A veces quisiera tener largas uñas para desnudarme más profundamente, para mostrarme tal como soy por dentro y desde dentro, y provocar hasta vuestra vergüenza; haceros girar la cara asqueados.
Sonreiré con demencia, con esquizofrenia incontrolada. Yo no disimulo nada, estoy hasta la mismísima polla de disimular.
No hay asomo alguno de reparo en mostrar mi desnudez, tal vez sea un patológico exhibicionismo suicida. Os observo hurgándome la nariz.
Quisiera más que desnudo, posar al lado de mi alma curtida y estirada al sol.
Un pellejo de cerdo teñido de reproches.
De rencores ancestrales, genéticos. A lo mejor vosotros veis el origen; ningún camello se ve su propia giba. Discutid las razones, por lo menos así tendré algo de importancia en el orden general de las cosas. Teorizad sobre el génesis de mi envidia, de mi odio, de mi incomprensión; soy ahora el modelo de la decadencia humana; aprovechad ahora que no escupo mi sangre venenosa.
Soy un rumiante de la miseria, de la hediondez.
Quisiera tener largas y sucias uñas, un animal que vive bajo las raíces; que se alimenta de sus propias frustraciones, demencial y profundo. Doblado en una madriguera arañando tierra hacia abajo, hacia ningún lado.
No hay lirismo en ello, ni metáfora que me salve de mi saña caníbal; es simplemente lo más execrable de mi ser alumbrado por el sol desecador. Hoy no quiero ponerme en pelotas y alardear de mis cojones pletóricos de semen, pulsantes de deseo carnal y reproductor. No pretendo escandalizar ni provocar una risa, tan sólo deprimir, deprimir al mundo entero, a humanos, a animales, pudrir las plantas...
Soy tan malo a veces, que siento terror y escarbo más profundamente para huír de mí.
Como hace mi alma al doblarse, al plegarse sobre sí misma y de alguna manera, separarse de mí. Un viaje astral por el que nadie pagaría.
Para eso aprendí a trazar pensamientos con tinta, para ser deprimente para ser el espejo de la mierda humana; tal vez uno nace como muestra de lo que no ha de ser parido. Coño... esto es un mal viaje, un chute en vena y la vena se ha roto. Demasiado caballo, demasiado seguido.
Si fuera droga lo entendería.
Quisiera que mis largas y sucias uñas, estuvieran melladas y fueran peligrosas, fuertes para rasgar así mi vientre y dejar que rebalen y se tiendan al sol las entrañas, como la cuerda es tragada por el pozo. Con un chapoteo sangriento cuando el último centímetro de intestino salga del vientre abierto.
Eso es estar desnudo. Esa es mi desnudez, la total; la que ofende el buen gusto y la lógica.
La que me hace estúpido.
Me place exhibir mi cuerpo por dentro. ¿Creéis acaso que es perfomance? Estáis equivocados, esto es un simple suicidio, es hacer mutis por el foro sin caer en la tentación de ser genial ni ser simpático. Sólo quiero ser repugnante, me metería en el culo una vela encendida para ser más desagradable al morir; la perfección es siempre incómoda.
Un tío mierda que se destripa delante de todo el mundo sin que él mismo sepa porque.
Y tampoco necesito que me deis importancia, con mi egoísmo y mi vanidad me voy bien acompañado.
Incluso distraído...
Joder.
Quisiera tener largas uñas, sucias y melladas. Peligrosas e infecciosas para llevarme conmigo a medio mundo.
Un aplauso al degenerado.
Iconoclasta
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