Noticia
del jueves, 24/10/2013:
En un
aldea de Afganistán, a principios de esta semana han aparecido los cuerpos
decapitados de una pareja de novios; tanto él, como ella, no tenían aún veinte
años.
Lo
hicieron los propios familiares, seguramente asesorados por algún sacerdote,
porque es pecado tener relaciones sin estar casados.
Por
supuesto, los cuerpos no los han enterrado porque han cometido ese pecado atroz
y no se lo merecen.
Un
yemení, seguramente no será castigado tras quemar a su hija porque la
sorprendió chateando con un chico por el móvil.
Solo en países poblados por retrasados
mentales se dan este tipo de casos.
Al igual que los pueblos caníbales o
antropófagos (simios casi humanos con tal deficiencia mental que les es
imposible usar la inteligencia para cazar animales más inteligentes que ellos y
por lo tanto se tienen que comer a sus paisanos porque es lo fácil), los
musulmanes radicales como afganos y yemenís (y hay la hostia puta de países iguales
a ellos), son pueblos que están llamados a ser sometidos por razas mucho más
superiores a ellos, en inteligencia, fuerza y valor.
Es bueno que se maten entre ellos y que los
drones (los aviones dirigidos por control remoto) funcionen tan bien, porque para
liquidar a una nación o pueblo de tarados, es mejor hacerlo con poco dinero.
Se necesitan limpiezas étnicas selectivas,
bien llevadas, con justicia. No sería nada reprobable, lanzar bombas en esos
países hasta que no quede nada y a los supervivientes, que se les ponga a
trabajar como esclavos en alguna granja de cerdos o pollos. Vamos, que solo
limpien mierda.
Si los habitantes de estos países y tribus se
extendieran, se podrían cruzar con razas más inteligentes (medianamente
inteligentes como mucho) y estropear la genética. Todos estos musulmanes
radicales (al igual que los pueblos caníbales), se han desarrollado en una
endogamia milenaria.
Han follado tanto padres con hijas, entre
hermanos, entre hijo y madre, entre abuelos, tíos, primos y sobrinos, que sus
cerebros son un mousse de mierda. Hasta tal punto, que comen donde cagan (cosa
que ningún animal hace). Una cosa es la diversidad cultural, y otra tener que
soportar que existan monos y los llamen humanos, consumiendo agua, comida,
cagando y ensuciando.
Hay pueblos y culturas llamadas a la extinción
porque ocupan espacio y recursos que podrían beneficiar a otras gentes. Las
razas superiores tienen un deber y éste consiste en hacer una selección
natural, ya que estos simios no tienen más predadores naturales que ellos
mismos; pero se follan a sus madres y vuelta a nacer idiotas. Es un bucle sin
fin.
Una vez sometidos los monos, se usan los
recursos naturales que sus patéticos cerebros no han sido capaces de entender.
La historia demuestra que es el único camino
para que la raza humana alcance y se mantenga en una buena clasificación en el
planeta entre el resto de seres vivos.
Cualquier otra consideración es tirar margaritas a los
cerdos.Iconoclasta