Powered By Blogger
Mostrando entradas con la etiqueta sin cerebro. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sin cerebro. Mostrar todas las entradas

26 de junio de 2020

Nueva normalidad


Eso de la “nueva normalidad” es un término retórico alevosamente infantil y ridículo del fascismo de los gobiernos del coronavirus.
Es el lenguaje del buenismo infra intelectual y del miedo. El vocabulario que hoy se usa para contentar a los adultos subdesarrollados intelectualmente y adoctrinar a la infancia y juventud en la obediencia al gobierno que les ha salvado su vida de mierda.
Si a la chusma cobarde tras haberla sumido en el miedo a morir y la prisión domiciliaria, le dices que le espera una nueva normalidad (basada en la regresión de la libertad individual y la imposición de controles en la vida diaria con métodos fascistas o comunistas); se sentirán esperanzados.
Cuando ignorantes y cobardes se enfrentan a algo “nuevo” como esa normalidad repugnante y pueril, creen que será bueno. Después de tanto encierro, sobrevivir y una nueva etapa de miseria económica, lo nuevo para ellos es motivo de alegría.
Apoyados los gobiernos por una prensa prostituida y una internet que es un auténtico coladero de dogmas-memes, videos y cuentos infantiles para imbéciles adultos y niños, han convertido las viejas y eficaces dictaduras del pasado en “nuevas normalidades”.
El concepto de “nueva normalidad” lleva grabándose en la población sin cerebro durante meses: perderéis vuestro trabajo, el poder adquisitivo, iréis con el rostro cubierto enmascarillado porque sois débiles y cobardes, os enfermaréis por ello; se acabaron las manifestaciones (a menos que seáis lgtbi o policías). Pero lo más importante: gracias a nosotros (el gobierno) estáis vivos.
Dentro de la nueva normalidad hay que destacar el gran número de hombres y mujeres de paja (héroes de una hipocresía y una indecencia descarada) que se han convertido en el rostro y la voz de la esperanza de los millones de inmóviles cobardes. Chusma que encerrada en sus casas no tenía otra cosa que hacer además de debilitarse y empobrecerse, que escuchar las idioteces de los jefes de gobierno y sus estúpidas marionetas (algunas elevadas sin pudor a rango de expertos y héroes) dando ruedas de prensa amañadas.
El que empresarios y trabajadores hayan compartido el mismo miedo y la misma fe en los corruptos y facinerosos gobiernos, no es normalidad, es accidental; todo volverá a su lugar laboralmente hablando: el empresario arriba y el esclavo abajo.
Sin embargo, en lo que a ideas políticas se refiere, los cobardes radicales de ambos bandos tienen una cosa en común: el bozal, cosa que psicológicamente los acerca.
Y bueno, también veremos a esos televisivos “irreverentes” con la cultura de un gusano (los graciosillos colaboradores de sus amos poderosos); seguir triunfando sin ningún mérito ni gracia más que, el que millones de pusilánimes descerebrados borrachos o no, los observan desde el televisor porque no tienen nada en que pensar, ni podrían hacerlo.
La nueva normalidad es otro de esos grandes insultos a la inteligencia y timo que pasará a la historia. Y qué vergüenza me daría ser un rostro en esa entrada de la enciclopedia de la Historia Universal, capítulo España.




Iconoclasta