Leer de la ascensión del nazismo en Alemania es terrorífico, roba toda esperanza a la humanidad de tener algún tipo de bondad, ni siquiera elegancia; todo es mezquindad y felaciones al amo o estado/dios personificado en un “mesías”. Por muchas cosas buenas que haya hecho algún ser humano, es un error adjudicarlo a la especie humana. Es un insulto para el creador y una ruin usurpación por parte de la humanidad. No puede una obra de gran belleza o un avance importante de la medicina o la tecnología justificar bondad o sensibilidad en la humanidad tras sacar calcinados de un horno los huesos de un ser humano indefenso asesinado tras una agonía de tortura, sed, hambre y enfermedad. Tras cada asesino genocida jefe de estado hay millones de mezquinos apoyándolo, aclamándolo, votándolo. Denunciando a otros que piensan y actúan decentemente para obtener mezquino beneficio de su encarcelamiento o asesinato.
China comunista. Mao Zedong con su Revolución Cultural
asesinó a veinte millones de personas en diez años, 1966-1977.
La especie humana no tiene inteligencia, sólo una maldad
congénita que algunas religiones le han llamado “pecado original”. Escupe
veneno y bilis en cada uno de sus actos y servilismo, lo hace con frecuencia:
aupar al poder a las bestias más repugnantes y colaborar con el estado/dios
asesino.
No ha ocurrido una vez, han sido y son aún hoy muchas en
muchos lugares.
Holocausto judío 1933-1945. En la Alemania Nazi o
Tercer Reich de Hitler. Entre once y doce millones de asesinatos, la mitad
judíos y la otra mitad distintas razas y discapacitados psíquicos y físicos.
Todo ello con la inestimable ayuda de toda la población alemana.
La especie humana no es inteligente ni destaca por su
capacidad de hablar, destaca por ser mala y repulsiva, para ella misma y el
resto de las especies animales. Es el hijoputismo mezquino lo que la
define y merece, como ninguna otra especie animal del planeta, una pronta
extinción.
Que una peste acabe con toda la humanidad antes de que un
nuevo Hitler, Stalin, Leopoldo II, Idi Amin, etc., llegue al poder para
enriquecerse con sus genocidios tan recurrentes y más que probables.
Esta degenerada, degradada y malnacida especie humana
volverá a apoyar a los asesinos que están en ciernes o que aún no han nacido.
Es algo tan seguro, tan infalible como la muerte.
Es imposible e incluso inmoral admirar a la especie humana.
Odiarla es tan fácil como cortar un flan con una navaja de afeitar.
La filantropía debería considerarse complicidad con los
genocidas. Y no hay genocida sin una masa humana que lo adore.
Genocidio del comunismo soviético. URSS de1922-1991.
Régimen genocida: estalinismo (por Stalin): cien millones de asesinatos.
Y por muchos humanos que mueran en guerras y catástrofes naturales
o civiles, hay una gran desgracia e injusticia en ello: nunca mueren los
suficientes, ni en número ni en frecuencia como para extinguirse. Esta
injusticia es la conclusión lógica que surge de revisar la historia.
La Mona Lisa, la capilla Sixtina o la Sagrada Familia no
justifican los cadáveres que siembran los genocidas electos y aupados por
millones de seres humanos mezquinos que actúan de cómplices, como el pueblo
alemán con Hitler, el soviético con Stalin, el español con Franco…
Cruzada albigense 1209 y 1244. El 21-7-1209: de siete
mil a ocho mil asesinatos. “Matadlos a todos, dios reconocerá a los suyos”, se
dice que jaleó Arnaldo Amalric, legado papal e inquisidor.
Toda esa cháchara sensiblera de que la especie humana puede
hacer lo más horrendo y lo más bello es una falacia, un mentira podrida. Lo más
bello no lo hace la humanidad sólo lo pudre. Y sólo un par de
excepciones de siglo en siglo entre millones de bestias ciegas y hambrientas de
ser tocadas por su líder-dios-amo, son creadoras a las que la humanidad les ha
robado su belleza y creación, adjudicándosela a sí misma. Esas excepciones confirman
la regla de que la especie humana es un acto fallido y una peste que se ha de
erradicar de la faz de la tierra. Sin juicios finales, con el fogonazo nuclear
de un meteorito destructor o una guerra nuclear total. Excepciones que
confirman mi regla misántropa y justa para con los inocentes que murieron y
morirán y los dos o tres creadores que nacen cada cientos de años para que la
globalidad humana parasite su arte y su inteligencia.
Caterva de sádicos hijos de puta los que matan, los que
obedecen, los que miran, los que aplauden, los sordos de mierda…
Hay tantos indigentes mentales dispuestos a odiar y matar
obedeciendo a su líder-estado-dios, que no es extraña esta náusea con la que me
despierto cada día desde que tengo uso de razón. Desde que leí a Juan Salvador Gaviota
una, y otra y otra y otra vez.
Y no mueren, no suficientemente rápido y en cantidad. Es
algo que me mortifica, la mayor injusticia y error: sus vidas, pululan por el
planeta como cucarachas ansiosas de dejar sus babas necróticas allá por donde
se arrastran y dejan sus cadáveres.
Estado libre del Congo, 1885 a 1908. Propietario: el
rey Leopoldo II de Bélgica. De dos a quince millones de asesinatos durante el
régimen.
Fueron tantos millones de cerdos babosos alemanes odiando, humillando
y matando a judíos que un día antes de que el retrasado mental de Hitler decretara
el odio, eran amigos y vecinos; que mejor hubieran bombardeado toda Alemania
con bombas atómicas y no hubiera quedado ningún mezquino vivo que transmitiera
su piojoso mensaje genético.
Yo no he hecho nada parecido, ni siquiera he llevado el puto
bozal nazi del coronavirus o mascarilla en jerga nazi “en exteriores” como
hacían todos los cobardes serviles. Mucho menos hubiera denunciado a alguien
por no llevarlo. Y más impensable sería que los no vacunados despertaran odio y
miedo en mí, como tanto causaron entre la panda de bestias envidiosas, cobardes
obedientes y aplaudidores del fascismo de la covid 19 que obedecían al puto
estado “democrático” de mierda con fervor religioso cagón.
Puta chusma asquerosa…
Siglo XIII en Bukhara. Gengis Kan ordenó el exterminio
de los mongoles Tata y todos los hombres Kankalis que fueran más altos que una
rueda.
Si algo bueno tiene morir, es que dejas de estar entre
tantos puercos.
Al final, la esclavitud resulta ser una especie de justicia
que se aplica la humanidad a sí misma por ese hijoputismo que la pudre.
Y el estado/dios sabe como yo que su valor como especie es
nulo, y por ello unas veces mata a los de izquierdas y otras a los de derechas,
a blancos o negros, a moros o cristianos; como cerdos con peste porcina, sin
remordimiento, sin escrúpulos. Matar cucarachas a nadie le pesa lo más mínimo.
Sin embargo, siempre deja algunos vivos que le produzcan riqueza esclavizados.
La muerte es tan perezosa cuando de mezquinos, envidiosos y
cobardes se trata…
Te das cuenta de que la muerte también es imbécil.
Absolutamente idiota, incapaz de hacer su trabajo.
Masacre de Haití 1804. Entre febrero y abril fueron
asesinados entre tres mil y cinco mil criollos franceses.
Misantropía para calmar la desesperación de pertenecer a
esta despreciable especie humana. Este conocimiento, esta conciencia turbadora
es el estigma con el que nací.
Y la mísera agua que un cura derramó en mi cabeza no la pudo
lavar.
La chusma ignorante y servil no puede concebir y le ofende,
que otros actúen sin pedir permiso. Que vivan sin el permiso de la ley del
estado/dios, sea para bien o para mal. Y exclaman alarmados y furiosos de envidia:
“¡Pero eso no es normal!” o “¡Está prohibido!”. La violencia contra esta gente
debe ser instantánea porque su merma y degeneración cerebral arrastrará a otro
nuevo genocidio.
La ponzoña que circula por las venas de la gente mezquina
sin valor, que no sabría qué hacer con la libertad si la tuviera; hace que se
revuelvan como ratas contra los que piensan y actúan libremente. Suelen ser los
delatores que se meten en la boca los genitales de sus dictadores y muestran la
sonrisa sucia y láctea de placer a sus amos.
República Dominicana, Masacre del Perejil, en seis
días del 2 al 8 de octubre de 1937, treinta mil asesinatos.
En lugares como España y casi todas las naciones hispanoamericanas
(por poner un ejemplo, porque las maneras se repiten en todos los continentes,
en Extremo Oriente y el Medio) sometidos durante décadas a dictadores o
caciques-generales corruptos y asesinos, países donde el estado/dios fascista
(entiéndase falangismo, estalinismo, comunismo o liberalismo y conservadurismo,
gobiernos religiosos de toda índole, etc.) ha matado a los individuos libres y
sólo se han reproducido los que agasajan al asesino genocida o dictador. En
estos lugares, la población actual es el resultado de una selección genética
como la que se realiza con el ganado de crianza para el consumo humano. De ahí,
que haya pueblos inclinados a mantener un dictador, lo llevan en la sangre y no
lo pueden evitar. En cincuenta años de fascismo franquista, los españoles han
sido sometidos a una grosera selección ganadera para que sólo sobrevivan los
más mansos y serviles; los delatores que se enriquecieron con los que mataron
traidoramente, quedándose con sus propiedades tras comerle la polla a un
ministro, alcalde o un comisario de algún cuartel rural. Es algo que insisto,
se repite en toda nación o región del planeta.
Genocidio camboyano cometido por Pol Pot de ideología
estalinista-maoísta dirigiendo a sus Jemeres Rojos, escuadrones de la muerte.
De un millón y medio a tres millones de asesinatos entre 1975 y 1979.
Razas humanas de distintas regiones del planeta que precisan
en el día a día que un dictador les indique qué pensar, qué hacer, qué decir y
sobre todo, cuándo y dónde pagar los diezmos al estado/dios. Ya sea en un banco
o institución como en tiempos fascistas franquistas, o en la web adecuada con
el fascismo estalinista actual surgido con el coronavirus en el 2020 D.C.
Realmente, desde los inicios de la historia sólo ha cambiado
el decorado, la chusma es la misma. Y aunque hoy saben leer no acaban de
entender el significado y precisan de emojis que les dé una pista de cómo se
han de sentir al descifrar algunas palabras.
Y así es cómo han ido avanzando las dictaduras,
tecnificándose para que el estado/dios reciba puntualmente sus diezmos y tener
sometido a control a las reses o contribuyentes serviles, sumisos, crédulos en
que esa papeleta que meten en una urna no sirve para limpiarse el culo, sino
para otros fines menos escatológicos.
Una chusma seleccionada genéticamente que cuando el estado/dios
y su mesías decrete que se debe odiar, se odie ciegamente y asesine en nombre
de la patria, su ley, su justicia y a la puta que los parió a todos.
Primer genocidio documentado para algunos
historiadores: Destrucción de Cartago 149-146 A.C. Tercera guerra púnica.
450.000 muertos y 50.000 esclavizados.
Cuando los abuelos dicen en “mis tiempos no era así” los
nietos se sienten afortunados, ante un espejismo de modernidad y progreso
comparándose con los abuelos. Es sólo atrezo, utillaje, oropel…
La ignorancia siempre lleva consigo el infantilismo adulto y
su inmadura ingenuidad.
Respecto al carácter de la chusma o globalidad, es todo tan
igual que lo ideal sería vivir en coma, ya que los sueños son interesantes y
extraordinarios; cosa que en la vida tal como la entienden todas las
civilizaciones del planeta, es todo mediocridad y los días se confunden porque
son idénticos para los nacidos en cautividad (en una tiranía o pseudo
democracia), la inmensa mayoría de la población de la Tierra ha sido parida en
ciudades y pueblos, castrada de toda posibilidad de vivir en libertad, como los
animales nacidos en un zoo.
Si en la antigüedad agitaban verduras, ramas podridas y
basura para aclamar a su rey/amo/dios; hoy hacen clic en un iconito “me
gusta/no me gusta” o bien “carita feliz/carita triste”. La iconografía de las
actuales sociedades se ha adaptado a ese infantilismo con el fin de mermar más
el intelecto de las reses explotadas. Se sienten infantilmente dichosos de
haber practicado ese “salvaje” acto de libertad con la firme creencia de que
han dado su opinión o aprobación. Es el problema de la ingenuidad antes citada,
son tan tontos como si hubieran sido fabricados con plástico.
Masacre de Srebrenica, durante la guerra de Bosnia (el
mayor asesinato masivo en Europa desde la Segunda Guerra Mundial) ejecutada por
el general serbobosnio Radilav Kristić. Del 13 al 22 de julio de 1995. Asesinó
por fusilamiento a 8372 musulmanes bosnios, incluidos los asesinatos de niños,
adolescentes y ancianos para conseguir la definitiva limpieza étnica de la ciudad.
Por supuesto, el teléfono móvil es ni más ni menos que un cencerro
para reses humanas en las granjas de explotación donde nacen y son criadas;
también conocidas como ciudades, pueblos, barrios, guetos, asentamientos,
campamentos… En las que viven estabuladas y verticalmente apiladas en unos
míseros metros cuadrados que pagan a precio de cocaína y de putas y chaperos de
lujo que compra y contrata su estado/dios amado cada día, parasitando su vida y
esfuerzo.
Es indecente que los jerarcas de las naciones sean tan
longevos. Una cuestión ésta que me hace chirriar los dientes durmiendo. Odio
que la mala hierba nunca muera y odio que ya no exista un solo caballo que al
pisar la tierra la convierta en páramo o desierto.
Todo son malas noticias, aciagos acontecimientos y una
constante sodomía; es lógico que se prodigue tanto el cáncer de recto y boca.
La misantropía es mi única e inviolable libertad e
inteligencia.
Mi conocimiento y experiencia.
Mi sabiduría.
Dios, si existes mátalos a todos, lo hiciste todo mal.
Iconoclasta