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18 de mayo de 2022

Escapar de Cataluña

Es hora de escapar de Cataluña, de este gueto nazi y mafioso al que el Gobierno Central Penitenciario Fascista Español del Coronavirus, le ha concedido “patente de corso” para llevar a cabo con impunidad los actos de extorsión, robo, fraude y violación de libertades a todo habitante no asociado a los clanes mafiosos catalanes de corrupción y estafa, también conocidos como Generalitat o Generalato de Cataluña.

Si te demoras demasiado en escapar, por ley, por decreto, pronto cerrarán las fronteras para no perder población a la que robar y extorsionar. Corre si puedes. Porque la libertad ya es una mecha corta que apenas da tiempo a un par de pasos.

No ha servido de nada durante todos los años de tu vida que te hayan robado y sigan haciéndolo en concepto de basuras y limpieza; ese dinero se lo quedan los clanes mafiosos catalanes que están en el poder, cada día inventan una nueva extorsión. Un nuevo tributo de protección a comercios y ciudadanos que no sean catalanes puros.

Y dejan las calles llenas de mierdas grandes que abultan como un millón de colillas.

Lo siento por los que no tienen medios económicos para escapar de este lugar, porque su futuro pasa por limpiar con sus manos las sucias calles de Cataluña, ante sus propios hijos. Sucias calles porque la corrupción catalana no ha permitido que el dinero recaudado se dedique a ese fin.

Sucias porque todo lo que pagas va a un agujero negro de usura y corrupción, de nazismo y caciquismo. Cataluña pertenece a cuatro o cinco familias y el dinero de los catalanes pertenece a la mafia catalana.

Y ahora quieren más, como de los refrescos, de los coches, más de reciclaje y de independencia de la mafia catalana.

El Gobierno Central Español está tan podrido, que le lanza una sonrisa cariñosa a sus colegas catalanes de criminal talante nazi que forman el estado o gobierno de la Generalitat.

Lo siento por los catalanes que tienen un abuelo murciano, por ejemplo, porque al igual que yo, en Cataluña son catalanes sucios; por eso no podemos asimilar el grado de fascismo y de extorsión en Cataluña como un bondad. Hay que nacer puro ario catalán para soportar a esa mafia extorsionándote, obligándote a agacharte a que  recojas la basura del suelo a pesar de haber pagado impuestos de limpieza. Y aplaudirles luego…

Quieren el acto de tu humillación si necesitas que te devuelvan lo que te han robado por unas caladas de sosiego. Que les pidas limosna. Al fin y al cabo, una escoba barre un papel y una colilla. ¿O tiene orden el basurero de dejar las colillas para que las recojan los catalanes que no tienen dinero para comprar la cocaína que la Generalitat consume despachos adentro?

Hay que nacer especialmente puro, limpio, atleta, beato, obediente, santo, mártir… Catalán de “de debó”, no un sucio catalán charnego; para sentir afecto a esa Generalitat que se empolva con farlopa la nariz y luego se limpia con ella los dientes, en sus despachos y burdeles, en sus palacios y chalets. Y dicta sus órdenes de extorsión en lugar de administrar un país.

Y pronto también, deberemos marchar de España, porque al final, es el gobierno español el que permite el nazismo, lo aplaude y lo subvenciona. Pero primero de Cataluña, antes de que cierren las fronteras. Y luego, sin perder mucho tiempo, salir de España y su fascismo que durará más de lo que muchos vivirán a día de hoy. Como duró aquella bestia inmunda, aquel cerdo llamado Franco.

Lo siento por los que no tienen dinero para emprender una nueva vida en otro lugar, porque morirán indignos en la vejez, si llegan a ella. Humillados y avergonzados de sí mismos ante sus hijos y nietos por tener que caminar con mierda en las manos a cambio de alimento.

Porque para el siguiente acto exigirán las peladuras de fruta y pieles de pollo para que te devuelvan un dinero robado.

Agradezco que de alguna forma compré sin pretenderlo, para bien o para mal, mi libertad gracias a una pierna podrida llena de cáncer y sangre sucia. Y cojeando puedo marchar donde quiera, sin depender de nadie. Y otros se deben quedar en esta prisión.

Pobres…

Lo siento porque muchos deberán agacharse al nazismo de la mafia catalana y rogar por lo que es suyo, humillados, con la dignidad quebrada.

Insisto, tuve suerte con mi pierna doliente y podrida de enfermedad y miseria.

Y tuve suerte porque me duele más la pierna que el nazismo, y escribo fría quirúrgicamente por ello.

Lo siento porque llegará el día que les dirán a los padres que su hijo catalán ya tiene su futuro decidido, porque las pruebas genéticas solo le permiten ejercer de reponedor de supermercado.

Lo siento de veras, pero debo escapar de Cataluña.

Y una vez asentado en una escasa libertad, estoy seguro de que el resto de España se tornará irrespirable.

Y diré desde el avión ¡Qué viva México!

Si no he muerto ya.

Lo importante es escapar, ser refugiado en tu propia país.

Escapar de Cataluña antes de que sea tarde, antes de que mueras ahí.


(Fotografiaron a una triste mujer recolectando colillas en la playa, como ejemplo de la libertad catalana, la que se merece, su futuro)



Iconoclasta

17 de mayo de 2022

España: zona de guerra

El Nuevo y Normal Estado Penitenciario Fascista Español, en connivencia con los cárteles fascistas autonómicos, trabaja exclusiva y afanosamente para eliminar toda libertad y todo pequeño placer de la población.

Este acto de asfixia del estado requiere una respuesta de ira y violencia.

Y es ya prácticamente inevitable la lucha y la muerte.

Los criadores de cerdos (el estado español, en este caso concreto) han podido constatar con el coronavirus, la cobardía, sumisión y mansedumbre del pueblo español y han decidido cargar contra él como una apisonadora con la cruz gamada como insignia.

De hecho, las libertades han sido ya arrasadas junto con las necesidades puramente biológicas humanas. Prohibir o negar (censura y oscurantismo dogmático en educación, arte, cine y literatura entre otras cosas) los pequeños placeres (fumar, moverse libremente por la naturaleza, paseos nocturnos) será la culminación de un  totalitarismo feroz que solo puede erradicarse con una guerra abierta, por supuesto, decididamente letal.

España, con sus taifas y caciques autonómicos de corte neonazi, ya es zona de guerra, aunque la gran mayoría española aún no lo sabe. No lo sabrá hasta que los criadores de cerdos (el estado) les arranquen a los cerdos o habitantes a sus hijos de los brazos en el momento de nacer para, decidir si al bebé se le mutilan los genitales o es apto para la reproducción.

Los próximos que nazcan van a ser castrados genitalmente bajo supervisión socialfascista, es decir, eligiendo la cría a no emascular según la mansedumbre y afección al fascismo de los progenitores (imprescindible el brazalete nazi o pasaporte covid). Después serán vacunados con el virus de la cobardía y mansedumbre: el coronavirus o covid 19 que ya administraron hace más de dos años los gobiernos nazis o falsas democracias (preferentemente occidentales) del planeta a su ganado porcino humano.

Yo lucharé en el bando de la libertad, aunque dure solo un segundo. Un segundo de vida en el que no moriré como un manso de mierda.

Que no sueñen estos nazis hijoputas que les voy a comer la polla o el coño ni por un momento.

La libertad bien vale la muerte, porque esta mierda nazi no es vida. Es esclavitud, cerdos en una pocilga hacinados (la población de las grandes ciudades) y unos criadores sin escrúpulos (los jerarcas y burócratas gobernando) ahogándolos en sus propios purines, con las instrucciones y asesoría de unos veterinarios corruptos y traficantes de drogas (sanidad nazi, OMS).



Iconoclasta

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14 de mayo de 2022

Miopía y accidente

Eres un maravilloso accidente en mi vida. Y te llamo accidente por lo sorprendentemente fácil que es amarte; como caer por un tropiezo y darse cuenta de que estás perdidamente enamorado.

De la forma más ilógica e inmadura.

Si tú eres un accidente elegante, ingenioso, irónico (cómo me haces reír), con unas sofisticadas clavículas y unos pechos hermosos y lamibles. Yo me siento como una piedra en tu camino.

O en tu zapato, irritantemente adentro (es mi fetichismo).

Y siento mucha angustia, temo por ti, por tu salud.

¿Y si tienes un agresivo astigmatismo, miopía o alguna patología como un absurdo daltonismo que en vez de cambiar los colores, cambia las formas y los rostros?

No creas que pretendo cuidar tu salud.

Te quiero enferma si ese fuera el caso.

Deseo que sigas viendo lo que no soy, que mi vejez y decrepitud sigan ocultas a tu amor. Ruego porque jamás acudas al oftalmólogo.

O al psiquiatra, aunque sea más grave.

Si pudiera, te mantendría engañada todo lo que me queda de vida.

Porque si te pierdo ¿qué me queda?

Este egoísmo mío es una lógica secuela del accidente que representas para mí. De amarte.

Y constituye una constante lucha por reparar este engaño al que estás sometida.

Temo algún día estropearlo todo y ser sincero. Llevarte yo mismo al oftalmólogo. No puedo reprimir estos accesos de ética que me sobrevienen.

Temo clavarme yo mismo el puñal y perderte.

Aunque también existe la posibilidad de que esté loco y tú no me ames. Tú no existas.

Entonces no te haría daño, no tendría la pesada carga de tenerte engañada.

Mi locura es la única posibilidad para seguir siendo tu piedra, solo a mí corresponde concertar cita con el especialista.

Así que no puedo ni quiero reparar este hermoso accidente, mi amor. No sé si estoy loco o tú estás ciega, pero el mundo está bien así.

Te amo, bella miope.



Iconoclasta

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10 de mayo de 2022

Las sagradas escrituras o manuales para la cría de esclavos


Es un error creer, asumir y acatar lo que está escrito con certificado de antigüedad. Con la excusa del atavismo.

Si ello ocurre (el acto de fe) el acatamiento se debe a que la conciencia social ha degenerado y caído a la altura de los insectos coloniales. Donde el pensamiento único no es más que la orden de una gorda reina que lanza pequeñas descargas eléctricas a las estúpidas obreras. No existe así, humanidad, no hay rastro de ella.

Cuanto más antiguas son las leyes y mandamientos, más dirigidas están a explotar y castigar al esclavo. Fueron creadas para proteger y enriquecer a los amos.

Actualmente al esclavo se le conoce como obrero o trabajador; y el amo es el político, el sacerdote, el juez, el militar y el millonario.

Las leyes no cambian y si cambian es a peor, porque a medida que pasa el tiempo se suman más clases a la categoría de amo.

Con el neonazismo surgido con la pandemia de coronavirus y su catecismo de conversión de la colectividad humana a colmena de conciencia insectil, estéril y dócil; todo decreto, ley o “prudencia”, adquiere carácter de precepto religioso, acatado como acto de fe entre los esclavos de esta fracasada y muerta sociedad del conformismo cómodo y el consumismo paranoico e irracional.

Cuando la cobardía y la abulia se convierten en virtud, la violencia y su selección es necesidad biológica.

O un meteorito provoca una extinción rápida que elimine una plaga (la especie humana degenerada) o que las armas no cesen hasta que mueran los necesarios.

Son cosas que se piensan de una forma natural cuando gozas de la sabiduría adquirida con la experiencia de malvivir en una degenerada sociedad sin valores y dependiente de los amos y sus medios.



Iconoclasta

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29 de abril de 2022

La guerra, esa salvaje libertad


En la guerra hay una libertad salvaje: matar es gratis, un deber. Y se recompensa.

Si te acostumbras a trabajar todos los días como un esclavo, matar será coser y cantar, pura liberación. Solo tienes que romper ese escrúpulo inicial, matar al primero. Y verás que da resultado, no pasa nada. Y a partir de ahí, el placer.

Y nadie te preguntará si lo haces por la patria o por ti mismo. Porque sería estúpido preguntar lo obvio y saber que te mentirán siempre.

Ahí, en el instinto más primigenio de la caza, se encuentra el máximo exponente de la libertad humana.

La más salvaje y sincera libertad.

Lo difícil será cuando acabe la guerra: dejar de matar, perder la libertad.

Y es que no solo sale gratis matar en la guerra: ¡Te pagan por ello! (muy poquito, pero menos sería una mierda).

Con razón las guerras se hacen tan largas; perder esa libertad salvaje es volver a la aniquiladora y gris mediocridad. Y que tu vida deje de estar amenazada es un aliciente menos para la emoción vital. Se vive más tristemente viajando en metro con un bozal de perro obediente.

En definitiva, arma a un mediocre analfabeto y tendrás en pocas horas a un obediente y fanático asesino. Si le añades inteligencia, tendrás además a un héroe carismático y amado por todas las mujeres y algunos hombres, claro.

Por ley, por la patria es lícito matar. Y esto es la verdad irrefutable.

Y la otra verdad universal es que un ser humano que mates, es un ser humano menos que deseará matarte. Estas cosas funcionan así. Quieras que no, matas.

Así que toda esa mierda hipócrita de “crímenes de guerra”, solo se aplica a los que han perdido la guerra para encerrarlos largos años, matarlos o simplemente humillarlos como si fueran asesinos monstruosos.

Los exterminios automatizados y mecanizados, como eran los de la Alemania Nazi, es otra historia que trasciende a la guerra, otra dimensión más aberrante. Y son criminales de guerra también (ahora sí) muchos países y su permisividad mirando a otro lado (entre ellos los curas del Vaticano), o que lo negaron, o dijeron ignorar. En Nuremberg hubo muchos asesinos sin juzgar por aquel genocidio. Y también hay muchos criminales de guerra libres o no juzgados, próceres ejemplares de otros lugares y tiempos.

Pero como soldado… ¿Cómo no matar con emoción y precisión (si puede ser) a otro?

En tiempos de paz, la hipocresía, la cobardía y la mansedumbre campan a sus anchas como las ratas en un vertedero.

Es la guerra, tú no la pides, te llevan. Así que tranqui, haz tu trabajo y disfruta. Porque luego vendrá la misma vida, la misma grisentería que hace del aire algo sucio que no puedes evitar meterte en el cuerpo.




Iconoclasta

28 de abril de 2022

El departamento planetario del cariño


Nadie sabe nada de nadie. Y por suerte es innecesario ese saber.

Habitualmente, cuanto más sabes menos te gusta.

Mejor no preguntar.

Mejor aún, callar.

Callar está bien, es relajante, te libera de presiones, te hace indiferente a todo. Y el pensamiento se inquieta menos.

Y por eso ocurre que, cuando una simple brisa me acaricia la piel, los brazos, el rostro sudoroso, la espalda al filtrarse el aire fresco juguetonamente por entre la tela; de una forma instintiva pienso que es un consuelo.

El planeta, su departamento del cariño, me dice que ya está, que todo fluye en la dirección adecuada, que me abandone a ella. Que descanse.

Y es tan agradable y sensual la caricia, que se me pierde un latido cuando demasiado relajo incluso el corazón.

Has de hacer las cosas bien, el follar o el matar, el trabajo o el reposo.

Por eso me quedo en equilibrio al filo de la muerte y la vida cuando la brisa susurra ternuras en mi carne.

Sería el mejor momento de mi vida para morir. Tranquilo, sereno, satisfecho, incluso feliz. Sin cansancio, solo porque ya está todo hecho; o dulcemente vivir. Así…

Cierro los ojos para ver la luz dentro de mí. Siempre almacenamos un poco de sol aunque no queramos. Cualquiera que ha vivido momentos de hermosa soledad e intimidad lo sabe.

Imagino que esa luz sirve para no perdernos dentro de nosotros. Saber que aún estamos vivos cuando desparecemos tan plácidamente la faz de la tierra al meternos dentro de nos. Tan plácidamente como yo escribo esto, sin ser consciente si estoy dentro o fuera de mí.

Si acaso, solo el movimiento de los vellos de mis brazos, me indica que mi cuerpo está allá fuera. Que aún siente la caricia del departamento planetario del cariño.

Puedo seguir un rato tranquilo, si le ocurre algo malo a mi piel lo sabré.

Que me quede dentro de mí, si me place; me dice la brisa.

Tranquilo, pasará lo que deba, susurra con un cariño.

Y me quedo.


Siempre solo y con placer: un servidor (no sé quién soy, mejor no preguntes).


P.S.: No tardo, cielo, sabes que no puedo estar mucho tiempo sin ti.




Iconoclasta

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23 de abril de 2022

Ciudades y degeneración humana


Es muy peligroso para la especie humana el nivel de decadencia alcanzado por las sociedades consumistas o urbanas.

En las ciudades se ha desarrollado una especie humana producto de la endogamia, castrada de las básicas características humanas.

No es lo mismo ser un humano puro que el nacido o criado en una granja humana, estabulario o ciudad. La raza humana de ciudad es una especie de mucho menor valor que la libre.

Solo unos pocos intelectuales y unas pocas rarezas que nacen sorpresivamente a pesar del cuidado de los criadores de cerdos o políticos; no conseguirán ya devolver a la especie humana su pureza, o propiamente dicho, su condición humana.

De la misma forma que se han creado líneas genéticas de ganado vacuno manso, las mismas líneas sanguíneas mansas, obedientes, infantiloides e indolentes se han recreado entre el ganado humano de las ciudades.

Y lo peor es que internet, televisión y telefonía móvil, contaminan incluso los pequeños pueblos con su alcance, con la misma degeneración genética.



Iconoclasta


20 de abril de 2022

El no abortado


Soy el hijo que no pudo ser abortado, y luego demostró con su maldad y odio ese accidente o error.

Si hubiera sido decidida y valiente mi madre, hubieran muerto muchos miles menos; pero una adolescente mediocre y con un cerebro aún más vulgar, sintió el peso de la conciencia insectil humana y desgarré su coño para emerger a esta cochina luz que ese dios maricón creó.

Si hubiera sido humano, así me gustaría haber nacido. Y arrancarle los pezones a bocados cuando me diera de mamar.

Afortunadamente no soy hijo de mono. No soy un primate como vosotros.

Me creó con materia fetal Dios el melifluo maricón, junto con otros diez mil ángeles.

Supe corromperme y crear músculos llenos de sangre ponzoñosa, rellené los huesos con tuétano de materia cadáver.

Y en toda esa carnalidad pulsante, maloliente y venenosa prendió también la eternidad que Dios concedió a sus ángeles.

Desarrollé inmunidad contra la bondad y su dios. Resbalaron sobre mi piel feroz los mandatos y el amor a la humanidad.

Creé el infierno donde sufren ángeles y primates reviviendo en un ciclo sin fin el dolor más fuerte que marcó sus existencias.

Soy el nº 1 en la lista de Forbes en millones de almas de mi propiedad. Y no todas son malvadas o han cometido pecado mortal. Están en los sótanos de mi oscura y húmeda cueva porque soy rápido cazando las almas que se desprenden de los cadáveres de los primates cuando mueren o cuando los descuartizo.

Lo cierto es que las almas son accidentales, son la molesta consecuencia de las matanzas que cometo, que gozo, que necesito realizar.

Si no tuvieran vapor o alma, haría exactamente lo mismo con ellos: aterrorizarlos, torturarlos y matarlos. Si el alma pudiera ser asesinada, no existiría el infierno y unas pocas almas idiotas habitarían el paraíso de Dios, el homosexual y pederasta sagrado. Porque masturbarse o ser acariciado por un estúpido y asexuado querubín, es lo mismo que usar primates de cinco años.

Odio a los primates porque son creaciones de Dios y son repugnantemente parecidos a él en sus maneras y pensamiento, sobre todo por esto los odio hasta la extinción.

Os odio aunque estéis dormidos. Os odio tanto que deseo vuestra resurrección para mataros de nuevo. Para mataros un millón de veces. Hasta que el universo se extinga…

La Dama Oscura se acerca caliente, sin un solo vello en su vagina que se muestra por debajo de una falda que no es más que un concepto, una trampa sexual para atraer la atención a su coño. Su raja abierta, dilatada, está brillante de viscosa humedad. Su chocho tiene hambre. Cuando pienso profundamente en mí mismo, entra en celo, se calienta. Hay alguna conexión entre mi maldad y su coño de la que ninguno de los dos podemos escapar.

Tengo una teoría: cuando pienso en mí, en mi historia y pasión y mi ansia de aniquilación humana; mi polla se pone dura y actúa como antena de emisión. Y ella recibe las vibraciones de mis cojones y el semen que presiona hacia un glande amoratado, henchido con la sangre que lleva la vida, el veneno o la dureza de la reproducción. Del sexo brutal e impío.

Así que separo los muslos, alzo cada pierna sobre los reposabrazos de mi sillón esculpido en roca, una roca que no puede herir el cuero grueso que recubre mi carne. Mi ano se ofrece indefenso ante cualquier agresión, porque si hay algo que soporto, tanto como lo provoco, es el mortificante paroxismo del dolor supremo e íntimo. Aquel al que no llegan manos para consolarlo, tan profundo, tan devastador para la mente.

Y le regalo mi polla, para que haga lo que deba, lo que quiera.

Y decide atar una cuerda ruda en la base del pene y estrangularlo.

Observo fascinado como se congestiona, las venas pulsan a punto de reventar y cuando noto que algo malo ocurrirá, suelta el lazo y la sangre corre de nuevo en tromba hacia el pijo. El glande entra en espasmos y grito con todo mi poder. Las almas crean un coro de terror que inunda la cueva y los crueles desaparecen en la oscuridad, excepto uno.

La Dama Oscura se arrodilla y traga hasta sentir náuseas mi falo y escupo mi semen que brota con fuerza inusual inundando su garganta. Parece vomitarlo y por la nariz escupe el semen regando mi pubis. Tose y se ríe…

Un cruel, lame su coño, con su rugosa lengua de jabalí monstruoso. Mi Oscura gime de placer y dolor, y escucho excitado el obsceno chapoteo de la lengua en su sexo hirviendo, lacerada la piel… Lo noto en sus espasmos de dolor, son como pequeños orgasmos que erizan sus pezones más allá de lo que la bondad puede soportar.

Y no tiene bastante, agarra una de las afiladas navajas del cruel y lo fuerza a meter más profundamente el hocico entre sus muslos. Con la boca llena de mí y dejando escapar el esperma, grita mudamente y se aferra a mis cojones llevándome a otro nuevo nivel de dolor.

Desenvaino de entre los omoplatos mi puñal y corto sutilmente la piel de su rostro hasta que una fina de línea de sangre se desborda en pequeños ríos. Y ella responde cayendo a mis pies, gritando un orgasmo entre convulsiones, con el cruel casi asfixiándose en su coño sin dejar de lamer.

De repente, cesa todo sonido, todo movimiento. Se incorpora, acerca su boca a la mía y muerde mis labios juguetonamente; pero maldita sea, clava sus uñas en mis piernas alzadas. En las tibias y arrastra…

El dolor es inenarrable. Llevo la punta del cuchillo a su nuca embrutecido.

Me mira a los ojos desafiante, y decido entrecerrar los míos y desear que no cese.

El cruel se ha colocado a un costado del trono de piedra y lame la sangre y el pus de mi daga que gotea sobre su morro. Y se lo clavo en la cerviz, son crueles, no importa si mueren. No importa que todos mueran, excepto ella, mi Dama de alma oscura, de coño profundo, de ano ardiente… Feroz como no he conocido jamás primate alguno.

La mataré, lo mato todo; pero aún no.

Aún no…

Os estaba hablando de almas; pero en este momento incluso de mis piernas brota esperma por las heridas, entre sus uñas. Ella provoca esas cosas.

Y las almas me importan tanto como mis crueles: una mierda.

A medida que nuestras respiraciones se relajan, pienso en Dios, en clavar mi puñal en sus cojones y cortar hacia arriba, hasta que los huesos de su cráneo sagrado de mierda lo impidan. Es una imagen recurrente, como meter a sus ángeles y arcángeles en un picadora de carne para dar de comer a mis millones de crueles.

¿Los oís? Los ángeles revolotean asustados en el cielo, temen mi pensamiento mismo.

Están cantando a coro salmos celestiales para conjurar el Mal, a Mí; piden que jamás suba a ellos. Y Dios mira a otro lado, sin poder prometerles nada.

Siempre sangriento: 666



Iconoclasta

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19 de abril de 2022

Esperanza, nubes y otros deshechos


Cuando alimentas la esperanza de que las nubes mantengan el sol cubierto, las muy bordes se van y te dejan indefenso y solo a sus putos rayos.

Y dan ganas de repartir hostias a quien sea.

No está nada bien que te ilusionen y luego te jodan. Es habitual; pero no está bien.

La vida es una cochina metáfora de sí misma.

¡Coño! ¿Dónde está el meteorito de la próxima glaciación?

Es una época de mierda, nazismo, crisis nazista, gripe nazista y calor nazista.

Alguien debería matar a alguien, digo yo. Y digo bien.

Pareciera que dios si existiera, fuera un cochino corrupto que ha aceptado sobornos de las democracias nazis del coronavirus. Y las de la guerra ruso-ucraniana, que son exactamente las mismas.

Parece imposible que una democracia sea nazi y genocida ¿no?

Pues como todo dios ha podido comprobar, se ha convertido este hecho en una vulgaridad más de estas sociedades de adultos infantilizados y globalizados en un gran y poderoso analfabetismo funcional.

Es tan notorio el analfabetismo que la RAE corregirá “analfabetismo” por “hanalfabetismo”, para no herir susceptibilidades de puritanos y maricas.

La mierda nunca cae sola, lleva trozos variados de cosas innombrables, otros deshechos. 




Iconoclasta

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18 de abril de 2022

Una bocanada de primavera


Me aproximo al gran abeto de mi ruta habitual y ya percibo un aviso. Cuando llego a su fronda, mis pulmones se llenan de olor a clorofila y resina tibias.

Una esnifada de eufórico bienestar.

Y me la pone dura.

Es la primavera, la época de las fragancias de mediodía. Cuando llegue el verano será tan fuerte el calor que evaporará los aromas a esta hora. Convertirá el vapor en vapor de vapor… La naturaleza tiene la cualidad de lo superlativo.

Doy media vuelta a la bici y vuelvo al abeto y sus enormes ramas. Aspiro hondo zambulléndome en el aroma de la primavera.

Es la primera gran bocanada que trago con hambre, ferozmente.

Nunca se sabe si podré volver a respirar otra, la muerte no es algo que se pueda obviar frívolamente, ha de entrar en todos tus planes como un azar cualquiera.

Jamás se podrá igualar semejante aroma por la industria del perfume. No se puede añadir libertad a un frasco. Ni un cansancio acumulado que provoca un suspiro de alivio.

Y mucho menos la sangre a presión que le da un color cereza a mi bálano y pulsa como un corazón más.

Otros se deberán conformar para enaltecer su ánimo con la gris y anodina cocaína, por muy blanca que digan que es. Se empolvarán la nariz con grisentería, con más mierda de la misma.

Corto y cierro, salgo de la trampa narcótica del árbol y continúo mi camino.

Las nubes en un cielo azul saturado, como tranquilas vacas gigantes, llenan los espacios vacíos; moviéndose lentamente, con cierto capricho. Las hay que siguen rumbo norte, otras van hacia el este.

Vacas tontas y desorganizadas...

Observo a través de la desnuda rama de un árbol el caminar de una nube que la rebasa serenamente, sin prisas. Pierdo con delectación el tiempo… No es que me sobre, es que es mío y hago lo que me sale de la polla con él.

Tal vez llueva en algún momento. No hay problema, soy sumergible, no me oxido, no me asusto.

Y si alguna vez lloro es por ella; porque pensar en compartir juntos el movimiento del planeta me aboca inevitablemente a una trágica y bella melancolía de no tenerla aquí y ahora. De necesitarla…

Los hombres no lloran por miedo, no deberían. Lloro solo por el deseo atávico de poseerla, de metérsela y que ella decida si la amo. Porque más no puedo sentir, más no puedo desearla.

Algunos excursionistas asan carne, lo huelo.

Tal vez sea hora de comer, lo único que falta para que el día se complete.

Lo demás, lo he sentido todo; con esta pasión tranquila y un poco triste, con esta condenada erección, con el cigarrillo cuyo humo difumina mi visión dulcificando un poco el mundo.

Pinche abeto, qué buena esnifada…



Iconoclasta

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2 de abril de 2022

El apocalíptico viento


El viento arranca y arrastra la vida en todos los rincones del planeta. Roba el calor y por tanto la vida. Y no sé a quién se lo da.

El viento que habla con los árboles a los que no les importa que les pueda arrancar su calor, porque ellos lo obtienen de la tierra profunda, de la descomposición de los muertos y el infierno que es el centro de la tierra, allá donde el viento no puede entrar. Si algo no te puede robar la vida no debes temer. Por eso es absurdo que la simple palabra cause tanto miedo entre las bestias humanas.

No temo al viento, es mi particular y dulce eutanasia, hablo con él con los ojos entornados, escuchándolo con la cabeza ladeada en un dulce y trágico desaparecer del planeta.

No temo al viento, lucho contra él cuando me lo propongo. Si vivo gano; pero no siempre será así. Mi pellejo se seca, cada día es más fino y me hace frío como el metal.

Tarde o temprano el viento me arrastrará, me llevará a ningún lado y seré simple ráfaga.

El viento no quiere palabras, no se las lleva, no las necesita. No tiene nada que decirnos más que soplar y soplar. Nos quiere a nosotros arrastrados.

Sus grandes amigos son los seres que viven clavados en la tierra y las aves que lo montan, vuelan y juegan con él…

Sopla con fuerza en primavera para esparcir la vida y arrastrar lejos las pieles secas y restos de cadáveres. Para robar el calor y su vida a los débiles, que no se reproduzcan más.

Al final, el viento es el apocalipsis, el juicio final.

Morir es fácil, solo tienes que dejarte llevar por él. Lo difícil es vivir.



Iconoclasta

31 de marzo de 2022

El ascetismo socialista


Por tercera vez desde que estoy vivo, el socialismo ha creado una gran crisis y hundido la economía en España.

El socialismo en una secta evangelizadora de la hipocresía de una población controlada brutalmente por una burocracia millonaria en costos, con las emociones contabilizadas y legisladas. Una secta que pretende legislar incluso los momentos más íntimos de las familias y destruir al individuo para crear una conciencia insectil donde el sumo sacerdote será la reina de la colmena, el líder que gobierna.

La actual crisis no es causa de la guerra ruso-ucraniana, es lo de siempre, el socialismo es una secta destructiva de la libertad y la nobleza que empobrece a su plebe hasta el ascetismo.

El evangelismo socialista centra sus ideología en la banal difusión y adoctrinamiento de los sexos y sus perversiones o enfermedades, en los presuntos cambios climáticos (recaudación usurera), en el vegetarianismo (la ingesta de carne no es buena para mantener la mansedumbre del pueblo), los azúcares (demasiada energía para el cuerpo y la mente) y el tabaco, por ser reflexivo y no narcótico y olvidadizo como el consumo de alcohol y cocaína (tan extendido entre las clases política y alta).

Hay una película donde unos soldados encierran a todo un pueblo en una iglesia y, tras atrancar sus puertas y ventanas, le prenden fuego.

Es una idea aproximada de lo que pienso que debería ser una buena política en estos momentos: incinerar como vulgares cadáveres a los sectarios y continuar viviendo más o menos estafados; pero sin que nadie te toque los cojones diciéndote que eres una buena vaca mansa, hijoputas.



Iconoclasta

30 de marzo de 2022

¡Oh, Aniquilación!


Te necesitamos, te extrañamos.

Queremos que te reflejes en charcos de sangre estrangulando la risa idiota, el gimoteo cobarde.

Sentada con tus patas abiertas sobre el lomo de un cadáver humano. Reptando sobre los casquillos humeantes de las balas disparadas.

En la pantalla rota salpicada de carne cruda de un teléfono.

En un televisor muerto que ciego refleja pedazos humanos.

Te quiero ver en la ira que ilumina el rostro del hombre que mata, en la risa del piloto que deja caer sus bombas sobre ellos, los otros, los que no quiero. Y sobre mí.

En el llanto ensangrentado de los que ahora gimen infantilmente, mientras fumo.

En las bocas de quienes hambrientos, devoran ratas apenas muertas y trozos de carne corrupta de un cadáver sin rostro.

Indecente y translúcida, cubierta con jirones de gasas sucias de sangre y pus que dejan caer los médicos como serpentinas sin alegría.

Necesito ¡oh, Aniquilación!, que incineres la banalidad y a los adultos aniñados.

Necesito ¡oh, Aniquilación!, la paz de una palabra grave, seria como un filo quirúrgico. El placer de un pensamiento pornográfico y su palabra sucia. Gozar de una violencia liberadora al fin, de la libertad, la puta libertad de mi pensamiento desinhibido.

Necesito que me saques de encima esta masa amorfa que intenta infectar mi razón de ella misma.

¡Oh, Aniquilación! Te siento tan cerca que desespero.



Iconoclasta

28 de marzo de 2022

La isla ibérica


Los políticos pervierten el lenguaje con su ignorancia, por la escasez de vocabulario en gentuza que debería tener esos conocimientos necesarios para cumplir su correcta tarea, como son los políticos. Cuanto más populistas, más empobrecen su comunicación, cualquier político al azar, es un ignorante en potencia.

Por eso se inventan aberraciones como “isla ibérica”, en relación al asunto del elevado precio de gas, luz y combustible de automoción en España. Isla ibérica es el vergonzoso eufemismo por país en bancarrota por causa de una gestión negligente y corrupta, y por ello se le da alguna limosna, por cierta lástima que aún son capaces de sentir algunos jerarcas europeos. La caridad de los países desarrollados al subdesarrollado. España es un país con una gran depresión económica ya crónica. Es pobre por tradición fascista, por tradición dictatorial. Una península en Europa a la que no llega ni asomo de inteligencia, tal vez sea por la barrera que forman los Pirineos, que la decencia no consigue superarla.

Al gobierno español se le llena la boca diciendo que la culpa la tiene la guerra de Rusia y Ucrania; pero es mentira, porque desde hace más de seis meses llevan subiendo luz, gas y combustibles sin cesar. Aparecía casi a diario en las noticias los nuevos récords del precio de la luz; sin que aún siquiera se imaginara la guerra.

Que un país pobre como España haya hundido su propia economía destruyendo la industria que da trabajo al obrero con impuestos usureros por colocarse por un orgullo imbécil a la cabeza de las medidas contra el cambio climático, debería ser causa de delito y sanción al gobierno. Un gobierno que además, ha batido récords históricos en la creación de nuevos ministerios, un gasto público colosal, como el que Egipto gastaba en sus pirámides de mierda.

Un gobierno debe tener claro que lo primero es la economía de sus habitantes. Y luego, para el “problema” del cambio climático, donaciones de lo que sobre tras tenerlo todo cubierto.

Ocurre que la cuestión del cambio climático, se ha convertido en el chollo de los políticos, medidas facilonas, que no requieren más que crear un cúmulo de impuestos contra la población, la cual acepta, ya que es por el planeta “que le vamos a hacer” dicen los mansos. Y así hasta que se encuentran que no pueden comer. Porque atender el presente de la población, requiere una energía, inteligencia y conocimientos que los políticos españoles jamás han tenido ni tendrán, porque adolecen de una endogamia ya vieja como sus litorales.

Los países más pobres, suelen ser los más tontos; por sus habitantes y por sus gobiernos que son el reflejo de esos millones de idiotas que los votan.

España, ha sido convertida en una “país tercermundista” por un gobierno fascista de carácter pseudo comunista en Europa. 

¿Isla ibérica? Parece una marca de embutidos, de productos del cerdo. Y si se piensa bien, resulta acertada la imbecilidad que se han inventado.



Iconoclasta


23 de marzo de 2022

De mierda a dios


¿Me creerías si te confieso que no soy un dios?

No soy de tu estirpe, mi hermosa divinidad.

¿De qué parte del universo llegaste en tu nave invisible?

No sé qué hago a tu lado, cuando de repente apareces cabalgando un rayo de luz.

Amándote y soportando titánicamente el peso de tu amor.

Los huesos parecen partirse, estallar como troncos de madera podrida con un golpe cuando pienso en tu rostro y en tu boca que me come, me absorbe, me arranca el alma que ahora sé que es blanca como la leche.

No sé cómo ocurrió, por qué motivo te enamoraste de mí, es absurdo...

Tal vez el error de una diosa que erró su rumbo interestelar.

O es tu juego.

Tu capricho divino.

Un coño palpitante y hambriento que viaja milenariamente en el espacio-tiempo…

No sé, no entiendo, no comprendo.

Pero no soy como tú.

El peso de tu amor es abrumador y siento que he usurpado un lugar y un tiempo que no me corresponden.

¿Y si descubres que soy un mierda?

Lo sabes, ¿verdad?

Debe ser tu misión: observar fascinada (porque tu sonrisa es celestial y cósmica, una piedad dolorosa) la sordidez de mi vida acariciándote ese inmenso clítoris que llena mi boca hasta la asfixia, destilando un néctar denso y dulzón en mi lengua, en mis labios. En mis cojones que me duelen.

Hasta que tus dedos los consuelan.

Lanza un rayo protónico divino y mata al humano obsceno que ha hecho un altar para ti en su sucia y triste habitación, donde se masturba con gritos cuando no te manifiestas. Que al despertar se levanta pisando infecciosas jeringuillas sucias de sangre y caballo.

Tengo tanto alcohol en la sangre que temo arder cuando enciendo la pipa de crack.

Busco putas para humillarme, para ser indigno de ti y me abandones.

Y si me abandonaras, me abriría los muslos desde las ingles verticalmente para desangrarme en un instante cuántico…

No puedo evitarlo, les clavo la navaja en la nuca cuando me comen la polla. Mueren como los toros en el descabello, quedan inmóviles con este rabo que es tuyo en la boca y luego, mutilo sus cuerpos mortales; sus pezones no son como los tuyos. Y odio todo lo que no es tú.

Sus coños están tan secos que me duele cuando las jodo.

Coños de madera astillada que gotean la sangre de mi glande lacerado…

No soy un dios y el problema es que para merecerte no debo solo parecerlo, debo evolucionar a una deidad maligna que elige quien vive y quien muere.

Tú la diosa cosmonauta del amor y yo el divino de la muerte, solo así podría soportar el tormento de amarte.

Formaremos el Olimpo más sórdido y obsceno desde la creación del mundo.

¿Cuántos insignificantes mortales como yo tendré que sacrificar para ser como tú?

¿Cómo si no, se hace dios un mierda?

Amarte, siendo solo lo que ves, me está llevando a la desintegración.

Y tal vez es tarde ¿verdad? Tienes los datos, ahora ya sabes lo que dura un humano entre tus brazos.

Te irás en ese rayo de luz para siempre.

Puta diosa, te amo más que al jaco que pudre mi sangre.

Siempre fue tarde para mí ¿verdad?



Iconoclasta

18 de marzo de 2022

La divina coagulación


He abierto la vena para aliviar presión en la arteria indiferencia.

Y se ha derramado polvo rojo en mis zapatos, con terrorífico vértigo.

No podía imaginar cuán seco estoy.

Misericordia…

He rezado por la coagulación de los muertos y sus venas embozadas.

Porque soy árido como un desierto, como la mojama…

El vidrio irregular y sucio de mi polvo rojo destella una burla demente al sol.

Y pensamos, el ladino vidrio y yo, que ya que estamos, seguimos.

Lo que no duele ¿por qué no hacerlo?

El vidrio corta el pezón en vertical y aflora una baba espesa como la grasa.

¿Por qué no duele la obscena herida?

Un proyecto de coño húmedo en mi pecho.

Estigmas y llagas son vaginas… Tan bellas, tan húmedas, tan gimientes…

Mi lengua húmeda llenó su coño. Y se aferró a mi cabello, me asfixiaba contra su coño. Desesperada, con las ingles tensas como cables para que entrara cuanto pudiera en ella. Cuando la penetré, caí a la caverna más húmeda y resbaladiza del universo y sentí las pulsaciones salvajes de su corazón en mi pijo henchido de sangre a punto de derrame.

Y me corría líquido en ella. Jadeaba y de la boca se me escurría la baba animal del celo atávico en sus tetas.

Quisiera que la muerte fuera así, precipitarme en su coño hirviente y elástico. Pulsátil…

Temo a esta analgesia y que mi alma se haya coagulado como un tumor en un inhóspito rincón de mi cerebro.

Lo que ocurrió se secó también. Y no sé que pensar, porque no duele.

Me parece correcta cualquier cosa. No importa.

Al masturbarme ha asomado por el meato una piedra erizada, una sangre hecha costra envuelta en gelatina blanca.

El vidrio castiga la obscenidad y hiere la mano que aferra el pene. Y hiende también las venas de la carne dura que portan la última sangre líquida del cuerpo, la que circulaba veloz hacia el glande.

La sangre ya triste en su coagulación emerge como una perla de rubí, dura y tímida entre mis dedos y la polla.

Un jugo natural de muerte, con pajita y sombrilla. ¡Y una aceituna, por favor!

Me río porque no duele, si la muerte no duele, dos veces bien.

Si no duele, la destrucción es más fácil que la construcción.

Y no hay nada que te frene en el descenso al paraíso de la analgesia.

De lo indoloro y seco.

Porque lo sórdido si no duele, es fascinante. Hipnótico.

Rozo el aire negro que me envuelve con dedos horrorizados, latidos vanos y boca seca.

Y pido con una tos a la divina coagulación que se extienda por toda la humanidad y cese su dolor de indignidad.

Beso sin ningún cuidado el vidrio como quien besa la cruz del nazareno, con labios cuarteados como barro seco. Derraman harina escarlata… Y si mi estómago no estuviera seco, vomitaría una bilis corrosiva.

Una vez vi un loco que se cortaba los labios con un cristal de una ventana rota del manicomio; pero su sangre era líquida y brillante. Qué envidia ¿no?

Yo sé que los muertos son fríos y derraman líquidos que no tienen fuerza para retener.

Y en algún momento me he meado.

¿Cuánto tiempo llevo muerto? Me pregunto sin ningún tipo de alegría.

Ni de miedo.

Por que el miedo es temor al dolor y si no hay dolor, soy el más valiente del universo.

¿En qué momento el agua del arroyo se llenó de ojos muertos flotantes?

Rezo por la divina coagulación y los ojos de un río ciego que en el mar devoran los peces.

Los cuervos graznan hostiles a mi pensamiento, esperando que cese mi movimiento, el más mínimo.

Y así picar.

Y así mortificar.

Los doctores cuervos son burócratas de la muerte.

Peritos tornasolados con actas de defunción abiertas como tijeras.

Bendita sea la divina coagulación de la sangre y el alma.




Iconoclasta


17 de marzo de 2022

La cultura y entretenimiento del neonazismo


Incluso los grandes y prestigiosos estudios cinematográficos se han volcado en realizar malos telefilms. De los peores que se han visto nunca en televisión.

Todo lo que no sea superhéroes y animación infantil, o sea, para todos los públicos, está vetado.

Cine, difusión cultural y literatura inteligentes, o al menos para adultos formados intelectualmente, han muerto.

Son vergonzosos los diálogos y fotografía. Los actores son meros aficionados de asociaciones de padres de alumnos.

Toda la industria mundial de cine y televisión se ha volcado en fabricar series televisivas y crean títulos que llenen los menús de ofertas de entretenimiento para que los abonados tengan mucho que elegir entre ingentes cantidades de basura.

Los reportajes han quedado sepultados por una gran avalancha de mierda. El canal Viajar ha desaparecido (de Disney por increíble que parezca; se habrán dado cuenta de que tenían un exceso de cultura) de las plataformas de televisión de pago en España. Sus reportajes eran demasiado buenos (y caros) y en algunos de ellos, se hacían críticas sociales y políticas, exponiendo algunos momentos críticos de la historia del lugar o de algunos de sus personajes más abyectos. Y la pobreza no se ocultaba.

En su lugar han encajado un canal de viajes puramente comercial, de factura casera, de calidad de televisión de barrio realizado por aficionados; donde emiten grabaciones caseras de blogueros que no tienen formación, técnica y ni siquiera vocabulario para comentar lo que mal graban: esos espantosos videos caseros.

La alternativa son los docu-dramas de national geografic, discoveris, canal historia y toda esa mierda que repite la misma escena entre cortes publicitarios constantes. El reality show de la difusión cultural o cultura para mansos sin inquietud intelectual alguna.

¿De verdad no les da vergüenza cómo están prostituyéndose a la mediocridad? Lo cierto es que Disney (el Vaticano de EE.UU.) es una de las grandes corporaciones que apoyan el neonazismo al que se han convertido las democracias occidentales.

De hecho, no son necesarios los censores, los programas de cultura y difusión son tan banales e incapaces de toda crítica que, ya funcionan autocensurándose sin que nada ni nadie los controle. Ocurre lo mismo con la prensa, se ha prostituido tanto al poder del neonazismo que muchos de sus “periodistas” accederán a altos cargos políticos sin necesidad de ser elegidos en votaciones. Se ha contaminado de innumerables blogueros que llenan los espacios en blanco de las ediciones y se usan para ensalzar esta nueva cultura del analfabetismo, consumismo, cobardía, indolencia y mansedumbre de un occidente muerto en su decadencia de circo romano.

Un Occidente que caerá bajo el poder un nuevo Oriente, como indican los hechos de la actual política internacional basada en la conversión de libertad y democracia a un fascismo de control tecnológico-sanitario e ideológico del adocenamiento, gracias a la herramienta perfecta del control de masas: el coronavirus. La globalización siempre consistió en repartir la pobreza, no la riqueza ni la cultura. Consiste en clonar la intelectualidad, comportamiento y necesidades de la masa trabajadora, repitiéndolas en todo el planeta. Y se ha conseguido con bastante acierto y aproximación, crear el ciudadano perfecto que paga (un único pensamiento en millones de reses humanas trabajando) trillones de billetes en impuestos a los jerarcas neonazis en Occidente, o a los burócratas fascistas comunistas de Oriente.

Ahora hay un enfrentamiento entre el fascismo comunista y la incongruencia semántica que es el fascismo-liberal de las viejas y acabadas democracias occidentales.

Por eso ha sido necesario pudrir la información, la cultura y las artes; para que la chusma o plebe, no sepa discernir. Y si se le ocurriera algo semejante al análisis o razonamiento, que piense lo que se emite constantemente.



Iconoclasta

10 de marzo de 2022

La calefacción del neonazismo occidental en Europa

Los fascistas del coronavirus y sus consejos domésticos… Qué vergüenza y poca clase tienen con su oratoria de puritanos para niños de tres años.

Una vez demostrados los buenos resultados de obediencia, mansedumbre y fe de la población en sus líderes y gobiernos neonazis occidentales y europeos particularmente, que han gestionado la epidemia de coronavirus; prosigue el saqueo a la economía de la clase pobre o trabajadora (en España prácticamente, parias).

Tal y como está ocurriendo aún con el coronavirus, el neonazismo con una buena experiencia acumulada y con la prensa totalmente prostituida a sus decretos, ha censurado toda noticia (sobre todo real e importante) que no haya sido inventada o decretada por él, por cualquiera de los líderes de las ya muertas democracias europeas y occidentales en general. Con la censura y el oscurantismo, preservan la decadente fe y mansedumbre de sus aniñadas poblaciones vacunadas en sus designios, decretos y futuras vacunas u ortopedias de control.

Con la misma exitosa táctica invasiva de lavado cerebral de los mansos y vacunados, el neonazismo del coronavirus inunda con imágenes de los refugiados ucranianos de la guerra y mensajes de piedad, las pantallas móviles o de salón de sus ciudadanos; para que tomen nota de lo que ocurre cuando los pequeños no obedecen a sus mayores y profesores. También adoctrinan sobre la caridad a países pobres como España para que el poco trabajo que tienen sus habitantes se lo cedan a los refugiados, ya que al igual que vacunarse, arruinarse por un ucraniano/a/ito/ita es un acto de bondad (según el Papa decretó).

Y con el alto burócrata y jerarca neonazi aconsejando (ahora por las buenas) lo que cada uno tiene que hacer en su casa, el 2º Acto de la Estafa y Golpe de Estado Neonazi a los Derechos Biológicos, va viento en popa.

No sé con cual de las tres posibilidades imaginadas, seguirá el 3er Acto de la Estafa; pero es seguro que acabará con mucha más violencia y muertes en las calles de Europa de las que por ahora se pueden ver en Ucrania.

Si no es por las armas, los decadentes habitantes occidentales morirán por hambre y enfermedad en cantidades industriales. Y serán muertes y miseria impuesta por otras naciones invasoras.

El Neonazismo Occidental del Coronavirus ha demostrado a Oriente que gobierna sociedades decadentes, de gran mansedumbre y cobardía; habitantes absolutamente dependientes de los dictados de sus caudillos; y por tanto, son naciones que se pueden invadir, saquear y ocupar con mucha facilidad. Solo necesitan como está ocurriendo ahora, que corran las imágenes de la violencia y penurias que pueden provocar los fascismos orientales, para que los occidentales agachen su cabeza alimentándose con trocitos de mierda.



Iconoclasta

6 de marzo de 2022

Noche, lluvia, frío, soledad…

Y una encrucijada que conduce indefectiblemente al mismo lugar y tiempo; como un agujero negro de la vulgaridad.

He emergido de la oscuridad de las montañas para aparecer aquí.

Maldita sea mi suerte…

La lluvia está afuera, pretende engañarme dándole un brillo imposible a lo que no es tierra, creando reflejos, espejismos de un misterio que no existe.

La soledad, el frío y la noche, son dentro de mí.

Las pequeñas luces no importan, soy impermeable a ellas.

Y el puente mal disimula su humillación. Debería servir para salvar el agua del río y ahora es portador de ella. Avergonzado porque no cruza el Aqueronte, porque no hay barquero arrancando aburrido las monedas de las bocas y ojos de los cadáveres, y llevarlos a ninguna parte. Están muertos, no quieren ir a ningún sitio; la muerte tiene una lógica indiscutible.

Los cadáveres no quieren nada; es un lugar erróneo para Caronte.

Por eso llueve, para que el barro los hunda más profundamente en la tierra.

Se me escapa una risa solitaria, como las de los locos que detonan dentro de si mismos y golpean la pared con la cabeza sin que nadie sepa porque. Hasta ahora… Es simple, les pasa como a mí, quieren escapar de si mismos.

Me gusta impregnar la noche con mi frialdad, con mi oscuridad que vence a la luz. A veces hago estas cosas, alardear de lo que nunca he sido.

Soy; pero no sé qué.

He de dar media vuelta y volver atrás, la encrucijada es una trampa para la ilusión: todas las direcciones convergen en la grisentería.

Ha sido un error aparecer en el asfalto.

Ya he visto suficiente, vuelvo a la negrura.

Adiós puentecito triste.

Adiós lluvia tramposa.

Adiós asfalto infecto.

Adiós, río invisible, apenas audible.

Adiós caminos que conducís todos a la desesperante y triste Roma.



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.