Eso no existe, es mentira. Todo se acaba.
El que algo se termine más pronto o más tarde depende del
placer o dolor que provoque; pero jamás nadie será eterno ni resucitará. Ni hay
espíritus o energía en el "otro lado".
No habrá un orgasmo eterno o una eyaculación que provoque
una riada que arrastre, ahogue y deje preñadas a miles de mujeres.
Nuestros hijos no serán mejores que nosotros, solo serán más
de lo mismo y puede que mueran antes.
No hay nada infinito, ni siquiera el universo lo es. Ni los
putos números decimales o la patética lista de números primos que tanto
misterio tiene para los más pseudo matemáticos de cerebro ágil y admirable
hasta la masturbación.
No se dan cuenta de que algo falla terriblemente cuando le
dan un número infinito al perímetro de una circunferencia tan finita y tan
pequeña como una pelota de ping-pong. Ese cálculo es una muestra de miedo y de
una religiosa y enfermiza fe en lo inacabable.
Es la aberración pura de la cobardía.
Su coño es infinito y mi polla inconmensurable. No te
jode...
La circunferencia tiene unas medidas tan limitadas como
limitada es la imaginación de millones de seres humanos.
Vuestra vida es finita y con ella el universo y el estúpido
número pi. ¡Qué coñazo con π!
Resulta que el número pi tiene algún misterio de mierda y
mientras tanto algunos súper inteligentes juegan para desentrañar su misterio,
hay niños que mueren de hambre y comidos por las garrapatas sin ningún
misterio. O tal vez con el mismo misterio con el que los hombres pederastas revientan
a sus niñas-esposas.
Lo infinito tiene misterio, pero que respiren el mismo aire
que nosotros una serie de hijos de puta, eso no tiene misterio alguno.
Los números periódicos son solo unos cuantos números que no
han de preocupar a nadie. Excepto si eres tan idiota para creer que los podrás
seguir calculando en otra vida.
Y los límites de lo "infinito" se encuentran justo
en las paredes del ataúd o de la urna donde os embotellen.
Todo ese cuento del infinito es una especie de consuelo para
cobardes, una pedante forma intelectual de decir que hay vida en otra dimensión
sin recurrir a la superstición (religiones). Los supersticiosos creen en la
resurrección y no solo en una vida infinita, sino que además la decoran como un
parque de atracciones con sexo gratis.
Menos mal que se mueren las personas, porque no solo sus
cuerpos ocupan espacio vital, su pensamiento es agobiante y asfixia.
El amor es finito y es finita la vida de los optimistas.
Los hijos mueren, como los padres.
Y es bueno que ocurra, porque ni en literas de un millón de
altura cabríamos en este pequeñísimo y
limitado planeta, ni en la otra dimensión por la cual se accede por un agujero
de gusano o por el agujero negro que bien podría ser algo relacionado con un
griego (un servicio sexual).
Lo eterno es una forma de explicar la brevedad y lo vano de
la vida humana tal y como nos la impusieron los que ahora están finitamente
muertos, creyeran en dios o en sus sexos velludos.
Infinito...
Y una mierda.
La vida, las estrellas, los números y las palabras son tan
finitas, que provoca náuseas reconocerlo.
El infinito es un concepto meramente romántico. No existe
nada sin límites de la misma forma que no existe dios, de la misma forma que el
universo es un conjunto de piedras que jamás han tenido o tendrán vida.
De la misma forma que me pudro infinitamente en este planeta
de mayoría imbécil.
Iconoclasta
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