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19 de mayo de 2023

lp--Amor vudú--ic


Estar enamorado es tener algo clavado en el pensamiento y en el pecho.

En el culo, en todo el cuerpo…

Al menos en mi caso, y que benditos sean los que sienten esa mariconada de mariposas en el estómago.

Como no me queda otra, concluyo que es maravilloso sentirse tan lleno de astillas. De hecho soy el reflejo del muñeco vudú que mi amada no cesa de estrujar entre los dedos y clavar cosas cuando está excitada. Es tan carnal que siento en la piel su sensualidad como una ráfaga de aire ardiente del desierto cuando está en celo.

Y cuando habla del amor, cuando calla del amor, cuando se moja del amor.

Hasta hace unos pocos años, no creía posible que una diosa como ella se pudiera enamorar de mí. Una cosa es el vicio (que lo tiene también), la temporada de reproducción y los momentos de ovulación y todo eso. Pero… ¿Así, tan profundamente y tanto tiempo? Ni hablar.

No soy un tipo como para tirar cohetes multicolor con petardeo final en forma de palmera. No reniego, solo me exclamo de mi privilegio.

No creo en el vudú, en ninguna superstición; pero sí creo en la pasión de mi novia. 

De su colosal atractivo que tira de mi piel hasta doler.

Da igual que crea o no, cuando pincha el muñeco me cago en todo.

Sentí la triste certeza de que había perdido una parte muy importante de mi vida el día que la conocí.

Tanto tiempo sin ella ahora resulta inexplicable.

Cuando me folla me lo extrae todo, es una vampira incruenta. Bueno, incruenta del todo no. Porque una sesión de follaje con ella es acabar con dolor de huevos por aplastamiento, me cabalga como si estuviera montada en un potro salvaje. Y cuando se corre y me desmonta, puedo observar casi alarmado que me ha dejado la picha despellejada por el violento frotamiento de su coño voraz.

Al cabo de diez minutos de dale que te pego ya estoy gritando y llorando. Y se ríe…

Y a la sazón inmovilizado por sus muslos cuando se clava a mí, me aferro con hambre a sus tetas que no dejo de mamar con la obscena idea de que produzcan leche. Si a mí me martiriza los huevos y abrasa la polla, sus pezones parecen los de una mamá primeriza.

No es venganza ¿eh? Es amarla hasta devorarla.

Cuando tengo que mear, durante los dos días siguientes tras el cortejo sexual, dejo caer los pantalones y los calzoncillos y hago el elefante, es decir dejo que la polla cuelgue porque con mis varoniles y toscos dedos no me la puedo tocar por lo abrasada sin blasfemar.

Luego para sacudir las últimas gotas, también como elefante, agito la trompa de un lado a otro moviendo el culo y salpicándolo todo en cámara lenta y efecto difusor. Estéticamente, mi drama y trauma de amor y sexo, es de una belleza perturbadora en mis íntimos actos.

A veces, incluso escupo sangre porque me ha hecho una herida mordiéndome los labios al correrse.

Es tan feroz…

Me hace sentir un hombre-consolador.

Y eso engancha, soy perturbadamente adicto a mi diosa.

Algunos días me pide más sexo cuando aún no ha habido tiempo para sanar la piel de la polla; los huevos como son tontos se sanan en unos minutos.

Entonces le digo que me ha bajado la regla y cariñosa y comprensivamente me dice: “¡Marica!”. Sé que es duro, pero eso de la inclusión y corrección se lo pasa por el coño, como hace conmigo. No tiene corazón entre esas preciosas tetas de portentosos pezones.

Así que cuando siento un pinchazo en el pensamiento o cráneo, o bien en el pecho; es lógico que no piense en un aneurisma o ictus y crea que hambrienta de follar, está cosiendo a pinchazos el muñequito vudú cuyas tripas ha llenado con mi pelo. Cuando se corre, no es nada extraordinario que me coja los pelos y me agite la cabeza como si fuera un cacaolat.

Es una bruja preciosa, voraz. El ser divino más carnal del planeta.

Y sigo pensando que lo único inexplicable es que con lo buena que está y con todo lo que puede escoger, se haya enamorado de mí.

Bueno, la belleza no está reñida con el mal gusto.

Y a mí no me disgusta. Que se jodan los guapos. Que en estos tiempos es más fácil dar con una tortillera que con un bocadillo de jamón york de cerdo de verdad (como odio el aséptico y reseco fiambre de pavo) con queso, aunque sea con tres o cuatro días de “maduración”.

Y ahora me voy al consultorio de Ama Calaverum, una bruja que se anuncia en feisbuc y dicen los comentarios de la chusma que es buenísima combatiendo hechizos. Tengo la esperanza de que neutralice el muñequito vudú con el que juguetea mi diosa y nos cose a los dos a pinchazos.

Se lo cambiaré por un vibrador de tres mil vatios.

Necesito un poco de reposo. Que me crezca el pellejo de la polla.

¡Uy, qué pinchazo en el culo! Ya está caliente mi santa otra vez.

Está bien, otro más y mañana voy al consultorio de la Calaverum.

Nunca me habían exprimido tan profundamente y sacado lo mejor de mí a tanta presión.

A solas, incluso lloro emocionado al evocar esos momentos en los que descargo mi semen caliente y que se le derrama del coño a los abductores de esos muslos preciosos con los que apresa mi cadera.

Coño, me voy pitando o me correré sin tocarme, y entonces la follada sí que va a ser larga. No quiero que me ingresen, me daría vergüenza.



Iconoclasta

20 de abril de 2023

lp--Un amor expreso y amargo--ic


Hay un tipo de amor comprimido a gran presión por la distancia, el tiempo y la imposibilidad. Cuando uno de estos factores falla se abre una pequeña brecha en el velo íntimo de los amantes por la que escapa una mínima gota que se hace torrente en un instante. Una riada de urgente amor que los arrolla.

Se arrollan ellos mismos con una violenta y caudalosa pasión.

Pareciera que una cafetera exprés de amor empezara a llenar una taza.

Un expreso corto, muy corto…

Y una vez ha iniciado el ciclo no se puede detener el escape de pasión acumulada, presurizada durante meses y años y secreta; hasta que el chorro se detiene.

Un amor a presión, una hermosa tragedia…

La crema del café se forma con los besos y “te amos”. Y la sonrisa bendita de la alegría.

Me apresuro a follarle el alma con palabras, con la urgencia del que va a morir. Porque tengo poco tiempo para entregarme a ella y mostrarle todo mi amor en apenas unos minutos.

Un café expreso, un amor atropellado…

Unos minutos para un querer que se ha extendido durante años a una escala tan grande de tiempo como profundo el deseo e insalvables distancias espaciotemporales.

Y hablando y escribiendo al tiempo, te muerdes los labios vacíos del beso no formalizado. Maldiciendo los palpitantes deseos y los actos fallidos.

Tartamudeo queriendo decírselo todo antes de que la taza se llene y cese de nuevo el flujo aislándonos a cada cual en su mundo.

Hablas de esperanzas que sabes imposibles; pero necesarias para no arañarse el alma de desesperación. Una mentira venial de amor.

Tanta emoción en tan poco tiempo.

Luego, me sentiré mierda por todo aquello que no he sabido decir.

Qué desolación cuando se va.

Los enamorados, cuando cae la última gota de espuma en la taza, se despiden con dolorosos besos. Ese expreso hirviendo y a presión, les ha abrasado los labios al beberlo sin cuidado. Con la premura de las emociones desatadas en una pequeña taza de café corto.

Un amor exprés…

En unos segundos la fuga se habrá soldado y afrontarán de nuevo su soledad secreta e íntima.

Pobres amantes expresos que se olvidaron, con la urgente pasión, de azucarar el café. Por eso la sonrisa final, aunque sonrisa, es amarga.

No tienen más remedio que aferrarse con melancolía a la amargura, porque es lo único que les quedará durante otro océano de tiempo y espacio.

Esperar la próxima taza… Para eso vivimos.

Un amor urgente…



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.


22 de marzo de 2023

lp--No es fácil follarla--ic


No es fácil follarla.

Sí que es fácil en cuanto a que ha nacido para acelerar la libido hasta la eyaculación precoz con solo intuir su presencia.

Pero cuando habla… Aunque su escote te deje bizco, no quieres que calle y los minutos pasan escuchándola postergando la carnalidad.

Cada palabra que emite es un pedazo de su alma que flota como diente de león girando en tu cerebro.

Es lógico plantearse si taparle la boca y metérsela. O cuando hablando y gesticulando te dejas hipnotizar y luego, ya libre del poder de su alma, te haces una paja más sosegado.

Me gustaría de veras, ser un cerebro-polla de esos que no saben respirar por la nariz y se la meten a la puta quedando servidos para toda la semana.

Tal vez donar, aún que estoy vivo, algunas partes de mi cerebro a la ciencia. Y así, libre de intelectualidad alguna, follarla a bocajarro, animalmente.

Porque su silencio es la banda sonora de la plenitud, su respiración es toda una experiencia sensorial.

Mierda… De verdad que no es fácil follarla, ni no follarla.

Hay días que todo rima con olla y no hay forma de serenarse.

Ella manda y mis huevos duelen. Es una de esas constantes universales que has de saber para no creer que todo el campo es orégano.

Es un asco ser macho metafísico, tener cerebro de más.



Iconoclasta

4 de marzo de 2023

lp-- Hay días en los que…--ic


Hay días en los que quisiera dar las buenas noches a las estrellas y a ti a mi lado.

Sin palabras escritas, con la inmediatez de la proximidad.

Hay días en los que quisiera dar los buenos días al sol, y a ti frente a mí.

Sin tristeza escrita.

Hay días en los que quisiera decir te amo a la vida y a ti entre los brazos.

Sin tinta, con un jadeo en tus labios.

Hay días que quisiera acabar el día con la última palabra en tu oído, en la oscura e íntima horizontalidad de la noche, sin papeles mojados lanzados en el rincón lóbrego de los deseos muertos.

Hay días en los que quisiera dejar escapar la última silaba de mi palabra entre tus labios, en un desfallecer.

Y saber que al día siguiente, en nuestra íntima mañana y tu rostro dorado como la arena al sol, susurrarte el tierno cuento de los dos ángeles que no pudieron ser.

Que dios tenía tantos ángeles a los que dar sus alas, que cuando dos cogidos de la mano llegaron a su presencia, se le había agotado el pegamento.

Y se le escapó un estornudo tan fuerte en aquel instante, que fueron arrastrados por su viento todopoderoso y sus manos se soltaron.

Sintieron un desgarro en el alma como si se hubieran roto las alas que debían tener, cuando sus manos se quedaron vacías.

Y caían infinitamente solos a La Tierra.

Y dios les gritó desde el trono: ¡Tranquilos! ¡Os envío a Gabriel para que os traiga de nuevo desde la tierra! En cuanto acabe el desayuno se pone en marcha. Y recordadle que compre pegamentooooo...

Y hay días que quisiera decirle hola a Gabriel con cierta displicencia, porque los momentos en el cielo son casi vidas en La Tierra. Y tú llegabas con él con cara de niña disgustada; pero se te escapó una risa al verme.

Hay días que quisiera que los cuentos fueran reales y recuperar los momentos perdidos, los que ni siquiera pudimos imaginar. Arrancarte al fin de la mano de Gabriel y tomarte yo.

Decirte sin palabras escritas, que no te sueltes, que si dios estornuda, nos agarramos a su barba y se joda si le duele.

Quisiera no escribir más tonterías. Dejar de escribirle a dios que cuide su resfriado y que Gabriel es negligente y que no hay derecho.

Y así dar los buenos días a tu sonrisa tras la taza de café y desnudarte de las alas.

Que dios mire a otro lado con embarazo.

Quisiera un día dejar la pluma en el cajón y su tinta del color de la melancolía, que ya no sea necesaria; pero miro el reloj y cierro con fuerza la mano que sostiene la pluma, porque es tarde.

Entre dios y Gabriel, escribieron un cuento de tristes sonrisas de ángeles de plomo sin alas y un bote de pegamento vacío.

Hay días que no deseo escribir un final que duele un millón.

Y estiro las palabras para que sin darme cuenta, como si durmiera, el final no sea jamás escrito.

Solo dejar unos puntos suspensivos.

Como un tic sin…



Iconoclasta


25 de febrero de 2023

lp--Ella trae colores a todas partes, amor y ternuras inspiradas en She’s a rainbow--ic


She’s a rainbow (Ella es un arcoíris), es una bellísima canción de The Rolling Stones, de 1967. Forma parte del álbum Their Satanics Majesties Request (Sus Satánicas Majestades Solicitan).

He escrito los versos de la letra traducida del inglés y resaltada en negrita, para responder a cada verso en texto normal con la torpeza y la urgencia de mis emociones, de la ternura, del amor que rompe los corazones y los recompone y los pinta y los saca fuera y los mete dentro…

Que los Rolling me perdonen.

Y ella por mi torpeza.

 

Ella trae colores a todas partes

está todo tan oscuro, mi amor…

y el cielo me pesa en los hombros

peina su cabello

cada mañana la sueño así a ojos abiertos, y desespero

es como un arcoíris.

solo ella puede dar color a mi sangre

Llegan colores en el aire.

cada vez que aparece, con su mirada…

¡Oh, por todas partes!

en todos los rincones de mi mundo y dimensión

 

Ella viene con colores

¡Como os espero!

trae colores a todas partes

mi amor hace magia

peina su cabello

y coquetea consigo misma

a veces, con una melancolía hermosa en la mirada.

es como un arcoíris.

es un rayo de amor y deseo

Llegan colores en el aire

y su voz arrasando mi serenidad

¡Oh, por todas partes!

¡Oh, desesperación!

 

Ella viene con colores

es la fuerza armada de la esperanza

¿La has visto vestida de azul?

la he besado en todos los colores

Ves el cielo enfrente de ti

y crees estar loco de contento

y su rostro es como una vela

plena de mis besos al viento

de un color tan hermoso y pálido

que siento ser cosa sin vida

¿Has visto a una mujer más bella?

es imposible, no hay cosa más hermosa

 

Ella trae colores a todas partes

no cesa, contagia el mundo de luz y color

peina su cabello

¿sonreirá pensando en mí en algún momento?

por favor…

es como un arcoíris.

es un trallazo de amor que deslumbra

Llegan colores en el aire

y se prenden en mi piel ceniza

¡Oh, por todas partes!

en toda mi carne

 

Ella viene con colores

soy un dibujo sin colorear sin ella

¿La has visto toda en dorado?

y he sentido mi alma retroceder al corazón mismo

Como una reina en la antigüedad

siempre existió, nací para ella

dispara sus colores a todo alrededor

no tiene piedad con su desmesurada sensualidad

como una puesta de sol

como una diosa

¿Has visto a una mujer más bella?

da terror no ser suficiente para ella

 

Ella trae color a todas partes

como si fuera fácil

peina su cabello

y cubrirá mi rostro con él en una caricia vertical

es como un arcoíris.

y yo la tierra mojada donde nace

 

Llegan colores en el aire

qué pasará cuando me pinte de ternura

¡Oh, por todas partes!

Desesperadamente…

 

Ella viene con colores

viene con mi vida goteando de sus dedos

es como un arcoíris.

y yo una lluvia que cesó ante ella

 

Llegan colores en el aire

que no tarden, no hay tiempo

¡Oh, por todas partes!

mis ojos están llenos de ella

 

Ella viene con colores…

y conjura la pálida muerte

 

 


Iconoclasta


24 de febrero de 2023

lp--Lo que dejó el invierno--ic

 

La primavera tendrá mucho trabajo para cubrir lo que el invierno devastó.

El caos que creó.

Necesitará millones de hojas para cubrir la vergüenza de los árboles desnudos.

Pero esa destrucción no obsta para caminar serenamente.

Incluso el ave podría volar, y sin embargo deambula majestuosa.

No hay fronda o color que distraiga o disimule los cables de la humanidad y sus postes de progreso.

Pero tampoco somos delicados. Somos bestias de aquellas del “camina o revienta” por donde sea y como sea.

Yo reviento, el pájaro no, está en mejor forma que yo. Aunque padece un ataque de vanidad aguda. Se exhibe con demasiada prepotencia para mi gusto.

Pájaros…

A pesar de mi cultivado cinismo, sin drama alguno se me escurre un lirismo que se derrama de los ojos a mi mano que lo escribe: los cables tendidos forman un pentagrama vacío.

Una música que nadie escribió.

O murió, como los árboles están aún en coma.

Tal vez el músico simplemente tenía frío y no prestó atención al pentagrama triste y sin música.

Suele pasar que la tristeza y la piedad atacan en cualquier momento, cuando parece que no hay peligro.

Soy yo el pentagrama vacío.

Cielo…

¿Dónde estás amor, para escribir las notas que no son, o no pudieron ser?

No importa el decorado, sea infernal, invernal o primaveral; siempre encuentro un lugar para ti en mi mundo. Una urgencia para que llegues.

Aquí, donde me he dado cuenta de que soy una nota caída, abandonada por su compositor.

Una música que murió sin sonar…

Siempre encuentro una causa para fundir mi pensamiento con el tuyo. Si no existieras ¿qué sería de mí?

Soy tenaz amando, no hay nada que lo impida.

Bueno… Morir es trampa, eso no vale para este caso. Si muero me llevo el punto ganado.

Ven, cielo. Llega a mí y compón la canción olvidada, cuelga las notas precisas en este caos.

No quiero ser desolación, no más.

No quiero ser lo que pisa el ave.

Quiero ser lo que te abraza y tú susurras las notas de la canción que no fue en el pentagrama abandonado.

Por favor…



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.


14 de febrero de 2023

lp--La sangre de San Valentín--ic


Secretamente la excita menstruar, la sangre que forma un fango viscoso y cálido en su coño provoca deseos que esconde en un ademán, en un suspiro, en un tono de voz. En un descansar, tal vez, demasiado sensual.

Dice que no; pero los muslos se separan ante mis dedos que hurgan en las bragas y se deslizan despegando la compresa de los labios constreñidos. Y no puede evitar gemir ante la invasión de la mano aliviándola de la asfixiante mordaza en su coño.

La vagina arde y palpita en mi mano anegada de su vida misma.

Temo correrme sin tocarme, sinceramente.

Mis dedos literalmente despojan a la sangre de su dolor. Y suave se adivina emerger un orgasmo sereno y potente. Mis dedos y la ruda textura de la compresa forman un caos ahí abajo que eriza sus pezones.

Me empuja los dedos con los suyos a lo más profundo.

No es fetichismo, no es por la sangre; es el placer per se.

La paranoia del deseo atávico, sin contemplaciones.

No importa dónde, no importa cuándo, no importa cómo.

Importa correrse.

Importa sentir su paroxismo de placer. La sangre amasada y coagulada entre mis dedos y uñas es solo consecuencia, no es devoción.

Si no fuera incrédulo diría que es la comunión de la carne y la sangre.

San Valentín ha tirado baja la flecha.

Y en eso estoy, reparando su mala puntería.

O tal vez perfeccionándola.

Se arquea en el clímax con los dedos ensangrentados aferrando mi pene.

Es el día de los enamorados inescrupulosos…



Iconoclasta

31 de enero de 2023

lp--El super amante y sus superpoderes--ic


¿Cómo quieres que no te grite si te amo tanto?

Soy tu super amante y mi super pensamiento surge de mí rompiendo la barrera del sonido y tu ropa interior.

Lo siento.

No lo siento, luzco con vanidad mi super erección.

Estás hermosa con el sujetador desgarrado colgando de los hombros.

Con las bragas rotas que dejan desnudo parte del monte de Venus.

Y tu cabello alborotado, como cuando te corres.

Sucede a menudo que, no sé si te escribo o te super follo. Se me pone tan dura que me duele amarte, en el pijo y el corazón.

No puedo evitar esta desesperante y húmeda super dureza cuando te super pienso.

Es orgánico amarte.

¿Cómo evitar lanzarte mi super amor cuando mantienes mi cabeza sujeta entre tus muslos y jadeas y no me permites respirar y solo beberte? ¿Eh?

¿Cómo no gritarte mi pensamiento cuando manejas mi rabo sin cuidado y lo maltratas y te lo comes y te lo metes y haces de mí una cosa?

No puedo evitar la potencia de amarte y enviarte una super ráfaga de deseo.

Soy tu super amante…

Se me escapa un super pensamiento de demanda de piedad cuando tus dedos gotean mi láctea alma que me has extraído, exprimido.

Mis huevos se contraen con espasmos, vacíos entre tus dedos.

Y me conviertes en tu obsceno super trofeo.



Iconoclasta

23 de enero de 2023

lp--Mis amadas desconocidas--ic


Pienso en lo que no pude ser y estoy satisfecho, nunca he ansiado ser nada.

Solo observo el mundo a niveles profundos, atómicos.

Nunca me he planteado ser, porque soy. Lo mío es existir.

Sin complicaciones.

He llegado a este instante donde he adquirido ciertos superpoderes para codificar mi pensamiento profundo a la tridimensionalidad en la que habito, con precisión y fluidez. Sin límite ni prejuicio de cómo y con lo que quiera expresarme. Soy absolutamente libre y salvaje haciendo tinta del pensamiento. Y concluyo que soy un cochino sabio que al saberlo todo, no se asombra de nada. Excepto de mí mismo y mi podredumbre mental.

Desconozco los límites concretos a los que aún puede llegar el dolor y la ruindad en los humanos, pero solo es un dato cuantitativo. Sé que, grosso modo, llegará a rangos pornográficos para la cordura, la dignidad y la inteligencia. De hecho, no dejan de batir marcas todos los días. Crecen sin freno.

Lo que me desconcierta es que hay momentos en los que no sé si la amo a frecuencia de alto impacto o es mi reto.

Siempre hay una faceta de mi amada que no conocía. No puedo decir de ella lo que digo del mundo, que lo sé todo.

En las mañanas cuando mira por la ventana hacia el horizonte y me sonríe en silencio, al llevarse la taza de café a la boca, he visto una luz dorada en lo profundo de sus pupilas. Sin que el sol la iluminara aún.

Me fascinan los brillos diamantinos y texturas de su alma, tan extraterrestres y distintos.

Me descoloca e hipnotiza su ser mutable y desconocido.

Y quedo desordenado en sus dimensiones como un muñeco con la cabeza en el culo.

Es girar un diamante y observar la distinta refracción de la luz en cada una de sus innumerables facetas, en cada mujer que descubro en ella.

¿Por qué esa luz en sus ojos?

Y afirmo que las estrellas se refugian del frío cosmos en ella…

No sé si soy amante o discípulo. Quisiera ser solo amante y menos siervo de su multiplicidad.

Comparten todas ella la misma alma, la misma piel que beso y los ojos que absorben la luz, y a mí.

Y yo tan sabio, tan uno.

Tan nada…

Imagina cosas que creía imposible que pudieran ser escritas.

¿De dónde viniste, amor?

Me desconcierta ese nuevo ser que has creado ahora, en el mundo plata que reflejan tus ojos, engastados como gemas en un lugar de belleza imposible, de emociones como embates de agua tibia en las entrañas.

Soy incapaz de vislumbrar tu nuevo mundo, solo lo intuyo en tu presencia; de lo que emanas a tu alrededor. Y me pregunto dónde cabría yo tan carne y tan opaco en tu nueva creación. Y si deberé enamorar de nuevo a esta desconocida.

¿Y si no puedo?

Si tu nuevo ser no me amara, me desintegraría como mis sueños al despertar.

No tendría sentido una existencia sin vosotras, sin ti.

Eres descarada y carnal hasta excitar cada célula de mí. Y en otros momentos eres una ternura que se derrama suave y melancólica hacia el cielo, desobedeciendo a la ley de La Tierra.

No quiero conocerte, quiero descubrirte en cada momento; incluso cuando no existo porque estás atareada cambiando el universo en un extraño orden que no puedo ni quiero entender, solo quiero asombrarme. Fascinarme a tu lado.

¿Cómo puedes hacer eso? Eres de carne y piel, te he follado…

¿Qué has hecho de la vida en ese momento que has llevado el cigarrillo a la boca mirando las nubes?

Me siento tan dimensionalmente extraño en este universo-aura que dimana de ti, que siento ser una creación tuya que no sabe dónde está ni desde cuándo.

De alguna forma, siempre consigo reaccionar y rozar con los labios tu piel y crear un momento sólido y cálido donde afianzarme en tus universos sutiles y etéreos.

No me pierdas, no me dejes fuera de tu creación. Existo, quiero existir en ti, todas tú.

Y no concibo la vida sin ti.

Eres mi asombro y un hambre carnal.

Todos esos cosmos que inventas, están unidos a ti con sutiles hilos de tu alma. Una telaraña incruenta que lleva a cada una de las mujeres que amo.

Soy un amor deslizándose por esas sedas buscando el origen donde se forman, tu alma nuclear y profunda; pero no hay manera. Cuando desbocas la imaginación me desoriento y no encuentro el hilo primigenio, el que surge de ti y se derrama en líquidos sueños a tu alrededor.

He visto en tus ojos una ola romper contra el acantilado y destrozarse en rubís y esmeraldas tiñendo el cielo del color del paraíso.

No lo entiendo. ¿Cómo puedes hacer todo eso y tener tiempo para amarme?

Cuando te digo que os amo, te ríes de lo absurdo.

Y pienso que no recuerdas que tus ojos han contenido un mar sereno hace un segundo. Que algo has cambiado.

Lo que conozco de ti a ciencia cierta es el sabor de tu piel. Tanto besarte, tantas caricias…

Y la forma en la que te llevas las manos al rostro cuando te corres.

Todo lo demás es cambiante, un parque de atracciones, un drama desconsolado, una hoja que revolotea al viento, un sol de vida en tus manos…

Un niño que ríe.

Una niña coqueta que lo besa.

¿Qué has hecho? ¿A qué vienen ahora esos osos panda buceando entre corales de mercurio dorado, que desprenden burbujas haciéndose jirones de dulces almas ?

Mi amante creadora, solo soy una carne inofensiva, no puedo hacer daño.

No me dejes nunca fuera de tus mundos, ten piedad y espera a que muera.




Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.


14 de enero de 2023

lp--El amor y la soledad--ic


El amor nace entre un hombre y una mujer, entre dos seres.

Un solo ser humano no ama si no es amado; por mucho que grite y sufra. Eso es ambición o deseo o ilusión, depende del momento anímico de ese ser; pero no es amor.

Entiendo el amor como un intercambio de emociones, una complicidad entre dos.

El auto amor no existe, no puedes amar en soledad. Es una perversión imposible ese “amar”.

No todos somos susceptibles de amar. Los hemos de naturaleza solitaria, y eso es tanto como ser anti amor.

Y cuando eliges soledad…

Tú mismo, ya eres mayorcito para saber lo que haces y atenerte a las consecuencias.

Follarse a la puta es la confirmación de la soledad, no hay soledad mayor que la piel extraña que compras.

Te equivocaste, mano.

Así que echas de menos el amor y te torturas lo suficiente para reconocer que siempre hay otra cara de la moneda y a lo hecho pecho.

Está bien, no existe el auto amor; pero es imposible pensar que no la amo.

Sé que no soy coherente con mi soledad; pero me paso la coherencia por el culo.

Luego, en algún momento daré una patada a una solitaria piedra del camino del anti amor; y con una blasfemia pensaré que diga lo que diga mi yo sabio e infalible, la amo. Ser románticamente ridículo, es una de las grandezas de la soledad, principalmente porque no hay nadie que se ría de ti.

E irremediablemente se lo escribiré: te amo.



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.


6 de enero de 2023

lp--Con los pies en el suelo--ic

Nació para ser amada, con la carne y la piel que cubre y protege su pensamiento perfectas. Cálida y sedosa su mirada y sus urgentes labios.

No puedo creer estar amando a una diosa. Solo ocurre en las películas.

Sin embargo, me rebosa agua ácida de los ojos. Se me irritan y el mundo se hace difuso.

Una costura se ha rasgado en el tejido de mi mediocre existencia y ha hecho mierda mis defensas.

Es lógico que plante los pies en el suelo. Podría elevarme hacia ella, por ella.

No puedo permitirme soñar despierto, debo afianzarme a la tierra.

No soy pájaro, cometa o meteorito. Sino una piedra tallada por las presiones telúricas y los volcanes.

A menos que te quede un respiro para la muerte, no importa fracasar y caer.

Y aún no siento ese olor a moho en mis pulmones que deja la muerte cuando está demasiado cerca. Huele como las hojas que se pudren con la escarcha invernal. Las que piso con la firmeza de mi peso y la ingravidez del amor.

Se me desprende la carne de los huesos por su poder de atracción gravitacional.

Amar duele.

Quiero ir, llegar a mi estrella.

Pase lo que pase, cueste lo que cueste.

Soy un asteroide al rojo camino a la desintegración. Mi diosa no lo quiera…

Y antes de seguir con mi letanía de amor y deseo, me aseguro de nuevo que los pies sigan ahí, pegados en la tierra.

Caer duele millones de lamentos luz.

Y el dolor no aporta misericordia ni dignidad a la mística tragedia de amar.

No puedes curarte con aceite hirviendo una quemadura.

Desea a gritos, pero no dejes la tierra, no te separes de ella. Toda una vida llena de grisentería no puede tener un final feliz.

Ni lo sueñes.

Me digo que es un espejismo; pero no resulta y es más doloroso. La vida sin ella duele más.

Solo sé que soy un pensamiento perdido en la muerte gélida y árida del cosmos, un astronauta desecado y congelado sin posibilidad de putrefacción desintegradora.

Soy un trozo de plástico espacial.

Y un viaje incierto a un destino ineludible.

Porque si no amas ¿cómo vives?

Siendo un mierda.

Me fascina cuando se estira desnuda y felina entre las sábanas, ronroneando universos extraños e intensos, hambrienta de ser tomada. Imaginando su piel cubierta por el deseo y el coño palpitando en una ascensión a la cima del placer violento y animal.

Aquí en la tierra fría, mis pies parecen hundirse; fundirse con el calor que produce su tormenta de amor solar.

No puedo dejar de evocar mi semen deslizándose entre lo más prohibido y secreto de sus muslos, un goteo viscoso que se bebe la sábana cálida que la sostiene.

Mis pies en el suelo…

Y me duele el corazón de luchar contra su tirón orbital.

Durante unos minutos permanecemos en silencio. Recuperando el aliento y retornando suave e inevitablemente a la realidad con el corazón pleno y el coño agotado, ahíto de placer. Mi pene decreciendo, escupiendo algún semen residual, humillado silenciosamente ante la diosa.

Con leves jadeos se desvanece la violenta lujuria que nos abandona a un amor relajado y caníbal.

Observo sus pezones aún duros mojados de mis labios.

Es mía, mi diosa…

Y un pie se alza traidoramente. Me apresuro en contraer los dedos en la bota haciendo un puño para dar potencia a la pisada, si eso es posible.

Peso lo que peso…

Es mi desesperación y tortura, un castigo a mi impío amor que detesta y ofende a la humanidad y sus interferencias constantes entre ella y yo.

Soy una triste mitología.

Somos de la misma especie: el amor nos hace feroces, desinhibidamente irracionales.

Pero tengo mis limitaciones, no soy un dios y si dejo la tierra que me mantiene vivo también perderé lo poco que tengo de ella.




Iconoclasta

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27 de diciembre de 2022

lp--Un amor colosal--ic


No niego la belleza de las pequeñas cosas tiernas que se guardan con veneración en el puño cerrado con pasión; pero ¿sabes qué ocurre, cielo? Que necesito la grandeza de los cielos azules ektachrome, las largas, altas y lejanas cadenas montañosas.

Es que no cabe nada en las miniaturas, son tan pequeñas que apenas entra un lágrima.

Y las pequeñas cosas no se merecen ser aplastadas por un romanticismo enorme que carece de los conocimientos básicos de la hidráulica del amor y otros fluidos.

Imagina esas camisas baratas que venden en los mercadillos a precio de mearse de risa y a pares, tengo que probar tres tallas más de las que me corresponden y el vendedor se coloca un chaleco antibalas para que los botones no lo acribillen mientras me dice: “Te queda perfecta, incluso holgada”. Y yo rojo de asfixia.

Así me siento amándote entre cuatro paredes.

No quiero ser pretencioso, amor. Es porque me desenvuelvo bien en los grandes horizontes, aunque me humillen con su enormidad.

El color de mi piel comparado con el azul, los verdes y los marrones invernales, con la impoluta nieve lejana; casi me hacen cadáver.

Un insecto tísico, descolorido.

No importa.

La razón más importante es que solo la grandeza puede contener mi amor y deseo.

Las hermosas y pequeñas cosas, pobres, no pueden contener lo que te amo, no cabes en ellas.

Necesito todo el espacio que mis ojos abarcan para que mi amor se expanda y te arrolle y te envuelva y te cobije y te susurre, ahora sí, mis pequeñas palabras que se deslizan suavemente por las laderas boscosas y nevadas, por los valles y los ríos.

¡Que todo sea enormidad!

Que mi amor se libere de la compresión de mi corazón y pulmones, que se expanda hasta cubrir tu piel.

Siempre pienso al ver una flor, en la belleza que concentra; pero evocándote concluyo que es poca cosa para contenerte y definirte.

Y créeme, si no tienes un buen espacio para liberar todo el amor, te asfixias por dentro como si la cabeza y el corazón se aplastaran contra sí mismos en una fisión de amor atómico.

Es como ser alérgico y meter las napias en una flor para esnifarla, llevado por el suicida romanticismo.

No. Necesito gritar y que mi voz resuene lejana entre las montañas y digan al oírme: “Ya está el macho en celo de nuevo”. Sí, ya sé que me denigro yo mismo, no sé venderme con elegancia; pero es que no quepo ya ni en mí de tanto que te quiero. Todo se hace pequeño si no hay unos amplios horizontes.

No puedes alimentar a un león con berberechos y salmón ahumado con galletitas saladas.

Ya sé que a veces salgo de los límites del buen gusto literario y me dejo resbalar de culo por la pendiente de  la vulgaridad; pero es que estoy hasta los huevos de estar tan comprimido, coño.

Por mucho papel y tinta que use, el amor se me derrama de los límites de las hojas y al no contenerlo, siento que es pérdida y tontas ganas de llorar.

¡Pobre amor derramado sin lugar a donde ir!

Créeme, el amor es un fluido y soy un buen mecánico en hidráulica. Sé lo que digo…

Sé lo que siento, sé lo que duele la presión de una columna de amor por centímetro cuadrado en la piel y en algún lugar dentro de mí.

Hacia el horizonte lanzaré este amor que avanzará a través de los bosques y las altas cimas, por los mares y los ríos, y llegará a ti como una avalancha, un alud de ternuras y pasión. De sueños que no se cumplirán, pero recitaré en tu oído como una plegaria a la esperanza.

Instantes de ilusión…



Iconoclasta

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12 de diciembre de 2022

lp--Parábola del solitario y la diosa--ic


Adoraba mi soledad; pero desde que conocí su existencia acostumbro a renegar de ella.

Nunca pensé en la posibilidad de que fuera real. Debía tratarse de un ser mitológico para arrancarme de mi profunda sima de cultivada soledad.

Si aun así existiera, no llegaría a conocerla porque los solitarios provocan desconfianza y dan grima, nadie quisiera verse como yo.

Soy un apestado.

Cuanto más solo estás, más deseas estarlo. Y la distancia hacia cualquier ser se hace abismal.

Pero ya se sabe aquello de: cuando yo dije sí, mi caballo dijo no.

Apareció dando una patada a mi dimensión solitaria e hizo mi triste paz añicos.

Mi mente epatada ante la diosa, creyó oír: “Debes amarme”.

Yo dije: “Es cierto, ahora no puedo dejar de amarte”.

Fue fulminante.

Obedecí su mandamiento único con la solidez de mi pensamiento aislado de toda humanidad. Sentí que me lo había cincelado en el pecho con sus dedos divinos.

Pactamos con las lenguas enredadas un futuro incierto de encuentros y desesperos.

Di templanza a sus pezones endurecidos de deseo con dedos incrédulos.

Y besé la hostia entre sus muslos, la lamí hasta que profirió blasfemias.

Ella una diosa…

Me clavé a ella cayendo vertiginosamente en su esponjosa viscosidad. Sentía como su coño ardiente como un crisol fundía mi glande que goteaba un agresivo deseo. Y se desdibujaron los límites de las carnes; no supe cuál era la mía o la suya. Caí en su entrópica dimensión hasta correrme con un atávico grito de posesión.

Era ella la que me poseía…

El amor de la diosa es inescrutable, y yo me creí fuerte para afrontar una tragedia de amor.

Dejé de sentir la soledad como amiga y don. Tornose una cruz astillada en mis hombros.

¡Oh mortificación!

Y díjome: “Debes esperarme”.

La esperaba con ansiedad animal frotándome la piel helada de soledad. Esperando otra oportunidad para fundirme de nuevo en ella; pero el tiempo de la divinidad aplasta y deja en el limbo al amante mortal.

La cruz astillada empezó a pudrirme las venas, el caballo no conseguía aplacar la ansiedad ni la desproporcionada presión de la columna de soledad que caía sobre mí con implacable asfixia.

El infierno acortó la distancia hasta mí comiéndose el rojo de mi sangre velozmente. Y por más jacos que chutara en vena, no conseguía dejarlo atrás.

Hoy he pinchado la vena y ha dolido como nunca. He sentido con un chirrido de dientes la aguja raspar el hueso. La sangre ha salido blanca, el infierno me ha alcanzado.

Fue un error obedecer el mandamiento de la diosa.

¡No!

Fue un error nacer…

Soy la enseñanza del fracaso.




Iconoclasta


1 de diciembre de 2022

lp--El amor cardíaco--ic

El amor es un ataque al corazón, así de intenso y fulminante. Fue repentino amar y pago ahora el precio de que mi vida dependa de ti.

Tú eras la luz al final del túnel durante mi breve muerte de iluminación.

No quiero ser dramático, no es una cuestión de coacción o chantaje emocional, sería mezquino. Solo refiero un hecho.

Bastaron una mirada y una palabra tuyas suspendidas en el preciso instante, en el cuántico e infinitesimal lugar. Entre un parpadeo de reconocimiento y unos labios entreabiertos que se hicieron desesperadamente deseables. Supe que cuando sucediera el primer beso mi pensamiento sería tuyo.

Y el beso fue ataque cardíaco, tan indoloro que no sentí inquietud por lo cerca que estaba de morir durante aquellos segundos de descubrimiento: existías, no eras sueño. En ese paro cardíaco, en esos segundos de muerte indolora se reconfiguró mi red neuronal y desde entonces, mis días empiezan y acaban contigo en mi mente o haciendo arder mi pene con la fuerza vectorial de tu cuerpo clavado verticalmente en mi horizontalidad cuasi mortuoria. Amarte es también presión gravitacional.

Hay en mi cabeza un túnel cuyo final llenas. Y sus paredes son tan transparentes como mudas. Vierten la luz y filtran los graznidos de la humanidad.

Y atrás dejo la oscuridad. La negritud me pisa los talones, por cada paso que doy hacia ti la oscuridad a mi espalda crece con idéntica velocidad.

Es un túnel solo de ida, ya no podré volver. Mi historia se borra y empieza una vida nueva. Ocurre lo mismo con el tiempo, me arde el culo por su rápida combustión.

Soy un personaje cómico en una vieja película muda. Da risa; pero no acabo de ver la gracia. Necesito un cubo de agua para sentarme y respirar aliviado.

No hay opción, amarte fue inevitable como el respirar; pero aun así elegí.

Un poco de ti, es mejor que nada. Un poco de ti justifica ignorar que la vida se acaba, que siempre he llegado tarde a lo hermoso y he aceptado la grisentería difusa de escoger lo menos malo.

Soy un pésimo administrador de mi vida.

Pues yo acepto lo único bello, aunque siempre es tarde por muy buena que sea la dicha.

¿Sabes que hay rostros que se pegan deformándose a la pared transparente del túnel y me piden que me detenga? “¿Adónde vas con tanta prisa y lujuria, viejo?” Me gritan mudamente “¿Te crees mejor que nosotros? Sal de ahí”. No me dan miedo, solo repulsión, son la mismísima faz de la mediocridad; así que camino más deprisa hacia ti y sus rostros envidiosos los devora la oscuridad que me sigue.

El tiempo es otra dimensión oscura, es una cuenta atrás. Te descubrí tarde y ya casi he finalizado mis tareas en la tierra.

Amarte no es un rumbo, es una dirección de marcha, un sentido único donde no hay bifurcación alguna. Algunos le llamarían agujero de gusano. No puedo evitar pensar que el gusano soy yo ahí dentro.

Y no espero vivir más tiempo, sino el momento justo de llegar al fin. Una vez cumplido, puede llevarse el diablo el corazón traqueteante y fibrilado hasta casi partirse. Y también el alma que le vendí hace unos milenios escasos.

Las posibilidades de morir en el túnel, son exactamente las mismas que las de morir fuera, entre ellos, lo vulgar, los ajenos a mí. Tú eres mi voluntad y lo demás meramente aleatorio y accidental: un accidente, una lentitud, una negligencia, una imprecisión en las coordenadas espacio temporales en el momento de nacer, un error con el billete de mi destino a ninguna parte y por ello, llegó tarde a mis manos la carta de navegación hacia ti.

En el túnel solo preciso algo con lo que escribirte y definirte. Entiéndeme, eres inexplicable no hay retórica para expresar a la diosa; pero al escribirte te hago táctil, trasciende tu rostro hasta mis dedos y puedo acariciar el papel, ya tu piel.

Te he transmutado de mi pensamiento a la tridimensionalidad, soy un alquimista en un túnel que se autodestruye cada cinco segundos tras de mí.

El túnel es la metáfora de mi vida como una mecha.

Y tú eres la dinamita.

Es inevitable que piense en el coyote y que eres la más hermosa correcaminos. Si una sonrisa puede ser triste, es la mía ahora.

Un doctor tuvo la piedad de recetarme sedantes pre mórtem antes de entrar en el túnel. Me dijo con el frasco de píldoras anti melancolía en la mano: “De morir no te libras, al menos que no duela”, aún debe pensar que soy idiota.

Escribirte es mi terapia de choque.

No describo lo que eres, porque eres una espléndida incógnita. Escribo lo que siento.

No temo equivocarme con mis palabras, solo ser escaso.

El túnel es tu perfecta metáfora también: eres el conducto al amor.

Mierda, cielo, estoy cansado; pero no puedo detenerme, la negritud que me sigue es voraz, no se salva ni la luz de morir.

No lo entiendo, nunca he valido tanto para que la vida pese tanto sobre mí. Algo se ensaña conmigo por ninguna razón.

Ya está bien, en un momento estoy ahí, el café con mucho azúcar y tú sin ropa interior bajo el vestido.

Bip-bip… (otra cómica tristeza de amor, son los nervios).



Iconoclasta

21 de noviembre de 2022

lp--Biología de amarte--ic


Porque consigues no sé de qué forma, desviar mi flujo sanguíneo que va al cerebro, hacia el pene.

Tal vez sea esa la causa del mal de amores, de la locura de estar enamorado. Yo no recuerdo haber descendido tan profundamente a la primitiva lujuria desde que conocí tu existencia.

O tal vez borraste mis recuerdos porque las cosas extraordinarias cubren las mediocridades, las abandonan en un desván enterrándose en polvo.

¿Y para qué quiero un cerebro si estás tú? Amar no requiere de intelecto.

Tú sabrás qué hacer conmigo, qué hacer de mí.

Confío en tu sabiduría como en tu piel. No quiero pensar cielo, estoy cansado de este humo que me sale de la cabeza.

Pareciera que las tostadas se han quemado.

Y los huevos hierven.

Mi corazón late, mis brazos son operativos para abrazarte, mis labios se mantienen hidratados con los tuyos… Tengo lo necesario para vivir.

Sé que amarte es duro (y debe serlo), que cuando me acerco a ti, debo hacer alarde de hombría quiera o no; pero me gusta ese sacrificio. Sobre todo cuando está en tu mano. ¿Ves? Soy un completo derroche de obscenidades.

Podría decir que mi cerebro se ha secado. Y así, no sé cuál de tus dos pares de labios he de besar primero.

Esta es la máxima inquietud intelectual que puedo desarrollar cuando iluminas mi día con tan solo una palabra.

Y ahí está el secreto, no se lo digas a nadie porque tengo que conservar mi carisma de hombre zafio y tosco (de hecho me sudan copiosamente las cejas con este derroche de palabrería): tan solo necesitaría de ti una palabra y poder así asomarme al vertiginoso acantilado de tu mente. Asomarme a tu alma.

Bueno, dejaré la metafísica para los inteligentes, estaba hablando de follarte y de la cremosidad de mi glande que fácilmente resbalará entre tus dedos sin ningún problema.

Estoy en celo.

Se podría decir que soy el resultado evolutivo de tu selección natural.

Lo hombres no hablan de almas, solo de follar.




Iconoclasta

16 de octubre de 2022

lp--Y soñé--ic


Y soñé que te besaba. De repente.

En un mundo penumbroso. ¿O tal vez indefinido?

¿Qué importa el decorado si te tengo?

Sabía que era sueño, como si una parte de mí estuviera despierta, observando con tristeza un amor que no traspasa la frontera hacia la realidad, hacia la carne táctil.

A posteriori, cuando aún hierven las imágenes del sueño tras despertar; me preocupa, me desconcierta que no sea mi rostro, ni mi cuerpo en lo onírico. Me reconozco en sueños, sé que soy ese que te come de amor, no hay duda porque estoy tras sus ojos y pienso desde dentro de él; pero tampoco existe un mundo y una luz igual en la realidad.

Cuando despierto, siento el peso de perderte.

Temo ese momento. 

Me desconcierta la luz oscura de mis sueños y los paisajes indefinidos y grises. Calles y lugares desconocidos… ¿De dónde salen? Nunca sueño lo que conozco, salvo a ti.

Me alarmas el corazón porque contigo traes luz a mi inconsciencia.

Soy un ser oscuro. No lo digo con tristeza, solo afirmo.

Y me confirmo.

Soñándonos tenía miedo, una tristeza pegajosa en mis ojos cerrados, una desazón indescriptible ante el inminente amanecer que catapulta chorros de luz reales iluminando mi fracaso vital.

La vigilia se convierte en una ventana con vidrios rotos y afilados.

No podía distinguir mis labios de los tuyos de tan fundidos entre sí. Era perfecto.

Presionaba mi pene duro contra tu vientre para que supieras la dura excitación que escondía mi ropa. Y tú apretaste la pelvis contra mí para sentirlo más.

Se escapaban gemidos entre los hilos de baba de las bocas. Tampoco era capaz de distinguirlas.

No sé en qué momento nos desnudamos y follamos, porque me dormí dentro de mí mismo.

Desperté por la frialdad pegajosa del semen en mi vientre y la sábana. No me limpié, lo extendí por los testículos acariciándome, intentando volver al sueño.

Cerré los ojos colocándome a un lado de la cama, dejándote un espacio para cuando llegaras al amanecer. Y eyaculé unas lágrimas por mi inusitada inocencia que me hacía inquietantemente loco.

Amaneció, desperté y no estabas.

Otra vez…

Tu lado de la cama estaba vacío y no olía a ti. Estaba frío como el semen que me despertó en otro tiempo, aquellos minutos atrás que fuiste dueña de mi sueño todo.

Ahora tomo un café y fumo mientas sisea el gas por los fogones apagados de la cocina.

Amar agota.

Lo agota todo.

Los sueños son de una bella crueldad. Ojalá al morir me hiciera sueño.

Si hubieras llegado, habrías cerrado los mandos de la cocina salvando mi vida.

¿A que soy un miserable?

No sientas mi muerte.



Iconoclasta

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