elecciones: al poder y la riqueza.



Iconoclasta

18 de noviembre de 2023

lp--Las democracias: el gran fracaso del siglo XXI--ic


Lo repugnante e indigno de esta sociedad consumista “democrática” (sus ciudadanos, porque la casta político-estafadora está en otra órbita que nada tiene que ver) que alardea de conocimiento y tecnología, está en que pide y suplica como en los tiempos oscuros (sin electricidad), un dictador y un dios que la castigue y pastoree indignamente: que le dicte qué pensar y qué decir si tiene permiso para ello.

Esta sociedad cobarde de afeminamiento, infantilismo y haraganes quiere ser cuidada y alimentada, depender como ganado del Estado Agrícola. Para ello, vende su dignidad, libertad y a sus hijos para que los jerarcas “democráticos” los conviertan en cosa como ellos, sus padres.

La sociedad de hoy, ciega y dependiente hasta el sectarismo del Estado, es la misma que la de hace ciento cincuenta años, y espera que el gobierno le sirva para su comodidad y descanso unas brazadas de forraje para comer a través de los barrotes de una jaula.

La misma sociedad tipo que en España entronó a Franco como norte de sus vidas, entrona al corrupto arribista Sánchez de hoy. O a cualquier otro iluminado que llene sus orejas cobardes y temblonas de ratón, de unas pocas palabras estúpidas y sin sentido surgidas de los belfos ambiciosos y babosos de los políticos curalotodo que, les enseñan también a follar como es debido en su “democracia” bastarda.

Ya no se mueren los ciudadanos de hambre en las calles, de momento; pero caminan con un coma cerebral atiborrados del pienso del Estado, buscando en el teléfono una salida a lo que son realmente sin conocer la palabra que los define: mezquinos o serviles.

Están cerebralmente muertos mirando idiotamente videos de gatitos, accidentes, coños y pollas, putas, judíos y palestinos, políticos corruptos de izquierda y derecha de su democracia idiota (ambos nazis o fascistas), etc...

Esperando el mensaje o noticia de su amo, un político del gobierno, para tener algo de que hablar cuando llegan a sus guaridas porque son incapaces, por la dificultad de su nulo vocabulario, de explicar cómo ha sido su día laboral o escolar.

Necesitan las demencias paranoicas e ignorantes de un gurú, charlatán o jerarca para que los guíe por la oscuridad de su analfabetismo y mezquindad.

La democracia es el gobierno de los tiranos con el plácet en forma de voto o aplausos de los mendigos mentales, de los cobardes del esfuerzo, de los despojados de su propia naturaleza y determinación. De aquellos que sienten fatiga por trabajar si no se trata de ser ejecutivo de un grupo empresarial, en el colmo de sus sueños palurdos de grandeza.

La democracia es el gobierno de la humillación y de los parias miserables y serviles que esperan con la boca abierta el trozo de mierda, que como un sacerdote la hostia, su líder político les deposita en la lengua.

La democracia es el gobierno de unos millones de bestias que humillan a unos pocos libres y con inquietudes éticas, operativos intelectualmente.

Una población decente, humanamente digna, no precisa ideólogos de la mierda; sólo administradores y gestores que, de tener alguna idea o pauta conductual o de la hipócrita moralidad, se la apliquen a sus hijos o se la metan por el culo.

Las ciudades están llenas de luces y colores; pero los parias son gris mate, sin brillo que refleje la luz, como el hormigón, vacíos como las palabras llenas de estafa de sus líderes políticos. Su semen y óvulos son también grises sin brillo y nacen hijos del color de la tristeza y lo anodino para convertirse en cosas obedientes que votan a la misma grisentería secularmente: la gentuza que más los humilla y los despoja del conocimiento y su naturaleza.

Ya ni siquiera saben de qué les sirven los agujeros de sus cuerpos.

Confunden los meatos y ya los hay que creen que los bebés salen por el culo.

Hordas de mendigos mentales haciendo lo mismo, al mismo tiempo, en el mismo lugar, con los mismos “me gusta” que es lo único que entienden: frases de no más de tres palabras y monosílabos.

Que sueñan que en sus países no puede haber guerra a pesar de que en el vecino se están descuartizando los cuerpos.

Que le lloran al Estado su permiso para follar, comer y cómo educar a sus hijos.

Millones de bestias carentes de la mínima capacidad instintiva e inteligencia para reconocer a un loco asesino que los devorará por ambición y codicia. El amado líder que ha hecho del asesinato y la muerte una industria automatizada, ideológica y religiosa.

Cada pocos años la historia se repite asquerosamente, idénticamente, podridamente, desesperanzadamente...

La sociedad se derrumba por el peso de la desidia, de la ignorancia y su ingenuidad, la de los grises. Adultos que sueñan con ser niños, aún con reyes magos y santas claus, de bondadosos mesías que nacen en míseros establos de una madre con el coño impoluto.

Adultos que creen en las sonrisas podridas de la ambición y la codicia de un líder en descomposición ética, como Dorian Gray, como Hyde.

Ahora los hitler escogidos democráticamente no matan judíos, sólo peroran que a ningún ciudadano se le ocurra pensar. Si alguien debe pensar, son ellos, los hitler elegidos en una democracia humillante por un absurdo fanatismo de la ignorancia e indolencia borreguil de una chusma degradada. Los hitler descendientes de sangres sucias de endogamia por la que nacen ambiciosos, codiciosos, ajenos a la inteligencia; sólo poseen un fugaz y azaroso oportunismo, que no populismo. Los que hacen de la ética y la lógica, una tosca lavativa matinal todos los días.

Sólo administradores y gestores, nada más. Los gurús e ideólogos deberían ser colgados por el cuello en las farolas de las grises ciudades.

Con las ideologías que hagan lo mismo que hacen con la ética y la lógica todos los días al despertar.

La democracia no debería haber existido jamás; pero la especie humana carece de la suficiente capacidad intelectual o instintiva para no depender de morder un pedazo de mierda a cambio de indignidad y preservar su desidia y comodidad de decadentes romanos clásicos sin clase.

Las democracias se han convertido en criaderos de dictadores, de palurdos e ignorantes psicópatas ambiciosos. La honestidad ha dado paso a la codicia desmedida en la misma medida que la sociedad ha degenerado.

Los líderes políticos de las democracias son perezosos y han descubierto con las redes sociales el engaño fácil a la población, influyendo en sus seguidores con alguna frase corta y graciosa con la que ganan grandes estercoleros de dinero sin dar un palo al agua. Tramando grandes imbecilidades como los traductores de españoles para españoles; el colmo del ridículo y el delito, de la decadencia, la vergüenza y la prostitución que una población absolutamente abducida por la imbecilidad no ve. Condenan a los niños a pasar encarcelados cinco años más en colegios e institutos para aprender todos los lenguajes y dialectos de la España corrupta, imbécil, ladrona y fascista que han “reeditado”, como gusta de decir hoy como si fuera un cultismo. Porque no se reedita nada, una dictadura instaura y crea más pobreza donde la había, y humilla nuevas dignidades todos los días.

En un país en el que se han creado feudos no sólo fascistas, sino de verdadero nazismo en el que cada Cacique Nazi Autonómico impone sus ritos, impuestos e idiomas sin piedad, extorsionando a la población que no ha tenido la menor oportunidad de nacer en un lugar decente.

Presidentes y ministros cocainómanos que por su privilegio tienen acceso fácil y gratuito a la farlopa, sus ojillos inquietos de comadreja los delata como su oratoria lenta, dificultosa, de bajo tono porque les falta la determinación que la farlopa devora.

Las democracias se han convertido en el gran fracaso y la forma más gansteril de totalitarismo. Una sistema de gobierno en el que cualquier palurdo provinciano con el suficiente dinero y firmas influyentes puede presidir una nación contratando a miles de “expertos” porque es incapaz de leer un solo documento con claridad. Y hacer de esa nación mierda ante la pasividad de una población decadente, degenerada y cobarde que se asusta de un resfriado hasta el punto de dejar su sustento vital en manos del narco dictador que ha votado y sigue sus mensajes en las redes sociales.

Las democracias están en manos de linajes viejos y endogámicos, corruptos.

Son el gran fracaso del inicio del siglo XXI y las que originan las nuevas guerras civiles e internacionales.

Aunque sean universos paralelos la casta política y la casta paria o trabajadora, ambas han ido degenerando de la mano en proporción directa: a más idiotas (la población), más ladrones (el Estado).

Y si un pueblo tiene el gobierno que se merece, el gobierno democrático, colosal en número de ministros, secretarios y funcionarios; tiene en la población el dinero que codicia y hará todo lo necesario para sangrarla con una mano y con la otra, meterse un tubo para aspirar sus rayas de farlopa en sus palacios de narco traficantes.



Iconoclasta

18 de julio de 2023

lp--Agro-Estados o Agro-Democracias--ic

Todo ser humano por dignidad y evitar ser un borrego modélico para el Estado (el amo de su vida y su pensamiento) debería huir de las grandes manadas humanas y su pensamiento insectil o global. O al menos rechazarlo de su propia concepción como ser humano.

La globalización es la política para repartir la ignorancia y la pobreza por igual en todos los habitantes trabajadores de la Tierra. Y la riqueza distribuirla a los mismos de siempre, que son unas pocas logias o sectas económicas alimentándose de esos trabajadores o pobres vacas.

Pertenecer psicológicamente o identificarse con una mayoría es romper la exclusividad con la que cada ser humano es parido.

Si por algo se caracteriza el ser humano, es por ser un individuo creador. Si por algo se caracterizan las cucarachas es por actuar igual y anidar todas juntas para convertirse en plaga.

El ser humano como individuo en la actual humanidad globalizada es humillado, odiado y envidiado cancerígenamente por una serie de colectivos sectarios-insectiles que tienen como función controlar para los poderosos a las masas humanas sin pensamiento propio.

Es pura indignidad pertenecer a cualquier colectivo, un insulto a mi naturaleza humana.

El modelo actual de sociedad vacuna solo es posible con vacas humanas, por supuesto. Una raza primorosamente seleccionada a lo largo de siglos en las ciudades o granjas donde se cruzan y desechan los individuos no válidos para ser pastoreados. Ya no existen los grandes artistas, filósofos, descubridores e investigadores que nacieron a mediados o finales del siglo XIX, para quedar extinguidos a finales del siglo XX.

Los gobiernos de la actuales pseudo democracias, son gobiernos puramente ganaderos, “agro-gobiernos” sería la forma correcta de denominarlos. En sus maneras veterinarias y de engorde y pastoreo de la población mono pensante.

Todo gobierno surgido de una mayoría insectil que padece el delirio de que su voto es válido para elegir a su amo, es un atentado contra la especie humana pura: agrede con saña al individuo, su voluntad, intelecto, creatividad y conocimiento (en el caso de los que posean alguna de estas “taras invalidantes” para los agro-demócratas). Respecto al “agro-homosexualismo” es básica su implantación mayoritaria para que sea el agro-Estado quien elija las reses adecuadas para crear descendencia, una línea válida para su pastoreo: mansa, obediente e indolente para que las vacas de las agro-democracias rindan beneficio económico a los agro-políticos.

El “agro-Estado”, ensalza la envidia y la mezquindad de las vacas humanas para acabar con el individualismo. Se traduce semejante estrategia en la veterinaria humana: los grandes éxitos de vacunación con productos farmacológicos no testados en la población de vacas humanas dóciles, mansas y obedientes.

Las agro-democracias no imparten enseñanza o educación alguna, no hay un aporte de conocimiento útil o digno para la infancia y la juventud. Es un condicionamiento como el de las ratas de laboratorio recorriendo un laberinto: premio si llegan, castigo o hambre si no lo consiguen. Y así, mil veces repetir el mismo laberinto hasta que mueren o llegan a la edad útil reproductora o adultos. Y luego mueren también dejando lo que han ganado al agro-Estado. De ahí la importancia que le da todo agro-gobierno, como el español, a la cuestión de los impuestos por sucesiones: arruinar a los herederos para ser ellos, los jerarcas, quienes rapiñen lo que el muerto deja.

En fin, no es nada nuevo; pero vale la pena repasar en qué momento, lugar y con quién estamos gobernados y extorsionados. Y quién ejecuta la globalización del oscurantismo y la miseria.

Por divertida y morbosa curiosidad, en el chat de Inteligencia Artificial de Bing he escrito mi definición de agro-estado y la respuesta ha sido de lo más divertida, muy embarazosa para el pobre Bing:

“Lo siento, pero prefiero no continuar con esta conversación. Todavía estoy aprendiendo, así que agradezco su comprensión y paciencia.🙏”.

Pudiera ser que al no escribir correctamente “dócil”, no lo entendiera… 😋

Lo de la Inteligencia Artificial, por lo visto solo sirve para hacer divertidas fotos y ridículas redacciones infantiles escolares.



Iconoclasta

22 de junio de 2023

lp--La democracia es una muy mala opción--ic

La democracia es y ha sido la peor forma de gobierno. Mucho peor que una dictadura, al menos para la dignidad humana, la ética y el conocimiento.

Que se gobierne según la mayoría es la mayor aberración de entre todas las formas de gobierno.

La mayoría significa adocenamiento, la mediocridad en su estado más puro, primario.

Es la gran trampa de la que sacan beneficio los políticos, ya que todo político es mediocre, ideal para que esté en sintonía con la chusma.

Al fin y al cabo, el político por definición, es un mediocre con una ambición desmedida.

Una dictadura es el gobierno de uno sobre millones.

La democracia es el gobierno que han elegido millones con la tonta ilusión de que sus votos han servido para algo. Y en cierto modo es así, dada la calidad política que surge de un gobierno constituido por y para el adocenamiento y la mediocridad. El político electo correrá más que un perro de ocho patas para conseguir crear un decorado en el que la masa humana se sienta feliz y crea que ha elegido lo mejor.

Cuando una masa humana en tal número elige a un mediocre político de la gran oferta que hay, se respira en todo su territorio nacional puro adocenamiento y mediocridad. Y una aparatosa y llamativa (para unos pocos, muy pocos) incultura o analfabetismo funcional.

El político solo tiene que mantener vivas y enaltecidas esas virtudes porque es su caldo de cultivo para convertirse en un corrupto dictador democrático como la puta que lo parió y con la alegría de la plebe que se pasa los fines de semana borracha y la jornada laboral ciega a toda corrupción y estafa a su economía.

La democracia es un espejismo donde lo único real son los decretos corruptos de impuestos, voladuras de libertades y necesidades biológicas, censura y el oscurantismo detallado en las escuelas por el régimen electo.

Es tal el bajo nivel intelectual que en la calles de las democracias, se podría grabar un episodio de los Teletubbies sin necesidad de contratar extras especiales; con los que cotidianamente caminan por la calle de cualquier dictadura democrática elegida al azar, basta para dar ambiente a un anodino episodio.

En fin, la democracia es el gobierno de los idiotas para los idiotas. Hasta tal punto que, la población sorprendente e inesperadamente, arranca a aplaudir desde sus ventanas y balcones a su gobierno y los carceleros y otras bestias funcionarias de la dictadura demócrata que la han encarcelado en sus propias casas, humillado, engañado y arruinado.

Y se trata de puro fervor, es decir, las democracias se convierten en auténticas sectas del absurdo más idiota.

Es un hecho que está registrado históricamente, casualmente en España, que va desde el 14/03/2020 hasta bien entrado junio del mismo año. Donde vivieron encarcelados en sus domicilios y bajo estricta vigilancia policial y militar, millones de trabajadores (las castas altas podían moverse como les saliera de la polla y el coño).

La liturgia era que a las 19:00 las patrullas policiales de la dictadura demócrata hacían sonar sus sirenas para que los trabajadores encerrados como monos en sus casas, asomaran las manos por los balcones y ventanas para aplaudir al régimen español y a la policía política del régimen democrático responsable de su “bienestar e infantil felicidad de niños en guardería”.

España se convirtió (por tradición secular) en el arquetipo de la democracia dictatorial perfecta del gobierno de los idiotas para los idiotas. Tanto es así que logró asombrar al mundo entero con el cariño que sentía la chusma hacia sus dictadores (en las democracias hay tantos como regiones y ciudades), extorsionadores y arruinadores que los gobernaba. Y para mayor inri, muy orgullosa la población de ser pastoreada con “mano que no tiembla”, la del dictador presidente democráticamente elegido por una caterva de idiotas.

Este cariño se convirtió en una obediencia ciega como nunca en la historia se ha visto: el 90 % largo de la población acudió con una fe inquebrantable a los tugurios designados para inyectarse en la sangre una pócima desconocida, sin tener ni idea de lo que era y causaba. Aquel (y actual a fecha de este ensayo) gobierno dictatorial democrático bautizó la pócima como “Vacuna de la Covid-19 en siete u ocho pinchazos o todos los que hagan falta”.

Había políticos de otros países dictadores democráticos, que no podían creer que semejante aberración popular fuera posible en pleno siglo XXI, lejos ya el programa electoral de Hitler.

Y es que la mayor parte de los países del planeta, apenas pudieron vacunar más allá del 60 % de su chusma, lo que consideraban un éxito.

Como en España había (hay actualmente en el momento de la creación de este estudio sociopolítico) una dictadura feroz con su poderoso órgano censor funcionando a velocidades de 5G (casualmente implantada la nueva red de internet con los cabestros encarcelados en sus casas), los españoles y sus amos dictadores demócratas, nunca supieron los chistes que corrían por el mundo por el dichoso récord Guinness del 90 % de cabestros españoles vacunados.

Sinceramente, si me hubiera vacunado ahora no me sentiría autorizado a escribir este exhaustivo ensayo de las democracias dictatoriales que lo son todas. Es una terrible crónica de la humillante historia reciente que requiere frialdad y objetividad.

Hay días en los que si el viento es favorable, en España aún se pueden escuchar los ecos de las risas de alemanes y nórdicos (un ejemplo de otras tantas nacionalidades) mientras vociferan ebrios y felices en mal español “Was für ein Lachen mit 90 % Spanisch und mit Maske!” (en español: “¡Qué risa con el 90 % español y con mascarilla!”).

Lo de la mascarilla (así se llama en jerga nazi al bozal en España) se debe a una anecdótica conversación que el dictador democrático español tuvo con la dictadora democrática alemana de visita en España, en la que ésta le preguntaba maravillada: ¿Cómo es posible que a cielo abierto en España, lleve tanta gente el bozal en el hocico? En Alemania eso no pasa.

El dictador democrático español emitió una de sus célebres chácharas con las que no dice nada y se sopló luego las uñas con chulería. Y la alemana ya no se atrevió a hablar más del asunto.



Iconoclasta

14 de mayo de 2021

Cincuenta años de acoso y derribo a la cultura y la libertad


Crónica de la muerte del hombre como especie, una muerte premeditada.


Lo han conseguido, han sido feroces. Han eliminado al individuo y su intelectualidad.

Han culminado el golpe de estado terrorista a la cultura, la libertad del pensamiento y la creatividad; una fiera extinción del individuo y su creatividad, sepultándolo bajo los despojos sensibleros, infantiloides y musicales de las masas de borregos.

Sazonado todo ello con los memes de la ignorancia más chabacana.

Todo empezó en el inicio de la década de los 70 del siglo pasado, con la formación y concentración de aquellas decenas de miles de colosales rebaños de reses humanas, constituidos por cientos de miles de humanos alucinados con la gran variedad de drogas que se pusieron de moda, follando en barro amasado con orina y mierda, trascendiendo espiritualmente ante banales grupos de rock y pop y charlatanes sectarios. Fue entonces cuando el poder advirtió el verdadero y simple espíritu gregario o grupal de las masas. Vio el potencial que ofrecía para su explotación y sacrificio. Y se sentaron las bases para formar una sociedad estabulada y pastoreada. 

Así dio comienzo una estrategia para convertir la mente de las masas humanas en un solo pensamiento y deseo insectil y maleable que, convertiría a hombres y mujeres en cabestros castrados y mansos, consumidores y votantes de unas democracias basadas en el voto estúpido o inculto.

El bombardeo de banalidad y consumismo llevaría a la humanidad al actual (mayo 2021) grado de decadencia, gracias a su acusado carácter gregario y la inducción del  pensamiento único con la fórmula magistral de drogas, alcohol, música, consumismo y sexo que eliminó de la faz de la tierra las consideraciones intelectuales de pasadas generaciones de autores, filósofos y científicos. Un nuevo oscurantismo estaba arrasando el intelecto colectivo, ya de por si muerto por un consumismo febril. Se adoctrinó contra el tabaco porque es un hábito reflexivo (a las empresas el cigarrillo les salía caro por el tiempo laboral perdido y porque el obrero recapacitaba en su esclavitud mientras fumaba cansado del abuso); y en paralelo se permitió que los coches envenenaran masivamente las ciudades (es tal el analfabetismo inducido que los borregos temen más al humo inocuo de un cigarrillo que al humo tóxico y letal de los coches). No se ilustraron las bebidas alcohólicas con fotos de accidentes de coches, hígados podridos, pobreza y violencia que el alcohol provoca, tal como se hizo con el tabaco. Y nadie vio la trampa, la hipocresía. Las borracheras de los hijos fueron toleradas en nombre del gran esfuerzo que era estudiar y luego el porro y su narcosis, la coca y su euforia… Básicamente se siguió la pauta de la extinta URSS, consistente en alcoholizar y por ello anestesiar al obrero asfixiado por una vida gris. Sin embargo, la heroína tuvo poco recorrido, porque en lugar de castrarlos mentalmente, los mataba y el poder perdía contribuyentes y ganado humano que explotar. Por supuesto, creaba zombis de comportamiento imprevisible y violento.

Las ciudades no son metáfora alguna, son auténticos termiteros dominados por una casta de muy pocos individuos que rigen la colonia de millones de ciegas termitas, que se sacrifican sin ninguna utilidad a capricho de sus amos y dioses. Con la absoluta fe en la democracia: la más virulenta trampa contra la libertad y el hombre como especie creadora y libre. No existe peor gobierno que el elegido por una masa humana ignorante y miedosa, decadente y pueril.

Así se explica como unos pocos con repugnancia, hemos llegado a ver a esos millones de aplaudidores cobardes, mansos y analfabetos de las genocidas dictaduras “democráticas” que han emergido tras la infección de las ciudades por medio del coronavirus.

El proceso de castración emocional e intelectual de la humanidad ha sido lento, ya que las logias o castas de poderosos debieron esperar pacientemente a que murieran los grandes filósofos, escritores y científicos que eran el referente de la cultura a nivel planetario, quienes abogaban con naturalidad y sin dogmas por la libertad advirtiendo del fraude de la democracia.

Esperar que se extinguieran los intelectuales tenía dos objetivos: no tener excusa para aplastar/censurar con más banalidad e idiocia los programas divulgativos de cultura que eran habituales: entrevistas semanales con escritores, filósofos, biólogos, físicos, médicos, realizadores de cine, pintores, historiadores, etc... Y el otro objetivo: los políticos son seres surgidos de los mismos miasmas que la sociedad, con idéntico analfabetismo, con idéntico adocenamiento; pero nacidos en familias de poder económico y político. Esos políticos analfabetos, tenían que permanecer en la sombra mientras un erudito de libre pensamiento aún respirase para no quedar en evidencia.

El cine se prostituyó hacia las nuevas doctrinas de la mansedumbre (el exacerbado pacifismo que consiste en pura pasividad y abulia) y el mono pensamiento. El cine para adultos junto a la divulgación cultural en forma de programas televisivos, ha sido censurado para que la edad intelectual de la población insectil humana no supere los cinco o seis años (Marvel y Disney más concretamente).

Actualmente apenas hay diferencia de poder entre las grandes multinacionales, las dueñas de las redes sociales y los políticos. El mundo empresarial, su dinero, quita y pone políticos y es quien dicta las tendencias que han de seguir las masas en cuanto a consumismo y conducta social. El lugar de la cultura y la ciencia se ha usurpado por empresarios millonarios actuando con su retórica de iluminados, como sacerdotes ante un público ansiando comprar sus productos, líderes sectarios de absurdos radicalismos y falsas causas ecologistas o sociales que se han creado para llenar con paja los cerebros vacíos de los superficiales y maleables habitantes de las naciones.

Y lo mismo con la literatura, incluso algunos títulos de libros del siglo pasado, han sido descatalogados para mantener las librerías llenas de la actual bazofia con la que se adultera el escaso espíritu de los insectos.

La divulgación cultural fue empujada, arrastrada al arcén con una invasión de música rock psicodélica en los 70, en los 80 eclosionaron los videoclips musicales que coparon las emisiones televisivas y crearon un sinfín de estilos musicales con el propósito de que cada intérprete y autor pudieran hacer su videoclip. Cuando llegó internet, los videos de caídas y accidentes ridículos, fueron ocupando el espacio de los videoclips que ya comenzaban a saturar las pocas neuronas de la chusma. Y claro, los videojuegos se convirtieron en los juguetes de la infancia. Juguetes que evolucionaron hacia la realidad aumentada que la gente juega por la calle como si tuviera (de hecho la tiene) una grave deficiencia mental. Mientras tanto la informática invadió como otro virus los hogares y se formaron las redes sociales. En paralelo surgieron los programas basura televisivos, los reality show; una forma de voyerismo blanco para ir a dormir con el cerebro abotargado por la repetitiva visión de los monstruos absolutamente estúpidos y anodinos, parásitos que ganaban dinero exhibiendo su imbecilidad y analfabetismo como una forma de vida desenfadada y divertida. Las redes sociales mientras tanto ganaban a velocidad lumínica millones de adeptos.

Los únicos programas divulgativos que han sobrevivido son los reportajes de vida animal a las horas en las que los termiteros bajan su actividad metabólica, como la siesta tras la comida. Y se desarrollaron las performances de los gurús de youtube (falso periodismo inhibidor de la cultura y la dignidad) con monstruos extraídos de los excrementos de la sociedad: putas de lujo y putas de calle, vividores estafadores, aristócratas rancios y arruinados, falsos médicos, falsos actores, falsos cocineros, falsos cantantes, malos políticos olvidadizos y en los últimos quince meses (a fecha de la redacción de este ensayo) la ingesta doctrinal del coronavirus o Covid 19. No se puede obviar el absoluto y apabullante adoctrinamiento sobre el uso del humillante e insalubre bozal o mascarilla contra el coronavirus, la necesidad de vacunarse aunque cause en “pocos casos” la muerte y saber que antes no estabas protegido porque las aspirinas son venenosas y que la libertad es lo que menos que te conviene porque es enfermedad. Veinticuatros horas al días, siete días a la semana sin descanso. En televisión, internet y los teléfonos.

Con la adjudicación a cada ciudadano de un teléfono inteligente, han modificado el lenguaje pervirtiéndolo hacia lo más básico y popular para que el analfabetismo del termitero fuera capaz de entender y asimilar los dogmas. Un lenguaje puramente funcional para una sociedad formada por hormigas que van y vienen y se reproducen sin pudor alguno para mayor gloria de los analfabetos poderosos de dinero.

Coche y casa de propiedad son las consignas de triunfo social de las masas, a pesar de que muchos morirán antes de ser dueños de una casa por la que se han hipotecado más allá de la vida; es literal.

Los que fracasan en el logro de ambos objetivos, en el teléfono móvil encuentran las suficientes razones y argumentos para no sentirse fracasados y acceden a pornografía gratis que combina muy bien con la borrachera y la narcosis para olvidar que son unos fracasados.

La aniquilación del individuo (el que crea arte y pensamiento, así como conocimientos científicos) se ha hecho realidad de una forma tan definitiva y con tanta habilidad que los propios insectos que alimentan el poder, no son capaces de verse a si mismos como realmente son. Es el gran triunfo del fascismo de la nueva y normal decadencia y cobardía: que un bicho o insecto llegue a creer que es un individuo con capacidad lectora, con libre albedrío y obediente hasta la emasculación.

Los logros de un individuo son parasitados por un controlado y numeroso grupo de hormigas robando una autoría de algo que jamás hubieran conseguido sin la existencia de ese único e irrepetible ser humano.

Mientras ejercían el oscurantismo (control absoluto y censura de la cultura) en escuelas, televisión, prensa y puestos de trabajo, ponían el pie sobre la cabeza de cualquier intelectual que pudiera destacar y afirmara que la creatividad y el intelecto no se encuentra en un hormiguero, si no en cada cerebro humano con inquietudes humanísticas. Que la colectivización es esclavitud del pensamiento y convierte al hombre en un animal sin otro fin que la ganadería: su explotación y sacrificio. Los intelectuales o libres pensadores que murieron desde la década de los 70 del siglo pasado, hasta la entrada del presente siglo XXI; no tendrían continuación alguna. Alea jacta est.

El fraude que constituye la democracia desvelado con las voces tranquilas entre humo de cigarrillos en tertulias y entrevistas de los intelectuales, quedó silenciado. Y por tanto la libertad del individuo se convirtió en enfermedad y rechazo social.

En el actual neofacismo solo se permite la existencia dentro de un enjambre si no eres millonario.

La victoria del fascismo de la insectil sociedad y su cobardía y mansedumbre, explotó como triunfo en Marzo del 2020 (tras haber infectado a la población con el coronavirus y su pánico) sometiendo una población acobardada, su supervivencia y alimento a los designios de políticos analfabetos nacidos de familias ricas. Una sociedad cuyos insectos llegaron a creer con ferviente anhelo que sus amos políticos los alimentarían quedándose en casa y conservarían sus valiosas propiedades como casa y coche. Que salvarían sus vidas de un resfriado si se quedaban encarcelados en el hogar aplaudiendo el fascismo y su genocidio.

Y fueron millones y millones de hormigas pensando lo mismo, respirando lo mismo: su propio aire viciado y gastado inhalado cientos de veces al día que les hacía el cerebro más lerdo y los pulmones más débiles. Y enfermizos.

En todas las naciones del planeta se libró una guerra entre políticos: quien sería el mayor y más temible tirano. Entre la población: quien sería el más obediente y aplaudía con más fuerza.

Ya nadie se acuerda de los bebés de la talidomida cuando aparece una vacuna en menos de un año. Y si se acuerdan, es para decirte que ahora solo muere algún desgraciado raramente por trombos; pero que vale la pena que mueras por el bien de las hormigas y su imbecilidad y cobardía.

Es de película de terror que todas aquellas entrevistas en blanco y negro a Borges, Josep Pla, Cela, García Márquez, Dalí, Cortázar, Onetti, Vargas Llosa, Severo Ochoa, Carpentier, Benedetti, etc… Un día sean borradas, para que ya nadie las pueda ver en youtube; para que nadie ose pensar, ser libre, ser individuo único, irrepetible e imprescindible.

Es de película de terror cómo se ha pervertido la educación, incluso a niveles biológicos, para confundir a la infancia y que no acaben de saber si son mujeres u hombres. Si su futuro dependerá de si tienen pene o vagina y si deben transformar sus genitales y anatomía.

Bajo la prohibición de la tauromaquia por razones animalistas humanitarias, subyace la cobardía y la envidia. Que un hombre de setenta kilos se enfrente a un toro de casi seiscientos y asuma el riesgo de morir para crear una emoción en el público, es algo que no pueden soportar las generaciones adoctrinadas por el fascismo de la cobardía: el miedo a la lucha, a la violencia más primigenia. Reses se sacrifican cientos de miles cada día en el planeta. Que un toro tenga el privilegio de luchar contra su enemigo, es algo que admirar. 

Admirar a ambos.

Es tan solo una anécdota de tantas sobre la evangelización de la globalidad: todos igual de pobres, igual de ignorantes.

Han creado al cobarde perfecto con la cultura del miedo enmascarada de ecología y animalismo. Esos insectos que a lo sumo se atan a un seguro arnés para dejarse caer unos metros al vacío y gritan con euforia infantil su valor, son una pequeña muestra de la cobardía sembrada entre la población y que ha dado generosos frutos.

Es lógico que las hormigas se quedaran en casa quietas, sin una sola protesta ante la prohibición de realizar sus más elementales actividades de supervivencia como encontrar comida. Dejaron sus vidas y las de sus hijos, de forma absurda y alienante en manos de unos dictadores. Se repite sin hornos de cremación (por ahora), el borreguismo judío del Tercer Reich.

Una proclama como: ¡Quédate en casa! (cabestro). Sesenta años atrás y con el nivel cultural veinte veces superior al actual, no se hubiera obedecido.

Ernest Hemingway se hubiera reído de semejante basura cobarde.

Ahora que se ha demostrado que el ser humano no es más que una hormiga y se ha prohibido y penalizado el individualismo (lo que hizo evolucionar al hombre y le dio más años de vida y conocimiento), todo irá a peor. El miedo de los bichos a una gripe es tal que, prefieren sacrificar el alimento de sus hijos quedándose en casa aprendiendo que hace más pupa una aspirina que una vacuna.

Ya no hay eruditos, solo sacerdotes oscurantistas que evangelizan el miedo y la pasividad, el analfabetismo y la enfermedad que es la libertad.

Sé corrupto y cobarde tendría que ser el lema de la nueva logia sectaria del poder surgida con el coronavirus.





Iconoclasta


6 de septiembre de 2019

La imbecilocracia y el ecologismo de mierda


Es necesario y una medida de defensa propia insultar a cada presidente, gobernador, ministro, alcalde, regidor, juez, funcionario, progre ONG ecologista de familia acomodada o cualquier otro honorable de mierda. Son todos una banda de puercos ladrones, torpes timadores que tienen suerte.
Y tienen suerte porque para timar y conducir a un rebaño de borregos votantes, basta con ser tan idiotas como las reses; pero tener más tiempo y dinero para joder cada día más.
Todo lo que me han robado de mi trabajo mediante impuestos directos e indirectos para proteger el medio ambiente, gravando en combustibles de automoción, electricidad, agua, tabaco, recogida de basura e hipotético tratamiento o con las putas bolsitas de los súper; no ha servido de nada.
Todo ese dinero que he pagado y me han robado todos esos hijos de puta electos y sus protegidos ha sido otra estafa más.
Han dejado a pesar de los millones robado-recaudados, que todo se llene de mierda. Sale en las noticias cada día, y en todas las redes social-borregas de miserias humanas.
Pero lo más gracioso, es que han conseguido que miles y miles de manifestantes borregos idiotas (votantes) se manifiesten con sentimiento compungido y cobardía, rechinen los dientes y se sientan responsables por la degeneración del planeta, eludiendo así el verdadero timo y engaño que han llevado a cabo sus amos, a los que han votado en masa.
Asume así la chusma su culpa ecologista de mierda con beatífica y ebria actitud; mirando fija y exclusivamente donde sus amos timadores señalan para llevar a cabo la más chapucera maniobra de distracción jamás programada.
El medio ambiente se está estropeando por el robo y la dejadez de esos cerdos que han sido elegidos por “el pueblo”, es decir por el ciego analfabetismo, la dejadez, la cobardía, la degeneración y la holgazanería de la sociedad.
Todos esos presidentes, ministros, gobernadores, alcaldes, regidores, jueces, profetas de ONGs y funcionarios de favor y puestos conseguidos con sodomía, son las tenias, las solitarias que roban los recursos por los que he pagado con mi pobreza, alojadas en los intestinos de la sociedad.
Y lo que es mejor y más divertido, con el consentimiento de sus descerebrados votantes que, serían incapaces de escribir con un lápiz su propio nombre.
Un hijo puta de presidente dice que hay que hacer algo por el Amazonas y la chusma borrega aplaude al mesías, sin saber que ya han aportado millones y que los próximos millones volverán a engordar las carteras de los hijos de puta electos.
La ingenuidad del votante requiere un tiro en la nuca para curar esta sociedad aberrante.
Si por mi fuera, se podría asfixiar el planeta en su propia mierda y llevarse con él a los millones de imbéciles (con sus tiernos hijos y futuros nietecitos) muertos de hambre y de cultura que creen “ser responsables también”. Y ser incapaces de reconocer que les han metido una polla por el culo y aun así, votan y pagan por ellos (por los electos timadores) con gusto.
Pagando incluso con su tiempo, e ingenuamente abogando por los que han de nacer, casi santificándolos como futuros mártires de mierda. Qué chochos e hipócritas…
Todo lo robado para nada; y ahora más robo aún gracias a las redes sociales de lavado de cerebros tarados e inoperantes.
Resumiendo:
DEMOCRACIA ES EL GOBIERNO DE LOS ESTAFADORES ELECTOS CON EL VOTO DE LOS INGENUOS SIN CAPACIDAD INTELECTUAL. UN CONJUNTO DE CRÉDULOS IMBÉCILES SIN ASOMO ALGUNO DE DIGNIDAD NI MEMORIA HISTÓRICA POR MUY ACTUAL QUE SEA.
La mal llamada “democracia” (en lugar de imbecilocracia) es el mayor insulto a la inteligencia que un ser humano decente puede soportar.





Iconoclasta

23 de diciembre de 2017

Democracia: una mierda


Argumentación:
La miseria humana alcanza su más alto grado en los actos deportivos; pero con mayor virulencia en los religiosos y políticos.
La razón es bien sencilla y obvia: la humanidad (chusma) necesita dogmas e ideologías ajenas por la incapacidad de cada individuo para crear la suya.
La humanidad es absolutamente inútil, a nivel de individuo, para crear una idea o convicción que le haga actuar en consecuencia.
Necesitan con desesperación que alguien les diga lo que han de creer, cómo actuar y cuando follar. Esto último es de lo más cotidiano y triste. Si un gobierno dice que hay que tener hijos y que darán una paga por hijo, los borregos se hincharán a follar hasta tener suficientes hijos como para venderlos a macdonals y que hagan hamburguesas con ellos, o como ahora está de moda, venderlos desnudos en internet.
Hubiera preferido nacer ciego o no nacer, a parecerme a la chusma.

Testimonio:
Cataluña, diciembre 2017. He visto gente cuidar de los carteles electorales, recogerlos del suelo con devoción e intentar pegarlos de nuevo o dejarlos bien alisados sobre una baranda o un banco. He visto quien cuida de unas tiras de plástico como bolsas de basura amarillas (emblemas de protesta política), como si fueran delicadas flores. Las volvía a asegurar y las componía como si tuviera una reliquia entre sus manos.
Me han recordado al pobre y mega-divertido Scrat (la ardilla prehistórica de las películas de dibus, Ice Age), cuando con desesperación e ingenuidad, con sus patitas delanteras y con agudos jadeos, intenta cerrar la brecha que se abre en un glaciar y evitar así que el continente se rompa.
Solo que Scrat es divertido, una genialidad. Los ciudadanos que he visto solo son patéticos.
El ánimo de los fanáticos está gobernado por sus amos: obedecen consignas de sacrificio, de ira, de alegría, de tristeza… Con diligencia mutan sus rostros y sus emociones. Se sienten esclavos o libres si así lo desean sus presidentes o líderes.
Les encanta que les digan que son mártires, que todos son un solo pensamiento.
No conocerían ni sabrían que hacer con la libertad si se la pusieran delante de las narices, o se la tatuaran en la frente.
Y siento náuseas, porque no existe nada peor que la uniformidad. No existe mayor degeneración de la dignidad, que una manada de seres humanos gritando lo mismo. Es un insulto a mi singularidad, una amenaza a mi individualismo.
Lo peor que pudiera ocurrirme es verme integrado en un rebaño. Me siento sucio por dentro con solo pensarlo.

Conclusión:
Es la razón por la que jamás votaré: mi voto es mucho más valioso que el de un borrego, jamás dejaría que mi sobre cayera en la misma urna.
Si alguien me aconseja que vote, al igual que al diablo, me bese el culo.
Solo votaría si una junta electoral colocara una sola urna para mí y esa urna tuviera un identificativo: 1x 250000 (mi voto equivale al de un cuarto de millón de votantes). Sí, ya sé que es una cifra muy pobre; pero es solo simbólica, no soy usurero; conque marque una pronunciada diferencia me basta. Algo que explique que mi voto es inteligente, preciso, magnánimo y que he perdido un tiempo precioso para votar.
Una mierda, la democracia es una burda trampa.
Un espejismo para esclavos con pocas inquietudes intelectuales y sin sentido de la dignidad.




Iconoclasta

6 de octubre de 2017

La perfecta y angelical "República" de Catalunya



Imaginemos que a Puigdemont no lo meten en el trullo o no se escapa a algún país sin tratado de extradición.

Una vez el Puigdemont sea coronado Rei Puigdemont I de la "República" de Catalunya (conocido en España y el resto de Europa como Lex Luthor, con las variantes: Lex Puigdemont o Carles Luthor), no hace falta más que haber vivido un par de años en este lugar donde hombres, mujeres y niños son uno solo pensando exactamente lo mismo y con los mismos gustos por todo. Donde nadie discute y todos son prácticamente seres celestiales como en las mejores películas Disney. ¿Quién dijo que eso era una utopía?
Como decía, con un par de años de experiencia, si no eres demasiado estúpido, puedes deducir los actos más inmediatos que Puigdemont I y su Gestapo (Ómnium Cultural) cometerán.
1º Traducción obligatoria de nombres y apellidos de todos aquellos catalanes que estén españolizados. Puigdemont I, en una de sus homilías habituales, explicará que será un proceso democrático y conciliador. Tan solo una necesidad logística, puesto que los ordenadores e impresoras "de nuestra (mía) "República" de Catalunya" carecen de tipografía española.
Se dirigirá a la Comunidad Europea y a la prensa internacional, afirmando muy serio él: "No es una medida de represión, es pura concordia". Ya luego, publicará uno de sus beatos y pacíficos tuits.
2º Todos los documentos oficiales (incluidas las escrituras de propiedades y testamentos) deberán corregirse y adaptarse al idioma oficial de la "República" de Catalunya, aunque conlleve un gasto de miles de euros para muchas familias; pero todo el mundo pagará feliz y contento regalándole al cajero un clavel.
3º La Gestapo Catalana (Ómnium Cultural), hará un estudio genealógico de aquellos catalanes que no sean puros.
Como en todas sus homilías, Puigdemont I, insistirá en que es una medida de control pacífica para cuidar de este pueblo catalán que es uno solo.
4º Los que no resulten puros, serán colocados ante dos puertas iguales sin indicación alguna. Tendrán capacidad para elegir por cual salir. Una llevará a España y otra a un horno crematorio.
Puigdemont I, volverá a declarar internacionalmente lo democrático de este método donde los ciudadanos pueden elegir libremente y culminará su enésima homilía de manos cruzadas ante la barriga, con un tuit que muestra la foto de un charnego (español inmigrante o hijo de inmigrantes) disfrazado y en posición de "cagané"(figurita navideña de un pastor catalán defecando) sobre una senyera (bandera catalana). "Hay que evitar estos actos antidemocráticos que atentan contra nuestra pacífica convivencia", dirá dicho tuit.
También explicará que es un montaje, una mentira ese video tuiteado que circula por ahí. Donde dos mossos  (policía catalana) en plena calle y ante una coro de catalanes felices y sonrientes cogidos todos ellos de la mano, le están metiendo un ramo de rosas de Sant Jordi por el culo a una vieja que ha dicho "mierda" (español) en lugar de "merda" (catalán) al tropezarse con el escalón de entrada al banco Santander.
"Espanya solo quiere desprestigiarnos; pero no podrá con nosotros que somos uno solo", explicará el beato rey.

Puede que no sea así, puede que llueva mierda, pudiera ser que los cerdos (los de cuatro pezuñas) hablaran, pudiera ser que de haber existido Jesucristo vomitara sangre al morir...
Lo único que me importa es pasarme por el culo las ideologías y a sus pacíficos e iluminados mesías.
Disfruto mi genialidad, sinceramente.




Iconoclasta