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8 de septiembre de 2019

Prensa evangelista


Hay tal cantidad de ignorancia, ergo desinformación, que los periódicos de media y gran tirada se permiten escribir editoriales doctrinales sin pudor alguno, como las hojas parroquiales de los domingos.
En definitiva predican como en internet lo hace la chusma, ganan lectores y prestigio para tener influencia y vender sus servicios al poder.
Tan paternalistas y moralistas como el mejor de los panfletos falangistas o comunistas de antaño.
Es pura literatura barata evangélica con sus “creemos que” “legislación bienvenida” “dificultar acceso a los jóvenes” …
Predican de una forma retórica y sibilina dando la bendición a un ministerio (como el periódico La Vanguardia, por ejemplo) que la educación de los hijos la debe proporcionar el estado. Y el estado cuidará de su salud y les instruirá en ella. Igual con sus hábitos de comida, bebida, sobre los peligros de fumar y los beneficios de beber alcohol.
Porque continúan callando, los muy putas periodistas, médicos prostituidos y otros funcionarios inquisitoriales; que los crímenes de toda calaña, los accidentes mortales laborales y de tráfico, el hundimiento afectivo de las familias, la ruina de la economía doméstica y la salud son la consecuencia del alcohol, no del tabaco.
Esconden los muy putas periodistas las grandes concentraciones de estudiantes borrachos y las grandes manadas de obreros ebrios y narcotizados semanalmente en las salas de fiesta y baile de cualquier puta capital del mundo. Y es socialmente aceptado que el fin de semana existe para emborracharse, aunque se maten durante el proceso (cosa que me da algo de esperanza, sinceramente y con alivio lo escribo).
Es mejor un borrego narcotizado como sea, que fumando y recapacitando durante un descanso en la esclava jornada laboral. Y por supuesto es mejor que aspire toda la mierda de un disco abrasivo, que el humo de un cigarrillo.
¿De verdad los idiotas lo son tanto para no ver lo obvio de la manipulación? ¿De verdad creen en la prensa y en su “Creemos que”?
La prensa evangelista calla lo obvio y lo molesto para que el poder le acaricie la cabeza.
Seguramente estarán deseando que el estado eduque a los “jóvenes” como obreros, como especialistas, técnicos o catedráticos según un análisis genético; pero sobre todo por la influencia y dinero que las familias puedan tener en el gobierno materno-paternal que cuida (intentan) de todos nosotros de mierda.
Estos periódicos, sueñan con constituirse en los privilegiados portavoces (una especie de BOE franquista o como el Pravda de la Unión Soviética exterminadora) de un nuevo falangismo o comunismo disfrazados de un Gran Hermano con falso pelaje democrático.
Tolerante y exquisitamente educado hasta la náusea.
No es de extrañar que las secciones de cartas de los lectores, sean un catálogo de mediocridad y pedantería donde los afines al régimen del paternalismo y la coba a los gobiernos y sus políticos, escriben de su amor por esta sociedad, su integración y lo muy muy muy respetuosos que son. Aburren hasta la médula de los huesos.
A mi hijo, ni el estado y mucho menos un periódico con ansias de ser el evangelio de la moralidad le ha enseñado nada.
Yo lo he instruido y educado sobre la vida, le he facilitado acceso a conocimientos y no ha doctrinas castradoras. Lo he educado alejándolo de toda esa falacia de trabajo en equipo y la ferviente fe en las instituciones corruptas y tiranas.
Y desgraciadamente no fuma porque no quiere, muchas veces le he invitado a hacerlo.
Afortunadamente, tampoco bebe.





Iconoclasta