Si apenas haces más que trabajar alimentando a un gordo, voraz y monstruoso gobierno o estado, no cedas ni un solo placer con servilismo. No te resignes y que el placer robado, de los pocos que disfrutas, le salga caro al estado, aunque te jodas.
No es sólo tu placer, es también una libertad. Y sobre todo, tu dignidad.
Que no te prohíban otro placer más y al estado hijo de puta le salga gratis.
Que no te humillen y asfixien en nombre de una salud fascista de mierda. Haz daños a las cosas ajenas a tu alrededor, animadas e inanimadas.
Tú gestionas tu salud como te da la gana, como te place. A nadie, ni al puto estado le importa una mierda tu salud.
Esa vaca gorda rellena de hijos de puta que es el gobierno te exige que te consumas y enfermes exclusivamente para él, sin perder un segundo en un placer. No te prohíben trabajar aunque un cáncer te desintegre los huesos.
Y te será robado, como la libertad, el placer.
Haz daño, genera destrozos, que paguen caro el expolio de tus satisfacciones, de tu dignidad.
Aunque lo pagues caro, porque en realidad, los puercos que rellenan esa vaca gorda te están jodiendo cada día sin descanso.
Te quedan tan pocos placeres ya, que vale la pena usar la violencia para protegerlos, para vengarlos. Bien vale pagar las consecuencias si te cazaran.
Lucha por tu placer y libertad con la intensidad con la que trabajas y te explotan. Y a la mierda con todo.
Porque prácticamente, sin placer ergo sin libertad, estás muerto ya.
No dejes que le salga gratis al puto estado su robo.
No mueras indigno, no seas el manso y aséptico cadáver obediente y sano que lo ha dado todo a la gorda y sucia vaca sagrada a cambio de mierda.
Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.
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