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16 de julio de 2018

Menos tragedias


En estos tiempos que se exige una exactitud paranoica en definiciones, adjetivación y formas. Ante tanto detallismo que nace del populismo ignorante, yo digo que lo más importante ahora es definir lo que realmente es una tragedia, acotar muy bien su definición y poner medios para que se cumpla esa exactitud.
Habitualmente, medios de comunicación e instituciones (sobre todo partidos políticos oportunistas y arribistas como “Jodemos”, “Pueblerinos” o “Juntos por el sexo”) califican de tragedia todo suceso que supere la media docena de muertos y algunos heridos, aunque sean casuales.
Hay que ser más exactos e investigar antes de decir mentiras alegremente.
Hay individuos que merecen morir, con lo cual el suceso en cuestión deja de ser tragedia, o al menos no tanto.
Por otra parte, en esta época de quisquillosas definiciones por puro esnobismo barato y facilón, de globalización, solidaridad indiscriminada y festiva, y uniformidad; con toda probabilidad unos cuantos muertos podrían ser clones entre sí (aunque varíe el color del pelo o el tamaño de los órganos genitales), con lo cual el título de “tragedia” no tendría sentido porque en realidad, esa treintena de cadáveres, serían solo un individuo repetido.
Y bueno, como he dicho, hay quien merece morir y su muerte podría considerarse una suerte. Así en lugar de la manifestación típica de duelo, podrían montar una fiesta tecno con algún DJ famosillo; si no se suicida, claro.
En definitiva, los gobiernos deberían crear un departamento de muertes colectivas e investigar la biografía de los muertos. Quien no tiene feis, tiene tuiter, o insta. Los que no, escriben comentarios al pie de las noticias de los periódicos que publican diariamente mentiras en la web y en el papel.
Ser jefe o responsable de tal departamento, sería tan sencillo y gratificante como “arrascarse” el culo.
Así, muchas de las llamadas “tragedias” pasarían a ser simples “eventualidades” que no crearían alarma y lágrimas estúpidas e hipócritas en el sucio tejido social. Además, no se estropearía el buen ritmo de los servicios des-informativos diarios que tanto me hacen reír.
Hay que romper ese tabú estúpido y generalista, religioso, hipócrita y populista que no respeta ni siquiera los muchísimos géneros que hay. Ese que dice que una muerte humana siempre es tragedia. Es más falso que una moneda del monopoly…
Me faltan muchos dedos para enumerar todas las muertes que no son o no serían tragedia, y eso que soy un macho completamente anodino. Imaginad si una hembra o macho notable, tuvieran que ser sinceros.
Sería como una tercera gran glaciación: la maravillosa y feliz extinción de una especie.
¡Venga, órale mojigatos! ¡Menos llanto!
No hay para tanto.
Tragedias…
A cualquier cosa le llaman tragedia, hijoputas…




Iconoclasta

22 de enero de 2017

Perros, jóvenes, trumps, nazis y guerra santa.


La chusma se ha escandalizado porque en el rodaje de una película, un adiestrador intenta meter a un perro en una piscina con agua. No le pega, sino en brazos lo tranquiliza a la vez que intenta dejarlo resbalar por el plástico de la piscina para filmar una escena en el que el animal nada.
Los sedientos de notoriedad (protectores a ultranza de animales), ambiciosos como el cáncer con las células y los idiotas sensibleros de las redes sociales que no tendrían reparo alguno en vender a sus hijos o a sus padres desnudos en internet por un nuevo teléfono móvil; han creado del video casi un delito, una amoralidad punible según su criterio barato de ignorantes.
A lo mejor se piensan que los perros nacen con el gusto por rescatar a gente, por esnifar maletas para encontrar droga o por seguir rastros, y no necesitan que nadie los fuerce.
Como al niño que no le gusta el agua, y sin embargo, se le fuerza. Debe aprender a nadar porque le puede ir en ello un día la vida. 
Esto apesta a mierda, el olor de la hipocresía y el oportunismo.
Es lo que tiene la tecnología barata de consumo y entretenimiento para las masas de ganado humano: te muestra sin pudor lo más repugnante de los votantes y ciudadanos de pro.
Esos que corren como ratas para ver esas películas ñoñas, de alto impacto emocional donde un perro es elevado a rango de mártir y santo. Películas con las que se pondrá de manifiesto su sensibilidad bondadosa y asumirán cada escena como real, o cuanto menos, posible.
En las noticias, un adulto de veintinueve años es tratado de "hombre" si es asesino y de "joven" si es víctima o ha realizado algo loable. Asquerosos y repugnantes seres parciales, periodistas que son perros-guardianes de las normas que impone el poder... Repugnante y denodadamente parciales.
Yo siempre he sido "hombre",  no recuerdo haber sido joven, porque miro al mundo a través de las rendijas de la puerta de un calabozo.
A mí me suda la polla quién gobierna en EEUU de América; pero está visto que  hay europeos a los que no les da igual, lo digo por las manifestaciones europeas contra Donald Trump.
Como si la polla del presidente americano fuera tan larga y pudiera atragantar a algún europeo.
Es lo que tiene la globalización mediática: de los penes lejanos, pequeños y poco agraciados; hace fenómenos de la industria del porno que provocan el temblor de culos y coños de gente muy lejana.
Los únicos que deben preocuparse por la pequeña verga de Trump, son los mexicanos. Y no de la de Trump, si no de la de su corrupto presidente. Porque si no estuviera podrido, le habría dicho hace meses, que "el muro fronterizo lo va a pagar tu puta madre". Pero claro, el Peña es demasiado corrupto, y lo que interesa es trabajar en él para que se hagan mejores túneles que los que hay ahora y hacer así más seguro el tráfico de drogas. Con lo cual, se llevará un más alto porcentaje de lo que es la única y gran industria mexicana.
Si hubieran existido redes sociales y blogs, los campos de exterminio nazis se hubieran convertido en objeto de una fuerte polémica medio ambiental por la cantidad de polución que provocaban. Y se hubieran hecho virales un sinfín de videos  de gente ardiendo, soldados dando la mano bondadosamente a un judío bebé antes de quemarlo con el ripio: "No te lo vas a creer; pero aún hay esperanza". Así como tuits de buenos ciudadanos lamentando tales y masivas incineraciones, bendiciendo a los quemados y expresando su piedad y dolor intenso.
Gracias a las redes sociales y al ansia de los idiotas por parecer buenos y correctos, de las tragedias hacen simpáticas anécdotas donde nadie pide sangre. Nadie pide venganza.
Como si la sangre que les corre por las venas fuera de rumiante. O savia...
Qué vergüenza ser humano...
A finales del año pasado (hace apenas un mes) Siria recuperó una de sus ciudades al Estado Islámico: Alepo. Y en ese mismo instante comenzó el terror y la preocupación internacional por las represalias hacia los radicales islámicos que quedaron en la ciudad. Como si no fuera bueno asesinar a asesinos y más en una guerra.
Políticos de mierda... Hipócritas asquerosos...
Esto deberían arreglarlo los israelíes, ellos sí saben. Tienen huevos.
La ley del Talión es justicia pura.
El año ha comenzado triste y gris, como todos. Tampoco soy tan ingenuo para creer que un año puede ser mejor que el otro; porque el hecho es que cada año va a peor. Cada año cuesta más soportar esto.
Cada año la hipocresía y la moralina, se hacen más pegajosas, como mierda que no te puedes despegar de la suela del zapato.
La vida es una mierda y no mueren los que debieran.



Iconoclasta
Foto de Iconoclasta.