Primero he tenido que ir a vomitar por las náuseas que me ha provocado el subidón de azúcar. Incluso he temido, por unos segundos, padecer diabetes repentinamente.
Es un fotograma de un video montaje que circula por las redes sociales como tictoc, tuiter o feisbuc ¡mayormente para adultos! Y son muchos bodrios por el estilo.
Entendería que fuera para niños de meses de edad hasta los tres años en una web Disney o un streaming con apartado infantil.
Pero cuando algo así se expone para adultos, solo puede tratarse de una secta como la de Midsommar (2019), muy bucólica al principio; pero luego, a meterse ácidos y beber vasos de brebajes de menstruación y pelos de coño, por decir lo mínimo de la película (grandiosa en su dureza y descripción precisa y exhausta de las sectas del mal).
Pues con el conejito, el patito y las fresas perfectas pasa lo mismo.
Como paseo habitualmente por el bosque, sé que lo que más se ve son animales muertos. Por una simple ley de supervivencia, la vida tiende a esconderse para protegerse. Necesitas muchas horas en el bosque para empezar a distinguir vida. Eso ocurre cuando tu olor extraño de colonia, desodorante y ropa con suavizante se ha diluido. Cuando tu ropa y piel huelen a bosque.
Mientras te adaptas o te diluyes en la naturaleza salvaje (no en una reserva para turistas), salvo las inalcanzables aves, la naturaleza mayor y habitualmente te muestra (28/04/2023):
Y observar la tragedia y constatar las leyes de la naturaleza es fascinante y emotivo como pocas obras pueda realizar ningún artista. Y es tu mundo, tu planeta, tu realidad indiscutible.
O sea, que la proliferación de imágenes y videos alegóricos para adultos solo lleva a una conclusión: la infantilización de los adultos, adoctrinarlos en que viven en un paraíso. Y lo que es peor, que el paraíso es obra y gracia del Nazismo poscoronavirus. Y como en todo paraíso, el árbol prohibido, son las fresas (que oportunamente o han subido una burrada el precio o no encuentras por la “sequía”).
Es planetario el mensaje ideológico, adaptable a cada país. En el caso del nazismo poscoronavirus español el conejito es el Caudillo Español Nazi Pedro y el patito la Vice Caudillo Española Nazi Yolanda. Las perfectas fresas son el fruto que le roban al trabajador, porque el trabajador debe comer cosas agrias y feas que sean ecológicas y cumplan con los requisitos de la agenda climática 2030 de extorsión y humillación a las clases pobres o trabajadoras. Las fresas hermosas y perfectas son solo para los jerarcas que se sacrifican por ti. Porque si comes las fresas prohibidas, tu salud se resentirá y el Estado vela por ella mientras seas capaz de tributar. Y cuando llegue el momento, se te encerrará en un geriátrico donde morirás de humillación o hambre por un coronavirus que han decretado.
No comas fresas, come grillos cocidos, porque lo frito es malo también para tu salud.
O tal vez el mensaje sea que, si eres tierno y blandito, se te permitirá un día comer fresitas en el bosquecito; sé cariñoso y tierno para con tu Estado.
Nada ocurre por casualidad y cuando las redes se inundan de mierda, es que excrementos quieren que comas.
En esta época de nazismo, extorsión al trabajador, adoctrinamiento en el homosexualismo, robo de libertades y necesidades biológicas y, coacciones para que te metas en la sangre los productos de las grandes corporaciones farmacéuticas del Estado (por las acciones que han invertido sus jerarcas en ellas), es algo que de verdad huele a podrido por muy tiernos que sean los peluches.
Te harán tragar pelos púbicos con azúcar y sangre sucia. Y verás pollos asados moverse diabólicamente en la mesa de navidad.
😀😀😀😀 ¡Jajajaja!
Aunque no es de risa, es un terror tan invisible como el cáncer oculto y comiéndose tu cuerpo desde dentro.
Qué coño… ¡Jajajajajajajaja! Patitos, conejitos y fresitas.
No mames, wey….
Iconoclasta