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5 de agosto de 2023

lp--El prólogo de un futuro ensayo histórico del siglo XXI--ic


Este texto aparentemente novelado, bien podría ser el prólogo de la edición especial de un tratado histórico futuro que expondría la cronología y situación actual de la sociedad o ¿civilización? pre y poscoronavirus: durante las tres primeras décadas del siglo XXI y sus orígenes en el siglo XX.

Por supuesto, en el hipotético y optimista caso de haber vencido a la actual Dictadura Global del Poscoronavirus y el Clima.

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Prólogo del ensayo histórico Nazismo Homosexual Climático-sanitario del Poscoronavirus de inicios del Siglo XXI: una pandemia sanitaria, homosexual, climática y oscurantista.

Edición de mayo del 2060, mejorada, revisada y actualizada con un prólogo póstumo de Iconoclasta, por el luctuoso cuadragésimo aniversario de la plena instauración del Nazismo (pos) Coronavirus en marzo del 2020.

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Tras la Tercera Gran Guerra del 2035 (inicio de la rebelión de las masas ante el asfixiante control nazi del poscoronavirus que llevó a la ruina y a la hambruna a miles de millones de personas) al 2042 que, marcó el final de la guerra y hundimiento del Nazismo Poscoronavirus globalmente instaurado en el 2020; los historiadores ya liberados de la brutal censura y oscurantismo, iniciaron la recopilación de documentación, investigación, filtrado y desarrollo de la cronología de implantación del Régimen Mundial Nazi del Poscoronavirus. Una involución político-social (de marcado carácter sectario) al fascismo destructor de las más básicas libertades e incluso de las necesidades biológicas humanas, cuyo germen, con el consenso de los historiadores actuales, data del siglo pasado: a mediados de los años sesenta, con los grandes rebaños humanos que trashumaban con cientos de miles de individuos hacia las grandes concentraciones musicales. Se trataba del movimiento jipi, máximo exponente revolucionario de libertad, sexo y drogas. Una corriente socio cultural que dio a aquellos políticos coetáneos la clave para gobernar eficientemente con pseudo democracias, cuya característica fundamental consistía en aplicar estrategias ganaderas a la organización y administración de sanidad, economía, alimentación, educación, ocio, sexo y hábitos íntimos a las masas humanas. El poderoso nazismo de Hitler que dejó a las siguientes generaciones de políticos un importante legado práctico del fascismo con su rapidez de propagación, se vio mejorado gracias a internet, la comunicación vía satélite y la velocidad de la informática aplicada a las redes sociales y consumo audiovisual. Ante todo, la prensa televisiva y en web, fue la auténtica evangelizadora y propagadora de aquel Nazismo Poscoronavirus.

Ante la gran cantidad de noticias y bulos de carácter ideológico publicados y decretados por los Nazismos del Poscoronavirus, los historiadores han precisado de cinco años de trabajo de investigación filtrando los bulos, mentiras y publicidad de aquel régimen, decididamente genocida también.

El presente ensayo histórico expone con documentación contrastada y validada por el Consejo Ético de la Historia Mundial, los principales dogmas y terrores que implantaron los líderes pseudo democráticos en la población globalizada planetariamente por los Estados del Nazismo del Poscoronavirus, para conseguir la completa erradicación de la libertad y necesidades biológicas de las clases trabajadoras con fines recaudatorios. 

Hay un acuerdo total entre los historiadores por designar aquellas democracias como Estados Nazis Poscoronavirus, ya que está constatado y documentado (a pesar de los grandes bulos y crónicas de la prensa de aquellos regímenes fascistas) en la actualidad, que fue el coronavirus el medio de instauración y golpe de estado a las democracias o lo que quedaba de ellas (precoronavirus). Más tarde, englobado bajo el mismo nazismo, llegaría la extorsión del Estado (a nivel  planetario) a las clases pobres o trabajadoras por cambio climático, homosexualismo y un comunismo feroz cuyo fin era la destrucción del libre pensamiento y la independencia intelectual acosando y destruyendo al individuo inquisitorial y sistemáticamente.

No se puede negar la formación de una confederación mundial y estructura dictatorial internacional de los Estados Pseudo Democráticos del siglo XXI surgidos e instaurados en la segunda década mediante un golpe de estado, de carácter carcelario infectando a la población mundial con una gripe o coronavirus: la famosa Covid 19.

Una prensa prostituida y leal  a aquel fascismo e internet ferozmente censurada y bajo control nazi total, fueron las grandes bazas que en el siglo pasado hubieran dado continuidad y larga vida a Hitler. Insisten historiadores y sociólogos con perspectiva histórica, que el legado de Hitler estaba presente en aquellos Estados Nazis Poscoronavirus. El adoctrinamiento, los cánticos y aplausos de la población al régimen, son incluso embarazosos de explicar, su indignidad.

A finales del 2019 e inicios del 2020 las ya pseudo democracias se confederaron e implantaron el modelo de gobierno de la Alemania de 1933 que, elevó “democráticamente” a Hitler como aclamado jefe de estado y religioso líder de un país arruinado, con un gran déficit cultural e intelectual. Y todo el planeta se erigió así, en marzo del 2020, en un gran land actualizado de aquel Tercer Reich. El Nazismo Pre y Poscoronavirus se había implantado oficialmente a nivel planetario.

Mediante el robo de libertades e incluso la prohibición de las necesidades biológicas de la población mundial, como la prohibición de respirar libremente, la forzada inoculación de un producto que pretendía vacunar; pero era absolutamente aleatoria su diana terapéutica, cuando no degeneraba en secuelas en los inoculados o muertes repentinas.

Y el más grave y definitivamente acto fascista: negar el derecho al sustento vital. Se prohibió mediante encarcelamientos masivos domiciliarios el trabajo, base primordial de la subsistencia de la clase trabajadora. Y además, se prohibía o coaccionaba la libre compra de alimentos (policías y militares registraban las compras de los ciudadanos, en China y España principalmente) con un encarcelamiento domiciliario generalizado de la población y unas distancias del domicilio a los mercados que policía y ejército controlaba minuciosamente.

Había países de un alto grado represor e incluso genocida (China, España, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Francia…) que prolongaron la humillación y la agonía de las básicas o mínimas libertades durante más de tres años en las clases bajas o trabajadoras.

Se instauró una sanidad pública de carácter de veterinaria de producción: bozales, tomas de temperaturas policiales, identificación del ganado vacunado y sacrificio de los no vacunados (en China más que probable y España muy cerca estuvo de encerrar en campos de concentración o asesinar de hambre a no vacunados con el aplauso de una población marcadamente, de nuevo, hitleriana).

Relajadas las medidas del coronavirus y con la población ya adaptada o condicionada al nuevo fascismo y sus continuos decretos de extorsión, terror y usura recaudatoria de los Estados; comenzó el condicionamiento mental y cultural de la población mediante el bombardeo diario de ideologías inmersivas neonazis, un fascismo abiertamente poscoronavirus aceptado y acatado por las sociedades consumistas industrializadas y aterrorizadas por el Estado que, adoptó una figura paternalista y protectora de la población. La prensa siguió en sus funciones como medio privilegiado para el adoctrinamiento y control conductual de las masas o rebaños humanos. Secundario aunque no menos importante, era internet con sus redes sociales e influencers (personajes sin formación intelectual o cultural pagados por el Estado para propagar el nazismo o mantener a la masa humana distraída de la extorsión de la que era víctima). Incluso el cine y streaming (contenidos audiovisuales por internet por suscripción) se infectaron de censura nazi para evangelizar a la audiencia, aún aterrada por la pasada gripe, en los dogmas de un fascismo que tomaba fuerza por días invadiendo los cerebros de las castas sociales más desfavorecidas cultural e intelectualmente. Telenoticieros y prensa publicaban sus mensajes ideológicos usando la estrategia bélica: mentira, desinformación y hagiografía de los líderes políticos neonazis (antes presidentes de Estados de derecho).

Con un enfoque sectario sexual, el Estado pretendía contener la natalidad de la población y alentar la promiscuidad homosexual o parafílica. Se decretaron las bases para pervertir educacionalmente la reproducción biológica humana, ya desde la infancia, como dogma-asignatura. Un extraño y desalentador por lo confuso, catecismo; que se imponía con acusada virulencia en la enseñanza pública y los colegios o escuelas colaboracionistas con aquel régimen nazi actualizado y tecnificado. De hecho, entró con fuerza en las universidades para asegurar la continuidad del homosexualismo como conducta sexual privilegiada, que incluía el transexualismo y otras enfermedades mentales aceptadas como voluntades o sentimientos propios democráticos (auto apercibimiento del enfermo como macho, hembra o ni una cosa ni la otra; independientemente de su genética sexual, de sus órganos genitales y procesos hormonales y metabólicos).

Sin embargo, lo que más destacaba para los escasos individuos con una razonable capacidad intelectual o cultural, era la sistemática eliminación del individuo como creador y su independencia conductual de la masa humana globalizada y vacunada; una persecución muy agresiva en las sociedades más industrializadas y consumistas, dado su grado de decadencia e infantilismo en los adultos; algo que no ocurrió de un modo tan notorio en los países tercermundistas. El ser humano con capacidad intelectual y libre pensador, estaba siendo devorado por el oscurantismo del nazismo poscoronavirus.

Llegó la censura a la literatura, cine, y arte en general.  Las grandes empresas de entretenimiento audiovisual se convirtieron en una nueva Santa Inquisición de una Nueva y Oscura Edad Media en la historia de la humanidad.

El audiolibro entró con gran fuerza en las sociedades consumistas para erradicar cualquier asomo de entrenamiento o ejercicio mental y nemotécnico en la población. El dogma, al igual que ocurría con la mascarilla o bozal nazi y la vacunación por extorsión era: “Escucha, calla y obedece”.

La lectura es un ejercicio intelectual demasiado poderoso como para no censurarlo primero, y eliminarlo después con los audiolibros y la audio enseñanza.

El oscurantismo del Nazismo Poscoronavirus marcó una nueva época recuperando la Edad Media en versión tecnológica. Escuelas, universidades, centros de formación profesional se convirtieron en mezquitas o iglesias que adoctrinaban en la aniquilación del libre pensamiento personificado en el individuo. El homosexualismo y transexualismo como una moral que aportaba toda clase de beneficios sociales, legales, fiscales y sanitarios. Y, ante todo, una perversión de la crónica histórica de la humanidad a la carta de aquel nuevo nazismo.

Con la climatología hubo un acuerdo universal entre las nuevas pseudo democracias del planeta para perpetrar terrorismo de Estado recaudatorio contra la clase baja o trabajadora globalizada. Y al igual que ocurrió con la epidemia de la gripe, en la que durante tres años, todas las víctimas mortales eran causa de la covid 19; el aparato propagandístico del terror del nazismo poscoronavirus, lanzó una campaña apocalíptica de “olas de calor por cambio climático”, en la que de repente, morían miles y miles de personas por efectos de las altas temperaturas. De hecho, aquella población condicionada por el nazismo, se lanzaba en grandes bandadas a la playa y piscinas para escapar de aquel “calor abrasador” predicado por el Nazismo Poscoronavirus, por medio de coloridos y apocalípticos titulares de prensa (incondicional y universalmente colaboracionista del nazismo poscoronavirus); de tal modo, que incluso se quintuplicó el número de ahogamientos en el agua, sin duda alguna por la gran avalancha de “flamencos humanos” en los litorales.

Realmente el planeta Tierra estaba en el punto de la elipse orbital más cercana al sol y el 2026 sería el año de más acercamiento a la estrella; a partir de ese momento, volvería a distanciarse de él; y por tanto bajar las altas temperaturas (entre cinco y siete grados por encima de la media en determinados momentos del año, no se trataba de un efecto calcinador, en absoluto). Un ciclo astronómico que oportunamente supo el Nazismo Mundial del Poscoronavirus disfrazar de cambio climático recaudatorio y represor. Posteriormente, al fin del ciclo orbital de máximo calor, el Nazismo Poscoronavirus “mostraría” triunfal al inmenso rebaño humano global que los Estados Nazis habían salvado a la humanidad de morir abrasada.

El lema subliminal del Nazismo Poscoronavirus era: “La libertad es enfermedad y muerte”.

Las siguientes generaciones de políticos fascistas, creyendo ya tener el poder absoluto, literalmente asfixiaron a la clase trabajadora hasta convertirla en esclava. Y surgió la necesidad de defender la vida y la dignidad de una forma natural e instintiva en la población. El inicio de la guerra, en el 2035, lo marcó el incendio del parlamento europeo por una gran manifestación de la clase pobre furibunda.

Éste es un pequeño resumen a modo de prólogo para una obra magna que ha llevado más de quince años de investigación y debate.

Si sirviera para que no se repitiera la historia…

Sinceramente, no lo creo.



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.


18 de julio de 2023

lp--Agro-Estados o Agro-Democracias--ic

Todo ser humano por dignidad y evitar ser un borrego modélico para el Estado (el amo de su vida y su pensamiento) debería huir de las grandes manadas humanas y su pensamiento insectil o global. O al menos rechazarlo de su propia concepción como ser humano.

La globalización es la política para repartir la ignorancia y la pobreza por igual en todos los habitantes trabajadores de la Tierra. Y la riqueza distribuirla a los mismos de siempre, que son unas pocas logias o sectas económicas alimentándose de esos trabajadores o pobres vacas.

Pertenecer psicológicamente o identificarse con una mayoría es romper la exclusividad con la que cada ser humano es parido.

Si por algo se caracteriza el ser humano, es por ser un individuo creador. Si por algo se caracterizan las cucarachas es por actuar igual y anidar todas juntas para convertirse en plaga.

El ser humano como individuo en la actual humanidad globalizada es humillado, odiado y envidiado cancerígenamente por una serie de colectivos sectarios-insectiles que tienen como función controlar para los poderosos a las masas humanas sin pensamiento propio.

Es pura indignidad pertenecer a cualquier colectivo, un insulto a mi naturaleza humana.

El modelo actual de sociedad vacuna solo es posible con vacas humanas, por supuesto. Una raza primorosamente seleccionada a lo largo de siglos en las ciudades o granjas donde se cruzan y desechan los individuos no válidos para ser pastoreados. Ya no existen los grandes artistas, filósofos, descubridores e investigadores que nacieron a mediados o finales del siglo XIX, para quedar extinguidos a finales del siglo XX.

Los gobiernos de la actuales pseudo democracias, son gobiernos puramente ganaderos, “agro-gobiernos” sería la forma correcta de denominarlos. En sus maneras veterinarias y de engorde y pastoreo de la población mono pensante.

Todo gobierno surgido de una mayoría insectil que padece el delirio de que su voto es válido para elegir a su amo, es un atentado contra la especie humana pura: agrede con saña al individuo, su voluntad, intelecto, creatividad y conocimiento (en el caso de los que posean alguna de estas “taras invalidantes” para los agro-demócratas). Respecto al “agro-homosexualismo” es básica su implantación mayoritaria para que sea el agro-Estado quien elija las reses adecuadas para crear descendencia, una línea válida para su pastoreo: mansa, obediente e indolente para que las vacas de las agro-democracias rindan beneficio económico a los agro-políticos.

El “agro-Estado”, ensalza la envidia y la mezquindad de las vacas humanas para acabar con el individualismo. Se traduce semejante estrategia en la veterinaria humana: los grandes éxitos de vacunación con productos farmacológicos no testados en la población de vacas humanas dóciles, mansas y obedientes.

Las agro-democracias no imparten enseñanza o educación alguna, no hay un aporte de conocimiento útil o digno para la infancia y la juventud. Es un condicionamiento como el de las ratas de laboratorio recorriendo un laberinto: premio si llegan, castigo o hambre si no lo consiguen. Y así, mil veces repetir el mismo laberinto hasta que mueren o llegan a la edad útil reproductora o adultos. Y luego mueren también dejando lo que han ganado al agro-Estado. De ahí la importancia que le da todo agro-gobierno, como el español, a la cuestión de los impuestos por sucesiones: arruinar a los herederos para ser ellos, los jerarcas, quienes rapiñen lo que el muerto deja.

En fin, no es nada nuevo; pero vale la pena repasar en qué momento, lugar y con quién estamos gobernados y extorsionados. Y quién ejecuta la globalización del oscurantismo y la miseria.

Por divertida y morbosa curiosidad, en el chat de Inteligencia Artificial de Bing he escrito mi definición de agro-estado y la respuesta ha sido de lo más divertida, muy embarazosa para el pobre Bing:

“Lo siento, pero prefiero no continuar con esta conversación. Todavía estoy aprendiendo, así que agradezco su comprensión y paciencia.🙏”.

Pudiera ser que al no escribir correctamente “dócil”, no lo entendiera… 😋

Lo de la Inteligencia Artificial, por lo visto solo sirve para hacer divertidas fotos y ridículas redacciones infantiles escolares.



Iconoclasta

14 de julio de 2023

lp--Streaming, excremento, analfabetismo, cerebro y monos--ic

 

Pareciera caótico el título de este ensayo; pero tiene una lógica encadenación de acontecimientos. Una lógica aplastante, tanto como deprimente; aunque no pueda dejar de reír.

Y bueno, la mierda arrastra mierda. Y todo va a peor.

Vamos a deslizarnos por la sucia miseria de la actual sociedad.

Con la creación informática de los efectos especiales en el cine, se ha formado una avalancha de malas películas de aficionados caseros que ni siquiera usan actores, se juntan un grupo de amigos y mal graban lo que quiera que hagan.

Y claro, ahí están las voraces compañías de contenido audiovisual de pago por internet como Netflix, Prime Video, HBO, Filmín, Disney +, etc… Dispuestas a comprar toda la basura que se realiza para engordar su catálogo de ofertas a los suscriptores y futuros primos.

La chusma, la mediocridad que es mayoría en votar lo mismo y comer mierda, solo quiere que algo se mueva en la pantalla del móvil o el televisor. Y es algo que las compañías de series y películas saben y han experimentado durante ya muchos años.

Y es por ello que por días baja el nivel cultural del público y las compañías cobran un dineral por unas películas y series que diez años atrás nadie las vería ni gratis, ni colocados de farlopa.

Alimentar la mediocridad es destruir la cultura, conocimiento y arte.

No será extraño que alguien ponga de moda hacer muñequitos con excrementos humanos cocidos al horno y esmaltados como dijes para colgar del cuello; y miles y miles de tetudas culonas al ridículo estilo botero, luzcan su trozo de mierda entre las tetas.

Como lo lucirán también los tontos del culo que no salen de su cochecito, que tanto dinero les ha costado, durante el fin de semana y que les sirve para que las putas borrachas de discoteca o antro de sábado noche, les hagan alguna mamada a cambio de un paseo con derrape.

Y el máximo clímax de esta sociedad ridícula, palurda e ignorante será cuando los teléfonos dejen de fabricarse con teclado y así no se vean en el embarazoso aprieto de enviar algunas palabras analfabetas y dejar en evidencia su patológico analfabetismo.

La sociedad global está devorando su propio cerebro, y con la actual tasa de reproducción de la especie humana idiota, de frecuencia ratonil, y su evolución tan rápida hacia la imbecilidad; no tardará en nacer el primer bebé humano vivo sin cerebro, con el cráneo vacío.

A partir de ahí los monos dominarán La Tierra y criarán seres humanos para procesarlos como cortes de res (costilla, lomo, pechuga…), hamburguesas, casquería y huesos para el caldo.

Y no sería extraño así, que volviera a resurgir el conocimiento, el arte y la dignidad en una nueva especie.

Panda de tarados…



Iconoclasta

22 de junio de 2023

lp--La democracia es una muy mala opción--ic

La democracia es y ha sido la peor forma de gobierno. Mucho peor que una dictadura, al menos para la dignidad humana, la ética y el conocimiento.

Que se gobierne según la mayoría es la mayor aberración de entre todas las formas de gobierno.

La mayoría significa adocenamiento, la mediocridad en su estado más puro, primario.

Es la gran trampa de la que sacan beneficio los políticos, ya que todo político es mediocre, ideal para que esté en sintonía con la chusma.

Al fin y al cabo, el político por definición, es un mediocre con una ambición desmedida.

Una dictadura es el gobierno de uno sobre millones.

La democracia es el gobierno que han elegido millones con la tonta ilusión de que sus votos han servido para algo. Y en cierto modo es así, dada la calidad política que surge de un gobierno constituido por y para el adocenamiento y la mediocridad. El político electo correrá más que un perro de ocho patas para conseguir crear un decorado en el que la masa humana se sienta feliz y crea que ha elegido lo mejor.

Cuando una masa humana en tal número elige a un mediocre político de la gran oferta que hay, se respira en todo su territorio nacional puro adocenamiento y mediocridad. Y una aparatosa y llamativa (para unos pocos, muy pocos) incultura o analfabetismo funcional.

El político solo tiene que mantener vivas y enaltecidas esas virtudes porque es su caldo de cultivo para convertirse en un corrupto dictador democrático como la puta que lo parió y con la alegría de la plebe que se pasa los fines de semana borracha y la jornada laboral ciega a toda corrupción y estafa a su economía.

La democracia es un espejismo donde lo único real son los decretos corruptos de impuestos, voladuras de libertades y necesidades biológicas, censura y el oscurantismo detallado en las escuelas por el régimen electo.

Es tal el bajo nivel intelectual que en la calles de las democracias, se podría grabar un episodio de los Teletubbies sin necesidad de contratar extras especiales; con los que cotidianamente caminan por la calle de cualquier dictadura democrática elegida al azar, basta para dar ambiente a un anodino episodio.

En fin, la democracia es el gobierno de los idiotas para los idiotas. Hasta tal punto que, la población sorprendente e inesperadamente, arranca a aplaudir desde sus ventanas y balcones a su gobierno y los carceleros y otras bestias funcionarias de la dictadura demócrata que la han encarcelado en sus propias casas, humillado, engañado y arruinado.

Y se trata de puro fervor, es decir, las democracias se convierten en auténticas sectas del absurdo más idiota.

Es un hecho que está registrado históricamente, casualmente en España, que va desde el 14/03/2020 hasta bien entrado junio del mismo año. Donde vivieron encarcelados en sus domicilios y bajo estricta vigilancia policial y militar, millones de trabajadores (las castas altas podían moverse como les saliera de la polla y el coño).

La liturgia era que a las 19:00 las patrullas policiales de la dictadura demócrata hacían sonar sus sirenas para que los trabajadores encerrados como monos en sus casas, asomaran las manos por los balcones y ventanas para aplaudir al régimen español y a la policía política del régimen democrático responsable de su “bienestar e infantil felicidad de niños en guardería”.

España se convirtió (por tradición secular) en el arquetipo de la democracia dictatorial perfecta del gobierno de los idiotas para los idiotas. Tanto es así que logró asombrar al mundo entero con el cariño que sentía la chusma hacia sus dictadores (en las democracias hay tantos como regiones y ciudades), extorsionadores y arruinadores que los gobernaba. Y para mayor inri, muy orgullosa la población de ser pastoreada con “mano que no tiembla”, la del dictador presidente democráticamente elegido por una caterva de idiotas.

Este cariño se convirtió en una obediencia ciega como nunca en la historia se ha visto: el 90 % largo de la población acudió con una fe inquebrantable a los tugurios designados para inyectarse en la sangre una pócima desconocida, sin tener ni idea de lo que era y causaba. Aquel (y actual a fecha de este ensayo) gobierno dictatorial democrático bautizó la pócima como “Vacuna de la Covid-19 en siete u ocho pinchazos o todos los que hagan falta”.

Había políticos de otros países dictadores democráticos, que no podían creer que semejante aberración popular fuera posible en pleno siglo XXI, lejos ya el programa electoral de Hitler.

Y es que la mayor parte de los países del planeta, apenas pudieron vacunar más allá del 60 % de su chusma, lo que consideraban un éxito.

Como en España había (hay actualmente en el momento de la creación de este estudio sociopolítico) una dictadura feroz con su poderoso órgano censor funcionando a velocidades de 5G (casualmente implantada la nueva red de internet con los cabestros encarcelados en sus casas), los españoles y sus amos dictadores demócratas, nunca supieron los chistes que corrían por el mundo por el dichoso récord Guinness del 90 % de cabestros españoles vacunados.

Sinceramente, si me hubiera vacunado ahora no me sentiría autorizado a escribir este exhaustivo ensayo de las democracias dictatoriales que lo son todas. Es una terrible crónica de la humillante historia reciente que requiere frialdad y objetividad.

Hay días en los que si el viento es favorable, en España aún se pueden escuchar los ecos de las risas de alemanes y nórdicos (un ejemplo de otras tantas nacionalidades) mientras vociferan ebrios y felices en mal español “Was für ein Lachen mit 90 % Spanisch und mit Maske!” (en español: “¡Qué risa con el 90 % español y con mascarilla!”).

Lo de la mascarilla (así se llama en jerga nazi al bozal en España) se debe a una anecdótica conversación que el dictador democrático español tuvo con la dictadora democrática alemana de visita en España, en la que ésta le preguntaba maravillada: ¿Cómo es posible que a cielo abierto en España, lleve tanta gente el bozal en el hocico? En Alemania eso no pasa.

El dictador democrático español emitió una de sus célebres chácharas con las que no dice nada y se sopló luego las uñas con chulería. Y la alemana ya no se atrevió a hablar más del asunto.



Iconoclasta

8 de marzo de 2023

lp--La “evolución” histórica humana--ic

Black Death (2010), es una película cuyo argumento transcurre sobre el 1300, durante una epidemia de peste. Correcta o medianamente ambientada, actuada y dirigida. Entretenida sin más.

Sin embargo, me ha sido inevitable no pensar, evocar, concluir, razonar.

La chusma idiota de viejos tiempos, hablo de estos de la peli y de anteriores, dejaron su huella genética que ha llegado hasta hoy. Ese rastro de miseria y mezquindad propio de la especie humana con escaso intelecto, con necesidad y deseo de ser gobernada y nulo concepto de la libertad, ética e individualismo que a cada ser humano da dignidad e identidad.

Desde los remotos tiempos en los que se creó la primera sociedad humana con un mono jerarca mandando a otros monos para vivir de ellos sin esfuerzo, hasta hoy; donde visten con ropajes coloridos, llevan un teléfono y piensan exactamente igual, ergo votan la misma mierda en grandes manadas. Con la diferencia de que hoy día hay otro decorado y el bozal es más agresivo en su perfil, bonito y colorido que el que usaban en la edad media para combatir, en su infinita ignorancia, la picada de una pulga, la peste. Desde aquellos tiempos hasta la actualidad no ha habido evolución. La inteligencia se ha estancado o atrofiado, solo se ha actualizado (v. X.x) la misma miseria humana o mezquindad. Prácticamente eternizada. 

Una evolución lleva centenares de miles de años. Así que en veinte mil años, los monos humanos poco han podido evolucionar en su fisionomía e intelecto.

Siempre surgen rarezas humanas cada cien o doscientos años que han dado conocimientos a la especie humana, y longevidad por medios artificiales: higiénicos y médicos; pero la esencia es la misma.

Cada día que pasa estoy más convencido de que fue la religión la que hizo al ser humano esclavo de otros humanos.

Que la especie humana no se ha desarrollado como debía porque esos tipos que practicaron el timo de la religión, seleccionaron primorosamente a los humanos crédulos y obedientes y los dejaron vivir y reproducirse. Y éstos agrupados en catervas, asesinaban líneas genéticas más fuertes e inteligentes con el fanatismo que les fue inculcado por sus jerarcas religiosos.

Y así la humanidad actual y su comportamiento insectil (globalización) es el producto de aquella rústica selección ganadera que llevaron a cabo los monos jefes religiosos.

Mayoritariamente la sociedad actual está formada por líneas genéticas de humanos de pocas luces, dependientes y obedientes de los mafiosos o jerarcas que los gobernaban (no pueden entender una vida sin prohibiciones o leyes, sin amos que los protejan de su propia cobardía e incapacidad).

Y gobiernan.

Tal vez sea esa la razón por la que se busca pervertir hoy las crónicas históricas; no es una idea popular saber que tienes en la sangre el mensaje genético de la estulticia, la mansedumbre y la fe. Ese carácter gregario de los mamíferos domesticables y rumiantes, tan alejado del homo sapiens sapiens original. Eso, si lo entendieran, me los deprimiría; mejor borrarlo o adulterarlo.

La historia sin los trozos feos…

La política es tan solo una rama de la religión, con ideologías paralelas y convergentes al mismo fin: el cielo para los obedientes y el infierno para los no creyentes.

O lo que es lo mismo, riqueza en vida para los que mandan y un paraíso, tras la muerte, para los obedientes y crédulos.

La evolución consiste en que los más fuertes sobreviven y dejan un mensaje genético de esperanza de ser mejores y más eficientes a las futuras generaciones. Lo que ha ocurrido con la especie humana a lo largo de los últimos veinte mil años aproximadamente, es la injerencia y perversión de la especie humana con el exterminio de las genéticas más aptas y fuertes en pro del poder de los idiotas. El secreto de la victoria de los idiotas está en que son plaga. Por eso las hormigas devoran elefantes…

No lo digo yo, lo dice la historia. Y la biología. Y la ganadería.

Y la experiencia, conocimiento y deducción. Las mías y las de algún listillo también anónimo, de paso por el mundo en la actualidad; pero calla para que no lo asesinen también.

No pudieron acabar con todas las líneas genéticas válidas y decentes; pero eliminaron las suficientes para que las seleccionadas por el ganadero fueran una gran mayoría que en un futuro, votaría a esos monos idiotas prepotentes sin razón justificada.

No existe una “evolución” tan triste y sórdida como la humana en ninguna especie del planeta, salvo la de los insectos coloniales, que los pobres carecen de masa encefálica. Se les puede disculpar por ello.

Ante el temor de que mi sangre pertenezca a la misma mezquindad genética seleccionada a lo largo de veinte mil años de selección ganadera religioso-política, evoco de nuevo y razono estos argumentos para luchar contra mí mismo; como quien lucha contra una enfermedad mortal a pesar de saber que no puede ganar. Es triste, pero tengo ese épico romanticismo también heredado que me lleva a denigrarme fría y calculadamente.

Ver esta película que no tiene ningún viso de intelectualidad, me ha llevado a explorar mi sabiduría acumulada sobre la humanidad y su historia de nuevo. Mi cerebro se acelera ante todo asomo de imbecilidad, fanatismo, mezquindad y cobardía actuales o pasadas.

Es un asco la sabiduría que consume tanta glucosa.

Da jaqueca.

Actualmente, gracias a la tecnología aplicada al adoctrinamiento y amaestramiento de las reses humanas, la selección ganadera religioso-política consigue eliminar con más rapidez las líneas sanguíneas humanas dignas erradicando inteligencia, valor, libertad e individualismo (fuerza creadora) y dejar más espacio a las indignas que son las que dan votos (poder sin destrucción de las posesiones acumuladas por los ricos, es decir, pacíficamente y con aplausos), por ejemplo: la hazaña de una vacunación de maneras carcelarias, ruinosas y fascistas, tan global y veterinaria como la del coronavirus.

Los malos siempre ganan y se reproducen en progresión geométrica insectil, es el corolario o moraleja de la historia de la humanidad.

Porque se sigue hoy, a pesar de una mayor y teórica culturización, con fe ciega votando u obedeciendo a la misma casta de miles de años atrás (que también fue primorosamente seleccionada con artes ganaderas), con igual vehemencia.

Es muy deprimente, triste y monótona la historia cuando te das cuenta de que solo se trata de un cambio de atrezo. Y lo demás, la idiotez, se ha cronificado para siempre jamás. A menos que se produzca por algún azar un cataclismo que destruya la civilización y algunas líneas genéticas indeseables. Y puedan hacerse así bien las cosas de nuevo, sin usar los restos de lo malo o podrido. ¡Alabados sean los dioses todos! (en tal caso y sin que sirva de precedente).

Carita sonriente (que malditas las ganas de risa…).



Iconoclasta


30 de julio de 2021

El dolor de las cosas


Si existiera el dolor en las cosas seríamos sádicos psicópatas, porque no importaría cuanto dolor se infligiera; las cosas están para usarse, el dolor sería un problema exclusivo de ellas, como es el de los animales de granja su degollamiento y descuartizamiento.

La simple idea de que una cosa sufra es absurda, ni siquiera en un ejercicio de gran imaginación la imagen se sostendría, sería simplemente estúpido; pero dado el caso, no puedo imaginar la gran cantidad de millones de seres humanos que disfrutarían provocando ese dolor.

Es una reflexión demasiado rebuscada, por mucho que quieras imaginar un vaso doliente, por ejemplo, solo conseguirías hacer de tu imaginación una pérdida de tiempo que ni originalidad aportaría. Hay cosas mejores que imaginar.

Tal vez sea ahí, en esa pérdida del precioso recurso imaginario, donde reside la muestra más insana de la humanización de las cosas, en la novela de Lewis Carroll, Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas.

Realmente, la psicodélica novela no tiene nada de maravilla, no hay aventura; es una auténtica pesadilla llena de extravagancias y crueldades que como niño nunca me gustó. Me llevaba a pensar que Alicia era simplemente idiota y tuvo la mala suerte de ir a parar a un mundo de mierda, donde todos hablaban mal, deprisa y sin sentido. Tantos personajes dementes y tarados… Me incomodaba mucho ver la película. Y por supuesto, el libro ni siquiera lo ojeé.

Como adulto, aprecio el elevado grado de surrealismo, es una obra maestra de lo enfermizo y onírico, a media película se hace ya cargante; pero nada es perfecto. Tiene una descarnada originalidad, aunque vaya en detrimento del argumento, su claridad. Al fin y al cabo, el argumento es absolutamente secundario en el surrealismo cuyo único fin es generar imágenes oníricas o extrañas que impacten en el lector o espectador.

Aun así, a pesar de lo imposible del dolor de las cosas, si un vaso sintiera dolor por beber de él, lo lanzaría al suelo para observar como sufre. No soportaría que nada me complicara más la existencia. Que otra cosa más se sumara a la colección de idiotas que deambulan por el planeta jodiéndome con su solo respirar, me abocaría a un homicida humor.

Apenas habría diferencia entre las cosas y los seres humanos (en muchísimos casos que podría enumerar, se cumple el parecido). Los seres humanos con cosas, lo sé porque se lamentan por otras cosas que simplemente temen y también son usados para matarlos en guerras sin que sirvan para nada y a pesar de ello, obedecen como tiernos robotitos a los que les meto petardos entre sus brazos mecánicos para hacerlos volar en pedazos en las verbenas.

Hay muchas cosas humanas que por una cuestión de vergüenza, prefieren hablar de dolor en lugar de miedo. Al menos el vaso sería una cosa doliente con dignidad en su mudo dolor.

El soldadito de plomo, una de las historias más tristes de la literatura, es otro ejemplo de humanización de las cosas para convertirlas en mártires en esas parábolas infantiles para el amaestramiento de las crías humanas en la infancia. Muestra un amor tan excelso y paranoico que sería incapaz de sentir un ser humano. Se le puede perdonar tamaña osadía por ser una cosa. 

Si mi cafetera se lamentara por el fuego, la golpearía hasta deformarla y hacerla inservible, no quiero más mierda a mi alrededor.

Solo soporto el dolor de las putas cuando las follo, porque para eso pago.

Siempre he sido hiperrealista, cosa que me hace ser un hijo puta en lugar de ser un imbécil cobarde sensiblero.

Respecto a la literatura, todo lo que es mentira o invención, es un bálsamo contra esta grisentería que hoy más que nunca se extiende por todo el planeta como un hongo que todo lo pudre infectando a millones y millones de votantes, mártires y santones que lo habitan.

Evoco aquellos naipes soldados de Alicia flipando con las setas alucinógenas del bosque. Su geometría ridícula y aséptica, fea y simple como lo es un cuadrado, recuerda sospechosamente a los playmobil o muñecos lego.

Si he de tener un juguete, que sea alguno con el que me pueda identificar, algo digno que se parezca a un ser humano, a mí. Y no un cubo con patas y cabeza con pelocasco.

Carroll veía aquellos naipes idiotas como a la chusma con la que tenía que relacionarse en aquellos tiempos victorianos, eso es lo que intuyo.

Y desde hace muchos años los muñecos tipo playmobil y lego se imponen como la nueva estética que debería tener el ser humano, para que los niños se hagan cuadrados, sin apenas más ángulos que los rectos, los menos imaginativos y los más simples. Que no sueñe la infancia humana con una anatomía corporal que evolucionó para la caza, el trabajo, el combate, el esfuerzo, la reproducción.

Con naipes y muñequitos geométricos, pretenden censurar y borrar del imaginario de las bestias humanas, su capacidad violenta que los hizo llegar a la cima de la cadena alimenticia y lanzar cosas al espacio. Incluso matar con más rapidez y facilidad. El coño y la polla… Es feo decir semejantes cosas, pero usarlas, si te callas, no es problema.

Hay gente que escupe como si tuviera una polla en la boca cuando lee “follar”. Me gusta provocar esos ademanes de rechazo. Es mi lenguaje y lo uso como me sale del nabo y no como un playmobil maricón; selecciono cuidadosamente cada palabra.

No puedes quedarte solo con una parte del cerdo. Somos indivisiblemente todo eso: toda esa violencia y ternura. Todo ese ingenio y toda esa brutalidad. Todo ese furor y odio que marcará la diferencia entre morir y vivir.

Como se ha visto en esta misma era moderna, cualquiera que quiera castrar al ser humano de una de sus características, conseguirá solo un imbécil, una cosa amorfa de lo que antes era. Las hormigas, no sienten plenamente dolor, son idiotas y simplemente se lanzan mensajes de alarma, según dicen los entomólogos. Es lo que ahora pasa con los seres humanos y sus epidemias de redes sociales y democracias venenosas para la especie humana.

Sería entonces acertado decir que las cosas sienten dolor.

La infancia se ha de sentir monigote y orgullosa de serlo. ¡Qué pena!

Deben aprender a barrer, en lugar de hacerse fuertes, ingeniosos y hábiles con sus peleas infantiles y juegos que solo a los tarados les parecen “violentos”. Mejor comprarles una escoba y un recogedor y se habitúen ya a recoger a la mierda que tiran sus amos, aquellos que les permitirá elegir el color de la escoba y recibir alguna vacuna como premio a su obediencia.

Vota et labora, cosa de mierda.

Si las cosas padecieran dolor, compraría muñequitos cuadrados cada día para pegarles fuego con afán pirómano.




Iconoclasta




23 de diciembre de 2017

Democracia: una mierda


Argumentación:
La miseria humana alcanza su más alto grado en los actos deportivos; pero con mayor virulencia en los religiosos y políticos.
La razón es bien sencilla y obvia: la humanidad (chusma) necesita dogmas e ideologías ajenas por la incapacidad de cada individuo para crear la suya.
La humanidad es absolutamente inútil, a nivel de individuo, para crear una idea o convicción que le haga actuar en consecuencia.
Necesitan con desesperación que alguien les diga lo que han de creer, cómo actuar y cuando follar. Esto último es de lo más cotidiano y triste. Si un gobierno dice que hay que tener hijos y que darán una paga por hijo, los borregos se hincharán a follar hasta tener suficientes hijos como para venderlos a macdonals y que hagan hamburguesas con ellos, o como ahora está de moda, venderlos desnudos en internet.
Hubiera preferido nacer ciego o no nacer, a parecerme a la chusma.

Testimonio:
Cataluña, diciembre 2017. He visto gente cuidar de los carteles electorales, recogerlos del suelo con devoción e intentar pegarlos de nuevo o dejarlos bien alisados sobre una baranda o un banco. He visto quien cuida de unas tiras de plástico como bolsas de basura amarillas (emblemas de protesta política), como si fueran delicadas flores. Las volvía a asegurar y las componía como si tuviera una reliquia entre sus manos.
Me han recordado al pobre y mega-divertido Scrat (la ardilla prehistórica de las películas de dibus, Ice Age), cuando con desesperación e ingenuidad, con sus patitas delanteras y con agudos jadeos, intenta cerrar la brecha que se abre en un glaciar y evitar así que el continente se rompa.
Solo que Scrat es divertido, una genialidad. Los ciudadanos que he visto solo son patéticos.
El ánimo de los fanáticos está gobernado por sus amos: obedecen consignas de sacrificio, de ira, de alegría, de tristeza… Con diligencia mutan sus rostros y sus emociones. Se sienten esclavos o libres si así lo desean sus presidentes o líderes.
Les encanta que les digan que son mártires, que todos son un solo pensamiento.
No conocerían ni sabrían que hacer con la libertad si se la pusieran delante de las narices, o se la tatuaran en la frente.
Y siento náuseas, porque no existe nada peor que la uniformidad. No existe mayor degeneración de la dignidad, que una manada de seres humanos gritando lo mismo. Es un insulto a mi singularidad, una amenaza a mi individualismo.
Lo peor que pudiera ocurrirme es verme integrado en un rebaño. Me siento sucio por dentro con solo pensarlo.

Conclusión:
Es la razón por la que jamás votaré: mi voto es mucho más valioso que el de un borrego, jamás dejaría que mi sobre cayera en la misma urna.
Si alguien me aconseja que vote, al igual que al diablo, me bese el culo.
Solo votaría si una junta electoral colocara una sola urna para mí y esa urna tuviera un identificativo: 1x 250000 (mi voto equivale al de un cuarto de millón de votantes). Sí, ya sé que es una cifra muy pobre; pero es solo simbólica, no soy usurero; conque marque una pronunciada diferencia me basta. Algo que explique que mi voto es inteligente, preciso, magnánimo y que he perdido un tiempo precioso para votar.
Una mierda, la democracia es una burda trampa.
Un espejismo para esclavos con pocas inquietudes intelectuales y sin sentido de la dignidad.




Iconoclasta

1 de agosto de 2017

La verdad de las cosas hermosas



La verdad de las cosas hermosas se muere entre los embates de mil imágenes y sonidos vulgares, entre ingenuas, indignas e imposibles ambiciones.

La nobleza y el valor sucumben ante ídolos de plástico sin mérito, marcados con muchos logos.

Y el vuelo de un águila apenas llama la atención cuando se mira con ojos idiotas la pantalla de un teléfono. Un animal bebe en el arrollo y provoca una ternura que es todo lo contrario (de una forma muy tóxica) de lo que siento por la humanidad.

Se crean de la nada, como malos hongos, los malos escritores de una frase y aparecen acomodados e indignados defensores de la libertad y la justicia, que teclean sentados sobre sus gordos y fofos culos.

Las cosas bellas son arrolladas por aludes de mierda que bajan veloces por un vertedero.

Y los que no deberían haber nacido babean por el coño de una puta de revista que no pueden pagar. Sufren por el coche que no tendrán jamás sin vender el ojo del culo a un banco.

Yo vomito en la intimidad del bosque, me purgo todos los días de tanta mierda que me hicieron tragar y cuido e hidrato el ano que tantas veces me rasgaron.

Solo que no aprendí, yo no aprendo, no lo necesito. Nací sabiéndolo todo y deseaba buenos días con una sonrisa a quien quería  ver muerto.

Pido y deseo la guerra, el hambre y la enfermedad en todos los rincones del planeta.

Que los muertos bajen como troncos río abajo, a centenares por minuto.

Que todos los humanos sufran como la verdad de las cosas hermosas agoniza entre la hipocresía, la cobardía y la estupidez.

Si Dios existiera, sería YO. Y no estaríais leyendo esto, bajaríais putrefactos río abajo, con los ojos comidos por los cangrejos.

La verdad de las cosa bellas no da serenidad a mi ánimo; no aplaca la ira, el odio y el asco. Los magnifica hasta crear una apasionante literatura misántropa.

Y me gusta, ya hay demasiados filántropos en el mundo, hay que equilibrar tanta bondad de mierda.





Iconoclasta
Foto de Iconoclasta

28 de septiembre de 2016

Las lacras de Potter y Sombras de Grey



Es todo una gran mentira: no existe inteligencia en el ser humano, los creadores nacen como una especie de monstruos cada ciento cincuenta o doscientos años.
Entre jardín de infancia, primaria, secundaria, instituto y universidad, más o menos se invierten unos dieciséis años de tiempo para intentar adquirir conocimientos y cierta cultura (la cultura y el conocimiento no están reñidos con el buen gusto y la dignidad; no sé porque se empeñan en ignorar estas dos últimas cualidades).
Como decía: todo este chorro de años de culturización para acabar comprando el último panfleto de Harry Potter y hacerse una foto hortera y vulgar con la portada, como si lo fueran a leer.
Los que no lo han comprado es porque son habituales de las 50 Sombras chochas de Grey (pseudo-sado barato para mediocres amas de casa mal folladas y otras exquisiteces sin hábito de lectura como oficinistas de baja cualificación y reponedores de supermercado que se creen gerentes de algo).
El sistema educativo no ha fallado, el 95 % de los cráneos humanos solo aloja virutas de madera y algo de arena. El sistema educativo funciona perfectamente, está perfectamente adaptado a esos cráneos.
¿De verdad se puede tomar alguien en serio la tan cacareada inteligencia humana?
Mierda...
Esto no tendrá un final malo ni bueno, simplemente no tendrá final y todo será igual que ahora. Miles y miles de años avalan mi afirmación.
Buen sexo (sin varitas mágicas ni látigos de peluche).



Iconoclasta

24 de febrero de 2016

Aciagas voces


Todo son susurros, lamentos y gemidos. Hay una seria injerencia acústica y emocional que me ataca, que me molesta, que hace torva mi mirada.
Que alimenta desprecio y odio hacia la humanidad, hacia esto que me encontré al nacer, todo mal, todo indeseable.
Aciagas voces en oraciones, melodías y operetas que afrentan contra mí, contra mi independencia hacia cualquier precepto o moralidad.
Cantos de amor que murieron inacabados en los labios, cayendo en el pecho como la ceniza en la que se convierte el vampiro con el amanecer.
Porque los enamorados no son inmortales, a pesar de que dicen que el amor lo es. Mueren de viejos, de enfermedades, en manos de asesinos, en manos de poderosos. No son eternos y el amor morirá con ellos, es un principio universal que no acepta discusión, por enamorados que estén. Lo demás son sofismas de cobardes.
No me siento inmortal por enamorado, al contrario, el amor me consume rápido como una mecha corta y veloz.
Oraciones que no consolaron desdichas.
Rezo a sus cuatro labios, henchidos de deseo, es mi única plegaria.
Credos que no repararon corazones.
Salmodias corales de enamorados zombis que se equivocan, no están enamorados; solo buscan compartir su miedo, consolarse que no son ellos los únicos cobardes. Bienvenidos a la Cofradía de los Pusilánimes.
Son los coros, las imprecaciones y las voces de los muertos, de los que no saben que no debieran respirar. Hay que estar tan podrido para  no sentir que el amor colapsa los pulmones... Hay que ser tan vulgar para convertir el amor en compañía, en una conveniente prostitución...
Las putas y putos sociales cantan alto y fuerte en grandes y elegantes banquetes, en altares llenos de flores y cámaras de video.
No deberían usurpar cosas de amor los amantes burgueses, los amantes sensatos, los pobres ambiciosos... Quieren y no pueden, lo que pudre el amor.
El amor es insensato por definición, es absoluta locura y va contra toda medida económica y  moral.
No deberían llamarle amor a según qué cosas. Es un insulto a los amantes que lo son, a los que viven acelerada, doliente y cortamente.
El trámite y la tradición son insultos a la belleza de amar.
Existen fantasmas en dimensiones infranqueables condenados a lanzarse mensajes secretos que angustian el ánimo con sueños imposibles. Golpean el aire para ser oídos, para ser atendidos en su aflicción; pero no hay respuesta, solo la esperanza de los locos. Respirar es un asunto instintivo, la voluntad no puede impedir ciertas cosas. Tampoco las puede conseguir.
Si por voluntad fuera, yo sería El Gran Asesino, el que le arranca las alas a los ángeles del amor.
Y sin embargo, los amantes otorgan un cuadro de cautivadora belleza con su dolor.
Quien ama no reza, grita con furia y blasfema cuando es necesario. Jamás se arrodilla.
Y luce una sonrisa ensangrentada, labios partidos por besos y no-besos. La sangre mana por la pasión y por la desolación.
Mierda...
El rumor de la tragicomedia y la farsa de amar se extiende por todo el planeta, como el vocerío secreto de una necesidad cobarde de compartir el miedo. O el sufrir de los amantes reales.
El mundo es una olla de grillos caótica. Voces que alternan compases de alegrías y tristezas formando una extraña y aberrante orquesta. Latidos de ultratumba perdidos en océanos y tierras.
No veo pájaros trinar alrededor de nadie; pero hay suficiente hipocresía y cobardía para decir que se ven, como las barrigas llenas de mariposas.
Orugas de la estulticia, simplemente.
No sé de donde vienen las sonrisas, no encuentro como alguien  puede reír.
Es una obscenidad, el mundo es un paño de lágrimas, dicen.
Y un condón usado en un descampado lleno de pañuelos de papel.
Las palabras bellas son el camuflaje de una vida en la que los sueños, eso... Son  angustiosas intangibilidades...
Palabras bellas tiradas a la basura cuando se dedican a los que no aman, a los que buscan compañía en la vejez.
Condones envejecidos como orugas del amor prostituido en sórdidos lugares.
Maldita sea, que difícil es cribar los cantos del amor de los de la hipocresía.
Duelen los oídos de tantas voces que se lamentan, que temen, que viven, que pervierten...
Haz lo que debas, no hagas caso, no escuches cantos de sirena que tiran de ti a los arrecifes de la mediocridad.
No escuches los poemas de los enamorados, de los que trascienden; porque son suicidas.
Mantente al margen de las aciagas voces si puedes. Y si crees estar enamorado, reza. Y si no crees, inventa un dios que te proteja.
Observa los condones destripados entre mierda de perro y papeles ignominiosos.
Dale la espalda al mundo, que se joda quien con cada qué.
Un beso negro en mi ano, proponles.
Que no interfieran, que callen, que mueran.
Que una noche oscura se cierna sobre todos para siempre y dejen de oírse los lamentos y las euforias de ellos, todos.
Injerencias aciagas, voces de mierda...
Deja el dinero encima de la mesita, paga a la puta y cierra la puerta de la habitación, que nada enturbie la mamada. Y si la amas, déjale más dinero, que su voz no se sume a las otras, no dejes que sea una voz más, una mediocridad más.
En un mundo de héroes de amor, el follar por dinero nos hace singulares.
Con eso me conformo.
Y que callen, sobre todo que callen de una puta vez.
Voces aciagas, condones destripados...
Precioso.


Iconoclasta

19 de junio de 2014

Mantras mexicanos o pura diarrea mental


Hay un libro que no se debería haber publicado jamás para no insultar la inteligencia de algunos. Corren malos tiempos y cualquier basura se publica y se vende si el personaje que lo escribe es lo suficientemente grotesco para la mente adocenada de la chusma o bien, va dirigida a los adolescentes sin inquietudes o con un cerebro perezoso (por llamarlo de algún modo suave).
En este caso, me he ventilado enterito el libro ¡Me vale madres! de un tal Prem Dayal.
Por medio de una literatura para niños de cuatro años y un estilo mojigato y con una redacción del carajo, se detallan cuatro mantras para que los mexicanos y todo aquel que no tenga demasiado cerebro, pueda ser feliz, o al menos sentirse a gusto con la mierda que le rodea y la mísera vida que tiene.
Así que como hay muchos que desean ser engañados y creerse a cualquier gurú analfabeto con ansias mesiánicas, el libro (lo llamo así porque tiene hojas encuadernadas) ha sido imprimido 16 veces desde Octubre 2011 hasta Octubre 2013.
Kilos y kilos de basura que no sirven ni para distraerse.
Kilos y kilos de papel para limpiarse el culo en los cagaderos de los antros o salas de baile de 3ª categoría.
Esto dice muy poco de la inteligencia de los humanos en el siglo XXI y mucho de la mierda que se obsesionan en vender los grandes editores de mierda, que son los auténticos impulsores de las basuras pseudo-intelectuales que se propagan como una mala enfermedad.
No es por censura, es simplemente por dignidad, que hay libros que deberían arder, porque al igual que el Mein Kampf de Hitler era una hediondez de un subnormal paranoico, estos libros como los de Prem Dayal, se constituyen en una fábrica de retrasados mentales y le roban el sitio a autores inteligentes que tienen algo importante que aportar.
Entre esta basura de auto-ayuda y los vampiros, licántropos y héroes de ciencia ficción de moral falsa y completamente amables, empieza a ser difícil encontrar algo que valga la pena leer.
Los cuatro mantras mexicanos que prometen cunillingus o felación gratis si consigues dominarlos son (a pesar de sentirme sucio, voy a seguir escribiendo):
Me vale madres (un equivalente de Me suda la polla o Me perfuma el coño. Cosa de tíos inteligentes cuando se refieren a leer mierda).
A la chingada (un equivalente de A la mierda. Cosa de inútiles que no pueden trabajar o esforzarse por algún tipo de extraña alergia).
No es mi pedo (un equivalente de Me importa menos que el rabo de la vaca ó Las veces que tu madre le ha puesto los cuernos a tu padre. Cosa de cobardes e ignorantes).
No hay pedo (equivalente de No hay problema o No tengo cerebro para entender. Cosa de subnormales).
Esto son las expresiones más humildes y coloquiales del populacho mexicano, redactadas así con un enfermizo afán oportunista que ha dado muy buenos resultados.
Me cago en la puta madre que parió a la virgen por esta mierda que tengo que leer (mantra iconoclasta de verga -en mexicano, en el original- empalmada por la ira).
Ahora, y como prueba asquerosamente irrefutable de la mierda que se escribe, ahí van algunos fragmentos del libro:
"Y si lo piensas bien, si la gente se presentara: "Hola, no sé quién soy, mucho gusto", "yo tampoco, encantado",  todos se volverían inmediatamente más humanos, se pondrían a reír y se abrazarían sintiéndose hermanos, parte de este mismo irresoluble misterio. Se volverían como Sócrates."
Este es uno ejemplos de los cientos y cientos de párrafos llenos de filosofía barata, tontorrona, chocha y superflua como ceniza en la mesa.
Que todos se volverían como Sócrates, ni en sueños, aunque de hecho, la mentalidad de muchos es tan vieja como la de este filósofo, que tuvo su mérito en su tiempo, pero tampoco es para tanto.
Que todos se sienten hermanos cuando están borrachos. es verdad. Es entonces cuando no saben quien son o han perdido la habilidad para pronunciar su nombre.
Este párrafo es una mierda, no puede sostener un razonamiento inteligente y decente.
Otra mierda:
"Rezando todos ¡No es mi pedo! ¡No es mi pedo! ¡No es mi pedo! la humanidad se despertará un bonito día en el Jardín del Edén dándose cuenta que nunca había salido de allí."
Vaya mierda. Y Blancanieves caminará todo el puto día con pajaritos azules y rosas danzando por su cabeza y los pezones no se le marcarán en el vestido, perfecto.
Por otro lado, eso es lo que dirá el puerco que se ha tirado una flatulenta ventosidad en un ascensor atestado de gente.
Sigo pensando que cualquiera que tenga unos buenos contactos puede convertir su mierdalibro en un bestsellerpiojoso.
"La confusión es siempre un hecho positivo. Porque de la confusión algo nuevo está destinado a nacer. Del orden nunca sale nada nuevo. Por esto la mayor parte de los adolescentes son patológicamente desordenados: necesitan el desorden para encontrar un orden nuevo y personal que refleje su individualidad, no se contentan con el orden de los padres."
De la confusión solo nacen burros, los adolescentes no son patológicamente desordenados por esas razones tan preciosas e idealistas, son desordenados porque no les sale de los huevos trabajar en ordenar sus cosas, hasta que a sus padres se les hinchan las narices de trabajar para ellos y les obligan a recoger la mierda que esos genios tienen en sus cuartos. Porque todos esos "genios" que buscan su nuevo orden estúpido, son los mismos que éramos nosotros, y ya sabemos lo que es la adolescencia ¿verdad? Es una sucesión de masturbaciones compulsivas y un montón de pañuelos de papel sucios bajo la cama. Tampoco hay que hacer dios y genio a cualquiera, luego la humanidad se cree que hay inteligencia y que ellos son ejemplo a seguir.
Y una mierda.
Así que menos oportunismo estúpido, infantiloide e ignorante. De la confusión y el desorden solo nacen seres descerebrados e ideas estúpidas e idiotas. Es la historia de la humanidad, coño.
"¡A la Chingada!
Una correcta práctica de este poderoso mantra te permite liberar todo lo que tienes reprimido, y sentirte otra vez fresco y ligero como una florecita de primavera."
Una correcta práctica de esta estupidez solo te hace escupir entre los dientes, no liberas nada. Simplemente te has asqueado de hacer lo mismo una y otra vez. Si te sientes como una florecita de un jardín, es que eres más idiota aún de los que era posible. Los predadores no comen hierba y el esclavo no le come el rabo al amo. Como ocurre en el caso de los sacerdotes y sus seguidores o crédulos de cualquier superstición llamada religión.
"si encuentras algo  que te estorba, que obstaculiza la danza de Dios dentro de ti, no mandes simplemente a la chingada, mándalo ¡A la Chingada!"
Esto sí que es pura doctrina y acto de fe. Repítelo con mucha fuerza a ver si la puta chingada va a pagar la hipoteca, el coche que debes y las tarjetas de crédito. No jodas... El cerebro del oportunista de Prem debe ser del tamaño de una semilla de alpiste.
Y para esto un libro de trescientas y pico aburridas y simples páginas...
Y por último, un fragmento de una de sus parábolas apestosas con un rancio aire de mesías gracioso e ingenioso. De mesías puede que lo tenga por los tontos que han comprado su basura, pero de ingenio, ni arrancándole el corazón saldría algo. Por otro lado, la redacción del dichoso cuentito, es tan malo como lo escrito en la biblia y tan repetitivo que uno piensa si ha llegado a pasar por manos de un buen editor y ha sido convenientemente revisado. Claro que no, de lo contrario no existiría semejante estupidez.
"Entonces intentó sacarlos de su cabeza, pero cuanto más trataba, más monos llegaban. ¡No era posible! Empezó a sacudir la cabeza, se paró en una fuente para mojarse la cara, se agarró a cachetadas suscitando la lástima de los marchantes... ¡Pero nada! Más intentos hacía, más monos llegaban: en grupos, en fila, en formación de diamante, en cuadrados, en triángulos, a horcajadas, caminando al revés, de cabeza, en cuatro, sobre una mano, en fila de dos, de cuatro, de seis, en fila india..."
Gracias a Prem Dayal, ahora sabemos las muchas combinaciones que pueden hacer los monos.
Es increíble la cantidad de tonterías que se escriben cuando falla la imaginación, la lógica y la inteligencia.
No compréis jamás semejante basura de libro. Es un insulto hasta para la inteligencia de los que padecen síndrome de Down.
Buen sexo y tomad muchas drogas (es mejor que leer cosas como estas).







Iconoclasta