Iconoclasta, provocación y otras utilidades para escapar del negro abismo del agobio.
29 de junio de 2020
Fast & Fascismo coronavirus
Pocas películas usan tantos medios para convencer a los ignorantes de lo maravillosa que es la actual sociedad occidental. Es tan edulcorada, que incluso es peligrosa su visión para los diabéticos.
Fast & Furious 8 es el mensaje doctrinal por excelencia, se ha convertido en una película de escuela infantil y juvenil.
Rozaría la caricatura sino fuera porque pretenden que sea una parábola religiosa en la que se ensalzan las grandes virtudes religiosas y éticas como la obediencia, la fe, la moral, la honradez, la ética, el valor, el esfuerzo, su triunfo y recompensa; familia, amistad y más mierda que te va saltando a los ojos como un cuervo hambriento. Todo ello en un ambiente y lugar saturado de banalidad, materialismo, embriaguez y sexo de postal. Las tías que aparecen entre los coches, tienen el coño relleno de goma espuma y más seco que la mojama de perfectas que son. Los penes de los pavos motorizados serán pequeñitos pero juguetones y desprenderán aromas de miel y hierbabuena para atraer a las idiotas de buen follar; y en lugar de semen escupirán aguas frescas de muchos sabores y colores. Serán eso sí, obscenamente fértiles y tendrán pequeños hijos cabestros como ellos mismos.
Mismamente como si toda esa alegría, sensualidad, riqueza y erotismo, fuera la forma de vida habitual de una sociedad deprimente, represiva, cobarde y masacrable.
Esas escenas de mal cine son la versión pornográfica de la mísera sociedad cobarde, triste, adocenada y ebria que me explota en las narices.
Porque sinceramente, después de haber visto la cara más repugnante de esta sociedad con el coronavirus, ver siquiera el inicio de la estúpida película, ha rebasado mi capacidad de aguante.
Será espectacular el número de aplausos de los sincerebro cuando sus dictadores cobardes del fascismo del coronavirus como Sánchez o Iglesias en España, decreten la encarcelación de los enfermos en los campos de concentración que están preparando (según tenían pensados ellos mismos y dijeron públicamente en ruedas de prensa) con el nombre de “arcas de noé”.
¿Seguirán haciendo mierda de películas como fast & furious? Seguramente las harán aún peores, porque todo arte y ciencia se ha prostituido a las tecnodictaduras del coronavirus.
Por supuesto, cuanto más miserable es un país, más represiva es su dictadura y mayor número de muertos y enfermos causa: España es el ejemplo mundial del fascismo más letal en la actualidad.
En definitiva, quien tenga algo de cerebro, cuando su hijo vea una película como la mentada que lo eduque: esas películas son propaganda de los gobiernos del coronavirus. Nadie es así de rico y feliz de mierda en esta puta sociedad, solo unos pocos que han nacido con suerte en un lugar y tiempo adecuados a ellos.
Porque cada noche de viernes y sábado escucho a los borrachos vomitar y llorar su apestosa vida.
Y cuando follas rabos y agujeros huelen a orina y mierda, hay que ser explícitos en este punto; sin piedad.
Decidle a vuestro hijo sin ningún pudor que la vida en esta sociedad que le ha tocado vivir es una continua miseria de esclavitud, pobreza y podredumbre mental. Rigurosa y severamente controlada por unos políticos que han vestido su feroz fascismo de paternalismo y buenismo.
No permitáis que se convierta en un reguetonero borracho que a los cuarenta años aún seguirá pensando que será un multimillonario con kilos de cadenas de oro en el cuello y cien putas a su disposición cada noche.
Y por favor, no le dejéis que se haga maricón o tortillera por consejo de sus profesores (corre un grave riesgo de que ocurra), preocupaos por su educación; no dejéis nada de las cuestiones de ética y cultura en manos de los docentes que solo buscan convertirlos en bestias serviles afines a los medios de represión y control.
Que no se fíe nunca del cine, la literatura y la cultura de esta época, son falsas y conducen directamente a la persecución y asesinato de la creatividad del individuo para que el adocenamiento de los nuevos dictadores del buenismo lo llene y arruine todo.
Y bueno, si no hay más remedio que ver una mierda de película, que sirva para que entrenéis vuestro vocabulario de insultos llevados por el ambiente propicio a ello.
Jamás morirán los que deben, así que esto va para largo, hasta que venga un Nerón maricón y le pegue fuego a todo de una vez por todas.
Iconoclasta
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