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Mostrando entradas con la etiqueta fascismo. Mostrar todas las entradas
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8 de marzo de 2024

lp--Hijoputismo--ic


El Hijoputismo es un régimen de gobierno neofascista instaurado en el siglo XXI (durante la segunda y tercera década) decididamente corrupto; esto es, con alevosía y orgullo criminal ampliamente publicitado por la prensa prostituida al régimen como bondad y virtud. Su nombre se debe a que, cuanto más hijos de puta son los jerarcas que gobiernan con mano que no tiembla, más los quiere y vota su población borrega, mansa y sexualmente ambigua.

El Hijoputismo surgió en España el 1/03/2020 instaurado por el rey de España Sánchez I el Arribista, con el primer decreto de estado de alarma por coronavirus, conocido cariñosamente por el Hijoputismo y su asfixiada, revacunada, extorsionada y encarcelada población como “lacovid19”.

Antes del 1 de abril del mismo año, el Hijoputismo español ya había infectado todas las pseudo democracias del mundo, especialmente Europa por ser limítrofe con España.

La miseria ética, la corrupción del Estado y sus extorsiones y segregaciones a la casta paria asalariada (no funcionaria), se replicó igual de rápida que la tristemente famosa gripe española, la conoció el mundo entero en 1918.

Si algo sabe vender España y su Hijoputismo, es el fascismo. España ha sido secularmente la primera productora mundial de dictaduras y fascismos y los exporta, con más éxito que el jamón ibérico con diferencia.



Iconoclasta

18 de enero de 2024

lp--La demagogia barata del narco Estado Español--ic


Las trampas demagógicas de los fascismos, como el del actual Estado Español, son toscas maniobras de distracción para timar a una población no muy lista y nacida para ser pastoreada durante decenas de años por un caudillo. España es un nicho secular de dictaduras.

En la antigua Grecia a estas burdas trampas demagógicas se las llamaban sofismas. Herramientas para confundir aquel primitivo y supersticioso pueblo, y ahora a una población consumista de pocas luces como la española; donde necesitan la ignorancia de un caudillo para descubrir palabras u odiarlas según decrete el cabrón en el poder.

España es el eterno oscurantismo, aquello de que en el reino de España jamás se ponía el sol no era una metáfora de imperio, sino una mediocre mentira para que los lerdos y miserables se sintieran orgullosos de la mierda que comían.

Y ahora para expresar algo con una palabra, el Estado Español analfabeto usa tres palabras juntas: persona con discapacidad.

Tres palabras que son la definición de disminuido.

Es la demagogia oscurantista de una sociedad aún hoy día supersticiosa e ignorante, equiparable a la chusma del medievo.

Los actuales narco dictadores de ínfulas (pseudo) democráticas; que suelen arrancar los votos incluso de los meatos humanos (verbigracia, anos), no se sienten cómodos porque les jode que les voten disminuidos, es una cuestión de orgullo que les voten personas con discapacidades que pueden ser disminuciones físicas o psíquicas.

Y con el tiempo, como la discapacidad es nada, no deberán cobrar ninguna pensión y a trabajar, coño.

Tener una discapacidad es tener una merma, una disminución física o mental. Lo digan como lo digan, quien se sienta ofendido con disminuido, se sentirá ofendido como persona con discapacidad. El asunto del lenguaje, siempre es un problema para un pueblo y su gobierno formados en el analfabetismo funcional, el que permite obtener el permiso de conducir o un carnet de diputado o senador.

No hay desprecio alguno en llamar ciega a la persona con discapacidad visual. Sólo un perfecto imbécil podría perder tanto tiempo y hacérselo perder al ciego.

Quien piensa tan torcidamente como para decir que “ciego” es una ofensa, es en esencia un genocida sin escrúpulos con el cerebro podrido y un pensamiento malvado.

Sólo el provincianismo y su ignorancia pueden hacer de la palabra disminuido un insulto, un adjetivo despectivo. También la falta de honestidad de un Estado que se encuentra en un profundo y delictivo proceso de corrupción, malversación, tiranía y segregación de la población en nuevas castas como ahora el GENPHOCS con su “amnistía por la convivencia y la paz en el mundo”.

Al dulcificar la palabra y convertirla casi en una frase, también dulcifican la corrupción, el oscurantismo y la miseria intelectual que cometen y propagan. Y así se muestran palurdamente beatos a ojos y oídos de una chusma que asume con fanatismo sectario y discapacitadamente que ¡sus genitales nada tienen que ver con ser hombres o mujeres!, sino con lo que el Estado diga; a ellos y a sus hijos en la escuela. Es, con mucho, peor el oscurantismo de hoy que el de la Edad Media, más letal para la biología humana y su dignidad.

Yo no soy un tipo con una discapacidad, primero porque sé demasiado del lenguaje y no me sale de los cojones perder el tiempo. Soy un disminuido que tiene una pierna podrida, un cojo, un tullido que camina despacio y con un dolor de mierda. No me siento despectivo conmigo mismo sabiendo lo disminuido que soy; y mucho menos me voy a insultar con lo mucho que me amo.

Además, tengo un señor cáncer en la médula del hueso.

A ver si me va a doler más ser un disminuido que caminar...

Y en segundo lugar no soy un político-puta en busca de votos haciéndome pasar por un analfabeto de maneras bondadosas paternalistas para engañar a la chusma que me votó y volverá a votarme por mucho que le discapacite el esfínter con mis embestidas de narco dictador (que le dé por culo, en lenguaje decente y culto).

Lo último que me apetece es que un subnormal analfabeto me venga con eufemismos electorales y todo porque se entretiene en cosas banales y crucigramas de grado aficionado porque no sabe hacer su trabajo. Que es ni más ni menos lo que están votando una caterva de “señorías” en sus cortes y por lo que cobran nóminas corruptas por lo gigantescas, para simplemente jugar al scrable de mierda.

Y el ciego, amigo mío, no ve un pijo. Es un discapacitado que no tiene tiempo para estupideces, como toda persona que tiene una mínima cultura y la ejerce.

Censurar palabras por demagogia, es ya todo un clásico del fascismo endogámico español. Y es una fabulosa herramienta del Estado, porque empobrecer o corromper el lenguaje es la forma más rápida de extender el oscurantismo entre la población, desde las instituciones y las escuelas. Este oscurantismo es la razón de que en la España profunda, provinciana y delincuente, existan leyes que se llamen “sí es sí”, “Amnistía por la convivencia y la bondad” y mierda parecida.

Ha podrido tanto el lenguaje el Estado, que ni él mismo puede usarlo para definir sus corrupciones, ni siquiera como “bondades de convivencia”.

Sólo un provinciano, un estafador demagogo, un político sin capacidades intelectuales y culturales o un ignorante, podría ver despectivo el adjetivo “disminuido”.

Se ha degradado tanto el conocimiento en pro de la corrupción y la discapacidad de los políticos, que sólo queda la incineración para realizar una buena limpieza de esta pervertida, degradada y decadente sociedad aplaudidora de caudillos fascistas y nazis estalinistas. La población de la actual narco dictadura española, la adulta, sufre de un infantilismo sin precedentes en la historia de la especie humana. Un infantilismo agudo que la discapacita para discernir al corrupto que la roba y humilla; y mientras eso ocurre, dibuja cosas infantiles para colgarlas de las ventanas cuando el estado la encarcela por decreto y fetichismo de su caudillo.



Iconoclasta 

16 de octubre de 2023

lp--Derechos internacionales y nacionales: papel mojado en hipocresía y fascismo--ic

La chusma infantilizada, ingenua e ignorante de los decadentes y cobardes países occidentales consumistas, no acaba de comprender la realidad y esencia más básica del ser humano: si alguien mata a tu hijo, padre, madre, hermano, etc…, te pasas todo derecho internacional, nacional o nazi de mierda por el culo.

La guerra es la única forma posible de libertad en estas sociedades consumistas, globales y decadentes de mierda. Matar libremente como se hace en la guerra, sin que nadie te aplique las mierdosas leyes del Estado es la libertad más pura y primigenia.

Retornar a nuestra verdadera naturaleza sin un bocado en la boca como llevan los caballos.

Ernest Hemingway lo reflexionó así: Sin duda, no hay cacería como la caza de hombres y aquellos que han cazado hombres armados durante el suficiente tiempo y les ha gustado, en realidad nunca se interesarán por nada más.

Y buscando venganza por tus muertos, no podría ser más espectacular esa salvaje y libre libertad. Matar al enemigo… No existe mejor y más apasionante caza.

No importa la patria, no importa el puto general: importa dar caza a quien ha matado lo que querías o quien lo amenaza.

Es por ello, por esa libertad que gozan los humanos soldados, por lo que las guerras jamás son breves. Nunca cesará una guerra hasta que alguno de los bandos se sienta satisfecho con los muertos que se ha anotado y el otro abatido por la cantidad de muertos que ni siquiera puede enterrar.

Lo han prohibido todo en Occidente con el surgimiento en las pseudo democracias de un Nazismo venenoso de carácter sanitario, homosexual, climático, y corruptor de la biología humana; surgido con la epidemia del coronavirus o “la covid 19” a inicios del año 2020. La libertad hoy sólo se puede encontrar en la violencia ante la continua presión del Estado Nazi contra los ciudadanos asalariados no funcionarios; como el derecho simple, claro y biológico de ser mujer u hombre. Un derecho que el Estado ha abolido y dicta, independientemente de los órganos sexuales con los que se ha nacido, quién es hombre o mujer con su doctrinal sintaxis perturbada. Se ha prohibido y perseguido respirar libremente a cielo abierto debilitando y enfermando a la ciudadanía asalariada no funcionaria; se ha extorsionado a la misma población a meterse en la sangre una vacuna que no vacuna, se ha encarcelado policial y militarmente a esa misma población en sus casas arruinándola, prohibiendo su sustento. Se le ha prohibido deambular como todo animal libre con el acoso policial y militar. Se pervierte la educación de los hijos tergiversando la historia en hagiografías hacia el nazismo sanitario y su homosexualismo, confunden a la infancia con complicados seres extra sexuales que padecen todo tipo de parafilias, como ninguna especie animal en el planeta ha sido castrada de su esencia.

Los graves delitos de los políticos son perdonados e incluso galardonados cuando hay gente asalariada no funcionaria pudriéndose en las cárceles por delitos leves.

La guerra y su violencia es el último reducto de libertad y dignidad humanas en este momento.

El Estado ha hecho lo peor, los que lo forman son hijos de la endogamia, líneas sanguíneas malas con malas inteligencias y malas naturalezas: han acorralado a la presa (la población) sin permitirle otra opción que la violencia, la defensa de su naturaleza misma.

Muchos violentos no saben porque actúan así, pero es instintivo.

El primitivo instinto con el que nacemos dicta cuando es el momento de luchar, cuando la esclavitud y su humillación es insoportable como forma de vida.

No saben muchos que están combatiendo un nazismo feroz, biológico y sectario que los castra de todo pensamiento y libertad con la colectivización insectil. Que pudre su instinto reproductor básico.

Pudre la ética y la justicia de la naturaleza humana.

El derecho internacional o cualquier otro, solo sirve de papel para limpiarse el culo cuando hay una guerra. Los derechos internacionales no son más que un trabajo descansado que se han buscado los miles de funcionarios que forman el Estado.

En la guerra matas, por placer y coincide con lo que te pide el Estado.

Y la venganza es una justicia explosiva y llena de luz y esperanza; porque matas también al jerarca que te oprime cuando apuntas y disparas a un enemigo no conocido.

La humanidad corre sin poderlo evitar y por necesidad, hacia una gran nueva guerra mundial, buscando ciegamente la dignidad de la especie humana reducida hoy a una vida insectil y ganadera. Porque ante la destrucción total y los soldados embrutecidos, el actual nazismo homosexual sanitario climático no podrá imponerse de nuevo. Y morirán, por fin, los que deben morir en justicia y conciencia.




Iconoclasta

11 de octubre de 2023

lp--Una devastación para salvar a la especie humana de su indigna involución insectil--ic

El nuevo fascismo se ha implantado con el coronavirus en el rebaño que forma la casta paria o trabajadora, como una doctrina cuyo dogma principal es: La libertad es enfermedad y catástrofe”. Dice el Estado de sí mismo que es él quien proporcionará la felicidad y protegerá la vida de las reses humanas, especialmente de sí mismas.

Nacer en cautividad, en la del Estado, es algo que no responsabiliza ni obliga al neonato a esclavizarse puesto que no ha sido su elección nacer; pero es inevitable porque si las reses progenitoras están amaestradas al Estado, el neonato debe ser propiedad del Estado.

Lo peor radica en que las reses humanas nacidas en las granjas (ciudades) del Estado, jamás serán libres, no podrían adaptarse a la libertad aunque la tuvieran. De niños les robaron la infancia y la juventud, el Estado les amputó una cuarta parte de su vida para domarlos y amaestrarlos en las escuelas y universidades como dóciles, serviles y silenciosos productores o trabajadores. Son como las bestias del zoo que ya no podrán volver a ser libres porque han perdido la capacidad y las habilidades innatas para sobrevivir con el encarcelamiento al que les han sometido las reses humanas.

Actualmente, la especie humana es un cruce entre insecto colonial y res domesticada donde, al igual que en una colmena, un millón de esclavos u obreras, alimentan y engordan a una sola reina para hacerla enorme. Luego mueren tan miserablemente como han vivido.

Las ilusiones en el mundo cautivo urbano son globos baratos e infantiles que se escapan de las torpes manos de los adultos.

La vida en cautividad, en sociedad, está formada por un cúmulo de transacciones y leyes de obligado cumplimiento que hace de las emociones un estado de cuentas bancario. En cautividad las ilusiones son efímeras como las ofertas de temporada.

Ofertas habituales como las de amores de mala calidad que durarán toda una larga e inacabable vida, con el arrepentimiento también eterno de haber comprado semejante cosa inservible.

Es ésta la razón, más que nunca, de que se haya impuesto un nazismo feroz instaurado con el coronavirus, intrusivo a nivel nuclear familiar e íntimo. Abanderado sobre todo por la Unión Europea y con España como modelo carcelario, policial y militar a seguir. Está fracasando la esperanza de una vida digna y libre entre las reses trabajadoras de los grandes rebaños humanos urbanos. Y el nazismo tiene la sagrada misión de reconducir la actitud cada vez más violenta y descontenta de las reses estabuladas en ciudades, a una mansedumbre que las haga más fáciles de pastorear y explotar.

Es ya tan habitual que pasa desapercibido, el hecho de que las reses humanas hacen periódicamente, según fechas decretadas por el nazismo, viajes de exploración y polinización lejos de su colmena asignada; pero en poco tiempo se estresan por volver a la seguridad de su colmena. Seguridad garantizada por el Estado Nazi Ganadero Pastoril.

Están tan castradas de libertad y humanidad que se angustian cuando permanecen demasiado tiempo libres; necesitan su colmena para relajarse y seguir con su cotidianidad de engordar a la reina (el Estado) diariamente.

La diferencia de los seres humanos de sesenta mil años atrás con los actuales está en la integridad. Los seres humanos antiguos eran completos y pura raza. Lo de hoy es una mutación, una selección ganadera que comenzó un hechicero miles de siglos atrás y hoy, culminan los Nazismos surgidos en la pseudo democracias del siglo XXI. La especie humana actual es una variedad castrada cerebralmente, domesticada para su explotación ganadera. El problema para el Estado es que no se ha podido erradicar ese primitivo instinto animal de territorialidad y lucha por la reproducción y supervivencia. En eso trabajan los líderes nazis del siglo XXI, en todas las naciones del planeta con las directrices de la Unión Europea como máximo órgano del Nazismo del Coronavirus.

Que sea Europa cuna y sede del nazismo del coronavirus tiene una explicación: es un continente viejo, ocupado por multitud de pequeños estados antiguos, decadentes, acomodados, infantilizados, banales, en plena curva de declive. El  Nazismo que ha instaurado la Unión Europea, intenta evitar ese ocaso europeo.

Sin embargo, todo indica que volverá a ser Oriente (de allí surgió toda la cultura y conocimiento que se extendería por el planeta), en dominar el mundo.

Mientras tanto, en países como España, el banco de pruebas de la Unión Europea Nazi de la represión voraz; donde se cometen toda clase de aberrantes corrupciones políticas y biológicas de la sexualidad humana, absurdas y ostentosas prevaricaciones, violaciones de las necesidades biológicas humanas, como el respirar; así como constantes amenazas oscurantistas climáticas, tribales o bíblicas (basadas en el Antiguo Testamento) con el beneplácito, sumisión y voto de las reses humanas que forman los rebaños. El Estado trabaja afanosamente para llenar los cerebros de los grandes rebaños humanos con terror, por medio de un oscurantismo de índole infantil y represión continuada, decretada día a día como dogmas de grandes beneficios para las reses trabajadoras (estrategia ganadera conductual). Y sistemáticamente, acorralando y asesinando a los seres humanos íntegros (de pensamiento autónomo, ajeno al de la masa ganadera), los muy pocos que aún sobreviven en esa península aislada del conocimiento.

Sólo una gran devastación con sus millones de muertes y demolición de las ciudades, podría salvar a la especie humana de desaparecer del planeta como especie para convertirse en una clase más de termita.

Mientras el ser humano actual carezca de la nobleza y valor necesarios para ejecutar “in situ” a un fanático de cualquier índole, la humanidad continuará involucionando hacia la miseria. Mientras exista un fanático, existirá un fascismo y un asesino con cargo. Eso no se lo puede permitir el último reducto de la humanidad real, la que podría salvar a la especie humana de su suicida degradación a lo insectil.

Porque esta civilización no es la única posible, es sólo una estafa, un chantaje continuado. Una tosca chapuza creada por reses humanas dominantes con más fortuna y suerte que inteligencia y conocimiento, que atenta contra la real naturaleza humana.

Sería aterrador que un día naciera un bebé con antenas de queratina en el cráneo agitándose neuróticamente, decepcionado de haber nacido así.



Iconoclasta

14 de julio de 2023

lp--Amazon a por la concesión del Ministerio Censor del Nazismo Poscoronavirus Mundial--ic

Si hay un claro candidato para la administración y desarrollo del Ministerio de Censura del Nazismo Mundial Carcelario Homosexual y Clima-sanitario, es Amazon.

Se ha convertido en el mayor censor de todos los tiempos, incluso se inventa cosas ofensivas, como avisar al televidente del consumo de tabaco o alcohol en la película o serie como si ya fuera algo pornográfico; y así ofensivo para un pobre cabestro habituado a la vacuna y al bozal, que vea humo salir de tu boca.

Amazon, y en general todas las compañías de streaming, está haciendo méritos porque el Estado (cualquiera del mundo) no dispondrá de suficientes medios para gestionar la censura de los contenidos audio visuales en internet; la manipulación y censura en enseñanza, prensa y televisión necesita muchos recursos. Es por ello que la censura en internet se privatizará.

Y Amazon es uno de los buitres que busca su tajada con gran ahínco y fanatismo.

Con la nueva versión de aquel bodrio de los ochenta y noventa del siglo pasado: Humor Amarillo, en su primer capítulo por boca de los tristes comentaristas absolutamente faltos de gracia, se adoctrina al público que Humor Amarillo está prohibido por Amazon. ¡Cuidado! Incluso pensarlo; porque podría constituir vejación para la raza oriental. Así que los tontines comentaristas-tamagochis invisibles te educan muy seriamente, pero con tonito infantiloide, en que el programa se llama El Castillo de Takeshi, como en Inglaterra se llamó al bodrio en cuestión en aquellos años pasados. Luego, como si hablaran para absolutos retrasados mentales, insisten sin gracia alguna en que no es Humor Amarillo cinco o seis veces más hasta que empieza la mierda de programita para descerebrados.

Un día Amazon será dueño del Ministerio de Censura del Nazismo Mundial del Coronavirus, y si se os escapara la expresión “Humor Amarillo”, no os otorgará el certificado de ciudadano nazi ejemplar y por tanto, no podréis acceder a ningún comercio, ni siquiera para comprar comida. Sin embargo, se admitirá vuestra tarjeta de crédito para alquilar contenido mierdoso en su zona de streaming, en la que dispone de un amplio catálogo de miserias valiosamente clasificadas con avisos: Consumo de tabaco, consumo de drogas, consumo de alcohol, desnudez, lenguaje malsonante, violencia, sexo, imágenes aterradoras, y todo aquello que con el tiempo decrete ofensivo.

Pareciera que Amazon tiene un catálogo de monstruosidades, porque toda película o serie está llena de avisos de posibilidad de ofender al público; pero es mentira, incluso en los telefilmes más soporíferos y para mayores de ciento treinta años (por ejemplo una escena de un viejo pescando en silencio durante hora y media), te avisa del peligro de que alguien en una escena pueda salir bebiendo una copa de vino.

Cuando administre Amazon el ministerio de la censura, si se os escapa en público la expresión Humor Amarillo, os tratarán exactamente como si no estuvierais vacunados de la covid-19 y por tanto no llevarais en el brazo el brazalete nazi de respeto y afiliación al régimen.

Escuchad con atención a los tristes comentaristas del bodrio El Castillo de Takeshi 2023 y borrad Humor Amarillo de vuestras mentes.

Y nada de mencionar a aquel famoso “chino cudeiro” quien quiera que fuese, porque nunca nos mostraron a quién se referían. Solo lo nombraban y yo buscaba al chino gallego con afán paranoico y no lo localizaba. Era angustioso.

Se debe tener en cuenta que el Nazismo Chino del actual chino cudeiro Xi es muy estricto censurándolo todo en internet, y Amazon va a la caza de esa concesión del Ministerio de Censura China también. Y es peligroso jugar con Humor Amarillo.

Más adelante os impregnaré de conocimiento sobre el humor negro, que es muy discriminador, carente de inclusividad alguna e incluso racista e insultante.

Y también os contaré, bellas mujeres de mi glande rosado, inflamado y cremoso que sabe a frutas del bosque. Y digo mujeres, porque a los machos que les den, no soy maricón.

En este instante estoy cometiendo la infracción amazoniana de lenguaje malsonante y homófobo; así pues he de ser diligente y rápido publicándolo pronto, antes de que Amazon obtenga la dichosa concesión del Ministerio de la Censura y me joda.



Iconoclasta

1 de junio de 2023

lp--El Medievo del Nazismo Poscoronavirus--ic

Las compañías de internet de suscripción a películas y series como Netflix, HBO o Prime Video. Que además actúan como las grandes inquisidoras de la libertad trabajando para el Nazismo Poscoronavirus Homosexual, han modificado la clasificación por edades de su material visual, si así se le puede llamar al noventa y nueve por ciento de basura que ofertan como entretenimiento.

Las películas que en principio eran +7 han pasado a +16 y éstas a su vez, han ascendido en el escalafón de la censura a +18.

Ni que decir tiene que apenas hay películas para mayores de dieciocho años, comprenden que con la violencia y el terror juvenil de la serie Crepúsculo, ya tiene el espectador que paga su suscripción harta violencia y temas adultos.

Prefieren tener en catálogo las películas indias y filipinas, antes que el buen cine de los 70 u 80, por ejemplo. Y eso se debe a que las de los países subdesarrollados las compran por contenedores a precio de estiércol o morralla sin mirar ni un título; suelen ser blancas como la leche, cantan, lloran mucho y el homosexualismo es preciosista en ellas. El asunto de los hijos que son rebeldes porque solo dicen “no” a los padres (esa típica escena que madre y padre se miran asustados cuando el niño niega algo), es toda una oda a la familia cabestra unida que se vacunan con sonrisas y lucen su bozal con una dignidad, cuasi monacal.

Por otra parte, en la ficha de la película los “peligros” que supone que el público (pagador para mayor inri) vea esa película infantil, se riega con un chorro de advertencias del porqué podría herir la sensibilidad de los cabestros: consumo de drogas (como en el parque infantil enfrente de tu casa y en los bares de copas) consumo de alcohol (también en el parque de tu casa), violencia (la misma que los borrachos en el parque de delante de tu casa) y la más extraña: avisan de consumo de tabaco, como si el tabaco fuera malo y narcotizara.

O sea, mejor te asomas a la ventana y podrás ver gratis una película de adultos sin más remilgos de mierda, día sí, día no y fines de semana sesión continua.

Homosexualizar a la población y debilitarla física y anímicamente son maniobras necesarias para todo nazismo o fascismo con las que obtener la fe y la mansedumbre plenas de la población en el estado. Tan importantes como el oscurantismo con el que vienen infectando desde los 90 la educación y la cultura.

Y bueno, ahí está Netflix y Prime Video entre muchas, para trabajar para el Nazismo Poscoronavirus rabiosa y peligrosamente surgido sin pudor durante la estafa de la pandemia de coronavirus, o como se le llena la boca de piedad al nazismo español al llamarla “la covid 19”, que es el principio de la ternura aplicado a la semántica para subnormales que tan buenos resultados les ha dado entre la población cabestra.

De nuevo, bienvenidos a la nueva Edad Media, las épocas más oscuras que jamás otras ha conocido la humanidad.






Iconoclasta

18 de mayo de 2023

lp--España capital mundial del arribismo--ic


España es la capital mundial del arribismo político, social y religioso; pero sobre todo es un nicho sin cubrir donde se tiró el cadáver de la ética a modo ejemplarizante. La viva y palpable demostración de que ley y ética no son solo irreconciliables; son antónimos. No es novedad; pero siempre es llamativo de constatar.

La práctica demostración de que el arribismo, una forma de prostitución que incluye la traición, extorsión, corrupción, mentira e ineptitud; se encuentra en el estado y toda institución que de él depende.

El arribismo laboral es toda una filosofía de la prostitución que rápidamente se implantó con la revolución industrial en las empresas, hasta tal punto que a nadie llama la atención por su cotidianidad; pero cuando la ejerce un burócrata, funcionario, político o cualquier otro jerarca del estado, provoca muerte y ruina en millones de reses humanas.

El gobierno nazi español penitenciario homosexual sanitario, pacta con la mafia terrorista para que su Caudillo permanezca en su poltrona de forma vitalicia. Y es legal.

Con lo cual la ética es un cadáver pudriéndose al sol español.

Nunca los medios informativos y personajes populares como actores, deportistas y artistas han pertenecido y lamido tan podridamente a una dictadura y su caudillo.

Lo más pornográfico y que no se debe olvidar jamás, está en que todas las formaciones políticas, sociales e informativas; por lejanas que fueran en su ideario y estrategia política del gobierno que decretó el golpe de estado contra la libertad y la dignidad de la población trabajadora, hace poco más de tres años; cerraron filas para apoyar e integrarse en esa dictadura feroz, vejatoria y genocida instaurada con la componenda del coronavirus también conocido, sobre todo en España, como “la covid 19”.

Junto a China (o bajo sus órdenes) España se erigió en la dictadura más represiva del siglo XXI. 

Hay que tener en cuenta que esta dictadura solo afectaba a la casta paria o clase trabajadora, ya que políticos y clase media y alta, tenían el suficiente dinero e impunidad corrupta para pagar su libertad. Y muchos metros cuadrados de espacio para pasar el día si era necesario.

Por supuesto, si un viejo no pertenecía a estas clases altas, estaba condenado a muerte en su geriátrico barato y pobre; prácticamente y a todos los efectos, una perrera con sus métodos de sacrificio.

España fue durante meses fue un campo de concentración celosamente vigilado por celadores policías y militares. Equipados con las armas más grandes y aparatosas, se apostaban en carreteras y lugares vistosos para hacer propaganda agresiva de lo que era el Nuevo Estado Español Nazi Coronavirus; que nadie creyera ni por un segundo que era una broma el golpe de estado cometido por el gobierno contra las mínimas libertades y necesidades biológicas. Telenoticieros y prensa no cesaban de publicar imágenes de militares y policías armados y con gesto hostil. Aquello no era una alarma por una epidemia, fue terrorismo de estado en toda regla. Todo medio informativo era una constante catequesis de orgullo de la nueva dictadura y loas al gobierno, sus policías y militares.

A excepción de China, ningún otro país cometió tantos actos de extorsión y acoso militar y policial, encarcelamientos masivos de la población y envenenó a tantos seres humanos con el bozal y las vacunas (el bozal era puro veneno para debilitar el organismo, deprimir, acobardar y mantener la boca de la clase baja cerrada). La que más crímenes cometió contra los viejos por abandono, por dejación programada o porque así lo creyó oportuno el gobierno español; y fueron decenas de miles de viejos sacrificados. No ha habido país tan cruento en su Nazismo-Coronavirus como España en ningún lugar de Europa, América o África.

También se debe reconocer que la casta política española es la caricatura aumentada de una población mezquina, decadente e indolente. Ya domada y habituada de una forma innata a las dictaduras, hasta tal punto que practica el olvido de semana en semana. Es razonable que voten siempre lo más sórdido y letal para la libertad.

La verdadera presidencia de España es la del Arribismo Exacerbado y Psicótico, y es capital mundial.



Iconoclasta

 

9 de mayo de 2023

lp--Blasfemo en España--ic

Hay algún restaurante en España, que en caso de que no bebas vino, licor o agua sin gas; si eres de tomar refresco en la comida, te convierte en hereje por muy descreído de todo que seas.

Talmente como en los países moracos que prohíben cosas de todo tipo y elevan a rango de delito algunas costumbres.

Como no avisan de que no sirven refrescos en ese restaurante, cuando te preguntan qué quieres para beber y pides cocacola, te miran como si hubieras dicho una barbaridad y fuera algo malo. Y te sueltan rigurosa, casi eclesiásticamente, que ellos no sirven refrescos más que un sucedáneo amargo sin más sabor que el saborizante a hiel. Agua sucia enlatada, en definitiva. Y por supuesto, sin gas.

Una vez lo has probado, solo tocarte el agua sucia los labios, aprendes que tampoco les parece bien que esté frío. Y te arrepientes de haber entrado en esa mezquita y maldices tu propia ignorancia y suerte.

La pura imposición es como un nabo metido en el culo que te incomoda. Porque a fecha de hoy, es más difícil no disponer de un refresco habitual que tenerlo. El dogma talibano-español es incruento, por ello das gracias a nadie (no soy crédulo) de que no haya ido a más la blasfemia cometida sin pretenderlo.

Y si tienes cierto concepto elevado de la cordialidad, educación y del “vive y deja vivir”, no les dices que se metan su refresco vía anal y pides tu menú como haría cualquier persona sometida al nazismo, fascismo, comunismo, nutricionismo (humano-ganadero) o mariconismo; sabiendo que no te pasará otra vez. Soy “mu liht-to y ha prendo hen següida” a no meterme en mezquitas ajenas por muy camufladas que estén.

Pero si lo piensas bien, lo peor está aún por llegar: cuando no sirvan en ningún restaurante español un refresco. Está bien, tampoco es malo; con no ir a restaurantes del régimen talibano, ya está. No problem (como se puede apreciar, sé inglés además de ser blasfemo).

Lo malo será cuando prohíban vender los refrescos en las tiendas.

Bueno… Siempre nos quedará internet, amazon, corte inglés, etc…

Lo peor y lo verdaderamente escalofriante ocurrirá cuando prohíban su consumo y en España se empiecen a ver y ejecutar castigos públicos por beber refresco, como hacen los moros en algunos de sus países por cosas parecidas.

Y lo peor de lo peor llegará cuando cuelguen a los bebedores de refrescos en las plazas de pueblos y ciudades, como los moracos en algunos de sus países y sus ciudades asesinan a su gente por algo parecido.

Y lo peor, de lo peor, de lo peor, será que las imposiciones derivarán rápidamente en asesinatos e incineraciones masivas.

Y se pondrán de moda otra vez los botones y peines de hueso humano vendidos a precio de artesanía chachi de exquisita tradición.

En definitiva, hay que estar ojo avizor, observar como deriva el radicalismo alimentario en España y preparar los billetes de ida a otro lugar más relajado y libre en el que no te ahorquen por un vaso de cocacola o no debas envenenarte con un sucedáneo amargo y calientito (en mexicano).

Y si te aplicas espiritualmente un metódico y forzado optimismo, concluyes que cambiar de aires es bueno para la salud, la libertad y la cultura. Mientras dure… Porque el fascismo y sus religiosidades asesinas se globalizan más rápidamente que la pornografía que no mata a nadie (si no te ven pelártela, claro).




Iconoclasta

17 de abril de 2023

lp--Crónica de una tristeza ilegal--ic

 


Año 2025. Incluso su nacimiento fue triste.

Al nacer su primer llanto deprimió a la madre y al personal sanitario. Ante tal tristeza, como prevención por descabellado que pareciera, al bebé le vendaron las muñecas y los muslos para evitar que se suicidara.

Al padre, por orden judicial, le realizaron una vasectomía y a la madre ligadura de trompas. No podía volver a nacer semejante tristeza humana en una nación gobernada con mano que no tiembla; pero con mucho cariño y respeto. En la que siempre prevalecía por encima de toda libertad, el derecho inalienable a no estornudar o no toser. Se trataba de una dictadura paterno-sanitaria-infantil-homosexual del bienestar psíquico.

Por violar los dogmas de la nación y con el aval de un juez, también fueron sancionados los cónyuges progenitores por el gobierno absolutista a ceder el noventa por ciento de sus ingresos al estado hasta su muerte.

Un obispo predicó en una homilía extraordinaria, debida a la alarma social de semejante nacimiento triste, que la orden judicial era un acto de bondad.

A pesar de ello, el niño más triste del mundo, en un colegio de adoctrinamiento especial aprendió nociones de anatomía básica humana.

Año 2037. A los doce años acabó con su tristeza con simple lavavajillas.

Su cadáver olía tan bien que pensaron, madre y padre, que se había curado de tristeza y dormía plácidamente. Hasta que los gases de la descomposición produjeron pompas de jabón en su boca y nariz.

Y se llevó con él la tristeza que infectaba a su familia y la gente que lo conocía.

No lloraron su muerte, sino que la celebraron con programas televisivos especiales de optimismo y manifestaciones multitudinarias pro alegría que paralizaron la ciudad durante tres días. El ayuntamiento asumió la cremación del cadáver triste como acto institucional, sin funeral y obligando a pagar la incineración a los progenitores. Se borró su nombre y nacimiento del registro civil y hospitalario para limpiar la memoria histórica de la dictadura de semejante e indeseable tristeza.

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La narración del presente artículo está basada en documentos de prensa almacenados en la memoria sólida de una computadora personal ilegal. Es decir, no declarada a la administración estatal por su comprador en algún momento del 2030.

Fue hallada en mayo del 2252 por un equipo de paleoantropólogos, entre las ruinas de una ciudad española extinta en el 2053 por bombardeo nuclear durante el período de las Guerras Climáticas Mundiales del 2043 al 2054.

 

 


Iconoclasta


8 de abril de 2023

lp--Reinventarse--ic

Una sociedad que habla de reinventarse es infantil y ridícula.

Adoctrinada cada una de las reses que la componen, se han de inventar en algo que el estado dicta. Y comer su mierda. Si han de hacerse rumiantes que lo hagan y pronto. Obedecer a los amos que las reses ingenuamente han creído elegir es el mandamiento primero.

Me ha llevado toda la vida ser lo que soy en la actualidad. Y no voy a reinventarme o transformarme.

No hay nada mejor que yo y estoy absolutamente satisfecho de mí mismo sin vivir en mí. ¡Ja!

Lo que sí haré: considerar leyes, decretos, usos y tradiciones para eludir o usar lo que me convenga; pero ¿reinventarme? Eso no pasará soy lo más, no necesito reinvención y no obedezco a amo ni dios.

Conforme pasan los años gano en adaptabilidad con mi intelecto íntegro.

Reinventarse se ha convertido en un mantra tan cotidiano que, cualquiera diría que en sus entrañas la chusma lleva baterías recargables y se enchufa cada noche a la corriente. Es la razón de que el estado matara a viejos y enfermos en nombre del coronavirus, era tarde para que se reinventaran.

Ser creador, original, autor… Eso está prohibido en cualquier nazismo o dictadura. De ahí el verbo “reinventar” tan de moda y mucho más acorde con la dictadura homosexual penitenciaria sanitaria climática, en este caso española. Lo de ser creativo, solo es para gente que sabe, la del estado. “Tú no pienses y calla”.

Ni sé ni me importa quién es el tipo de la propaganda nazi; pero se reinventa porque algo salió mal en su concepción. Es solo un muñeco propagandístico de las dictaduras fascistas poscoronavirus, una lección moral de cómo ha de expresarse y actuar el ciudadano ideal y dispuesto a ser lo que sus amos decreten.

“Reinventarse” es un precepto religioso del actual nazismo que arrastra el homosexualismo, la sanidad represiva y la religiosidad usurera del cambio climático como las grandes virtudes para medrar en sociedad. Si no eres como el absolutismo decreta, debes hacer algo por reinventarte ¿no?

Y así el muñeco sonriente de la prensa trabaja en convencer a los cerebros vacíos de las grandes ventajas de ser como te ordenen.

Porque de esto va el actual nazismo español: la mansedumbre, la obediencia, la fe, el aplauso a los jerarcas, el homosexualismo y la religiosidad climática.

Nací perfecto (bueno, un rabo más largo no estaría de más; pero estoy muy contento con lo juguetón que es, definitivamente no lo reinventaré), nunca he tenido esas inquietudes de reinvención, solo amplío y mejoro lo que soy. Cuanto más lejos esté del prototipo de ciudadano o votante mediocre, más orgulloso estoy.

Las cosas empeoran por momentos en esta sociedad nazi del miedo y la obediencia suprema, del aplauso y la reinvención y los transformers. A cada instante surgen más “reinventados” que arden en deseos de meterse la copa menstrual de silicona por el agujero que tengan más a mano. Les dice el estado que así ganarán más dinero, escalarán a puestos importantes en esta sociedad piojosa o incluso, al morir, les meterán en la boca una placa conmemorativa por lo buenos cabestros que fueron. Gratificaciones en una sociedad ganadera sin concepto alguno de la dignidad.

Las “reinvenciones” que ha cometido el gobierno nazi penitenciario español homosexual sanitario climático, no son tal, solo son degeneraciones y corrupciones de la ética, la libertad y el conocimiento.

La perversión o degeneración nunca ha sido reinvención. Y en el caso más amable, reinvención es plagio.

Podría ser que quisieran decir otra cosa por reinventarse, en tal caso harían bien en volver a la escuela (no a una pública) y aprender cosas útiles como usar las palabras, el idioma.

Es curioso que entre la palabra “idioma” e “idiota”, haya una sola letra de diferencia.

Son muy cansinos con la reinvención.

Ocurre que en una sociedad decadente, el esfuerzo para adquirir conocimientos y no dejarse avasallar por el oscurantismo del poder, es agotador para los acomodados que se permiten dejar su subsistencia en manos de los amos sin rechistar. 

Es lógico que el rito sexual haya evolucionado masivamente al homosexualismo: es más fácil tener sexo cuando las hormonas hacen hervir la sangre con el amigo, que empezar un cortejo con el sexo contrario del que puedes salir rechazado; y la narcosis ayuda a meter cosas extrañas en el cuerpo, es otra religiosidad de los nuevos fascismos.

Es importante no ser un Juan Salvador Gaviota, sino todo lo contrario; debes reinventarte en una oveja que no tiene por qué hacer otra cosa que comer hierba, una bestia sin necesidades intelectuales que salte la valla cuando alguien tenga insomnio.

Los animales que nacen en cautividad viven indignamente y al final, mueren igual. Si al menos no reconoces que naciste y vives en cautividad en una sucia granja humana, morirás con esa ignorancia infantil, tristemente tras haber vivido tantos años.

Esta es la humanidad al filo de la extinción. Los monos poderosos carecen de la suficiente inteligencia para sobrevivir sin dinero, y morirán al mismo tiempo que sus esclavos cuando la civilización se derrumbe.

Las muertes serán tantas que la gente morirá por contagio. Ver tanta muerte los convencerá de que están muertos y sus corazones cesarán su trabajo. Se reinventarán en cadáveres.

Y los carroñeros durante los primeros meses de la reinvención en cadáveres, triplicarán su población. Un final ecológico.


Iconoclasta


7 de marzo de 2023

lp--Gel del Éxtasis Sexual--ic

 


Crónica histórica de los Asentamientos Libres, de cómo la población mundial se redujo de nueve mil millones de individuos a los actuales ¿diez millones? repartidos en todo el planeta.

Año 2126 p.G. (pos Gel) un siglo después de la aparición y comercialización del Gel del Éxtasis Sexual.

Es necesario rememorar la historia del siglo XXI para entender cómo la humanidad mutó drásticamente hasta peligrar como especie en el planeta y luego, vivir como le corresponde, conforme a su naturaleza.

Se dice que no debe edificarse sobre cimientos viejos. La muerte de nueve mil millones de personas que fueron el resultado final de una forma de vida que duró prácticamente diez mil años, fue la destrucción y la eliminación de esa cimentación podrida que no soportaba ya su propio peso.

Los Asentamientos Libres no hacen cimientos, viven sobre la tierra y no la poseen.


 

Capítulo 1

2023 p.Crv. (posterior Coronavirus, a su alarma). Los gobiernos del planeta ya habían demostrado su total control de las grandes manadas humanas. El éxito fue rotundo, la media de aceptación y obediencia de la población al estado y sus decretos de privación de libertad iba del 70 al 90 % (a menor índice intelectual o cultural de país, mayor era su obediencia). Por lo que continuaban su mandato con el mismo enfoque, aunque más severo y agresivo en su difusión o evangelización, predicando obsesivamente y sin descanso sus dogmas de salvación y pureza física y espiritual en todo ámbito de la sociedad; tanto en un supuesto y apocalíptico cambio climático eminentemente religioso, en lo sexual, laboral, sanitario, ocio, educación, lingüístico, alimentario e incluso en los hábitos y actos más íntimos de las familias. En definitiva, lo que la población debía pensar y creer; pero sobre todo temer gracias a la invasión e injerencia continua de internet y la televisión en todo momento del quehacer de la clase baja o trabajadora. Exactamente las mismas estrategias (aumentadas y corregidas) de contención, pastoreo y estabulación de la masa humana baja (trabajadora), que se habían empleado para los grandes encarcelamientos en las granjas humanas o poblaciones durante el estado de alarma del año del 2020, que en algunos países como China o España, duró tres años.

El legado que Hitler y Stalin dejaron en el siglo XX a los políticos contemporáneos y futuros, fue la concepción de un gobierno con visos ideológico-religiosos o místicos. La única forma probada y eficaz de unir a millones de humanos de casta baja hacia cualquier fin que un líder político se propusiera.

Con tal metodología adaptada a la actual sociedad tecnológica gracias al estudio y análisis de las estrategias ideológicas y los valiosos datos estadísticos y sociopolíticos del nazismo y el comunismo estalinista. Con la infección de coronavirus a nivel planetario propagada por los líderes de las naciones; lo que jamás consiguió una religión, lo consiguió la política: unir a la humanidad en un fin común sin cuestionar ningún decreto o mandamiento del estado.

Mediante el pánico inducido a la población con el coronavirus llegó la obediencia ciega y fe absoluta en los líderes político-ideológicos de orientación evangelista homosexual. La sanidad de todo país occidental, comandada por la OMS (ya oficialmente una confederación de carácter fascista de las instituciones sanitarias de todo país) fue la herramienta más poderosa para vacunar, literalmente, a la población del virus de la libertad. De una forma encubierta por el paternalismo del nuevo nazismo sanitario, se indujo la idea en las castas bajas que la libertad era un grave riesgo de enfermedad y su muerte. De hecho, y con los  aplausos de una población infantilizada y cobarde, un porcentaje muy importante de jubilados y pensionistas murieron durante y por la maniobra de alarma por coronavirus. Un hecho que aún hoy día, mantiene el debate vivo entre los tertulianos de los Asentamientos Libres de que realmente se tratara de un genocidio pactado a nivel mundial para aliviar la presión de los sistemas de pensiones que empezaban a desbordarse en las naciones consumistas occidentales.

Ante las férreas prohibiciones ideológicas de los nuevos gobiernos de las extintas democracias (mayormente occidental-europeas) en cuestión de hábitos de alimentación, ocio, sexo y drogadicción. Y la constante sensibilización (eufemismo por adoctrinamiento o condicionamiento psicológico mediante un bombardeo constante de decretos de prohibición) mediante la usura o extorsión económica en los productos alimentarios: carnes, mariscos, embutidos, quesos, pescado y alimentos ricos en glucosa. Se optó por instaurar un oscurantismo sociocultural y científico para aplacar la creciente violencia en las sociedades occidentales, que surgía de forma instintiva ante la falta de una libertad recientemente arrebatada, la carencia de proteína que acusaba el sistema muscular de la población, la insuficiencia de glucosa para el correcto funcionamiento del cerebro y la constante intromisión de los gobiernos en los ámbitos más cotidianos e íntimos de la ciudadanía.

Se prohibieron hábitos de consumo como el tabaco, que al tratarse de un hábito reflexivo no narcótico, se convirtió en algo indeseable para los fines de las dictaduras homosexuales sanitarias; de la misma forma que se desaconsejaba el consumo de café. Se alentaba el consumo de alcohol, con especial incidencia entre los estudiantes y la permisividad del consumo de drogas narcóticas combinándolas con actos sexuales: marihuana, hachís, ácidos, cocaína…; hasta tal punto, que los gobiernos publicaban manuales de instrucciones y consejos para su correcto consumo y satisfacción.

Todos los días había algo que celebrar: una enfermedad, una festividad, una profesión, una efemérides nacional… La constante distracción de las castas bajas o trabajadoras era una estrategia básica e imprescindible. Los juegos de pelota en equipo y las diversas festividades como carnaval, procesiones religiosas, fiestas populares de ciudades o celebraciones político-religiosas, llenaban los calendarios de todos los países desarrollados.

El oscurantismo llegó con el control (hubo una compra, una prostitución del periodismo al estado pactado anteriormente con el coronavirus) de los medios de comunicación e información. Gracias, ante todo, a los ensayos y pruebas de censura y bloqueo informático que China había empleado en el ámbito de la comunicación y el periodismo una veintena de años atrás.

Otra gran maniobra de los nazismos o fascismos sanitarios homosexuales, fue la revisión, cambio, tergiversación o eliminación de los anales o crónicas de la historia para adaptarlos a la nueva ignorancia instaurada; con una redacción literaria hagiográfica de las falsas democracias volcadas al fascismo homosexual sanitario que, prácticamente tenía carácter de parábola religiosa.

Se inició como golpe maestro una agresiva e invasiva campaña mundial para eliminar el hábito de lectura e imponer el audio libro, cuyo fin perseguía algo tan obvio que muchos de nosotros, un siglo más tarde, no concebíamos cómo ningún intelectual o medio de aquella época dio la alarma de semejante medida represora oscurantista. En la conclusión no podemos estar más de acuerdo: la decadencia social había tocado fondo y la población mundial consumista se había instalado cómodamente en aquel fango fascista de oscurantismo.

Porque el objeto del audio libro, era tan obvio como simple: Escucha y calla. No leas, porque quien lo hace suele recordar cosas desagradables. El Estado será la memoria y las palabras que se lleva el viento.

La comunicación escrita y la lectura, el fabuloso ejercicio intelectual que generaba, se había restringido para mantener una baja actividad mental en la población. Se impartía su enseñanza, exclusivamente para las castas del gobierno y las adineradas.

Los líderes de los gobiernos eran abiertamente homosexuales o bien de clara orientación ideológica homosexual. Hay estudios sociológicos de aquella época, asegurando que la homosexualidad da una mayor facilidad de pastoreo y explotación de las castas bajas humanas: menor agresividad, más sociabilidad (más gregarios), fáciles de adoctrinar a cambio de supuestos privilegios, paternalismos electorales hacia los transexuales infantiles-adolescentes, etc…

Los gobiernos estaban induciendo a la población la idea de que el homosexualismo era la mejor forma de medrar en sociedad. La educación del estado se volcó en asegurar en los centros de enseñanza, la práctica del homosexualismo como integración plena en sociedad.

Aun así, las clases bajas trabajadoras, se resistían a convertirse a un homosexualismo total.


 

Capítulo 2

Con el fin de imponer una mayor estabilidad social, la obediencia y respeto de las masas hacia los gobiernos con tácticas de distracción psicológica; en la primavera del 2026 se comercializó por un gran consorcio de farmacéuticas íntimamente afines a los gobiernos de la época, un gel aromático para las zonas genitales femeninas y masculinas que elevaba el rango de sensibilidad al roce sexual un doscientos por cien. Sus componentes de base animal (distintas especies no especificadas o bien directamente falseadas con especies inocuas; que actualmente se ha probado que eran aceite de hígado de pangolín, armadillo y grasa epidérmica de alguna especie de rana y salamandra) aromatizados con distintas especies vegetales exóticas y una hormona sintética que potenciaba la velocidad de transmisión del sistema nervioso, interactuaban con las glándulas que secretaban los humores sexuales.

El sexo de forma natural está a nivel instintivo, íntimamente ligado a la reproducción. En sí es un acto agresivo, de posesión y selección natural de los individuos más fuertes (hembras y machos). La idea del nazismo homosexual sanitario era básica: crear una sexualidad meramente hedonista eliminando lo instintivo. Amputando la necesidad biológica de reproducción y selección natural, las reses humanas de las grandes granjas de explotación o ciudades engendrarían generaciones física y psicológicamente débiles y maleables eliminando ese instinto de territorialidad y posesión que era parte del acto sexual; pero sobre todo, de la naturaleza animal de la especie humana.

El éxito fue planetario, millones de seres humanos se volcaron en la compra del potenciador del placer. Se consideraba que, incluso en las zonas más remotas del planeta, seis de cada diez individuos lo usaba habitualmente, ya fuera en compañía o para la masturbación solitaria, en apenas un año desde su comercialización.

Miles de millones de seres humanos se hicieron patológicamente adictos al sexo, incluso se bajó el límite legal de edad para su práctica, en las pseudodemocracias occidentales: a los diez años para niñas y  doce los niños, estadísticamente en el inicio de la adolescencia biológica de cada sexo.

El Gel del Éxtasis Sexual se convirtió en un artículo imprescindible en el baño, la mesita de noche y el neceser.

Por aquel entonces no lo sabían, pero el gel recombinaría o mutaría el ADN humano. Las primeras crías humanas que nacieron de la cópula con el Gel del Éxtasis Sexual, padecían una mutación severa en los fluidos naturales que secretaban durante la excitación y su acto: producían un ácido cáustico de gran potencia que además corrompía rápidamente la sangre durante el acto sexual. Los tejidos genitales eran inmunes al propio ácido, el resto del tejido se disolvía con el ácido que, entraba a través de las quemaduras en el riego sanguíneo. Sin embargo, los genitales sí se deshacían con el contacto del fluido sexual ajeno. Provocaba la muerte en poco más de diez minutos.

A partir de aquel 2026, los hijos engendrados con los genitales untados con el Gel del Éxtasis Sexual, serían mutaciones.

Los adictos al gel, a finales del 2026 representaban el 70 % de la población mundial y en el 2027, se consolidó hasta el 96 %. Eran portadores permanentes de la mutación desde el mismo momento que untaron sus genitales con el gel.

Se calcula que la mutación alcanzó al 98 % de los nacidos en el 2031.


 

Capítulo 3

Los primeros adolescentes engendrados con el gel morían durante el acto sexual, o simplemente con la masturbación.

Con las primeras generaciones de “hijos del Éxtasis” (así se conocía a los mutados, engendrados por el coito con el Gel del Éxtasis Sexual), se hizo evidente la mutación aunque no la causa.

El primer caso oficial se dio en el año 2038 en Sidney, Australia. Con el cadáver de una niña de doce años, hallado en el lavabo de su hogar; la mano derecha se había convertido en una gelatina ambarina y la vagina estaba cubierta por ella. Se habían licuado los tejidos y luego coagulado. Cuando el forense abrió el cuerpo, la sangre tenía el color de la orina y un intenso vapor ácido invadió la sala de autopsias. Hubo de evacuarse la morgue y renovar el aire.

La masturbación era de alto riesgo. Se debían usar gruesos guantes de caucho que reducían mucho la sensibilidad. El coito, así como la sodomía, debían llevarse a cabo con una rigurosa profilaxis para evitar que cualquier parte de la piel entrara en contacto con el fluido de lubricación femenino y el esmegma (fluido que se da mayoritariamente en los machos).

Los condones debieron reforzarse y era necesario cubrir las partes de piel expuestas al ácido con pañales que cubrieran hasta la mitad del muslo; además disponían de una membrana de goma por donde emergía el pene, o bien por el que se penetraba la vagina. Era la forma más segura de reducir el contacto con los ácidos sexuales. Aun así, durante el proceso de retirar el pañal, el condón o los guantes, el mínimo contacto con el ácido del que estaban sucios, era mortal. Los más temerosos, usaban también una máscara o pantalla de protección para el rostro y evitar posibles salpicaduras.

El sexo sucio o mojado de sus fluidos sexuales podía contaminar la orina y convertirla en un ácido y veneno con la misma potencia.

El lavado genital era ineludible.

Y el sexo oral había llegado a su fin.

A finales de ese mismo 2038, las autoridades aseguraban que las muertes se debían a alguna droga consumida o terrorismo químico de alguna facción radical religiosa.

En ese año murieron sesenta millones de niños en el planeta y ciento setenta millones de adultos. Era imposible contabilizar los centenares de miles de muertes no comunicadas. En la China rural y en el tercer mundo, los campos de cultivo de las zonas rurales jamás habían sido tan fértiles.

Se probó que cuando la temperatura del cadáver bajaba a los treinta y cuatro grados, los ácidos se neutralizaban y ya se podían manipular los cadáveres sin peligro.

Aunque semen y ovarios no habían sufrido modificaciones, la reproducción era lenta por su exigencia profiláctica y el temor de la pareja. La libido parecía haber desaparecido de la población durante los tres primeros meses de aquellos meses. Sin embargo, el Gel del Éxtasis Sexual, se había convertido en una droga que causaba un importante síndrome de abstinencia.

Que se asociara esta mutación con el consumo del Gel del Éxtasis Sexual, fue un proceso de cinco años en el que los corruptos gobiernos ocultaron datos. Buscaron causas que responsabilizaban a algunos alimentos básicos transgénicos, drogas, detergentes, virus... En el 2043 la presión social era tan fuerte que fue imposible mantener las falsas teorías. Los grandes líderes políticos que colaboraron con la comercialización del Gel del Éxtasis Sexual dimitían o bien eran juzgados y condenados. Se prohibió la fabricación y uso del gel y se condenaron a largas penas de prisión a los directivos de las farmacéuticas.

Los nuevos líderes políticos se encumbraron de nuevo en mesías salvadores de la humanidad.

La decadente sociedad era insensible a la corrupción de los estados, su afán era follar sin riesgo. El gel era ya una adicción universal y pasó a convertirse en una sustancia ilegal de elevado consumo. La nueva generación de líderes que sin el potenciador sexual perderían el respeto y la obediencia de la masa humana, creó redes de tráfico ilegal internacional pactadas.

Sin sexo, las sociedades y sus gobiernos amenazaban con resquebrajarse.

Otra consecuencia fue que con el contrabando del gel, los líderes políticos y sus gobiernos acapararon riquezas como nunca antes se había visto en la historia. Ante una masa humana que tras la esclavitud laboral, solo pensaba en revivir aquellos orgasmos potenciados más allá de lo que nunca gozaron antes del gel.

Jueces y comisarios ostentaban el estilo de vida de los narcotraficantes de finales del siglo XX.

El gel fabricado en laboratorios ilegales provocaba la muerte antes de llegar al clímax. Y aun así, se movían miles de toneladas cada mes por todo el planeta.

El ser humano evolucionó definitivamente a un nuevo estadio que lo abocó a la extinción.

La reversión de la mutación era una cuestión lejana, ni siquiera había una idea aproximada de qué forma tratarla: genética, farmacológica o quirúrgicamente.

La natalidad prácticamente se detuvo y los contados partos eran cesáreas para evitar al bebé posibles quemaduras y envenenamiento al salir por la vagina.

Tras la confirmación del embarazo y a las preguntas para el historial médico de la embarazada sobre sus hábitos sexuales, si muy raramente una pareja alegaba no haber usado el gel, tras el nacimiento se realizaba un análisis genético. Si el bebé, en efecto, era un humano puro, no mutado y no pertenecía a una casta social alta; el estado lo requisaba para su estudio genético y preservación para los ensayos de tratamiento en los mutados privilegiados. A los padres se les decía que el bebé había muerto.

Capítulo 4

Precisamente, el robo de los hijos por el estado y sus mafias de traficantes, fue la causa primera de que el minúsculo porcentaje de humanos no mutados, se constituyera en organizaciones secretas.

Al igual que ocurrió con las vacunas del coronavirus, hubo una minoría que no usó el gel. Y tal como evolucionaba la sociedad, antes de que fuera demasiado tarde, se crearon grupos secretos de supervivencia y acción de humanos puros. Paulatinamente escaparon de las ciudades hacia zonas rurales o agrestes de difícil acceso, levantando asentamientos, en pueblos abandonados o en los bosques. Nadie debía conocer su existencia. Era gente con cierto nivel cultural y con conocimientos para sobrevivir en ese nuevo medio, aunque no tuvieran una formación práctica. Había entre ellos profesionales de medicina, química, agricultura, técnicos y humanistas, así como libre pensadores que carecían de importancia alguna en la sociedad. Solían ir pertrechados con la lógica de la previsión: herramientas, armas, alimentos en conserva para los primeros días, libros de todo tipo que pudieran acarrear, manuales de supervivencia… Como los últimos seres humanos puros del planeta, debían intentarlo.

Si algún extraño llegaba hasta un asentamiento, se le invitaba con hospitalidad a compartir la comida e incluso un lugar para dormir. Y así conocían de dónde venía, quién era, si había más amigos del intruso cerca y si alguien estaba en conocimiento de su ruta.

Tras la estancia, no saldría vivo de aquel lugar. El secreto era básico para la supervivencia de la especie. Todo aquel compañero o familiar del intruso se cazaba.

Lo cuerpos se enterraban en profundas fosas de entre doce y quince metros.

Los asentamientos o aldeas no debían superar los sesenta individuos, ya fueran agrupados por familias o bien solteros. Era estrategia de defensa (la extensión del asentamiento era básica para su secretismo) e higiene.

Las nuevas parejas o familias que se creaban y superaban el límite poblacional, debían buscar nuevos lugares para vivir a no menos de quince kilómetros de otro asentamiento.

Algunos de los humanos puros que trabajaban para el estado, decidieron retrasar su huida de las ciudades para ejercer como espías, lo que ayudaba a mantener los asentamientos libres ocultos y equipados con las primeras necesidades que surgían ante un cambio de vida tan radical y la falta de experiencia de estos primeros colonos. También informaban mediante mensajes cifrados depositados en lugares pactados, de los movimientos de los mutados; como trabajos de deforestación, carreteras, dragados de ríos, mantenimiento de presas…

Desviaban pequeños y discretos lotes de armas para la defensa de los asentamientos.

La violencia de los mutados se haría extrema, sabrían de su fin y nada les importaba más que su propia presente. Los humanos puros debían responder a cualquier intromisión de los mutados, y de forma definitiva. Un mutado que entrara en contacto con un asentamiento, no podía volver a la civilización.

No había más tarea común que la vigilancia de la aldea durante los primeros años, hasta que se extinguieran los mutados.

Cada cual obtenía sus recursos con su esfuerzo individual, ya fuera un individuo o una familia. Ello evitaría que surgieran líderes y su corrupción. Era el momento de aplicar lo aprendido de la historia.

No podían caer en los mismos errores de la sociedad de la que habían escapado.


 

Capítulo 5

En el año 2050 se inaugura el primer centro de reproducción y sexo tecnificado solo apto por su coste para las clases privilegiadas.

Lo más acuciante para los gobiernos no era el cese de nacimientos. Era la falta de sexo lo que estaba llevando a muchos países a la guerra civil. La civilización se estaba colapsando.

Así que el sexo y su reproducción se tecnificaron buscando el contento de las masas, al menos de las pudientes primero. Se aseguró a la población que en poco menos de dos años, habría un centro de sexo tecnificado en cada distrito de cada ciudad, y subvencionados.

Las grandes masas humanas infantilizadas, degeneradas; tenían una fe inquebrantable en sus amos políticos: la humanidad continuaría adelante, porque en los peores momentos sale lo mejor de ella.

Pero no tenían nada de sí, solo veneno.

La población humana no aceptaba su fin, no creía en él. Su ingenuidad solo era comparable a su mente castrada y atrofiada por el estado.

La reproducción tecnológica se llevaba a cabo mediante cápsulas rellenadas con semen recién ordeñado que, se introducían en el útero por la vagina, por medio de un tubo cubierto por un falo de látex que se encontraba en el lomo de un potro sexual.

La mujer montaba en él y el falo la penetraba profundamente, sin ningún cuidado. Hasta elevar las nalgas del asiento. Era necesario cierto nivel de dolor y brutalidad en el acto para asemejarlo a la posesión pasional.

Cuando el cuello del útero (monitoreado) se encontraba en su mayor dilatación por la excitación continuada o bien por el orgasmo, del glande de látex surgía un pequeño tuvo que se introducía en el útero y lanzaba con cierta velocidad una de las cápsulas. Había una espera de un minuto para que la cápsula se deshiciera y así el semen se derramara en el útero, donde no se generaba ácido.

Y de nuevo se repetía el ciclo.

A la cuarta píldora solía correrse la hembra reproductora.

Surgía entonces, un molde vaginal levemente calefactado que se adaptaba a la vagina por elasticidad; presionándola y obturándola para que el semen que se alojaba en el útero, no saliera. Además, el seno vaginal efectuaba masajes mediante oscilaciones para relajar el aparato reproductor.

La mujer durante ese proceso de cinco minutos solía correrse un par de veces más. Lo aseguraba el folleto informativo del centro.

Personal sanitario especializado y protegido masajeaba el monte de Venus de la hembra reproductora porque era bueno psicológicamente, que algo humano las acariciase, las hacía más fértiles.

Dos asistentes sexuales, masajeaban los pezones endurecidos, que ya apenas conocían el tacto humano. En sí era una liturgia fetichista que garantizaba una experiencia sensorial a todos los niveles.

La sala del potro reproductor era circular y en su pared había una decena de espejos-ventana que pertenecían a otras tantas cabinas, donde los machos observaban a la hembra en el potro con una ordeñadora masturbatoria eléctrica en el pene (un sensor de ph, monitoreaba la acidez del semen cuando se eyaculaba para evitar que entrara en la hembra una cápsula venenosa). Un saco de gel aceitoso cobijaba a temperatura corporal, con leves vibraciones, el escroto para estimular la producción de semen en los testículos.

En una de esas cabinas se encontraba la pareja de la mujer en el potro. Y el semen que la dejara embarazada podía ser de cualquiera de aquellos diez machos.

Era terapia psicológica para combatir la frustración del instinto humano que no les permitía el acto carnal y provocaba en machos y hembras la ilusión de una lucha por reproducirse en una sociedad tan destruida y decadente que los llevaba inexorablemente a una crónica depresión.

Machos y hembras asumían así que disfrutaban de esa variedad y aleatoria actividad sexual que años atrás se consideraba una forma de integración social, de ciudadanía plena.

La lotería de la fecundación y su adulterio tecnificado, con los adecuados narcóticos, apaciguaba esa sexualidad degenerada en sus cerebros de ciudadanos integrados.

Los hijos, naturalmente eran mutados. La reproducción era puramente cosmética, una ilusión de supervivencia de la especie.

Ni siquiera podían masturbarse en pareja, la profilaxis necesaria para ello era abrumadora. El estado que los cuidaba, les daba la gracia del placer y se sentían agradecidos a sus jerarcas.

Las salas reproductoras, eran también un medio de realizar el acto sexual sin riesgo a morir. Solo era una cuestión de elegir si se pagaba por una u otra cosa.

El porcentaje de muertes por año era del treinta por ciento de la población mundial; de nacimientos, el dos. La sociedad se estaba plegando sobre sí misma, aplastándose.

Desde el momento en el que la humanidad asume que su fin está cercano; las sociedades se desmoronarán: primero la economía, los bienes inmuebles perderán todo valor y por lo tanto, el respeto a la propiedad.

Ya no sería necesario trabajar para un futuro mejor. El primer líder político que dio un discurso meses después de saberse que oficialmente la humanidad estaba al borde de la extinción, en un desliz retórico dijo que se debía seguir mejorando ciertas condiciones sociales para asegurar un futuro mejor. Se convirtió en un auténtico payaso de moda durante meses. Los videos de las risas de la población que lo escuchó, se harían virales.

Las organizaciones secretas de humanos puros eran una causa de la gran mortalidad.

En veinticuatro años (desde la comercialización del gel) habían muerto dos terceras partes de la población mundial. Y la mortandad se aceleraba, los alimentos escaseaban, las fábricas se paralizaban.

Los países con la población más envejecida y menos recursos económicos, como Grecia, Portugal, Hungría, Rumanía, Chipre, Sarajevo, España o Marruecos, dejan de existir como naciones tras extinguirse su población, oficialmente entre los años 2070 y 2075. Dichas ciudades se convertirán durante el tiempo en los que los camiones de los ejércitos continuarían operativos, en necrópolis para enterrar o incinerar los cadáveres que constituían un serio problema por su acumulación millonaria. Un último intento para evitar que la descomposición llegara al mar.


 

Capítulo 6

Hombres y mujeres se convirtieron en especies rivales. No había sexo, no había atracción, la reproducción solo podía llevarse a cabo con costosos métodos.

Se odiaban, pretendían un poder que no existía ya para nadie. Había prácticamente una guerra civil entre hembras y machos en todo país.

En el año 2055 murieron seiscientos millones de seres humanos en altercados violentos. Los que morían de enfermedad, hambre o bien en el tercer mundo no había forma de contabilizarlos. No obstante, fuentes de la época, sostenían que entre muertos por hambre, por enfermedades habituales como el cáncer sin tratamiento, toxicidad en los alimentos y el uso del gel prohibido, se deberían sumar mil doscientos millones.

No fue solo por la violencia de la guerra entre hombres y mujeres y guerrillas urbanas contra las fuerzas armadas. Las sociedades secretas de humanos puros, habían infiltrado voluntarios en los puestos de poder y consiguieron el acceso a los depósitos de suministro de agua potable de una veintena de grandes ciudades.

En una operación sincronizada, con la facilidad de acción que ofrecían las ciudades en guerra o arruinadas y los líderes políticos bloqueados, superados por el colapso social, inmóviles ante el fin de la humanidad; las sociedades secretas envenenaron las redes de agua potable.

Construyeron bajo las conducciones de agua, almacenes donde acumularon toneladas de arsénico. Practicaron injertos en las conducciones de agua para conectar una vía de entrada que dosificara el veneno. Con bombas peristálticas programadas inyectaron durante semanas el arsénico en las redes hidráulicas.

Al horror de las guerras y el vandalismo social, se sumó un envenenamiento doloroso que afectaba a todas las edades de humanos mutados. No descubrieron nunca los gobiernos de donde salió aquel veneno que mató a tantos millones de humanos a lo largo de tres semanas.

Una ventaja colateral, es que las ratas en las ciudades se extinguieron; pero la putrefacción de sus cadáveres invadía las ciudades y causaba infecciones.

Saboteaban constantemente centrales transformadoras eléctricas creando caos. La destrucción era achacada a los grupos violentos de mutados.

Era habitual que dos individuos que se cruzaran por la acera, pelearan por solo mirarse.

Niñas y niños que no habían llegado a la adolescencia se usaban como actores para realizar videos pornográficos (por no haber llegado a la adolescencia no segregaban veneno) para una globalidad que necesitaba unos instantes de consuelo, evocando como era el acto sexual antes del Gel del Éxtasis Sexual. Las televisiones públicas transmitían diariamente y en distintos horarios aquellos videos que podían durar media hora. Durante la emisión, cesaban los altercados. La gente observaba fascinada a las niñas y niños de entre tres y ocho años, practicar torpemente sexo mientras lloraban asustados ante las cámaras, con los cuerpos marcados por golpes y torturas de los directores de las películas. A los niños se les introducía por el meato varillas de plástico que dieran la ilusión de erección. Morían de septicemia.

Las sociedades secretas de humanos puros, si querían sobrevivir y permanecer como especie en el planeta, debían acelerar como fuera el proceso de extinción de los mutados, ya una especie salvaje, destructiva por odio puro; con esa desinhibición lógica y previsible de quien sabe que va a desaparecer y que nada quedará de ellos, nadie que los recuerde.

Continuaron sin cesar sus sabotajes y acciones terroristas contra la población mutada, con una discreción absoluta. Se demolían puentes estratégicos, se destruían líneas de comunicaciones, se volaban silos de cereales… Eran breves y fulgurantes ataques que se repetían por todo el planeta.

La globalidad no pensaba que hubiera humanos no mutados y si los hubiera, eran tan pocos que ya habrían muerto de hambre, en las guerras, en los envenenamientos, cosa que ayudó a protegerlos.

En el año 2060, un recuento de la población arrojaba una cifra aproximada de 3000 millones de seres humanos, todos ellos mutados. Los ¿seis millones? de humanos puros repartidos por distintos lugares del planeta, no existían para nadie.

Y surgen los primeros grupos o tribus caníbales en las ciudades.

Todas las previsiones se vieron rebasadas en el avance de la extinción de la humanidad.

Las naciones del tercer mundo, resistían mejor el cataclismo social. Su población estaba habituada a la penuria, cazaban y proseguían con su labor agrícola manual en las aldeas. No obstante, también afectados por la mutación, la población envejecía a buena marcha.

En el año 2103, ya no hay instituciones u organismos demográficos que puedan dar una estadística de la población mundial. Algunos expertos, en su opinión y siguiendo la historia de la debacle, hablan de entre 400 y 600 millones de habitantes y la inmensa mayoría, supera los 70 años de edad.

Los animales salvajes amplían su territorio incluyendo las ciudades: osos, lobos, jabalíes, pumas, coyotes, águilas, buitres… En las capitales nórdicas, los osos polares condicionan la escasa y avejentada vida de las ciudades que ya tan solo ofrecían cobijo sin calor.

La alimentación de los predadores era fácil y abundante, se basaba en presas humanas viejas, por su lógica disminución física.

Son los últimos coletazos de la especie humana.

Los hijos del éxtasis engendrados en los potros sexuales, no superan los dos millones. Y ya no existe medio reproductor alguno. Sus edades se encuentran en el rango de los cincuenta y tres años de media, solo son suposiciones.

La extinción se acelera. Y en el 2110, se supone una población de 100 millones.

La población de los humanos puros, su número, es una incógnita y siguen siendo un mito entre los mutados.

Algunos mutados, huyendo para escapar de la muerte inmediata de las ciudades demolidas y buscando alimento y refugio, se encontraron con algunos Asentamientos Libres.

Se les aceptó con hospitalidad. A la mañana siguiente estaban muertos, habían envenenado la comida que les ofrecieron.

Si no había veneno en el asentamiento, la muerte sería bastante más violenta; pero nunca como la crueldad que practicaron los mutados en sus ciudades, entre ellos mismos.

De alguna forma u otra, como pagas, cobras.

Debía desaparecer toda mutación. Los Asentamientos Libres no podían permitir seres mutados entre ellos. La dependencia de un gobierno de estos individuos y su estúpida esperanza de recuperar algún día el estatus de vida que conocieron, podría destruir la libertad y futuro de los humanos puros. Por otra parte, solían ser demasiado viejos ya, individuos deprimidos, incapaces de valerse por sí mismos que creían que debían ser alimentados por simple bondad y respeto a su edad.

Todo mutado que entraba en contacto con un Asentamiento Libre era sacrificado, no verían un nuevo amanecer tras el primer contacto con aquellas gentes.

Las generaciones que nacían en aquellos asentamientos eran de fuerte y rudo carácter, con una independencia intelectual absoluta. No conocieron estado, autoridad o gobierno alguno. Habían nacido libres y para ellos morir era una posibilidad frecuente y natural.


 

Capítulo 7

Actualmente, en el 2126, se considera extinta la población mutada.

No se conoce el número exacto de humanos puros que habitamos el planeta, no se realiza ningún seguimiento, no hay gobierno ni administración, ni instituciones.

No importa cuantos somos, no es un conocimiento necesario, lo único que nos preocupa es la supervivencia y mantener vivo el lenguaje oral y escrito. Es básico para que los conocimientos adquiridos los pueda usar otra gente que los ignore y precise ayuda.

A pesar de ello y en las tertulias que celebramos, creemos que la población humana mundial está entre los diez y treinta millones repartidos por el planeta.

Con el tiempo dejamos de necesitar cosas superfluas y apreciamos las herramientas y los pequeños objetos que nos pudiéramos fabricar por vanidad.

Se debe conocer, de ahí la presente crónica, el vergonzoso pasado de la humanidad para no caer en ello de nuevo.

La lectura y la escritura, han marcado la gran diferencia de la especie humana con el resto de especies; no se puede perder.

Como medio de comunicación y fondo de conocimiento útil, es fabuloso.

Se pidió a los miembros de los asentamientos, que dedicaran un tiempo a dejar anotados sus conocimientos, en sus propias casas, que cada cual llevara su pequeño diario y archivo de efemérides y conocimientos adquiridos, por si alguien precisara información o buscara consejo. Si alguien lo hace o no; no importa, solo era una idea.

Y si alguien no ayuda a otro, no será ayudado. Como pagas cobras, es una ley tan lógica como natural.

No existe industria pesada ni automatizada, las armas de caza se fabrican artesanalmente por los miembros de cada grupo familiar o cabaña para su uso exclusivo, no hay comercio; pero en algunos casos hay intercambio, según el grado de amistad o parentesco entre vecinos.

Disponemos del suficiente conocimiento de la metalurgia.

No hay límite de uso de en la tecnología, siempre y cuando no afecte a los vecinos y se use en la intimidad del hogar. Y no afecte al entorno para la caza y recolección de supervivencia.

No se escribirá jamás una sola ley.

Advertencia:

En la pasada primavera, el jefe del clan familiar, William Romero, propuso en una tertulia entre cazadores a la orilla del lago Tibum; la creación de un ayuntamiento para gestionar las necesidades de la aldea, una biblioteca y tal vez un archivo de registro de las casas, para facilitar y crear tareas comunitarias que mejoraran la calidad de vida.

A la orilla lo decapitamos y con clavos a través de los ojos clavamos la cabeza a la puerta de su cabaña. Con un cártel que decía: “No habrá jamás autoridad o gobierno alguno”.

A la esposa y a sus dos hijos de doce y diecisiete años, se les dio la opción de abandonar la aldea y montar su propio ayuntamiento si así lo deseaban, para ellos solos. O bien, seguir en la aldea sin volver a proponer jamás otro retorno a los gobiernos pasados.

Eligieron quedarse; pero no les permitimos sacar la cabeza de la puerta.

Decidieron construir una nueva cabaña y mudarse a ella.

No ha habido ningún intento más de control o gestión de la aldea.

No somos salvajes ni ciudadanos. Somos seres humanos con nuestros instintos íntegros, con el afán de aprender o curiosidad propia de nuestra especie. Con el ansia de conocer nuestro medio.

Solo el día, la noche y la climatología, marcarán horarios para quien desee seguirlos por necesidad o por convicción.

Los errores ocurren, la gente muere. Nadie debe pagar por un error.

Y que cada cual juzgue, si es necesario al prójimo según su experiencia, según su instinto. Así será tratado también por los demás. No es nada nuevo, es lo que hacemos todos desde el momento que nacemos, aprender y juzgar va de la mano.

Porque conocemos nuestra especie, sabemos que surgirán problemas de territorialidad, envidia, robo y asesinato. Creemos que cada cual sabrá responder a un abuso en la medida que crea sea justa y necesaria. A nadie le debe importar lo que ocurra entre dos oponentes.

Si la violencia se llegara a extender a la aldea, se extinguirá. Será un proceso lógico y natural.

La tierra no es un propiedad, es un uso. No se acapara.

Lo aquí escrito es la historia de la vergüenza y el bestialismo humano. Quienes escribimos esto, y lo hicimos todos los miembros de la aldea Tibum; no permitiremos la existencia de leyes, convenciones sociales o religiones; no si salen de la intimidad de cada hogar. El individuo y su núcleo familiar si lo tuviera, es lo más importante de cada asentamiento.

Cualquier propuesta de autoridad, intento de control, religiosidad o moral, será erradicada matando al que la propone.

Una vez muertos los presentes, el futuro no nos importa. Somos lo que nos hemos propuesto cuando ha sido necesario. Si futuras generaciones lo hacen o no, es cosa que no nos atañe. Será elección de otros.

La educación o el conocimiento, la lleva a cabo cada familia o cada individuo, el nivel de conocimiento se ajusta así, a las posibilidades y necesidades de cada cual y al tiempo que disponga para ello según sus habilidades, aptitudes y trabajo.

Rara vez interactuamos con otros asentamientos, están lejanos por esa razón; es peligroso el hacinamiento, está probado. Sin embargo, ante una esporádica visita de cortesía, o bien porque ha ocurrido alguna catástrofe geológica o climática, tenemos la suficiente ética para dar la bienvenida y ayuda a quien lo necesita realmente.

Lentamente, van naciendo futuras generaciones, que llegado el momento, deberán buscar otro lugar donde realizar su asentamiento, si se supera el número de sesenta individuos.

Y por fortuna, ya no tenemos historia que escribir, en la actualidad no hay reinados, ni conquistas, ni inventos que transformen el planeta.

Hace tiempo que dejamos de necesitar y vivimos.

Simplemente, disfrutamos de lo que somos.

Un día dejamos de necesitar y vivimos sin más.

 


Iconoclasta