44 años y contando... Contando que han sido 44 años de fracasos. Nada de lo que deseaba se ha cumplido, bueno si; el escribir. Siempre he deseado escribir, es lo único que está en mi mano. Es lo único que se gesta en mi cabeza sin contaminantes externos.
Nada se ha cumplido, los fracasos han sido caprichosos. No es nada malo, porque los fracasos de algunas de mis voluntades, posiblemente me han llevado a un mejor camino.
Pero no soy tonto, demasiadas veces he rabiado como un animal. Es injusto esto de contar años cuando la fiesta no es como a uno le gustaría.
Cumplí 43 con una pierna rota, ahora 44 con la pierna que ya puede sostener mi peso, andar...
Hay unos nervios en ello, un ansia indescriptible ¿sabéis que tras tanto estar en reposo y sentado, ahora que puedo caminar me siento un traidor a mí mismo cuando me siento? Nací en el año chino del tigre, pero sólo me parezco a él en mi ir y venir en una reducida jaula.
Es como si el hecho de sentarme a escribir estas líneas, fuera una traición a mi vida. Ahora estar sentado y escribir es un acto de sabotaje a mi pierna, a mí mismo.
Perdonad que no haya estado todo lo que debiera, pero han sido unos días de no saberme relajar, de no sentirme a gusto con nada. De andar, de andar más... Terriblemente despacio, sin hacer caso del dolor, de los ruidos de las articulaciones.
Es el ansia desatada después de un año entero de práctica inmovilización. Y tengo un bastón de madera... No es bonito, pero no es una muleta aparatosa de metal frío y goma ortopédica.
Más adelante, si lo continúo necesitando, compraré un bonito bastón como Gala, pero en macho, no os vayáis a pensar que mi sexualidad se ha tornado tolerante o cosas de esas por las que uno sonríe con malicia.
A veces tengo miedo que se rompa la pierna de nuevo, y piso más fuerte para que ello ocurra y no me haga esperar demasiado.
No soy miedoso, sólo impaciente.
Pero dentro de mis mejores fracasos, el mejor con diferencia es este grupo y los que he conocido. Ha sido un tremendo fracaso conocer tantos escritores, o tantos lectores. O tantos humanos que no se sienten del todo a disgusto con lo que a veces escribo.
Un fracaso que me hace sentir afortunado. Suurgiendo de la nada, el Iconoclasta y sin propaganda ha acaparado los mejores escritores y escritoras. Las mejores personas sin más necesidad que el escribir y comunicar miedos y fantasías.
Es la función de escribir.
Besos y abrazos a todos, estoy volviendo poco a poco a la carga. Ya me estoy cansando de caminar... ¡Ja!
Buen sexo.
Iconoclasta
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