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28 de julio de 2023

lp--Mirarse el ombligo--ic

 

Los hay, dicen, que se miran el ombligo.

A mí no me pasa. Me hipnotiza el tuyo e imaginar que lo penetro con la lengua inundándolo de mi baba animal espesa y cálida, cuyo río verterá en tu coño arrastrándome.

Con tus dedos aferrados a mi pelo contienes el aliento en el lento descenso a lo inevitable, mortificándome. Provocando el hervor de la leche en mis huevos pesados, doloridos por la presión del atávico deseo acumulado.

Me importa una mierda mi anodino y estúpido ombligo.

Estoy caliente y la tengo dura ¿Cómo cojones voy a mirarme el ombligo, si mi rabo colapsado de venas y espasmos domina la horizontalidad y verticalidad de la bestia abriéndose paso hacia tu alma carnal?

Quien se mira el ombligo no alcanza a intuir el acto de follar. No lo entiende.

Amarse uno mismo es el consuelo de los incapaces.

Un dinero metido en un coño a cambio de la vejación de ambas partes.

Un consuelo sórdido y patético de fracasados.

Solo miro tu ombligo, el camino directo a tu coño.



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.

 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué barbaridad de texto, de hombros y de clavícula...una termina hasta envidiando el aire que te envuelve, Ico 💋❤️💋❤️

Iconoclasta dijo...

Hombros y clavículas... Son tus coordenadas poéticas y proporciones áureas, con las que llenas mis espacios en blanco, como una divinidad cuyo ombligo hipnótico danza extraños ritos de amor y carne.
Lo malo no es envidiar lo malo es mi deseo que describe elipses que orbitan de la ternura a la obscenidad en un caos enloquecedor. Estás en todas partes... Qué locura, Alex... ❤️💋❤️💋❤️💋