Powered By Blogger

14 de febrero de 2023

lp--La sangre de San Valentín--ic


Secretamente la excita menstruar, la sangre que forma un fango viscoso y cálido en su coño provoca deseos que esconde en un ademán, en un suspiro, en un tono de voz. En un descansar, tal vez, demasiado sensual.

Dice que no; pero los muslos se separan ante mis dedos que hurgan en las bragas y se deslizan despegando la compresa de los labios constreñidos. Y no puede evitar gemir ante la invasión de la mano aliviándola de la asfixiante mordaza en su coño.

La vagina arde y palpita en mi mano anegada de su vida misma.

Temo correrme sin tocarme, sinceramente.

Mis dedos literalmente despojan a la sangre de su dolor. Y suave se adivina emerger un orgasmo sereno y potente. Mis dedos y la ruda textura de la compresa forman un caos ahí abajo que eriza sus pezones.

Me empuja los dedos con los suyos a lo más profundo.

No es fetichismo, no es por la sangre; es el placer per se.

La paranoia del deseo atávico, sin contemplaciones.

No importa dónde, no importa cuándo, no importa cómo.

Importa correrse.

Importa sentir su paroxismo de placer. La sangre amasada y coagulada entre mis dedos y uñas es solo consecuencia, no es devoción.

Si no fuera incrédulo diría que es la comunión de la carne y la sangre.

San Valentín ha tirado baja la flecha.

Y en eso estoy, reparando su mala puntería.

O tal vez perfeccionándola.

Se arquea en el clímax con los dedos ensangrentados aferrando mi pene.

Es el día de los enamorados inescrupulosos…



Iconoclasta

No hay comentarios: