Powered By Blogger
Mostrando entradas con la etiqueta impunidad política. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta impunidad política. Mostrar todas las entradas

12 de enero de 2024

lp--La Constitución, la biblia de los dictadores ibéricos--ic


La narco dictadura española avanza legal, constitucional y moralmente con el cariño de su endogámica ciudadanía a una nueva España Feudal, donde la plebe pueda seguir comiendo desperdicios y mierda como antaño; las sobras que la aristocracia o clase política lance a la calle desde los balcones de sus palacios. Donde las noches en los hogares, serán la vuelta a despiojarse unos a otros frente a un televisor que emite mierda.

Donde los favoritos del Estado Español se llevarán a la boca la carroña con más magro. Sin embargo, los favoritos son tan pocos que la guerra será la única solución posible al problema de la segregación, humillación y miseria de la casta paria o asalariada no funcionaria. Era un lucha continua en los oscurantistas feudos medievales como lo sigue siendo hoy España.

Si un dictador decreta que sobornar, corromper, asesinar y torturar es constitucional y ajustado a pleno derecho, no hay duda alguna de que es legal porque está avalado además, por una caterva de jueces que cobran multimillonarios sobornos; como así ocurría en la España Franquista y ahora en la España del rey Sánchez I el Arribista.

Actualmente en España, toda mierda, humillación y crimen llevado a cabo por el Estado es constitucional, legal y avalado por sus corruptos jueces. Esto significa, ni más ni menos, que la constitución española es un documento podrido en su redacción, pergeñado para todo dictador o esquizofrénico que se hiciera con el poder. Una putrefacción ética en bucle sin fin que se alimenta de la sangre asalariada no funcionaria, eminentemente ignorante, cobarde y servil.

La constitución española se creó como un manual para dictadores genocidas, y liturgia y catequesis de la corrupción. Porque la constitución española permite la impunidad de todo político criminal y las perversiones legales que requieran para que el dictador permanezca en el poder.

La constitución española es el cheque en blanco para un asesino elegido “democráticamente”.

Esta revista pornográfica que es la constitución, un conjunto de leyes y “derechos” redactado por endogámicos y próceres de la oscura España en pro de la corrupción y el fascismo asesino, se le hizo votar al pueblo endogámico español como un dechado de ética y equidad de mierda.

Por eso hoy, un esquizofrénico atormentado por su homosexualismo, ha podido comprar su presidencia constitucional y legalmente.

Dejando de lado la constitución de mierda, lo que está claro es que no mueren con la necesaria cantidad y frecuencia los suficientes jerarcas para eliminar la peste fascista ibérica.

Estamos abandonados en un nicho de infecto fascismo, en una península milenariamente aislada del conocimiento y la ética.



Iconoclasta

20 de julio de 2023

lp--La Omertá Española, escandalosamente silenciosa--ic

Las elecciones generales españolas 2023, es una película de mafiosos, no solo basada en hechos reales. Es literal…

La ley del silencio sin fisuras, hermética e inviolable. Todos los políticos con cargo, diputados, senadores y altos funcionarios han mantenido en silencio durante la campaña electoral algo tan gigantesco como el golpe de Estado contra los derechos, libertades y necesidades biológicas de la población con aquel estado de alarma por coronavirus del 14/3/2020. Ni un solo político o personaje público, ni periodista, ha roto la Omertá pactada para silenciar los crímenes genocidas del Caudillo y sus Caciques autonómicos, la derogación, incluso del derecho al sustento y atentados contra la biología humana como la prohibición de respirar libremente a cielo abierto durante más de tres años o la vacuna por coacción y segregación racial.

Nadie de los que gobernaban, asistían a las cortes, al senado, colaboraban con el Estado o daban su apoyo al Caudillo Español Nazi Penitenciario Homosexual Clima-sanitario ha roto el silencio mafioso de los crímenes cometidos.

Tiene que ser muy grave la actividad delictiva del Estado, para que la Omertá sea más poderosa que la ambición que caracteriza a todo político.

No ha usado ningún político español la corrupción creada en torno al coronavirus para atacar a los contrarios. Se han hermanado como una secta.

Una familia de mafiosos… Un cártel de asesinos.

Han pasado por alto la historia contemporánea más negra de España de una forma tan escandalosa, tan estridente para la inteligencia, que es difícil creer que ningún ciudadano español haya sido capaz de sentir el trueno del silencio mafioso, de la Omertá Española.

La ciudadanía española está sorda. Y es carne de nazismo.

Nadie ha defendido a los que murieron abandonados a sus enfermedades o encerrados en geriátricos. Nadie ha defendido a la ciudadanía encarcelada en sus casas, a los multados, a los debilitados por el bozal del silencio y la humillación (mascarilla en jerga nazi), a los encarcelados o apaleados por la policía nazi del régimen de alarma de coronavirus. A los enfermados por el pinchazo bajo chantaje de una vacuna que no vacuna. La segregación racial entre vacunados o no vacunados.

La España de la vergüenza y la mezquindad ha pasado de puntillas por unas elecciones generales como una puta saliendo de la habitación del cliente al que le ha robado el dinero y le ha contagiado el sida.

Nadie ha hablado de tantos millones de gente humillada.

El Estado anunció que aquellos asesinatos, encarcelaciones, ruinas, humillaciones y vejaciones fueron ilegales y qué le vamos a hacer.

La Omertá Española…

Y no pudieron parar, continuaron con su mafia y pervirtieron las leyes para convertir su corrupción y delitos en impunidad y aristocracia. En tiempo indefinido en el poder.

El Estado Español pervirtió leyes con jueces corruptos que avalaban toda perversión de la legalidad con los bolsillos llenos de billetes.

Silencio por la compra corrupta de equipos clínicos, bozales (mascarillas) y dosis de vacunas que mil veces pinchadas, continuaban infectando.

A ningún cabestro español le ha preocupado la mierda vivida en España desde el 2020 hasta la actualidad. Tienen la memoria de los peces. O simplemente están vacíos como muñecos rotos en un vertedero de basura.

Incluso en Sicilia, La Cosa Nostra debe sentirse asombrada por la inquebrantable e inquietante Omertá Española.

A la ciudadanía española no le preocupa el silencio de los asesinos y estafadores en el poder, ni el de los que pretenden llegar a él en estas elecciones del silencio mafioso.

Nunca había sido tan obvio el crimen del Estado ni tan indiferente a la muerte, la humillación y la corrupción la ciudadanía española en tan poco tiempo.

Lo no visto y lo no oído tan escandalosamente en las elecciones generales españolas del 2023 es una auténtica película de conspiraciones asesinos, asesinados y corruptos.

Las elecciones solo es un desfile de gánsteres y psicópatas.

Solo eso. Sin gracia, sin elegancia.

Apestando a podrido.

En España no hay mafia porque el Estado no permite injerencias en su monopolio.

La Omertá Española no tiene parangón en su perfección con ninguna otra de las mafias del planeta.

El gobierno español ha declarado impunes a sus políticos, jerarcas y burócratas. Y ha conseguido el crimen perfecto y silencioso.

Un pacto entre criminales inviolable.

Y los sin rostro, sordos y sin memoria votarán a lo mismo, sin importar la indignidad y la humillación.



Iconoclasta

17 de noviembre de 2022

lp--No, no es por la vacuna--ic


Siempre fueron así, no es un efecto de la vacuna; no totalmente.

No sé cómo pueden los españoles comer y vivir con tranquilidad ante un gobierno corrupto y peligroso que los somete y humilla, que perdona los delitos cometidos por los delincuentes políticos afectos al estado corrompiendo para ello las leyes; incluso alabando sus delitos, traiciones y vejaciones. Por cada político, jerarca o burócrata que aparece acusado de un delito, el gobierno penitenciario fascista español homosexual sanitario, decreta y revoca leyes en connivencia con un cónclave de jueces absoluta y desoladoramente corruptos para proteger sus delincuentes cómplices y sus riquezas atesoradas con sus altos cargos.

Sí que lo sé. Sé perfectamente porque los españoles están ciegos a esa corrupción. Solo utilizo la retórica para dar énfasis al ensayo.

Estoy seguro de que dada la alta impunidad, alevosía y desfachatez con la que actúa el gobierno con sus delincuentes amados; que la vacuna del coronavirus porta una enzima o proteína que en los vacunados provoca ceguera y sordera mental ante toda esa corrupción y tiranía desmedida, desbocada de jueces y estado.

Pero no ha sido la vacuna, la vacuna solo los ha sedado, les ha reducido la velocidad de reacción de las neuronas; lo realmente importante es que, con toda probabilidad, los hijos de los vacunados nacerán definitivamente más dóciles, más obedientes que sus progenitores hacia el pastoreo y sacrificio a los que serán sometidos por el estado. Es la consecuencia de una vacuna genética.

Nacerán castrados de valor y perspicacia, solo en la adolescencia y la madurez biológica se podrá observar el efecto castrante de la vacuna del covid.

Es una hipótesis más que posible dada la dictadura impuesta en España con un golpe de estado por medio de una sanidad de índole nazi. La corrupción va de la mano de todo estado nazi o fascista comunista.

El pueblo español es una raza de genética oscura, empobrecida, tal vez porque su tierra ha estado durante milenios aislada de Europa. Aislada de la cultura, la decencia, el valor, el orgullo y el conocimiento. Aislada de la riqueza genética que en Europa se dio al cruzar las líneas genéticas entre etnias asiáticas, europeas y africanas.

Por ejemplo, el pueblo francés no tiene la mansedumbre del español, esa indolencia bovina hacia la privación de libertad y la humillación. No hace mucho, los chalecos amarillos pusieron en jaque al estado francés con una espiral de espectacular y liberadora violencia.

O aquellos camioneros canadienses que salvaron a miles y miles de ciudadanos segregados, privados de libertad y humillados por el primer ministro homosexual que en nombre de la salud pública por la epidemia del covid, creó campos de concentración para los infectados y no vacunados, auténticos guetos con los que se disponía el gobierno canadiense a exterminar a los no vacunados y enfermos. Los camioneros canadienses dieron la libertad al pueblo de nuevo, sin ellos se encontrarían como los españoles de humillados e indiferentes a la corrupción, el robo y el acoso del estado. Asustaron a ese primer ministro maricón y las libertades volvieron a emerger a la superficie.

Son gentes con una genética muy distinta a la española. Más rica, más noble.

España sigue siendo un reino de oscuridad.

La población española se ha acostumbrado a ser expoliada por el estado. Saben que si dejaran de pagar al estado, éste les embargará todos los bienes y los condenará a la pobreza y el hambre. Y si eso no fuera suficiente, meterá en el trullo al trabajador durante décadas. Sabiendo esto, no les ofende que un jerarca del gobierno se pasee libre tras una estafa o traición. Es kafkiano…

Los soldados son severamente castigados por deserción o traición.

La ley en España es tan corrupta que provoca pesadillas en las gentes inteligentes.

Al que roba un par de zapatillas deportivas lo condenarán severamente los jueces corruptos que dejan a libres a los grandes delincuentes políticos que causan violencia, hambre y ruina en millones de personas.

Y ningún español alzará la voz cuando esos hijos de puta, los delincuentes políticos alabados, perdonados y enriquecidos por el gobierno dictador español se paseen libres e impunes, intocables. No alzará la voz ningún español cuando esos mismos políticos vuelvan a parasitar su trabajo y sus bienes. O cuando revienten toda libertad y necesidad biológica, cuando humillen a los padres ante sus hijos, cuando se vean forzados a esquivar en la calle a la policía nazi sanitaria como ocurrió durante el encarcelamiento de millones de españoles por decreto de un nuevo caudillo abiertamente homosexual (Franco era un maricón discreto).

Delincuentes del estado libres y con impunidad para continuar con fuerzas renovadas sus robos y extorsiones a la ciudadanía. Es el modelo de gobierno copiado de los narcotraficantes.

El español o nativo de la península ibérica ya no se espanta de la corrupción que vive cada día a cada hora. Sigue pensando que es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer: la cobardía en su estado más puro, ignorante y tribal.

España es provinciana hasta la caricatura.

Es una pura cuestión genética, degeneración genética concretamente.

Pero no es culpa de la vacuna, no todo… La vacuna ha sedado a los adultos ya mansos de por sí y castrado mentalmente a las futuras generaciones por medio de la reproducción de machos y hembras vacunadas reproduciéndose y eternizando así la aberración genética.

Quiero pensar que es un apasionante relato de ciencia ficción, pero hay más de ciencia que de ficción y más de hechos y consecuencias político-delictivas e históricas que de imaginación.

El pueblo español obró igual durante el franquismo a como ha actuado (es decir con indolencia y mansedumbre) en la actual dictadura.

Cuando el estado fusilaba a un vecino o al hijo de ese vecino; el español en voz baja durante la cena le decía a su parienta (el macho hablaba de las cosas serias y la mujer escuchaba sin mirarle): “Algo habrán hecho. ¿Por qué cojones tienen que hablar de política ni mierdas?”. Esa fue la postura de millones de españoles.

Se podría decir que el español es una raza mezquina comparada con la de otros países con más sentido de la libertad y orgullo propio. Una raza que no supo ni pudo aprender nada de la cultura y nobleza de aquellos pueblos que invadieron su oscura y aislada península y los dominaron durante siglos y siglos. El cerebro de los habitantes de la península ibérica es impermeable a la cultura y la libertad.

Pero durante la guerra civil española, la genética de la raza española aún sufrió más degradación. Se dice que fue una guerra muy larga; no es correcto del todo. Las batallas se libraban rápidamente, lo que alargó la guerra fue la tarea genocida de Franco. En cada pueblo o ciudad que tomaba, durante el tiempo que fuera necesario, a menudo meses, los dedicaba a la exterminación de toda persona que sospechara no abrazar su degradante fascismo paranoico. Franco no salía de una ciudad hasta haber asesinado a todo aquel que tuviera inquietudes humanísticas o de libertad. Eso es lo que más tiempo llevó para finalizar la guerra. El puerco no dejaba a nadie vivo tras de sí que pensara distinto a su doctrina criminal de analfabeto palurdo. Y mientras tanto, los militares en otros frentes, se podría decir que se aburrían esperando el momento de la acción. Esperando que Franco hubiera exterminado todo asomo de lo que le podría dar dolor de cabeza: libertad y dignidad.

Así las cosas, es fácil de imaginar cómo la dictadura franquista modificó las líneas genéticas de la población, dejando vivos solo a los mediocres o faltos de inquietudes y los lameculos.

Casi exterminó el código genético de la libertad y la nobleza de la península ibérica.

Fue un trabajo colosal de selección ganadera en humanos: matar lo que no sirve al régimen y dejar que se reproduzca la útil mediocridad, indolencia y mansedumbre.

Y por tanto, los colegios se convirtieron en cuarteles y santuarios franquistas y los padres educaban a sus hijos en el respeto al caudillo, sin consideraciones éticas y con admiración; como si fuera un jesucristo más.

Hubo un momento en la que la dictadura española tuvo que a abrirse al mundo o arruinarse. Se abrió y entraron ideas extranjeras de libertad y decencia; pero era tarde, cientos de generaciones se ensuciaron bajo la selección genética franquista; y así hasta el día de hoy, que siguen accediendo al poder los políticos generados por el franquismo, o bien los ciudadanos generados también por el franquismo, ciegos a la corrupción y rompiéndose las manos aplaudiendo a los delincuentes que forman el gobierno penitenciario fascista español homosexual sanitario, con fecha de instauración catorce de marzo del 2020. Aquel aciago día, en poco menos de veinticuatro horas, el lema “La libertad es enfermedad” se extendió por toda la península ibérica como una plaga de pulgas en el pelaje del gato enfermo.

Es fácil que dada la carga genética en los españoles de la dictadura franquista, la nueva dictadura penitenciaria homosexual sanitaria entrara sin que mediaran siquiera cincuenta años entre una y otra.

Y el español hizo lo mismo que antaño con Franco: delatar a su vecino y arrodillarse ante los malolientes genitales de sus gobernantes con hambre homosexual; ya que si algo tiene el español, es la afanosa capacidad de copiar en todo a sus fascistas amos. Por supuesto, si un inocente es encarcelado, viendo la propaganda del fascismo actual en formato telediario, el buen ciudadano del fascismo pseudo sanitario dirá: “Algo habrá hecho”.

Así que los españoles ciegos e indolentes (como es característica de la raza española o de la península ibérica) cuando salgan libres e impunes los delincuentes del estado, no alzarán una ceja. Y al ciudadano digno, acusado con vehemencia y severidad por una falta administrativa que lo conducirá  inexorablemente al hambre y a la violencia para obtener comida y por tanto, a la muerte o al trullo a perpetuidad; le espetarán que “algo malo habrá hecho”.

No, todo no es culpa de la vacuna del coronavirus, decididamente. La vacuna habrá garantizado la mansedumbre e inmovilidad en las generaciones que ahora suben y en las que han de nacer. Son el futuro negro y terrible de una nueva dictadura.

El español, es cobarde, manso, ciego y mezquino por genética, sin necesidad de vacuna.

Y esto explica porque las dictaduras en España son las más longevas y sangrientas del planeta. Aquella popular sentencia española de “más vale lo malo conocido…” es definitivo y probatorio (en jerga judicial, de la corrupta) del carácter esclavo e ignorante de los pobladores de la península ibérica.

“Algo habrán hecho”, pero no hicieron nada, hijo de puta.

Hurgar en la memoria histórica no siempre es aleccionador y enriquecedor, hay mucha mierda para todos. No vale la pena agitarla, el mal ya está hecho y se sigue haciendo. Es mejor atajar el problema, a la francesa, que es lo que de verdad resulta.

A veces pasa que la sabiduría da dolor de cabeza, como a los dictadores les enferma la libertad.

Vomitar es inevitable y un acto tan natural ya como respirar.

Prefiero morirme que vacunarme, aún me queda ese suicida y romántico sentido de la libertad y dignidad.



Iconoclasta