Estrella de Puebla, Puebla. México. |
1/11/2014. No eres internacional por causa de descendencia paterna o materna. No te define ser mexicana, guatemalteca o chilena. Lo que te marca es Cuba, y no por esa admiración hacia el Che Guevara, uno de tus múltiples clítoris insertados en tu útero alegre. Eres de Cuba por ser la jinetera gratis para extranjeros y paisanos, eso sí, siempre y cuando estén ebrios y sean idiotas.
Lo único internacional de ti son tus viejos tangas, tetas y vagina, que incluye el ano por aproximación y debido a la baja calidad de tus clientes (que no pagan, eres tú la que sueltas la plata por ser también idiota), confunden los agujeros.
No emplees tanto tiempo en convencer de que eres una madre abnegada, trabajadora y liberal. La gran mujer independiente y libre. Tu libertad se limita a antros, bares, moteles baratos, sanitarios y coches. A maleducar tus hijos con tu aberrante forma de ser y hacerlos neuróticos.
Si te crees otra cosa, es porque ni tú misma puedes asumir lo guarra y ambiciosa (sin muchas luces) que eres.
Tienes razón, porque Puebla y Cholula ya no son discretas, mejor te vas a Canadá, a ver si allí se te enfría el coño de tantas infecciones y un vicio mal sano que se lo traga todo, incluso la simpatía, la sinceridad, las amistades y el bienestar de tus hijos. Todo lo que tiene la mala suerte de estar cerca de ti.
Adiós, ahí te quedas con tu decadente añoranza de los tiempos en los que fuiste Miss Perra Borracha y Más Puta de la zona de antros bajo la pirámide del pueblo que tiene tantas iglesias como días el año. Tirándote ahora todo lo que se mueve en honor a aquellos tiempos de puta borracha.
Ahí te quedas con tu coño de puta marrana atesorando tiempos de borracheras y narcosis, esas borracheras que te ponían caliente y te hacían coger con quien fuera. Volvías en tu coche a casa, borracha, con el vestido lleno de vómito y el coño y la boca supurando semen de idiotas y borrachos. Con las rodillas embarradas... No usas medias porque no tienes clase ni dinero para pagar tantas que romperías.
Las serpientes no envenenan a las serpientes, por eso te cogían sin miedo.
Tu coño es portador de infecciones. Eres sucia de pensamiento, cómo no lo va a ser tu vagina...
Añoras aquella marranería, eres sucia por naturaleza, como los puercos.
Si un día me dijeran que has muerto, yo pensaría incrédulo: "Qué extraño, mala hierba nunca muere; pero está bien, pensé que no ocurriría nunca". No es por odio, es por asco. Saber que no existes, hace el mundo más higiénico.
Vuelves a follar como una golfa subnormal cuando ves el paso del tiempo y la gloria de haber sido la puta más tirada y borracha de los antros. Combinas tus horarios de trabajo y te inventas visitas, pensando que el mundo es tan idiota como tú.
Pobre vieja perra... Golosa, guarra y gonorrera. Todo es g...
Añoras tus tiempos de coger con los idiotas y los tarados y buscas nuevos idiotas como el cerdo busca trufas; porque tú eres igual, solo que cuando no estás peda, se te da medio bien el engaño; que dura solo hasta que llegas con tu coño goteando leches de otros machos y la tanga del revés. Se aprecia cuando te agachas a dar el beso a tus hijos al llegar a casa.
Fumo y aún ahora, siento el asco de cuando subías las escaleras y tener que soportarte en nombre de tus hijos.
Tu madre no te deja las llaves de la casa por miedo a que entren los borrachos que te la meten cada vez que lo pides, también borracha y fumada. Tu padre era demasiado viejo para imaginar una hija tan sucia de alma y coño.
Adiós, sucia mujer cargada de hijos y de una vanidad injustificada. Nadie te soporta más allá de unos meses, cuando te han conocido.
Eres carne de antro, un polvo sórdido de fin de semana, una mamada en un carro que huele a cerveza rancia. Carne barata para borrachos e idiotas, como tú misma.
Carne en barra de mala calidad que te metes en ese coño torpe e incapaz de gozar, si estás ebria no te enteras de que eres tan estúpida como para ser solo una raja donde correrse. Y cuando estás sobria hasta tú te das cuenta de tu torpeza. Metértela es un camino árido y aburrido.
Quieres que te follen los borrachos para que no sepan lo insípida que eres mamando y cogiendo. Con tus manos estúpidas que no saben manejar un prepucio siquiera.
Si fueras puta serías respetable.
Si te llamo puta es un eufemismo por ser mala como el veneno. No quiero faltar a las putas. Eres una mentira grapada a otra mentira y a otra mentira.
Si al menos tuvieras algo de cerebro, cobrarías, pero eres idiota hasta para eso. Eres imbécil hasta para no saber manejar el placer de tu coño.
Tu vagina está tan ennegrecida, dilatada y holgada por el exceso de vergas y parir, que necesitas horas que te bombeen para que te puedas correr.
Aburres.
No se puede gozar de un buen sexo contigo, solo sirves para que te la metan o para arrodillarte sobre orines y mal mamarla en los sanitarios de los antros o en cualquier coche que te grite "chichona" por la calle. Por eso buscas más, porque tu coño es torpe y no te da el placer que sabes que imaginas podrías tener.
Das un placer poco exigente y te crees la reina del sexo.
Esa vanidad tuya es absurda y vomitiva.
Putilla de antro, carne de idiotas, no puedes vivir con alguien noble, porque tu naturaleza guarra te posee y te hace aborrecible en pocas semanas, lo que se necesita para conocerte bien.
Es tu vanidad sucia la que te mueve a abrirte de patas.
Eres vulgar y tirada.
Con la vanidad compulsiva de un deficiente mental que se masturba loco sin saber por qué.
Putilla de antro de chocho infeccioso... Deberían meterte en una jaula de por vida y quitarte a tus hijos.
Ahí te quedas, sola con tus niños y tus chulos y padrones, con tus borrachos que mal te la meten.
Tienes de todo: idiotas de barba y gafas, idiotas como solo tú lo eres, retrasada mental. Prietos, hueros, barrigones, delgados...
Los que te chupan los dedos de los pies, porque tu coño es demasiado sucio para meter ahí la lengua.
Eres ambiciosa y avariciosa; hubieras tenido dinero si no fueras tan imbécil.
Eres resultona para ebrios y narcotizados, pero tu físico no aprueba el examen sobrio, el examen exigente para poder acceder a una vida plena.
Y tu carisma es tan banal, que eres un insulto para mi inteligencia. Solo ríes como un burro con tus iguales: endogámicos de escasas luces, de genética mediocre, de un follar rápido como un mear.
Una analfabeta con pretensiones...
Tus compadres son chulos de penes anodinos y una corte de fumados.
Tu ambición sería ser una gran actriz porno. Eres simple como una pelota.
Eres carne de gente de obra de baja estofa. No tienes clase ni un culo llamativo.
Gira la rueda de la fortuna, mientras tu coño babea muestras de semen de tarados en una camilla de un barracón de servicio médico. Y gimes como actriz de película porno un orgasmo que no sientes. Eres una putilla idiota, por una cuestión de vanidad que nadie sobrio puede entender.
Coleccionas tus títulos de Miss Puti MotayPorno en Cruz Roma (consuelas jefes y amigos como solo puedes hacer, de rodillas o desflorando tu vagina lacia, fumada y con el coño caliente de ver videos pornos en los laptops de tus colegas que saben muy bien con quien tratan), Miss Putiruedadelafortunapoblana (el coño más internacional, con todas las infecciones alemanas, polacas y chicanas), Miss PutiHospital (zorra venida a menos, pero aún te conocen como puta, un lugar de encuentros, además, con antiguos compañeros una licenciatura que ni entiendes), Miss PutiCotiza (cada día más caliente en la oficina, con tu minifalda de puta barata esperas la hora de la comida y la de volver a casa para que te llenen tu chocho tonto), Miss PutiCerveza y Alitas de Pollo de Macarzysvergas (vuelves a tus orígenes, no salgas de ellos), y tu preferido Miss PutiMotelesalahoradelacomidaosalirdeltrabajo (y llegabas a casa con cara de santa subnormal y tu vagina idiota babeando aún; si te cortaran las piernas parecerías una babosa)... Y alguno más que otros conocen.
Vistes minifalda cuando vas a coger en el trabajo con tus "proveedores", no mames, imbécil. Eres previsible como un niño de dos años, puta sin cerebro.
Llegabas tarde a casa y además sucia, llena de semen y babas. Eres una marrana. Y todo por un polvo que duraba una meada, una mamada solo para demostrar que aún eres lo puta que eras de joven.
Das lástima, zorrita de antro.
Si te dicen licenciada se ríen con ganas, como aquellos que te reconocen y te gritan puta desde un coche cuando paseas por el centro de la ciudad.
Cantas si volverá la maldita primavera con cara de cursi idiota, pero tu coño te pica tanto...
Porque estás borracha como una puta cuba de vino.
Qué suerte que te cortaran las trompas y evitar así que regaras el mundo con más hijos.
A veces lloras, eres tan retrasada que no entiendes el por qué: por ser una fracasada en el follar y en el vivir.
Destruyes ilusiones y proyectos con tu coño de puta marrana. Haces mierda cuestiones de amor y cariño con tus tangas siempre manchados de un hambre que no se puede saciar.
Sucia, sucia, sucia...
Solo hay una sinceridad en ti, puta marrana: que eres madre, que menstruas públicamente con copa y que tus pedos huelen asquerosos, cerda.
Ahí te quedas con esa suciedad entre tus piernas y tu pensamiento podrido y enfermo. Con tus tetas de sabor salado de las babas de tus sementales estúpidos.
Con tus escuálidas piernas llenas de moratones de los dedos de los palurdos que mal te follan. Que te cogen "rico". Decías que salían de la nada aquellos cardenales, la circulación...
No mames... Te veía jadeando en la camilla como una perra follada y tus tetas agitándose como flanes mientras el deficiente mental te bombeaba agarrándote fuerte las piernas. La circulación... Vete a tomar por culo, puta mentirosa.
Eres ridícula con tus mentiras de putón verbenero deficiente.
Fuiste estúpida hasta para engañar, tenías un hombre que sentía asco por ti en la casa. Tu puterío no te dio felicidad, ¿verdad idiota? Dos años para que te largaras, para poderte apartar de mi lado. Qué largo es el tiempo con una marrana cargada de hijos.
Se te acabó el negocio.
Vanidosa y tonta... Qué mala combinación, putilla barata de antro.
Ni siquiera como mala persona eres especial. Eres una de tantas, nada destacable, una golfa anodina que no acaba de entender qué ve en el espejo todas las mañanas al peinarse o alaciarse el cabello.
Ahí te quedas. Siento una pena por ti, la del caballo con la pata rota que relincha en el suelo.
Eres sacrificable.
Si mueres el planeta no lo notará. No eres especial, te lo aseguro.
Ojalá fueras puta de verdad, en pleno sentido de la palabra y la profesión, serías respetable. Pero no sirves para eso tampoco. Solo eres una alimaña ponzoñosa que se alimenta de vergas de los de su propia especie. Con tus muelas picadas de tanta mierda que has tragado, cuando ríes pareces un tiburón.
Me alegro de haberme sacado la rémora de encima. Me alegro de saber que no te veré envejecer y ver decaer más aún tu cerebro y tu coño tontos.
Hasta nunca, estúpida putilla de antro.
Fue un asco conocerte.
Iconoclasta
Publicada originalmente el 20/03/2015 a las 19:21 Hora de verano de Europa Central.