¿Es este nazismo o fascismo sanitario doctrinal homosexual instaurado mundialmente por medio de la epidemia del coronavirus, realmente un método de control demográfico de la población humana?
Dejando de lado lo fácil que es para la casta política conducir reses humanas desnaturalizadas por adoctrinamiento ideológico sexual y dietético; esto es: sin apenas instintos reproductores o territoriales y atonía física. Esta agresiva e inquisitoria campaña pro homosexualidad y su modelo de femineidad misándrica indica que el fin primero de este fascismo o nazismo sanitario homosexual pretende el control de natalidad de la población.
La perversión ideológica estatal de la sexualidad biológica o coito reproductor, hacia la homosexualidad y las facilidades legales que el fascismo sanitario homosexual otorga a las parejas homos, así como las ayudas económicas a la mutilación genital y corporal para realizar el cambio físico de macho a hembra o hembra a macho. Amén de una amplia campaña institucional doctrinal que evangeliza a toda la gama de edades del mundo estudiantil sobre las grandes ventajas de la homosexualidad y la conversión médico-quirúrgica a otro sexo. Así confirman que nos encontramos ante un proceso de control de la natalidad de ideología y estrategia homosexual.
Es posible que ante el coste de las pensiones y a que el trabajador va a retrasar muchos años su edad de jubilación (veremos morir ancianos en su puesto de trabajo), es necesario rebajar el nivel reproductivo de la población humana. Y han pensado que mejor que la guerra (que afectaría traumáticamente a las propiedades y riquezas de la casta política), el homosexualismo y una buena dieta de debilitación físico-cerebral son opciones mucho menos traumáticas para el estado y sus jerarcas.
El acto sexual homosexual es absolutamente estéril hoy día; sin embargo, la sociedad homosexual podrá adoptar un exceso de hijos nacidos cuyos padres los pongan en venta, hayan muerto o bien, viven las crías humanas en lugares de miseria y hambre por guerra o calamidades climáticas. Se percibe así, un nuevo mercado de tráfico de crías humanas para familias homosexuales; con todas las garantías legales y reglamentado al uso del nazismo o fascismo sanitario homosexual.
Es una mirada a un futuro hiper despótico no lejano, en absoluto; de hecho lo estamos pisando.
Iconoclasta