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22 de junio de 2024

lp--Soy la embarazosa prueba de la inexistencia de dios--ic



Soy la cosa sucia y molesta que las divinidades maldicen.

Quieren esconderme porque soy la comprometida prueba de su torpeza y falibilidad. Soy una sólida y opaca constatación de la inexistencia de los seres superiores como los dioses y otros carroñeros.

Me pisan la cabeza con sus pies idiotas para aplastarme, para eliminar su negligencia que mi existencia avala y también su sagrada y divina incapacidad.

Dios vomita borracho en las esquinas del universo.

Yo lo he visto, aunque no exista.

A veces mea sangre.

Los lugares más hermosos de la Tierra los estropean sus gentes amontonadas que no mueren nunca en la cantidad y frecuencia adecuada para preservar la belleza que surgió por sí misma en un azar.

No deberían estar ahí, hay lugares más idóneos para esos humanos creados a imagen y semejanza de dios.

Eriales... Páramos...

El cosmos.

Dios es un prevaricador sin escrúpulos y por ello, reconocido corrupto.

Y es penosa y venenosa su pseudo existencia para la ilusión que, se pudre en algún rincón de mi pensamiento hostil y entre la piel de toda esa masa animal de sangre caliente a imagen y semejanza de los divinos fraudes.

Soy un hombre sin afabilidad y los dioses piden misericordia.

Una mierda.

Temo que si viviera suficiente, no sería el buen abuelo.

Dios no me infundió virtudes decorativas morales.

Cuando un equipo cualquiera juega a la pelota y gana, soy incapaz de sentir júbilo alguno y escupo displicentemente pensando que hay algo sucio atorado en mi garganta.

Luego fumo porque es pecado de dios, como el dinero de mi bolsillo; que debería tenerlo el estado con los hijos que también le pertenecen. Si no practicas la imbecilidad todos los días, te darás cuenta de que el estado es tan sagrado como dios.

Tan podrido y prevaricador.

Tan divino como el humo de mi orina en el invierno.

Soy un hombre sin alma porque dios no tiene nada que insuflar a cada bebé que nace para vivir sometido a los mandamientos y leyes de su fraude.

Las almas suben a dios, pero yo sólo veo que se deshacen ante el sol como un vapor más, humillantemente impersonal. No queda nada de lo vivido, no hay destellos de emociones en las almas que suben tontamente a dios. Se sacrificaron y comieron hostias rancias para ni siquiera llover.

Cuando los ajenos son felices y bailan siento la absoluta indiferencia que me hace hombre, la misma que hacia la muerte de los muertos y de los vivos.

Soy un hombre sin creador.

Cuando alguien se hace rico por un azar pienso “que lo jodan”.

Soy un hombre sin alma y sin dinero.

Y dios rentabiliza para sus arcas mi pobreza.

Dios pide humildad.

Una mierda.

Soy un hombre apócrifo.

Un evangelio molesto.

Deseo la muerte de algunos seres humanos desconocidos y conocidos de la forma natural y coloquial con la que me place un cruasán relleno de chocolate.

La indiferencia es la única semejanza que pudiera tener con un ser superior o creador de basura cosmogónica.

Dios exige una piedad que no me supo incrustar en el pensamiento.

Pues yo no puedo sacar de donde no hay.

No necesito dios y exijo que no salve a quien debe morir.

No amo los hijos, sino el placer de su creación; así pues su nacimiento es producto de mi hedonismo y un error cuando nos corrimos. Los nacimientos son accidentales como algunas muertes que no son por cáncer o vejez.

Cuando follo no amo, es una lucha por arrancar placer del coño en un mundo desesperadamente mezquino, aséptico hasta quitar el hambre.

El placer es el cebo de la reproducción en una chapucera creación. Dios quiere contribuyentes. Yo eyaculo en el cagadero para que eso no ocurra.

Nadie nace del amor y dios es el cero absoluto. La ausencia de.

Soy el arquetipo de la vacuidad funcional.

Dios no es amor, si fuera algo, sería simple esclavitud o humillación como el follar breve y fallido del adolescente.

Amar está en la luz y en la mirada. Un láser incruento.

No en una paleonto-sábana sucia de milenios de mentiras.

Doy fe de ello, hija mía de poderoso coño, ven con tu dios.

Porque Yo soy díos, ante su inexistencia total y tranquilizadora.

Soy la prueba palpitante del fraude cometido por los autores criminales de los pecados y las leyes, de las condenas y sanciones que no existieron jamás hasta que una puta ya enferma y apenas fértil los parió para que escribieran cosas así.

Y mi pene palpita con cada pecado enumerado con cada ley escrita codiciosamente.

Soy un fetichista tan impúdico... Una polla atea.

¿Desde cuándo odiar es malo? Es mi don más preciado y acoraza mi dignidad y seguridad.

Si no odias, estás muerto para amar.

Los ecos de las mentiras durante la infancia es una mitología que se debe desempolvar de vez en cuando para no olvidar lo que quisieron hacer contigo cuando estabas indefenso a ellos, a esos dioses modelados con mierda; el tiempo que te robaron para hacerte cosa y destruirte como humano; debías ser otro lelo que se sacrificaría bondadosamente por el grupo y por el estado porque vales una mierda.

No jodas...

Faltan guerras y las cabezas de los dioses, pinchadas en bayonetas.

Añoro lo que no podrá ser, porque nunca fue.

Si quieres dios, paga generosamente a la puta, ella sabrá...



Iconoclasta

18 de mayo de 2023

lp--España capital mundial del arribismo--ic


España es la capital mundial del arribismo político, social y religioso; pero sobre todo es un nicho sin cubrir donde se tiró el cadáver de la ética a modo ejemplarizante. La viva y palpable demostración de que ley y ética no son solo irreconciliables; son antónimos. No es novedad; pero siempre es llamativo de constatar.

La práctica demostración de que el arribismo, una forma de prostitución que incluye la traición, extorsión, corrupción, mentira e ineptitud; se encuentra en el estado y toda institución que de él depende.

El arribismo laboral es toda una filosofía de la prostitución que rápidamente se implantó con la revolución industrial en las empresas, hasta tal punto que a nadie llama la atención por su cotidianidad; pero cuando la ejerce un burócrata, funcionario, político o cualquier otro jerarca del estado, provoca muerte y ruina en millones de reses humanas.

El gobierno nazi español penitenciario homosexual sanitario, pacta con la mafia terrorista para que su Caudillo permanezca en su poltrona de forma vitalicia. Y es legal.

Con lo cual la ética es un cadáver pudriéndose al sol español.

Nunca los medios informativos y personajes populares como actores, deportistas y artistas han pertenecido y lamido tan podridamente a una dictadura y su caudillo.

Lo más pornográfico y que no se debe olvidar jamás, está en que todas las formaciones políticas, sociales e informativas; por lejanas que fueran en su ideario y estrategia política del gobierno que decretó el golpe de estado contra la libertad y la dignidad de la población trabajadora, hace poco más de tres años; cerraron filas para apoyar e integrarse en esa dictadura feroz, vejatoria y genocida instaurada con la componenda del coronavirus también conocido, sobre todo en España, como “la covid 19”.

Junto a China (o bajo sus órdenes) España se erigió en la dictadura más represiva del siglo XXI. 

Hay que tener en cuenta que esta dictadura solo afectaba a la casta paria o clase trabajadora, ya que políticos y clase media y alta, tenían el suficiente dinero e impunidad corrupta para pagar su libertad. Y muchos metros cuadrados de espacio para pasar el día si era necesario.

Por supuesto, si un viejo no pertenecía a estas clases altas, estaba condenado a muerte en su geriátrico barato y pobre; prácticamente y a todos los efectos, una perrera con sus métodos de sacrificio.

España fue durante meses fue un campo de concentración celosamente vigilado por celadores policías y militares. Equipados con las armas más grandes y aparatosas, se apostaban en carreteras y lugares vistosos para hacer propaganda agresiva de lo que era el Nuevo Estado Español Nazi Coronavirus; que nadie creyera ni por un segundo que era una broma el golpe de estado cometido por el gobierno contra las mínimas libertades y necesidades biológicas. Telenoticieros y prensa no cesaban de publicar imágenes de militares y policías armados y con gesto hostil. Aquello no era una alarma por una epidemia, fue terrorismo de estado en toda regla. Todo medio informativo era una constante catequesis de orgullo de la nueva dictadura y loas al gobierno, sus policías y militares.

A excepción de China, ningún otro país cometió tantos actos de extorsión y acoso militar y policial, encarcelamientos masivos de la población y envenenó a tantos seres humanos con el bozal y las vacunas (el bozal era puro veneno para debilitar el organismo, deprimir, acobardar y mantener la boca de la clase baja cerrada). La que más crímenes cometió contra los viejos por abandono, por dejación programada o porque así lo creyó oportuno el gobierno español; y fueron decenas de miles de viejos sacrificados. No ha habido país tan cruento en su Nazismo-Coronavirus como España en ningún lugar de Europa, América o África.

También se debe reconocer que la casta política española es la caricatura aumentada de una población mezquina, decadente e indolente. Ya domada y habituada de una forma innata a las dictaduras, hasta tal punto que practica el olvido de semana en semana. Es razonable que voten siempre lo más sórdido y letal para la libertad.

La verdadera presidencia de España es la del Arribismo Exacerbado y Psicótico, y es capital mundial.



Iconoclasta

 

15 de enero de 2023

lp--¿Y si existiera Dios?--ic


Que ya no fuera necesaria la fe, ni imaginarlo como ahora, con la imagen que cada uno cree que tiene.

Que existiera con rostro y cuerpo, grande o pequeño; pero táctil, opaco.

Lo que existe no tiene magia ni misterio.

¿Es que nadie lo entiende? Tener a ese Dios sería como ver siempre, durante toda la vida al mismo jerarca. Sus superpoderes e impunidad provocarían el odio hacia él.

El miedo y siempre el mismo rostro, como un castigo durante toda la vida llevaría al hastío.

La gracia de Dios está en su inexistencia inofensiva, protectora y bonachona de quienes le rezan por sus penas y banalidades.

Crédulos…

Es aterrador el infantilismo mezquino de la masa humana.

Si Dios existiera te haría daño, te arruinaría, te asesinaría por tus errores que son pecados en su ley.

Solo una vez mueras, se apiadaría de ti.

Sus cochinos volubles designios…

Devoraría a tus hijos para poner a prueba tu obediencia a sus órdenes, decretos, mandamientos.

La existencia de Dios sería la absoluta humillación y esclavitud de la especie humana.

Un rostro vulgar, una hipócrita y venenosa voz, una mirada malvada.

Ver todo eso todos los días, sin poder escapar de él…

Desearías asesinarlo antes de morir.

Su existencia sería el infierno, con millones de miserables adorándolo.

Algo tan sucio y grotesco como el cerdo que se folla a la puta en las películas enfermas.

Así de obsceno sería ese Dios y sus creyentes.

Un tirano inmortal que pasaría de padres a hijos, a nietos, a bisnietos...

¡Qué desesperanza de vida!

El Dios que te hundiría la cabeza en mierda porque tu vecino reza más.

¡Hijo de puta!

Imagina a Dios palpable, audible y visible destruyendo tu vida ocupándola en cada segundo con su mierdosa omnipresencia, hurgando en tu pensamiento. Destruyendo a los que amas por sus humores inescrutables, paranoicos y depravados. Favoreciendo a los indeseables, ignorantes, ruines y cobardes, colocándolos en el poder terrenal político.

Desearías no nacer en semejante mundo.

E imagina que naces, que ya estás en él.

La tristeza y la grisentería en tu piel como un aceite ácido que te deshace día a día lentamente, sin cura.



Iconoclasta


17 de julio de 2017

La envidia


Todo es un craso error y la sociedad está podrida desde sus bases.
Lo que se desarrolla socialmente es un tumor, algo cada vez más corrupto, generación tras generación.
No se puede edificar sobre la envidia y la ambición, sobre el genocidio y su hipocresía, sobre la ignorancia y la cobardía. No puede salir nada bueno.
No ha salido nada bueno.
Hay tantos asesinatos y abusos como conciencias se deben confundir y engañar para que el ser humano siga dejándose llevar por una élite de seres especialmente envidiosos y ambiciosos.
Se debe hacer creer a la gelatina humana que genocidios y crímenes sistematizados son hechos aislados, esporádicos. Que nadie y menos en estos tiempos de libertad y comunicación, conseguirá exterminar sistemáticamente una raza o pueblo.
O al menos, a quien no se lo merezca.
Está ocurriendo y seguirá haciéndolo porque es una cuestión de envidia, el motor de la humanidad.
Nadie que haya comprendido la historia se atrevería a decir que no volverá a ocurrir, ya que caería en la idiocia y la ignorancia.
Y no hay ignorancia cuando de exterminar en masa se trata.
Los ignorantes son simplemente hipócritas, la cara más repugnante de la envidia y moralidad. Los ignorantes lamen los genitales de los verdugos por unas migajas y son agradecidos porque sus amados asesinos, descuartizan a los que envidian. Y cuando se destruye a los seres que se envidia, no es crimen, es ley. La ley que con absoluta falta de ética y con total descaro y obscenidad llaman justicia. Como un mal chiste que insulta mi inteligencia.
La justicia agusanada, podrida de la sociedad, de lo colectivo. De lo ignorante e hipócrita. De lo envidioso y baboso.
Si el ser humano fuera consecuente, haría de los cementerios cagaderos. Mearía y cagaría asqueado sobre las tumbas de los antepasados envidiosos, de sus padres y abuelos hipócritas y asesinos secretos y anónimos, que en sus humildes pocilgas educaron a sus hijos, o dejaron que otros los educaran para que fueran exactamente como ellos. Porque los padres son envidia pura y no quieren hijos mejores, los quieren igual que ellos o peores.
"Porque los exterminados, algo habrán hecho".
"Porque si te asesinan es porque te lo has buscado".
"Porque hablan demasiado".
"Porque han ganado demasiado dinero, más que yo".
Eso dicen, eso piensan, eso creen los humildes, los trabajadores, los ciudadanos; credos de una doctrina ponzoñosa que me dobla en una náusea.
Los que buscan el trabajo en equipo, en colaboración; para que nadie sobresalga. Eliminar la creación de un individuo, parasitarla.
El fútbol es el deporte de masas porque es la demostración práctica de la destrucción del individuo. Y porque juegan mientras queman niños en hornos secretos que humean las veinticuatro horas del día. Niños que se lo merecen.
Porque los famosos reyes del dinero, políticos, empresarios y vendedores de droga y putas, no pueden ser tan malos.
Porque a los cerdos asesinos con lujosos coches, collares y relojes de oro, se les admira porque son la consecuencia de una sociedad vomitiva que cultiva mierda y la caga y la come y la caga y la come y la caga.
Y el miserable no quiere ser valiente, ni fuerte, no quiere saber. Solo quiere ser como ellos, como los puercos que hablan en la televisión, los que protagonizan noticias en las que aparecen junto a mareas humanas o sobre pilas de cadáveres.
Y el miserable es el correcto e integrado ciudadano que cuando funcionen hornos crematorios, dirá que solo se quema carbón. Y se abotonará su abrigo con botones fabricados con los huesos de quien se merecía ser exterminado por ser mejor que él.
La envidia es lo que hace avanzar la sociedad, la inteligencia y la integridad son los estigmas sociales, lo que debe ser extirpado.
Y mientras arden los que se lo merecen, el buen ciudadano leerá emocionado las falacias repugnantes de bucays  y cohelos. Y se creerán cosas de bondad, optimismo y paz espiritual. Porque ellos lo valen, porque ellos lo envidian enfermizamente.
Dadme una tumba al azar y encontraré la verdadera paz y justicia al cagar sobre ella.




Iconoclasta