No hay forma alguna de encontrar el amor. No
se debe buscar, es un animal astuto que huye cuando se da cuenta de que es
perseguido.
Es una bestia tímida con un poder desmesurado
que no controla. Es oro envuelto en brea. Una cosa oculta que explota radiando
y arrasando los corazones sin ninguna piedad.
El amor es azar de desesperados.
Aleatoriamente agresivo.
Solo hay que sentarse en un banco en el páramo
y ser solitario. Aparentar estar bien, no necesitar nada; será entonces cuando
el amor llegará huyendo de una jauría de cazadores porcinos que lo persiguen
con cuchillos y ratas con collares de diamantes. Marranos envidiosos que
destruyen todo aquello que no tienen y ambicionan. Son religiosos y usureros,
son millonarios y son políticos.
El amor no se busca, te encuentra, te invade,
te enferma.
El amor se metió en mis huesos huyendo de esos
podridos cerebros llenos de leyes, tradiciones y oraciones. Fue como un fuerte
dolor de cabeza y un vacío que me contraía el estómago provocando una arcada.
Estaba perdido. Los cerdos nos perseguirían
para apresarnos, arrancarnos el corazón y robarnos el amor. Así que intentaba
ser ciego a su belleza, a su voz de una cadencia desesperante de deseo y
sensualidad. Y callé. Me negué a reconocer que la amaba y encerré todas las
ilusiones en el desván herrumbroso de mi mente. Amar es peligroso y te esclaviza;
pero fui cobarde de vivir y morir sin ella y el amor me infectó completamente.
Por otra parte duró poco mi resistencia a sus
anticuerpos y además de dejarme enfermar decidí amarla con voluntad suicida. Y
estuvo bien.
No puedo decir que fue lo mejor que ocurrió en
mi vida, porque ellos, los envidiosos y frustrados nos acosan a los que tenemos
contacto con lo sublime. He de ser discreto y secreto.
¡Shhh…! No corráis la voz.
La repito cada día hasta casi convencerme, la dedico a los marranos que rigen con sus
leyes y oraciones los países y los colegios:
ORACIÓN
FALSA PARA ENGAÑAR A LOS FARISEOS.
No la
amo, no estoy enamorado.
Solo
deseo que me haga una buena mamada sin pagar.
Correrme
en sus tetas.
Escupir
en su coño y sorber lo que se desliza de su vulva.
Quiero
que se folle a otro mientras me masturbo. La quiero para joder sus agujeros,
para anular su pensamiento y despreciar su mirada. Ella es solo un recipiente
de mi esperma. Un desahogo a mi instinto sexual. A mi erección dura y mojada.
Le tiro
dos billetes de veinte pesos a la cara cuando me levanto de la cama, para que
sepa lo que vale para mí.
Y cuando siento que el asco y el vómito me
doblan ante esta brutal y blasfema plegaria contra mi diosa; en un cuarto a
oscuras o asfixiándome en un pantano de arenas movedizas musito con un dolor
inmenso en mi corazón:
ORACIÓN
DE CONTRICCIÓN ENTRE MI AMADA Y YO.
Te
quiero más que a mi puta vida.
Follarte
no es mi placer, mi placer solo se alimenta de tus gemidos. Mi semen se derrama
solo ante tu violenta contracción del
orgasmo. Si escupo mi blanca alma, es por ti.
Podría
pasar mi vida sin eyacular una sola vez si no estás tú.
No puedo
vivir sin ti.
Mi polla
es un monumento erigido a ti.
Mi leche
solo adquiere importancia sobre tu piel; en lo profundo de tu coño.
Mi
pensamiento es absolutamente tuyo.
Hay
cosas peores…
Hay
quien no conoce el amor, aunque no estoy seguro de que pueda ser peor. Mi
dependencia de ti me roba el libre albedrío, no puedo elegir.
El amor
es una soga de seda que estrangula el ánimo, y quiero morir asfixiado entre tus
brazos.
Y así, engañando con esta oración al mundo,
afirmando que el amor es pura prostitución, voy amando indecente y
clandestinamente sin que los envidiosos me jodan demasiado. Y sobre todo, que
no la jodan a ella. Su coño es mío y es mío su pensamiento y es mi esclava y yo
soy un mierda que enloquece cuando no está.
Es importante no alardear de estar enamorado,
es importante saber que vivimos en un mundo hostil a nuestro bienestar y que
cuando mejor estamos, más fuertes son los ataques de los cochinos de dos patas.
SALMO
DEL ABANDONADO (conjuro-escudo contra los envidiosos):
No amo
ni a dios, no quiero la compañía de nadie. Deseo morirme.
Soy
infeliz y pobre, no follo ni se me pone dura.
Vivo
odiando, temiendo y recelando.
Hijos de puta, no os fijéis en mí, no tengo
nada que envidiéis, salvo mi valor. Y esto último es algo que no os interesa
demasiado.
Porque no tenéis la más mínima clase. Os
conozco, os identifico y sé exactamente que haréis a cada momento, sois
económicamente potentes, influyentes; pero vuestro cerebro es de la calidad de
mis excrementos. Sois previsibles como el movimiento de un peluche barato.
Vuestros hijos no tienen más valor que un condón usado que se engancha a la
suela del zapato.
SALMO DE
ABSOLUTA RENDICIÓN AL MORIR EL DÍA (cuando la noche profunda ha cerrado los
ojos de todos esos que deseo ver muertos):
Te he
amado a cada segundo, y aunque duermo a tu lado cada día, no basta.
Entendería
la vida completa y feliz si fuéramos fusión, si viviera y pensara dentro de ti,
en ti, contigo.
Amarte
es la indecencia de abusar de cada abertura de tu cuerpo, de llenarte toda con
todos mis recursos.
Si ellos
murieran, si el amor no fuera perseguido y castigado, el día sería nuestra
noche eterna. Te amo a cada momento, tan secretamente por el día, como
obscenamente intenso por la noche cuando la luz no delata el amor.
2 comentarios:
sera cabron pero es hermoso.....pa que comentar mas.....
Es un comentario genial, demasiado bueno.
Gracias Hilda.
Besos y buen sexo.
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