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25 de septiembre de 2023

lp--Mi afilado amor--ic


Tengo el amor tan clavado en la carne que es imposible ignorarlo.

No hay día que esa astilla no se mueva y libere un doloroso placer enrojecido de una delirante esperanza, una ilusión cuasi infantil.

Y sin tocarme, se me derrama un semen como un lamento…

No hay día que cuando sangra al moverse, me libere de la carne haciéndome vapor hacia donde habita.

Soy nubes rectas como flechas, deshilachándose veloces para clavarme entre sus muslos.

Mi puño veloz como ellas fustiga hasta despellejar el deseo del cíclope amoratado y ciego. Mi bálano es un volcán incruento de bebés sin esperanza de nacer.

Amar es una acto de locura y un surrealismo impío que concilia el sueño y la realidad.

Y soy crema cálida desbordándose por su coño…

Mi amor que se hace jirones en el cielo indolora y majestuosamente liberando la energía que la urgencia tiene y haciendo por unos segundos, el pensamiento algodón.

Ser aire, al fin, en sus pulmones.

Porque adonde la carne no llega, el vapor lo inunda.

Si no fuera así ¿para qué existo?

Un semen desembocando a ninguna parte por las laderas de mi pene ardiente…

Solidificándose en frío sin sus dedos que lo templen.

Tengo el amor tan clavado que no comprendo cómo puede latir el corazón.

No entiendo porque quiere latir así…



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

20 de abril de 2023

lp--Un amor expreso y amargo--ic


Hay un tipo de amor comprimido a gran presión por la distancia, el tiempo y la imposibilidad. Cuando uno de estos factores falla se abre una pequeña brecha en el velo íntimo de los amantes por la que escapa una mínima gota que se hace torrente en un instante. Una riada de urgente amor que los arrolla.

Se arrollan ellos mismos con una violenta y caudalosa pasión.

Pareciera que una cafetera exprés de amor empezara a llenar una taza.

Un expreso corto, muy corto…

Y una vez ha iniciado el ciclo no se puede detener el escape de pasión acumulada, presurizada durante meses y años y secreta; hasta que el chorro se detiene.

Un amor a presión, una hermosa tragedia…

La crema del café se forma con los besos y “te amos”. Y la sonrisa bendita de la alegría.

Me apresuro a follarle el alma con palabras, con la urgencia del que va a morir. Porque tengo poco tiempo para entregarme a ella y mostrarle todo mi amor en apenas unos minutos.

Un café expreso, un amor atropellado…

Unos minutos para un querer que se ha extendido durante años a una escala tan grande de tiempo como profundo el deseo e insalvables distancias espaciotemporales.

Y hablando y escribiendo al tiempo, te muerdes los labios vacíos del beso no formalizado. Maldiciendo los palpitantes deseos y los actos fallidos.

Tartamudeo queriendo decírselo todo antes de que la taza se llene y cese de nuevo el flujo aislándonos a cada cual en su mundo.

Hablas de esperanzas que sabes imposibles; pero necesarias para no arañarse el alma de desesperación. Una mentira venial de amor.

Tanta emoción en tan poco tiempo.

Luego, me sentiré mierda por todo aquello que no he sabido decir.

Qué desolación cuando se va.

Los enamorados, cuando cae la última gota de espuma en la taza, se despiden con dolorosos besos. Ese expreso hirviendo y a presión, les ha abrasado los labios al beberlo sin cuidado. Con la premura de las emociones desatadas en una pequeña taza de café corto.

Un amor exprés…

En unos segundos la fuga se habrá soldado y afrontarán de nuevo su soledad secreta e íntima.

Pobres amantes expresos que se olvidaron, con la urgente pasión, de azucarar el café. Por eso la sonrisa final, aunque sonrisa, es amarga.

No tienen más remedio que aferrarse con melancolía a la amargura, porque es lo único que les quedará durante otro océano de tiempo y espacio.

Esperar la próxima taza… Para eso vivimos.

Un amor urgente…



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.