Yo os deseo toda la felicidad del mundo.
Es mi voluntad que allá donde estéis, donde quiera que os encontréis, seáis felices.
Que la suerte os sonría, que el amor os posea. Que sea todo maravilloso.
Que vuestros hijos se sientan dichosos, libres de pecado y enfermedades, que vuestros días sean radiantes, que mil ruiseñores os despierten al amanecer con los primeros rayos de sol.
Que vuestro paladar sea saciado con los más exquisitos manjares. Que el goce físico del placer sexual os catapulte al paraíso.
En estas fechas y en cualquier otra en la que partáis de vuestros hogares hacia unas
vacaciones; yo os deseo todo lo mejor.
Deseo que la fortuna os sonría, que el dinero llene vuestros bolsillos.
Deseo con toda mi alma que no debáis realizar ningún sacrificio nunca más, que vuestras cansadas manos reposen en la piel templada y suave de vuestro amor.
Deseo que vuestro alojamiento se convierta en un palacio y vuestro vehículo en un carrusel de dicha que os transporte allá donde vuestros sueños dicten.
Deseo que como a Moisés le ocurrió, se abra el mar a vuestros pies y os muestre la belleza que esconde.
Deseo que seáis tan felices, que no necesitéis volver jamás a la gris ciudad, al penoso trabajo.
Deseo que os olvidéis de obligaciones, presión y cansancio.
Deseo que seáis inmortales y eternos en vuestra dicha, en la perfección del sueño cumplido.
Que no envejezcáis, que no muráis jamás.
Que ningún dolor os haga entrecerrar los ojos.
Deseo que seáis tan felices, tanto, que no queráis volver.
Ahora y siempre lo deseo. Si tuviera que aprender a rezar para conseguir vuestra dicha allá donde vayáis, aprendería.
Y es que he perdido toda esperanza de que una catástrofe borre vuestras vidas del planeta.
Sólo me queda la esperanza de que vuestra felicidad y suerte sea de tal magnitud que no volváis jamás. Que no deseéis volver porque lo tenéis todo para siempre, hasta la vida eterna.
No quiero que volváis jamás, no os quisiera volver a ver.
Os deseo todo lo mejor, cualquier cosa por no veros más.
Feliz Navidad y que seáis más felices que nunca.
Porque cuanto más lejos estéis, más feliz seré yo, apestosos.
Buen sexo.
Iconoclasta
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