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14 de octubre de 2023

lp--La histérica mezquindad de las masas decadentes y cobardes--ic

La sumisión cobarde, mezquina e histérica disfrazada de teatral dolor y solidaridad de los grandes y decadentes rebaños humanos de las viejas y muertas ciudades occidentales (sobre todo del cadáver que es Europa), hacia los asesinos islámicos; es exactamente la misma que lucieron los rebaños humanos como odio contra los no vacunados de la inútil vacuna y los que no se calzaron el bozal nazi de la humillación con la “pandemia” del coronavirus o la covid 19. Incluso deseaban fervientemente la muerte de los enfermos para que se acabara el resfriado que el gobierno les decretó en sus huecas mentes; se veía en sus miradas cobardes de desconfianza, en cada gesto ajustándose el bozal o tapándose con la mano la boca, aterrorizadas las bestias.

Y ahora demuestran a los asesinos, su simpatía por sus crímenes y causa para no ser degollados como lo han sido los israelíes.

Es exactamente esa misma cobardía mezquina, ya genética en una especie humana camino de la extinción, sus últimas cobardías antes de desaparecer del planeta, o al menos de sus sucias e insanas granjas (ciudades les llaman).

En definitiva, salvo salir en la foto de la simpatía para que el asesino no los degüelle cuando el Estado le dé cobijo en su país europeo decadente o africano (en el caso de España), no se manifiestan o lloriquean hipócritamente por otra cosa.

Otra pandemia más de cobardía, servilismo y aplausos al enemigo.

Es pura indignidad y nauseabundo ver mearse a miles de reses humanas encima de gente asesinada en nombre de dios.



Iconoclasta

26 de noviembre de 2019

Muertes sanitarias



Andanada 1 (directa a la yugular).

¿Qué es la sociedad actual, la “movilizada” (en la que las reses portan un teléfono móvil o celular como guía de preceptos morales y condicionales)?
Se trata de un conjunto de reses humanas normales, homosexuales y transexuales que padecen ataques de tristeza y euforia en función de lo que ven (sin asimilar) en internet.
Desesperadas las reses por tontas injusticias que en muchos casos son falsas, por los llamados memes de superación espiritual y conciencia social y por videos que pueden llegar a marcar profundamente sus mediocres días. Es una sociedad sin criterios, pastoreada con absoluta precisión por preciosistas o catastrofistas mensajes de no más de veinte palabras.
Confunden su propia frustración con rebeldía. Hasta tal punto que, al no realizar apenas esfuerzo alguno por sobrevivir, se pueden permitir perder su tiempo y su intimidad adorando a sus iluminados o mesías políticos y religiosos.
En las grandes granjas humanas (ciudades) es tan densa la población por metro cuadrado, que ya se ha creado una genética endogámica que produce gran cantidad de esterilidad reproductiva entre machos y hembras, malformaciones y enfermedades de las llamadas raras en gran cantidad de crías humanas.
Nunca ha sido tan obvio el analfabetismo intelectual y lingüístico, como en esta sociedad contaminada por un exceso de información que los cerebros humanos son incapaces de procesar; creando así generaciones de reses que ostentan una ingenuidad infantil tardía.
¿Si no es con ejecuciones multitudinarias (sacrificios de control genético), como se repara este gran problema de degeneración cognitiva humana?


Andanada 2 (por si sobrevive alguna res defectuosa).

Combaten las nostalgias y frustraciones con insatisfactorias y banales distracciones. Visitando lugares atestados de carne habladora y gritona, escuchando la misma música con las mismas gorras, camisetas y los mismos “perreos”. Leyendo las mismas mentiras y estupideces vacías, con los rostros iluminados por el falso oropel de una tecnología que no acaban de entender, de la que no comprenden su fin último.
Pobres desgraciados los que no tienen valor para soportar sus tristezas en soledad.
De ellos será el reino de la vulgaridad.
De hecho, ellos han creado semejante reino.
Vaya mierda…
La sociedad ya está saturada de cosas, amores, ternuras y filosofías inservibles.
La chusma no está contenta y no sabe por qué.
De ahí que se hagan fanáticos de populistas gurús de cualquier ralea para que les muestren el camino hacia una felicidad y premios que no existen. Por eso compran pantallas luminosas para escapar de su miseria intelectual y comen mierda.
Debe estallar sin más demora una guerra o varias, que acaben con las actuales generaciones para que se renueve una genética y un pensamiento pobres y de nuevo, los seres humanos tomen el camino de la valentía, la determinación y el esfuerzo.
Donde se atrevan a vivir sus soledades sin llantos indignos y patéticos.
Una sociedad donde la envidia no sea la única cualidad humana.
Que empiecen las muertes, es muy urgente, imperioso por decir poco.
Por decir lo mínimo.




Iconoclasta

8 de agosto de 2019

CMGH


CMGH (Corporación Mundial de Granjas Humanas) debería ser el nombre oficial de quien dirige el aparato de control mundial de la población de los núcleos occidentales desarrollados. Lo que ya está funcionando como un mecanismo de absoluta precisión.
Gracias a las experiencias fallidas de la Alemania Nazi y el comunismo de la URSS, han conseguido afinar (gracias también a los grandes bancos de datos estadísticos de población que han recopilado las redes sociales) el sistema de control, crianza y domesticación de las reses humanas urbanas.
A la Alemania Nazi le falló el dinero, no pudieron seguir alimentando al ejército en una guerra planificada por aquellos oficiales neuro-degenerados que en estos tiempos estarían lobotomizados con drogas en manicomios.
La corrupta URSS y su excesivo cupo de vodka en las cartillas de racionamiento de sus “ciudadanos”, acabó hundiendo la industria y la economía. Cuando la URSS se derrumbó, el sesenta por ciento de los “camaradas” productores, eran alcohólicos. El otro porcentaje, fueron exterminados por el soviet supremo o congelados vivos en Siberia.
Esos fallos fatales, el económico y el de control de masas, dieron grandes conocimientos sobre los métodos de control de los seres humanos en sus granjas (ciudades). Tan importantes que, pasados setenta años, han conseguido los poderosos (joderosos) tener presencia diaria en la intimidad de los hogares, prostíbulos y escuelas de todos los ciudadanos del mundo occidental.
El cigarrillo era una fuerte contramedida contra los deseos de globalizar la estulticia, la incultura y la filosofía del gobierno padre/madre protector.
Fumar era un descanso en las largas jornadas laborales llenas de sobreesfuerzos, intoxicaciones y nervios. Demasiado tiempo invertido en fumar era una pérdida constante para el empresario y el gobierno (por lo que a sus funcionarios toca). De hecho, puede uno trabajar libremente aspirando humos de soldaduras, el polvo formado por asbestos de las máquinas de corte radiales y los productos químicos que se usan para la producción y mantenimiento de diversas empresas. Se puede trabajar libremente con grandes pesos que provocarán a la larga serias deformaciones óseas y otras enfermedades degenerativas del esqueleto y la musculatura. O trabajar frente a un monitor hasta que los ojos se sequen y se opaquen en unos años.
El momento de fumar un cigarrillo llevaba a la conclusión del obrero o trabajador, de la puta vida de esclavo que llevan los productores de los países industrializados, cobrando una mierda que luego les robarán en hipotecas, impuestos y consumos inducidos.
La prohibición del tabaco (el mayor hito en la represión laboral y social), un vicio que lleva a la reflexión sin narcosis y que mantenía una irritante resistencia contra la explotación empresarial, fue de una calculada y acusada repercusión social para que diera vía libre a la siguiente andanada de bombas de control: las bebidas alcohólicas consumidas por grandes grupos de trabajadores, estudiantes y otras agrupaciones esporádicas; programadas en tiempos adecuados al biorritmo de la sociedad urbana industrializada.
Para llegar a ello, tuvieron que callar la maldición de las bebidas alcohólicas (accidentes laborales y de tráfico, malos tratos familiares, violaciones, ruina económica, juego, coma, cirrosis, ceguera, impotencia, infertilidad…) y sancionar el consumo de refrescos con impuestos o con campañas publicitarias en nombre de la salud y maldiciendo los niños gordos.
Lo hicieron tan bien, que nadie se exclamaba de como las grandes manadas de jóvenes estudiantes se juntaban en espacios definidos y concretos para emborracharse.
El mecanismo fue sencillo para que las reses humanas tragaran con el engaño: mirad lo que ha pasado con el tabaco; si os quejáis también castigaremos el consumo de bebidas alcohólicas.
Por eso un paquete de seis cervezas, con sus envases incluidos, resulta más barato que una cajetilla de cigarrillos.
La narcosis alcohólica legal y controlada (una copa de vino es lo más sano del mundo), ha sido el gran acierto y lo que ha llevado a la sociedad a aceptar el teléfono móvil como un accesorio obligatorio en la cotidianidad del trabajo y la intimidad.
Se podría decir que tras todo el proceso de tortura a las libertades individuales, el teléfono móvil ha sido al final, el batallón de fusilamiento. El tiro de gracia.
Gracias a los teléfonos se han propagado los grandes virus de distracción en las reses humanas: feminismo radical, fascinación empática hacia los grupos sexuales disfuncionales (homosexuales, lesbianas y transexuales o tránsfugas de genitales), terror ante el cacareado apocalipsis climático, amor por los inmigrantes sin criba alguna (sean lo que sean), tolerancias hacia culturas aberrantes que matan, esclavizan, prostituyen y mutilan a otros seres humanos). Y sobre todo, el “number one” del control logístico y psicológico del rebaño humano: la presencia de los políticos en las redes sociales, como si se tratara de divas y divos del rock.
Si a un esclavo o res humana, le proporcionas el espejismo de que puede interactuar con los políticos y otros estamentos de poder (con un mísero “me gusta” o compartiendo), ese individuo asistirá diariamente a los muros de sus amos para enterarse de lo que proclaman y sentirse así uno de ellos.
El método del “clic: me gusta/no me gusta/comparto”. Es un burdo engaño para cualquiera con un mínimo de capacidad de análisis.
Y como ocurrió con el tabaco y la amenaza de que harían lo mismo con el vino, la cerveza y otros licores; cuando a las reses humanas las extorsionen con impuestos asfixiándolas económicamente para que salven con sus nóminas al planeta, a la homosexualidad, a los inmigrantes y a sus políticos divos en apuros económicos; no podrán quejarse porque ellos habrán contribuido a ello con sus teléfonos de última generación de mierda.
Y no acaba aquí la cosa, se prevé que gracias al radicalismo feminista se enciendan odios entre hombres y mujeres, con lo cual la CMGH controlará incluso los hábitos reproductivos (frecuencia y selección) de su ganado.
Las demostraciones festivas homosexuales, lésbicas y transexuales tienen un fin: provocar hastío en la población. A la larga se convertirán en ejemplo de lo que no se debe ser.
El CMGH tomará el control para que los homos, lesbis y trans, se diferencien muy bien del resto de reses normales y no haya problemas de productividad. En definitiva: feministas rabiosas y otros géneros sexuales ambiguos o difusos, serán carne de gueto rosa o morado.
Las festividades son el otro gran virus que inocula fríamente la CMGH, saben tan bien como yo, que el exceso conduce a la distracción, luego al empacho y al vómito.
No se puede negar que la CMGH ha creado una genialidad de granja global, usando a su debido tiempo y con estratégica paciencia la tecnología adecuada para decapitar las libertades individuales y erradicar el libre pensamiento y la creación humana.
Cuando todos los cerdos miran hacia el mismo lugar, el pastor se puede encender un cigarro tranquilo. Entonces sí…
Lo que yo digo tantas veces, vivimos una edad distópica con un decorado de Candy Crush. Y los lerdos que miran sus pantallas electrónicas, no se dan cuenta de las grandes orejeras periféricas que lucen.
De cualquier forma, la humanidad ha usurpado el concepto de inteligencia parasitando a los muy pocos genios (humanos defectuosos al fin y al cabo,) que han creado grandes obras y avances científicos).
Quiero decir, que el género humano no tiene otra alternativa a ser estabulada: escasea indecentemente la inteligencia.
La excelencia solo se encuentra en un individuo creador, todo lo demás son simbiosis y parasitaciones oportunistas de grupos de gente sin capacidades que suelen tardar decenas y decenas de años en conseguir algo.
Y bueno, si cae un meteorito apocalíptico será una bendición para los que piensan con cierta lógica y memoria.




Iconoclasta