Powered By Blogger
Mostrando entradas con la etiqueta humor. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta humor. Mostrar todas las entradas

8 de marzo de 2024

lp--Hijoputismo--ic


El Hijoputismo es un régimen de gobierno neofascista instaurado en el siglo XXI (durante la segunda y tercera década) decididamente corrupto; esto es, con alevosía y orgullo criminal ampliamente publicitado por la prensa prostituida al régimen como bondad y virtud. Su nombre se debe a que, cuanto más hijos de puta son los jerarcas que gobiernan con mano que no tiembla, más los quiere y vota su población borrega, mansa y sexualmente ambigua.

El Hijoputismo surgió en España el 1/03/2020 instaurado por el rey de España Sánchez I el Arribista, con el primer decreto de estado de alarma por coronavirus, conocido cariñosamente por el Hijoputismo y su asfixiada, revacunada, extorsionada y encarcelada población como “lacovid19”.

Antes del 1 de abril del mismo año, el Hijoputismo español ya había infectado todas las pseudo democracias del mundo, especialmente Europa por ser limítrofe con España.

La miseria ética, la corrupción del Estado y sus extorsiones y segregaciones a la casta paria asalariada (no funcionaria), se replicó igual de rápida que la tristemente famosa gripe española, la conoció el mundo entero en 1918.

Si algo sabe vender España y su Hijoputismo, es el fascismo. España ha sido secularmente la primera productora mundial de dictaduras y fascismos y los exporta, con más éxito que el jamón ibérico con diferencia.



Iconoclasta

17 de febrero de 2024

lp--Los extraterrestres acojonados--ic


A pesar de los años que llevo rondando por el planeta, me sigue pareciendo fascinante cómo se embrutece la chusma con el Carnaval.

Yo porque soy valiente, hermoso y aguerrido; pero si los extraterrestres no llegan a la Tierra, se debe al Carnaval.

Sienten terror de los neuróticos terráqueos perdiendo el control de sí mismos y la elegancia en las famosas rúas y orgías correspondientes.

Cuando se aproximan estas fechas, cuando ya salen los panfletos anunciando los tres días de las super rebajas del Carnaval, niños y adultos padecen movimientos oculares erráticos, los giran de un lado a otro, en círculos excéntricos y muchas veces se les quedan en blanco como a la niña de El exorcista.

Y cuando los sueltan, que les dan libertad para desfilar, gritar y correr descoordinadamente, parecen feroces indígenas de tribus caníbales.

Como si esperar el dichoso Carnaval los hubiera dejado hambrientos y neuróticos, angustiados y neuróticos, histéricos y neuróticos. Incluso los que no asisten a las rúas, por empatía y solidaridad de mierda dan cabezazos en su confinamiento.

Muchos de estos seres tribales, se quejan en el día a día de los mínimos ruidos que provocan coches, motos, niños y borrachos gritando con los pantalones y las faldas meadas. Sin embargo, cuando lanzan sus furiosas carrozas con esas ondas sonoras que emiten rompiendo los cristales de las ventanas, son más felices que mierda en bote.

Nunca vendrán a vernos los extraterrestres y dejarnos su tecnología mágica.

La neurosis del Carnaval acojona al Universo infinito.

Y claro, todo lo empeora la música escogida para desatar la neurosis incontrolada; lo más granado y adocenado de las listas de éxitos hispanoamericanas, el cansino reguetón imposible de diferenciar uno de otro. Siempre parece la misma canción repetida que se oye hasta en Ganímedes.

Siempre me he sentido 100% antropólogo en estas celebraciones tribales.

¿No podrían tratar los estados (como cuando contagiaron de coronavirus a la ciudadanía) el agua de red para consumo humano con grandes dosis de tranquilizantes y ansiolíticos un par de meses antes de que salgan los carteles publicitarios del Carnaval en las distintas aldeas del planeta? Incluso en las pozas de agua podrida donde beben los pobres, que también tienen derecho a la serenidad.

Tanto cacarear sobre la tolerancia, bondad, fraternidad y dar dinero a los pobres para que los ricos se lo puedan robar; y nadie tiene en cuenta a los vecinos del infinito universo, los grandes olvidados y su hartazgo.



Iconoclasta

3 de noviembre de 2023

lp--A por otra guerra civil--ic

  Su majestad el rey de España, Sánchez I el Arribista.

GENPHOCS: Gobierno Español Nazi Penitenciario Homosexual Clima-sanitario

CENPHOCS: Caudillo Español Nazi Penitenciario Homosexual Clima-sanitario


Cualquiera con un mínimo de conocimiento de la historia diría que España está al borde de una nueva guerra civil; pero el español tiene ese optimismo tan propio de la ignorancia y además de decir y pensar: “Hoy día no puede pasar algo así”, hace chiste de la corrupción y la prostitución de las instituciones, para concluir con aquel adagio de servilismo y analfabetismo que surgió en el franquismo que es: “Y qué se le va a hacer”.

El problema es que los jueces, funcionarios, el ejército, la realeza y el gobierno son españoles y chapotean todos en mierda indiferentes, incluso cuando se la comen.

Volverán los tiempos en los que tengamos que comprar libros censurados en librerías con trastiendas ocultas y envueltos en papel de periódico, como debía hacer mi padre y yo con él.

Pero eso no se repetirá porque ya nadie (las minorías no importan en este caso) sabe leer más que los mensajes en las redes sociales del nazismo del GENPHOCS y su CENPHOCS supremo y corrupto. 

Tampoco sería extraño ver a partir de ahora en las puertas de las cortes, aquellos grandes coches de lujosas ruedas de radios, horteramente pintados y con tapicería de piel de leopardo; saliendo de ellos los diputados, ministros y jueces como chulos de putas con llamativos sombreros y abrigos de visón, como sus parientes los proxenetas negros del Harlem de los 70 del siglo pasado.

La gracia está en todas las cosas. Si de algo te sirve la experiencia, es para encontrar el chiste en todo.

Y a partir de ya en España, autobuses, metro, trenes y cines, tendrán asientos especiales para los blancos según la comunidad autónoma en la que se habite, y de momento sólo una tiene derecho a asientos. El resto, “los negros” deberán estar en pie. La segregación monocolor será la mar de divertida y dejará no pocas anécdotas de tiros, navajazos y sus evisceraciones y degollamientos.




Iconoclasta


19 de octubre de 2023

lp-- Iconoclasta: Preguntas frecuentes--ic


¿Precisan nutrirse las personas vacías de pensamiento y voluntad? ¿Qué coño comen?


¿Piensa el asesino en la descomposición de los cadáveres? ¿Reconoce su obra como efímera? ¿Siente pesar por ello? ¿Nostalgia cuando observa los huesos ya sin carne?


¿Piensa el médico que cura cosas que morirán después de tanto esfuerzo?


¿A cuánto se cotiza el litro de sangre? ¿Mejor fría o caliente? ¿Se valora de mayor a menor precio su viscosidad de alta a baja? ¿Es bueno tomarla con un huevo batido?


¿Sueñan las niñas moras hacerse mujeres y ser enterradas hasta el cuello para que los moros machos les revienten la cabeza a pedradas hasta morir?


¿Hay distintas potencias a elegir de presión y caudal en los corazones de donantes que compran los ricos y poderosos? ¿Piensa el cirujano si el paciente lo merece o en el dinero que cobra?


¿Es la masturbación negación de la vida? ¿De verdad hay vida en ese moco? ¿Por qué los huevos no condensan si el cuero que los envuelve está tan frío y la leche tan caliente?


¿Es correcto que al chupar un pezón sexualmente excitado, endurecido, erecto; alguien piense en la lactancia y su madre?


¿Los relojes más bellos hacen más amable el morir? ¿Importa morir con un miserable reloj de plástico en la muñeca? ¿Corren los segundos más rápidos para los pobres o más lentos en su muñeca roñosa con ese reloj pegajoso?


¿Piensa el sepulturero en la bondad de los gusanos  y la eficiencia de los cuervos? ¿Siente afinidad con ellos?


¿Es posible amar un alma sin coño? ¿Y si no fue mujer? ¿Y si fuera la de tu hijo muerto? ¿Tal vez sean estas cuestiones la razón de su inexistencia, la del alma?


¿Por qué esa tristeza del enorme pimiento y la desmesura de lechuga en un plato que llaman de bistec con “guarnición”?


¿Temen, sudan y enferman humilladas las mujeres moras obligadas por sus machos y sacerdotes a llevar un verdugo que les cubre cabeza y cuello, un trapo en la cara que les impide respirar y mirar decentemente y un saco que les asfixia el cuerpo entero? ¿Disfrutan así las devotas hembras mientras sus machos respiran frescos, libres y felices?


¿El filántropo es un ser ciego? ¿Carece de sentimientos y por ello es tan superficial y frívolo?


¿Cuántas unidades humanas debe comprar otro ser humano para sentirse poderoso? ¿Considera el político o religioso el valor de su riqueza por el número de seres humanos esclavos que atesora y rige?


¿Sueñan con tristeza y miedo las niñas moras el momento en el que serán vendidas a un macho moro que las esclavizará?


¿La religiosidad siempre conduce a la muerte para alcanzar el paraíso, dicha y libertad? ¿No teme nadie que el paraíso sea otra mierda más y además, eterno? ¿De verdad creen que viviendo como mierda al morir llegarán al paraíso? ¿Son tontos o qué?


¿Dónde está la gracia de la bondad? ¿En un buen regalo o cerrar los párpados del muerto librándolo de su humillación pública?


¿Lloran de dolor los peces cuando el anzuelo les destroza el paladar? ¿Se les infecta y escupen pus cuando los dejan ir heridos?


¿Si existe dios por qué no se le ve? ¿Si dios es bondad (lo que quiera que sea eso) por qué gana siempre la maldad (lo que quiera que sea eso)? ¿Por qué ese afán de los joderosos por crear dioses? ¿Para que justifique una divinidad sus delitos de corrupción y esclavitud contra la chusma idiota que gobiernan?


¿Creó dios al hombre entre los muslos húmedos y ávidos de una mujer caliente, encelada y sola? ¿Nos maldijo dios a los hombres con desear a la mujer? ¿Menstrua dios su imperfección encima de nuestras cabezas?


¿Ser hipócrita, asesino y podrido son condiciones político-sociales sine qua non para que todo político pueda acceder al paraíso en vida y no muerto como la chusma a la que gobierna?


¿Qué tiene más valor: un ser humano o un fajo de cincuenta mil euros?


¿Era necesario crear los cuerpos con sangre para que se desangren? ¿Es para hacer espectáculo ritual y colorido de la violencia y el mal? ¿Para que el enemigo sepa que mueres?


¿Nacen las niñas moras insensibles a la ablación, al castigo, humillación y asfixia?


¿Le gustaría la mutilación del pene a un adolescente si le dieran a elegir? ¿Por ello los mutilan casi recién nacidos, para que no puedan elegir que no les hagan daño? ¿La circuncisión es el primer sacrificio de tantos cruentos que le espera a todo macho crédulo?


¿Piensan los cerebros mediocres (ciudadano tipo)? ¿Realmente desarrollan actividad cerebral o son rellenados sus cerebros en las escuelas doctrinales del Estado? ¿Son algunos capaces de crear una idea personal y única fuera de su colmena/pocilga?


Son todas ellas preguntas frecuentes que desarrolla un cerebro con un mínimo de actividad y libertad intelectual; cuyas respuestas no solucionan nada.

Sin embargo, cuando preguntas, cuando propones una cuestión; creas una realidad. Es suficiente para que los mezquinos hipócritas se sienta mal y tú bien. Joder a la chusma también es otra forma gratificante de pasar el tiempo.

Además, los joderosos lo hacen con los asalariados continuamente. No he llegado a la vejez para parecer un imbécil crédulo y domado beato integrado en su sociedad ponzoñosa.



Iconoclasta

17 de septiembre de 2023

lp--Sueños pueriles de un misántropo poético--ic


Si la humanidad fuera un organismo, un cuerpo; yo estoy alojado en su ponzoñoso corazón.

Un corazón que hace lo que debe; pero es infeliz y bombea la sangre enfadado, con presión excesiva por ser envidioso e ignorante. Y hace la sangre espesa como el engrudo.

Yo soy su infarto, el infarto de toda la humanidad; a la espera de hacer mi trabajo con rápida y entusiasta diligencia.



Iconoclasta

14 de septiembre de 2023

lp--La solución al enigma--ic

Pensó demasiado tiempo en el enigma del amor, sus consecuencias e imposibilidades.

Un día prestó atención al espejo y se vio viejo y débil. Humillado con un pañal.

Todo aquel desgaste para al final morir y dejar de importar…

Abrió el mando del gas de la cocina y aceleró el proceso de la agonía.

Pasados unos segundos nadie sabía que un día existió.

Yo lo sé porque soy Dios.

Y como él millones; pero muy pocos encuentran la solución al enigma, el suicidio, y mueren rabiando como ratas con el espinazo partido en una sucia calle.

Se siguen meando encima durante años y años, gastando indignamente sus ahorros en pañales.

No los creé a mi imagen y semejanza, el meteorito que mató a los dinosaurios provocó una nube radiactiva, mutó una manada de titís y el resultado fue la pérdida del pelo y un tumor en el cerebro con el que nace todo ejemplar de la raza humana. Con el tiempo algún figura afirmó que los animales humanos tienen el cerebro más desarrollado de todas las especies.

Y como no había gas, también murió babeando, como la gran mayoría votante.

Son como aquellos monos de mar que se vendían por correo en los setenta, simples amebas.

Han pasado tan solo mil millones de año y ya me aburro.



Iconoclasta

14 de julio de 2023

lp--Amazon a por la concesión del Ministerio Censor del Nazismo Poscoronavirus Mundial--ic

Si hay un claro candidato para la administración y desarrollo del Ministerio de Censura del Nazismo Mundial Carcelario Homosexual y Clima-sanitario, es Amazon.

Se ha convertido en el mayor censor de todos los tiempos, incluso se inventa cosas ofensivas, como avisar al televidente del consumo de tabaco o alcohol en la película o serie como si ya fuera algo pornográfico; y así ofensivo para un pobre cabestro habituado a la vacuna y al bozal, que vea humo salir de tu boca.

Amazon, y en general todas las compañías de streaming, está haciendo méritos porque el Estado (cualquiera del mundo) no dispondrá de suficientes medios para gestionar la censura de los contenidos audio visuales en internet; la manipulación y censura en enseñanza, prensa y televisión necesita muchos recursos. Es por ello que la censura en internet se privatizará.

Y Amazon es uno de los buitres que busca su tajada con gran ahínco y fanatismo.

Con la nueva versión de aquel bodrio de los ochenta y noventa del siglo pasado: Humor Amarillo, en su primer capítulo por boca de los tristes comentaristas absolutamente faltos de gracia, se adoctrina al público que Humor Amarillo está prohibido por Amazon. ¡Cuidado! Incluso pensarlo; porque podría constituir vejación para la raza oriental. Así que los tontines comentaristas-tamagochis invisibles te educan muy seriamente, pero con tonito infantiloide, en que el programa se llama El Castillo de Takeshi, como en Inglaterra se llamó al bodrio en cuestión en aquellos años pasados. Luego, como si hablaran para absolutos retrasados mentales, insisten sin gracia alguna en que no es Humor Amarillo cinco o seis veces más hasta que empieza la mierda de programita para descerebrados.

Un día Amazon será dueño del Ministerio de Censura del Nazismo Mundial del Coronavirus, y si se os escapara la expresión “Humor Amarillo”, no os otorgará el certificado de ciudadano nazi ejemplar y por tanto, no podréis acceder a ningún comercio, ni siquiera para comprar comida. Sin embargo, se admitirá vuestra tarjeta de crédito para alquilar contenido mierdoso en su zona de streaming, en la que dispone de un amplio catálogo de miserias valiosamente clasificadas con avisos: Consumo de tabaco, consumo de drogas, consumo de alcohol, desnudez, lenguaje malsonante, violencia, sexo, imágenes aterradoras, y todo aquello que con el tiempo decrete ofensivo.

Pareciera que Amazon tiene un catálogo de monstruosidades, porque toda película o serie está llena de avisos de posibilidad de ofender al público; pero es mentira, incluso en los telefilmes más soporíferos y para mayores de ciento treinta años (por ejemplo una escena de un viejo pescando en silencio durante hora y media), te avisa del peligro de que alguien en una escena pueda salir bebiendo una copa de vino.

Cuando administre Amazon el ministerio de la censura, si se os escapa en público la expresión Humor Amarillo, os tratarán exactamente como si no estuvierais vacunados de la covid-19 y por tanto no llevarais en el brazo el brazalete nazi de respeto y afiliación al régimen.

Escuchad con atención a los tristes comentaristas del bodrio El Castillo de Takeshi 2023 y borrad Humor Amarillo de vuestras mentes.

Y nada de mencionar a aquel famoso “chino cudeiro” quien quiera que fuese, porque nunca nos mostraron a quién se referían. Solo lo nombraban y yo buscaba al chino gallego con afán paranoico y no lo localizaba. Era angustioso.

Se debe tener en cuenta que el Nazismo Chino del actual chino cudeiro Xi es muy estricto censurándolo todo en internet, y Amazon va a la caza de esa concesión del Ministerio de Censura China también. Y es peligroso jugar con Humor Amarillo.

Más adelante os impregnaré de conocimiento sobre el humor negro, que es muy discriminador, carente de inclusividad alguna e incluso racista e insultante.

Y también os contaré, bellas mujeres de mi glande rosado, inflamado y cremoso que sabe a frutas del bosque. Y digo mujeres, porque a los machos que les den, no soy maricón.

En este instante estoy cometiendo la infracción amazoniana de lenguaje malsonante y homófobo; así pues he de ser diligente y rápido publicándolo pronto, antes de que Amazon obtenga la dichosa concesión del Ministerio de la Censura y me joda.



Iconoclasta

9 de julio de 2023

lp--Un dolor de huesos--ic


¿Te han dolido alguna vez los huesos por dentro, como si un tallo espinoso creciera en el tuétano?

Es un dolor profundo como la fosa de las Marianas. E irritante como el siseo de un político o religioso en la televisión.

Y ahí, dentro del hueso donde habita el mal y su dolor, no llega la medicina y su calmante paz.

Tres días atrás, con un taladro intenté hacer un agujero en la tibia para dosificar aspirina directamente en mi podrida médula.

Debe de dolerte mucho la vida para combatir un dolor interno con uno externo que te aplicas tú mismo. Quiero decir que no es un acto de valor o locura, es simple desesperación sin complicación psiquiátrica alguna.

Todo el mundo lo haría si se encontrara en mi lugar.

Si es locura o no, carece de interés; lo único que importa es acabar con el puto dolor de dioses e idiotas místicos que, tantas propiedades beneficiosas le achacan de mierda.

Es exactamente lo que ocurre con el amor. Es una excrecencia calcárea, un tumor que envuelve el corazón oprimiéndolo. Una coraza impermeable a la cura y que no hace más que crear ansiedades y melancolías por lo que no puede ser. Y no te lo puedes extirpar, el amor o te pudre la vida o lo asimila el organismo mientras disfrutas de sus poderosas cualidades espirituales y carnales.

El dolor de mi hueso no es como el amor, no tiene posibilidad alguna de disfrutarse y si desaparece, será conmigo.

Coloqué en el portabrocas del taladro inalámbrico con iluminación de leds (un cacharro de última generación que me costó una pasta), una broca de vidia de seis milímetros. Y la suspendí encima de la tibia, unos diez centímetros por debajo de la rodilla para no tener que adoptar una postura forzada para las posteriores curas.

Y apreté el pulsador del taladro.

Taladrar la piel y la escasa carne que cubre la tibia fue sorprendentemente rápido incluso ladeé la cabeza con ademán de satisfacción. A la milésima de segundo siguiente ya me había meado y sentí que mi mente se rompía en mil pedazos y cada fragmento quería escapar de mí y así escapar del dolor. Fue tan brutal, que incluso el dolor quería huir de sí mismo. Me dieron ganas de reír insanamente; pero fue imposible, aquello no hizo más que empezar.

En efecto, cuando el filo de la broca giró sobre el hueso, me quedé ciego. Lo último que vi fue la batería romperse cuando estrellé el taladro contra la pared. Mientras todo eso ocurría, me precipitaba a velocidad vertiginosa a un abismo. No sé cómo, pero salí de mi carne y me hice vapor frente a mí mismo. Pude ver y oír mi cabeza golpear escalofriantemente el suelo de gres con el rostro épicamente contraído por el dolor, allá donde estaba sentado para practicar mi auto cirugía. Alguien me dio la estatuilla del Óscar y lloré emocionado ante el público.

Me di cuenta de mi innata fealdad por la contracción del rostro durante el descenso; pero nada de eso me dolió ni humilló. 

Sentirme lejos de mi cuerpo fue maravilloso, el dolor desapareció instantáneamente, me sentía libre un millón de veces.

Pensé que había muerto y sonreí.

Cuando desperté lloré desconsoladamente porque no estaba muerto. No recuerdo haber sentido mayor tristeza en toda mi vida. Y conmigo el dolor también despertó y se hizo poderoso.

Y conquistó mi vida toda.

La invadió e hizo de mí un prisionero de guerra.

Otra vez.

Un fragmento ensangrentado de la broca, se encontraba entre mis pies, lejos del valioso y caprichoso taladro.

No puedo explicar el terror que me provocó ver la fea herida de la tibia, como si un pequeño volcán fuera, expulsaba un líquido ambarino, un suero tiznado de sangre residual que adquiría un tono escarlata al coagularse.

No sabía cómo podría recomponer todo ese daño en apariencia pequeño, pero lucía como un sol poderoso en mi universo doloroso.

Me puse en pie y todo el peso de mi cuerpo cargó sobre esa pequeña superficie tumefacta de la herida. Era un dolor aplastándose a sí mismo, era tanta la presión que un reguero ámbar comenzó a bajar por la pierna hasta llegar al tobillo y ramificarse graciosamente como un río en un mapa.

Como es natural, me sentía ya muy cansado del dichoso dolor.

¿Y si el infierno existía y ya me estaba pudriendo en él?

Me arrepentí en el acto de no haber ido más a misa y aceptar el cuerpo de Cristo y la bofetada del cura como tanto borrego ha hecho a lo largo de la mísera historia humana.

Encendí un cigarrillo mordiendo con ira el filtro y ofendido por el olor de mis meados.

El hedor de la orina desapareció con el primer chorro de agua fría en la ducha; pero cuando el agua contrajo la herida allá abajo, lejos de mí, el dolor se rebeló contra la profilaxis. Tanto qué, cómo llegué a la cama y me dormí, es ya un clásico del espacio en blanco en mi existencia.

Las pulsaciones de la herida era la banda sonora de mi sueño. No era especialmente molesto, pero si un tanto perturbador, parecía que algún tipo de vida se estaba desarrollando en mi pierna.

Lo cierto es que el dolor interior del hueso, ya no existía, o si existía estaba enterrado por el nuevo que me había provocado yo solito.

Espero que un clavo saque de verdad otro clavo, sinceramente.

Temo al ridículo cosa mala.

Sea como sea, dormí largo y fructuosamente. Incluso soñé que compraba una batería nueva para el taladro inalámbrico.

Parece que no, pero cualquier superficialidad consumista ayuda a ser optimista de mierda.

Desperté con fiebre, la herida se había inflamado como si ocultara un albaricoque en la tibia y estaba amoratada como las uñas de los cadáveres. El pus amarillento formaba una cúpula preciosa que por momentos se derramaba ladera abajo.

Me incorporé y el trallazo de dolor ya no tenía importancia comparado con la cirugía de la broca, y si no hacía otro experimento conmigo mismo, podía morir tranquilo por la infección y delirando, sin apenas dolor o su percepción.

Y ahora, tres días pasados desde el infierno taladrador debería preocuparme por la herida y lo que surge de ella.

Ayer fue un pus verdoso que creaba un arroyo espeso hasta el tobillo, pero la inflamación mengua por el drenaje natural aunque un médico haría un gesto de desagrado; de esos que dicen que esto no va a tener un final feliz.

Y el dolor es tan soportable como cuando se te pudre una muela. Una minucia sin importancia.

Lo que no duele no me preocupa. Bueno, lo que no duele mucho; porque cada paso que doy un vidrio cruje en la tibia y hace eco en el cerebro, como si estuviera a punto de hacer crac.

Y ahora está surgiendo un tallo espinoso como una zarza; pero sin moras. Al menos de momento.

Podría parecer preocupante, yo lo considero repugnante.

Es una metáfora de mi vida: cosas que surgen y que nunca florecen.

He intentado tirar de él; pero me rasca el alma del hueso y levanta los dedos del pie como si tirara de las riendas de cinco caballos que levantan molestos la cabeza al tiempo.

Nunca he subido en un caballo, me parece injusto para el animal, soy demasiado pesado.

Pero he visto películas…

En vista de los resultados, me inclino a no extraer este amor que me oprime sólidamente el corazón.

Uno de esos amores que nunca se materializan y por tanto se enquistan formando un hueso que encapsula el corazón. Y lo asfixia, si eso fuera posible.

Ni por toda la piedad del mundo y la total ausencia de dolor voy a pasar por el mismo trance del taladro.

Soy un idiota que se cree muy fuerte y solo soy un mierda.

Un mierda que se mea encima.

Así que como todo está perdido es una estupidez prolongar la agonía.

Dejaré que la infección que provoca el tallo haga su trabajo y moriré en un delirio, sin enterarme apenas.

Sin que lo sepa nadie.

Me han llamado varias veces desde la empresa para que les explique mi prolongada ausencia.

Para lo que me queda en el convento me cago dentro.

Tengo veintiocho cajas de cigarrillos en la despensa, me da paz ver el tabaco junto con las latas de atún y berberechos. Tabaco es todo lo que necesito a falta de un buen antibiótico y un antipsicótico.

Porque pensar en comer me provoca náuseas.

Con las tijeras en la mano he tirado del tallo para cortar cuanto pudiera. Ya medía cuarenta centímetros y me hería la piel con cada movimiento que hacía.

Por el corte ha surgido una materia espesa y marfilina, es el tuétano del hueso del que se alimenta la planta. No ha dolido nada; me pasaría la vida cortando la zarza…

Las espinas estaban sucias de mi médula ósea. Quieras que no, inquieta.

Cuando el dolor es tan ausente, tiendo a pensar que se debe a que hay muerte o necrosis en ese lugar de mi cuerpo. Soy pesimista por sistema, qué le vamos a hacer…

Y entre la piel y el tallo, el verde amarillento surge como una lava continuamente, está visto que el tallo y yo nos provocamos rechazos, somos naturalezas distintas peleando continuamente por gobernar el cuerpo y las cosas que contiene.

La podredumbre es como la muerte, inevitable también.

Son cosas molestas, embarazosas.

Porque todos sabemos lo que es la vejez: un marchitarse, un pudrirse.

Y ahora, buenas noches, porque he perdido el brillo de la visión. La luz del sol que se filtra por las ventanas es oscura, como cuando observas el mundo a través de la conjuntivitis.

Como si la luz fuera filtrada por la negra muerte, como el fin de una película en blanco y negro.

Y estoy un poco cansado, el corazón no funciona con alegría.

A veces golpeo el pecho y parece que arranca de nuevo.

Los dedos del pie están negros y la rodilla se ha deformado; parece el tumor de un árbol.

Sinceramente, la amputación no acaba de convencerme.

No me gustaría follar y que el muñón se elevara obscenamente al correrme.

Debe haber cierta elegancia en todas las cosas.

No hay dolor y el sueño es fácil.

El cansancio es la mano de mi amor que surge de mi calcáreo corazón, acariciándome el rostro.

Susurra “Duerme, duerme, duerme…”.

“¿Cortarás el tallo si crece mucho, cielo? Me angustia, tanto…”

Y sonríe flotando sobre mí.

Es un ángel…



Iconoclasta

30 de junio de 2023

lp--La adaptabilidad de la actual especie humana mejorada ganaderamente--ic

La adaptabilidad de la actual y nueva especie humana modificada parece ser infinita.

Una humanidad insectil por su comportamiento social y ser plaga en el planeta, que es la mutación surgida del primer pacto social que estableció la esclavitud de la población al servicio de un individuo y su corte.

En efecto, hubo un primer pacto de sumisión y adoración hacia otro individuo que ejercería de amo. Cosa que inexplicablemente exigió una humanidad cobarde e indolente. Profundamente imbécil por algún gen recesivo.

Y a los idiotas les fue otorgado su deseo constituyéndose un poder autoritario de maneras supersticiosas que con el tiempo también llamaron política. Se inventó una legislación que los castigaba especialmente para proteger y enriquecer al jerarca y su corte que los gobernaba. En el libro de la biblia 1 Samuel 8,10-22 hay una muestra muy oportuna y divertida de la exigencia de los judíos al profeta Samuel para que pida a Yahvé (dios) que les dé un rey que los gobierne. A pesar de las condiciones que impone Yahvé para darles uno, ellos insisten en tenerlo. Y les metió a Saúl por el culo.

De verdad que es para troncharse de risa. Y si tuviera algo de verdad o historia semejante cuento oportunista del Estado (supersticioso o religioso en este caso) lo haría aún más cómico.

Lo más divertido de este pacto social está en que no sacaron ni el más mínimo beneficio de ¡nada! No puedo parar de reír. Un montón de imbéciles pidiendo un rey o un sumo hechicero a cambio de nada, incluso ofreciendo a sus hijos y a sí mismos en holocausto o sacrificio.

Es de imaginar que por esto, la superstición haga tanto hincapié en el asunto del pecado original: no fue una estafa de dios y sus poderosos, era el pecado original que hacía idiotas a los seres humanos.

Es fácil concluir que el pecado original no es más que una simple degeneración o merma intelectual genética, por causa de alguna mutación debida a la reacción nuclear y la contaminación radiactiva que creó aquel mítico meteorito que impactó contra La Tierra, haciendo de los dinosaurios churrasco requemado. El hombre no existía; pero sí algún tití chamuscado que cedió graciosamente su ADN contaminado y corrupto a la posteridad.

Es para partirse el rabo de risa (quien lo tenga, aún lo conserve en su sitio o esté estrenando uno tras la operación).

El ser humano actual es la única especie animal mamífera (porque hormigas, abejas, termitas y avispas tienen la misma mísera existencia) que se ha esclavizado a sí misma a un individuo más débil que ella; pero infinitamente hijo de puta y cuyo único super poder, fue haber nacido en la familia adecuada y entre los imbéciles adecuados.

A partir de aquel pacto, el animal humano demostró su gran capacidad para adaptarse a todo capricho que se le ocurriera a sus amos o Estado con el paso del tiempo.

Y se adaptó con pasmosa facilidad y naturalidad a que le fuera robada por el amo su caza, su recolección de frutos, su ganado y sus lechugas.

Se adaptó, como los judíos y otras razas supersticiosas, a mutilar el pene de sus hijos y los de los primeros adultos, incluso se sacaban la polla ansiosos ante el rabino para disfrutar de un dolor enfermizo. Otros machos eran cobardes y preferían mutilar y estropear la vagina a las niñas y mujeres. Se adaptó el ser humano a todo ello con una facilidad que hacía que el rey o sacerdote dominante, eyaculara sobres sus cabezas sin poder evitarlo, al ver aquella masa humana imbécil a sus pies.

En este caso, es difícil saber si la adaptabilidad a estas mutilaciones, es un producto de esa imbecilidad congénita o las ganas del rey o sacerdote de joder a la chusma por simple diversión como tantas veces hacen en la actualidad. En cualquier caso, al igual que los homosexuales con su orgullo, aquellos machos se sentían también orgullosos de exhibir su polla seca. Las mujeres no podían ni pueden hacerlo con orgullo, porque las enterrarían hasta el cuello y luego los machos apedrearían sus cabezas hasta matarlas.

De cualquier forma, la adaptabilidad humana, es prodigiosa, un portento.

Es lógico que en algún momento, alguien piense que sería un acto de piedad asesinar a centenares de miles de humanos para aliviarlos de esa “vida de mierda”; pero si somos objetivos los inteligentes, debemos respetar su libertad a elegir ser esclavos e imbéciles.

El animal humano se adaptó con pasmosa facilidad a ser humillado por un rey, un conde, un presidente, un ministro o un sacerdote de cualquiera de las supersticiones que hay en oferta entre la especie humana idiota desde tiempos tan inmemoriales como aciagos. Se adaptó a ser juzgado culpable y siempre a favor de su amo por un juez o cualquier otro mierdoso jerarca que gobierna esa pasmosa, provechosa y beneficiosa adaptabilidad.

Se adaptó a tirar de carros en sus centros de explotación que eran propiedad del amo con el que contrajo su pacto social para ¡nada! Qué risa.

Hubo un individuo extraño que no era el amo ni el animal humano corriente, que le dijo a un palurdo aldeano: “¡Oye, tío! En lugar de montar al burro en el carro ¿no te parecería mejor ponerlo a tirar de él y tú te subes encima del grano que has sembrado y recolectado para tu amo a cambio de un plato de excrementos al día para alimentaros tú, tu parienta y tus hijos?”.

Y el palurdo puso el burro a tirar del carro como aquel extraño aconsejó y exclamó: “¡Coño, esto es otra cosa!”.

Se adaptó a viajar bajo tierra como los gusanos a su centro de explotación.

Y se adaptó luego a pagar la mitad del poco dinero que le pagaba el amo, por un coche a precio de usura (que le vendió el amo también) para que acudiera a los centros de explotación.

Se adaptó a vivir sacrificado las tres cuartas partes de su vida para pagar una jaula donde vivir, pensando que sería de su propiedad; pero muchos morían (y mueren) sin haberla pagado y con la sensación de que han hecho los idiotas desperdiciado mucho tiempo y oportunidades para ser animales decentes y no miserables hormiguitas que alimentan a la obesa reina.

Se ha adaptado a los distintos caprichos del Estado, y perder su tiempo en acudir a un antro designado para elegir su próximo Amo con un papel que tira a una urna.

Esto obedece a un truco del Estado Ganadero, para que los adaptables animales humanos disfruten de un espejismo de libertad y dignidad y al estar contentos, produzcan mejor y obedezcan de buen talante.

Se ha adaptado a echar a la basura su infancia y juventud, para ser castrado mentalmente durante una veintena de años (en algunos casos se sobrepasa de largo) en centros de amaestramiento y condicionamiento conductual, llamados escuelas, institutos y universidades.

Se ha adaptado a realizar breves periodos de trashumancia por carretera, mar y aire, con otros millones de reses iguales, hacia centros de ocio como premio que lo condicionará a seguir esclavizado con sumisión y respeto al Amo Estado.

Actualmente, si montas a un esclavo humano cualquiera elegido al azar en cualquier vehículo por inseguro o peligroso que sea; te dará las gracias muy feliz él abrochándose inconscientemente un cinturón de seguridad que no ha visto; pero gracias a los centros de amaestramiento en los que ha perdido la infancia y la juventud, sabe que el cinturón de seguridad existe y debe amarrarse con él al vehículo. Lo dice un mandamiento y lo cumple, aunque no conozca la razón.

El animal humano, está prácticamente programado.

Se ha adaptado perfectamente a comer mierda gracias a las crisis económicas que el Estado Amo Cabrón Hijo de Puta le programa cada año aproximadamente; hasta que el animal humano esclavo muere de viejo, de enfermedad o de asco.

En este momento del artículo o ensayo se está adaptando con una indecente alegría a copular de forma habitual machos con machos y hembras con hembras; porque el Estado quiere bajar la presión demográfica y ha pensado que para el nuevo animal humano, es un método divertido y lleno de festividad.

Además, es ya proverbial la envidia congénita del animal humano actual y su “culo veo, culo quiero” y así se encuentran como peces en el agua, mostrando alborozo, alegría y ebriedad por todo el planeta con el culo al aire.

Y además, con la emocionante y fascinante opción que les ha otorgado el Estado Cabrón Hijo de Puta: pueden operarse los machos para ser hembras y las hembras para ser machos. Y lo que es mejor: si tienes un hijo y no te gusta su sexo, lo llevas al médico (o dentro de poco para acelerar los trámites, a un local de tatuajes) y te lo transforman en lo que tú quieras, como si te hace ilusión un hermafrodita con la jeta de niña o niño. Incluso le podrás crear tú mismo por trámite en web su carnet de identidad nuevo y trans.

Se ha adaptado con docilidad y servidumbre a mal respirar a través de un bozal y a los pinchazos de sustancias extrañas para su buen control veterinario por parte del Estado.

Resumiendo, la adaptable y productiva actual especie humana es el triunfo de la gestión ganadera del Estado.

Es básicamente, en términos estadísticos, un animal asustadizo que busca la protección del amo Estado y vive en permanente angustia si no se le decreta una orden que deba obedecer.

Y por último, no podemos olvidar la virtud más notoria en la nueva especie humana, la más característica:

En caso de que el Estado Amo Cabrón Hijo de Puta pida su sacrificio en una guerra para defender la riqueza y propiedades de los Amos, el actual humano esclavo dará su vida con fanatismo y fe inquebrantable en la bondad del Estado, exactamente como haría un perro con su dueño si lo apreciara.

Y tiene mucho mérito el Estado al haber conseguido desarrollar semejante especie humana.

Ahora, que estoy acabando esta obra informativa y divulgativa, se deber reconocer que nada es perfecto y por ello, el Estado francés tiene problemas con su ganado humano, parece que no acaba de adaptarse a ser parasitado y humillado por los líderes Amos y le pega fuego a todo.

Pero no importa, estadísticamente la especie humana adaptada y esclava es mayoría en el planeta. Y por poner un ejemplo, casualmente España es el país paraíso de todos los Estados Amos Cabrones Hijos de Puta, todos ellos quisieran alcanzar pronto la excelencia ganadera de su población como este país imbatible, que la ostenta desde hace mucho más de medio siglo.



Iconoclasta

22 de junio de 2023

lp--La democracia es una muy mala opción--ic

La democracia es y ha sido la peor forma de gobierno. Mucho peor que una dictadura, al menos para la dignidad humana, la ética y el conocimiento.

Que se gobierne según la mayoría es la mayor aberración de entre todas las formas de gobierno.

La mayoría significa adocenamiento, la mediocridad en su estado más puro, primario.

Es la gran trampa de la que sacan beneficio los políticos, ya que todo político es mediocre, ideal para que esté en sintonía con la chusma.

Al fin y al cabo, el político por definición, es un mediocre con una ambición desmedida.

Una dictadura es el gobierno de uno sobre millones.

La democracia es el gobierno que han elegido millones con la tonta ilusión de que sus votos han servido para algo. Y en cierto modo es así, dada la calidad política que surge de un gobierno constituido por y para el adocenamiento y la mediocridad. El político electo correrá más que un perro de ocho patas para conseguir crear un decorado en el que la masa humana se sienta feliz y crea que ha elegido lo mejor.

Cuando una masa humana en tal número elige a un mediocre político de la gran oferta que hay, se respira en todo su territorio nacional puro adocenamiento y mediocridad. Y una aparatosa y llamativa (para unos pocos, muy pocos) incultura o analfabetismo funcional.

El político solo tiene que mantener vivas y enaltecidas esas virtudes porque es su caldo de cultivo para convertirse en un corrupto dictador democrático como la puta que lo parió y con la alegría de la plebe que se pasa los fines de semana borracha y la jornada laboral ciega a toda corrupción y estafa a su economía.

La democracia es un espejismo donde lo único real son los decretos corruptos de impuestos, voladuras de libertades y necesidades biológicas, censura y el oscurantismo detallado en las escuelas por el régimen electo.

Es tal el bajo nivel intelectual que en la calles de las democracias, se podría grabar un episodio de los Teletubbies sin necesidad de contratar extras especiales; con los que cotidianamente caminan por la calle de cualquier dictadura democrática elegida al azar, basta para dar ambiente a un anodino episodio.

En fin, la democracia es el gobierno de los idiotas para los idiotas. Hasta tal punto que, la población sorprendente e inesperadamente, arranca a aplaudir desde sus ventanas y balcones a su gobierno y los carceleros y otras bestias funcionarias de la dictadura demócrata que la han encarcelado en sus propias casas, humillado, engañado y arruinado.

Y se trata de puro fervor, es decir, las democracias se convierten en auténticas sectas del absurdo más idiota.

Es un hecho que está registrado históricamente, casualmente en España, que va desde el 14/03/2020 hasta bien entrado junio del mismo año. Donde vivieron encarcelados en sus domicilios y bajo estricta vigilancia policial y militar, millones de trabajadores (las castas altas podían moverse como les saliera de la polla y el coño).

La liturgia era que a las 19:00 las patrullas policiales de la dictadura demócrata hacían sonar sus sirenas para que los trabajadores encerrados como monos en sus casas, asomaran las manos por los balcones y ventanas para aplaudir al régimen español y a la policía política del régimen democrático responsable de su “bienestar e infantil felicidad de niños en guardería”.

España se convirtió (por tradición secular) en el arquetipo de la democracia dictatorial perfecta del gobierno de los idiotas para los idiotas. Tanto es así que logró asombrar al mundo entero con el cariño que sentía la chusma hacia sus dictadores (en las democracias hay tantos como regiones y ciudades), extorsionadores y arruinadores que los gobernaba. Y para mayor inri, muy orgullosa la población de ser pastoreada con “mano que no tiembla”, la del dictador presidente democráticamente elegido por una caterva de idiotas.

Este cariño se convirtió en una obediencia ciega como nunca en la historia se ha visto: el 90 % largo de la población acudió con una fe inquebrantable a los tugurios designados para inyectarse en la sangre una pócima desconocida, sin tener ni idea de lo que era y causaba. Aquel (y actual a fecha de este ensayo) gobierno dictatorial democrático bautizó la pócima como “Vacuna de la Covid-19 en siete u ocho pinchazos o todos los que hagan falta”.

Había políticos de otros países dictadores democráticos, que no podían creer que semejante aberración popular fuera posible en pleno siglo XXI, lejos ya el programa electoral de Hitler.

Y es que la mayor parte de los países del planeta, apenas pudieron vacunar más allá del 60 % de su chusma, lo que consideraban un éxito.

Como en España había (hay actualmente en el momento de la creación de este estudio sociopolítico) una dictadura feroz con su poderoso órgano censor funcionando a velocidades de 5G (casualmente implantada la nueva red de internet con los cabestros encarcelados en sus casas), los españoles y sus amos dictadores demócratas, nunca supieron los chistes que corrían por el mundo por el dichoso récord Guinness del 90 % de cabestros españoles vacunados.

Sinceramente, si me hubiera vacunado ahora no me sentiría autorizado a escribir este exhaustivo ensayo de las democracias dictatoriales que lo son todas. Es una terrible crónica de la humillante historia reciente que requiere frialdad y objetividad.

Hay días en los que si el viento es favorable, en España aún se pueden escuchar los ecos de las risas de alemanes y nórdicos (un ejemplo de otras tantas nacionalidades) mientras vociferan ebrios y felices en mal español “Was für ein Lachen mit 90 % Spanisch und mit Maske!” (en español: “¡Qué risa con el 90 % español y con mascarilla!”).

Lo de la mascarilla (así se llama en jerga nazi al bozal en España) se debe a una anecdótica conversación que el dictador democrático español tuvo con la dictadora democrática alemana de visita en España, en la que ésta le preguntaba maravillada: ¿Cómo es posible que a cielo abierto en España, lleve tanta gente el bozal en el hocico? En Alemania eso no pasa.

El dictador democrático español emitió una de sus célebres chácharas con las que no dice nada y se sopló luego las uñas con chulería. Y la alemana ya no se atrevió a hablar más del asunto.



Iconoclasta

19 de mayo de 2023

lp--Amor vudú--ic


Estar enamorado es tener algo clavado en el pensamiento y en el pecho.

En el culo, en todo el cuerpo…

Al menos en mi caso, y que benditos sean los que sienten esa mariconada de mariposas en el estómago.

Como no me queda otra, concluyo que es maravilloso sentirse tan lleno de astillas. De hecho soy el reflejo del muñeco vudú que mi amada no cesa de estrujar entre los dedos y clavar cosas cuando está excitada. Es tan carnal que siento en la piel su sensualidad como una ráfaga de aire ardiente del desierto cuando está en celo.

Y cuando habla del amor, cuando calla del amor, cuando se moja del amor.

Hasta hace unos pocos años, no creía posible que una diosa como ella se pudiera enamorar de mí. Una cosa es el vicio (que lo tiene también), la temporada de reproducción y los momentos de ovulación y todo eso. Pero… ¿Así, tan profundamente y tanto tiempo? Ni hablar.

No soy un tipo como para tirar cohetes multicolor con petardeo final en forma de palmera. No reniego, solo me exclamo de mi privilegio.

No creo en el vudú, en ninguna superstición; pero sí creo en la pasión de mi novia. 

De su colosal atractivo que tira de mi piel hasta doler.

Da igual que crea o no, cuando pincha el muñeco me cago en todo.

Sentí la triste certeza de que había perdido una parte muy importante de mi vida el día que la conocí.

Tanto tiempo sin ella ahora resulta inexplicable.

Cuando me folla me lo extrae todo, es una vampira incruenta. Bueno, incruenta del todo no. Porque una sesión de follaje con ella es acabar con dolor de huevos por aplastamiento, me cabalga como si estuviera montada en un potro salvaje. Y cuando se corre y me desmonta, puedo observar casi alarmado que me ha dejado la picha despellejada por el violento frotamiento de su coño voraz.

Al cabo de diez minutos de dale que te pego ya estoy gritando y llorando. Y se ríe…

Y a la sazón inmovilizado por sus muslos cuando se clava a mí, me aferro con hambre a sus tetas que no dejo de mamar con la obscena idea de que produzcan leche. Si a mí me martiriza los huevos y abrasa la polla, sus pezones parecen los de una mamá primeriza.

No es venganza ¿eh? Es amarla hasta devorarla.

Cuando tengo que mear, durante los dos días siguientes tras el cortejo sexual, dejo caer los pantalones y los calzoncillos y hago el elefante, es decir dejo que la polla cuelgue porque con mis varoniles y toscos dedos no me la puedo tocar por lo abrasada sin blasfemar.

Luego para sacudir las últimas gotas, también como elefante, agito la trompa de un lado a otro moviendo el culo y salpicándolo todo en cámara lenta y efecto difusor. Estéticamente, mi drama y trauma de amor y sexo, es de una belleza perturbadora en mis íntimos actos.

A veces, incluso escupo sangre porque me ha hecho una herida mordiéndome los labios al correrse.

Es tan feroz…

Me hace sentir un hombre-consolador.

Y eso engancha, soy perturbadamente adicto a mi diosa.

Algunos días me pide más sexo cuando aún no ha habido tiempo para sanar la piel de la polla; los huevos como son tontos se sanan en unos minutos.

Entonces le digo que me ha bajado la regla y cariñosa y comprensivamente me dice: “¡Marica!”. Sé que es duro, pero eso de la inclusión y corrección se lo pasa por el coño, como hace conmigo. No tiene corazón entre esas preciosas tetas de portentosos pezones.

Así que cuando siento un pinchazo en el pensamiento o cráneo, o bien en el pecho; es lógico que no piense en un aneurisma o ictus y crea que hambrienta de follar, está cosiendo a pinchazos el muñequito vudú cuyas tripas ha llenado con mi pelo. Cuando se corre, no es nada extraordinario que me coja los pelos y me agite la cabeza como si fuera un cacaolat.

Es una bruja preciosa, voraz. El ser divino más carnal del planeta.

Y sigo pensando que lo único inexplicable es que con lo buena que está y con todo lo que puede escoger, se haya enamorado de mí.

Bueno, la belleza no está reñida con el mal gusto.

Y a mí no me disgusta. Que se jodan los guapos. Que en estos tiempos es más fácil dar con una tortillera que con un bocadillo de jamón york de cerdo de verdad (como odio el aséptico y reseco fiambre de pavo) con queso, aunque sea con tres o cuatro días de “maduración”.

Y ahora me voy al consultorio de Ama Calaverum, una bruja que se anuncia en feisbuc y dicen los comentarios de la chusma que es buenísima combatiendo hechizos. Tengo la esperanza de que neutralice el muñequito vudú con el que juguetea mi diosa y nos cose a los dos a pinchazos.

Se lo cambiaré por un vibrador de tres mil vatios.

Necesito un poco de reposo. Que me crezca el pellejo de la polla.

¡Uy, qué pinchazo en el culo! Ya está caliente mi santa otra vez.

Está bien, otro más y mañana voy al consultorio de la Calaverum.

Nunca me habían exprimido tan profundamente y sacado lo mejor de mí a tanta presión.

A solas, incluso lloro emocionado al evocar esos momentos en los que descargo mi semen caliente y que se le derrama del coño a los abductores de esos muslos preciosos con los que apresa mi cadera.

Coño, me voy pitando o me correré sin tocarme, y entonces la follada sí que va a ser larga. No quiero que me ingresen, me daría vergüenza.



Iconoclasta

14 de mayo de 2023

lp--Las esporas de la imbecilidad y otras consideraciones--ic

Dónde nacen los seres más tontos del mundo es difícil de concretar.

Pareciera que la imbecilidad es una espora que viaja por la atmósfera y me los contamina a todos allá donde aleatoriamente se deposite.

En cualquier región de La Tierra.

Lo que me lleva a pensar que somos un peligro para cualquier otra especie en el universo, podríamos ser los que infecten otros mundos con la imbecilidad. Es temible ser los malos de las películas. Tanto lloriquear conque vamos a ser invadidos y toda esa mierda.

Así que emanando de dios, la imbecilidad ha colonizado desde los más altos estamentos sociales de las civilizaciones hasta la mísera casta paria esclava o trabajadora.

Esto explica porque desde el más poderoso al más mísero, son incapaces de hacer la “o” con un canuto o moneda. La diferencia entre el poderoso y el mísero o trabajador, radica en el dinero, su cantidad más concretamente. El poderoso puede pagar una nómina de diez expertos para que entre todos atinen a escribir o dibujar la “o”. Una “o” preciosa, de calidad  y duradera, como solo un poderoso sabe hacerla.

La imbecilidad se mantiene igual para ambos. Es el mayor alarde de democracia en el universo.

Al poderoso las esporas de la imbecilidad lo parasitan por las napias (típica nariz empolvada de blanco). Y a los míseros les entra por el ano (más bien se las empujan) que les sangra, esporas aparte, de tantas cosas que les meten en él cada día los poderosos. Y no solo supositorios con el aval de la justicia puta porque prevalece el derecho a la vida.

Una cosa sí está clara: si dios no hubiera querido que se les metiera cosas por el culo, no los habría creado con un agujero y una raja en la parte inferior de la espalda. No les habría dado culo.

Y es de agradecer que lo tengan ambos, poderosos y míseros; sin culo solo quedaría la boca y se les pudrirían los dientes por exceso de dulce de leche.

Es fácil colegir así que, dada la obsesión de dios por el asunto anal, su origen se halle en un homosexualismo cosmogónico sea lo que sea eso. Contando además, de que no nos hallemos ante las barbas de un todopoderoso transexual; teoría que cada día es más plausible según las tesis del Nazismo Poscoronavirus Penitenciario Maricón Sanitario Climático.

Sea como sea, lo único cierto y comprobado cienciológicamente, es que dios está en la nariz de los poderosos y en el culo de los míseros.

Es un equilibrio natural en el planeta Tierra.

Y lo que es más importante, gracias a ello me lo paso en grande con mis ensayos.

Realmente agradezco la inexistencia de dios y ser yo el que ríe sin cosas metidas en el culo.

Es mi única fe y dogma: el culo es una salida, no una entrada. Y la prueba es que todo ser humano instintivamente, ante una situación de estrés, peligro y miedo; aprieta fuertemente las nalgas para que con alevosía o por accidental indecencia, no le metan algo.

Hasta que no se llega a la insensibilización por la destrucción de los nervios culares o anales, se viven grandes crisis de dolor que pueden durar décadas (medios siglos más precisamente) según las regiones más dadas a ello, como España.



Iconoclasta

 

30 de marzo de 2023

lp--Esto no es La Tierra, es la taquilla C-18--ic


El planeta ya no es La Tierra.

Es la Taquilla C-18 de la película Hombres de Negro II.

La especie humana se ha convertido en algo parecido a esos pequeñitos alienígenas peludos, con ojeras como pandas y antenas con bolas luminosas, como estaban tan de moda en las discos de los ochenta del siglo pasado.

Solo que ellos tienen gracia, los humanos de La Tierra, también la tenían.

Pero estos humanos actuales de la Taquilla C-18 sucios del nazismo del coronavirus, la sanidad y el homosexualismo ideológico. De miedo, fe ciega, obediencia religiosa, infantilismo, aplausos a los dictadores…

Todos pensando igual, diciendo lo mismo que les emiten por televisión e internet. Repitiendo con el rostro convencido las mismas consignas que sus amos ganaderos les transmiten las veinticuatro horas al día sin cuestionar nada, asumiendo el lema nazi de que la libertad es enfermedad y acatando serviles las prohibiciones de todo tipo y los dogmas eclesiásticos de mansedumbre, homosexualismo, nutrición, sexo, ocio y cambio climático…

Estos no son humanos reales u operativos para la especie. Ya no quedan seres humanos de La Tierra, son los habitantes de la Taquilla C-18.

Sin gracia, todos haciendo colas en los mismos lugares para pincharse con el rostro compungido de miedo, silenciosos… Comprar las mismas cosas de oferta, las mismas películas de super héroes repetidas hasta el hastío profundo.

Tristes, átonos, amorfos…

Asomados a las ventanas para espiar a los que pudieran salir a la calle cuando los encarcelamientos por coronavirus, calzando bozal en el hocico como si en ello les fuera la vida, aplaudiendo al régimen.

Con sus “yo me quedo en casa”, “yo me vacuno”, “yo confío en mi dictador”, “el estado me protegerá y dará de comer”, escuchando con esperanza palurda la tonta canción de “Resistiré”…

No son seres humanos, definitivamente.

Al menos los habitantes de la C-18 de la película tenían gracia, hablaban como catetos pueblerinos con las miradas idiotas, en un acertado sarcasmo y caricatura cinematográfica de lo que sería la especie humana en el 2020. Me meo de risa al ver la escena, es mi clásico desde el primer día que la disfruté.

En lo demás, los habitantes actuales de la Taquilla C-18 dan pena en su infantilismo y temor conejil, su fe en los salvadores de sus vidas y ladrones que les roban el sustento y la respiración. Y a sus hijos la identidad, la cultura, su naturaleza y biología; y la determinación y creatividad.

Recordad que es de bien educados rebobinar las cintas antes de entregarlas al video club. Y ahora, corred que las entradas son dos por uno.

Y no os olvidéis de cantar a vuestros dioses y amos, cabestros.

Es que me parto el rabo con los ciudadanos de la C-18, los peludos con cara de panolis… ¡Qué risa!

Video de la escena: https://youtu.be/WFF6BEM_7ng



Iconoclasta