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18 de octubre de 2016

666 Reflexión sobre el dolor




Prefacio.

Una reflexión de Gerardo Campani, 19/10/2016.

"...no piden perdón ni clemencia, solo esperan la muerte. Y es que no desearían estar vivos y recordar todo ese dolor." (666)
Casi textual de mi pequeña crónica de las dos semanas de infierno después de mi cirugía. "No aguanto más, déjenme ir, abandono, no me interesa más la vida". Pero todo va bien, aguantá un poco, en unos días te vas a casa. "Abandono ya, me quiero ir ahora." Bueno, bueno, ya pasa, dos o tres días y te vas a casa. "No quiero irme a casa, me quiero ir de la vida, renuncio." Eh, por qué, no hables así... "¿Dos o tres días? Carajo, ¿no saben que en el presente está la eternidad? Tengo acumulada una deuda incobrable, ningún futuro puede pagarme esto."
Así es el dolor. Yo lo sé. Pablo también. El buda lo supo. El mundo es dolor. Las estrellas explotan y presumimos que no lo sienten, aunque quién sabe. ¿Las plantas? Qué sé yo. Los animales sí, seguro, aunque tal vez no puedan presentir la eternidad del dolor. Los hombres sufrimos peor que las vacas degolladas en el matadero. Es así. Que lo narre la bestia o el rey Salomón, tanto da, es el mismo dolor. La literatura es un artificio que consiste en narrar en tercera persona, como Stephen King, o en primera, como Pablo aquí y Poe allá.
Las truculencias de este texto son contingentes, ¿cómo se supone que debe hablar la bestia? Así como habla, claro. No hay que confundirse, ni extraviarse en esas truculencias propias del sujeto narrador, porque ¿de qué va esto? Hay que ver el epígrafe: "Reflexión sobre el dolor". De eso va.

Me saco el sombrero ante semejante muestra de maestría literaria.


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Un filamento de baba une mis labios con el clítoris duro y dilatado de mi Dama Oscura. Me enderezo tras besar su coño.
De mi glande se desprenden pesadas gotas de semen que caen en mis pies y sobre el rostro del cadáver que piso inmóvil, normalizando mi respiración.
El cadáver lo he hecho yo. Mi Dama lo ha conducido hacia mi oscuridad y crueldad por la vía del dolor.
Del insoportable y terrorífico dolor que a vosotros primates, os transporta veloces como una corriente eléctrica a la locura.
Ha caminado seis pasos hasta situarse frente a mí con los genitales despellejados (la Oscura le ha practicado una circuncisión que se ha extendido desde la punta del  prepucio, hasta la base del pene, arrancando el peludo pubis y el escroto).
Avanzando hacia a mí extendiendo sus manos, con el único testículo que le quedaba desprendiéndose, me ha pedido muerte pura, muerte liberadora.
La Dama Oscura es eficaz, conoce todos los puntos de dolor y alguno que ha inventado.
No había nada de raciocinio en él. Sus ojos estaban vacíos de humanidad como sus dedos vacíos de uñas.
Vacío de todo lo que ese Dios maricón le dio.
Y si hay algo que estimule la irrigación sanguínea en mi sagrado y oscuro pene, es el dolor humano.
La respiración agitada de mi Dama Oscura hace oscilar sus pesados pechos coronados por duros pezones oscuros. Con una lascivia inusitada, escupe lenta y ostentosamente el semen que le he vertido en la vagina, contrayéndola con habilidad, como si hiciera lo contrario de parir. Con sus hermosos muslos brillantes de babas sexuales, el semen se escurre por su ano en una imagen de inédita obscenidad en la historia del planeta.
Odiamos la reproducción, de la misma forma que somos muerte y tormento.
Le he colocado al mono en una fosa nasal el cañón de mi Desert Eagle .50 en vertical y he disparado. La parte superior de su cráneo ha desaparecido desintegrando el cerebro en forma de un géiser ultrasónico.
Después he penetrado a mi Dama Oscura encima de la mesa del despacho pisando el cuerpo muerto. Hundiendo mis pies en su carne átona, como una alfombra maloliente y viscosa.
Es importante un buen decorado para el sexo.
El caos de los cuerpos destrozados hace de nuestro acto hedonista, sucio y salvaje un ritual sagrado, una comunión que nos sume en la aberración más satisfactoria.
Dios crea y yo destruyo. Dios llora y yo me meo. Dios los atormenta con sus juegos de maricón, yo les robo su humanidad con el dolor. Dios es un hipócrita, yo pongo las cosas en su lugar.
Dios es homosexual con sus ángeles y condena a los primates que se dan por culo.
Las leyes de los primates, son el reflejo de su hipocresía e ignorancia.
Dios da dolor, le gusta provocar daños y que se le rece para que cesen.
La diferencia es que yo lo hago personalmente, a través de los tiempos y los espacios. Dios es una bola de manteca sin movilidad, yo soy el dolor omnipresente que conduce veloz como una flecha a la aniquilación de la vida sin lugar para la esperanza.
Cuando un primate mira a mis ojos, sabe que va a morir en un instante, que no habrán despedidas y que su dolor no tendrá ningún efecto en mí. Y eso es la desesperanza más infinita, porque no le sirve de nada rezar.
Sabe que Dios no puede salvarlo de mí. Yo despierto los instintos más arcanos y primitivos en el cerebro de los primates, ese pánico, esa certeza de su muerte imparable, es antiguo como su genoma.
Diez minutos de tormento conmigo, equivale a vivir ese instante durante dos vidas. Al minuto que he empezado a trabajarlos, no piden perdón ni clemencia, solo esperan la muerte. Y es que no desearían estar vivos y recordar todo ese dolor.
Yo aniquilo esperanza y vida. Dios solo hace las cosas a medias.
Lo que estoy pisando, la carne muerta sobre la que he follado a mi Dama Oscura, era un juez, el más digno representante de Dios en la tierra.
Los jueces son los lacayos de los primates más poderosos, ergo lo son de Dios.
Su toga rasgada, que deja al descubierto la carnicería en que se han convertido sus genitales, es ahora un trapo lleno de inmundicias.
El simbolismo... Me encanta dejar mis mensajes diáfanos y directos. La ley humana es un trapo con el que limpiar mierda.
Y la ley de Dios, también.
Ilustrísimo Sr. Juez  De Castro y Cardenal, eso dice la placa sobre la mesa de su despacho. Lo elegí al azar, porque todo juez es culpable de vanidad y petulancia. Solo un mal tipo puede ambicionar decidir sobre los actos de otros seres. Son peligrosos los jueces, mala gente. Auténticas víboras.
Más de un primate besaría mi ano por lo que he hecho.
Mi Dama Oscura, se arregla la microfalda de piel negra que apenas le cubre el final de sus musculadas nalgas y se limpia los regueros de semen y orina que bajan por sus muslos. Tira los pañuelos de papel sobre el rostro irreconocible del primate juez.
Y me besa, me mete la lengua en la boca causando de nuevo excitación, aplasta sus pechos contra el mío con descarada voluptuosidad.
Le muerdo los labios haciéndolos sangrar. Ella gime de placer-dolor y se limpia con el dorso de la mano mirándome desafiante.
- ¿Los matamos a todos? -me pregunta con ansiedad señalando las fotos familiares que decoran el despacho.
- Sí, pero primero vamos a cenar, mi Oscura. Tenemos tiempo, mi hermosa crueldad impaciente.
Se levanta la falda de nuevo para mostrarme como se acaricia el monte de Venus hasta la raja de su coño.
A veces temo por ella, que me desespere como ahora y la destroce follándola.
Salimos del edificio judicial sin prestar atención a los policías muertos en el vestíbulo.
Son las  nueve de la noche, mañana antes de las cuatro de la madrugada habrá muerto esposa, hijos y nietos de su Ilustrímo Sr. Juez de Castro y Cardenal. Porque todos llevan el mismo estigma de lacayos de Dios y el poder.
Soy yo el que condena y ejecuta, con decisión y rapidez. Sin diligencias previas.
Todo primate que intente usurpar mi trabajo, morirá. Y su esposa, sus hijos, sus nietos, sus hermanos, sus padres y sus abuelos...
Será exterminada toda su línea sanguínea.
¡ÉL Y TODA SU DESCENDENCIA SE PUDRIRÁ CON UN DOLOR ETERNO EN EL INFIERNO!
Siempre sangriento: 666.




Iconoclasta

17 de octubre de 2016

Lo complicado de amar


Como si la vida no fuera complicada, ellos, a pesar del poco tiempo que disponen, se enamoran.
Y ofrecen lo que les queda de vida a su amante.
Regalan la exclusividad de su pensamiento y su corazón con suicida generosidad.
Y no piensan, no consideran que algo pueda ir mal. No hay tiempo más que para amar.
Los sexos ávidos, húmedos, calientes... No aportan beneficio alguno a la razón. Y suma y sigue, aunque duela; aunque por una sonrisa haya que pagar con quinientas lágrimas.
El amor se hace con complicaciones insalvables.
No es inversión de riesgo, es de dolor. Un dolor de cojones.
Un dolor bello, hermoso, narcótico.
Solo autorizado para mentes formadas y libres. No es cuestión de edad, es cuestión de locura.
Y da trascendencia a la vida.
Una profundidad que la serenidad no puede ofrecer a la puta vida y su puto amor.
Los enamorados no ven que corren veloces al precipicio.
Saben que algo puede salir mal, que un día sus tripas se harán de piedra y se doblarán con un dolor insoportable en algún rincón oscuro donde gritar en silencio y  ocultos. Sorbiendo lágrimas que se vierten salinas en los labios temblorosos.
Si se ha de amar, amas sin contemplaciones, aunque sea en el último minuto de vida.
Aunque joda.
Tal vez el amor muera pronto; pero no es preocupante. No se debe perder el tiempo en lo que no se puede controlar. No se debe detener el arrebato, porque el resultado es un morir triste.
Cuando amas no eres optimista o pesimista, simplemente haces lo inevitable. Y te enfocas en ello, lo que pase se afrontará.
A los enamorados les importa poco el norte o los precios de la compra.
Deben amar y al amor es a lo único que se deben.
Y pisan vidrios con los pies descalzos anestesiados por el beso profundo y lingual que parece conectar el corazón y los sexos.
Están locos los amantes, hasta su organismo se encuentra en jaque.
Lo complicado de amar radica en la total ausencia de razón, en su irreversibilidad hasta que se agota el amor o mueren con el corazón hecho trizas.
A veces me sangran las uñas, porque no me doy cuenta que no es su piel la que acaricio, es el filo de un cuchillo, suave como el cauterizante amor.
Que mueran los amantes, que mueran uno en los brazos del otro.
La tragedia está servida.
Señoras y señores, amar es complicado. Que nadie se engañe.
Y un poco suicida.



Iconoclasta

14 de octubre de 2016

Certificado de Existencia

http://manuscritosiconoclastas.blogspot.com.es/2016/10/certificado-de-existencia.html

 Mediante el presente documento, yo Iconoclasta, certifico:
    
Que he follado e ignorado.
Que he sido padre y bastardo.
Que soy el único dios y pecador contra mí mismo.
Que he llorado y he llorado.  Incluso recuerdo una vez haber reído.
Que he sido esclavo y muero libre.
Que he sido asfalto y hormigón y ahora soy humus de hojas de otoño.
Que amo a gritos furiosos, con la polla dura y el corazón desgarrado.
Que odio con la pasión con la que amo.
Que no creo en el perdón ni el arrepentimiento.
Que la vida me duele.
Y he escupido sangre.

Que tome nota el cabrón del notario, que para eso cobra una pasta.

Nadie recordará que un día existí, incluso yo me olvido que soy. Mediante el presente documento me hago visible a mí mismo.

En algún lugar del planeta:



Iconoclasta

Manuscrito en: http://manuscritosiconoclastas.blogspot.com.es/2016/10/certificado-de-existencia.html

10 de octubre de 2016

La dimensión amor


No tengo lo que quiero. No estoy donde debiera.
¿Cómo puedo reparar el error que soy?
No es cuestión de espacio, ni cuestión de tiempo.
Es un problema dimensional.
El amor es la dimensión perdida, ignota.
Ahora lo sé.
Es la dimensión hermosa y trágica que pervierte, desfigura y hace espejismo de las dimensiones táctiles que rigen el cuerpo y el entorno.
Los brazos vacíos de ti demuestran que eres mi dimensión absoluta. Porque abrazo el aire que tú deberías ocupar y siento la dicha de la calidez de tu piel.
Y la pena de un vacío que me dobla al instante siguiente de ser consciente de que solo es aire lo que templa mi alma.
Mi semen es un condensado de pena y frustración cuando me aferro al pene con la ira de no tenerte.
Y otras veces mi semen brota alegre, blanco y lleno de vida. Cuando dices que me amas con tus pechos obscenamente endurecidos por esos descarados pezones.
Ahora, en este instante es deshecho de miserias, errores e imposibilidades.
No sabía que pudiera correrme con un llanto desesperado. Mis dedos gotean una miasma de la tristeza.
No lo supe hasta que te encontré hermosa, imponente... Hiciste un demente de mí con dos palabras.
¿Entiendes por qué amar es tragedia?
No podemos fundirnos el uno con el otro como se funde el pensamiento.
La parte física es un problema irresoluble.
Y miro a mi alrededor con la boca sucia del vómito que produce la náusea vertiginosa al retornar de tu dimensión y todo es desconocido.
Desconcertante en su falta de color y sonido, en el frío que cala el alma y la hace de piedra.
Eres tú la dimensión que me falta para ser completo en todo momento. Eres tú la que lo llena todo de color y luz, de formas indefinidas y apasionantes.
Rompes la vulgaridad y mi tristeza.
No tiene sentido en las dimensiones vulgares abrazar el aire, que mis labios formen un beso que cae al suelo hecho añicos sin llegar a ningún lado. Y sin embargo, son cosas que cometo sin pudor.
Por eso creen que estoy loco. Sin embargo, ellos no saben, no sufren la dimensionalidad del amor trágico. Tus pechos obvios, tu cuerpo rotundo, tus manos en mi pene pulsante... Son precisas y concretas ondulaciones en mi dimensionalidad, en la nuestra.
Ellos no saben, no ven, no sienten.
Y no estoy loco porque reconozco la inmensa tristeza de no tenerte.



Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.

7 de octubre de 2016

Salvajes deseos



No sé cómo, ni dónde, ni con quién vives. Ni a quien amas.
No me interesa.
Y si alguna vez lo supe, lo he olvidado.

Metértela anula cualquier otra consideración en mi mente que no sea tu piel y desgarrar tu alma con mi rabo y mis uñas.

No quiero saber nada de ti ahora y lo que sé, lo anulo; me basta con arrancar violentamente tu blusa.
Tan violentamente que se pudiera decir que es violación.

No me dan miedo las palabras para susurrarte puta al oído.
Y  la envidia la capto mejor de lo que quisiera.

Me gusta que los ojos vacuos de los ajenos sientan envidia al ver como te penetro con brutalidad y gimes impúdica conmigo dentro.

Clavada a mí, clavado a tu coño. Rezumando entre la cópula viscosos líquidos de un placer que es más de bestias que de humanos.

Quiero hacer de nosotros un sucio pensamiento en la mente mediocre de los ajenos.

Alguien pudiera pensar que estoy loco, alguien pudiera decir que no te merezco; pero también podrían morir al tiempo que lo expresan ante nosotros, ante la cópula cuasi animal.
Te follaría encima de cadáveres, ignorándolos.

Que rabien rechinando sus dientes mientras los míos amenazan tus pezones ofrecidos con tus propias manos crispadas, temblorosas.

Separa tus piernas, sé obscena y méate ante el mundo gritando tu placer.
Méate, méate, méate...

Córrete, puta.
Y acaríciate con los dedos sucios de mi semen.

Córrete para mí, ante ellos y su sudor insano que les resbala por la frente como un cáncer viscoso y caliente.

El deseo es salvaje...
No... Somos nosotros los que hacemos salvaje el deseo.




Iconoclasta


1 de octubre de 2016

Cuchara doblada


Tu mirada y tu presencia me doblan, me arquean y tornan el mundo al revés.

Soy la cuchara que se dobla entre los dedos de un charlatán mentalista.
De un mal prestidigitador.

Me doblo por la fuerza del amor que sufro, me arqueo desesperado.
Me doblo para fascinarme con tu coño desde un ángulo y una altura apropiados.
Me doblo rendido a ti.

Pobre mago de feria, se cree el ingenuo que el poder está en sus dedos, en su mente.

Y eres tú  poderosa, hermosa, descarada, de labios húmedos ante el monolito trémulo que es mi bálano nervioso, venoso, cremoso...

Eres tú la que me doblas, la que curvas mi pensamiento duro y frío para hacer que todo en mi mente seas tú.

Soy una cuchara doblada que quiere posarse entre tus labios, que busca colmarse con el manantial obsceno que nace en lo más íntimo de tus piernas.

Soy la cuchara doblada en los dedos de un pobre mago ingenuo que no sabe de su torpeza.



Iconoclasta

28 de septiembre de 2016

Las lacras de Potter y Sombras de Grey



Es todo una gran mentira: no existe inteligencia en el ser humano, los creadores nacen como una especie de monstruos cada ciento cincuenta o doscientos años.
Entre jardín de infancia, primaria, secundaria, instituto y universidad, más o menos se invierten unos dieciséis años de tiempo para intentar adquirir conocimientos y cierta cultura (la cultura y el conocimiento no están reñidos con el buen gusto y la dignidad; no sé porque se empeñan en ignorar estas dos últimas cualidades).
Como decía: todo este chorro de años de culturización para acabar comprando el último panfleto de Harry Potter y hacerse una foto hortera y vulgar con la portada, como si lo fueran a leer.
Los que no lo han comprado es porque son habituales de las 50 Sombras chochas de Grey (pseudo-sado barato para mediocres amas de casa mal folladas y otras exquisiteces sin hábito de lectura como oficinistas de baja cualificación y reponedores de supermercado que se creen gerentes de algo).
El sistema educativo no ha fallado, el 95 % de los cráneos humanos solo aloja virutas de madera y algo de arena. El sistema educativo funciona perfectamente, está perfectamente adaptado a esos cráneos.
¿De verdad se puede tomar alguien en serio la tan cacareada inteligencia humana?
Mierda...
Esto no tendrá un final malo ni bueno, simplemente no tendrá final y todo será igual que ahora. Miles y miles de años avalan mi afirmación.
Buen sexo (sin varitas mágicas ni látigos de peluche).



Iconoclasta

19 de septiembre de 2016

Un golpeador cansado


Cuanto más me canso, cuanto más duele la vida, más la amo.
Y más golpeo.
Porque golpeando la vida, las vidas todas; me siento épico.
Y desahogo una presión excesiva en mis venas y en mi polla.
He destrozado el espejo que me refleja porque muestra un golpeador cansado, casi abatido.
Hay tanto tiempo y tan poca vida...
Quiero parecer fuerte, cruel a sus ojos.
A sus impresionantes ojos.
Que mis golpes sean el reflejo de la violenta penetración que le espera en el coño y en la boca.
Quiero ser ante sus ojos un héroe carnal de semen humeante y goteante.
Y golpeo la vida y sus mentiras. Y a los seres vivos o muertos.
Golpeo mi pene contra muros para aliviar la presión de amarla. Golpeo todo lo que se pone en mi camino, porque todo es obstáculo hacia ella.
He dejado una estela de niños, mujeres, hombres y otros animales muertos.
Ella vale todas sus vidas.
Me empeño en que la vida sea áspera y pesada para llegar ante ella como un golpeador sudoroso que promete un sexo sucio y sin escrúpulos, tan sucio como desesperadamente la deseo.
Yo no soy un caballero andante, soy un golpeador brutal, que ve el camino por las rendijas que forman los párpados contraídos por una ira tóxica.
Soy un héroe golpeador que no ayuda a los desamparados, los aplasta.
Me golpeo yo mismo, porque soy poca cosa y he de forjarme o reventar.
Y si algo saliera mal, aplastaré mis venas, porque yo no caeré de rodillas agotado buscando aire.
De pie o muerto.
Golpeo al enemigo innumerable, hay tantos que reventar...
Es un mal negocio, una batalla perdida; no tengo tiempo.
Pero es lo que debo hacer.
Soy un héroe sin final feliz.
La fatiga es delirante, hay quien imagina a Dios crucificado en el monte del Calvario. Yo lo veo en un apestoso vertedero y las gaviotas picotean sus ojos y testículos.
Y golpeo su divino cadáver porque me colocó en mal tiempo y en mal lugar.
Los dioses han de pagar por sus errores.
Mi vida es dura como el bálano erecto que sueña ser besado por sus labios lujuriosos.
A ella no le confieso lo cansado, lo cerca que estoy de morir antes que llegar. Porque a quien amas debes mentir con tiernos embustes.
Mentir es un acto de amor para cuidarla de la absoluta y demoledora verdad.
Soy el Brutal Golpeador de las Tiernas Mentiras y de Rostro Cansado. 



Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.

18 de septiembre de 2016

La sabiduría es el final


¿Es posible no escribir? ¿Qué exista algún día en el que no sea necesario hacer el pensamiento táctil y visible y pueda ser interpretado de mil formas distintas por mil bastardos distintos?

Para hacer un mundo distinto, un mundo más intenso que en el que me parieron; por ello escribo con sangre.

Observo esperando con cierto aburrimiento, esperando algo por lo que asombrarme; pero a cada segundo estoy más convencido de que vivo de más.

Solo veo mi sombra cada vez menos sólida.

Me diluyo...

Porque mi tiempo se ha cumplido y no tiene sentido vivir más.

No tiene aliciente.

La sabiduría es el final de la vida.

Vivir más de lo mismo es malo, es desperdiciar momentos de muerte.

De liberación.

No queda nada nuevo, no hay nada que esperar. Todo lo he visto, lo he vivido.

Los días son iguales como los gemelos de una fertilización in-vitro.

Esto y que no existen los extraterrestres, es lo que me lleva a la muerte con alegría.

Quien ama la vida, no ha entendido nada.

Es un ignorante.




Iconoclasta
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16 de septiembre de 2016

Cortejo fúnebre


 Las primeras nubes de un otoño aún no nato tienen una perfecta nitidez y una sólida grisentería. Es la deliciosa melancolía que hace importante e intensa la vida. Densa y palpable.
No es bueno morir en otoño, te pierdes lo mejor.
No mueras en otoño, me digo, me ruego.
Son el cortejo fúnebre de las alegrías (sus cadáveres) de un verano muerto y su ardor insoportable y sórdido.
Y está bien, son hermosas las cruentas plañideras vestidas de blanco sudario y gris llanto deslizándose en el cielo.
Les acompaña una luz límpida que anhelaba hace tiempo y relaja mis ojos duros y secos.
El silencio de las emociones muertas es un coro de hojas secas, de hojas agónicas zarandeadas por la brisa, pisadas con tranquilidad, como si no les doliera; una alfombra de luminosos amarillos y nostálgicos marrones que se hace tupida por momentos, hasta cubrir los zapatos.
Hasta cubrir los marchitos recuerdos.
Y así, con el color de la pureza y el plomo, y el silencio de un coro quebradizo; se forma el colosal  e imparable espectáculo de las altas tristezas y lo que murió hace apenas unos días, unos minutos, unos segundos...
Es una gota lo que ha caído del cielo en mis ojos, no es la lágrima por las emociones muertas, no es un llanto plañidero.
El cortejo fúnebre no llueve demasiado, solo entristece un exceso de alegría que ya degeneraba a la banalidad.
Y miras al cielo con los ojos cerrados gozando de la caricia de la melancolía.
Y da paz.
No mueras en otoño...



Iconoclasta
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15 de septiembre de 2016

La componenda institucional del tabaco


Por mí como si ponen la foto de un bebé descuartizado y su cabeza al horno con una manzana en la boca. Fumar es tan malo o bueno como vivir, así que se pongan en fila india para ir besándome los genitales mientras fumo.
Vamos a ver: ¿cuántos son los fumadores que no sufren cáncer?
Nadie piensa en esos datos porque el poder, el gobierno, lleva a cabo una campaña simple y descaradamente mentirosa. Y es tan eficaz porque solo cosas así de simples y falsas puede asimilar el pensamiento de la población.
O sea, saben muy bien unos pocos listillos, que a los idiotas se les repite unas cuantas veces una mentira y la asumen como dogma.
Las fotos de mujeres violadas, de niños maltratados y muertos, de hígados podridos, de accidentes mortales, de bomberos y equipo sanitario de un gasto desproporcionado, deberían figurar en las botellas de licores y cervezas.
Hay fotos de todo tipo, no son difíciles de encontrar ni hay que ser un genio de la publicidad.

 Cirrosis.

Ahí, en las botellas, es donde deberían estar, porque el gran gasto sanitario no es el tabaco, el gran gasto sanitario y las más bajas calidades de vida social se encuentran en la bebida.
Un fumador no precisa la asistencia de dos enfermeros y un equipo médico de urgencias, de patrullas de policías con alcoholímetros, de bomberos trabajando durante horas. De asistentes sociales atendiendo a los hijos maltratados por los borrachos. O las mujeres violadas o apaleadas.

Botellón.

Ahí se va el dinero, el gran gasto público.
No en el daño que hace el tabaco, siempre inferior además, a la mierda que dejan en el aire los vehículos al circular.
Por otra parte, nadie me prohibió nunca aspirar el humo de las soldaduras.
No, este asunto del tabaco es una gran mentira de políticos y millonarios para tener bajo control a la chusma.

 Accidentes de tráfico.

Como ocurre con el cambio de horario de verano a invierno. No sirve para nada  más que para provocar más gasto público en los ciudadanos con más funcionarios; pero es la forma más descaradamente (¿subliminal?) de los gobiernos de decir a su ganado: "Amanece y  anochece cuando nosotros queremos".
Es una granja de gallinas esta sociedad.
No soy tan cabrón e hijo de puta para preocuparme en el gasto que provoca el rescate de un escalador o un esquiador al que tienen que socorrer. De quien se accidenta  practicando esos deportes idiotas y sin gracia "de riesgo", como la suprema estupidez del puenting.
O quien va en bici y se cae.

Violaciones.

Unos practican deportes y actividades que pueden llevar a un gasto social y yo fumo, aún salgo más barato.
Han lavado el cerebro de los idiotas haciéndoles creer que el tabaco es el peor de los venenos; pero promueven y alientan el consumo de alcohol y no se entera nadie.
Las grandes concentraciones de estudiantes borrachos, son objeto de noticia de carácter lúdico. Maldita la gracia de los borrachos...
 Un estudiante borracho que aprueba por casualidad su carrera (como muchos), un día será un médico que os matará.
O un juez de mierda que aburrido, arruinará vuestra vida.
Y es que los millonarios (empresarios) y el poder, quieren evitar el tabaco porque es un hábito que lleva a la reflexión. Es un hábito que hace un stop en el tiempo de trabajo (de esclavitud) y que les jode un dinero. Y sobre todo, lleva a la reflexión de quien fuma.
Lleva a concluir cuando fumas cansado de trabajar durante horas por una miseria, que la vida es una basura. Que son unos hijos de puta ladrones los que te pagan esa mierda.
De ahí que se aliente el consumo de alcohol, para que los abusos a los que son sometidos los trabajadores o clases sociales más bajas, pasen desapercibidos con la narcosis tras el trabajo. Durante el fin de semana los fracasados empapan su mierda de vida y falta de libertad con copas y cervezas. Y así cada día con su cervecita al salir del trabajo y con la borrachera del fin de semana.
Y no es nuevo este sistema de control, la desaparecida URSS consiguió tener a más del cincuenta por ciento de la población laboral alcoholizada.
Era necesario tenerlos borrachos para que no fueran conscientes de su deprimente forma de vida, con su absoluta falta de libertad.
El gobierno franquista, era el único consuelo (junto con el fútbol de miércoles y domingo) que daba al pueblo bajo.
Los gobiernos actuales también, solo que han sabido engañar mejor y con un repulsivo carácter paternalista y sanitario falso como un billete de monopoly. Como si a un deficiente mental le acarician la cabeza para sosegarlo, así se trata a la población.

Maltrato infantil.

Esencialmente, la mayor parte de la población es ignorante, no tiene sentido crítico y mucho menos inquietudes intelectuales. Y así pasan desapercibidas las maniobras que para cerebros más operativos, resultan un insulto a la inteligencia porque no puedes creer que algo tan obvio, pase desapercibido entre tantos millones de chusma.

Alcoholismo y miseria.

La chusma, el pueblo que vota a sus mierdas de representantes, carece de memoria histórica; de hecho, decir que el ser humano es inteligente es otra mentira más. Solo algunas excepciones son capaces de ver con claridad el engaño y la mezquindad.
Mejor que no jodan tanto con el tabaco y que la chusma aprenda un poquito de la historia y de la mierda que comen cada día a pesar de lo que trabajan y lo que pagan.
Hay cientos de putas fotos para adornar también las botellas de licor y cerveza.
A la mierda con tanta estupidez.
A la mierda con ese engaño tan facilón y a la mierda con los crédulos.
Idiotas unos y otros.


Iconoclasta

13 de septiembre de 2016

Nec Mater



Hay un semen presionando con fuerza en mis canales seminales.
Hay una leche que adora los labios de tu coño, la piel suave del interior de tus muslos, tu lengua, tu boca...
Y no pretende ser reproductor.
Es solo invasor.
No hay espermatozoides, no quiero ser padre.
Y no te quiero madre, te quiero puta y esclava.
Mía... De ti...
No quiero que puedas pensar en un hijo. Tu coño es solo para el placer, el nuestro.
La pasión muere cuando nacen los hijos. La pasión se marchita con el llanto de un bebé que exige su comida, que padece cólicos, que llora por nadie sabe porqué.
Ningún hijo ha de mamar de ti.
Soy yo el que succionará tus pezones hasta que te arquees ante la ruda caricia de mis labios y dientes.
Compraremos una mujer para que se preñe por ti y cargue ella con la maternidad en un cuarto aislado de nosotros. La alimentaremos con restos a través de barrotes de acero.
Mantente eternamente puta para mí.
Que tu coño hambriento no se contamine con un hijo.
Que tu mirada de agresiva lujuria nunca muestre la ternura de una maternidad que destruye el deseo.
Que nunca tomes la mano de un bebé, tu mano ha de sujetar firme mi polla. Que me duela cuando me la cojas, que me castigues.
Te la meto profundamente pensando en lo que te amo, en invadir tu cuerpo y tu pensamiento dios. Te jodo para que te lamentes, para que susurres entre espasmos: "hijo de puta, hijo de puta...".
Un bebé destruiría el cántico del jadeo obsceno.
El latín de los sexos convulsos, de un pene goteante como las fauces de un animal hambriento, de tu coño abierto como una llaga en mi alma.
No dejemos una línea de sangre para el futuro.
No quedará rastro de nosotros.
Seremos la exaltación de la pasión.
Nuestro impúdico amor no dejará legado alguno.
Somos la negación de la reproducción.
La indecente afirmación del placer y la pasión.
Nunca madre, mi puta.



Iconoclasta


3 de septiembre de 2016

Un mal piloto


¿Es posible no morir? Hay momentos en los que me siento cansado y temo la posibilidad de que nunca llegue la muerte.
Sería perfecto y coherente morir escribiendo estas palabras.
Sería dramático y romántico.
Trascendente...
Porque la muerte es un premio en una carrera de velocidad: los más veloces viviendo, los más potentes llegan antes a la meta.
Queman la vida rápidamente con combustible de alto octanaje, sin dejar tiempo al hastío.
No batiré ningún récord, lo hice mal.
He caído en manos del hastío y la humana prostitución más vulgar.
No he podido evitar estrellarme contra montañas de excrementos.
Soy un mal piloto y ahora temo no llegar nunca y ser una especie de mierda errante durante toda la eternidad.
No morir temo que sea el castigo a mi torpeza.
Pero no soy idiota, no voy a vivir eternamente esta mierda. Hay pastillas y gases para adelantar a esos listillos afortunados y veloces.
Soy perdedor en velocidad, pero no es algo que me guste o acepte.
Me cago en dios cuando pierdo. Me cago en mi padre y en mi madre.
Odio a esos listillos que en la mitad de tiempo que yo he vivido lo han conocido todo.
No me gusta perder.
Por eso orino en sus tumbas, me acerco a los tanatorios y dejo frases tipo: "Me ganaste hijoputa, pero te pillaré en la muerte, cuando no esté en este infecto lugar, seré rápido como la mierda eyectada en el cosmos".
Nadie lee los libros de los muertos, ni ningún otro. Nadie se pregunta en los funerales quien soy. Porque cuando alguien muere, todos quieren que asista mucha gente para demostrar lo muy querido que era. No pueden imaginar que asisto a funerales para insultarles, desearles lo peor porque me han ganado.
Soy el peor piloto del mundo; pero perder me hace hervir la sangre.
Tengo medios, tengo voluntad y la ira más explosiva como el queroseno más puro para una vez muerto, rebasarlos a todos.
Soy un mal piloto; pero soy feroz.



Iconoclasta
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20 de agosto de 2016

Divina Fetidez



¿Lo hueles? Hueles eso?
Es la fetidez de Dios, su aliento inmundo insuflado por todo el planeta, penetrando en todos los agujeros de todos los seres.
En todos los cerebros.
El corrupto aliento de Dios...
Pero a ti no te afecta. No sé porqué...
Tal vez, sea porque eres la más amada del mundo y te otorga inmunidad a la Divina Fetidez.
Te amo y te deseo.
Te amo y te jodo.
Te amo lamiéndote el coño.
Tu coño hermético a la Divina Fetidez...
Y tu coño es mi oxígeno puro.
No sé si lo hueles, mi amor de vagina salvadora.
No sé si eres consciente de la humana y divina fetidez que me asfixia. No sé si eres capaz de sentir su hedor en algún momento de la vida.
Eres mejor y más adorable que Dios, que cualquier divinidad. Y ello te otorga el privilegio de no sentir y así, que tu sonrisa sea eterna.
¿Es eso, verdad amor?
¿Hueles eso? Es el corrupto aliento de las bocas que infligen sus plegarias contra la inteligencia y a la libertad.
Por ello mi pene bombea fuerte en la sacristía que hay entre tus muslos.
Mi polla encaja perfectamente en tu coño, el único lugar donde se siente a salvo.
Nos sentimos a salvo en tu piel.
Porque tu coño es  salvación y tus pezones los clavos a los que me aferro para no sucumbir a la Divina Fetidez.
Me asfixio, sin ti me pudro.
Mi nariz está saturada de hedor y mi semen solo entre tus muslos es blanco.
¿Me explico con claridad, amor?
Eres mi heroína, mi salvadora: el Obsceno Perfume.
El que emana de tu coño como un hálito de vida.



Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.

17 de agosto de 2016

Una imagen divina


Incluso le da cierto asco la puta que orina un caño inverosímil de orina contra el pene de un macho de mirada idiota en la película porno; pero su polla no tiene reparo alguno y se mantiene dura y latiendo en su puño.
Eyacula, suelta su carga de semen y deja que le resbale por el vientre, por las ingles y gotee lentamente enfriándose en la sábana.
Se enciende un cigarro, su pene late perezosamente con los últimos ecos del orgasmo; pero no hace caso.
Es salvaje e inmoralmente libre. Inmoral para el punto de vista de la chusma, el no cree en leyes o pautas morales, hace lo que debe sin tener en cuenta a nada ni nadie.
Le apetece un café; pero no quiere preparar una cafetera. Su vientre aún está húmedo de semen, no se limpia. Es suyo, no hay nada de él por lo que sienta asco.
En el café se sienta en la mesa más apartada y escribe cosas en un cuaderno que ofenden al mundo entero.
Y está bien, le viene a la cabeza esa cobardía tan generacionalmente insertada en los cerebros idiotas: "Un día puedes necesitar a alguien, sé cuidadoso". Hace tiempo que se limpió el semen de una paja con aquel consejo. Porque es mejor morir que necesitar a nadie.
Y concluye que muchos están respirando un aire que no debieran, por lo tanto.
Así que escribe y ofende. Así que escribe y se caga en dioses y leyes.
Observa que es el único que está solo en el local, en las mesas charlan, hay un barullo caótico que lo aísla aún más de todos.
Alguien le saluda y le habla del tiempo, el responde con una sonrisa, pero su pensamiento es un nudo de cólera: "Ojalá te parta un rayo, cabrón ".
El hombre le da una palmada amistosa en el hombro, él se caga en "su puta madre"; pero le sonríe y le dice: "Hasta luego".
Observa con desagrado a las pocas parejas que ocupan mesas. Su tiempo de errores ya pasó, ya no necesita ni quiere a alguien a su lado. El tiempo lo ha curado de cobardía, si alguna vez la tuvo.
Una vez la masturbó, le metió los dedos en el coño mientras ella conducía el coche, hizo que se corriera y sus dedos se crisparan al volante; luego no quiso que se la chupara: sentía asco por la zorra. Solo pretendía hacer su toma de posesión: él hace lo que quiere con quien quiere.
Y la vida se torna tristemente predecible, más de lo mismo cada día.
Escribe en el cuaderno que follar ya no es la cuestión: se trata de hacer lo que quieras con alguien. Usar personas...
Y eso ofende la moral y las ideas del amor y el respeto.
La familia es un asco y hace de la libertad un excremento cuya montaña gana altura con los años.
Son cosas que no se dicen, solo se escriben en la intimidad que proporciona la chusma parlante y gritona.
Sale a la calle y llueve, los hay que corren, los hay que ríen por lo divertido de mojarse por un repentino chaparrón.
Él usa el agua de lluvia para refrigerar su cerebro demasiado recalentado, demasiado potente para tanta banalidad.
Llega de nuevo a casa, se sienta en el sillón frente a la televisión apagada, se observa reflejado en la pantalla: y le gusta lo que ve.
Hubo un tiempo que no había intimidad para observarse, para oírse a sí mismo.
Ya todo está bien, vivir más sería estropearlo todo, acabar con indignidad.
El filo de la navaja se hunde en la carne de su muñeca con sorprendente facilidad, pero se le escapa de las manos por el trallazo de dolor cuando los tendones se seccionan.
El cigarrillo está sucio de sangre y crepita al aspirar.
El gato se acerca a él y lame la sangre, se sube a su regazo y se acurruca entre sus piernas. Él apoya su mano ensangrentada y deja que la sangre corra por el pelaje de su único amigo.
Observa la pantalla del televisor con el corazón a punto de fallar por falta de sangre: es tan sórdida la imagen... Casi como lo que él escribe.
Sonríe ensangrentadamente y el gato ronronea tranquilo, ajeno a la muerte que le gotea.
Fin.



Iconoclasta