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19 de enero de 2025

lp--No tardarán en robarte el aire de los pulmones--ic


Tiene cierto encanto épico escribir con guantes a 3ºC, me siento hábil y ocurra lo que ocurra, hago lo que quiero.

Lo intento…

Porque todo lo que uno quiere o desea es un deber que cumplir. No importa lo que una ley o dogma diga, las leyes existen para ser desobedecidas; es deber de todo ser humano distanciarse de legalidades y mandamientos religiosos porque están pensados para y por el enriquecimiento del estado/dios en detrimento del individuo, votante o contribuyente.

Si para realizar lo que deseas te planteas su aspecto legal, has fracasado como ser humano; eres una cosa más, un ítem en la relación del botín recaudado por los saqueos del estado/dios. Lo mismo ocurre si la legalidad se disfraza de religiosidad como el judaísmo, cristianismo o islamismo.

La búsqueda o ejecución de tu deseo es prioritaria a cualquier ley o mandamiento religioso.

Por supuesto, por tu propia seguridad y supervivencia, actúa sin testigos. Secretamente, sea o no legal, una consideración ésta que no debes plantearte.

Y nadie debe saber de tu propósito, de tu voluntad. Has de comprender que la ley y la religiosidad son tus enemigas, pretenden controlar tus deseos para hacerse con ellos.

Esclavizan y parasitan tu esfuerzo sin intercambio, siempre pierdes, siempre te humillan, siempre te encarcelan.

La especie humana actual nace predispuesta genéticamente, por una selección secular del estado/dios, para respetar las leyes que la humillan, asfixian y arruinan.

Es pornografía para la dignidad.

Y denigrante.

El estado/dios es impune a todo “delito” semejante y superior a cualquiera tú pudieras cometer.

De hecho, igual que nacemos con el pecado original según el cristianismo, para el estado/dios nacemos sospechosos y culpables. Y hay determinada chusma que vive de este dogma y cobra mucho dinero para controlar lo que ganes o hagas y así arrebatarte una importante cantidad para el estado/dios. En definitiva, los policías/funcionarios son los sacerdotes del estado/dios y de ellos hay que ocultarse.

Tras miles de años sometidos, la situación es insostenible como ocurre ahora en España y países semejantes que han convertido sus decadentes y caducas democracias en corruptas cleptocracias fascistas de ridículo e infantilizado comunismo homosexual clima-sanitario.

Se impone la violencia, el único medio que dispones para defenderte. Y cada día con más premura, porque no tardarán en robarte el aire de los pulmones y tú dárselo con obediencia servil porque estarás agotado, consumido por el parásito del estado/dios, por sus leyes y mandamientos de usura, por sus delitos y condenas de los que eres sospechoso y condenado, los pecados y penitencias por los que debes pagar en vida y muerte. Y todo ello a cambio de la más negra muerte, una inexistencia absoluta como el frío en el espacio tras una vida estéril e indigna.




Iconoclasta

Foto de Pablo L.B.

Montaje de Iconoclasta.

 

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