Está fuera de tiempo y también de lugar, no cabe en ningún sitio ya.
Se degrada en torno a un mundo colorido, estúpidamente indolente e ignorante de su propia futilidad.
Hay multitud de seres respirando, de cosas ocupando espacio; pero no quiere decir que sean necesarios. Hay errores a todos los niveles, los cósmicos, cosmogónicos y humanos.
Unos piensan en viejos tiempos; pero yo pienso en el presente, en cómo acabar con tanta banalidad, con el miedo pornográfico que los borregos tienen a la libertad y sus palabras.
El depósito ferroviario, no es "vintage", es una bofetada contra los rostros de los palurdos sin cerebro, incapaces de trascender más allá de su vaso de vino, de un condón regalado.
No penséis en el depósito vacío como en la metáfora de los testículos secos, no seáis tan fáciles. Tan previsibles como el propio tren en su camino.
Estoy aquí, nací para explicaros y recordaros que sin vosotros, caterva de mediocres, el mundo seguirá igual, no mejorará porque vuestra presencia no afecta ni para bien, ni para mal. Tal vez, el aire tendrá un aroma más agradable.
El depósito de la estación de los recuerdos ha queda prisionero en un tiempo tal, que si tuviera vida, su salida sería el suicidio. Y el suicidio es cada vez una puerta más dorada, más prometedora...
Fue creado para almacenar agua y se ha convertido en un monumento a la decrepitud.
Es hermoso que sea así, que sirva de mortificación a los innecesarios respirantes. Que dure tantos años deteriorándose, que los estúpidos al mirarlo, se sientan como él vacío de agua.
Ellos vacíos de importancia alguna.
¿Entendéis ahora porque se empeño Cristo-leyenda en ser crucificado?
Quiso ser también un monumento a lo que se degrada y muere sin que ocurra nada.
No había Padre, ni Hijo, ni Espíritu paloma o cordero. Solo el deseo vehemente por hacer
vomitar de miedo al dolor a los idiotas.
Y demostrar con su fracasada e imposible resurrección, que tras una vida de mierda, no hay premios ni castigos, solo la nada.
Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.