Con mucho cuidado te agachas para recoger la moneda que ha caído, y al primer crujido de la cadera te cagas en dios por tu mezquina avaricia.
Que los cojos tengan fama de malhumorados es lo que menos les importa.
(Memorias de un lisiado cojo)
Y si follas con alegría, calambre...
(Memorias del mismo lisiado en otro momento embarazoso)
Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.