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23 de noviembre de 2007

Meando


No necesito darte grandes e impactantes pruebas de amor, no pides pasión desmedida. Ni siquiera te pido ser tu único hombre.

Duermo y sueño que te follo, con eso me basta.

Me bastaba en un principio… En el de los tiempos.

Despierto pensando en ti; no siempre, pero en más ocasiones de lo que la cordura aconseja.

Despierto con el deseo de metértela dormida, embestirte con los ojos legañosos.

Con la polla dura por excitación y ganas de mear.

¿No es un poco tortuosa nuestra naturaleza humana? Las lágrimas, o son orina o lo más parecido a ella. Agua no es.

Sudor tampoco.

Ergo las legañas son cálculos.

Hace unos segundos que estoy despierto pero no me apetece levantarme aún, el pene está entumecido y ponerse en pie es incómodo con este hierro entre las piernas.

Al final, me incorporo y arrastro descalzo esta cadena de asociaciones de ideas que me lleva al lavabo a mear con la polla tiesa.

Un alma en pena y empalmada…

Puede que te rías.

Normalmente te ríes de mi cruda pasión cínica y obscena.

Me gusta mear, cogerme el nabo duro con las ideas aún apelmazadas y confusas agitándose en este cráneo ahora vacío y dejar escapar la orina, pensando en lo que sería que unas manos distintas a las mías rompieran este rito de intimidad que es la primera meada del día.

Algo de deseo sexual puro y duro.

Duro… Valga la redundancia.

No me digas nada, solo ven, sígueme. Colócate detrás de mí y saca mi pene por encima del elástico del pijama. Cógelo y encáralo al inodoro.

Yo apoyaré las manos en la pared, me dejaré hacer con tus pechos aplastados en mi espalda.

Gemiré desinhibidamente, y desinhibidamente dejaré escapar la orina con la esperanza de que tus cálidas manos hagan lo imposible: que consigan extraer el semen al tiempo que la orina.

Es mi fantasía.

No soy un enfermo, no soy un sucio. Sólo estoy medio dormido, medio salvaje. Embrutecido.

Sólo son confidencias de amante, juegos y deseos que nacen de un cerebro que aún no ha asumido su papel en esta mierda de día. Es demasiado pronto para tener en cuenta lo aprendido, lo correcto para mantener una relación cordial con el mundo.
Estoy aún en esa fase en la que escupo flemas y trato de tolerar con desgana la realidad de otro día que, sin duda alguna será igual que el de ayer.

De una frustración cuasi angustiosa que me hace pensar en venas cortadas, porcelana ensangrentada, orina y sangre. El filo sucio gotea sangre espesa.

La corrida de un muerto, semen agonizante…

Es todo tan feo, tan gris…

Sólo eso te pido, ayúdame a mear, dame consuelo en las duras mañanas en las que el erecto miembro se bambolea tieso camino al lavabo.

Quiero gemir de placer entre tus dedos, entre semen y orina.

Si es posible…

Correrme de pie, con tus manos manejando esta polla que no se dobla, que de tan rígida me duele. Me atormenta.

Quiero sentir este momento íntimo, sacrificar mi único instante de aislamiento y ofrecértelo. Ese momento en el que aún no soy del todo consciente de lo cautivo de ti que es mi pensamiento.

No puedo ofrecerte más que esto, es mi única prueba de amor y deseo.

No soy un guarro, no soy un enfermo.

Sé que te excita aunque tu boca dibuje un desagrado: te muerdes el labio inferior sin darte cuenta; tu coño se hace agua con sólo pensarlo.

No es presunción, no es un alarde tener la certeza de conocer cada uno de tus ademanes, de tus gestos; es mi prerrogativa de amante, es mi premio al amor que te consagro.

Es lo que me gano día a día amándote y deseándote.

Tengo ganas de mear, tengo ganas de que me la saques tú, de que me la menees tú. De que suspires a mi espalda mientras la orina brota guiada por tus dedos.

No soy un guarro, no soy un enfermo.

Simplemente a estas horas, aún no soy humano.

Me voy a mear.

¿Me acompañas o no?



Iconoclasta

17 de noviembre de 2007

El dios Shiva entre idiotas

En la India, una niña nació con cuatro brazos y cuatro piernas. Durante esta semana ha sido noticia la operación a la que la han sometido para cortar esos miembros sobrantes, restos de un hermano gemelo que no consiguió desarrollarse.
Pero de esta noticia, lo que más llama la atención, es que la familia se negaba a que a su hija la operaran. Decían que era la reencarnación del gran Shiva el destructor.
Y no deja de ser irónico, ya que en la mitología hindú, este dios es una especie de asesino a sueldo por encargo de otros dioses. Un instrumento para controlar la natalidad de la humanidad.
Los dioses tienen miedo de que los humanos puedan serlo tambén.

Y yo pienso en esa familia de hijos de puta, en su puta madre, en su puto padre, en sus mierdas de abuelos, en sus asquerosos hermanos y putos tíos y primos.
¿Cómo unos padres pueden ser capaces de joder la vida de su hija más de lo que la tiene ya?
Esa niña no debería volver con esa familia de tarados subnormales. Que quemen a la familia entera encima de una balsa, en el Ganges sucio y apestoso.
Místico como una mierda en un altar.
No te jode...
¿Respeto por una civilización o religión? Que respeten primero a sus hijos.
Pandilla de hijos de puta...
Porque ser pobre o ignorante no es una excusa para ser un hijo de puta avaricioso y querer exponer a una persona con una seria deformación como un monstruo de feria.
Me meo yo en el misticismo de los hindús.
La madre que los parió. Lástima que Inglaterra en su tiempo no hubiera hecho algo más definitivo con esos idiotas.
Bueno, me la voy a pelar pensando en como Shiva es capaz de masturbar a cuatro tías hindús y buenorras con todo ese follón de brazos. Soy pelo fetichista.
Pero no permitiría el sufrimiento de un hijo mío.

Buen sexo



Iconoclasta

12 de noviembre de 2007

A Ítaca con Cavafis

Constantino Cavafis (Konstantinos Petrou Kavafis 1863-1933).

Poeta griego, uno de los más importantes del siglo XX y representante del renacimiento la lengua griega moderna.

Periodista y funcionario, publicó poco en vida. Fue tras su muerte cuando sus obras consiguieron lentamente la notoriedad.

Fue poeta urbano e introspectivo y su homosexualidad manifestada sin pudor, fueron las causas que demoraron su fama. En 1960 los movimientos homosexuales, lo elevaron a la categoría de icono cultural.

Ha influido notablemente en escritores como Luis Cernuda y Jaime Gil de Biedma.

Corrigió sus poemas con minuciosidad, hasta tal punto que algunos tardaron diez años en acabarse.

Se movía bien entre la decadencia de los grandes momentos históricos.

Hoy día, sus poemas más leídos son los relacionados con el erotismo homosexual (”Recuerda, cuerpo…”).

Aquí, en Ítaca, Cavafis nos enseña como hacer el viaje hacia la legendaria isla. El viaje que adquiere todo el protagonismo y convierte la meta en un espejismo que nos sirve de faro en nuestro viaje hacia lo mejor de nosotros mismos. Si lo tuviéramos, claro.


Ítaca
(Poemas Canónicos, 1895 - 1915)

Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, no te engañará Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas.


Iconoclasta

4 de noviembre de 2007

Idiotas, idiotas, idiotas

Idiotas, idiotas, idiotas

¿Qué os habéis creído? Sois tiranos con un falso halo de tolerancia y cultura. Sois unos palurdos, unos poderosos sin cultura ni inteligencia. Sin escrúpulos y sin vergüenza.


Idiotas, idiotas, idiotas.

Sacerdotes de sotana negra por suciedad y roña, hambrientos de limosnas y poder condenatorio. Carceleros rabiosos y frustrados que acosáis mi libertad en nombre de vuestra mierda de democracia.


Idiotas, idiotas, idiotas.

Sabuesos enfermos de envidia que olisqueáis mis genitales, que sentís envidia del humo de mi tabaco y del sabor de mi comida. E ignoráis muerte y dolor.


Idiotas, idiotas, idiotas.

¿Me queréis sano, torquemadas del siglo XXI?
No… Me queréis sólo imbécil. Imbécil antes que sano.


Idiotas, idiotas, idiotas.

Matan, violan y mueren seres por el hambre. Bajo el eufemismo de “adopción”, vendéis niños, comerciáis con seres humanos. Hasta yo pagando unos miles de euros, me puedo llevar puesto un pequeño chino a mi casa.


Idiotas, idiotas, idiotas.


Con lo mal que lo habéis construido todo y la forma en que lo empeoráis. ¿Me perseguís por fumar o comer hamburguesas?

Sois patéticos y ridículos proyectos de inquisidores sin cerebro, que apenas sabéis hablar.


Idiotas, idiotas, idiotas.



Preguntad a los hambrientos y a los asesinados cuánto les molesta el humo de mi cigarro, o una hamburguesa gigante.


Idiotas, idiotas, idiotas.



Mirad idiotas, mirad al cielo y ved las estelas de vuestros cazas de guerra a reacción: ¿Cuánto dura en la atmósfera toda esa mierda quemada? ¿Cuánto dura el humo de mi cigarro?


Idiotas, idiotas, idiotas.



Me voy a fumar un cigarro, idiotas; que me tenéis harto.

La madre que os parió…

Idiotas…



Iconoclasta

1 de noviembre de 2007

El día de los muertos



Hoy ha sido un día de dicha y felicidad, los fiambres bailaban felices en sus tumbas y las colas por verlos eran inmensas. Casi que me han dado ganas de comprar una entrada para ver unos muertos y tirarles unas flores con todo mi cariño.

Los cementerios son hoy unos divertidos parques temáticos. ¡Halleluyah!

La vida es una constante ironía, un sarcasmo nada sutil y una ambulancia recogía hoy el cuerpo de un viejo en la entrada del cementerio. Yo creo que se ha agotado su vida en la entrada. Le dijeron de pequeño que el uno de noviembre tenía que entrar en el cementerio; y desde entonces no lo olvidó, y año tras año ha esperado su turno para acudir a él.

Y pensar que los días que no son uno de noviembre, los cementerios están vacíos...

Mejor será, en lugar de una piscina, instalarse un cementerito en el jardín para las celebraciones del uno de noviembre. Y así podemos decorarlo a nuestro gusto y pasar un día feliz con el fiambre.

Buen sexo en el día de toslosmuertos.


Iconoclasta