Hace ya unos años (ayer) leí una noticia: en
México ya tienen preparada una nueva tanda de idioteces: los nuevos pictogramas
(una forma provinciana y vulgar de llamar a las imágenes patéticas de las que
estoy hablando) y leyendas sanitarias que “aplican” (quiere decir que van a
ilustrar) en las cajetillas y productos del tabaco.
Y he reflexionado, sudado y fumado
copiosamente.
La verdad es que me aburren esas imágenes de
fetos ennegrecidos, pulmones de látex negro, lenguas con cáncer o cuellos con
hoyos. Y además tengo unos cojones muy gordos, por lo cual no me asusta ninguna
estupidez, no tengo miedo, sinceramente.
Y ahora, van a ilustrar las cajetillas con
nuevas mierdas y mentiras que se han inventado para tener a los cobardes más
acobardados y a mí más molesto (me envidian tanto que están pensando
continuamente en hacer idioteces para irritarme). De cualquier forma me suda la
polla, uso pitillera de plata para llevar los cigarros.
Pero hay que ver como os manejan, borregos.
¿Por qué no ilustran las botellas de cerveza y
licores con hombres violando a mujeres, hombres y mujeres estrellando sus
coches con su familia, mujeres apalizadas y asesinadas por sus borrachos
maridos o hígados podridos de cirrosis?
¿Con cuánto dinero sobornan las industrias
alcohólicas a los presidentes, ministros de sanidad, funcionarios y a los
médicos? ¿Cuánto invierten los fabricantes de alcohol en comprar a estos
individuos para que no exijan el mismo trato con las bebidas alcohólicas que le
dan al tabaco?
Vamos a ver, gilipollas: el alcohol cuesta más
dinero público para su control (a nadie le hacen soplar en un tabacómetro para
ver cuanta nicotina tiene en sangre) y gasto sanitario, urbano y publicitario.
¿Sois tontos o simplemente borrachos?
El alcohol, habéis de saber, es el arma del
poder (al vodka en la antigua URSS me remito). Deja que un obrero o un ejecutivo
se emborrache y luego, cuando se les pase la curda, llegarán al trabajo con la
ilusión de que llegue de nuevo el fin de semana para mearse de nuevo encima. Y
lo obedecerán todo con su sonrisa de borracho de fin de semana. Acabarán
convencidos de que su vida no es una mierda y de que todos sus días son
diferentes.
Y una polla…
El alcohol os hace idiotas y borregos
bobalicones para los empresarios y el poder.
No os dais cuenta, tontos míos, como os dan
por culo.
En cambio, el tabaco es más elegante y conlleva
un descanso en el trabajo, y tranquilidad para pensar. Cosa que jode al
empresario, que suele ser muy poco listo, son personas básicamente con suerte
(recordad, estúpidos míos, aquello de que a todos los tontos se les aparece la
virgen).
Esto es una lección para niños de tres años.
Es tan evidente, que siento vergüenza ajena por vosotros, que os creéis que el
tabaco es el mayor daño.
Pues bien, como los subnormales que están en
el poder no van a ilustrar las botellas con “pictogramas” y los subnormales que
toman no lo van a exigir; yo he ilustrado las botellas con una foto a escala
1/25 de mi polla, para que cuando bebáis, si no pensáis en que sois unos
miserables borregos en manos de unos tipos que no son demasiado listos, al
menos os hagáis la ilusión de que os lleváis algo mejor a la boca que una
bebida barata.
A partir de ahora, mi polla en boca de todos.
Soy de una vanidad…
A propósito, yo solo bebo cocacola que engorda
la titola como bien podéis ver.
¡Hala, bebed hijos míos, esta es mi polla!
Que os lo tenga que decir todo a estas
alturas…
Pero que tontos sois, coño.
Y dejadme fumar
tranquilo u os parto la cara.Iconoclasta
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