Powered By Blogger
Mostrando entradas con la etiqueta Reflexiones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Reflexiones. Mostrar todas las entradas

11 de noviembre de 2023

lp--Pedazos de ti--ic


Bajo la lluvia de hojas que la brisa arranca de los árboles, no puedo dejar de pensar que me llueves a pedazos.

Pedazos de amor que caen sobre mí como caricias cálidas y serenas, que crepitan como gotas de agua seca en mi sombrero, pedazos de ti que dan el sonido de tu voz a mi caminar.

Pedazos de amor untados en dulce mermelada de melancolía...

Y quisiera tener ese don de despedazarme y lloverte fundiéndome contigo. Que el viento nos arrastre juntos y tus cabellos sean una vela henchida sin más rumbo que nosotros mismos.

Quiero ser contigo un collage de hojas pequeñitas y revoltosas que tracen nuestros propios senderos de delicados chasquidos.

Pedazos de nosotros...

En algún momento me abandoné a amarte sin medida y se revelaron todos los pedazos de ti ante mis ojos, en todos los lugares. Pedazos de tu cabello, de tus ojos, de tu voz, de tus gemidos, de tu piel toda y de tus cuatro labios que hacen del amor y el deseo, arrebatos de voracidad carnal.

Pedazos de tus pechos oscilando sobre mi boca cuando te clavas a mí.

Pedazos de tu rostro aún somnoliento al despertar.

Pedazos de volutas de humo cambiantes que exhalo fascinado frente a ti con el primer café del primer día contigo.

Despertar contigo es nacer de nuevo, cada amanecer es el primero y es rotunda tu existencia en mis pulmones.

Cada día llueves sobre mí, y te haces eterna como el planeta, sus mares, montañas y cielos.

Miro arriba, al cielo de ramas sobre mi cabeza, e intento hacer pedazos de los besos tiernos que se forman con añoranza en mis labios, cuando arrecias tus hojas de amor sobre mí y mi soledad.

Pero mis pedazos no tienen la musicalidad y la sedosidad de los tuyos. Y suspiro, no por cansancio, sino por mi incapacidad de llover bellamente sobre ti.

No tengo tu poder, cielo.

Misericordia...

Sólo tengo tus pedazos; la certeza de tu existencia y tus palabras grabadas a fuego bajo mi piel, profundamente.




Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

10 de noviembre de 2023

lp--Dos dictaduras: al inicio y al final de mi vida--ic



GENPHOCS: Gobierno Español Nazi Penitenciario Homosexual Clima-sanitario

CENPHOCS: Caudillo Español Nazi Penitenciario Homosexual Clima-sanitario


No me puedo quejar, vi acabarse una dictadura en la infancia, la franquista, y hoy asisto al nacimiento de otra.

Tiene mucho morbo observar la implantación de una tiranía, la mezquindad que rodea a ese acto es hipnótica como ver a los gusanos retorcerse en la carne podrida de un cadáver. Así de fascinado por la podredumbre, he vivido y vivo la implantación de la narco dictadura española por el CENPHOCS, la he visto eclosionar y crecer como un tumor cancerígeno y venenoso semana a semana desde el año 2018.

El 14/03/2020 nos metieron por el culo un encarcelamiento y toda clase de reglas para obedecer y acatar la dictadura, luego llegó la prohibición de respirar libre y sanamente, incluso a cielo abierto (una dictadura española siempre es provinciana e ignorante hasta límites absurdos por definición). Fue mediante aquel decreto que, en una homilía televisiva, maquillado con ojeras el CENPHOCS decretó encarcelamiento para todos los asalariados por la epidemia de coronavirus y, que no le temblaría la mano para acabar con todo aquel que no obedeciera esa prisión domiciliaria. Y sacó al agresivo ejército y a la furiosa y fascista policía a la calle para extorsionar a las clases trabajadoras.

Más adelante, se extorsionó otra vez a las castas parias o trabajadoras con la vacuna (si no te vacunabas te dejarían sin trabajo y por ello sin casa y comida), se impuso la segregación con un brazalete nazi o pasaporte covid entre vacunados y no vacunados que se saldó con un contagio masivo de solo vacunados. Los caciques nazis autonómicos que hoy gritan por la democracia, se convirtieron en feroces alcaides de campos de concentración, era ver a hombres y mujeres convertidas en bestias sedientas de la libertad, como si devorarla les diera vida eterna.

Pero lo que más éxito tuvo fue el bozal de la humillación, en todo momento sin descanso durante tres largos años de acoso y extorsión policial y militar, la chusma aprendió a respirar incluso por las orejas; pero lo que aprendió de verdad fue a callar y caminar con la cabeza gacha gracias a ese bozal nazi que bautizaron como mascarilla. Y como ocurre con todo dictador, no sólo se aplaudía la represión desde las casas, sino que se vitoreaba al Caudillo que más adelante se convertiría en el rey Sánchez I el Arribista.

Hasta tal punto, que al igual que a Franco, al actual Caudillo en funciones se le ama y se le vota con desquiciado fanatismo; algo que comparten los grandes dictadores del siglo XX, el amor del pueblo al que somete y estafa. Esto ocurre hoy mismo, a 10/11/2023, cuando tras cinco años de minar y eliminar toda libertad, pervertir la biología humana, la historia y acabar definitivamente con la honestidad y la ética; el CENPHOCS en funciones, con minorías de ultraderecha o nazionalistas formadas por criminales o exconvictos, se asocia mafiosamente para crear mediante corrupción, manipulación judicial y mercadeo de votos basados en la estafa y la mentira al votante, una narco dictadura de corte hispanoamericana, de claras simpatías musulmanas. De tal forma que, gran parte de la ciudadanía europea, cree tener una Venezuela en el culo del continente.

A partir de ahora, a la división entre clases sociales: políticos, altos funcionarios, realeza, empresariado y clase paria o trabajadora; en ésta última el CENPHOCS ha declarado que habrá habitantes de más baja categoría según donde vivan; con un claro mensaje de que si no es su GENPHOCS el que gobierna en ese territorio, se humillará y empobrecerá a la población sistemáticamente, sin que le tiemble la mano (expresión que usó el caudillo y sus caciques autonómicos para mostrar su capacidad para aplastar toda libertad, que resultó ser enfermedad según estos nazis).

Lo más colosal, es la natural y coloquial corrupción: para acceder al poder el CENPHOCS decreta que los criminales políticos son impunes desde el año 2012, impunidad sólo para los que son de su PSOE, socios mafiosos y cómplices. Y además, podrán formar gobiernos y ser indemnizados por haber sido acusados en su momento por los crímenes o delitos cometidos.

Nunca se había decretado ante un público feliz y completamente alelado semejante corrupción e impunidad para las castas criminales políticas.

Esto es una novedad sobre la dictadura franquista, una novedad que casi la mitad de la población española no solo admite, sino que incluso agradece festivamente cuando se le escupe en la jeta aduciendo que es por la convivencia y la concordia nacional y constitucional.

Todo acaba en anal...

No puedo parar de reír, lo que nace en España es siempre defectuoso, el español lleva el estigma del fascismo y la corrupción como seña genética.

¡Cómo ama la mitad de los españoles a su corrupto presidente! Es fácil, viendo esto, entender porque Hitler llegó a su gobierno, también “democráticamente” y respetando la cochina constitución.

Sinceramente, me considero un privilegiado por haber asistido a estos dos momentos de la repugnante historia de la humanidad (capítulo España).

Esta eclosión nuclear de la avaricia y su corrupción, el arribismo indigno, la mezquindad y la mansedumbre de una población endogámica, es un fenómeno histórico que pocos saben ver y mucho menos apreciar como un valioso conocimiento de la subespecie humana española o ibérica. Esa ceguera que da la ignorancia y lleva al amor y obediencia de millones de borregos hacia un dictador criminal y su estado o gobierno; experimentarla en persona es un auténtico tesoro antropológico para cualquiera que tenga inquietudes culturales, intelectuales o filosóficas.

Sólo falta ver escupir a los españoles a los judíos por las calles como lo hicieron los alemanes en lúdico festival.

Esa suciedad congénita de los jueces avalando la corrupción es toda una cátedra, una clase o lección magistral de lo sórdido e inmundo.

Pocos individuos gozan de mi indiferencia absoluta a patria, ley y dios; cosa que me convierte en un cronista perfecto rodeado del mal, entre millones de obedientes votantes y devotos del líder o Gran Hermano que decía Orwell.

Soy un romántico...

Está resultando tal y como suponía, he anticipado cada paso del dictador, con bastante precisión.

Incluso la reacción de la población que es incapaz de identificar a un timador o criminal que la asfixia y humilla, llenando ese “Hitler” los espacios vacíos de su cerebros con frases sin sentido y chabacanas, y dicen al no entender nada: ¡Qué se le va a hacer! La actitud servil y posicionamiento de la población del franquismo para aguantar mierda en cantidad.

España ha vuelto al siglo XX en el que surgieron los grandes dictadores aupados por la población como enviados de dios: Hitler, Mussolini, Franco, Stalin, Mao Zedong...

Han sido cinco años horadando el GENPHOCS como termitas la ley, adoctrinando incluso a los niños en las escuelas, en la perversión biológica del sexo con deformaciones y parafilias de “género” para crear seres dependientes (incluso de su biología natural) del Estado.

Cinco años minando y manipulando la tan cacareada “constitución” el GENPHOCS, como una trituradora de basura, eliminando libertades y ofreciendo privilegios e impunidades a su gigantesco gobierno de carácter soviético.

El anodino ex caudillo Zapatero, negligente, inútil, arruinador profesional de la economía y de una tarada e infantil retórica, informando con susurros al oído del Caudillo Sánchez, cómo se lleva a cabo la implantación de una narco dictadura hispanoamericana y estrechando lazos con los narco dictadores sudamericanos.

El avance de la dictadura del CENPHOCS no ha sido nada sutil, porque los políticos lo son gracias a que han nacido de padres adecuados para ello con el suficiente dinero, no por inteligencia y mucho menos formación.

De la dictadura franquista, recuerdo que mi padre me repetía tras hablarme de quién era Franco y lo que hacía: “Nunca cuentes lo que hablamos en casa, ni en el colegio ni con los amigos”. En San Andrés, un barrio de Barcelona, un sábado ya casi de noche, entramos en una papelería que parecía cerrada ya. El vendedor se metió en la trastienda y apareció con un paquete envuelto en periódico, mi padre le pagó se dijeron algunas cosas cordiales cuchicheando y nos fuimos. Era un libro de Henry Miller, Trópico de Cáncer. También había algunos días que me llevaba con él al aeropuerto del Prat. Sus quioscos de revistas y prensa eran los únicos que tenían en algunos momentos, buenos cómics, porque en las calles aún no había nada que excitara medianamente el intelecto.

Y cuando murió Franco (ya tenía yo trece añazos), cuánto tardó el hijoputa, se corrió el velo gris del aire y empezaron a llenarse quioscos y librerías de revistas y tebeos o cómics apasionantes, como brotan las hojas de los árboles en primavera.

La muerte del dictador fue un momento maravilloso.

El camino a la narco dictadura española actual, ha sido de una absoluta mediocridad, gris sobre gris, evidente, sin imaginación, ostentosamente corrupto. Avanzan la mezquindad y la prevaricación impunes mientras la chusma indolente, aun cagada de miedo por el resfriado del coronavirus, mira la pantalla de su móvil para dar su “me gusta” a la mierda que esté mirando, como las consignas para que madres, padres y “educadores” (apóstoles de la dictadura) vigilen muy bien que los penes de los niños o las vaginas de las niñas no sean un error en un cuerpo al que no le corresponden esos órganos genitales.

El CENPHOCS, un tipo de una espantosa vulgaridad e iletrado, arribista y con la ambición escurriéndosele por la cara en cada ademán, sin vocabulario adecuado, ni siquiera decente para expresarse por escrito; es el prototipo de parásito insignificante que encuentra las venas necesarias para infiltrarse en el organismo y pudrir la sangre.

Ha sido la más triste subida al poder de un dictador. Sin ruido, sin pasión. Con una población ya nacida para la dictadura, ha sido coser y cantar.

Se ha repetido lo mismo que en la segunda república, pero más rápido gracias a la tecnología. Y lo mismo es nada, sólo prohibiciones y decretos para favorecer la delincuencia del Estado.

A partir de hoy, se resuelva de una forma u otra en un futuro incierto, el hecho es que hoy a 10/11/2023 (fecha para la historia antes de que el GENPHOCS la pervierta de nuevo) estrenamos dictadura. La diferencia está en que en la España del 36 había muerte por hambre y miseria de magnitudes vergonzosas, como en ninguna otra parte de Europa, lo que podría dar un desarrollo diferente a lo que se puede inferir tras leer la historia: podría no ser necesaria hoy una guerra ante una sociedad mansa y servil, decadente, cobarde, indolente, acomodada y mezquina como la actual.

Si hay hambre, la mejor y única opción es la violencia, la guerra. Hoy, de momento, no es el caso.

En estos momentos hay un número importante de gente que está dispuesta a que el golpe de estado, al CENPHOCS y su corte de criminales y corruptos no le salga gratis. Y es posible que algunos generales estén pensando en derrocar al narco caudillo Sánchez para gobernar alguno de ellos, como es también tradición; pero yo apostaría a que estamos ante una corrupta y narco dictadura incruenta, a la que durante años irá minando el terrorismo tan propio que surge paralelo a todo despotismo.

España o la península ibérica (para no herir susceptibilidades patrioteras) no saldrá nunca del pozo de mezquindad, es una tierra sucia que infecta a los gobernantes y al pueblo de ignorancia y fascismo.

Lo único que no cambiará, es que seguiré pensando y escribiendo como me salga de la polla.



Iconoclasta

3 de noviembre de 2023

lp--A por otra guerra civil--ic

  Su majestad el rey de España, Sánchez I el Arribista.

GENPHOCS: Gobierno Español Nazi Penitenciario Homosexual Clima-sanitario

CENPHOCS: Caudillo Español Nazi Penitenciario Homosexual Clima-sanitario


Cualquiera con un mínimo de conocimiento de la historia diría que España está al borde de una nueva guerra civil; pero el español tiene ese optimismo tan propio de la ignorancia y además de decir y pensar: “Hoy día no puede pasar algo así”, hace chiste de la corrupción y la prostitución de las instituciones, para concluir con aquel adagio de servilismo y analfabetismo que surgió en el franquismo que es: “Y qué se le va a hacer”.

El problema es que los jueces, funcionarios, el ejército, la realeza y el gobierno son españoles y chapotean todos en mierda indiferentes, incluso cuando se la comen.

Volverán los tiempos en los que tengamos que comprar libros censurados en librerías con trastiendas ocultas y envueltos en papel de periódico, como debía hacer mi padre y yo con él.

Pero eso no se repetirá porque ya nadie (las minorías no importan en este caso) sabe leer más que los mensajes en las redes sociales del nazismo del GENPHOCS y su CENPHOCS supremo y corrupto. 

Tampoco sería extraño ver a partir de ahora en las puertas de las cortes, aquellos grandes coches de lujosas ruedas de radios, horteramente pintados y con tapicería de piel de leopardo; saliendo de ellos los diputados, ministros y jueces como chulos de putas con llamativos sombreros y abrigos de visón, como sus parientes los proxenetas negros del Harlem de los 70 del siglo pasado.

La gracia está en todas las cosas. Si de algo te sirve la experiencia, es para encontrar el chiste en todo.

Y a partir de ya en España, autobuses, metro, trenes y cines, tendrán asientos especiales para los blancos según la comunidad autónoma en la que se habite, y de momento sólo una tiene derecho a asientos. El resto, “los negros” deberán estar en pie. La segregación monocolor será la mar de divertida y dejará no pocas anécdotas de tiros, navajazos y sus evisceraciones y degollamientos.




Iconoclasta


27 de octubre de 2023

lp--La melancolía secreta--ic


La melancolía es una tristeza secreta para mí mismo. La pena de lo que nunca experimentaré. Un sentimiento que jamás conoceré.

La decepción de saber que existe una alta emoción que no gozaré jamás.

Me ha sido negada la gracia, cuando casi la rozaba. Estuve a punto de elevarme a ella.

Esta melancolía me lo dice como una conciencia cuchicheando en mi oído, en mi estómago. Reverberando en el tuétano de los huesos.

Estuviste cerca, estuviste muy cerca.

Pobre cosa, pobre hombre ciego.

Tal vez, sea no haber podido escapar de este lugar y tiempo atroces que impiden que la razón se expanda haciendo de mí una ola más en el mar, yo rompiéndome en un hermoso final en la tierra.

Creando una espuma de mí mismo y los mudos coros del universo muerto susurrando: ¡Así se hace!

Y dan ganas de llorar por una abstracción imposible.

Podría haber sido un hálito que agita íntima y tímidamente las hojas de un árbol cuyo rumor agradecería mi sencilla aunque útil existencia.

Me he cansado y hastiado de dolores, decepciones, amores, ternuras y cariños sin espuma; sin el secreto rumor de unas hojas que nadie presta atención.

Nadie más que yo.

No es por trascender, sólo aspiro a ser invisible, un ente ignoto. La belleza sin reflejos de una existencia malograda y malformada desde el inicio de los tiempos que es mi nacimiento.

Sólo lloro con ira por lo que mi vida no ha encontrado, no ha sentido.

Que nadie sepa más de mí, desaparecer como una ilusión. A veces sueño con volatilizarme en el aire sin dejar rastro y todos aquellos que supieron de mi existencia, parpadearan: Me ha parecido ver algo… Parecía tan real…

Ser una alucinación en el planeta.

Que nadie me recuerde.

Porque mi existencia me avergüenza.

Que no me entierren o quemen en tierra podrida.

Esta melancolía que guardo en secreto no es tristeza, si no hastío y decepción de no alcanzar otra cosa más que, un mundo mal hecho por millones y millones y millones de seres humanos muertos y apilados en podridos estratos cuya misión, fue construir y crear la humana mezquindad para el instante en el que yo naciera. Como si supieran de mi futura vida y la decepción que sufriría.

Riendo mezquinos…

Sus dioses inventados son ratas sarnosas que devoran sus pies y los de sus hijos lentamente, y son adoradas como servil pago de gratitud a la miseria concebida.

Sólo así puedo entender el origen de esta melancolía aterciopelada que se derrama bajo la piel y por dentro de los ojos, un llanto secreto también. Adentro..., donde sólo el cálido humo de un cigarrillo templa el frío de mi ánimo.

Fumar siempre fue bueno...

Saber que existe algo hermoso o extraordinario más allá de la mediocridad del aire, es mejor que ignorarlo y me ha regalado la gracia de la decepción y su melancolía.

No nací para sentir lo extraordinario, sólo para observar con mirada terrible y soportar la incapacidad de los que ahora son cadáveres y los que lo serán pronto.

No es tristeza, sino rabia y su llanto quedo y consecuencia de una ola que no consigue hacer espuma, porque una fría y poderosa corriente de mierda la devuelve al monstruoso mar inmóvil sin horizontes y sin fin. Sin esperanza a la vista.

Yo quería algo más que no cabe en este mundo.

Hay una belleza oculta que mi pensamiento añora y no sabe qué es.

No nací para algo elevado, sino para rellenar los huecos de los muros deformes que no sirven para nada. Que los muertos construyeron, que los vivos idiotas hacen más altos.

Son los susurros de mi secreta melancolía.

Me dice que nací por mis huesos, que soy material de relleno de un tiempo y lugar mezquinos.

Podría haber sido maravilloso cuando veo y escucho el rumor de las hojas, las olas romper en la costa con un orgulloso bramido de vida y lucha; pero nací en un excremento habitado por gusanos agitándose inquietos y paranoides, alimentándose con voracidad unos de otros. No puedo salir de la mierda, ni limpiarme siquiera.

Nací en un repugnante lugar donde los seres humanos comen sobre las inmundicias y miasmas que corren bajo sus pies.

Todos los humanos y sus civilizaciones lo construyeron todo mal y podrido, para luego ser enterrados como el gato cubre su mierda. O quemados como neumáticos viejos o basura que apesta.

Y como un aire que no mueve las hojas y la ola que no llega a la arena, nací ciego y con esta melancolía que hace invisibles los horizontes elevados que algo dentro de mí dice que existen, que es todo un error mi nacimiento en este infecto lugar y tiempo.

Un asco.



Iconoclasta

19 de octubre de 2023

lp-- Iconoclasta: Preguntas frecuentes--ic


¿Precisan nutrirse las personas vacías de pensamiento y voluntad? ¿Qué coño comen?


¿Piensa el asesino en la descomposición de los cadáveres? ¿Reconoce su obra como efímera? ¿Siente pesar por ello? ¿Nostalgia cuando observa los huesos ya sin carne?


¿Piensa el médico que cura cosas que morirán después de tanto esfuerzo?


¿A cuánto se cotiza el litro de sangre? ¿Mejor fría o caliente? ¿Se valora de mayor a menor precio su viscosidad de alta a baja? ¿Es bueno tomarla con un huevo batido?


¿Sueñan las niñas moras hacerse mujeres y ser enterradas hasta el cuello para que los moros machos les revienten la cabeza a pedradas hasta morir?


¿Hay distintas potencias a elegir de presión y caudal en los corazones de donantes que compran los ricos y poderosos? ¿Piensa el cirujano si el paciente lo merece o en el dinero que cobra?


¿Es la masturbación negación de la vida? ¿De verdad hay vida en ese moco? ¿Por qué los huevos no condensan si el cuero que los envuelve está tan frío y la leche tan caliente?


¿Es correcto que al chupar un pezón sexualmente excitado, endurecido, erecto; alguien piense en la lactancia y su madre?


¿Los relojes más bellos hacen más amable el morir? ¿Importa morir con un miserable reloj de plástico en la muñeca? ¿Corren los segundos más rápidos para los pobres o más lentos en su muñeca roñosa con ese reloj pegajoso?


¿Piensa el sepulturero en la bondad de los gusanos  y la eficiencia de los cuervos? ¿Siente afinidad con ellos?


¿Es posible amar un alma sin coño? ¿Y si no fue mujer? ¿Y si fuera la de tu hijo muerto? ¿Tal vez sean estas cuestiones la razón de su inexistencia, la del alma?


¿Por qué esa tristeza del enorme pimiento y la desmesura de lechuga en un plato que llaman de bistec con “guarnición”?


¿Temen, sudan y enferman humilladas las mujeres moras obligadas por sus machos y sacerdotes a llevar un verdugo que les cubre cabeza y cuello, un trapo en la cara que les impide respirar y mirar decentemente y un saco que les asfixia el cuerpo entero? ¿Disfrutan así las devotas hembras mientras sus machos respiran frescos, libres y felices?


¿El filántropo es un ser ciego? ¿Carece de sentimientos y por ello es tan superficial y frívolo?


¿Cuántas unidades humanas debe comprar otro ser humano para sentirse poderoso? ¿Considera el político o religioso el valor de su riqueza por el número de seres humanos esclavos que atesora y rige?


¿Sueñan con tristeza y miedo las niñas moras el momento en el que serán vendidas a un macho moro que las esclavizará?


¿La religiosidad siempre conduce a la muerte para alcanzar el paraíso, dicha y libertad? ¿No teme nadie que el paraíso sea otra mierda más y además, eterno? ¿De verdad creen que viviendo como mierda al morir llegarán al paraíso? ¿Son tontos o qué?


¿Dónde está la gracia de la bondad? ¿En un buen regalo o cerrar los párpados del muerto librándolo de su humillación pública?


¿Lloran de dolor los peces cuando el anzuelo les destroza el paladar? ¿Se les infecta y escupen pus cuando los dejan ir heridos?


¿Si existe dios por qué no se le ve? ¿Si dios es bondad (lo que quiera que sea eso) por qué gana siempre la maldad (lo que quiera que sea eso)? ¿Por qué ese afán de los joderosos por crear dioses? ¿Para que justifique una divinidad sus delitos de corrupción y esclavitud contra la chusma idiota que gobiernan?


¿Creó dios al hombre entre los muslos húmedos y ávidos de una mujer caliente, encelada y sola? ¿Nos maldijo dios a los hombres con desear a la mujer? ¿Menstrua dios su imperfección encima de nuestras cabezas?


¿Ser hipócrita, asesino y podrido son condiciones político-sociales sine qua non para que todo político pueda acceder al paraíso en vida y no muerto como la chusma a la que gobierna?


¿Qué tiene más valor: un ser humano o un fajo de cincuenta mil euros?


¿Era necesario crear los cuerpos con sangre para que se desangren? ¿Es para hacer espectáculo ritual y colorido de la violencia y el mal? ¿Para que el enemigo sepa que mueres?


¿Nacen las niñas moras insensibles a la ablación, al castigo, humillación y asfixia?


¿Le gustaría la mutilación del pene a un adolescente si le dieran a elegir? ¿Por ello los mutilan casi recién nacidos, para que no puedan elegir que no les hagan daño? ¿La circuncisión es el primer sacrificio de tantos cruentos que le espera a todo macho crédulo?


¿Piensan los cerebros mediocres (ciudadano tipo)? ¿Realmente desarrollan actividad cerebral o son rellenados sus cerebros en las escuelas doctrinales del Estado? ¿Son algunos capaces de crear una idea personal y única fuera de su colmena/pocilga?


Son todas ellas preguntas frecuentes que desarrolla un cerebro con un mínimo de actividad y libertad intelectual; cuyas respuestas no solucionan nada.

Sin embargo, cuando preguntas, cuando propones una cuestión; creas una realidad. Es suficiente para que los mezquinos hipócritas se sienta mal y tú bien. Joder a la chusma también es otra forma gratificante de pasar el tiempo.

Además, los joderosos lo hacen con los asalariados continuamente. No he llegado a la vejez para parecer un imbécil crédulo y domado beato integrado en su sociedad ponzoñosa.



Iconoclasta

13 de octubre de 2023

lp--Cuando se dice que un pueblo tiene el fulano gobernante que se merece--ic


Cuando se afirma que un pueblo tiene el líder (religioso o político, en ambos casos dictadores de una forma u otra) que se merece. Es cierto, pero va mucho más allá de los votantes o ciudadanos adultos eso de “que se merece”.

Las guerras, el hambre, la corrupción del Estado que los empobrece, humilla y mata, no es sólo responsabilidad del líder asesino de turno en el gobierno o estado.

El pueblo comparte íntimamente con sus jerarcas esa responsabilidad. Y culpables son los padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, etc… Por su fanatismo analfabeto o no, obediencia y sumisión al líder; y lo pagan con su vida los hijos que no han vivido lo suficiente para elegir.

Quien pone la vida de sus hijos en la fe, en manos de un dios, firma su consentimiento para que los hijos sean asesinados por el religioso, a su conveniencia.

Quien jura lealtad a un líder político con un voto, por ejemplo, o agitando ilusionado su banderita, firma su consentimiento para que sus hijos sean “criados y educados” por el Estado, autoriza la futura prostitución de sus hijos, la perversión misma de su naturaleza humana, la humillación y esclavitud. Y por todo ello, también su muerte por el tirano político, a su conveniencia.

Un pueblo no sólo tiene el gobierno que se merece, es responsable de la muerte de sus hijos. Y si viven, de que sean tan cobardes como ellos eternizando la mezquindad.

La cobardía y la dejadez, es responsabilidad única del cobarde y desidioso. Y las consecuencias y responsabilidades debe pagarlas en función de su miedo y sumisión.

Que nadie olvide jamás esto, porque no existe un tirano si hay alguien que lo mate o desobedezca.

El concepto de rebaño asustadizo, sólo es digno para las ovejas de pastores. Los seres humanos están por encima de esos animales; así que, si se comportan cobardemente, son los asesinos de sus hijos y de su propio organismo.

Es lo que no aprende la humanidad, una humanidad que dice ser inteligente porque a lo largo de su historia, han nacido tres o cuatro genios que han inventado o creado cosas y la humanidad grupal y bovina ha usurpado la autoría. Lo de hoy es la humanidad más imbécil que jamás ha existido, la cima de una evolución a la degeneración humana.

Los millones de gentes aborregadas, desidiosas y con una trabajada y elaborada ignorancia e indiferencia, son los responsables últimos de la muerte, de los asesinatos y humillaciones del Estado o Dios. No sería extraño, en la actual civilización humana global, que los hijos fueran para muchos padres, el chaleco antibalas y salvavidas: los hijos son artilugios de defensa contra el Estado y Dios; la mezquindad que está alcanzando la sociedad humana, así lo indica.

La cobardía y la pereza de un pueblo alimenta la crueldad y voracidad de sus líderes.

Y eso, tristes humanos, es culpa vuestra, vuestra última responsabilidad; el haber permitido que un dios, un sacerdote de cualquier religión o un líder político se meta en la intimidad de vuestro cerebro, casa o madriguera y os humille y asesine a los niños, y luego se los sirva con una buena salsa en su mesa de oro.

Sois culpables junto a vuestra ascendencia que fue como vosotros, sois los más culpables porque estáis vivos y ofrecéis la vida de vuestros hijos, si así os lo piden, “en holocausto”.

Habéis regalado con votos, plegarias y hurras, la vida de vuestros niños a unos degenerados y caníbales líderes.

No, tenéis disculpa alguna. Los psicólogos deberían existir sólo para preguntaros ante el cadáver de vuestro hijo: ¿Y cómo lo has permitido? Y no para haceros sentir mártires de la violencia y el odio, alimentando así la cobardía y la desidia indignas de un ser humano en un ciclo sin fin que se transmite de padres cobardes e indiferentes a hijos iguales, sin que nadie rompa la cadena.

Tenéis vuestra responsabilidad de adultos: primero son los hijos y sus vidas, luego vosotros y vuestras vidas. Lo que quede, será para vuestro cochino dios o cochino líder.

Habéis regalado la vida de vuestros hijos a vuestros amos. No tenéis perdón.

Sois absolutamente culpables de cobardía y su sumisión.

Quien haya atendido mínimamente a la historia de la humanidad, la política y la religiosidad, no debería tener dudas de ello.

Los seres humanos son las bestias de granja, aumentadas y mejoradas de las que nacieron hace sesenta mil años con el primer pacto social.

Habéis perdido la gracia y el honor de vuestra propia especie. Es extinción.

Pedís respeto para los asesinos de vuestros hijos en un alarde de urbanidad y compresión, porque los habéis votado y jaleado; pero es sólo la esencia más pura y destilada de vuestra cobardía: respetáis al asesino para que no os mate a vosotros. Porque hijos se pueden tener más ¿eh?

El pueblo no tiene el gobierno o dios que se merece, tiene el que refleja en todo su esplendor su mediocridad y mezquindad, que mejora y aumenta.

Idos a la mierda con vuestros llantos tardíos e hipócritas, llantos de indignos adultos bebés.



Iconoclasta

11 de octubre de 2023

lp--Una devastación para salvar a la especie humana de su indigna involución insectil--ic

El nuevo fascismo se ha implantado con el coronavirus en el rebaño que forma la casta paria o trabajadora, como una doctrina cuyo dogma principal es: La libertad es enfermedad y catástrofe”. Dice el Estado de sí mismo que es él quien proporcionará la felicidad y protegerá la vida de las reses humanas, especialmente de sí mismas.

Nacer en cautividad, en la del Estado, es algo que no responsabiliza ni obliga al neonato a esclavizarse puesto que no ha sido su elección nacer; pero es inevitable porque si las reses progenitoras están amaestradas al Estado, el neonato debe ser propiedad del Estado.

Lo peor radica en que las reses humanas nacidas en las granjas (ciudades) del Estado, jamás serán libres, no podrían adaptarse a la libertad aunque la tuvieran. De niños les robaron la infancia y la juventud, el Estado les amputó una cuarta parte de su vida para domarlos y amaestrarlos en las escuelas y universidades como dóciles, serviles y silenciosos productores o trabajadores. Son como las bestias del zoo que ya no podrán volver a ser libres porque han perdido la capacidad y las habilidades innatas para sobrevivir con el encarcelamiento al que les han sometido las reses humanas.

Actualmente, la especie humana es un cruce entre insecto colonial y res domesticada donde, al igual que en una colmena, un millón de esclavos u obreras, alimentan y engordan a una sola reina para hacerla enorme. Luego mueren tan miserablemente como han vivido.

Las ilusiones en el mundo cautivo urbano son globos baratos e infantiles que se escapan de las torpes manos de los adultos.

La vida en cautividad, en sociedad, está formada por un cúmulo de transacciones y leyes de obligado cumplimiento que hace de las emociones un estado de cuentas bancario. En cautividad las ilusiones son efímeras como las ofertas de temporada.

Ofertas habituales como las de amores de mala calidad que durarán toda una larga e inacabable vida, con el arrepentimiento también eterno de haber comprado semejante cosa inservible.

Es ésta la razón, más que nunca, de que se haya impuesto un nazismo feroz instaurado con el coronavirus, intrusivo a nivel nuclear familiar e íntimo. Abanderado sobre todo por la Unión Europea y con España como modelo carcelario, policial y militar a seguir. Está fracasando la esperanza de una vida digna y libre entre las reses trabajadoras de los grandes rebaños humanos urbanos. Y el nazismo tiene la sagrada misión de reconducir la actitud cada vez más violenta y descontenta de las reses estabuladas en ciudades, a una mansedumbre que las haga más fáciles de pastorear y explotar.

Es ya tan habitual que pasa desapercibido, el hecho de que las reses humanas hacen periódicamente, según fechas decretadas por el nazismo, viajes de exploración y polinización lejos de su colmena asignada; pero en poco tiempo se estresan por volver a la seguridad de su colmena. Seguridad garantizada por el Estado Nazi Ganadero Pastoril.

Están tan castradas de libertad y humanidad que se angustian cuando permanecen demasiado tiempo libres; necesitan su colmena para relajarse y seguir con su cotidianidad de engordar a la reina (el Estado) diariamente.

La diferencia de los seres humanos de sesenta mil años atrás con los actuales está en la integridad. Los seres humanos antiguos eran completos y pura raza. Lo de hoy es una mutación, una selección ganadera que comenzó un hechicero miles de siglos atrás y hoy, culminan los Nazismos surgidos en la pseudo democracias del siglo XXI. La especie humana actual es una variedad castrada cerebralmente, domesticada para su explotación ganadera. El problema para el Estado es que no se ha podido erradicar ese primitivo instinto animal de territorialidad y lucha por la reproducción y supervivencia. En eso trabajan los líderes nazis del siglo XXI, en todas las naciones del planeta con las directrices de la Unión Europea como máximo órgano del Nazismo del Coronavirus.

Que sea Europa cuna y sede del nazismo del coronavirus tiene una explicación: es un continente viejo, ocupado por multitud de pequeños estados antiguos, decadentes, acomodados, infantilizados, banales, en plena curva de declive. El  Nazismo que ha instaurado la Unión Europea, intenta evitar ese ocaso europeo.

Sin embargo, todo indica que volverá a ser Oriente (de allí surgió toda la cultura y conocimiento que se extendería por el planeta), en dominar el mundo.

Mientras tanto, en países como España, el banco de pruebas de la Unión Europea Nazi de la represión voraz; donde se cometen toda clase de aberrantes corrupciones políticas y biológicas de la sexualidad humana, absurdas y ostentosas prevaricaciones, violaciones de las necesidades biológicas humanas, como el respirar; así como constantes amenazas oscurantistas climáticas, tribales o bíblicas (basadas en el Antiguo Testamento) con el beneplácito, sumisión y voto de las reses humanas que forman los rebaños. El Estado trabaja afanosamente para llenar los cerebros de los grandes rebaños humanos con terror, por medio de un oscurantismo de índole infantil y represión continuada, decretada día a día como dogmas de grandes beneficios para las reses trabajadoras (estrategia ganadera conductual). Y sistemáticamente, acorralando y asesinando a los seres humanos íntegros (de pensamiento autónomo, ajeno al de la masa ganadera), los muy pocos que aún sobreviven en esa península aislada del conocimiento.

Sólo una gran devastación con sus millones de muertes y demolición de las ciudades, podría salvar a la especie humana de desaparecer del planeta como especie para convertirse en una clase más de termita.

Mientras el ser humano actual carezca de la nobleza y valor necesarios para ejecutar “in situ” a un fanático de cualquier índole, la humanidad continuará involucionando hacia la miseria. Mientras exista un fanático, existirá un fascismo y un asesino con cargo. Eso no se lo puede permitir el último reducto de la humanidad real, la que podría salvar a la especie humana de su suicida degradación a lo insectil.

Porque esta civilización no es la única posible, es sólo una estafa, un chantaje continuado. Una tosca chapuza creada por reses humanas dominantes con más fortuna y suerte que inteligencia y conocimiento, que atenta contra la real naturaleza humana.

Sería aterrador que un día naciera un bebé con antenas de queratina en el cráneo agitándose neuróticamente, decepcionado de haber nacido así.



Iconoclasta

23 de septiembre de 2023

lp--Las jornadas de la misma mierda--ic

Tras una larga jornada de miseria, monotonía y mediocridad cobrando una mierda, llega la hora del descanso y un sueño plagado de horrores y deprimentes mundos.

A la mañana suena el cochino hijoputa despertador, me rasco el culo y fumo, meo y fumo, cago y fumo, sorbo un café de mierda y fumo.

Salgo de la puta madriguera de pocos metros cuadrados donde vivo y me dirijo a un tren borreguero a mi granja de explotación.

Y así un día tras otro.

¿Cómo puede haber un futuro mejor si los hijos nacen condenados a mascar la misma mierda que sus padres?

Cada día se hace más necesaria y lógica la violencia y la muerte. Ellas sí que harán un futuro más esperanzador.

Un futuro mejor que el presente sólo puede existir  con la extinción de los políticos gobernantes actuales y sus afines de repuesto. Incluida su descendencia.

Si no mueren, si nadie los asesina, el futuro es hoy.

Y los borregos mezquinos, aplaudidores de estafadores tiranos no se enteran de una mierda.

Son la puta mayoría votante. Es inaceptable a pesar de llevar tantos años en esta mierdosa sociedad de hijos de puta, no puedo asumirlo.

Ingenuos infantilizados y obedientes sectarios…

Pero acabarán asesinando sin saber porque ni a quién, no tienen cerebro; sólo un viejo instinto primitivo que surge cuando el oxígeno apenas llega a los pulmones. Cuando es tarde y son débiles.

Les ocurre como a las ovejas, que piensan beatas e ilusionadas ellas, que es lógico que los lobos las coman, nacieron para ser su alimento.

No es triste, es sórdida la presente realidad y su futuro próximo.

Sólo la ingenua esperanza de ver la violencia y el asesinato de los que deben morir para construir un futuro mejor es mi única ilusión, mi íntimo e indestructible paraíso de esclavo de la mierda nuestra de cada día.



Iconoclasta

17 de septiembre de 2023

lp--Sueños pueriles de un misántropo poético--ic


Si la humanidad fuera un organismo, un cuerpo; yo estoy alojado en su ponzoñoso corazón.

Un corazón que hace lo que debe; pero es infeliz y bombea la sangre enfadado, con presión excesiva por ser envidioso e ignorante. Y hace la sangre espesa como el engrudo.

Yo soy su infarto, el infarto de toda la humanidad; a la espera de hacer mi trabajo con rápida y entusiasta diligencia.



Iconoclasta

6 de septiembre de 2023

lp--Nacido en cautividad--ic

Vivo en un mundo feroz que sacia su voracidad nutriéndose de carroña y cosas podridas con pornográfica glotonería.

Lo que indica que la humanidad es un ecosistema para buitres y hienas de dos patas y sin alas.

Y el hedor con el que impregnan el aire es insoportable y hace en la noche los sueños enfermos y febriles.

Los malos, mediocres y esclavos amaestrados, hacen un ruido repugnante al alimentarse de los huesos y las vísceras podridas de los cadáveres que temían sobre los que ríen, cagan y follan. Los sonidos masticatorios son obscenos y rituales.

Nací sin la esperanza de ser libre y limpio.

Encontré y acepté lo menos malo, lo sabía; pero para sobrevivir te has de camuflar con la mierda que te rodea.

Lo sufrí en silencio, esperando un brillo cualquiera en el ataúd donde habitaba.

No siento haber perdido el tiempo porque he aprendido cosas, he luchado para no adaptarme. Ha sido un buen tiempo invertido el de mis fracasos.

No lloro y mucho menos por el esfuerzo, como es habitual para medrar en el mundo de los buitres y las hienas.

Y el dolor me hace animal impío. Siempre he pensado que es más fácil matar que follar.

Guardo rencores como tesoros, quiero morir feliz de dejar toda esta mierda y miseria que me ahoga. Que nadie haga olas, por favor.

Soy incapaz de besar al amo, de suplicar o rogar.

No me prostituyo, aunque me luzco haciéndome pajas ante ella, corriéndome y salpicando el móvil. También me gusta meterle la lengua en el coño y un dedo en el culo para que se corra salvaje. Me gusta cuando me la mama con los cojones entre sus dedos. Y me gusta lamer los dedos que saben a su coño, los suyos y los míos. Cuando me monta me gusta alzarla en las alturas con la pelvis, cuando me arqueo corriéndome profundamente en su viscosidad impía que me atenaza el rabo.

No nací libre; pero sí bestia indecorosa. Nada ni nadie ha podido impedir mi salvajismo e indomabilidad. Y moriré así, tan salvaje e incrédulo como nací.

A la mierda el puto epitafio.



 

Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

4 de septiembre de 2023

lp--Alcanar: un test satisfactorio de la República Fascista Española--ic

El pasado domingo 3/9/2023, la población de Alcanar, un pueblo catalán de la provincia de Tarragona, fue condenada (la población civil trabajadora) a encarcelamiento domiciliario con un “confinamiento” decretado por el Gobierno Nazi Catalán, en este caso porque llovía.

Los confinamientos de la actual España Nazi consisten en encarcelamientos domiciliarios sin fecha y a capricho del Estado Español y sus altos y bajos funcionarios o jerarcas. Un juez corrupto avala al Estado o taifa española de quien cobra su soborno, para que policía, guardas de seguridad, bomberos, personal de protección civil y personal sanitario, recurran a la fuerza o la agresión para evitar que un ciudadano salga de su domicilio, o en caso de encontrarlo en la calle atacar y lesionar al ciudadano trabajador (las clases altas o privilegiadas están exentas de confinamiento) hasta la inmovilización, para ingresarlo en una prisión y tramitar una cuantiosa multa y pena carcelaria a las que el juez corrupto condenará sin juicio alguno.

El “Confinamiento de Alcanar” ha resultado ser un test de fortaleza del Estado Nazi Español de resultado positivo, muy satisfactorio: la prensa ha mantenido el silencio adecuado ante la violación de los derechos y libertades civiles por lluvia y además, en sus titulares deja ver la natural necesidad de la extorsión y robo de libertades a la ciudadanía trabajadora para frenar la lluvia española.

La población española al igual que con Franco, ni siquiera se ha asombrado, es un hecho que España es una dictadura y por tanto las corrupciones y crímenes de Estado son tolerados por una población que, es el resultado de cientos de generaciones nacidas en la dictadura franquista y sucias de ella.

Respecto a la clase política española, a la que tanto se le llena la boca con cosas como “Estado de pleno derecho”, “democracia”, “libertad”, etc… El resultado del test de Alcanar, ha sido probadamente concluyente y satisfactorio para el Gobierno Nazi español: ni una sola voz política se ha levantado para criticar el encarcelamiento de Alcanar, ni un solo político ha osado criticar la medida nazi catalana, puesto que saben que tarde o temprano, tendrán el privilegio de imponer sus “confinamientos” a placer. Esto es normal en un país corrupto y de una atávica tradición fascista. Es de destacar, que al igual que la población pobre o trabajadora, la casta política está sucia, generacionalmente también, de franquismo o fascismo.

A partir del ya histórico Test de Nazismo Español de Alcanar, cualquier jerarca nazi podrá imponer su confinamiento en cualquier lugar de España, esto es: la encarcelación de la población sin más trámite que el ingreso de una cantidad equis de dinero en la cuenta bancaria (o con toda probabilidad, un bizum) de un juez o jueces y con el silencio agradecido de la ciudadanía española trabajadora; así como los loas y hagiografías de la prensa española prostituida al Estado Español.

Y por supuesto, con el apoyo de todo diputado y senador en las cortes  y congreso, a las medidas de extorsión nazis en las que “prevalece el derecho a la vida”.

Lo cual lleva a la lógica conclusión de que la CE (Comunidad Europea) no es más que una confederación de nazismos, y España o Francia son miembros destacados y tienen el apoyo legal y militar de dicha institución, para ejercer cualquier violación que les apetezca a las libertades, derechos y necesidades biológicas de cualquier ciudadano trabajador de la Comunidad Europea.

Como se puede ver, el Nazismo del Coronavirus, llegó para quedarse para toda la vida; hasta que la violencia o una guerra acabe con él. O hasta que la clase trabajadora mundial nazca ya, sin cerebro.

El test de Alcanar es un nuevo hito en la historia de la dictadura nazi penitenciaria homosexual clima-sanitaria española y marcará un antes y un después de la instauración de la actual dictadura.



Iconoclasta

2 de septiembre de 2023

lp--Recuerdos infantiles de la locura y la miseria--ic

Por la rama familiar paterna supe de dos casos de locura grave, mi abuelo que no conocí; pero tenía seis años cuando mi padre fue a su entierro tras morir viejo en un manicomio murciano, creo que vivió casi cincuenta años encerrado.

Durante la guerra civil quiso matar a mi abuela y a sus tres hijos. Un día, con un hacha en la mano, corría por el pueblo hacia su casa gritando: “¡María, María! ¡Para que os maten los rojos os mato yo a hachazos!”. Los vecinos pudieron detenerlo hasta que intervino la guardia civil o unos soldados, no sé, es un recuerdo vago.

Y de primera mano conocía a un primo lejano al que, de vez en cuando, encontraba por la calle en mi barrio de Barcelona. Un tipo de una dicción, cultura y elegancia léxica desconcertantes; tenía todo el tiempo para leer entre ataques psicóticos, yo ya era un adolescente cuando supe de su esquizofrenia y aprendí a distinguir a los locos con él, un conocimiento no muy necesario; pero no es una cuestión de elección como una materia universitaria. Me parecía una bellísima persona en su absurda y elegante urbanidad, me gustaba intercambiar unas palabras y recuerdos para la familia con él. Murió con treinta y pocos años de un cáncer de colon con toda su esquizofrenia intacta y poderosa. Mierda sobre mierda.

Si Dios existiera, no solo aprieta y ahoga, te acuchilla los pulmones para que nada te pueda salvar. Ni su propia muerte.

Por parte de madre, no hubo locura. Aunque no sé si no lo es tener una hija, y por mucho que trabajes de puta, abandonarla hasta la desnutrición. Mi madre en la posguerra, de muy niña y sola en la calle, comía pieles de plátano aplastadas; hasta que un día intentando cagar también en la calle, se le salió un trozo de tripa por el ano. Tal vez el hambre, el vacío de los intestinos la hernió. Un hombre la tomó en brazos y la llevó a un hospital y asilo de monjas de Barcelona. Más tarde mi abuela, su madre, la abandonó en aquel asilo para irse a trabajar a Londres y luego a Canadá con la hija mayor que fue más afortunada, tal vez porque era de otro padre. Lo supe por ella misma, nos lo explicaba no de mayores, si no como anécdotas sueltas cuando éramos pequeños en algún momento que necesitaba hablar o no queríamos comer, como fábula del hambre. O se lo explicaba a mi abuela paterna cuando cosían botones o hacían los bajos en las faldas de una empresa de confección como trabajo casero, así conocí la versión íntegra.

Ya casada mi madre, parió a tres hijos, a mí, mi hermano y mi hermana. Fuimos testigos (al menos yo, que era el mayor; dos y cuatro años de diferencia con mis hermanos en la infancia, es una gran diferencia) de su adicción al Minilip, un fármaco adelgazante que aún no se conocía como tóxico y adelgazaba de verdad, los endocrinos lo recetaron mucho a los obesos para ayudar con la dieta adelgazante en aquellos setenta del siglo pasado. Vivimos con natural confusión sus accesos de depresión y euforia que nadie se explicaba.

De una forma accidental, con mi madre se creó otra línea de locura, aunque no tan letal como la paterna.

Siento tanta lástima por aquellas locuras y miserias oscuras y trágicas que viví intensamente en mi imaginación infantil y adolescente…

La vida no preparaba nada bueno.

Y así fue, cuando empezaron a morir los seres amados y yo un poco con ellos.

Hubo un tiempo que temí a la locura, cuando no estaba formado, siquiera, como adolescente. No tardé mucho en perder el miedo por otro terror: la mediocridad.

Y ese terror, aún hoy día, está activo. No hay nada a lo que tema tanto; prefiero morir loco.

Y me considero un privilegiado por haber conocido a mi manera, aquellos dramas de la mente, del hambre y de la incomprensión en la infancia. Me hizo sabio en menos tiempo.

Un profesor como despedida de fin de curso por las vacaciones de verano, me escribió en el libro de matemáticas una dedicatoria: Para Pablo, un alumno extraño. Me pareció adecuado a mis doce o trece años, no sé…

Aquel libro, como todos, lo tiré a la basura al salir del colegio aquella misma tarde (un ritual que hacía cada año desde que mi madre dejó de acompañarnos al colegio), no me gustaba nada la escuela. La odiaba con toda mi alma e hizo de mi infancia y parte de la adolescencia, la época más oscura de mi vida.

Prefería las clases de locura, miseria y tristeza de mis padres y familia.



Iconoclasta

11 de agosto de 2023

lp--La mujer infinita--ic

Llora perdida e irremediablemente ante el espejo del armario. Jaime se ha derrumbado en la cama aún vestido, el calor del verano y el dolor mudo de una hija ya definitivamente arrancada de sus vidas crean una atmósfera tan densa que los movimientos se dificultan y literalmente, sienten que respirar es una guerra.

Silvia se desprende del suéter oscuro ante el espejo; pero realmente observa angustiada un ataúd pequeño y blanco empujado con una pala a lo profundo del nicho por el albañil sepulturero. Y su alma emparedada con su hija allá adentro.

Está vacía de todo, lo dice su reflejo.

Las lágrimas corren porque se está licuando toda ella, sus tripas son un aceite caliente.

El dolor está allá dentro en la oscuridad del nicho que radia su mal a través del aire, como un cordón umbilical podrido. Su propio reflejo es una imagen subexpuesta, una mirada enferma de conjuntivitis.

Cuando los sepultureros sellaron la losa con el cemento, también oscurecieron la vida.

Se oscureció todo con un definitivo eclipse.

Jaime observa su espalda trémula, los tirantes del sujetador negro asemejan un arnés de seguridad para no caer en el abismo de ese llanto venenoso y quedo, de baja frecuencia que lo rompe todo, el ánimo y la cordura; como un terremoto.

Silvia es una mujer infinita, se enamoró de ella hace catorce años, ante su seguridad, su fortaleza de convicciones inquebrantables, de su infatigable lucha por vivir y disfrutar. De sus tacones que pisaban fuerte a pesar de ser agujas.

Es infinita porque se rehace de los golpes que le da la vida, porque es hermosa y nada le roba su brillo. Es infinita porque se erige de nuevo, reconfigurada ante una nueva situación. Está lejos de la perfección, pero ambos se han reído siempre de la perfección.

Él no es infinito, es un hombre con malas experiencias acumuladas, de un cultivado pesimismo surgido de más dolores que alegrías. De más luchas perdidas que ganadas.

Se siente, de una forma sucia, mediocre. Y ella, su presencia, su voz suave y sin titubeos, y su mirada que lo ama, lo liberan de su maldición cada día, a cada momento.

Evita era como su madre, con tan solo siete años pisaba fuerte con sus zapatillas de suela de lucecitas, jugando tan pequeña a ser coqueta. Evita sanaba su mediocridad, su existencia era la prueba misma de que no podía ser tan anodino si colaboró en crear esa hermosa criatura.

Siente que es el momento de largarse de aquí, de dejar de vivir y respirar mierda. Hace cuatro días, que perdió lo que más quería, lo que más podía doler, lo que más amaba.

Si hay un buen momento para que el corazón se rasgara, es ahora.

Un simple traspiés bajando por una escalera del colegio, derivó en un cuello roto. En un milisegundo murió, y con ella también Silvia y Jaime. Y toda esa tragedia ocurrió hace apenas un segundo, solo cuatro días.

Un jersey de cuello alto pretendía ocultar el obsceno bulto en el ataúd. No recuerda una imagen peor en su vida.

Los hijos se quedan con todo el amor y hacen de los progenitores socios de un negocio. Saben, al observar el bebé en sus brazos, que ya no serán lo que fueron antes del nacimiento, ni tras la muerte.

Ya no serán amantes, solo madre y padre.

Y por ello, Silvia es la mujer infinita, su heroína, su diosa. Sonríe invicta a pesar de perder cuando él blasfema fracasado. Y se ríe de las tonterías que se dicen del amor filial.

Debe hacer algo por ella, se ha quedado perdida frente al espejo, ha sido expulsada del mundo.

Se incorpora y se abraza a su espalda, ciñendo su cintura con los brazos, apoyando la frente en la oscura melena intenta dar consuelo al cuerpo que ha perdido el alma.

Busca a la mujer infinita, la conjura con una pena oculta a traición, por la espalda.

La frialdad de su silencio y su ausencia de ella misma contrasta con la calidez de la piel, su suavidad inalterable, sus hombros aterciopelados de un vello de melocotón.

Extiende las manos en el vientre, porque muchas veces anida en él el dolor y el miedo, y siente una leve contracción en ella, como si empezara a surgir de la oscuridad.

El pene se ha endurecido en el pantalón y presiona en sus nalgas buscando cobijo y roce en la liviana falda que cubre su más íntima belleza.

Silvia responde con un pequeño espasmo agitando las nalgas levemente.

Jaime siente que se rebela en su mente un ser primitivo combatiendo por ocupar su atávico lugar en la luz ajeno a toda tristeza. El cerebro es un llanto y el cuerpo se ha desprendido del alma. Con el dolor ha perdido el control de su humanidad.

Sus manos se meten en el elástico de las bragas que encuentran el monte del Venus. Acariciando el vello rizado, sus dedos se acercan al vértice de los labios. Silvia entreabre la boca en un suspiro que no surge con la mirada aun fija en el ataúd.

Y sus piernas también se separan aunque no quiera.

El pene palpita presionado contra la ropa y las nalgas voluptuosas.

Ella llora un dolor e inevitablemente su sexo se derrama cálidamente en las manos de lo que un día fue su amante y hoy es padre muerto de una hija muerta.

El presiona el clítoris duro y resbaladizo, los dedos se deslizan vagina adentro sin obstáculo, con obsceno consentimiento sin sopesar amor, muerte, dolor o alegría.

Y ella gime, por primera vez en todo el día su boca emite un sonido y siente los pezones contraídos. Tiene cuerpo…

Jaime le arranca el sostén y sus pechos gravitan violentamente pesados, agitados por una respiración extrañamente agitada de ansia y tristeza. Las grandes areolas están coronadas por dos puntos duros. Y una mano los oprime al límite del dolor.

–Eres mi amor infinito, ven  conmigo. Sé mi amante, follemos esta puta tristeza. Sé infinita mi amor…

Silvia cierra los ojos y su cabeza se ladea ofreciendo el cuello a Drácula. Y es besada.

Los humores sexuales de su coño amalgaman ambas carnes, los dedos penetrándola ya no se distinguen de su propia carne y el placer animal irrumpe alejando el ataúd y la inmensa pena lejos de ellos.

Lejos de su coño.

Sus rodillas se doblan con el orgasmo, él la sujeta manteniendo la presión firme en su sexo para recibir cada espasmo, cada contracción. Ella gime y llora en un descontrolado caos que la hace sentirse loca.

Jaime la conduce a la cama, acostándose a su lado. Siente el semen enfriarse en los calzoncillos, mojando el pantalón. Ha eyaculado no sabe en qué momento.

Con un brazo le envuelve el hombro y el pecho. Se encuentra otra vez a su espalda. Le gustaría mirarla a los ojos y besarlos. Sus ojos infinitos…

La horizontalidad parece apaciguar la gravedad y el dolor de la sangre rugiendo vida.

Con el paso de los minutos sus respiraciones se tornan silenciosas y tranquilas.

–Eres mi infinito, mi universo –le susurra como una nana. –Sé fuerte amor, no te rindas.

–Eres un cerdo. Hijo de puta. Me has arrebatado mi pena, mi dolor. Me has obligado a traicionar a Evita follando, haciendo que me corriera. Cerdo, cerdo, cerdo… No se folla cuando entierras a tu hija. ¡Cerdo! ¡Cerdo! ¡Cerdo!

Jaime retira el brazo de su hombro y se levanta de la cama.

Es el fin.

Es pura disciplina, lo que está mal no se debe prolongar. Porque cada día que pasa, la vida es más corta.

Ya no es la mujer infinita, aquella cosa es una mediocridad, una sucia bola de prejuicios. La mujer infinita murió con el último “¡Cerdo!”. Ahora grita histérica en la cama “¡Mi niña, mi niña! Nos has ensuciado, cabrón.”.

Evoca a Evita y concluye que esa mediocridad que llora en la cama con hipocresía tras haberse corrido, no enturbiará ni un instante de aquellos siete años de vida de su pequeña de zapatillas luminosas. No le daría la más mínima oportunidad de amargar o ensuciar aquellos años pasados.

Recuerda el velatorio de su padre, durante la cena su tío (hermano de su padre) contó un chiste, ya no se acuerda cómo era. Jamás pudo olvidar aquella risa liberadora. Todos reían con el muerto aún en la habitación, incluso mamá.

Cómo lloró de risa, creía no poder parar…

¡Qué falta le hacía! No lo supo hasta que lloró con histeria la gracia y el dolor. Todos entre risas, agradecieron silenciosamente a su tío el chiste que rompería aquella tristeza que estaba asfixiando a la vida misma. Fue mágico, fue el momento más bonito que vivió porque las risas eran para su padre, por su padre, por amor puro. Nadie pidió respeto o sintió ofensa.

Jaime coge la cartera y el teléfono de la mesita de noche y tira las llaves de casa sobre la cama.

Antes de marchar se lava en la fregadera de la cocina las manos que huelen a coño, mediocridad, orina y pegajosos humores sexuales. Y a desengaño…

Siente los años perdidos embaucado por ese gran error de la mujer infinita, frotando las manos más de lo necesario.

Cierra suavemente la puerta de casa enterrando una época de su vida.

Descendiendo por las escaleras del bloque de apartamentos, imagina la posibilidad de que Silvia lo denuncie por violación o lo que quiera; porque ya no sabe qué es esa cosa que llora más que por su hija, por haberse corrido. Por haber faltado a alguna ley de mierda, a un puto mandamiento divino. A una piara de fariseos que obedecen como perros.

Su llanto lejano lo encoleriza y apresura el paso para alejarse de ella.

Para siempre, sin arrepentimientos, sin más palabras.

------

Epílogo de La vida agotada de un apátrida social (autobiografía de Jaime S. P.).

Breves pensamientos, como luciérnagas titilando entre la fronda oscura que aún hoy al final de mis días, dan claridad y conclusión al fin de mis días. Y mueven mis manos para escribir de nuevo las mismas percepciones y certezas; con otras comas, con otros puntos.

Con otra edad... Una palabra siempre es distinta, por igual que se escriba, en el tiempo.

Pensamientos que quedaron vivos, porque estaban firmemente intrincados en el recuerdo de mi pequeña Evita. No puedo olvidar sus zapatillas luminosas y su aterrador jersey de cuello alto.

Cuando aquella mujer era infinita pensaba: No pretendo vivir una vida feliz con ella, no soy un niño. Quiero vivirlo todo, todo lo malo con ella; porque es de lo que más hay.

De una forma natural, por mi constante cercanía a la muerte, sabía por simple deducción que los orgasmos tristes trascienden más allá del dolor de la muerte y jamás olvidarás que abofeteaste a la parca con un acto obsceno de amor y piedad.

Me encanta imaginar a un hipotético dios mirando con vergüenza nuestro acto sexual de muerte y dolor usando los medios que él creó para evitar los males que también creó.

Un follar agónico hará del caos del dolor un instante de luz, de claridad en un túnel devorador. Follar es encontrarnos los dos en el mismo abismo insondable, follar precipitándonos a las fauces de la muerte…

La he tenido entre mis brazos con indiferencia, como si no existiéramos ninguno de los dos frente al espejo. Y en un momento inconcreto sus muslos se han separado permitiendo que mi mano atenazara su coño hasta exprimir su humedad.

Y sus pezones se han endurecido, mirándose ante el espejo incrédula y lejana.

Parafraseando al cura, también prometí ser obsceno, tanto en la desdicha como en la alegría.

Y pudo ser realmente una mujer infinita, no pudo negar sus deseos más profundos y atávicos, los que nos llevan a la animalidad (un privilegio embarazoso) y desdeñan dolores que van contra la vida misma.

Somos dos seres atávicos, primigenios conjurando la oscuridad salvaje llena de horrores. A pesar de la muerte que hace ruidos a nuestros alrededor, sabemos que follar es luchar contra ella.

Te juro ser obsceno en la felicidad y la aflicción.

Los orgasmos tristes y suicidas son embates lentos que arrastran las cálidas lágrimas hacia las entrañas ateridas de frialdad. Se crean con el primer abrazo de la piedad y la compasión para dar paso al valor primitivo con el que no somos conscientes de que moriremos.

He visto, en velatorios, a los deudos reír ante un chiste con una desoladora tristeza, intentando sacarse de encima ese cáncer de la pérdida que hace la piel gris; una ceniza fría. Yo reí, lloré de la risa con el cadáver de mi padre en la habitación. Fui tan libre en aquel momento, como jamás he vuelto a serlo.

Es una cura, una terapia no escrita. Una obscenidad que va contra la moralidad de la humanidad como especie vacuna herbívora.

El sexo triste es una lucha del ser humano sin amos ni dioses en la libertad absoluta.

Si alguien supiera que hemos follado tristemente el mismo día de la sepultura de nuestra hija, se escandalizaría: ¿Cómo han sido capaces? Son como bestias.

Somos bestias y no consideramos la muerte o los dioses como un cercado a nuestra existencia.

Si la tristeza se come el placer, habremos perdido la gracia para siempre. El único placer verdadero que no consiste en poder y riqueza, en humillación y servilismo.

Sin placer seremos siempre un patético fracaso humano.

Y nos alejaremos el uno del otro.

Los muertos y las enfermedades no prohíben el placer, ni las flores en las tumbas.

Puedes correrte, debes hacerlo para no ser derrotados los dos.

Ella lloraba mientras mi mano dentro de sus bragas acariciaba la vagina anegada de un deseo que su mente no sentía.

Me gritó agresivamente que era asqueroso lo que habíamos hecho...

Era asqueroso yo.

Sintió asco de sí misma de estar mojada.

Me llamó cerdo. Y también supe que no habría reído en aquel velatorio dejándose llevar por el deseo de erradicar la tristeza de su ánimo, como algo instintivo, como el arma más poderosa de supervivencia.

No era una mujer infinita, es una mediocridad como yo; pero adoctrinada en sociedad.

La comprendí en el acto. Y allí en aquel instante escapé de su ira y su tormento, para que se hundiera sola en su tristeza. En el metro, camino de un hotel, le lloré a mi pequeña Evita que habíamos fracasado, que papá y mamá habían dejado de existir con ella.

No podía perder los bellos momentos de mi vida por un prejuicio, por una culpa inculcada. No pudriría la felicidad de haber sentido, durante siete años, la vida de Silvia crecer a mi alrededor, llenándome.

Los cadáveres me han enseñado que es más fuerte la muerte que el amor. No puedo permitirme luchar sin esperanza y ella la había perdido, por un instante su deseo cedió pero su pudor inducido venció, nos venció a los dos.

El amor no puede luchar contra la firme decisión de la tristeza de negar la propia vida por una cuestión moral.

Y el amor tampoco sobrevive sin el sexo, el amor sin sexo es un amor paternal vacío y ridículo que jamás quisiera imitar con la mujer que amo.

Tengo un hijo de treinta y cinco años con otra mujer. No sé qué fue de Silvia, ni en el trámite de divorcio nos encontramos. No he sentido jamás curiosidad por su vida, lo último que recuerdo de ella es su mirada agresiva y escandalizada. Y las bragas mojadas.

Y con un fogonazo de certeza concluí que ya no podría amarla por mucho tiempo que pasara.

Que nuestro follar sería siempre un acto ganadero.

Renegó del sexo, maldijo el orgasmo a pesar de que su cuerpo y su instinto primitivo la arrastró a él.

Su moral era superior a la necesidad y al amor mismo.

Dejó que su coño se humedeciera con mi mano.

Y también se llamó cerda a sí misma.

No estaba en shock, su sexo se mojó. No impidió que metiera la mano en sus bragas.

Y tuvo el peor pensamiento del mundo: yo estaba ensuciando y ofendiendo el recuerdo de su hija.

No era la mujer infinita capaz de amar, sentir, llorar, disfrutar o reír el orgasmo en la dicha y en la tristeza.

Me convertí en su monstruo por unos segundos. Los que tardé en escapar de aquel hogar que ya no era mío.

Somos seres que unos se adaptan y otros conservamos celosamente nuestra esencia humana primitiva, la que pone las cosas en su lugar. A los muertos enterrados, a los vivos respirando y sufriendo de nuevo.

Nunca me preocupó estar equivocado, sólo que mi pensamiento tuviera límites.

A estas alturas, ya viejo, pocas muertes tendré que conocer excepto la mía. Y eso bien vale un cerrar de ojos esperanzado.



Iconoclasta