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14 de septiembre de 2023

lp--La solución al enigma--ic

Pensó demasiado tiempo en el enigma del amor, sus consecuencias e imposibilidades.

Un día prestó atención al espejo y se vio viejo y débil. Humillado con un pañal.

Todo aquel desgaste para al final morir y dejar de importar…

Abrió el mando del gas de la cocina y aceleró el proceso de la agonía.

Pasados unos segundos nadie sabía que un día existió.

Yo lo sé porque soy Dios.

Y como él millones; pero muy pocos encuentran la solución al enigma, el suicidio, y mueren rabiando como ratas con el espinazo partido en una sucia calle.

Se siguen meando encima durante años y años, gastando indignamente sus ahorros en pañales.

No los creé a mi imagen y semejanza, el meteorito que mató a los dinosaurios provocó una nube radiactiva, mutó una manada de titís y el resultado fue la pérdida del pelo y un tumor en el cerebro con el que nace todo ejemplar de la raza humana. Con el tiempo algún figura afirmó que los animales humanos tienen el cerebro más desarrollado de todas las especies.

Y como no había gas, también murió babeando, como la gran mayoría votante.

Son como aquellos monos de mar que se vendían por correo en los setenta, simples amebas.

Han pasado tan solo mil millones de año y ya me aburro.



Iconoclasta

15 de enero de 2023

lp--¿Y si existiera Dios?--ic


Que ya no fuera necesaria la fe, ni imaginarlo como ahora, con la imagen que cada uno cree que tiene.

Que existiera con rostro y cuerpo, grande o pequeño; pero táctil, opaco.

Lo que existe no tiene magia ni misterio.

¿Es que nadie lo entiende? Tener a ese Dios sería como ver siempre, durante toda la vida al mismo jerarca. Sus superpoderes e impunidad provocarían el odio hacia él.

El miedo y siempre el mismo rostro, como un castigo durante toda la vida llevaría al hastío.

La gracia de Dios está en su inexistencia inofensiva, protectora y bonachona de quienes le rezan por sus penas y banalidades.

Crédulos…

Es aterrador el infantilismo mezquino de la masa humana.

Si Dios existiera te haría daño, te arruinaría, te asesinaría por tus errores que son pecados en su ley.

Solo una vez mueras, se apiadaría de ti.

Sus cochinos volubles designios…

Devoraría a tus hijos para poner a prueba tu obediencia a sus órdenes, decretos, mandamientos.

La existencia de Dios sería la absoluta humillación y esclavitud de la especie humana.

Un rostro vulgar, una hipócrita y venenosa voz, una mirada malvada.

Ver todo eso todos los días, sin poder escapar de él…

Desearías asesinarlo antes de morir.

Su existencia sería el infierno, con millones de miserables adorándolo.

Algo tan sucio y grotesco como el cerdo que se folla a la puta en las películas enfermas.

Así de obsceno sería ese Dios y sus creyentes.

Un tirano inmortal que pasaría de padres a hijos, a nietos, a bisnietos...

¡Qué desesperanza de vida!

El Dios que te hundiría la cabeza en mierda porque tu vecino reza más.

¡Hijo de puta!

Imagina a Dios palpable, audible y visible destruyendo tu vida ocupándola en cada segundo con su mierdosa omnipresencia, hurgando en tu pensamiento. Destruyendo a los que amas por sus humores inescrutables, paranoicos y depravados. Favoreciendo a los indeseables, ignorantes, ruines y cobardes, colocándolos en el poder terrenal político.

Desearías no nacer en semejante mundo.

E imagina que naces, que ya estás en él.

La tristeza y la grisentería en tu piel como un aceite ácido que te deshace día a día lentamente, sin cura.



Iconoclasta


17 de noviembre de 2022

lp--No, no es por la vacuna--ic


Siempre fueron así, no es un efecto de la vacuna; no totalmente.

No sé cómo pueden los españoles comer y vivir con tranquilidad ante un gobierno corrupto y peligroso que los somete y humilla, que perdona los delitos cometidos por los delincuentes políticos afectos al estado corrompiendo para ello las leyes; incluso alabando sus delitos, traiciones y vejaciones. Por cada político, jerarca o burócrata que aparece acusado de un delito, el gobierno penitenciario fascista español homosexual sanitario, decreta y revoca leyes en connivencia con un cónclave de jueces absoluta y desoladoramente corruptos para proteger sus delincuentes cómplices y sus riquezas atesoradas con sus altos cargos.

Sí que lo sé. Sé perfectamente porque los españoles están ciegos a esa corrupción. Solo utilizo la retórica para dar énfasis al ensayo.

Estoy seguro de que dada la alta impunidad, alevosía y desfachatez con la que actúa el gobierno con sus delincuentes amados; que la vacuna del coronavirus porta una enzima o proteína que en los vacunados provoca ceguera y sordera mental ante toda esa corrupción y tiranía desmedida, desbocada de jueces y estado.

Pero no ha sido la vacuna, la vacuna solo los ha sedado, les ha reducido la velocidad de reacción de las neuronas; lo realmente importante es que, con toda probabilidad, los hijos de los vacunados nacerán definitivamente más dóciles, más obedientes que sus progenitores hacia el pastoreo y sacrificio a los que serán sometidos por el estado. Es la consecuencia de una vacuna genética.

Nacerán castrados de valor y perspicacia, solo en la adolescencia y la madurez biológica se podrá observar el efecto castrante de la vacuna del covid.

Es una hipótesis más que posible dada la dictadura impuesta en España con un golpe de estado por medio de una sanidad de índole nazi. La corrupción va de la mano de todo estado nazi o fascista comunista.

El pueblo español es una raza de genética oscura, empobrecida, tal vez porque su tierra ha estado durante milenios aislada de Europa. Aislada de la cultura, la decencia, el valor, el orgullo y el conocimiento. Aislada de la riqueza genética que en Europa se dio al cruzar las líneas genéticas entre etnias asiáticas, europeas y africanas.

Por ejemplo, el pueblo francés no tiene la mansedumbre del español, esa indolencia bovina hacia la privación de libertad y la humillación. No hace mucho, los chalecos amarillos pusieron en jaque al estado francés con una espiral de espectacular y liberadora violencia.

O aquellos camioneros canadienses que salvaron a miles y miles de ciudadanos segregados, privados de libertad y humillados por el primer ministro homosexual que en nombre de la salud pública por la epidemia del covid, creó campos de concentración para los infectados y no vacunados, auténticos guetos con los que se disponía el gobierno canadiense a exterminar a los no vacunados y enfermos. Los camioneros canadienses dieron la libertad al pueblo de nuevo, sin ellos se encontrarían como los españoles de humillados e indiferentes a la corrupción, el robo y el acoso del estado. Asustaron a ese primer ministro maricón y las libertades volvieron a emerger a la superficie.

Son gentes con una genética muy distinta a la española. Más rica, más noble.

España sigue siendo un reino de oscuridad.

La población española se ha acostumbrado a ser expoliada por el estado. Saben que si dejaran de pagar al estado, éste les embargará todos los bienes y los condenará a la pobreza y el hambre. Y si eso no fuera suficiente, meterá en el trullo al trabajador durante décadas. Sabiendo esto, no les ofende que un jerarca del gobierno se pasee libre tras una estafa o traición. Es kafkiano…

Los soldados son severamente castigados por deserción o traición.

La ley en España es tan corrupta que provoca pesadillas en las gentes inteligentes.

Al que roba un par de zapatillas deportivas lo condenarán severamente los jueces corruptos que dejan a libres a los grandes delincuentes políticos que causan violencia, hambre y ruina en millones de personas.

Y ningún español alzará la voz cuando esos hijos de puta, los delincuentes políticos alabados, perdonados y enriquecidos por el gobierno dictador español se paseen libres e impunes, intocables. No alzará la voz ningún español cuando esos mismos políticos vuelvan a parasitar su trabajo y sus bienes. O cuando revienten toda libertad y necesidad biológica, cuando humillen a los padres ante sus hijos, cuando se vean forzados a esquivar en la calle a la policía nazi sanitaria como ocurrió durante el encarcelamiento de millones de españoles por decreto de un nuevo caudillo abiertamente homosexual (Franco era un maricón discreto).

Delincuentes del estado libres y con impunidad para continuar con fuerzas renovadas sus robos y extorsiones a la ciudadanía. Es el modelo de gobierno copiado de los narcotraficantes.

El español o nativo de la península ibérica ya no se espanta de la corrupción que vive cada día a cada hora. Sigue pensando que es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer: la cobardía en su estado más puro, ignorante y tribal.

España es provinciana hasta la caricatura.

Es una pura cuestión genética, degeneración genética concretamente.

Pero no es culpa de la vacuna, no todo… La vacuna ha sedado a los adultos ya mansos de por sí y castrado mentalmente a las futuras generaciones por medio de la reproducción de machos y hembras vacunadas reproduciéndose y eternizando así la aberración genética.

Quiero pensar que es un apasionante relato de ciencia ficción, pero hay más de ciencia que de ficción y más de hechos y consecuencias político-delictivas e históricas que de imaginación.

El pueblo español obró igual durante el franquismo a como ha actuado (es decir con indolencia y mansedumbre) en la actual dictadura.

Cuando el estado fusilaba a un vecino o al hijo de ese vecino; el español en voz baja durante la cena le decía a su parienta (el macho hablaba de las cosas serias y la mujer escuchaba sin mirarle): “Algo habrán hecho. ¿Por qué cojones tienen que hablar de política ni mierdas?”. Esa fue la postura de millones de españoles.

Se podría decir que el español es una raza mezquina comparada con la de otros países con más sentido de la libertad y orgullo propio. Una raza que no supo ni pudo aprender nada de la cultura y nobleza de aquellos pueblos que invadieron su oscura y aislada península y los dominaron durante siglos y siglos. El cerebro de los habitantes de la península ibérica es impermeable a la cultura y la libertad.

Pero durante la guerra civil española, la genética de la raza española aún sufrió más degradación. Se dice que fue una guerra muy larga; no es correcto del todo. Las batallas se libraban rápidamente, lo que alargó la guerra fue la tarea genocida de Franco. En cada pueblo o ciudad que tomaba, durante el tiempo que fuera necesario, a menudo meses, los dedicaba a la exterminación de toda persona que sospechara no abrazar su degradante fascismo paranoico. Franco no salía de una ciudad hasta haber asesinado a todo aquel que tuviera inquietudes humanísticas o de libertad. Eso es lo que más tiempo llevó para finalizar la guerra. El puerco no dejaba a nadie vivo tras de sí que pensara distinto a su doctrina criminal de analfabeto palurdo. Y mientras tanto, los militares en otros frentes, se podría decir que se aburrían esperando el momento de la acción. Esperando que Franco hubiera exterminado todo asomo de lo que le podría dar dolor de cabeza: libertad y dignidad.

Así las cosas, es fácil de imaginar cómo la dictadura franquista modificó las líneas genéticas de la población, dejando vivos solo a los mediocres o faltos de inquietudes y los lameculos.

Casi exterminó el código genético de la libertad y la nobleza de la península ibérica.

Fue un trabajo colosal de selección ganadera en humanos: matar lo que no sirve al régimen y dejar que se reproduzca la útil mediocridad, indolencia y mansedumbre.

Y por tanto, los colegios se convirtieron en cuarteles y santuarios franquistas y los padres educaban a sus hijos en el respeto al caudillo, sin consideraciones éticas y con admiración; como si fuera un jesucristo más.

Hubo un momento en la que la dictadura española tuvo que a abrirse al mundo o arruinarse. Se abrió y entraron ideas extranjeras de libertad y decencia; pero era tarde, cientos de generaciones se ensuciaron bajo la selección genética franquista; y así hasta el día de hoy, que siguen accediendo al poder los políticos generados por el franquismo, o bien los ciudadanos generados también por el franquismo, ciegos a la corrupción y rompiéndose las manos aplaudiendo a los delincuentes que forman el gobierno penitenciario fascista español homosexual sanitario, con fecha de instauración catorce de marzo del 2020. Aquel aciago día, en poco menos de veinticuatro horas, el lema “La libertad es enfermedad” se extendió por toda la península ibérica como una plaga de pulgas en el pelaje del gato enfermo.

Es fácil que dada la carga genética en los españoles de la dictadura franquista, la nueva dictadura penitenciaria homosexual sanitaria entrara sin que mediaran siquiera cincuenta años entre una y otra.

Y el español hizo lo mismo que antaño con Franco: delatar a su vecino y arrodillarse ante los malolientes genitales de sus gobernantes con hambre homosexual; ya que si algo tiene el español, es la afanosa capacidad de copiar en todo a sus fascistas amos. Por supuesto, si un inocente es encarcelado, viendo la propaganda del fascismo actual en formato telediario, el buen ciudadano del fascismo pseudo sanitario dirá: “Algo habrá hecho”.

Así que los españoles ciegos e indolentes (como es característica de la raza española o de la península ibérica) cuando salgan libres e impunes los delincuentes del estado, no alzarán una ceja. Y al ciudadano digno, acusado con vehemencia y severidad por una falta administrativa que lo conducirá  inexorablemente al hambre y a la violencia para obtener comida y por tanto, a la muerte o al trullo a perpetuidad; le espetarán que “algo malo habrá hecho”.

No, todo no es culpa de la vacuna del coronavirus, decididamente. La vacuna habrá garantizado la mansedumbre e inmovilidad en las generaciones que ahora suben y en las que han de nacer. Son el futuro negro y terrible de una nueva dictadura.

El español, es cobarde, manso, ciego y mezquino por genética, sin necesidad de vacuna.

Y esto explica porque las dictaduras en España son las más longevas y sangrientas del planeta. Aquella popular sentencia española de “más vale lo malo conocido…” es definitivo y probatorio (en jerga judicial, de la corrupta) del carácter esclavo e ignorante de los pobladores de la península ibérica.

“Algo habrán hecho”, pero no hicieron nada, hijo de puta.

Hurgar en la memoria histórica no siempre es aleccionador y enriquecedor, hay mucha mierda para todos. No vale la pena agitarla, el mal ya está hecho y se sigue haciendo. Es mejor atajar el problema, a la francesa, que es lo que de verdad resulta.

A veces pasa que la sabiduría da dolor de cabeza, como a los dictadores les enferma la libertad.

Vomitar es inevitable y un acto tan natural ya como respirar.

Prefiero morirme que vacunarme, aún me queda ese suicida y romántico sentido de la libertad y dignidad.



Iconoclasta




10 de noviembre de 2022

lp--Arte conceptual en el bosque--ic


Me parece obscena esa agrupación de setas devorando el árbol muerto. Se alimentan mezquinamente del cadáver, pisándose, atropellándose con vulgar maldad unas a las otras para saciar su necrófaga hambre.

Es tan terroríficamente conceptual la vida y la muerte en el bosque…

La muerte no es un arte, sin embargo; es hipnótica toda esa miseria en el pie del árbol.

El hecho de que las setas no sean animales las hace más temibles, su voracidad…

Porque se han formado como un cáncer, un organismo invasor, pornográfico para la vida.

Despierto imagino que mis pies los han devorado las setas, soy un hombre hongo. Y la idea causa un chasquido neuronal que se traduce en una náusea, fumo para empujar el asco.

¿Fue así como el cáncer entró en la médula de mi tibia? ¿Son setas alimentándose de mí aún que no estoy muerto?

Por eso hay que enterrar a los muertos, para no hacer pública tamaña putrefacción.

Si mueres no es necesaria la humillación, es gratuita.

Son seres feos como yonquis de la muerte, deformes y con una sangre venenosa. Aferrándose con gula a su propio pellejo macilento para meterse un poco más de muerte en vena.

La corteza se cae a pedazos, por el tronco dejaron de subir los nutrientes. Y el cáncer, las setas, tan vivas, colonizando la muerte.

Si se movieran no serían tan siniestras…

No quisiera ser un hombre seta muerto.

¿Por qué no cae de una vez el árbol muerto? Porque así, aún en pie, parece sufrir una agonía sin fin. No puedo evitar cierta alarma atávica que nace de un instinto antediluviano.

¿Creció el árbol en un pedazo de tierra maldita?

Ni siquiera los pájaros se posan en sus ramas muertas. ¿Las setas inyectan insania a la madera?

No las ha comido ningún animal, ningún ser las ha pisado. Son un aviso de muerte, de iniquidad.

No puede ser bueno comer lo que se alimenta de muerte, sería morir al cuadrado.

Ese cáncer de hongos evoca a las multitudes humanas, a las gentes sin rostro, a setas que berrean anónimas, formando un tumor.

¿Qué le puede quedar al árbol muerto? ¿Tienen alma los árboles? ¿Es lo que ansía ese tumor de hongos? ¿Su alma?



Iconoclasta

Fotos de Iconoclasta.


4 de junio de 2022

Irrespetuosamente


No se puede luchar contra el estado sin jugarse la vida, solo se le puede faltar al respeto. Es inevitable, es la única defensa a un fascismo feroz y humillante.

Y deberían estar agradecidos que solo se les falte el respeto. Podría haber una guerra, un estallido de violencia.

Al estado no le importa el respeto, no tiene dignidad, solo codicia, avaricia y ganas de follar con putos y putas caras.

Al estado no le importa el respeto, solo que se le obedezca. Exige que se ingrese dinero en las cuentas personales de quienes lo forman, que sus robos y extorsiones sean efectivas. Puedes insultar al gobierno cuanto quieras y no le importará; pero si sus robos y estafas no dan el resultado monetario que esperaba por lo cuantioso, predicará día y noche desde los medios informativos, prensa e internet que manipula gracias al soborno y la compra, sobre los sacrificios de penuria económica que la población deberá realizar para pagar los tributos al personal que forma el gobierno.

Y lo predicará con la ley en la mano (con la ley del estado y por el estado que es la única que existe y les da impunidad absoluta, junto a la indolencia de la población), exigiendo la sangre del pueblo para que ellos puedan seguir esnifando la cocaína más exquisita y follar a las más bellas putas y putos del mundo.

Se dice que una serpiente no envenena a otra serpiente.

Los políticos y burócratas son inmunes a todo, salvo a ellos mismos, no son como las serpientes. No tan nobles.

Un político sí que mata a otro cuando se lo propone (de la misma forma que un mafioso elimina a su rival). Y se lo proponen muy a menudo; porque el estado es un auténtico terrario de insectos dañinos, reptiles y anfibios.

Este cacique autonómico nazi, competía con el resto de los cuarenta ladrones de Alí Babá (el Estado Penitenciario Fascista Español del Coronavirus y ahora guerra ruso-ucraniana) por ser el que más decretos de encarcelamiento, acoso, represión y penuria económica dictaba contra la población, y así desde el 2020.

Resulta que estos subnormales nazis decretadores de encarcelamiento, acoso, ruina y respiración insana (su bozal) tenían miles de metros cuadrados para pasar su encarcelamiento decretado (confinamiento lo llamaban los hijo putas), y la población pudriéndose de asco encerrados en sesenta metros cuadrados.

No hay que olvidar ni por un momento que nazis como este que dice “Basta ya de insultos”, nos lanzaron a sus sicarios (policías) para humillarnos, para decirnos que no podíamos salir a la calle libremente, que teníamos que respirar podridamente a través del bozal que impusieron como símbolo del Nuevo y Normal Nazismo Penitenciario Español. Envenenaron a sus cabestros habitantes adoctrinándolos sobre lo muy delincuentes que eran los no vacunados y lo bueno que era vacunarse; sembraron el odio. Sembraron la humillación, muchos padres tenían que sufrir ante sus hijos la vejación de que incluso el guardia de seguridad más tirado, les ordenara donde tenía que ir, qué podía comprar, que podía decir… ¿Os acordáis de aquellos orgullosos cabestros que exhibían su brazalete nazi al camarero del bar sintiéndose importantes los muy palurdos? El estado nazi español y sus autonómicos presidentes narco fascistas, consiguieron que fueran millones de ellos (de cabestros vacunados) para que al final, con el brazalete nazi o pasaporte covid, se contagiaran de nuevo vacunados y no vacunados en una orgía sanitaria.

Si alguien se merece insultos es este Cacique Autonómico Asturiano y todos sus colegas, todo el Estado Español Nazimafioso que compró jueces para decretar acoso, prisión y empobrecimiento con aquella coletilla de timadores: “Con el aval de la justicia”, de su puta justicia criminal, delictiva y nazi. Si surgía un juez que dijera que aquellos encarcelamientos y acosos eran anticonstitucionales, lo arruinaban. Tal vez los habrá con un tiro en la nuca en la sierra.

Irrespetuosamente, que se vaya a la mierda el nazi asturiano. ¿O acaso el palurdo nazi presidentillo se ha creído por algún momento ser un enviado salvador del pueblo a base de humillarlo y pudrir su respiración y vida? Lo único que tiene de salvador es que es un salva slip en el coño de una puta ronca.

Y lo que queda de insultarlos aún. Porque han cedido su nazismo a los empresarios (gozosos ellos por su nuevo poder) para que sigan asfixiando a los trabajadores en sus puestos de trabajo con el cochino bozal nazi, en el transporte público de nuevo tras una puta jornada de trabajo. Lanzando nuevos impuestos para arrancar hasta la última moneda de los bolsillos de los pobres y trabajadores. Fomentando la ebriedad del pueblo y castigando la molesta lucidez de la “droga” del tabaco. Aconsejando marihuana mejor que tabaco.

La prensa, todos los medios de comunicación han recibido grandes cantidades de fondos públicos del Estado Penitenciario Fascista Español para que publicaran loas y miedos. El periodismo es una puta enferma en España, una puta con sida terminal.

No pueden parar los insultos, porque es un daño personal el que me han hecho a mí y millones más. Hay un odio, un rencor tumoral y natural en mucha gente que ha sido humillada y acosada en estos años de dictadura nazi con el coronavirus. Madres y padres humillados por los sicarios del nazismo español (los policías) que los han tratado como mierda, como delincuentes; para extorsionarlos y educarlos en la obediencia y fe ciega hacia el fascismo, diciéndoles dónde y qué podían comprar. Hasta donde llegar en su recorrido. Prohibiéndoles el sustento vital.

Si alguien merece ser insultado y atacado, es el Estado Nazi Español y sus representantes, hasta el burócrata más mediocre y oculto; una caterva de narcotraficantes que han masacrado la libertad, la dignidad y el sustento de millones de españoles. Y lo siguen haciendo impunemente con el aval de sus cochinos jueces (suyos de su propiedad).



Iconoclasta

18 de mayo de 2022

Escapar de Cataluña

Es hora de escapar de Cataluña, de este gueto nazi y mafioso al que el Gobierno Central Penitenciario Fascista Español del Coronavirus, le ha concedido “patente de corso” para llevar a cabo con impunidad los actos de extorsión, robo, fraude y violación de libertades a todo habitante no asociado a los clanes mafiosos catalanes de corrupción y estafa, también conocidos como Generalitat o Generalato de Cataluña.

Si te demoras demasiado en escapar, por ley, por decreto, pronto cerrarán las fronteras para no perder población a la que robar y extorsionar. Corre si puedes. Porque la libertad ya es una mecha corta que apenas da tiempo a un par de pasos.

No ha servido de nada durante todos los años de tu vida que te hayan robado y sigan haciéndolo en concepto de basuras y limpieza; ese dinero se lo quedan los clanes mafiosos catalanes que están en el poder, cada día inventan una nueva extorsión. Un nuevo tributo de protección a comercios y ciudadanos que no sean catalanes puros.

Y dejan las calles llenas de mierdas grandes que abultan como un millón de colillas.

Lo siento por los que no tienen medios económicos para escapar de este lugar, porque su futuro pasa por limpiar con sus manos las sucias calles de Cataluña, ante sus propios hijos. Sucias calles porque la corrupción catalana no ha permitido que el dinero recaudado se dedique a ese fin.

Sucias porque todo lo que pagas va a un agujero negro de usura y corrupción, de nazismo y caciquismo. Cataluña pertenece a cuatro o cinco familias y el dinero de los catalanes pertenece a la mafia catalana.

Y ahora quieren más, como de los refrescos, de los coches, más de reciclaje y de independencia de la mafia catalana.

El Gobierno Central Español está tan podrido, que le lanza una sonrisa cariñosa a sus colegas catalanes de criminal talante nazi que forman el estado o gobierno de la Generalitat.

Lo siento por los catalanes que tienen un abuelo murciano, por ejemplo, porque al igual que yo, en Cataluña son catalanes sucios; por eso no podemos asimilar el grado de fascismo y de extorsión en Cataluña como un bondad. Hay que nacer puro ario catalán para soportar a esa mafia extorsionándote, obligándote a agacharte a que  recojas la basura del suelo a pesar de haber pagado impuestos de limpieza. Y aplaudirles luego…

Quieren el acto de tu humillación si necesitas que te devuelvan lo que te han robado por unas caladas de sosiego. Que les pidas limosna. Al fin y al cabo, una escoba barre un papel y una colilla. ¿O tiene orden el basurero de dejar las colillas para que las recojan los catalanes que no tienen dinero para comprar la cocaína que la Generalitat consume despachos adentro?

Hay que nacer especialmente puro, limpio, atleta, beato, obediente, santo, mártir… Catalán de “de debó”, no un sucio catalán charnego; para sentir afecto a esa Generalitat que se empolva con farlopa la nariz y luego se limpia con ella los dientes, en sus despachos y burdeles, en sus palacios y chalets. Y dicta sus órdenes de extorsión en lugar de administrar un país.

Y pronto también, deberemos marchar de España, porque al final, es el gobierno español el que permite el nazismo, lo aplaude y lo subvenciona. Pero primero de Cataluña, antes de que cierren las fronteras. Y luego, sin perder mucho tiempo, salir de España y su fascismo que durará más de lo que muchos vivirán a día de hoy. Como duró aquella bestia inmunda, aquel cerdo llamado Franco.

Lo siento por los que no tienen dinero para emprender una nueva vida en otro lugar, porque morirán indignos en la vejez, si llegan a ella. Humillados y avergonzados de sí mismos ante sus hijos y nietos por tener que caminar con mierda en las manos a cambio de alimento.

Porque para el siguiente acto exigirán las peladuras de fruta y pieles de pollo para que te devuelvan un dinero robado.

Agradezco que de alguna forma compré sin pretenderlo, para bien o para mal, mi libertad gracias a una pierna podrida llena de cáncer y sangre sucia. Y cojeando puedo marchar donde quiera, sin depender de nadie. Y otros se deben quedar en esta prisión.

Pobres…

Lo siento porque muchos deberán agacharse al nazismo de la mafia catalana y rogar por lo que es suyo, humillados, con la dignidad quebrada.

Insisto, tuve suerte con mi pierna doliente y podrida de enfermedad y miseria.

Y tuve suerte porque me duele más la pierna que el nazismo, y escribo fría quirúrgicamente por ello.

Lo siento porque llegará el día que les dirán a los padres que su hijo catalán ya tiene su futuro decidido, porque las pruebas genéticas solo le permiten ejercer de reponedor de supermercado.

Lo siento de veras, pero debo escapar de Cataluña.

Y una vez asentado en una escasa libertad, estoy seguro de que el resto de España se tornará irrespirable.

Y diré desde el avión ¡Qué viva México!

Si no he muerto ya.

Lo importante es escapar, ser refugiado en tu propia país.

Escapar de Cataluña antes de que sea tarde, antes de que mueras ahí.


(Fotografiaron a una triste mujer recolectando colillas en la playa, como ejemplo de la libertad catalana, la que se merece, su futuro)



Iconoclasta

20 de mayo de 2020

Crónica y conclusiones de la estafa del coronavirus 2020

 
Ahora que la peña ya está sentada y bebiendo en las terrazas de los bares (milagrosamente han dejado de hacer deporte en masa), es hora de dar un repaso al timo que han llevado a cabo los gobiernos de la Red 5G con el coronavirus. Es un buen momento para volcar en el papel toda la mierda que he tenido que ver y oír, mientras los borregos se beben su cervecita sintiéndose protegidos tras dos meses de cárcel en casita, como decretaron los titos salvadores, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Estoy asistiendo a una época vergonzosa de la historia. Una cobardía inédita de la especie humana. Desmesurada y multitudinaria. Veo gentuza conduciendo su propio coche sin acompañantes con mascarilla y guantes. Hay gente paseando por la montaña con mascarilla. Gente corriendo con mascarilla donde no hay nadie más. Hay gente que debe follar (mal) con la mascarilla y los guantes para meterse los dedos en sus propios anos. Gente que mira con desconfianza y camina cabizbaja temiendo que el coronavirus les rompa el cuello o algo así. La vejez nunca había sido tan indigna como en la era del coronavirus. Gente que se siente enferma porque sus pobres cerebros han sido usurpados por la miseria de los mensajes doctrinales de las emisiones televisivas.
La cobardía de los borregos es una venenosa e indigna caricatura de si mismos.
En una era de avances tecnológicos y sanitarios, las reses humanas se han refugiado en sus casas hasta el punto de no ejercer sus obligaciones de subsistencia, dejando en manos de sus amos todo lo que se refiere a su trabajo y economía. Con una obediencia ciega. Tan ciega que me daba miedo de que se pudiera contagiar toda esa imbecilidad.
Los líderes políticos, sobre todo los de países mediocres y pobres como España, han mostrado su depravado carácter dictatorial y ambición desmedida. Todos los esfuerzos y gastos para salvar la crisis sanitaria por la imposición del coronavirus, se han dedicado exclusivamente a encarcelar, acosar y reprimir a la población. La compra del favor de la prensa y medios audiovisuales hacia el nuevo régimen, intenso rastreo de las redes en busca de publicaciones notorias que critiquen el Régimen Español de Sánchez e Iglesias, y un adoctrinamiento exhaustivo y asfixiante (con la comprada complicidad de la prensa y la televisión) para que las reses encarceladas piensen que es mejor estar arruinados que la posibilidad de caer enfermos de coronavirus.
El gobierno buenista y paternalista del tándem Sánchez e Iglesias, ha negado sistemáticamente todos los días que la ruina económica va a ser con creces, mucho peor que la enfermedad. Y por otro lado, se han preocupado diariamente en sus homilías de insistir en que la gran crisis económica va a requerir muchos sacrificios; pero a las reses no les importa, porque tienen una fe inquebrantable que el gobierno les dará de comer, casa y algo de dinero para pasar los meses sin trabajar.
Ha sido tan brutal en desmesura y paranoia el adoctrinamiento por medio de prensa, internet y medios televisivos, que los cobardes que han guardado cárcel en sus casas con aplausos y carteles de “todo irá bien, quédate en casa” (en tu puta casa), han hecho de los enfermos sus enemigos.
Y cada día, sin faltar y con verdadera devoción e ilusión han aplaudido cobarde y servilmente a sus carceleros y estafadores. Los propios acosadores se dedicaban a las ocho todas las tardes, a exigir aplausos y vítores a los encarcelados.
En medio de tanta muerte, no podía haber nada más vergonzoso que lanzarse a la fiesta como niños de tres años.
Esto es el único resumen y conclusión de una estafa cuya ruina provocada, se prolongará posiblemente por dos lustros y creará más enfermedad y muertes que la enfermedad que los gobiernos de la Red 5G, han provocado y extendido entre sus habitantes.
¿Y qué han ganado los gobiernos y las empresas afines? El primer gran control exitoso de las masas, convertirse en la salvación (en el imaginario de la chusma) de millones de reses, enriquecerse y crear una gran crisis económica que, inequívocamente está destinada a esquilmar la economía de los obreros o trabajadores a fin de que gran parte de lo que trabajen, sea dedicado al gobierno para protegerlos de otras posibles epidemias que sin duda alguna volverán. Ese dinero en forma de impuesto, irá a parar a los bolsillos y bancos de siempre; para que se empolven la nariz con más frecuencia.
Lo mismo que existe una poderosa Red 5G, es innegable la antiquísima y poderosa corrupción de los políticos, forma parte de su idiosincrasia.
Salvo que seas un lerdo ciudadano integrado, un mediocre anodino, jamás se debería considerar la honorabilidad y honradez de los políticos; sobre todo si son españoles o hispanoamericanos.
Al final, las grandes ciudades y toda la inmundicia que fluye por las inmensas cloacas, con toda probabilidad ha ayudado a propagar una enfermedad que, sin sentirme paranoico, ha sido perfectamente diseñada con una precisa diana de mortalidad y contagio por edad: jubilados.
Las granjas humanas o ciudades, es lo realmente insalubre e indigno.
Demasiados miles de reses cagando, meando y follando al mismo tiempo, hace mierda cualquier higiene y su profilaxis.
Tampoco creo en la inteligencia de todos estos tiranillos de medio pelo que son los presidentes elegidos democráticamente por la chusma, así que no me extrañará nada que llegue un crack rotundo y mortal de las economías occidentales.
Y cuando eso ocurra, será mejor que seas cazador y tengas armas en casa.





Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.

31 de marzo de 2020

Todo va a ir bien


Y una mierda.
¿Y los que han muerto?
Más vale tener las hojas bien afiladas. Si un cuchillo no corta, no comes.
Es solo una ley básica de supervivencia. Todo consejo es bienvenido cuando una gran parte de la población piensa que el gps del teléfono le podría dar de comer sin más esfuerzo que abrir Google maps. Cuando los adultos y viejos cantan que todo va a ir bien, escupiendo a los muertos en una burla preñada de hipocresía cobarde y venenosa.
No hay final feliz, no está ocurriendo semejante cosa. Y cuando acabe, el recuento de muertos no será motivo de orgullo o alegría. Nada habrá ido bien.
La longitud y el buen filo de un cuchillo pueden marcar la diferencia entre el hambre y la comida, entre el más débil y el más fuerte. En definitiva, entre vivir y morir.
Por otra parte, usar un cuchillo es menos agotador que ir olfateando los contenedores de basura en tiempos de crisis.
La inmovilidad y el miedo, matan a más gente que cualquier enfermedad.
Si algo lo demuestra, son los campos de exterminio nazi y la obediencia de los judíos.
Y es que la obediencia ciega se debe a una ingenuidad fruto de una decadencia social que provoca dependencia hacia el brujo de la tribu o el puto presidente de una nación.
La ingenuidad lleva inevitablemente a la humillación y tras unos días de vida de mierda, a la muerte.
De morir no te libras; pero de la humillación… Bueno, es una cuestión de cojones, seas macho o hembra (podría decir de valor; pero no me sale de la polla).
Un síntoma de decadencia en una sociedad es el excesivo número de amistades que cada individuo ostenta, siendo necesarias para soportar su mediocre y triste existencia; porque si se queda solo, se muere de asco de llegar a conocerse.
Otro síntoma, tal vez el que demuestra definitivamente que los individuos de esta sociedad están absolutamente castrados, como animales de granja talmente, es la ostentación y alarde que hacen de su cobardía en nombre de la paz y las buenas vibras.
No es nada nuevo, desde hace siglos por ejemplo los machos, se van a follar con putas en grupos. Ni eso son capaces de hacer solos.
Cuando la chusma precisa para sentirse protegida que, cualquier imbécil de sus congéneres le diga que todo va a ir bien y le creen, es que la sociedad ha descendido ya muy abajo por la vertiginosa curva de la decadencia y degradación social.
Sus individuos adultos y viejos, se escudan en las palabras “todo va a estar bien” cuando todo se derrumba.
Y cantan y hacen cosas infantiles, inservibles y banales en sus últimos momentos de bienestar, justo unos segundos antes de ser arrollados por una destrucción para la que no están anímicamente preparados por esa cobardía con la que se les ha castrado durante años y años de adoctrinamiento generacional.
Hacen como que no sucede la muerte y tienen un miedo que se cagan, dan las gracias servilmente a las cajeras del supermercado por “estar ahí” con toda su irreprimible cobardía y escuchan las noticias con el corazón en un puño.
Es repugnante, es asqueroso que mientras muere gente a miles, los adultos de mierda se dicen a sí mismos que todo va a ir bien.
Nótese la repugnante hipocresía y la mierdosa solidaridad: solo si ellos viven, todo irá bien.
¿No notas un vómito subir a la boca?
Nada va a ir bien, mientras pronunciáis el mantra de la cobardía y lo creéis, están muriendo, lelos. ¿Qué es lo que puede ir bien?
No eduquéis a vuestros hijos en la cobardía, los pusilánimes no tienen nada de que sentirse orgullosos.
Ignorar la muerte de otros, es tanto como celebrarla.
Y la ignoran por ese miedo que demuestra lo necesaria que es desde ya una selección natural.
Los que no sean demasiado ingenuos unos minutos antes de morir concluirán que la sociedad está acabada.
Cuando se ha constatado que la sociedad ya está en proceso de derrumbe, llega la violencia, la destrucción, el hambre, la sed, más enfermedad y las muertes sin funerales (como ya estamos acostumbrados a verlo en países africanos y algunos asiáticos; no debería sorprender a nadie, no es ninguna novedad el proceso de la muerte de una sociedad).
Cuando han muerto los necesarios, comenzará otra reconstrucción social. El resultado de la nueva sociedad dependerá de si los que quedaron vivos para realizar semejante tarea, eran más o menos idiotas. Suponer que hubiera alguno inteligente, sería cometer otra ingenuidad nivel “todo va a estar bien”.
Es el proceso de toda civilización o sociedad: crecer, decaer, morir y reconstruir para volver a crecer hasta el próximo apocalipsis.
¿No es maravillosa la simplicidad y claridad que otorga el hábito de lectura y pensar por uno mismo sin escuchar al imbécil que dice “todo va a ir bien”?
Nada ha ido bien, lelos.
Nada va bien mientras mueren seres bajo vuestras engalanadas ventanas de mierda con dibujos de patéticos arcoíris.
Ya nada puede ir bien con los que han muerto, gilipollas.
Si no se odiaban, si no los han matado ellos, los muertos no son para hacer fiesta; no si el cerebro está sano, hijoputas.
Zoi hun jenio…
Por otra parte me gustan las mujeres con lencería translúcida, si son morenas en blanco, si son rubias en negro para que haya contraste.
Están preciosas y follables con esas indiscretas blondas revelando sus pezones y sexos.
Me gustan de verdad.
Ñam…
Nada está bien, ni irá bien. Solo sumaremos muertos mientras follamos.





Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.

26 de octubre de 2017

Humillación



Pienso en ti y me pongo caliente, necesito tocarme soñando que te lamo toda, que entro en ti. Tu coño se contrae y a mi bálano oprime y estrangula, muy adentro.
Como un indecoroso abrazo.
No es una banalidad, hay una tristeza infinita en la leche que se enfría entre mis dedos.
Si fuera simple obscenidad, no me sentiría tan desdichado al correrme.
Podría explicarte las infinitas veces que pienso en ti a cada instante; pero no sería tan impactante como la humillante imagen de un hombre eyaculando en soledad, escupiendo el semen sin alegría.
Sin placer.
Avergonzado de mí mismo.
El cigarro se ha pringado de leche entre mis dedos y crepita la indecencia humillante al quemarse.
No son palabras de amor romántico, es mi propio castigo vejatorio ante ti.
Es la sangre que se agolpa furiosa donde mi instinto animal dicta. Estoy abandonado a mi animalidad.
No sé porque me castigo, no tengo clara la causa; pero algo malo que no recuerdo he debido hacer si la vida no me permite despertar a tu lado.
Sé muy bien que no he cometido un acto tan grave para pagar con semejante condena: estos amaneceres sin ti.
No puedo evitar buscar e inventar causas que me expliquen porque este semen no se escurre por tu coño con tus gemidos y respiración entrecortada.
Tal vez hice algo muy malo en otra vida, si eso fuera posible: vivir de nuevo.
No quiero esperar a vivir de nuevo, es demasiado tiempo para tenerte.
Es un engaño, no hay segundas oportunidades.
Un engaño para los frustrados, una esperanza pueril.
Solo que no es pueril penetrarte y oír tus obscenos gemidos.
La frustración no me engaña, soy un hombre que se corre amándote con una tristeza infinita. Es lo que hay, lo único.
Morir con los dedos húmedos del lácteo deseo…
Es lo que toca, es mi futuro.
Mi humillante final.
Y te amo.
Impúdica y profundamente te amo.



Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.

13 de junio de 2015

Frustrivas lágrimas



A veces se me escapan unas lágrimas porque pierdo el control de la realidad. Porque el pasado dejó de ser un hecho y el futuro es solo imposibilidad.

Y perder el control conlleva también que no puedes concretar con precisión el porqué de esas lágrimas.

Cuando eso ocurre es porque estoy en el momento y lugar adecuado: en la soledad.

El cerebro sabe cuando aflojar las riendas del control, porque nos daría pánico (a mí y a la razón, al cerebro), que este llanto incomprensible e incomprendido se desbordara en presencia de alguien.

La soledad es la libertad del llanto.

Y el llanto nace en las altas montañas de la Frustración de Llegas Tarde o Ni Siquiera Llegas a lo Bueno.

Las lágrimas producen una comezón en la piel y siento la angustiosa y humillante sensación de que corren gusanos por mi rostro. Me quito las lágrimas a manotazos antes de que horaden la piel y pongan huevos.

No quiero ser el rostro de una vaca, que nadie me vea como una res con el hocico lleno de moscas.

Soy la vergüenza de la elegancia.

Soy la decepción íntima de un hombre al que llaman P. No recuerdo el nombre, no tengo control de mis funciones racionales.

Soy una extremidad que causa desequilibrio mental, físico y sexual en P. Es mejor que nadie sepa, que sea anónimo. De hecho es anodino (por ello ni su propia razón recuerda su nombre). Se parecen un poco anónimo y anodino, sobre todo porque empiezan por ano (y se me escapa una risa pérfida, aunque no sé si es la razón o la ilusión la que se ríe, no tengo el control). Anónimo es cualidad (buena) y anodino es fracaso (inevitable). La diferencia no tiene sutilidad alguna y revienta cualquier tipo de alegría sin piedad alguna.

También soy la vergüenza de P.

Son las lágrimas de la ira, de cosas que no me dejó hacer la envidia ajena.

Es una mentira de mierda, si quieres no puedes, solo puedes si te dejan todos los hijos de puta del mundo.

Son lágrimas de amores posibles, imposibles, pasados, futuros, eternos, efímeros, muertos y latentes. Y amar es una gran mierda dice la razón, dice P escondiendo su rostro con una mano para que la oscuridad no lo vea. Dice la ira al otro lado del espejo dejando caer una baba feroz de entre sus dientes rotos de morder metales.

Son lágrimas de una erección salvaje y venosa que fertilizaría la tierra misma en un desconsuelo primigenio, como el celo de las bestias.

Bendita soledad que oculta las lágrimas del desconocido y descolocado P.

De la obscena erección de la tristeza.

Hoy no hay sonrisas P.

Caminar es dolor y el dolor espanta las emociones amables si un día las hubieron.

Soy la campana que toca a muertos, porque los deben haber, siempre muere alguien a cada momento.

El llanto y la muerte van de la mano, es una pareja entrañable.

Sin embargo, no oiré mis propias campanas, estaré ocupado en conseguir que el corazón lata y los pulmones tomen otro trago de aire.

Soy la sonrisa de un padre muerto, de una madre muerta, de una abuela muerta...

Una sonrisa inerte.

Los muertos se acumulan a lo largo de la vida.

Son como loros en hombros de piratas con patas de palo que cargan con ellos sin darse cuenta, sin hacer caso a lo que dicen. Los muertos siempre dicen cosas inaudibles.

Soy un desgaste de cuerdas vocales que apenas saben qué decir.

Los hombres no lloran... Entonces ¿qué coño soy? ¿Lloran los cerdos?

Todos están tan lejos, todo lo que quise (lo poco), todo lo que quiero (lo ínfimo). Soy un oso polar atrapado en un iceberg roto, arrastrado por la corriente, allá donde lloran las ballenas y mueren en mares fríos.

Donde las lágrimas se congelan y los ojos se rompen como cuentas de cristal.

Algo no hice bien y lo lloro.

Bendita soledad y el papel empapado de penas.

Las lágrimas se han secado (agotado) y queda un latido encolerizado (las venas de las sienes parecen electrodos en manos de un torturador).

Males que no pude devolver, venganzas que se pudren incumplidas como podridas son las sonrisas de los bastardos impunes. Viviría como espíritu atormentado, vomitando sangre para acabar con ellos y sus descendencias.

Los pequeños seres duelen como los grandes y los insectos son tiburones, y los caballos pequeños son la maldad pura y una serpiente es la bondad arrastrada.

Y lloro unas lágrimas de incomprensión, es el funeral de la razón, es el funeral de un hombre al que llaman P y no acierta a recordar lo que fue, ni siquiera si alguna vez quiso ser algo.

Ser algo es imposición y las lágrimas resbalan por bautismos y hostias que no pidió.

Entre los genitales rasurados, el semen es un río cálido que desborda en cascada por los testículos y las ingles. Y todo está bien. 

La caricia de una caricia.

Soy un acto obsceno, la lágrima depravada.

Es hora de reír:
Hay un perro que se llama chiste. Se murió el perro y se acabó el chiste.

Es que me meo.

Empiezo a tomar el control.




Iconoclasta

6 de abril de 2015

Estudio del peso y tamaño de la tristeza


Se pueden escribir y describir las tristezas, enumerar, clasificar por motivos y por sensaciones innombrables, situarlas en el tiempo y el espacio; pero las palabras no pueden describir con claridad y precisión ese momento en el que los dedos se crispan sobre el corazón para dar un consuelo que no será posible, para detener esa hemorragia de pesadumbre que es obscenidad para la vida y la alegría.
Es un instante que dura un segundo, un fracción de segundo en el que el dolor es tan grande que nos aboca a la locura y la confusión.
Si alguien observara esos dedos crisparse en el corazón, apartaría la mirada como si fuera contagioso; porque conocemos ese instante caótico donde la tristeza se hace física y dimensional, nos ha atacado en algún momento de la vida. Y no queremos eso, no queremos siquiera, aproximarnos a ese estado.
Los dedos crispados nos hacen leprosos a otros humanos.
El corazón quiere otros dedos, otras voces y otro calor.
Y los dedos, confusos, hacen lo que pueden.
Pobres dedos vacíos que pretenden sosegar todo eso, se romperán al retorcerse escarbando en el pecho para sacar ese tumor del corazón.
Como si los pensamientos dolientes se hicieran piedras, algo físico.
Y buscan los dedos en el aire donde un día hubo un cariño en un pagano ritual ancestral que habla con el aire.
Hacen falta medios más técnicos y avanzados para llegar a esa descripción, a ese momento de enajenación en que el pensamiento duele tanto que los dedos creen que algo se rompe en el corazón.
Se necesita una cámara ultra rápida que pueda fotografiar en la completa oscuridad con una alta velocidad de obturación, se precisa por ello también un diafragma de una luminosidad indecente, para poder abrirlo al máximo y tener la menor profundidad de campo posible para que los dedos sean los protagonistas de ese momento de insania. Se necesitaría una película de un grano ultrafino capaz de captar el vello de los dedos en esas condiciones.
No servirían los infrarrojos, porque convierten la piel en algo que no es. Y no somos seres que viven en la oscuridad, somos seres que morimos solos y  en la oscuridad, a salvo de la vergüenza de la luz.
Los infrarrojos nos convertirían en murciélagos, nos robarían trascendencia y no quiero eso.
Se necesitan unos ojos claros libres de lágrimas que puedan enfocar todo ese pesar.
Tal vez sea mejor así, sin fotografías, sin grandes medios. Que jamás nadie pueda retratar el descontrol y la paranoia en el que nos deja sumidos la tristeza.
Que baste pedir un tiempo de soledad y que nadie nos vea.
Baste decir que a veces duele tanto la vida, que no tiene sentido respirar. Que nos otorguen el beneficio de la palabra y nos libren de la humillación de una cámara de cien mil millones de megapixels.
Que me entierren cerca de las piedras viejas que dan testimonio con su milenaria vida que no fui el único loco que crispó los dedos en su pecho confundiendo alma con materia.
Porque sé que no saldré vivo de este dolor, los dedos lo intuyen.
Se rompen las uñas y los huesos.
Hostia puta, qué daño...









Iconoclasta